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UNA HISTORIA DE AMOR. Y si tú no has de volver...

    "Y si tú no has de volver" 1ª PARTE "Una para el otro y otra para el uno". Esa frase la repite una y otra vez mi ...

Consecuencias inesperadas. Final

 




El padre de familia. Antecedentes

En el aseo la hija se está cepillando los dientes de buena mañana, es muy temprano pero tiene prisa por acabar de repasar los dos temas que caen para el examen de geografía e historia. En el cuarto de matrimonio, Germán abre un ojo cansado, sin embargo ya no puede aguantar más o le reventará la vejiga si no va a mear ya. La presión en la próstata le ha producido una inflamación natural en su verga… Para Germán, notar que todas las mañanas se levanta empalmado es buena señal, eso le indica que su sistema venéreo funciona bien, porque siempre ha temido la disfunción eréctil llegada a cierta edad. Por otro lado la erección mañanera es vital para un buen riego sanguíneo del cipote.

Se levanta apresurado y entra obnubilado de improviso sin avisar ni ver a nadie por las legañas de recién levantado, con la urgencia de esa primera meada. Sin más se saca la verga en toda su extensión y acto seguido emana un grueso chorro del cabezón…. La chica se fija en la polla de su padre, le pide perdón pero tiene que hacerlo le dice a su hija. Ella solo comenta lo grande que la tiene de buena mañana…

– ¡¿Todos los maduros la tenéis de ese tamaño?!

– No conozco a todo el mundo pero y mucho menos les he visto la polla, pero creo que la mía no es lo normal…

– ¿Cuánto te mide, papá? Porque realmente se te ve bastante recia…

Ella solo desea saber las dimensiones de la verga que la engendró, solo por curiosidad… El padre no lo sabe, pero queda pendiente para otra ocasión.

Durante el desayuno en familia, Aroa sigue a su padre de un lado a otro… sus ojos se disparan una y otra vez al bulto de su entrepierna. A su padre siempre lo ha considerado un hombre bastante vulgar en su apariencia externa. Multitud de veces ha pensado en la suerte que ha tenido de casarse con su madre, que se ve muy guapa de cuerpo sexy… de jovencita debía de ser un bombón llevándose de calle a más de uno. Él sin embargo es un hombre robusto, nunca diría que gordo, pero tal vez un poco fondón… pero inteligente con madera de líder. En su trabajo es un profesional muy bien valorado, lo que se refleja en el buen nivel de vida de la familia. Pero hoy se ha dado cuenta que tras ese hombre con cuerpo del montón, existe una virilidad de gran macho, con una polla impresionante… posiblemente su madre se fijó en su inteligencia y carácter afables… luego se quedó con él por el pollón. Aroa no para de sacar conclusiones atando cabos sueltos sobre sus padres, en el puzle de la vida.

La chica piensa que será buena idea que su padre la acerque al instituto…, Germán por su hija hace lo que sea y hoy llegará algo tarde dando un rodeo solo para estar un rato más con Aroa. Durante el trayecto hablan sobre los proyectos que su padre lleva entre manos su padre y un poco sobre el examen de ese día. En veinte minutos llegan al instituto, aparcan en doble fila lejos de la entrada por el agolpamiento de vehículos. Aroa no ha dejado de pensar y mirar el bulto de su padre, se ha excitado solo pensando cómo sería sentirlo… se nota el gran vacío que le ha dejado su hermano tras marchase a Irlanda. Lleva dos meses sin verle en persona y cinco sin probar su polla, a la que estaba acostumbrada a diario. Sin poder evitar que sus hormonas tomen el control, en la despedida el padre se sorprende con lo que su hija el ofrece… un beso directo en la boca con la punta de la lengua dentro. Como al descuido, también se apoya más de lo necesario entre el muslo y el paquete de su padre, reteniéndose en tal trance un poco más de lo normal…, sonríe y se marcha.

