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UNA HISTORIA DE AMOR. Y si tú no has de volver...

    "Y si tú no has de volver" 1ª PARTE "Una para el otro y otra para el uno". Esa frase la repite una y otra vez mi ...

Viaje de Fin de Curso


Esperanza es un escándalo sexual allá donde ha impartido clases… no es lo que se puede decir una gran belleza de curvas de infarto, pero todo su cuerpo rebosa sensualidad… sus gestos, su voz, sus movimientos de cadera al andar y el trato personal cercano. Es profesora de música en un Instituto en una población cercana a Madrid y la principal instigadora de cualquier tipo de evento lúdico dentro del centro. Al llegar la hora de hacer el viaje de fin de curso a Francia, los alumnos pensaron en ella como primera opción para invitarla junto al director, para que sean los acompañantes (el centro exige ir acompañados por dos profesores a propuesta del alumnado). Lo que no espera nadie, es que en el viaje la profesora, va a ser objeto de una estrategia por parte de los cuatro alumnos que propusieron y promulgaron su elección como agregada, consiguiendo con ello lo que nunca imaginaron…




Como ya sabéis soy profesora en un Instituto de segundaria en Azuqueca de Henares, un pueblo cercano a Madrid y además ostento el cargo de Jefa de Estudios. Todos los años aprovechando la semana anterior a las vacaciones de Semana Santa y los tres primeros días de la misma (es decir 10 días), los alumnos del último curso, los que al año siguiente ya no estarán en el Instituto, suelen hacer un viaje que ellos llaman de fin de curso. A este viaje suelen acompañarles dos profesores, que normalmente ellos eligen. Este año, dos semanas antes de que fuera la fecha del viaje me llamó el director del centro y me dijo que los alumnos del último curso nos habían elegido a él y a mí para que les acompañáramos en el viaje y que este año se haría a Francia, que si estaba de acuerdo y aceptaba o no para dar una respuesta a los alumnos. Yo le dije que lo pensaría y que lo consultaría con la almohada… al día siguiente le daría la respuesta.

Haciendo un inciso quiero decir aquí que hace 8 ó 9 años, recién llegado el director al centro (yo ya estaba en él pues llevo siendo profesora en este instituto cerca de 12 años), comenzó a tirarme los trastos y yo viendo por donde venía hable con él y le paré los pies y le quedé bien claras las cosas (él al igual que yo está casado por entonces, aunque es tres o cuatro años más joven que yo). Desde ese día Miguel –que así se llama–  no volvió a molestarme en ese sentido y desde siempre se ha portado conmigo muy amablemente y con respeto, es decir, como un verdadero señor, aunque es raro el día que no le cojo mirándome con disimulo y sé (es muy difícil que a una mujer se la escape esto) que aún le sigo gustando y siente atracción hacía mí.

Tras este breve inciso presentando a mi compañero de trabajo, seguimos con la historia. Al llegar a casa me metí en la bañera y me di un relajante baño meditando la opción de viajar con el grupo de alumnos de 2º de bachiller… me animé a aceptar, de modo que al día siguiente le comunique a Miguel que de acuerdo que podía decir a los alumnos que aceptaba. A él se le alegró su rostro al oír mi respuesta y me dio las gracias, yo me despedí y salí de su despacho, notando al volverme e ir hacía la puerta sus ojo y mirada puestos sobre mi cuerpo, sabía que me miraba con deseo y eso me gusto y me subió mi estima, pues a pesar de mi edad aún seguía levantando ciertos deseo en los hombres. Desde hace cinco años estoy divorciada, lo que conlleva ciertas épocas de sequía como era en ese momento. No voy a negar que entre mis piernas han pasados unos cuantos hombres de todas las edades y tamaños, pero lo que me esperaba en este viaje no lo había más que soñado.

Llegó la fecha y el día antes de la partida reunimos a todos los alumnos que participarían en el viaje acordando salir el lunes de la puerta del Colegio a las 6 de la mañana (el viaje lo haríamos en autobús). Tras montar y dado lo temprano que era, la mayoría de los chicos, el director y  yo misma preferimos dormir. A eso de las 8 llegamos a un área de servicio cerca de Vitoria donde paramos a desayunar y desde allí, solo paramos para orinar hasta que llegamos a nuestro primer destino que era Burdeos. Lo visitamos y posteriormente partimos con dirección a Orleans, donde teníamos cogido Hotel, el cual estaba limpio pero era un poco antiguo pero sus empleados eran muy amables, cenamos y tras dar una vuelta a la ciudad nos fuimos a dormir. Ese día no pasó nada.

Nos levantamos temprano, desayunamos y salimos a conocer y visitar la ciudad. Para ello y para tener más controlado a los 20 alumnos que componían la excursión, decidimos hacernos cada uno de los profesores (yo y el director) de 10. No quisimos ser nosotros los que les eligiéramos, se lo habíamos comentado la noche anterior y cuando bajamos al desayuno , el delegado del curso nos dio una lista a cada uno en el que figuraban los nombres de los diez alumnos que nos habían elegido o formaban parte de cada uno de los grupos. En ese momento no me di cuenta ni tome más razón sobre quienes me habían elegido, pero al cabo de una hora vi que en el grupo que me había tocado a mí estaban los cuatro más gallitos de la clase y solo había tres chicas y tres chicos más. Estos últimos formaron un grupo, pues varios de ellos tonteaban entre sí y estaban medio en novia-dos, quedando prácticamente desprendido de ese conjunto los cuatro más mayores que como he dicho eran los machitos del grupo, entre ellos estaba el delegado que era el que solía llevar la voz cantante.

Visitamos la Catedral y dos o tres museos y estuvimos caminando por la zona medieval, que era una zona de bares y cervecerías, donde los diez estuvimos, en uno de los descansos, tomando unas cervezas. A la hora de comer volvimos al hotel donde nos juntamos con el resto del grupo…, es decir los diez que estaban con el director, que eran la mayoría chicas, seis y cuatro chicos y desde luego eran los más formalitos de la clase, pues los más bulliciosos y no tan buenos estudiantes eran los cuatro que me habían elegido a mí.

Tras comer descansamos un ratito en nuestras habitaciones y a eso de las 5 de la tarde se les dio libre para que ellos por su cuenta dieran una vuelta por la ciudad de Juana de Arco. El director Miguel, me invitó a dar un paseo ya que los chicos estarían libres hasta la hora de la cena, acepté y estuvimos por la ciudad paseando y parando un ratito en dos terrazas donde tomamos un refresco yo y él una cerveza, hablando sin que ocurriera nada. Cuando regresamos al hotel, la mayoría de los chicos ya estaban en él, esperando a que fuera la hora de la cena. Solo faltaban los cuatro amigos  Ignacio, Luis, Emilio y Ramón. Cuando llegaron, nosotros y el resto del grupo ya estábamos sentados en la mesa, ellos llegaron armando un poco de ruido y se les notaba que habían bebido un poco de más pero sin llegar a estar borrachos. Tras la cena, el que quiso se subió a su habitación y los que no, dieron un paseo por los alrededores del hotel. Entonces los cuatro amigos se acercaron a mí y me dijeron que porque no les acompañaba a dar un paseo y tomar algo por la ciudad, pues las normas del colegio no les dejaba hacerlo solos por la noche. Yo le miré a Miguel, el director como preguntándole que hacía…

     Venga Esperanza, si te apetece acompáñales y de esa forma les haces también el favor de que puedan salir un poco más, de todas formas son los más mayores del grupo y seguro que en su ciudad salen con el consentimiento de sus padres… yo con su edad es lo que hacía.

Yo entonces me quedo un poco pensativa… – Ven tú también Miguel, tomamos algo rápido y nos venimos a descansar, que mañana hay que madrugar de nuevo para ir a visitar el Castillo de Chambord  (es el castillo más grande que existe en el Loira)

     No, no Esperanza, que a estos me los conozco y como son seguro que luego nos lían y volvemos a las tantas, y mañana como tú has dicho hay que madrugar. Yo me subo a mi habitación a leer un poco y después a dormir.

     Esperad un poco que voy a la habitación a por una chaqueta…, luego seguro que hará fresco y más pasando el rio por la ciudad, y el que quiera de vosotros que haga lo mismo.

De ellos, ninguno subió a por ninguna prenda de abrigo y esperaron a que yo llegara. Fuimos al centro por las calles Bourgogne, Cholerie , l´Empereur…. que es la zona de Pubs y bares de copas donde visitamos varios de estos Pubs y bares como Le garaje, Mac Ewan´s, Le Blend…. en uno de ellos, los chicos hicieron amistad con uno de los camareros, un chico joven y español que estaba estudiando  y practicando el francés y por las noches para sacar dinero para los estudios trabajaba en ese bar.

Estoy segura que más de una de las copas que tomamos no las pagaron. Cuando marchamos de allí ellos se despidieron de él quedando para el día siguiente y prometiéndole el regalo del que habían hablado. No me enteré de que regalo se trataba.

Cuando salimos todos estábamos, o al menos yo,  un poco alegres por la bebida, yo sentía frío en la calle, me puse la  chaqueta que había traído y nos encaminamos para el hotel. Eran ya las 10 de la noche y como en la mayor parte de los países europeos a esa hora un día de diario no había casi nadie por la calle. Ellos no sé si sería verdad o mentira con el pretexto de tener frío se pegaron a mí como lapas, agarrándome Ignacio, que era el líder de los cuatro, a mi cintura. Yo le miré como preguntándole por su atrevimiento…

     Profe es que hace frío, ¿no me va usted a dejar que me arrime a su cuerpo para no helarme, por favor?

Mirándole me sonreí y le dejé que me agarrase, eso fue como una señal para que los otros intentaran hace lo mismo, cosa que consiguió también Emilio. Los otros dos Luis y Ramón les dijeron a sus compañeros…

     Pero solo un ratito, que nosotros también tenemos frío y también necesitamos del calor de la profe…

Nos echamos a reír, mientras notaba que una de las manos que tenía en mi cintura subía hasta tocar uno de mis pechos, era Emilio. Yo me hice la distraída como si no lo diera importancia y entonces Ignacio dándose cuenta del toqueteo que su amigo me estaba dando en mi teta izquierda hizo él lo mismo con su mano en la derecha. Cuando llevábamos unos cinco minutos andando, los otros dos chicos reclamaron el relevo a sus compañeros, los cuales aún se hicieron esperar al menos otro minuto. Cuando se cambiaron Luis y Ramón ocuparon el lugar que había dejado Ignacio y Emilio y me agarraron por mi cintura, pero esta vez ya no esperaron ni disimularon, directamente llevaron sus manos a mis tetas.

Entonces los otros dos se me acercaron por detrás y comenzaron a tocarme el culo y bajando hasta mis muslos intentaban meter sus manos por el interior de ellos para ver si conseguían llegar con sus dedos a mis bragas… cosa que no consiguieron. Pero lo que si habían conseguido los cuatro era ponerme a cien, muy excitada y caliente. Pero como tenía que ser decente y formal ante ellos, hice con que me enfadaba riñéndolos, muy a mi pesar hice que me soltaran, cuando ya solo faltaban unos 50 metros al hotel.

Entonces Ignacio, en representación de los demás se disculpó, diciéndome que lo sentían mucho que había sido sin mala intención y como fruto de lo que habían bebido. Yo ronroneé un ratito y al final les disculpé…

     Está bien, no lo tendré en cuenta y no diré nada al director y espero que vosotros hagáis lo mismo con vuestros compañeros, caso contrario me tendré que quejar al director y decirle que habéis tratado de sobrepasaros, pero como ya todos somos adultos y sabemos lo que nos interesa, estoy segura que ni vosotros ni yo por mi parte dirá nada de esto… ¡¡Porque esto no ha ocurrido!!

Al llegar al hotel, me dejaron entrar primero, en tanto ellos comentaron entre sí lo que fuera. Tras entrar y dirigirnos al ascensor…

     Profe, por habernos perdonado y no decir nada al director queremos agradecérselo, y nos gustaría que subiera a la habitación de Emilio y mía (el que hablaba de nuevo era Ignacio), tenemos una botellita de whisky y con unos refrescos que están sacando Luis y Ramón de la máquina… y nos podríamos tomar la última, si le parece.

Sonriéndoles y mirándoles… – No sé, no sé, sois un poquito sinvergüenza y no me atrevo, viendo lo que ha pasado antes, no me fio mucho de vosotros y de vuestras intenciones

Entonces Emilio, me dijo… – Profe, confíe en nosotros, no volverá a pasar y si pasará algo, que no creo, será porque usted lo quiera y lo permita.

Sin dejar de sonreírles… – Bueno, bueno, vale, pero solo una y nos retiramos que mañana hay que madrugar y hoy ya hemos bebido bastante. Si seguimos mañana tendremos un mal  cuerpo que no nos vamos a poder ni mover

Dimos al ascensor y al abrirse entramos los cinco, marcando el último piso donde tenían Emilio e Ignacio la habitación. Al llegar Ignacio abrió la habitación y entramos los cinco. Entonces en él me hizo sentar en un sofá que había a la entrada a especie de un Hall en el que había también una mesa donde pusieron los refrescos que habían sacado de la máquina. A mi lado se sentaron Ramón y Emilio, y al lado de este Luis mientras Ignacio cogía unos vasos del frigorífico y acercándose al armario sacó la botella de whisky. Les dije que no quería por estar un poco mareada y no quería beber más alcohol que solo un poco de refresco de naranja. Insistía que no pasaba nada, pero yo le rechace la copa con el alcohol y él entonces…

     Profe le voy a preparar un combinado con el refresco y otra cosa que ya sabrá que es, que no tiene alcohol ni nada, es parecido a lo que en su tiempo tomaban y llamaban un San Francisco. – Luego dirigiéndose a Luis – Necesito que vayamos a tu cuarto a por lo necesario para hacer a la profe el combinado, pues te encargaste tú y Ramón de guardarlo, por si se presentaba la ocasión de ligar con algunas de las chicas de las que no beben alcohol.

Ellos salieron y al cabo de uno o dos minutos volvieron,  Ignacio traía un vaso vacío en la mano y Luis escondido en sus manos traía una botella con un líquido como si fuera granadina, me la enseñaron y echaron en el vaso naranja para acabar echando una cuarta parte del vaso del líquido rojo que habían traído de la habitación de Luis. Tras moverlo unos segundos para mezclarlo me lo entregó.

     Tome, pruébelo verá como la gusta y no se preocupe que no tiene nada de alcohol.

Lo probé muy poquito para ver cómo estaba y la verdad que a lo único que me sabía era a naranja  quizás un poco aguada, poco había cambiado el líquido rojo el sabor del refresco. Di un trago un poco más grande para saborearlo mejor y tratar de sacar o averiguar si tenía algún otro sabor que no fuera el de naranja  y ahora si noté un sabor muy conocido mío, era el de las pastillas de afrodisiaco y el líquido que solía mezclar Javier  para dármelo cuando quería calentarme y hacer que perdiera en sus brazos. Eso lo hacía para anular parte de mi voluntad  y dejarme llevar por la excitación y calentura cuando quería que follara con otros hombres o en alguna de las orgías en las que participábamos cuando éramos amantes

Los muy sinvergüenza habían mezclado con agua las pastillas afrodisiacas y el líquido  de marras y después le había añadido un colorante para que nadie pensara que era en realidad una droga para que la persona que lo bebiera no tuviera voluntad y se excitara al máximo y de esta forma poder aprovecharse sexualmente de ella. Pero como el sobeteo que me habían dado cuando veníamos del bar al hotel me había levantado una gran calentura y todavía seguía muy excitada y caliente, hice como si no supiera lo que tomaba…

     Unnm…está muy bueno… ¿Y dices que no tiene nada de alcohol? ¿Qué es Ignacio?

Él mirando a los demás y sonriéndolos

     A que esta bueno, a que sí…… usted beba y ya le diré luego o mañana que tiene a parte de la naranja.

Estaba claro que las intenciones de los cuatro era poder disfrutar de mi cuerpo, para eso me habían invitado a subir a la habitación y en el refresco me habían echado el afrodisiaco y la otra sustancia para desinhibirme, y la idea me gustaba porque me hallaba muy caliente y también deseaba que me follaran… que se aprovecharan de mí. A esas alturas de la noche y con el calenturón de coño que me traía, no pensaba que fueran alumnos míos e incluso uno de ellos menor de edad… Ramón aún no había cumplido los 18 años, cosa que los otros tres sí. Yo pensé que sería capaz de manejar la situación, una vez pasara lo que tenían pensado hacer conmigo. De alguna forma así fue, aunque ellos también tenían pensado otras cosas para seguir disfrutando de mis favores.

Me lleve el vaso a la boca y comencé a beber, mientras hablábamos y me contaban cosas graciosas.  Ellos hacían como que bebían y yo cada vez tenía más vacío mi vaso. Cuando se me acabo el combinado,  ellos tenían todos prácticamente sus vasos un poco más llenos de la mitad de los mismos. Entonces Luis se levantó de donde estaba y cogiéndome el vaso.

     Profe parece que le ha gustado el combinado, ya se le ha terminado… ¿Me permite que le preparé otro,  mientras seguimos hablando un poquito más? Aún es temprano, no es siquiera las 11 de la noche.

Yo que sabía bien lo que trataban de hacer, le dejé que me le preparará.

     De acuerdo, la verdad es que estamos muy a gusto aquí hablando y la salida para el castillo es a las 9:00 y aunque el desayuno comienzan a darlo a las 7:00 podemos bajar un poco más tarde a las 8:00 ó 8:15 que nos dará tiempo y así estamos un rato más en la cama, de modo que por que nos acostemos hoy un poquito más tarde, pero no mucho, no va a pasar nada.

Luis preparó el combinado, al probarlo noté que esta vez llevaba poca naranja,  prácticamente estaba aguado, es decir que había cargado bien de la sustancia que llevaba de color rojo, querían acelerar mi calentura, deseaban poder tenerme a su voluntad cuanto antes, lo que no sabían es que yo ya estaba también súper caliente y que poco a poco empezaba a notar una sensación rara como si me estuviera evadiendo. Ellos debieron darse cuenta y me animaron a que bebiera, yo entonces di un trago largo que casi me le acabo de un golpe el combinado entonces Ignacio al verlo menos de la mitad.

     Profe, se ve que tenía sed, apúrelo que le voy a preparar otro

Yo mirándole directamente a los ojos y sonriéndole…

     Sí, la verdad es que tengo un poco de sed. Este combinado que me habéis preparado está tan bueno que me lo he bebido prácticamente sin darme cuenta.  Pero por favor ya que hemos cogido confianza y solo cuando estemos los cinco solos, podéis dejar de llamarme profe y llamarme por mi nombre… Esperanza

Ignacio preparó otro combinado, igual o parecido en las cantidades a las que había preparado su amigo Luis y me le dio. Al hacerlo de nuevo yo di otro trago largo, aunque no tan abundante como la otra vez dejando el  contenido del vaso por la mitad. Ya estaba fuera de mí y deseando que se lanzaran y me poseyeran. Entré en un estado como si estuviera soñando pero notando y viendo todo lo que ocurría. Notaba que lo que me habían echado en el refresco estaba ya haciendo su efecto, y en unos minutos alcanzaría el máximo de sus efectos ¡Deseaba que ocurriera! Aunque también sentía un poco de enfado de que los chicos hubieran tratado de engañarme y drogarme para aprovecharse de mí, pero eso sería otro tema que al día siguiente trataría con ellos.

Ellos viendo mi soltura hablando y en mis gestos, ya que en esos momentos no procuraba taparme y apartar su manos de mi cuerpo, y mi buen humor, comenzaron el ataque a su presa. Sin tapujos algunos  comenzaron a meterme mano. Emilio me comenzó a sobar mis tetas por encima de mi blusa y Ramón se atrevió a poner una sobre mi muslo e ir subiendo por él hasta que encontró mis bragas comenzando a acariciar mi coñito por encima de la prenda de encaje negro transparente que llevaba. Yo estaba ya súper caliente y no les decía nada. Ignacio se levantó y colocándose tras de nosotros se inclinó y cogiéndome  de la cabeza me hizo girarla mirándole y acercando su boca a la mía, y sin pedirme siquiera permiso me comió la boca con lengua incluida, subiéndome al séptimo cielo.

Mientras Luis de rodillas, llevó su mano a mi cintura y desabrochando los botones laterales de mi falda comenzó a deslizarla por mi cadera hacía abajo y haciéndome levantar un poco mi culo consiguió bajármela hasta mis pies, por donde la sacó y la tiró a un lado de la habitación, dejándome de medio cuerpo para abajo solo con mis braguitas de encaje transparente negro y las medias negras de rejilla (de agujeros pequeños), pudiendo percibir perfectamente bajo mis braguitas mi encharcado coño. Mientras todo esto pasaba Emilio había conseguido desabrochar mi camisa dejando mis tetas con el sujetador a la vista de quien quisiera mirar mi cuerpo.  Entonces Ignacio al dejar de besarme y ver mis pechos bajo el sujetador de encaje negro transparente, metió su mano derecha en la copa del mismo y me saco fuera de la prenda mis grandes tetazas, quedando a la vista de todos. Noté como se quedaban por un momento parados contemplando mis ubres de vaca lechera con mis grandes areolas y pezones, exclamando Luis desde su posición de rodillas y mirándolas sin pestañear…

     Hostia, que pedazos de tetas tiene la muy puta, oooh… perdoneee  profeee… bueno Esperanza, es que nunca antes he visto unas tan grandes y hermosas al natural  y por la cara que tienen mis amigos creo que a ellos les ha pasado igual.

Les cogiendo primero la mano de Emilio y después la de Ignacio las llevo a mis tetas…

     Ahora son vuestras…no paréis me tenéis muy caliente cabrones ¡Seguid, seguid por favor y vosotros dos – Dirigiéndome a Luis y a Ramón – Continuad tocándome mi coñito y mis piernas me está encantando lo que me estáis haciendo.

Ellos haciéndome caso comienzan a tocarme y sobarme todo mi cuerpo con ganas y entonces Ignacio dejando la teta que me tiene cogida, se baja sus pantalones quitándoselos  y moviéndose con sus manos su polla me la acerca a mi boca para que se la chupe. Le miro y veo una espléndida polla de unos 18 centímetros de larga y un grosor al menos de 5 o 6 centímetros completamente tiesa, yo quiero hacerle sufrir un poco y cuando me la pega a los labios cierro la boca y retiro la cara impidiéndole que me la meta.

     No Ignacio, no por favor nunca lo he hecho, no me obligues hacerlo, por favor.

Miento como bien sabéis que yo ya he probado de todo por todos los agujeros. Él entonces me agarra de mis pelos tirando de ellos y enfadado, como se comporta un macho en celo…

     No seas calienta polla golfa, sé que lo estas deseando y más con todo lo que tenemos dado a tomar, tienes que estar más caliente que un volcán, abre la boca y cómetela de una vez, pedazo de puta

Los otros le miran y esperan a ver cuál es mi reacción… voy abriendo poco a poco mi boca hasta que noto como me va entrando hasta que da en mi garganta. El chaval comienza a hacer movimientos como si me estuviera follando y yo gozo con ello como una loca. Siento como alguno de los otros, trata de sacarme las bragas, levanto el culo y les facilito la labor. Fuera de mí me saco la polla que tengo en la boca y les digo…

     ¡¡Quiero que me comáis el coño, cabrones!! ¡Me habéis puesto a cien y no puedo más! ¡No seáis hijos de puta… quiero correrme, lo necesito! ¡¿Quién quiere hacérmelo?! Venga  ¿o es que acaso no os gusta mi coño? ¡Vamos chicos! Lo vais a notar caliente y muy apretado… Hace mucho que no entra una polla en mi raja.

En eso siento el aliento de alguien en mi coño y de pronto una lengua que lo recorre, miro hacia abajo y veo entre mis piernas a Ramón el más pequeño haciéndome una gran lamida en mi parte más íntima. Le agarro de su cabeza y le empujo fuerte contra mi chumino, estoy fuera de mí y se me olvida dejarle respirar, el forcejea para que le suelte… reacciono dejándolo libre sin permitir que se aparte de mi coño, coge aire y de nuevo comienza con su faena largando su lengua por toda mi raja hasta el clítoris, lo tengo salido, duro y sensible.

Vuelvo mi cara y le digo a Ignacio… – ¿Continuamos machote…?

Él sin decirme nada acerca su duro miembro de nuevo a mi cara y comienza a meterlo de nuevo en boca acelerando sus embates hasta que siento algo caliente que se esparce por el interior de mi boca hasta llegar a mi garganta, es su semen que acaba de correrse por primera vez dentro de la boca de su maestra, dentro de la mujer que ha sido la causante de infinidad de pajas a lo largo de todos estos años, en los que le he tenido de alumno, como después me confesará. No dejo escapar nada de su leche y me la trago con sumo gusto.

Soltado el último chorro de lefa, se aparta. Luis bajándose y quitándose sus pantalones ocupa su lugar, le miro y le sonrió, la polla de este es un poco más pequeña que la de Ignacio yo diría que tendrá unos 16 centímetros, con un grosor no superior a 4 cm, pero como la de su compañero está completamente tiesa. Dejo una de mis manos de la cabeza de Ramón y la llevo a la polla de Luis, me la dirijo a mi boca saco mi lengua y la paseo a todo lo largo de la longitud de su tallo, le bajo la piel de su prepucio hasta dejarle el capullo completamente libre y comienzo a jugar con mi lengua en el frenillo del mismo. El chico reacciona y comienza a suspirar de gusto, luego le sigo lamiendo a lo largo de la bola de su glande para al final írmelo metiendo todo él en mi boca y continuo introduciéndomela hasta que llega a la garganta, se la suelto y él entonces agarra mi cabeza…, empieza a movérmela para facilitarle la mamada, haciendo como su compañero anteriormente…como si me estuviera follando la boca.

Ramón sigue aplicado en su comida de mi coño y lo hace maravillosamente, como si hubiera estado haciéndolo toda la vida está a punto de hacerme llegar a mi orgasmo.

     Así, así Ramón, muy bien mi niño, muy bien, que bien lo haces, me vas hacer correr, siiiiii, siiiiiiii, me corooooooo, siiiiiiii trágatelo todoooooooo ahhhhhhhhh que placeeeerrr…….siiiiiiii

Y sin poderlo remediar le cojo con mis manos  su cabeza y la aprieto con fuerza  contra mi coño todo mojado y corriéndome, para que se trague mi corrida y jugos por completo. Quiero que se trague todo, lo necesito igual  que quiero que Luis se corra dentro de mi boca como hace un momento lo hizo Ignacio. Es una apasionante transferencia de fluidos entre ellos y yo…. Miro hacía el sillón que tengo enfrente de mí y veo a Ignacio acariciándose su polla mirando la escena que le ofrezco, para haberse corrido hace un momento aún la tiene bastante tiesa y con sus caricias de nuevo va adquiriendo la rigidez que tenía hace un rato en mi boca ¡Bendita juventud! Estos chicos la van a tener dura durante mucho tiempo, pienso. Suelto la cabeza de Ramón, el cual al separar su cara de mi coño le miro y le veo que tiene  toda la cara y boca llena de mis jugos, se ha portado bien y se lo ha tomado todo.

Se pasa la mano por la cara como para limpiarse y después se limpia su mano con la lengua, en ese momento percibo como Luis comienza a disparar chorros de su leche en mi boca. Como hice con Ignacio me trago con todo el placer de mi corazón. Me encanta la lefa de una polla joven, en unos segundos ya ha soltado sus cinco lefazos, Luis se retira de mi lado tras haber dejado todo su esperma en mi garganta. Ramón se incorpora quedándose de rodillas  entre  mis piernas y entonces cogiendo sus manos le hago que se acerque aún más a mí hasta que noto su ropa tocando mi coño…

     Muy bien mi niño, gracias por tu comida de coño, me has hecho disfrutar muchísimo, ven dame un beso cariño. Hace mucho tiempo que un hombre no se porta tan bien con mi coño, y no recuerdo el último que se dio el gusto de beberse toda mi corrida… Así que eres mi preferido entre todos…

Él acerca su boca a la mía y se funde en un hermoso beso conmigo, siento el sabor de mi corrida en su boca, y me trago su saliva y los restos de mis jugos que aún tiene en sus labios y boca, esto me electriza y me pone aún más caliente que lo que ya estoy. Al acabar nuestra comida de boca, no le dejo que se separe y comienzo a pasarle mi lengua por toda su cara limpiándole todos los restos de mis jugos que en ella se encuentra, consiguiendo poco a poco dejársela limpia. A la vez que he hecho esto, he llevado mis manos a la bragueta de sus pantalones, se la he desabrochado y deslizando estos y sus calzoncillos hasta sus rodillas le dejo su polla tiesa como un palo libre de ataduras. Agarrándosela con ambas manos, comienzo a acariciársela para acabar en una masturbación en toda regla. Me sorprende que siendo el más pequeño del grupo, sea de los tres que he podido ver su polla el que la tenga más grande, pues creo que ronda 20 centímetros y su grosor es parecido al Luis con unos 5 centímetros. Miro a sus compañeros Ignacio y Luis desnudos de medio cuerpo para abajo y sentados cada uno en un sillón y Emilio con su teléfono móvil en la mano que se acerca a Ignacio al que le dice algo al oído y después dice.

     Toma  mi móvil, que me voy a poner cómodo como estáis todos los demás, aunque la que mejor está es la Profe… Doña Esperanza.

Diciendo esto, se desabrocha sus pantalones y se los baja hasta el suelo saliéndose de ellos y dejándolos en el suelo, luego se quita la camisa siendo el primero de los cuatro chicos en quedarse completamente desnudo. Le miro y veo ante mí un cuerpo atlético, marcando sus pectorales y músculos y entre sus piernas una polla que supera a todos los demás… joder con el chico, el debe medir cerca de los 25 centímetros, tan tiesa o más como la tienen ya de nuevo sus tres compañeros con un grosor en su base que supera los 7 cm. Es una polla de Tallo grande como un botellín de agua de medio litro. Creo que es el tipo de polla perfecta para la penetración, pues su forma estimula gradualmente la vagina gracias a su tamaño que va desde lo más fino a lo más ancho. Generalmente todos los tipos de polla de los otros chicos son formidables sin excepción, sin embargo Emilio parece ser perfecto incluso para probar cualquier posición.