Germán conduce a su oficina un poco trastocado… si bien puede ser entender como normal la conversación en el aseo mientras meaba, ese beso combinado con la presión de su mano en la polla, ya comienza a ser sospechoso. No le da más vueltas y se centra en el trabajo, que no es poco. Al día siguiente la despedida es un poco más atrevida. Ha vuelto a pedirle que la lleve al instituto pasando de coger el bus escolar, con lo cual el padre ya está prevenido y dispuesto a darle a su hija lo que pide si se da la ocasión. Ha pensado bastante en Aroa y realmente le pone cachondo que su cría tenga ese interés por seducirlo ¡Tiene interés por saber hasta dónde puede llevarles con esa actitud!

Llegada la despedida, la chica se abalanza sobre su padre y este la espera dispuesto a lo que venga. Ambos se dejan llevar abriendo la boca lo suficiente como para comérsela mutuamente, metiendo la lengua hasta el galillo durante no menos de 20 segundos de una manera natural por el devenir de los acontecimientos. ¡¡La situación se está poniendo tensa entre el padre y la hija!! Ella no tiene remilgos en apretar de lleno la polla de su padre, agarrando desde los huevos hacia arriba… él le cubre la teta derecha con la mano y se recrea en frotar el pezón con el pulgar de su mano izquierda.

Germán comprende que su hija a los casi 14 años esté muy salida, pero él es un hombre adulto y debería controlar esas situaciones. Ella no se puede decir que sea una chica popular, no se relaciona con chicos a nivel sexual, pero su coño solicita una polla y ahora que ha visto una verga madura, solo piensa en una que no sea la de una adolescente… tras ver la de su padre se ha encaprichado de su pollón.

Cada tarde en la soledad de su cuarto se pajea pensando en el cipote de papá, busca en internet porno de chicas jóvenes con maduros que podrían ser sus padres. Una tarde a solas con él, se lanza a solicitarle que cumpla con lo prometido sobre la medida de su verga.

– Estoy dispuesta a ofrecerte toda la ayuda que necesites… ¡Tengo mucha curiosidad por saber todo sobre cómo me engendrasteis...! El lugar, la postura, cuantos intentos y las medidas del ariete que fecundó a mamá. Seguro que tenemos los medios necesarios para verificar tu erección de manera voluntaria.

– Hija me está pidiendo algo complicado… somos padre e hija.

– Ya ¡¿Y qué?! Seguro que puedes tener una erección conmigo… el otro día la tuviste en cuando nos comimos la boca. No se puede decir que fuera un beso de un padre a una hija…

– Lo siento me dejé llevar

– No tienes por qué lamentarlo, a mí me gustó mucho… y que se te pusiera dura, más. Besas muy bien para tu edad… y eres tan fuerte papá.

– ¡¿Me estás llamando viejo?!

– No papá, pero no eres un chaval y una vez que os casáis perdéis el punto…

– Vaya con mi niña lo que sabe, parece que has probado a muchos… ¿Ya tienes novio?

– No tengo, ni he probado a muchos… más bien a casi ninguno. El chico que me gusta en el instituto no se fija en mí… siempre está con otras antes que conmigo, y si te digo la verdad cada vez me interesa menos o nada.

– ¿Entonces no has tenido relaciones con ningún chico?

– Bueno papá he tenido algo, no soy tan inocente.

– ¿Y que es ese algo si se puede saber…?

– Pues… verás es un poco delicado para decírtelo a ti, eso deberías de hablarlo con mamá antes. ¡Espero que no te enfades! A mamá no le importa.

– Creía que tú y yo nos teníamos más confianza con el tema del sexo… pero veo que hay cosas que no sé y tal vez debería saber.

– Mira papá solo te puedo decir que Enzo y yo jugamos juntos a descubrirnos… vamos que tenemos nuestras cositas desde hace un tiempo.

– ¿Me estás diciendo que te besas con tu hermano, como si fuerais novios… con esos besos de lengua que me has mostrado que sabes dar tan bien…?

– En verdad no es solo eso papi… hay un poco más…

– ¿Habéis llegado a algo más serio…? ¡¿Y tu madre lo ha permitido sin rechistar…?!

– Papá no escandalices, no hemos hecho nada raro.

– Defíneme el concepto de raro para ti

– Enzo y yo desde muy pequeñita hemos compartido habitación, nos hemos bañado juntos y nunca ha habido ningún problema, pero hace tres años, una noche que dormíamos en la misma cama como otras veces… pues eso… probamos y me la metió… ya está.

– Entonces… ¡¿Me dices que acostarte con tu hermano es no nada raro?!