He dejado de meneársela a Ramón, y haciéndole poner de pie me he metido su polla en mi boca, si logro que se corra también en ella será el tercero de mis alumnos que me dan su semen para alimentar mi lujuria y sed de sexo que en esos momentos tengo.

A todo esto Emilio, se acerca a nosotros y haciendo que su compañero Ramón se salga de entre mis piernas y que se ponga a un lado de rodillas en el sofá, sin que yo deje de mamarle su polla, se coloca Emilio entre mis piernas, en la misma posición en que antes se ha encontrado Ramón y sin nadie decirle nada comienza a comerme el coño. Eso me produce una gran alegría y placer que hace que me aplique con más entusiasmo en la mamada que le estoy dando al más pequeño del grupo, haciendo con ello que este se corra rápidamente en mi boca, en una eyaculación que puedo decir, duplica cualquiera de las dos corridas que sus otros dos compañeros han depositado antes en mi boca. Como hice con  el semen de Ignacio y Luis me lo trago todo sin dejar que se me escape ni una gota.

Ramón se retira y cogiendo sus pantalones los dobla y los coloca sobre la cama, cogiendo antes su móvil, el cual mira sentándose en uno de los brazos del sillón donde se encuentra Luis. Se pone a mirar el móvil apuntando hacia mí y comenta con sus compañeros que tiene varios WhatsApp que tiene que contestar. Los otros al decir esto Ramón cogen sus móviles y miran a ver si tienen algún WhatsApp y comienzan a mirarlos como ha hecho Ramón, mirando hacia mí sin dejar de observar como Emilio me come mi coño.

Estoy segura que están más pendiente de la escena que tienen ante ellos entre Emilio y una mujer madura, su profesora, toda espatarrada desnuda  a excepción de mis medias, con mis grandes tetas al aire y rebosándoseme por los lados de mi cuerpo y a su compañero comiéndose, con todas sus ansias, el coño de hasta hace unas horas para ellos su decente y respetada profesora, la cual con sus ojos entornados gime por el inmenso placer que su alumno le está proporcionando en esos momentos con su boca y lengua.

Llevo mis manos a mis tetas, las cojo llevándomelas a mi boca comenzando a chupar mis pezones y succionarlos con fuerza proporcionándome un placer indescriptible aumentado por el buen hacer en mis bajos de mi alumno. Finamente el chico está consiguiendo con su lengua hacerme correr de nuevo…, dejo una de mis tetas siguiendo con la otra mano sujetando la otra, y llevo mi mano a la cabeza de Emilio apretándolo con deseo contra mi coño del que ha comenzado a fluir una nueva fuente de flujos. Él traga y traga toda mi corrida con pasión luchando porque no se le escape ni una sola gota de lo que sale del interior de mi cuerpo… estoy eyaculando como nunca lo hice, con chorros enormes. Por la proximidad  del orgasmo no puedo más y comienzo a gritar como desesperada…

     ¡Me corrrrrrrroooooooo… No pares de comerme el coño, CABRÓN! ¡Comételo bien!

El chico oyendo mis gritos sigue y sigue chupando sin bajar el ritmo, haciendo que continuara teniendo orgasmo entre convulsiones. Me lo estaba haciendo de maravilla y yo no paro de encadenar orgasmos y no puedo por menos que seguir gritando…

     Siiiiiiii……ahhhhhhhhhh como me lo comeeees  aaahhhh sigueeee sigueeee ahhhhhh me vas a volver locaaaa paraaa paraaa yaaa por favooooooor no puedo mássss… pero noooo nooooo pareeees no me hagas casooooo sigueeee sigueee por favorrrr…

Los chicos se mofaban de mí, de mi estado  y  Luis suelta…. – Vaya perra, como disfrutas  profe, realmente hemos conseguido sacar la golfa que llevabas dentro, vaya puta golfa, lo que la gusta que le coman el coño…

Emilio se incorporó y fue derecho a mi boca para que le hiciera lo mismo que había hecho antes con Raúl, yo me deje besar y repetí la misma actuación que había realizado unos minutos antes con su compañero. Cuando terminé lleve mi mano a mi coño y me le limpie con la palma y se la di a Emilio para que me la limpiara…, él no dijo nada saco su lengua y me la lamió sin ambigüedades. Entonces yo antes de que se tragara lo que me había limpiado pegue mi boca a la suya e hice que transfiriera su saliva a mi boca tragándome todo lo que me traspasó, al acabar le cogí de la mano y le  dije mirando a todos…

     Ha sido fantástico, nunca pensé que podía disfrutar tanto sin que nadie me penetrara, pero vosotros lo habéis conseguido.

Entonces Emilio sin decir nada y siguiendo agarrado a mi mano se encamino hacía la cama y los otros tres chicos nos siguieron. Cuando llegamos donde estaba la cama me invitó a que me subiera a ella a cuatro patas. Yo la verdad es que en ese punto no sabía siquiera lo que hacía y casi ni donde estaba, al estar en esa posición pensé que lo que trataba Emilio era de darme por el culo, pero me equivoqué, en lugar de eso cogió y metió uno de sus dedos en mi encharcadísimo coño. Me lo empezó a mover en círculos para metérmelo y sacármelo con mucho cuidado.  Estuvo así un rato hasta que al final consiguió hacerme jadear por el placer que me proporcionaba con su mano, de nuevo y cuando notó que estaba a punto de volverme a correr por las contracciones de mi coño paró.

     Por favor, no pares ahora, estoy a punto sigue, por favor ¡No me dejes a medio…!

Proteste, casi sin levantar la voz, oyéndome prácticamente solo Emilio, aunque los demás escucharan un ronroneo sin saber realmente lo que le acababa decir a su compañero. No quería que parará estaba a punto del orgasmo de nuevo. Entonces él en voz alta para que le oyeran sus compañeros…

     ¿Qué has dicho? ¿Quieres que siga?

Yo  no contesté, no quería admitir que todo eso me excitaba y me gustaba, delante de ellos. Entonces Emilio sabiendo mi estado de excitación y necesidad…

     Está bien si no quieres que siga lo dejare.

Yo ante esta respuesta no puedo reprimirme y le suplico… – ¡Por favor no pares! ¡No me dejes así!

Emilio había conseguido  tenerme donde él quería, yo estaba  excitada a tope y  cachondísima, y él continuó con sus preguntas para conseguir lo que buscaba, mi aceptación de lo que estaba pasando.

     ¿Quieres que te follemos, puta? ¿Quieres que todos probemos tu coño…?

Y yo ya fuera de mí por el deseo le contesté… – Sí, folladme, quiero que me falléis todos, lo necesito y lo deseo…¡¡Quiero ser vuestra!!

     Pero no hemos traídos condones… ¡Te tenemos que follar a pelo!

     No por favor poneos los condones y me follaréis cuanto queráis, pero hacedlo ya…

Entonces ante mi respuesta Emilio… – ¿Habéis oído chicos? La muy guarra va de señora decente y de profesora respetable y ahora quiere que nos la follemos a pelo ¡Quiere que la preñemos! Y entre los cuatro le vamos a hacer la panza que la profe desea…

Los comentarios de Emilio  eran cada vez más hirientes y a mí al sentirme tratada así más me calentaban y deseaba que me hicieran cuanto antes suya, pagando el precio de ser inseminado mi útero. Entonces él mirando a sus compañeros riéndose…

     Grita que eres una zorra muy puta  y que quieres nuestros rabos.

Yo no entendía como esos mocosos eran capaces de hablarme y de humillarme así y como al hacerlo me excitaban tanto.  Aun no sabiendo realmente si era un sueño o una realidad ni donde realmente me encontraba, sentía en mi interior la lucha por intentar seguir aparentando lo que tantos años había conseguido fraguar ante mis alumnos y que desde hacía una hora lo había perdido, no quería que mi reputación se fuera por el tragante de la lujuria. Pensé en un momento de lucidez… si me tienen que follar que lo hagan, pero no les daré la satisfacción de que me vean suplicarles que lo hagan, soy su profesora  y debo… pero de pronto me quedo quizás más sorprendida que los propios chicos al oír sorprendida  mis propias palabras…

     Soy una gran zorra… la más puta que os habéis imaginado y quiero vuestros rabos.

La calentura de mi cuerpo y excitación que sentía y tenía en esos momentos fue más fuerte que mi propia conciencia. Ellos cuando me oyeron, se rieron y se miran uno a los otros. Y fue entonces Emilio el que riéndose dijo…

     Te lo has ganado profe, ahora si te vamos  a follar, pero lo hacemos porque tú misma nos lo has pedido, ¡¿es así verdad Esperanza?!

     Si yo os lo pido… ¡¡Por favor no me lo hagáis aún más largo, poneros unos condones y venga empezad de una puñetera vez!!

Ellos mirándose unos a otros y guiñándoles Ignacio un ojo, dice este…

– Esperanza, no esperábamos que esto sucediera, que tú nos pidieras que te folláramos y no tenemos condones, si no quieres que lo hagamos sin condón, lo entiendo, lo dejamos y aquí no ha pasado nada, ¿Tú  decides, lo hacemos o no?

Yo  dude un instante entre quedarme caliente y compuesta o arriesgarme. Con lo excitada cachonda que estaba, mi cuerpo estaba dispuesto a dejarse follar… no podía esperar más y entonces me vuelvo a ellos desafiante…

  Está bien hacedlo sin condón… Con la marcha atrás antes de correros en mi coño.

Aunque no hace mucho me hice un tratamiento de fertilidad, pues quería experimentar en solitario ser madre, aquello no cuajó en mi útero a mis casi 40 años… no creo que a mi edad y tras perderlo en la experiencia clínica, estos sementales me puedan preñar al natural… Pero por si acaso le dije que se corriese fuera, más vale poner los medios que después lamentarlo… aunque si busqué ser madre en solitario, esta experiencia se puede considerar una segunda oportunidad de lograrlo con cuatro sementales, bien dotados física y mentalmente… de los mejores ejemplares de macho que he tenido en los últimos años.

No pude acabar lo que quería decir, pues Luis acercándose donde yo estaba, me metió de golpe sin decir siquiera nada, toda su polla erecta en mi boca, yo comencé a mamársela de nuevo, estaba fuera de mí y solo quería ser follada y poseída por ellos, ya me daba igual un agujero que otro. Al poco sentí como Emilio se ponía detrás de mí y con sus manos me cogía por mis tobillos y me separaba aún más las piernas dejándole como estaba a cuatro patas desde a tras todo mi coño chorreante a su vista, e invitándole a que me lo llenara de una vez.  Luego soltando mis tobillos se colocó de rodilla entre mis piernas y dirigiendo su polla totalmente tiesa a mi coñito, la paso dos o tres veces a lo largo de toda mi raja hasta que al final deteniéndose, la apuntó al centro de mis labios vaginales y agarrándome fuerte con sus manos de mis caderas me la fue metiendo poco a poco en mi grieta…

     Esperanza, si supieras lo que he deseado y soñado en todos estos años con este momento y las pajas que me has sacado deseándote profe, pero por fin lo he conseguido, que gusto me da sentir mi polla dentro de tu caliente y mojado coño.

El muy cabrón quería disfrutar de ese momento, cuando llego a la mitad paró y se quedó parado esperando que fuera yo la que hiciera el trabajo de apretar para que me entrara toda, mientras yo esperaba también, pensando que sería él que acabara de penetrarme, al ver que no me movía, me dio una fuerte palmada en mi nalga derecha…

     Muévete joder, ¿no querías que te folláramos?

Yo que estaba desesperada  por las ganas, esperando que él comience a moverse y me llegara con su lanza hasta lo más profundo de mi vagina, eché con fuerza mi cuerpo hacía atrás buscando el resto de la polla de mi alumno, notando como entraba hasta tocar mi útero. Comencé a moverme hacía delante y hacía atrás primero, para pasar luego hacerlo en círculos intentando meter la polla de Emilio lo más profundo posible dentro de mi cuerpo. Yo estaba como poseída, solo deseaba disfrutar de la follada, se me había apartado de mi mente los miedos y consecuencias de lo que pudiera ocurrir si alguno de los chicos se fuera de la lengua y descubrieran que me había liado con unos alumnos, comenzaba a disfrutar de verdad, y deseaba sentirme llena del todo, ya no deseaba siquiera disimular ante mis alumnos de mujer decente y seria, pues ellos ya habían descubierto hacía algo más de una hora que no era así. De pronto Luis sacó su polla y comenzó a correrse sobre mi cara y pelo, yo permanecí mientras se corría con mi boca abierta para recibir en ella los chorretones que tuve la suerte que en ella cayeran. Después pasé mi lengua buscando con ella los goterones que me habían caído en mi cara, me la pasé alrededor de mi boca para poder chupar y tragar, toda la lefa que pudiera. Sentía como me resbalaban los regueros de semen por mi mejilla y me dolía no poder llegar a cogerlos con mi lengua. Emilio una vez pasado los primeros momentos comenzó a ser él quien empujara y la verdad es que lo hacía bien pues pronto me hizo llegar de nuevo al orgasmo y no pudiéndome aguantar, me corrí de nuevo.

     Siiiii……., asiiiii ahhhhhhh que gustooo me corroooooooo  siiiiiiiiii…

Emilio al ver que llegaba al orgasmo comenzó a darme palmada en mis nalgas…

     ¡Eso es PUTA córrete otra vez!

Mientras decía esto, él seguía bombeándome con fuerza, sintiendo como su pelvi golpeaba a cada embestida contra los cachetes de mi culo, hasta que noté que se tensaba y trataba de salirse de mí… – Que me vieneeeee…voy a corrermeee… ¡Profe me llega la corridaaa…!

Yo entonces lleve una de mis manos a su culo y apretándole bien amarrado con fortaleza…

     No, no, no te salgas cabrón…, sigue, sigue follándome... No importa, por favor  no te salgas ahora… ¡Córrete dentro! No me importa, por favor no te salgas de mí ¡Quiero que te corras bien dentro de mi coño…!

A los pocos segundos comencé a sentir el calor de su corrida a lo largo de toda mi vagina llegando incluso a mi útero…

     Toma, toma, sí tómala entera ¡Ah, me corro pedazo de puta! Me corro. Toma dentro de tu coño como me has pedido, pedazo de zorra

Sentía los chorros de leche inundarme la vagina, quedé inerte y sumisa. Tras correrse permaneció quieto por unos instantes con la polla en el interior saboreando el momento, se tumbó sobre mi espalda haciendo que cayera sobre la cama sin sacármela, y comenzó a besar mi cuello y espalda.

     Ha sido fantástico profe – Me decía el semental – Cuánto tiempo he estado deseando realizar esto, nunca podré olvidar este momento tan esplendido que acabo de vivir con usted.

Siempre muy bajo me dijo que había sido durante estos años su amor platónico y al fin había conseguido poder estar dentro de mí, follarme y llegar a correrse en mi útero… era como un sueño hecho realidad, conseguir a una mujer tan deseada por tantos hombres.

Yo volviendo la cara hacia él, nos quedamos a solo unos diez centímetros mirándonos, le sonreí y le acaricié la mejilla con la ternura de una madre…

     Gracias, tú también me has hecho muy feliz y me alegro muchísimo de haber podido darte este momento que hemos vivido. Siempre has sido unos de mis alumnos fetiche…listo, inteligente, generoso, solidario y un líder nato desde 1º de la ESO…me fijé en ti desde el minuto uno que entraste a mi clase mostrando tu desparpajo…te he visto crecer… ¡Y vaya si te ha crecido…!

Tras Emilio ocupo su lugar Ignacio y mi boca Ramón, cuando uno acababa era sustituido por los otros dos ocupando cada uno la parte de mi cuerpo de la que no había disfrutado. Así estuvieron como hora y media más, hasta que todos ellos ocuparon y se corrieron en mi boca y coño, todos me follaron y a todos se la chupe y mamé tragándome su leche y alguno de ellos cuando se corrían en mi boca me la sacaban y se corrían sobre mi cara y mis grandes tetas tras llenar mis dos oquedades.

Cuando terminaron ellos necesitaban descansar, pero yo seguía queriendo más  y como no se movían sentados en el sofá y los sillones, me bajé de la cama y de rodillas ante ellos me puse a chupar sus pollas con el fin de ponérselas de nuevo en estado de guerra con la esperanza de cuando lo consiguiera siguieran follándome. Yo me encontraba en ese estado por el efecto de la bebida que me habían dado, lo sabía y no me importaba lo único que quería era más y más sexo, aunque si hubiera estado en mi estado natural mi comportamiento me hubiera dado una terrible vergüenza en esos momentos… lo único que deseaba y suplicaba a mis  alumnos era más y más  sexo.

Yo nunca pensé que llegaría a este punto con ninguno de mis alumnos actuales, pues con antiguos alumnos que ya contaban con 25 o 30 años, sí había vuelto a tener contactos con ellos y con algunos he tenido sesiones de sexo duras, pero con alumnos aún en el instituto nunca lo había hecho, y eso aparte de preocuparme en un principio y de tener miedo de las consecuencias, en ese momento no me importaban nada. Solo deseaba seguir siendo suya y entregarme por completo a ellos, entonces al ver que otra vez tenían sus flamantes falos  duros y en buen estado de revista para de darme más batalla…

     Ya os habéis cansado, esas eran las ganas que teníais de follarme, necesito más y quiero más por favor, necesito vuestras pollas duras dentro de mí…, no me importa por donde me la metáis ¡Ya habéis probado mi boca y mi coño…!

Al oír estas palabras salí de mi boca, yo me sorprendí a mí misma, como había podido ser capaz de decir eso a mis alumnos, la verdad es que estaba completamente fuera de mí. La mujer que estaba entre esos cuatro chicos no era realmente yo, pero aun así me gustaba sentir y gozar como lo estaba haciendo.

Entonces Ignacio y Ramón  cogiéndome cada uno de una de mis manos me levantaron del suelo donde estaba de rodillas chupando sus pollas. Me llevaron de nuevo a la zona del hall me pusieron por delante del sofá y ellos por el lado contrario me sujetaron las manos con fuerza y entonces Luis y  Emilio se colocaron detrás de mí. Emilio colocando su mano sobre mi cabeza me hizo que la inclinara sobre el respaldo, la parte superior del sofá, y bajando a mis pies me hizo abrir al máximo mis piernas  y luego fue al armario y volvió con una lata de crema hidratante, cogió una buena cantidad con dos de sus dedos y separándome con la otra mano los cachetes de mi culo me unto con la crema toda la raja del culo y comenzó a entrar por mi agujerito anal. Primero uno de los dedos y luego el otro que había llenado de crema, lubricando con ella tanto mi parte interior  como exterior del mi oquedad anal. Cuando termino de hacerlo y dirigiéndose a Luis…

     Todo tuyo, como eres el que la tiene menos grande y gorda vas a tener el honor de ser el primero que des por el culo a la puta de nuestra profesora, luego nos iremos turnando hasta llegar a Ramón que es quien la tiene más larga y recia, para que todos la probemos. De esa forma habremos disfrutado de sus tres agujeros, que en honor a la verdad son exquisitos y hermosos al igual que sus grandiosas tetas.

Yo, aunque lo estaba deseando y para seguir o al menos para justificarme pareciendo decente, que a esas alturas ya era una incongruencia…

     No por favor, por el culo no, no estoy acostumbrada, nunca lo hago por ahí mi marido en todos los años de matrimonio solo me lo ha hecho una vez y me dolió mucho…

Mentira, pues mi culo está bien acostumbrado a recibir pollas de todos los tamaños por él, solo era un poco de comedia para darle más morbo a lo que esos alumnos me iban a hacer. Luis, como si no me hubiera escuchado, se posicionó detrás de mí y llevo su erecto miembro a la raja de mi culo, posicionando su punta justo a la entrada de mi agujerito, me dejé hacer ayudando a centra su glande en mi ano. Luego con sus dos manos separó las dos gordas masas de mis nalgas abriendo mi raja a tope, enfiló en la entrada y empujó con todas sus fuerzas. Yo aunque acostumbrada  a la acogida de otras pollas iguales e incluso mayores noté un poco de dolor, pese a que entró sin problema, pero para continuar disimulando fingí lanzando un grito como si me desgarrara mi culo de dolor.

     ¡Noooo¡  ¡Que dolor me partes en dos! Con cuidado, por favor, con cuidado, ¡me duele¡ ¡Sácamela hijo de puta¡ ¡¡Me estas partiendo el culo en dos!

Entonces Emilio le dice a Luis… – Sujétala bien y aprieta, verás cómo esta puta dentro de nada cuando la tengas toda dentro deja de quejarse. Luisito cuando la tengas dentro espera un momento para que su culo se adapte a tu polla y luego comienza a culearla con ganas, veras qué pronto la tenemos chillando de placer en vez de dolor y pide que sigamos dándole por ese esplendido culo que tiene

Luis hizo caso y tras la parada comenzó a moverse a dentro y hacía fuera con fuerza dándome duro. Mientras Ignacio y Ramón sujetaban mis brazos para que no pudiera moverme y Emilio metiéndose tendido y recostado su cabeza en el asiento del sofá se metía entre mis piernas y comenzaba a meterme primero un dedo, luego dos, tres, hasta conseguir meter prácticamente cuatro en mi coño y comenzaba a hacer con que me follaba con ella, haciendo sentir muchísimo placer. Luis continuaba cada vez sodomizándome más fuerte  y yo también estaba cada vez más excitada…

     Diosssss, diosssss me estáis abriendo el puto culo, diosss noto como me lo estáis desgarrando cabronessss, joderrrr, la tengo metida hasta las entrañasss… pero me gus… gus ….gustaaaa… no pareees sigueee dándome por el culoooo.

Él parecía que al oírme gritar se animaba y seguía y seguía moviéndose con todas sus ganas a la vez que gritaba eufórico de estar partiéndome en dos el culo…

     Ohh, ohhh síiiiii como te mueves… Que pedazo culo que tienes  putaaa, oh síiiii, ¡Profe…..eres  una mujer que vales tu peso en oro!

Sigue y sigue empujando su pelvi contra mi culo con fuerzas, se oye el chapotear de su su pelvis contra mis nalgas, carne contra carne rebotando una y otra vez… pero pronto comienza a sentir que le llega el orgasmo y le comienzo de nuevo a oír…

     Zorra sigue, sigue… sácame toda la leche de los mis huevos… toda, como te mueves puta, es una delicia, muévete que me viene zorra, muévete, siiiiiiiiii siiiiiiiiii que me viene ¡Joder como me corroooo!

Y no pudiendo más se corre de nuevo esta vez dentro de mi culo.

     Sí puta, como me gusta follarte… me da igual tu coño que tu culo eres forrr…midable. Cada vez me gusta mass, siiii muévete. Te voy a llenar de leche zorra todo tu culo…. ¡¿Notas como te lleno con  mi lecheeeee?! ¡Aaahh que gusto joder! ¡Cuántas veces he soñado……con estoooo!

Noto su lechazos calientes, y una vez eyaculado, se queda recostado un momento sobre mi espalda, hasta que otro compañero ocupa su sitio y así uno tras otro fueron haciendo lo propio turnándose en darme por culo de menor a mayor volumen de verga, el único que no lo hizo y se reservó para el final fue Emilio, que seguía metiéndome la mano por mi coño, consiguiendo metérmela hasta los nudillos. El último fue Ignacio que, me tiraba del pelo con una mano mientras me embestía, yo movía el culo con ganas y placer, lo que me hacía Emilio con su mano en mi coño, me estaba gustando y ayudaba a calmar algún dolor que otro que me producían mis alumnos por su inexperiencia, yo estaba gozando muchísimo con su enculada y con la masturbación vaginal… también atendía mi clítoris súper salido de su capuchón…duro y espigado. Había tenido en ese momento desde que me sodomizaban varios orgasmos. Finalmente Ignacio terminó y yo no pudiendo aguantar más me corría…

     Dame más que me viene…, joderrr que me voy a correrrr. ¡Fóllameeeeee, métemela hasta el fondo! ¡Me corroooo… siiiiiii… no aguanto másss¡

Y con el orgasmo no pude sujetar mi corrida… comenzó a salir de mi coño sobre la mano y cara de Emilio un mar de líquidos que el chaval trataba de esquivar a la vez que decía a sus compañeros…

     ¡Mirad tíos, parece que se mea de gusto¡ Me ha mojado toda la cara y mano la muy guarra ¡La vamos a dejar seca de tanto correrse con estos chorrazos de jugo!

Emilio salió de entre mis piernas y poniéndose de pie aun cuando yo seguía corriéndome eyaculando y disfrutando de mi orgasmo…, sin previo aviso acercó su erecto cipote a mi culo y metiéndomelo dentro de mi ano, comenzó a follármelo, completando el círculo de follarme los cuatro alumnos por todos mis agujeros.  Ignacio y Emilio, que ya no me sujetaban las manos, se acercaron a mí y comenzaron a sobar mis grandes tetas, apretándolas incluso con fuerza y entreteniéndose en mis pezones, cosa que me volvía loca.

Emilio al dejar de salir líquidos de mi coño, ocupo el lugar que  Ramón había dejado para darme por el culo y comenzó a comerme de nuevo mi coño, después me dijo que le había encantado el sabor de él y por eso cuando vio que Emilio lo había dejado y aprovechando mi reciente corrida, quiso volver a probar  el sabor de él, impregnado por todos mis efusiones.  Emilio estaba como loco moviéndose dentro de mi recto, sus  penetraciones se aceleraban, aumentando en intensidad. Me daba duro y con fuerza y no paraba a la vez de golpearme fuertemente con las palmas de sus manos en todo mi trasero, consiguiendo ponérmele  rojo y hacerme verdadero daño con sus azotes y sus brutales embestidas. Era la polla más grande, pero no se sintió muy desgarrador tras el paso de los otros tres por el mismo agujero y tras haberlo dejado bien lubricado con sus lefas. El chico se esmeró dándome duro, hasta que no pudiendo más se tensó y comencé a sentir de nuevo dentro de mi recto el caliente y espeso esperma de mi querido alumno a la vez que gritaba…

     Zorra sigue, sigue, ¡Sácame toda la leche, toda! ¡Cómo te mueves puta, es una delicia aaaahhhhhh…! ¡Cómo me gusta follarte ese culo de puta que tieneeessss! Me encanta tienes un trasero delicioso… Siii, siii, joderrrrr. Uuuummm qué corrida te estoy echando, pedazo   de guarraaa… qué gusto me da follarte… Si por el coño disfruté ahora por el culo estoyyy en la gloria…. ¡Ahhh toma puta toma toda mi lefa! Voy a llenarte ese puto culo con toda ella.

Yo por el manoseo y sobeo que los otros tres me traían y me estaban dando y por la follada anal que Emilio acababa de darme junto con lo que me decía, me encontraba súper excitada y de nuevo comencé a jadear cada vez con más fuerza y rapidez, notaba que iba directa a otro orgasmo, ya había perdido la cuenta de los que había tenido…y de nuevo me llegaba. Estos cabrones habían conseguido, lo que hacía tiempo nadie lograba ni por acercamiento… hacerme gozar como lo estaban haciendo y darme un placer inaguantable. Lo habían conseguido follándome por todos mis orificios de mi cuerpo, así que fuera de mí comencé a gritar al que se estaba corriendo dentro de mi culo…

     Siiii, siiiii cabrónnn, métemela toda, toda, la quiero todaa…..siiiiiiii… Dioss, dioss, me corroo, me corrro cabrón, y siento como tú te corres conmigo dentro de mí, siii… ¡Oh que gustazo!

Los dos habíamos llegado a un tiempo al orgasmo. No podía soportar el temblor que me había entrado en mis piernas, y me dejé caer sobre el respaldo del sofá, lo que hizo que mi coño quedara aplastando contra la cara y boca de Ramón, que aun así no dejaba de tragarse todo lo que en ese momento salía de él. Emilio al caer yo hacía delante, le arrastré conmigo, pero  aun permaneciendo con su polla dentro de mi recto, quedándose tirado encima de mi culo y espalda muy sofocado…notaba sobre mi nuca el aliento de su respiración sofocada ocasionada por el gran esfuerzo que acaba de hacer con su follada. Yo sobre el respaldo del sofá hacía lo mismo.




Así permanecimos un rato, mientras que Ignacio y Luis comenzaron a vestirse, cogieron su calzoncillos se los fueron poniendo, en tanto Ramón acabó de tragarse todos mis jugos. Luego, empujándome la pelvis un poco para que aflojara mi presión sobre su boca, consiguió salir de debajo de mi cuerpo. Hizo lo mismo que sus compañeros a continuación, recogiendo su ropa y se vistió. Solo quedábamos desnudos Emilio y yo, los otros tres se sentaron donde pudieron y miraban la escena realmente porno que debíamos de dar los dos cuerpos desnudos… el de un potente y fibroso adolescente, con su polla dentro del culo de una mujer madura, su propia y respetable profesora durante seis años. Comenzaba darme cuenta lo pronto que se pierde la reputación que tanto tiempo te ha costado erigir.