– Naturalmente que no lo es, En la cultura latina es muy habitual, los griegos y los romanos también lo hacían, hasta los egipcios de tu época… Pregúntale a mamá y verás que no es tan grave¡¡Además mamá y Enzo también lo hacen desde hace dos años… y no pasa nada!!

– Pues vaya como está la cosa en mi casa, y yo sin enterarme que soy un cornudo. Esto no puede quedar así. En primer lugar voy a tener que pedirle explicaciones a tu madre sobre este tema y luego hablaremos con vosotros a ver qué es lo que tenéis en la cabeza.

– Si te sirve de consuelo papá, aún no tengo la regla…  es imposible que me deje preñada.

– Menos mal, porque eso es otra cosa más que nos podría traer… ¡CONSECUENCIAS INESPERADAS!

Amanda tenía turno de tarde y noche, Germán no durmió esa noche y con más calma al día siguiente cuando su esposa se puso en marcha le dijo que tenían que hablar ipso facto de algo que le parecía pernicioso…

– ¡¿Qué es eso tan grave?!

–Amanda estoy un poco escandalizado por lo que me ha comentado Aroa.

– ¿Y qué te ha contado la niña?

– ¡¡Pues no me dice que se acuesta con su hermano!!

– Madre mía Germán, parece que no te enteras de nada de lo que pasa en esta casa...

– Ya veo…, me están dando sudores fríos.

– Tranquilo cariño, a los chicos de hoy en día es imposible ponerle barreras, ya sabes…los amigos, internet, las películas del cine y series, la calle y el propio lenguaje… en todos los lugares tienen sexo fácil sin consecuencias aparentes, todo lo asimilan y es muy complicado por parte de los padres, luchar contra ello.

– ¡¿Tanto como para evitar que nuestros hijos follen desde hace tres años que yo sepa, o al menos es la confesión de Aroa…?!

– Sí es cierto que desde los 10 años su hermano se le mete… en un principio a modo de juego en la cama tras irse a acostar, luego follaban en las largas tardes que se quedaban solos en casa estudiando. De eso tengo pruebas, pero no te dije nada porque eres muy irascible escandalizándote por algo tan natural. ¡¡Son jóvenes tienen que experimentar!!

– Pero son hermanos, y Enzo ha tenido amigas que yo sepa…

– Amigas, pero no follamigas. Debemos dar gracias a que ha encontrado una válvula de escape con su hermana, de la olla a presión que es esa edad. Yo solo le he puesto en orden la información sesgada que les llega por todos lados. Ordenando sus ideas, sus deseos y como deben hacerlo sin tener consecuencia inesperadas con las que lamentarnos todos.

– Vamos a ver Amanda, que la niña solo tiene 13 años y cuando comenzó a follársela su hermano 10 añitos… a esa edad las hormonas no están en ebullición todavía.

– Con Aroa sí… es una niña con un desarrollo sexual prematuro ¡Te lo puedo asegurar!

– Pero si aún no tiene la regla.

– ¡¿Mi vida no te han dicho alguna vez que el sexo está antes en la cabeza en los genitales?! Enzo tuvo más suerte que tú de vivir en una casa con una niña.

– ¿Me está diciendo que si hubiera tenido una hermana, hubiera hecho lo mismo… tirándome, follándomela todos los días…? No estoy yo muy seguro de eso.

– Eso no lo sabremos nunca cariño, lo cierto es que a ella tampoco le pareció tan mal que la follase su hermano del alma…. Los chicos se quieren mucho, se aman con delirio y me encanta ver como Enzo se desvive por su hermana para que no le falte de nada… la ayuda en los estudios, la acompaña a ballet e inglés, espera paciente horas para traerla a casa.

– Si eso no lo voy a negar, el chico es un primor con la niña, pero una cosa no quita la otra.

– Germán, debemos aceptarlo, así sucedió sin que nosotros pudiéramos hacer nada para que el chico desfogarse su testosterona. ¿Acaso a ti no te ocurría a su edad? Los adolescentes están colmados de hormonas que les pide tener sexo a cada minuto. Llenos de vitalidad y energía acumulada, de alguna manera tiene que soltar adrenalina si no hace actividad física y si no tiene novia, y aunque la tuviese mejor follar en casa.