La habitación procuraba un fuerte olor a sudor y a sexo, por la cantidad de esperma y fluidos vaginales a los que todos habíamos contribuido con nuestros cuerpos… efluvios de los cinco que habían expulsado por el inmenso placer que habíamos tenido. Emilio y yo permanecimos aún al menos un minuto más en esa posición recuperándonos. Cuando mi alumno se levantó de encima de mi cuerpo y extrajo de mi orificio anal su hermosa polla de casi 25 cm, aun se la veía todavía con cierto grado de erección. Yo entonces dándome la vuelta me dejé caer abierta de piernas sobre el sofá  y abriéndome con mis manos mi chocho muy puta…

 Quién va a ser el siguiente que me folle, estoy caliente y quiero que volváis a follarme todos, cabroncetes… Ya veis que podéis usar el agujero que deseéis y volverlo a llenar de polla y de vuestra rica leche ¡Seguro aun os quedan fuerzas y bichitos locos por preñar a una madura! En esos huevazos que tenéis, os debe quedar bastante leche para darle a vuestra profesora favorita ¡Mi coño aún lo tengo muy tragón…!

Ellos se miraron y uno a otros se decían que no podían más que estaban agotados, entonces fue Ignacio, como líder del grupo el que tomó la palabra, no es el mejor estudiante ni el más listo, pero tiene ese don de gentes que saber arrastrar a los demás…

     Esperanza, nosotros estamos agotados y no podemos más, al menos los tres que estamos vestidos, no sé si Emilio aún le quedan fuerzas, pero creo que poco más o menos estará como nosotros después de los cuatro polvo que te hemos echado cada uno…, además es ya bastante tarde y mañana tendremos que levantarnos temprano…, aunque no bajemos a desayunar a las 7:00 tendremos que bajar como muy tarde a las 8:30 ya que a las 9:00 deberemos estar en el autobús para ir a visitar ese castillo

     Lo bueno es que los 60 o 70 Km a lo que se encuentra de aquí podremos aprovechar para dormir. – Dijo Ramón – Como decirle Profe, que la verdad ha sido fantástico y hemos disfrutado muchísimo con usted, pero nos ha dejado acabados para el arrastre. Ya sé que usted se encuentra ardiendo y con más ganas de seguir follando, y es natural, a cualquiera le pasaría lo mismo en su lugar teniendo a unos chicos jóvenes a su disposición.

Frotándome fuerte mi coño con la palma de mi mano… – Pero no me podéis dejar así, necesito vuestras pollas, las necesito dentro de mí por favor ¡¿No veis como tengo el coño?!

Entonces Emilio, que permanecía desnudo como yo, se sentó a mi lado y abrazándome…

     No podemos dejarla en este estado de excitación, tal como está podría armar un escándalo con lo que tiene encima. Si la dejamos sola en su habitación saldrá en busca de polla hasta que la encuentre, y todos sabemos que los culpables hemos sido nosotros

     Creo que con el coctel que le hemos dado, se nos ha ido la mano bastante, – Dijo Luis – No le habéis cogido el punto y mira como tenéis a la profe…

     No sé todavía cuántas horas podrá durarle esta calentura, prosiguió Emilio, tendremos que tener más cuidado para la próxima ocasión. Os propongo que alguno de nosotros se vaya con ella a su habitación hasta que se la pase la calentura o se quede dormida por el cansancio y que si intenta salir de ella para buscar lo que todos sabemos se lo impida

Los demás se miraron y me miraron a mí, que no dejaba de masturbarme y reírme, estaba  por completo salida por fuera de mí y la verdad aunque sabía en mis adentros lo que pasaba, en ese momento no era dueña de mis actos, con ganas de sexo sin paliativos.

Entonces Ignacio… – Es verdad lo que dice Emilio, pero yo no puedo, me ha dejado seco y seguro que si me quedo con ella en la habitación en cuanto me siente me quedaré dormido por el agotamiento físico que tengo.

Los otros dos Luis y Ramón, contestaron que ellos estaban igual. Entonces Emilio haciéndose el valiente… – Bueno, yo también estoy cansado, pero ya veo que vosotros estáis hecho una castaña molida, y como uno se tiene que quedar y sacrificar por los demás seré yo, pero esta os la guardo

Se levantó de mi lado y  dándome la mano hizo que me levantará, luego se acercó a la cama y colocándose una sábana sobre su cuerpo desnudo se acercó a mí y me abrazó pegándose todo lo que pudo a mi caliente cuerpo, y dirigiéndose a Luis y a Ramón…

     Por favor recoged la ropa de ella y la mía y acompañarnos a su habitación, ya que vosotros tenéis que iros a la vuestra y tú Ignacio descansa yo luego cuando se calme o se quede dormida vendré a acostarme, aunque dudo que la calentura se la pase en estas horas que quedan hasta el desayuno. Esperemos que no la afecte  a su cuerpo y le pueda producir cualquier… bueno ya me entendéis.

Salimos los cuatro de la habitación, primero abrazados y tapando nuestra desnudez bajo la sabana Emilio y yo y tras nosotros con nuestra ropa y mi bolso Luis y Ramón. Cuando llegamos a mi habitación Ramón cogiendo mi bolso, lo abrió y buscó la llave, abrió sin que nadie nos viese y entramos. Emilio y yo nos dirigimos hacía la cama y los otros dos chicos dejaron nuestras ropas encima del sofá y los sillones que había de la misma, saliendo cerraron tras si la puerta. Emilio entonces se salió de bajo la sabana y con mucha delicadeza me apartó de la cama, la abrió y quitándome la sábana de encima…

     Suba usted a la cama y túmbese y descanse, mire a ver si se duerme, yo me quedaré esta noche cuidándola al menos hasta que se duerma. Luego me iré para que nadie sospeche que he pasado la noche en su habitación.

Hago lo que me dice, pero la calentura sigue en mi cuerpo y bajo las sabanas llevo mis manos a mis tetas, me las toco y acaricio. Una de mis manos se desliza a lo largo de mi vientre hasta llegar a mi coño y, comienzo acariciarme la raja masturbándome, a la vez que le digo a Emilio…

     Ven, acuéstate aquí conmigo, no te vas a pasar todo el tiempo hasta que yo me duerma ahí sentado en esa butaca, mejor ven aquí a la cama y túmbate que descansarás más.

Cogiendo las sabanas hago un rápido movimiento y dejo libre un lado de la cama, quedando gran parte de mi cuerpo desnudo al descubierto y con una de mis manos doy varios golpes sobre el colchón, invitándole a que se acueste a mi lado.

Él se levanta de la butaca donde está sentado desnudo y se acerca a la cama donde yo estoy. Le ofrezco mi mano, me la coge y con delicadeza tiro de él hasta que consigo que se tumbe a mi lado en la cama, entonces le abrazo y dándole un beso en su boca, introduciendo mi lengua en ella,  le aprieto contra mí con el fin de hacerle notar mis gordas tetas sobre su pecho. Cuando acabamos de besarnos deshago el abrazo y me separo un poco de él para que pueda apreciar mis grandes ubres que nunca han dado de mamar a un bebé y tanto he deseado a lo largo de mi vida. En ese momento mis pezones los tengo hinchados y duros por la excitación, unos pezones tiesos apuntando con fuerza hacía él.

     ¿Te gustan mis tetas, parece que los miras bastante?, tócamelas por favor, mira que duros se me han puesto los pezones, para la edad que tengo aún se mantienen bastante tiesos, aunque no voy a negar que ya las tengo un poco caídas y más con los pesadas que son ¿Verdad?

Él llevando sus manos a ellos, me las acaricia con dulzura una y otra vez para ir apretando a cada caricia un poco más y jugar con sus dedos en mis pezones y areolas, a las cuales la han salido los granitos característicos que me salen cuando me excito.

     Sí Esperanza, me encantan, siempre han sido una de las partes de su cuerpo que más me han llamado la atención. Ya me gustaban cuando se los veía bajo la ropa y me los imaginaba desnudas, pero ahora al habérselas visto realmente desnudas, al natural y al podérselas tocar me han encantado y me vuelven loco. Son muy grandes y hermosas a pesar de su edad los tiene aún firmes, duras y excitantes, no como otras mujeres de su edad que ya los tienen muy caídas, blandas y flácidas… algunas incluso ya las tiene vacías, pero usted las tienen bien llenas de carne tersa ¡Me encantan sus tetas Esperanza! Y podría decir que me vuelven loco…

Mientras ensalza mis tetas y no deja de tocarme los grandes cantaros, he llevado una de mis manos a su duro estoque y he comenzado a acariciárselo. Acerco mi pubis a él y me restriego la punta de su polla por toda mi raja, cojo mi pierna y se la echo por encima de su cuerpo para que mi coñito se habrá al máximo con el fin de conseguir, que sin que entre del todo la gruesa bola de su ariete, si penetre lo suficiente para calentarle a él al máximo y a mí hacerme gozar, ayudando con la caricia de mi mano sobre su polla. A la vez que hago esto.

     Emilio cariño, dime… ¿cuánto tiempo hace que te fijaste en mí y mis tetas?

     Desde el primer año en que entré en el Instituto…, aún usted no me daba clase, es decir desde que tenía 13 años. Pero cuando empezó a ser mi obsesión sexual y cuando comencé a desear tenerla entre mis brazos como la he tenido esta noche y la tengo ahora mismo fue desde 3º.

     ¡Ummm! ¿¡Tanto tiempo deseándome!? Pobrecito, cuanto habrás sufrido pajeándote.

     Así es, si le soy sincero desde entonces deseaba que llegase la hora de sus clases para poder verla y observarla desde todos los ángulos…de frente con sus grandes tetas, de culo o de perfil saboreando su culo respingón y sus esbeltas tetas. Muchas de las clases que da, aunque le parezca que soy el alumno más atento que tiene escuchando la explicación que en ese momento nos está dando… No escucho nada de sus explicaciones, solo me la imaginaba desnuda conmigo. Ya en casa pensaba una y otra vez en lo que la haría si tuviera la oportunidad de poder estar con usted y hoy al fin se ha hecho realidad buena parte de esos sueños y fantasías que siempre me ha inspirado… de ahí también me llevó a desear a mi tía Cecilia y a mi propia madre. Entre las tres me habéis sacado mucha leche en mis siestas.

Yo sonriéndole por la sorpresa del deseo incestuoso del chico y, con la mano libre que tengo le doy en su nariz a la vez que digo muy interesada por esos morbosos deseos del chico…

     Eso de tu madre y tu tía es muy fuerte… ¿Te gustaría follártelas también como lo has hecho conmigo? Dime, y quiero que me seas sincero. Y... bien ¿Te has masturbado más veces pensando en mí o en tu madre…?

Yo aun sabiendo la respuesta, quiero oírla de sus propios labios.

     Por supuesto Profe que usted me ha sacado más lefa que mi madre y mi tía juntas…, es raro el día que no me hago alguna paja en su honor, perdón, me masturbo, pensando que estoy con usted y que me la follo una y otra vez. Muchas veces con usted debajo de mí., pero otras con usted encima de mí cabalgándome y a la vez que lo hace moviéndose sus tetas como unas campanas, hasta que yo se las cojo y sobo una y otra vez para terminar incorporándome y llevarme una de sus tetas a mi boca.

     Me tienes desconcertada cariño…

     Ha habido días que cuando me he levantado he tenido que llevar el pijama derecho al cesto de la ropa sucia pues lo he puesto perdido de mi corrida, la he limpiado un poco para que no se enteré mi madre y la cama. Raro es el día que no queda manchada por mucho cuidado que ponga, casi nunca llego a tiempo de atrapar los chorros de leche que salen a presión.

     Claro con ese pedazo de polla descapullada del prepucio… Te debe salir con mucha presión si te excitas tanto como lo has hecho follándome…

     Eso es… Mi madre nunca me ha dicho nada al respecto, pero sé que ella se da cuenta porque limpia mis chorretones y no siempre limpio mi ropa…pijama, calzoncillos, sábanas y alguna vez las bragas de mi madre. El olor de su coño mientras me la estoy machacando me excita mucho y consigo unas formidables corridas, mucho más cuantiosas que si solo pienso en ella, en mi tía o en usted. Perdone si le molesto con esto, pero es como tener un coño en tu cara o estar follándolo.

Yo sin dejar de acariciar su polla le respondo… – Te comprendo Emilio, porque yo ahora estoy igual de súper excitada y ambos sabemos el por qué… ¡¡sois muy cabrones!! Os habéis pasado con el combinado que me habéis dado esta noche. Pero eso no es lo único, también está dentro de mí esa necesidad aletargada tantos años, de lo contrario, no tendría tanto efecto el fármaco. Así que necesito una polla que siga follándome y sé que no puedo salir en este estado a buscarla fuera. En tal caso, no sé qué pasaría tirando aún más por tierra mi reputación.

     Te comprendo Esperanza, estás muy salida… – El chico veía mi incansable paja indefinida – Ya me he corrido cuatro veces, pero tal vez pueda hacer el esfuerzo…

     Cariño, necesito que me hagas el favor con lo que tengo entre mis manos. Sé que tú ahora mismo estas igual que yo, por favor cariño, fóllame de nuevo ¡Te prometo que después trataré de dormirme para que tú puedas descansar en tu cuarto! Si no consigo dormirme, prometo que no me moveré de la habitación

Él me sonríe y se dispone a colocarse encima de mí para follarme pero yo le detengo…

     No mi amor, hoy voy hacer realidad tu fantasía, te cabalgaré para que puedas ver delante de tu cara, moverse mis tetazas como si fueran campanas. Te las dejaré para que las cojas, las toques, las sobes, estrujes y comas como deseabas en tu sueño conmigo… cuando en tu cuarto se hacías esas pajas tan sabrosas en honor de tu profesora favorita, solo que ahora en vez de tu mano será mi coño quien te sacara la leche de tus huevos, directo al interior del coño de tu profesora cachonda.

Sin dilación, me coloco a horcajas con mis piernas abiertas encima de él y ayudándome con mis manos empuño su erecta polla guiándola a mi conejo hambriento…me dejo caer sobre ella, entrándome completa dentro de mi vagina sin dificultad a pesar del formidable tamaño de esa verga…, es consecuencia de lo mojado que tenía en esos momentos mi coño y la lubricación extra de semen descargado dentro. Solamente sentir su punta llegar hasta lo más profundo de mi vagina comencé a subir y bajar con mis manos en mi cintura y echando mis hombros hacía atrás, para que de esa forma mis tetas se exhibieran aún más, si eso era posible, dejándolas sueltas y colganderas para que se movieran con toda libertad. A cada movimiento de mis caderas mis dos cantaros se mueven igual que lo harían unas campanas de una iglesia un día de gloria. Emilio no quita ojo de ellos, sonriéndole…

     ¿Te gusta así, es como lo que soñabas? Mira, mira cómo se me mueven mis tetas, cógelas sóbalas y haz con ellas lo que quieras en este momento son tuyas, son para ti solo, no te cohíbas haz realidad tu sueño hazme todo lo que desees ¡Estoy deseando sentir tu boca en mis ubres y pezones! ¡Vamos fóllame duro… quiero que me llenes de semen el útero! ¡Muévete tú también al ritmo que lo estoy haciendo, cariño, muévete…! ¡¡FÓLLAME FUERTE…así bien duro contra mi coño!!

Él comienza a mover su pelvis acompasando mis movimientos…

     Profe, prefiero por ahora seguir viendo tus tetazas moverse sin control, antes de tocárselas, eso lo haré un poco más tarde. Es fantástico, señorita cuantas veces he vivido en mis sueños este momento y ahora lo estoy haciendo realidad, gracias, gracias profe, gracias por este momento que me está dando… ¡Oh es fantástico… sí!