– ¿Y la natación no le es suficiente? Claro que no, si ni siquiera le es suficiente follarse a una, que necesita follarse a dos…

– ¿Qué me está diciendo…?

– ¡¡Joder Amanda… no me vas a negar que además de estar follándose a su hermana, también se lo monta con su madre…!!No te parece demasiado fuerte ¡Que somos familia…!

– Bueno ya me habías asustado con la otra…. Efectivamente, somos familia… una familia que educa a sus hijos sin frustraciones.

– ¡¡Lo que más me sorprende es que para más inri, tú les animaras a continuar después de descubrir que el chico se follaba a la niña…!! Y además participar en tal desaguisado.

– No te equivoques cariño, tú me das lo mío… pero me follas poco con solo cinco o seis polvos al mes… una tiene sus necesidades, como comprenderás no es suficiente y me tengo que complementar con el “Satisfyer”, tanto que lo tengo que renovar enseguida…

– Acepto que mis ausencias son largas y tú tienes tus calentones de coño, pero una cosa es el aparatito para tus recreos personales o complemento cuando estamos en el asunto, como tú dices, y otra joder con los chicos participando en sus folladas.

– Bueno no es así exactamente… solo le quito un poco de trabajo a la niña, rebajando el ímpetu de Enzo. Además a los chavales hay que enseñarles bien y en esta casa la educación siempre la has dejado a mi cargo… y yo no soy una mujer al uso, así que tampoco soy una madre que educa a sus hijos de la manera tradicional con la semillita que se planta en la barriga de mamá y todas esas chorradas… ¡A los diez años ya han visto más porno que tú y yo a los treinta años!

– Vamos a ver, una cosa es la educación sexual y otra que un hijo se folle a su madre.

– ¡Bueno a ver! ¡¿Tendrá que aprender…?! La práctica es parte de la enseñanza. Y tú sabes también como yo, que las relaciones sexuales completas son esenciales para mantener viva la llama del amor en una pareja… cuanto mejor aprenda a hacerlo, mejor le irá en la futuro.

– Pues yo no he tenido que follarme a mi madre para mantener la llama del amor.

– Tal vez tú no, porque yo me encargado de esa parte.

– ¡¿Me puedes explicar mejor lo que acabas de decir…?!

– Pues que en mi casa se han usado metodologías poco habituales para educarnos, y… bueno mi padre… mi madre consentía e incluso promovía que mi padre me follara habitualmente desde los 12 a los 18 años que me marché al Granada a estudiar la carrera.

– Nunca me la habías dicho nunca…

– Como te voy a contar algo así, quería casarme contigo, no espantarte. ¡Y no me ha ido tan mal en la vida! Supe elegir al hombre adecuado sin tener que estar probando con uno u otro… Por esa misma razón, tú deberías hacer lo mismo con la niña... enseñarla bien como hacer el amor. ¡¡Ahora que aún no tiene la regla, puedes correrte dentro de su coño sin peligro alguno! No tendrás una mejor oportunidad en tu vida, con lo encaprichada que está.

– No me he dado cuenta que Aroa me solicitara para cubrir su apetito sexual. No se me pasó por la cabeza que nuestra niña fuese ya una adolescente con sus necesidades a flor de piel.

– ¡¡Te está reclamando cariño… parece que no fueras su padre!! ¡Te lo pide ella y te lo suplico YO! Su hermano hace más de cinco meses que se marchó a Irlanda y necesita contacto masculino. Seguro que los dedos no le dan para pajearse ¡Se le habrán borrado las huellas dactilares de sus yemas! Fíjate que estoy pensando en comprarle un “Satisfyer” como el mío o prestarle el mío, si no entras a consolarla pronto.

– Bueno, bueno ya veré como solucionamos este entuerto hormonal ¡Déjame un tiempo de reflexión!

– Adelante papi, la nena aún no tiene a regla y le vendría bien que le ensancharas la vagina con ese pollón tan gordo que tienes…. y de paso que pruebe tus abundantes lechadas.

– ¡¿No me digas que Enzo se corre dentro de su hermana?!

– Por supuesto Germán, ¿o me vas a negar que os gusta correos dentro de nuestros coños?

– ¿Con eso me quieres decir que folla a pelo con su hermano…y que yo también me la puedo follar… que la llene de leche sin miramientos…? 

– Debemos reconocer que es lo mejor para ella y para él…de esta manera la vagina comienza a gestionar el semen y ambos disfrutan más de acto en sí.

– ¡¿A ti también te folla a pelo tu hijo…?! Por tu cara está claro que sí y además se correrá dentro de tu coño, como si lo estuviera viendo en directo ahora mismo…

– Madre de Dios, Germán… pues claro. Tú tranquilo, sé lo que piensas…, pero tu dulce y cariñosa esposa toma las medidas oportunas para no quedarme preñada, a no ser que mi papi me quiera hacer una buena panza… ¡Sabes que no me importaría que me PRAÑARAS!

– Creo que necesito un tiempo de reflexión, no es fácil asimilar tanta información de índole  tan complicada de gestionar sobre tu propia familia, en especial los cuernos que me está poniendo mi esposa.

– ¿¡¡Qué cuernos son esos, cariño!!? Es nuestro hijo y yo una madre que quiere y desea formar a mis hijos en libertad, con naturalidad… que no vean el sexo como un tabú del que no se puede hablar o tratar dentro de la familia. Es cierto que he ido un poco más allá que cualquier otra madre, pero es que no quiero que seamos unos padres al uso, sino esos padres de los que se sientan orgullosos nuestros hijos en el futuro ¡Y si no quieres que Aroa se acueste con cualquier desarropado que pase por delante de ella, tienes que hacer algo con la niña enseguida! ¡Fóllatela, márcala como tuya! Cuando conozca el placer de tener una polla tan gorda y dura como se le pone a su padre, verá que cualquier otra es insulsa.

Al cabo de unos días de meditar y valorar los pros y los contra de la situación, Germán llegó a la conclusión que a él le gustó el contacto con su hija más de lo que estaba dispuesto a reconocer, y de la charla con su esposa extrajo que el camino hacia la nueva experiencia familiar estaba casi hecha, solo tenía que decir sí quiero y tendría a su hija abierta de piernas para probar su tranca con el consentimiento de su esposa. Naturalmente todo placer conlleva un sacrificio, y este era que debía de admitir y soportar la relación de su primogénito con su madre. Si superaba esa línea roja, podría gozar de una mujer madura y de una chica adolescente por el mismo precio sin salir de casa.

La vida le estaba yendo bien a Germán, en su empresa era un líder nato casi imprescindible, aportaba un sueldo con incentivos cuantiosos y todo ello le llevaba a tener unos ahorros para disfrutar de una casa, coche, escuelas privadas y unas inmejorables vacaciones. Sus hijos en el fondo era buenos chicos, y excelentes estudiantes, así que para cerrar el círculo, pensó que una vez que Enzo acabará en unas semanas el curso, se marcharían a unas vacaciones en el mar con el Yate de Luis Asensio, un directivo que en más de una ocasión le ha ofrecido el yate por el módico precio de cuidarlo… y ese año no fue distinto en su ofrecimiento, con la diferencia que esta vez, Germán aceptó.

Vacaciones en el mar

Somos una familia muy bien avenida que disfruta en las vacaciones de verano en el mar, la naturaleza y el sexo familiar en grupo…llevamos años gozando juntos menos papá. Precisamente en las vacaciones de verano, después de haber aprobado mi hermana y yo el curso con todo limpio, mis padres decidieron que debíamos tomarnos unas merecidas vacaciones, nos fuimos toda la familia a las islas Baleares con un Yate. Nos acomodamos en él con nuestros enseres, y nos preparamos para estar un mes de veraneo en el mar y en las playas de la zona. El barco no era nuestro chalet y todo estaba reducido, nosotros debíamos compartir más de lo normal en casa.






Un día decidió mi padre pasar unos días en una de las calas de la isla de Formentera y hasta allí fuimos, al ser entre semana la cala estaba vacía, no había absolutamente nadie, solamente se accedía a ella por mar y quedaba algo lejos del último puerto náutico, por lo que sólo era para embarcaciones de poco calado. Mi padre fondeó el Yate a un cuarto de milla de la costa y sin bajarnos, nos quedamos a disfrutar del mar y el bronceado sobre la cubierta. Por la mañana el sol era impresionante e iluminaba todo, daba vida a la cala, tomamos sol y nos bañábamos a ratos accediendo por las escaleras de eslora.