Comienzo a moverme con más ritmo, quiero correrme mil veces más y no solo es que lo quiera es que lo necesito. Me inclino hacía delante apoyando mis brazos en la cama quedando la cabeza de Emilio entre las tetas, y sin dejar de moverme, comienzo a dárselas a mi alumno en su cara. Él busca con su boca mis pezones, pero dado el ritmo, el meneo de tetas le hace difícil comérmelas, por eso saca su lengua y a cada pasada me las va chupando, esto me pone aún más caliente, me vuelvo a incorporar y dejo que él comience a acariciármelas, poco a poco va pasando de las caricias a los apretones y a estrujármelas, me duelen con  el trato que me le está dando, pero estoy tan excitada y me hace disfrutar tanto que no importa los moratones que tendré…

     ¡Uhmm, siii Diosss míooo como me gustaa! Me gusta lo que me haces… vas a conseguir que me exploten las tetas de los duras que me los estas poniendo. Sí, sí nene incorpórate un poco y cómemela, por favor… sí mi niño  chupa y mama de las tetas de MAMÁ…

Se incorporó agarrándome a mi espalda, inclinó su cabeza y comenzó a degustar mis pezones  en un principio con cuidado para ir haciéndolo después con más fuerzas y ganas. Yo le acariciaba su cabeza y él comenzaba a emitir sus primeros gemidos de placer al saborear mis tetas mientras yo le increpaba…

     Así Emilio, cómetelos todos, son tuyos. Mámame los pezones, sí comete bien los pezones, así, assiiii se maman las tetas de una puta…

Él obedecía todo lo que yo le decía, estaba gozando el poder chupar y comerse mis grandes cantaros, duros por el placer y saboreaba intensamente cada una de mis tetas, cada pezón. Las asía con fortaleza estrujándola con sus manos tirando cada vez más hacía él para tratar de tragarse por completo mis pezones y areolas en su boca. Me estaba volviendo loca con su comida de ubres e hizo que yo aumentara el ritmo del meter y sacar saltando con más fuerza sobre su pelvis incrustándome a cada golpe más y más la dura y esplendida polla dentro de mi vagina. Notaba como su gorda punta llegaba a tocar la entrada de mi útero y sus pelotas aplastándose contra mi coño…percibo como está llegándome de nuevo otro orgasmo, y quiero que llegue. Acelero, me quiero soltar y me reclino hacía atrás pero él no me suelta y con mis movimientos tira fuerte de mis tetas succionando los pezones haciendo que me pegue de nuevo a él, apretándome con fuerza contra su boca… comienzo de nuevo a gritarle a la vez que me corro de nuevo...

     Aaahh, así, así no pares, no pares… sí, sí, sí joder… como la noto de dura y larga. Esta polla me llega hasta mi útero,  la noto y la disfruto ¡¡Joderrrr que pollón! Como me pones cabrón ¡Qué gusto me da mi niño! Como iba yo imaginar que serías tan buen semental… y con esta polla que Dios te ha dado para joder a putas como Yo… ¡Ummmmm! Me estoy corriendo como una puta en celo…

Él aunque me oye no para de follarme, suelta por un momento mis tetas y de nuevo se tumba de espalda, yo destrozada por el inmenso orgasmo que acabo de tener caigo sobre él. Emilio me abraza  y sigue follándome con fuertes golpes de cadera soltando con dureza su pelvis clavándome a fondo la verga. Así sigue unos momentos, el chico tiene aguante como consecuencia de haberse corrido durante la noche ya varias veces, su orgasmo y corredura se retrasa. Agarrándome con fuerza coge impulso haciendo que nos demos la vuelta quedando él encima de mí. Me abre con sus piernas más las mías y continúa bombeando mi coño a la vez que me dice entre gemidos…

     ¿¡Uhmm, Uhmm, te gusta!? ¿¡Uuhmmm cómo te lo hago!? Sí joder que gusto da follarte PUTA. Sí, Dios que gusto me estás dando cabrona…

Durante todo este tiempo no he dejado de enlazar un orgasmo con otro, llevo mis piernas a su espalda cruzándolas sobre ella, con el fin de que no se me escape, mientras él continua aun bombeándome con fuerzas al menos durante cinco minutos más. De pronto noto que acelera sus movimientos la mete duro a fondo y comienza a eyacular…percibo de nuevo su esperma caliente en el interior de mi coño a la vez que se pone tenso y como fuera de sí gritándome.

     ¿¡Ves como te follo profe… la notas, la notas!? Voy a correrme, sí me viene. Sí, joder puta… joder qué gustazo ¡Cómo follas! Quien me lo iba a decir cuando te veía darme clase que eras tan puta. Sí, joder como me gusta follarte joder que hembra. ¡¡Como follas Dios!! Follas como una puta profesional. Y cómo te meneas. Sí, sí… quiero correrme dentro de tu coño ¡Dios te voy a llenar de leche! Me corro. Sí ya me estoy corriendo. Eres un buen pedazo de zorra… ¡Te voy a llenar el coño de lefa! ¡Aaahh, ¿notas como me corro?!  ¿Dime, dime las notas? ¡¡Quiero preñarte! Sí profe, quiero correrme en el fondo de tu coño y dejarte bien preñada ¡PUTA…!

Los primeros tres chorros son potentes como aldabonazos de cañón, luego afloja la tirada y va derramando poco a poco el resto de semen atorándome el cubículo vaginal como jamás lo tuve en mis casi 40 años. Yo también fuera de mí le contesto…

     Sí, joder… sí la noto, la noto y la disfruto ¡Joder qué pollón tienes mi niño! ¡Cómo me pones cabrón! ¡Qué gusto me das! Sí, así destrózame el coño ¡Fóllame duro, fóllame y no pares ahora… ¡¡Me corro cabrón! ¡Me corro cabrón, la quiero toda, todas! Dios mío ahora sí que la noto bien, que gusto ¡Me destrozas cabrón! ¡Síii, asíii  aahhh, esto es la hostia! Noto como si me reventases ¡Sí, sí mi niño…PRÉÑAME! ¡¡Córrete, córrete bien dentro de mí y PRÉÑAME… quiero que me hagas un gran panza, cabrón…!!

Él me contestaba…

     ¡¡Dios que gusto me has dado, zorra!! Dios sí, que buena puta eres y que buen coño tienes. Como me gusta… ¡Hoy te lo voy a reventar!

Y tras una profunda y fuerte embestida, mi  joven alumno acabó de vaciar por completo su depósito de semen en el interior de mi vagina atorándome el útero de fogoso esperma. Al hacerlo cayó sobre mi quedándonos los dos quietos uno encima del otro durante un largo tiempo, habíamos disfrutados los dos de un largo y fuerte orgasmo, como pocos he disfrutado en mi vida y seguro que para Emilio habrá sido el mejor que haya disfrutado en su joven existencia y tardará mucho tiempo en poder volver a disfrutar de uno tan intenso.

Cuando se levantó de encima de mí, yo ya estaba más calmada de mi calentura aunque no se me había acabado de ir aún toda mi excitación, pero ya era posible controlarla. Me preguntó cómo me encontraba y le dije que más tranquila, que si quería se podía marchar a descansar que era muy tarde y al día siguiente tendríamos que levantarnos temprano. Miré la hora y eran las 2:30… había estado follando desde las 10 o 10:30 de la noche hasta ahora, es decir 4 horas fornicando con mis alumnos y me habían poseído los cuatro varias veces. Sabía que al día siguiente estaría hecha polvo y con dolores por todo mi cuerpo. La batalla con los cuatro jóvenes había sido dura pero muy placentera.

Emilio recogió su ropa se medió vistió y cogiendo la sabana donde habíamos venido envueltos desde su habitación se dispuso a marchar, pero antes de que saliera…

     Por favor Emilio, puedes traerme el poquito del coctel que he dejado en el vaso, no creo que ahora me lo beba, pero a lo mejor me despierto a lo largo de la noche y me apetece, gracias

     Si es lo que usted quiere se lo traeré, pero no creo que deba beber hoy más de ese combinado, mire lo excitada que ha estado toda la noche y como aún se encuentra. No debimos dejarla beber tanto, pero bueno… tampoco pensabamos que la hiciera tanto efecto.

Yo haciéndome la sorprendida le digo…

     Pero cariño… ¿Qué dices? ¿Cómo me va hacer efecto si no tiene alcohol, o al menos eso es lo que me habéis dicho vosotros?

Él rápidamente dándose cuenta que ha hablado de más…

     No, no profe, no tiene alcohol, pero es que la he visto tan excitada que pensaba que podía ser…

     Entonces tráeme el vaso con lo que queda, antes de que te acuestes, por favor

Al poco rato se presentó con él, quedaría dos o tres dedos de líquido en el vaso, lo cogí y lo coloqué sobre la mesilla de noche despidiéndole…

     Adiós y muchas gracias mi niño… hasta mañana, que descanses. Mañana tengo que hablar con los cuatro, de lo que ha pasado esta noche en estas habitaciones. Como ocurre en las Vegas, lo que ha pasado aquí dentro se queda dentro y  no puede salir de ellas, díselo también a tus compañeros, no puede enterarse nadie, pero vete a descansar que mañana hablamos.

Le había hecho traer el vaso, para vaciar el líquido que aún quedaba en él en un botecito de gel que vacié y limpie bien con agua hasta dejarlo bien limpio y sin sabor ni olor, para al día siguiente llevarlo a una farmacia para que me hicieran un análisis del combinado que me habían dado.


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Los jóvenes se piensan que las mujeres una vez en los 40 años la sexualidad se limita a una vez a la semana como mucho, todo muy tradicional tal como sabemos eso de «sábado sabadete, camisa nueva y polvete…» están muy equivocados, tenemos las mismas fantasías que pueden tener cualquiera de ellos, incluso más de cuando éramos adolescentes…, pero no negare que tenemos más respeto a hacerlas realidad, somos más cautas por la educación recibida y porque no siempre hemos podido hablar libremente de sexo en nuestra juventud, hablar y practicar si no te tachaban de chica fácil, puta o zorra a la que usar y tirar sin el menor aprecio… una raja caliente y húmeda donde descargar la testosterona de todos esos machitos que se consideran seductores por el simple hecho de que nos guste meternos sus pollas gordas y largas en nuestros coños.

Pero con la edad sabemos lo que buscamos, dado que muchos placeres sexuales nos los hemos perdido en nuestras relaciones de jóvenes, pero ahora que despertamos a un nuevo sexo, sin inhibiciones disfrutamos más placenteramente que en los años mozos, con más tranquilidad y sabiduría, dando y recibiendo en la misma medida. Nuestro cuerpo esta tan preparado como el de cualquier macho para recibir placer, amor y complicidad.

Os habla una señorita de 38 años, divorciada y sexualmente hablando en perpetua insatisfacción. Soy muy activa y reconozco que no todos los hombres pueden estar a mi nivel… desde la 2ª vez que me follaron a los 15 años tengo orgasmos y varios en un solo coito. He tenido que ir conociendo los placeres del sexo y el amor por mí misma o junto con mis parejas sexuales, fijas u ocasionales, y con ellos he ido descubriendo lo que es el amor mas allá de hacerlo con el fin de procrear. Sin embargo siempre me ha quedado una asignatura pendiente a lo largo de mi vida… SER MADRE.

Ninguno de mis amantes ha tenido el valor de dejarme preñada, miedo al compromiso o a las responsabilidades, por eso, ahora que se me está pasando el arroz he decidido ir a por todas yo sola…, candidatos no me faltan, sementales mayores, de mediana edad y jovencitos. Sí soy sincera en esta etapa tras probar a los primeros y segundos, ya me he quedado con los terceros. De entre los jovencitos hay donde elegir en cada curso, y los que están en bachiller sin duda son los mejores, y de los mejores me quedo con la crema de la crema… buenos cuerpos, abigarradas vergas y discretos. Durante el viaje de fin de curso, sin buscarlo demasiado, solo hubo que poner un poco de cebo para que esos chicos me sedujeran, tras realizar la criba de estos machos… de entre ellos finalmente me decanté por uno…Emilio. El chaval es inteligente como ninguno de los demás candidatos, cariñoso y respetuoso, el mejor dotado con diferencia e incasable follador ¿¡Qué más puedo pedir!?

Mi imaginación no para de volar e imaginarme numerosas fantasías a cuál más morbosa y fantástica aun siendo difícil de desarrollar, no obstante con mi nuevo y joven amante, todo podía ocurrir. Contaré una de las que más se me repiten y que un día se cumplió, para que sepáis que a veces los sueños también se hacen realidad….


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Ese día amaneció caluroso, el verano ya había hecho su presencia a mediados de mayo. Después de hacer las faenas de casa me dispuse a darme una ducha, mejor un baño pensé… Preparé la bañera echando unas sales relajantes y me sumergí en el agua, cerrando los ojos, recordé la noche del jueves anterior, habíamos estado follando como hacía meses que no lo hacíamos desde el viaje de fin de curso. Emilio se especializaba en cumplir mis deseos, besándome por todos sitios, lamiendo mi cuerpo, penetrándome por todos los huecos posibles, poniéndonos de diferentes posturas para sentir su puya clavada en mí lo más hondo que pudiera. La primera vez en grupo, fue cuando había experimentando el sexo anal con él, de hecho no era muy normal que lo hiciéramos, pero esta noche si, delicadamente había lubricado mi ano hasta dejármelo listo para recibir su recia verga erecta, pujando por entrar en esa cueva tan pequeña, el dolor que sentí era grande, pero más el placer cuando agarrado a mis tetas colganderas cabalgaba y sus pelotas golpeaban mis nalgas, en sus embestidas…, más de una vez me hizo caer de bruces en la cama en su loca carrera por llegar al clímax, a punto de sentir el orgasmo… eso le gustaba mucho.

Su joven impetuosidad me hacía vibrar como una colegiala cada vez que me follaba con rabia, amor y majestuosidad, me lo introducía hasta la boca de mi útero para que no se perdiera ni gota de su semen dentro de mi vagina, y una vez allí, se corría como un cosaco eyaculando todo su contingente seminal producido en exclusiva para mí. El chico quedó exhausto como tantas veces, y al momento se durmió el muy bendito. Yo después de haberme corrido dos veces antes y durante el coito, también me quedé adormilada entre sus brazos fuertes y juveniles. Aquel chico lo sentía mío, aun un poco celosa de ver como las chicas de su edad se acervan a él en las horas de recreo. Esas nenas se pavoneaban ante mi macho, sin saber que para un semental como Emilio eran muy poca cosa.

¡¡Ahh, sí!!, estaba en el baño, recordando esto me estaba excitando por momentos, inconscientemente mis manos acariciaban mis tetas y mis piernas se entrelazaban para darme que mi clítoris rozara contra mis dedos y darme placer, cogí el teléfono de la ducha, y comencé a acariciarme el conejo con él, pasándomelo de arriba a abajo, y haciéndome hueco en mi vagina para introducírmelo, mis dedos retiraban los labios y con la otra mano iba empujando hacia dentro de él, conseguí meterlo, ¡Uuumm, que placer! Lo moví con ansia, quería tener un orgasmo, el recuerdo de la polla de Emilio me había puesto muy cachonda. Metía y sacaba el aparato con la alcachofa ovalada y más gruesa que el resto del mango simulado perfectamente el cipote de mi amante. No tardé dos minutos en llegar al primer orgasmo y una vez dentro, abrí el agua a toda presión y el chorro caliente inundo hasta el último de los recodos de mi vagina…, con la otra mano no cesaba de acariciarme el clítoris, logrando un inmenso placer. Terminado el orgasmo aun me quede unos minutos dentro del agua, relajando mi cuerpo y sobre todo mi coñito. En menos de una hora había tenido tres orgasmos y eso ya era demasiado para empezar el día.

Salí de la ducha me puse una bata después de secarme y fui al dormitorio a buscar la ropa para vestirme. Al pasar por el armario, me mire al espejo, vi mi cuerpo desnudo en el que el paso de los años si habían hecho mella en él, pero aun era apetecible, mis caderas mas redondeadas y voluminosas, pero mi piel aun estaba tersa y suave, mis tetas, aun estando algo caídas, se ponían muy duras cuando estaba excitada, tengo una buena talla y a mis amantes les vuelven locos perderse entre ellas besándoles y achuchándolas, dándoles pequeños mordisquitos a los pezones y a la gran masa mamaria, como bien sabe hacer mi  joven amante mulato, porque no lo he comentado, pero Emilio es hijo de padre negro y madre blanca, rubia para más señas, lo cual le confiere lo mejor de las dos razas… piel tostada, buena dotación intelectual y venérea, ojos azules como el cielo y boca tan carnosa como un melocotón. No se puede pedir más belleza en un hombre ni menos hombría.

Lo más inesperado fue un día que llamaron a mi puerta, yo estaba a punto de salir con bastante prisa por cierto, cuando abro la puerta me encuentro de bruces con la madre de Emilio. Todo mi mundo se me vino abajo, no sabía a qué venía a verme a casa, ya estábamos casi de vacaciones con los últimos exámenes y el grupo de Emilio preparándose para la Evau. Le permití unos minutos con cierto resquemor que supiera lo nuestro y tirase toda mi carrera a traste, pero en las primeras palabras ya supe que el tema no era mi encamado con su hijo, sino que le ayudase a reforzarle la lengua… la materia de lengua de la que también tengo especialidad y ejerzo como profesora alternándola con la de música.

Me las abonaría como clases particulares especiales, al precio que yo demandase me lo doblaría…. No sé cómo fue pero accedí, tal vez al relajarme de la presión por lo que sospeché en un principio, así que el chico venía todas las tardes con una razón de peso a visitarme para sus clases de refuerzo de lengua. Luego todo se sabe en el pueblo por muy grande que sea, aquel rondaba los 15.000 habitantes.

En ese momento sonó el timbre de la puerta, fui a abrir, era mi alumno favorito, me sorprendió que llegase a casa por la mañana de un domingo con su mochila. El chico no es nada discreto, pensé, siendo un hombretón de más de 1’80 de alto más o menos, mulato no muy oscuro, delgado y fibroso, sus grandes manos son muy cálidas… todo ello suele llamar la atención. Pero estaba delante de mi puerta a la vista de todo el vecindario. El primer día le hice saber que debíamos dedicar unas horas al estudio y después lo que surgiera, él estuvo de acuerdo y así comenzamos, pero para nada que se saliese de lo acordado. Preguntó si podía entrar para que le explicase algunas tareas que no entendía bien. Naturalmente sí, le dejé pasar ofreciéndole que se sentara en el sofá, poniéndome yo en el de enfrente, muy recatadamente y en vista que estaba en bata solo, sin nada debajo cruce mis piernas y apretaba contra mí la bata por si se me abría. No sé por qué me sentía cohibida en esos momentos con un hombre con quien hacía de todo y se sabía cada lunar de mi cuerpo.

No hacía más que hablar y hablar de las dudas sobre ejercicios de la prueba Evau, sin apartar la vista del poco escote que quedaba, su mirada lasciva me tenía inquieta y nerviosa, cogí el móvil y así desviaba su mirada que parecía quitarme la bata con la vista, en eso que el teléfono se me cayó de las manos y rápidamente fui a recogerlo, quedando parte de una tetas fuera de la bata, fui a taparme rápidamente, cuando una mano de Emilio sujetó la mía delicadamente pero con fuerza, me separó la mano de mi bata dejando al descubierto mi teta, se me acerco a mí, y pasando su mano sobre la otra, la destapó

Las miraba como sopesando cual estaba más alzada o más dura, vete tú a saber, con una mano deshizo el nudo de la bata, dejándola caer a sus pies me dejo totalmente desnuda ante su mirada, me sentí muy avergonzada, pero él se acercó a mí y me besó una teta… iba a protestar cuando me puso su boca encima de la mía metiéndome la lengua hasta el fondo ahogando mi protesta siguió besándome, mientras sus manos iban acariciando de un sitio a otro mis tetas y mi abdomen, dejándome caer en el sofá sin parar de acariciarme. Cuando mi amante mulato metió su cabeza entre mis piernas hundiéndola en mi conejo, lamiéndolo por entero, solté mis primeros gemidos de placer a la vez que de miedo. Aquello lo sentía de miedo, no era lo mismo que con el teléfono de la ducha, no me dejaba gritar con sus dedos metidos en todos mis rincones del interior de mi boca, ahí a un tiempo su lengua en mi coño… me dejé vencer. Los lametones y chupadas del mulato ganaron a mi voluntad y mi miedo de ser descubierto en pleno fornicio con uno de mis alumnos aventajados.

No sé como los consiguió sin dejar de acariciarme y besarme, a los pocos minutos lo encontré desnudo a mi lado, me fije en la verga de mi mulato… tan larga que dudo que muchas mujeres la hayan visto más grande en aquel pueblo, sin embargo no era su única cualidad, la otra era tener un grosor considerable, para rematar con unos acojonantes huevazos que descargaban leche a mansalva. El chico recuperaba toda su capacidad eyaculadora en tan solo unas horas, y el volumen era más que considerable para preñar a más de una vaca con tan solo una eyaculación… pues todo eso era solo para mí desde hacía tres meses, y no le iba a poner pegas que viniese a resolver dudas un domingo.

El mulato se metió debajo de mí y seguía lamiéndome el conejo durante un buen rato, luego  metió su gruesa polla dentro de mi boca agarrándome del pelo y yendo al ritmo que él marcaba, más que una mamada parecía que me estaba follando la boca apenas puedo  mover mis labios sobre la polla… es muy gorda. Una vez bien ensalivado su glande y prepucio, me dio a chupar sus huevazos, se los comí con sabrosura. Olían bien, mi amante se cuidada y venía aseado, junto con su depilación natural, era demencial comerle polla y huevos pelados. Me encarnicé en la mamada, al tiempo que mi mano frotaba mi coño con toda la palma de mi mano y a ratos metía un par de dedos dentro de la raja ¡Ummm!

La otra mano con su polla, no dejaba de meneársela, acariciándose las orondas pelotas con la otra mano, oscilando su cadera metía su polla en la boca. Le paré poniendo mi mano en su vientre…ahora me dejo hacer a mí, le lamí los huevos y pase mi lengua por la raja de su culo lamí todo el agujerito suyo, intentando meter mi lengua en el… mi chico gemía muy fuerte, dándome a notar que eso le gustaba mucho. Le abrí las nalgas con mis manos y seguí lamiéndole ese agujero hasta que la punta de mi lengua se abrió paso en su culo… ahí estuve unos un par de minutos hasta que Emilio me dejó salir de debajo de él, colocándose a mi espalda y pasándome la mano por todo el conejo para que mis jugos mojaran la vulva…, luego fue su polla endurecida la que restregó por el canal abriéndome los labios carnosos de mi vagina, de pronto encontró la entrada y la metió de un solo golpe.

Agarrándome las caderas empezó a moverse dentro de mí, cada empujón me hundía más la polla haciéndomela notar en el mismo estómago de lo honda que dura que la estaba metiendo, sentía sus pelotas azotándome el coño al llegar tan honda dentro de mi útero. Ese era mi amante, duro e impertinente a la hora de follarse a su puta.

El mulato cada vez que sacaba su enorme polla me la pasaba por el agujero de mi culito acariciándomelo con ella, y volvía a meterla en la vagina, se cambiaba de posición, y ahora le chupaba la boca encaramando sobre mi culo, enterrándome todo el cipote sin compasión. Me sobaba las tetas tirando de ellas a modo de riendas, y yo no perdía ocasión metiendo mi mano por debajo entre mis piernas asiendo sus pelotas, acariciándolas y sobándolas con fortaleza en alterne con dedadas en mi clítoris espigado y duro como pocas veces lo tuve.

Su polla era una viga empotrada en mi interior que me animaban a hacer círculos con mis caderas frotando su mástil por todos los rincones de mi vagina alterada y preparándola para lo que más tarde me tenía preparado dentro de sus testículos. Mi objetivo era ser inseminada cuantas más veces mejor, cuanta más cantidad de fértil semen mejor, cuantos más orgasmos para mi cuerpo… MEJOR.

Sin dejar de follarme le seguí trabajando sus huevos con mis dedos estimulándolos, pero no olvidaba el punto clave de los hombres, su ano… con dos dedos hacía presión en su esfínter para que fuera produciendo mayor cantidad de esperma, sintiendo como su polla mojada de mi vagina la pasaba una y otra vez desde mi boca vaginal hasta mi cérvix. Cuando vio que cedía como a él le gustaba entregándome como una puta fácil de follar, la metía con mayor descaro, rudeza y profundidad si cabía, sacándome gemidos y gritos sin cesar.

De pronto la polla iba metiéndose despacio en mi coño disfrutándome, me encantaba el cambio de ritmo para que sintiera el roce de su bálano a todo lo largo del conducto vaginal. Cada vez que la metía la volvía a sacar y cada vez metía un poco más, hasta que ya faltaban apenas unos centímetros, cuando agarrándome por la cintura de un solo empujón la hincaba hasta el fondo, el grito que daba es más que eso, era un alarido de placer al sentirme suya y hembra a la vez. No quita que su polla es muy grande para mi coñito, pero a esas alturas ya se había amoldado. De reojo miraba su mirada de ojos claros y faz oscura que me embelesaba…. Ya no sentía el dolor del fornicio de tan robusta verga, aunque sí se sentían la duras embestidas del mulato, porque me hacia hundir mi cara contra el respaldo del sofá a cada embestida.

La boca de mi coño se abría a cada empujón del mulato, sentía que se me partiría, pero cada vez tenia mas placer y del dolor ni me acordaba, saco su polla, refregó su bola dura y brillante con la que está rematada su estoque, por mi erecto clítoris y tras una cuantas pasadas y cogiéndome en vilo me la hinco de nuevo en mi coño, así se tumbó en el sofá conmigo encima sin parar de moverse dentro de mí. Sentí la presencia de sus grandes huevos aporreando mi culo, quedando envuelto de placer todo lo que no cubría la polla del mulato… ¡Aaaggggg! Grite, la gruesa tranca de mi amante estaba dentro de mi coño otra vez golpeándome duro contra la pared vaginal de mi útero.

Sin enterarme, ahí gritaba desesperadamente, el mulato ahogó mis gritos con sus enormes labios teniendo toda mi boca dentro de la de él. Le seguí a la zaga moviendo mis caderas buscando una penetración más profunda. El me comía la boca alternándolo con mis pezones sin parar de follarme duro. Los dos sincronizados empezamos a bombear dentro de mí cuando la sacaba de mi coño yo lo mismo sin dejar que se escapara, luego la hundía hasta las entrañas en mi coño y le empujaba mi vulva contra su pelvis. Me sentía desfallecer por el inmenso placer que estaba teniendo, no podría decirles cuantos orgasmos a la vez tuve, pero fueron varios sumados a los tres que me regalé en solitario. El chico no podía aguantar mucho más, por nuestra experiencia nunca pasábamos de veinte minutos fornicando sin que derramase su semilla en mi acogedora vagina. Cuando sentimos que le llegaba el orgasmo, arreciamos las acometidas del ariete en mi caliente coñito… se hallaba bien dentro de mi cuerpo y me regó con su semen por todas las paredes de mi vagina profunda. Noté como disparó su arcabuz con dos potentes disparos.

Hasta follar con Emilio, jamás había notado la eyaculación de un hombre dentro de mi vagina de manera tan diáfana. Sus chorros eran cuantiosos y poderosos como para no percibirlos. Se fue vaciando poco a poco todo el contingente fabricado en sus gónadas. Se mantuvo sobre mí unos instantes, lo atrapé con mis piernas y brazos para que no tuviese intención de escapar sin dejarme bien inseminada… entre tanto nos besándonos los labios, la cara, el cuello e incluso se atrevía a mamarme las tetas jugando con la lengua en mis pezones. Me encantaba ese tiempo extra después de tantos minutos follando, dedicándolos a querernos con besos y susurros tiernos que nos hacían cada vez más cómplices.

Una vez fuera de mi coño me agazapé para limpiarle con mi boca la verga, me gusta el sabor de ambos sexos en su desfallecida polla, aun con un tamaño que para muchos quisieran en estado erecto. Le dejé libre de los restos de semen. Mientras se vestía fui a darme una ducha rápida para liberarme de la calentura. A  la vuelta ya se había vestido, y muy amablemente me colocó la bata encima de mis hombros dándome un gran beso con esos enormes labios y a la vez apetitosos, metiendo su mano dentro de mi coño tomando una teta en su mano y acariciándola, sus dedos no dejaban de moverse en mi cítoris y cuando vio que estaba preparada para un nuevo orgasmo, me recostó en el sillón y metió su cabeza dentro de mis piernas y me hizo llegar a un nuevo clímax comiéndome el coño.

Esto no solo ocurría con Emilio, a Ramón que al principio me visitaba de vez en cuando pesó a tener novia en el pueblo, con lo cual era mucho mejor que solo me quitase la calentura un solo amante sin demasiados líos… estos dos fueron los que oficialmente fueron proclamados mis sementales tras el viaje, y sin que ellos llegaran a sospechar de manera clara. Con Emilio se convirtió en un recibo continuo de sus descargas seminales, que eran receptadas regularmente en mi vagina… de tres a cinco semanalmente en diferentes lugares y situaciones. A Emilio le encantaba que se la mamara, pero mucho más correrse dentro de mi coño. Emilio se volvía loco por clavármela bien hondo y vaciarse por completo en mi útero, pero él no sabía que yo más…. Porque yo necesitaba su esperma. Emilio hablaba poco sobre nuestra relación, qué pensaba sobre ella me intrigaba bastante…


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La profesora de música, me aleccionaba en lengua española para rendir en los exámenes de ingreso a la Universidad, la famosa Evau. Mi madre habían planificado que estudiara la carrera de Derecho en Alcalá de Henares, donde se exigen una nota cercana a 14, razón por la cual estaba quedándome en casa de Esperanza casi todas las tarde, como lo oyen, mi propia profesora de instituto y amante como profesora contratada para tal finalidad. Esperanza es una mujer de estatura mediana sobre los 1’68 o algo más, caderas anchas y culo respingón muy subido que le hace tener unas piernas más largas de lo que son. Usa gafas progresivas sin montura y viste espectacular. Sin ser bellas sus facciones, no se puede considerar una mujer malcarada ni mucho menos, todo lo contrario… su mirada tiene un swing muy morboso que nos atrae a todos como moscas a la miel. Aparte de lo anteriormente expuesto, Esperanza es una persona muy inteligente, preparada y poseedora de un carácter y personalidad a toda prueba de malos estudiantes, que al menos en mí despertaba cierta simpatía y respeto… o al menos así fue hasta el viaje de fin de curso en la que descubrí a la puta que había dentro de esa señora, cuando estaba en la cama.