En una de esas mi madre tomó la palabra para decirnos lo orgullosa que estaba al igual que mi padre de sus hijos, y esas vacaciones en el mar eran honor a nosotros por varios motivos… en primer lugar por ser buenos estudiantes habiendo aprovechado el curso con una media de notable alto, y sobresalientes. En segundo lugar para celebrar mi mayoría de edad, en tercer lugar porque Aroa ya era mujer al haber tenido la regla días atrás, y en cuarto lugar por ser una familia unida y feliz. Por todo ello, mi padre hizo el esfuerzo para conseguir el Yate con el que disfrutar de las mejores vacaciones de nuestra vida.

– Y como no hay mejor forma de ser auténtico en la vida y vivirla de tal manera, tu padre y yo creemos que lo mejor es mostrarnos tal como somos al natural. Quiero que sepáis hijos míos que papá ya está al tanto de todo cuanto pasa en casa con nosotros, y está dispuesto a participar del amor familiar.

– Eso quiere decir que apruebas nuestras relaciones y te unes a ellas, papá, dije aclarándolo.

– Así es Enzo. No voy a decir que no me escandalicé un poco al enterarme, pero en esta vida si no eres tolerante no llegas muy lejos. De tal modo, si mi familia es feliz como es, no seré yo quien rompa la armonía que tenemos entre nosotros.

– Bueno y dicho esto queda todo aclarado ¿verdad? Pues para inaugurar la nueva etapa familiar, y dado que estamos en este barco como si fuera nuestra propia isla “Robinson Crusoe”, he pensado que lo único que nos sobra es la ropa… ¡Quien quiera puede practicar el nudismo cuanto quiera cuando estemos en alta mar o alejados de miradas indiscretas!

Mamá se quitó el top y seguido le pidió a su esposo que le sacara las braguitas del bikini, papá desató los lazos que pendían de su cadera y el trapito cayó sobre la cubierta.

– ¡Alehop! Aquí me tenéis en pelotas, aunque no creo que nadie se extrañe, porque no ve nada nuevo… todos los presentes ya me habéis visto desnuda en más de una ocasión ¡Ja,ja!

– ¡¡Y han probado tus delicias todos sin excepción!!Dijo papá.

– Eso también cariño… las delicias están para gozarlas y en este viaje todos las probaremos.

Mi padre se levantó y le pidió a mamá que le quitase el bañador, sin dilación su esposa soltó el nudo del cordón y tiró hacia abajo desvelando el cipote de papá. Aquello era realmente un badajo enorme… Aroa no podía dejar de mirar lo que le colgaba a papá entre las piernas.

– ¡Tachán! He aquí los encantos de vuestro padre que me acabaron de seducir. ¡Esto sí que es nuevo para vosotros! –Nos quedamos extasiados–Creo que les has dejado sin palabras.

– Eso parece… es evidente que mi cuerpo no es tan agradable a la vista como el tuyo, Amanda. Comentó papá para quitar un poco de aspereza a la situación

– Bien chicos,–dijo mi madre cambiando de tema– Este sol me está abrasado y necesito refrescarme, a ver si a la vuelta se os ha quitado el espasmo... ¡¿Vienes conmigo, cariño?!

Mis padres se echaron al mar desde popa tal como estaban desnudos. Mi hermana y yo no comentamos nada, tal vez por vergüenza o cautela, el caso es que nos guardamos lo que pensábamos… nos quedamos a la espera de su vuelta tomando el sol sobre cubierta, ella boca abajo sin top. Al cabo de unos minutos salieron del mar, al llegar a nosotros y ver que les mirábamos nos dijeron que estábamos todos mucho mejor desnudos, que se disfruta mucho mejor de la naturaleza. Mi hermana y yo pensamos lo mismo al mismo tiempo… nos desnudamos sin pedir más explicaciones, estaba claro que esas vacaciones iban a ser muy especiales. Yo solo tuve que dar un tirón a mi bañador y quedé en bolas, mi hermana un tanto de lo mismo porque ya estaba en topless… nos tumbamos en nuestras toallas disfrutando de los rayos de sol y el suave mecer del barco sobre el mar.