Dos semanas antes de que me tocara rendir en las pruebas de admisión en el universidad, Esperanza en conjunción con mis padres, habían decido que debería tomar dos horas diarias de clases suplementarias y que las tomaría en casa de la Profesora, lógicamente después de mi horario regular de otras materias, razón por la cual me encontraba sentado en una cómoda silla que se encontraba a la salita de estudio del pequeño apartamento en el que vivía Esperanza. En esa semana apenas habíamos follado una sola vez, ella se estaba tomado mi acceso a la universidad mucho más en serio que mis padres o yo.

Pasadas una hora de clases y tras dejarme una tarea por realizar en la próxima hora, pude observar que Esperanza se dirigía hasta el aseo, había dejado la puerta abierta y, solo me impedía la visión una fina capa de plástico. Se disponía a tomar una ducha mientras yo me encontraba ocupado en mi trabajo. Por alguna razón levante mi mirada y la dirigí hacia el lugar en que había visto entrar a Esperanza y cuál no sería mi sorpresa al apreciar su imagen completamente desnuda bañándose, la misma que se apreciaba a través de un espejo colocado en la pared. Lo que pude observar, era sencillamente maravilloso…

A Esperanza en su desnudez no es la mujer que aparentaba vestida, tiene un par de tetas enormes bien firmes para su edad… respingadas muy bien proporcionadas, un ombligo muy terso con el vientre casi plano, las piernas y nalgas más hermosas y robustas que yo había visto hasta ese instante en una mujer madura, y puedo decir que desde hace años me voy fijando en todas. De inmediato dejé de hacer mi tarea y seguí contemplando a Esperanza a mis anchas, sin que le importunase mis observancias. Hasta el instante en que aprecié el final de su rápida ducha, procedía a secar su cuerpo y a colocarse una bata de baño cubriendo su desnudez.

En cuanto Esperanza salió del baño, pudo darse cuenta de mi situación ventajosa y los días sin tener sexo hacían mella en los dos… a la causa de la misma se dirigió decididamente hasta el lugar en que se encontraba el espejo y lo giró con firmeza y coquetería regodeándose de ser observada, para luego dirigirse hasta una mesita en la cual sirvió dos tazas de café, una de las cuales extendió hacia mi persona, mientras decía…

     ¡¿No te parece muy poco delicado que un muchacho como tú, se dedique a fisgonear a las señoritas desnudas?! Por lo que veo te encuentras mal… eso te pasa para que no seas abusivo la próxima vez y te centres en los estudios que te darán un futuro…

Seguidamente se colocó parada detrás de mi espalda, con el objeto de observar los progresos que yo hacía en mi tarea… se podía apreciar su respirar acompasado y un aroma corporal a rosas que emanaba pureza en ella, hasta el punto de que ya no pude concentrarme, lo cual nuevamente fue advertido para Esperanza, quién intencionalmente se acercó más, hasta el punto en que podía sentir sus pezones clavados en mi espalda y su aliento de su tenue respirar en mi nuca.

Sarcásticamente volvió a decirme… – ¡¿No me fuiste a espiar como un furtivo?! ¡¿Por qué no te portas como un macho y me arremetes… me follas como a una perra?! ¡¿Te crees acaso que te voy a dejar escapar hoy sin comerte, mi vida?!

Hago un amago por levantarme para agarrarla, pero ella me sostiene de espaldas sobre la mesa, abrazándome y presionando más sus tetas contra mí…

     Lo primero es tu futuro, así que aguanta tu castigo como varón. El estudio es primordial para tus padres y me pagan muy bien… por eso lo estoy haciendo. Sin embargo una no es de piedra, al contrario que tu verga, que seguro la tienes ya bien dura como un martillo pilón.

Cuando sentí que me besaba sensualmente en el cuello, ya no me aguanté y virándome inesperadamente la atrapé entre mis brazos, para por un momento contemplar con deleite sus hermosas ubres que se encontraban fuera de la bata, los alcancé con mi boca y de inmediato empecé a chuparlos y a lamer sus pezones, lo cual provocó que Esperanza me abrazara intensamente y con sus manos me proporcionara la teta que quería que le acariciara. Desde esta posición avancé con mis manos hasta sus partes íntimas, las mismas que al tocarlas pude apreciar se encontraban completamente lubricadas, lo que motivó que mi excitación llegara al máximo.

Me levanté y tomándola de la cintura la obligué a que se recostara de espaldas sobre la mesa en que me encontraba haciendo las tareas, tomé asiento en el banco que estaba utilizando y procedí de inmediato a introducir mis dedos en su vagina y a comerle la pepita de manera rítmica y secuencialmente, hasta cuando sentí que Esperanza empezaba a gemir de placer, a partir de este instante comencé a chupar y lamer su vagina con más intensidad, tanta como me permitían mis mandíbulas. Sus piernas reposaban sobre mi espalda y con las orejas pegadas a sus muslos, le hice la comida del siglo con un dedo en su ano, mi lengua en el conducto vaginal y la nariz en su clítoris. Aquello era semejante a comerse una sandía a mordiscos… sabrosa, dulce y extremadamente mojada. Luego era la lengua la que procedía a lamer la pepita y los labios a succionarla con prestancia, entonces los dedos se clavaban en su coño encharcado. Todo este proceder se repetía una y otra vez hasta que la señorita Esperanza estalló en un orgasmo feroz.

     ¡Sí cabrón, como sabes sacarme lo mejor de mí…! ¡Aaag sí! No pares de comérmelo.

Cuando acabó de convulsionar, se relajó un poco…, unos segundos después, de pronto Esperanza, se apartó a un lado y lanzándome una mirada de fuego me tomó de la mano y me condujo hasta el lugar en que tenía su cama, en donde procedió a desnudarme muy lentamente, mientras besaba las partes que más le excitaban de mi cuerpo, a la vez que con voz sensual aterciopelada…

     Hijo mío como eres de canalla… Siempre supe que eras un magnífico ejemplar de macho. Para tu edad estás bien dotado en todos los sentidos, por eso ahora me toca a mí hacerte el favor… quiero corromperte para que nunca te puedas olvidar de mí y espero que conmigo hayas aprendido todas esas cosas que nunca te has podido ni imaginar y las que te has imaginado durante años también…

Tras atrapar mi verga con su boca, lo succionó y mamó por unos cuantos minutos, no  terminé por correrme en la misma boca de mi profe…, en cuanto sintió que la podía inundar con mi semen, dejó de hacerlo arremetiendo sus caricias en mis huevos sin dejar que mi estoque bajase su dureza ni dimensión. El mismo en ese estado, fue colocado entre sus tetas,  en su cara, lamiendo con la lengua extendida y lujuriosa. Luego se subió encima de mí y se enfiló el glande en la misma entrada de su coño y se introdujo el mástil en su vagina de un solo golpe y hasta el último centímetro, para empezar a cabalgar en cuclillas de manera frenética y rítmica, no dejando en ningún momento de introducirse el cipote hasta el fondo, con sentadas contundentes, golpeando con su coño mis huevos una y otra vez.

Al cabo de unos cinco minutos, se dio la vuelta y en idéntica posición logró un largo orgasmo muy seguido. Realizaba sentadillas con las manos apoyadas en mis rodillas, me ofrecía su culo empalándose mi polla por la apretada grieta de su coño. Desde mi posición observaba el salir y entrar del pistón lubricado y brillante… las gotas de flujo resbalaban por mi tallo hasta los huevos embadurnándolos. Se notaba sus horas de spinning en la fortaleza de sus piernas y el fondo físico aguantado la gran follada que estaba recibiendo. Fueron otros tantos minutos en tal posición hasta decidió que fuese yo quien trabajase ahora.

La dureza con la que se mantenía mi verga la satisfizo mucho tras minutos sin llegar a eyacular. Ella sabe que mi respuesta es inmediata, calentón y a follar. Se posicionó recostada de espaldas de cara hacia mí, con las piernas bien abiertas invitándome a entrar en ella, me coloqué entre sus piernas y, en cuanto la penetré, las dobló sobre mi espalda obligándome a realizar el coito al ritmo que ella quería por todo el tiempo. En un determinado instante se levantó y se puso de rodillas en el filo de la cama invitándome con el movimiento de sus caderas, nalgas y abriéndose con sus manos sus partes íntimas a que la penetrara una vez más desde atrás como a una perra… ese día estábamos probando todas las posturas posibles, como si se fuera acabar el mundo.

Lo cual ejecuté brutalmente y sin contemplaciones, imponiendo un ritmo demencial que hizo que terminara a los pocos minutos, así como por la prisa y por tener el miembro demasiado lubricado con los fluidos vaginales de Esperanza en uno de los embates, este penetrara de improvisto en el conducto anal de mi Profesora…, la misma dio un grito de dolor, pero poco a poco fue aceptando al intruso inesperado, para empezar un frenético ir y venir que culminó con un orgasmo más de ella…cuando observó que arreciaba las acometidas, me pidió que la sacara y me corriera dentro de su coño. No lo dudé un instante y se la volví a enchufar en la raja calenturienta… Solo fueron necesarios unos segundos más, para correrme como un geiser. Los chorros de semen que esperaban salir desde hacía varios días, se concatenaron en voluminosos chorretones de leche inundando su útero. Me encantaba, pero a la vez me sorprendía que ella prefiriese que me corriese en su vagina antes que su ano o fuera.






Poco mi importaban su motivos, si me daban el máximo placer que se le puede dar a una polla… correrse dentro de una vagina. Una vez culminada nuestra aventura sexual del día, nos recostamos en la cama para descansar un momento, cabe decir que la fogosidad y apetencia sexual de Esperanza, hicieron que esta estuviera lamiendo y jugueteando con mi cipote hasta lograr que se lacere y lastime. Luego, nos duchamos juntos y una vez que me hube vestido, nos despedimos cariñosamente, prometiéndonos amarnos así para siempre. Se acabaron las clases y no llegué a la nota, pero me quedé cerca con la puntuación suficiente para el Grado de Administración y Dirección de Empresas (ADE). Se pasaron las vacaciones, no pude ver a Esperanza un solo día, entre los días que ella estaba fuera de viaje con unas amigas, o eso me dijeron y yo en “Els Terrers” Castellón. Poco a poco fui olvidándome de ella, y pienso que ella de mí, la aventura entre una profesora madura y su joven estudiante, había sido excitante, pero me costó olvidarme de ella…

Pronto en la universidad mi cabeza eran ocupadas por otras cosas que no fueran mis aventuras con mi profesora, cuando conocí a nuevos amigos y amigas… y como no, alguna follamiga. Sé que Esperanza se cansó de aquel pueblo o del instituto, el siguiente curso ya no estaba, según me comentó mi madre por mi hermana pequeña que aun cursaba secundaria en el mismo instituto… dicen que se enrolló con un hombre de su edad, que la habían visto pasear en su coche por el pueblo, pero solo eran rumores. Nunca más supe de ella. Solo puedo decir que Esperanza, logró lo que inicialmente me había prometido, y verdaderamente nunca la he podido olvidar, más que nada porque fue una de las mujeres de mi vida, una hembra que no ponía reparos a nada y gustaba de gozar del sexo de la forma más abierta severa que fuera…sin barreras de ninguna clase.


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Algunas mujeres lo tienen claro enseguida, incluso antes de hacerse el test de embarazo. Somnolencia, cansancio, náuseas... son algunos de los síntomas  que anuncian un embarazo. Algunas mujeres sencillamente sienten que están «distintas». Pero el indicio más evidente de que se espera un bebé es la amenorrea, es decir, la falta de la regla, y ese fue mi caso llegado septiembre con el nuevo curso empezado en un lugar muy alejado de Madrid… o no tanto, en el pueblo de la Alcarria donde se empoderó la Princesa de Éboli. Como digo hay mujeres que enseguida lo tienen claro… «Sobre todo las que sufren el segundo y tercer preñado, en cuanto se les retrasa el periodo un par de días saben que están en estado de buena esperanza» A mí casi me ocurrió lo contrario, tengo reglas muy irregulares y noto que se incrementa con la edad… estoy acercándome a los 40 años.

Sin embargo, otras futuras mamás con ciclos menstruales irregulares, con largos retrasos o incluso con ausencia de regla durante algunos meses no sospechan que estén preñadas hasta que están gestando varios meses. Por este motivo no sospechan nada hasta que empiezan a «notarse raras». Incluso hay quienes no llegan a confirmar el embarazo hasta la tercera falta. Esto no es muy recomendable, ya que los controles que se hacen en el primer trimestre son esenciales y yo estaba en el ginecólogo para que me mirasen la evolución de mi panza. Cuando la irregularidad se hizo sospechosa, me fui a la farmacia con el fin de hacerme el test de embarazo, me hice dos esa misma tarde…

Por fin tuve la mayor alegría de mi vida… ¡ESTABA PREÑADA! No sabía a ciencia cierta quién era el progenitor varón de mi barriga, pero quien más echó a la lotería para que le tocase era Emilio, mi amado y querido mulato. ¡Madre mía, en unos meses pariría a un negro! Si era tan sano y guapo como él todo el sacrificio valdría la pena. Y aguantaría todos los malos síntomas del preñado… nauseas, mareos, apetencia por algunos alimentos, repulsión por olores o alimentos, mayor sensibilidad de los pechos, mucho sueño, agotamiento, cansancio o aumento de ganas de ir a mear con mayor frecuencia. Sin embargo lo que peor llevaría es el no poder follar a pelo como a mi gusta tanto o tal vez sí podría… En el estudio que tenía alquilado en San Avero, éramos unos cuantos profesores y alguno era de buen ver. Fernando, era mi vecino de arriba y uno de ellos. Profesor de Inglés y como la mayoría desplazado, en su caso desde Andalucía... casado pero con ganas de follarse a una mujer fácil. Enseguida vi sus ganas de follar cuando hablé un par de veces con él. Me lo camelé invitándolo a mi apartamento, no vean lo fácil que fue la primera vez…. Y lo mejor fue que aun preñada le encanaba joder conmigo, y así me estuvo follando hasta el día de hoy con 34 semanas y con una panza enorme… 

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