Mi padre tomó el protector solar y se lo empezó a untar a mi madre por la espalda. Ella dijo nos lo pusiésemos antes de acabar quemándonos la piel. Así fue, se lo puse a mi hermana y luego ella a mí. Primero me puse boca arriba y luego me viró y me lo untó en la espalda y el culo, al llegar a él, me lo abrió un poco y me lo acarició con el dedo lleno de crema pero no se detuvo en él, y continúo por las piernas. Mi padre en cambio, al ponérselo a mi madre sí se detuvo en el culo y le abrió las piernas y durante un rato le acarició la rajita, mi hermana no se daba cuenta pero yo los tenía al lado y lo veía todo, por momentos me excitaba… continué embadurnando a Aroa tallado todo su cuerpo a placer.

Le tocó entonces el turno a mi madre, ella sí que le daba un reconfortable masaje a mi padre, empezó por su espalda más tarde se detuvo un buen rato en sus pies, él parecía dormido disfrutando del masaje. Acabada la parte de la espalda le volteó y le masajeó el pecho, mi padre es robusto y había mucha superficie, le extendió toda la crema y luego bajó hasta su verga… la masajeó suavemente, continuó haciéndolo y el cipote se le puso a cien, era de un tamaño considerable, yo diría que cerca de los 20 cm de largo, pero extremadamente grueso con unos 7 cm de ancho. Mi padre soltaba algún jadeo en tanto ella seguía masajeando suavemente. Yo miraba y me excitaba, en eso mi madre alzó la vista y sonrió…

– Te gusta, ¿eh?, Tu madre sabe hacerlo bien, es la edad.

Mi hermana nos escuchó y giró la cabeza hacia nosotros. – Mamá ¡¿Qué haces?!

– Tranquila y deja que tu padre disfrute. Esto no es nada diferente a lo que hacemos con tu hermano… ya lo que hemos hablado nosotras algunas veces Aroa… ¡A los hombres les gustan los masajes con final feliz…! Seguro que tu hermano hace tiempo que ya no se las hace él solito ¿Verdad? Jajaja. –Mi hermana se sonrojó– ¡¡Hija papá sabe que folláis juntos…!! Y lo ve con buenos ojos ¿No es así Germán?

– Claro hija, hacer el amor o tener sexo es lo mejor de la vida y tu madre es una experta.

Mamá no paraba de frotar el recio tronco del cipote de papá… – No pares Amanda, –le espetó su marido– ¡Joder un poco más…, me llega… ¡Ummm! ¡Aaaggg! ¡Ummm! ¡Síiii!

Mi padre al momento soltó un montón de semen en tres grandes chorros súper potentes y largos. Uno cayó sobre mi madre cubriéndola desde el pelo a su barriga, otro sobre la cubierta y el otro en el pecho de papá. Los siguientes fueron más lapsos y resbalaron por el glande a la mano de mamá cubriendo sus dedos de semen.

– ¡Madre mía Germán, cómo estabas de cargado!, le dijo mi madre– Has soltado un mogollón de leche… ¡¿Os imagináis a vuestro padre corriéndose dentro de mi vagina, con todo este pollón metido? Nunca me cabe todo lo que le sale

– A pesar de tener una vagina bien profunda, ¡¡Le es imposible tragarse todo este arsenal de lefa, con este pollón metido en el coño!!Dijo mi padre orgulloso de cipote que portaba.

Ellos se empezaron a reír mientras se levantaba y se fue al agua con ella. Aquella escena me había dejado perplejo, nunca se habían comportado tan impúdicos juntos, delante de nosotros, en especial mi padre. La escena me había excitado, pero no participar me dejó demasiado caliente con ganas de descargar, se incrementó mi dolor de testículos. A mi hermana le pasó algo parecido… comentó lo gorda que papá tenía la polla y que la mía jamás sería así de ancha. Le excitaba verla tan gruesa como un tronco de árbol centenario. El culmen fue la impresionante eyaculación. En un momento de sinceridad comenta que había intentado sugestionarle en alguna ocasión durante los meses que yo estaba en Irlanda, pero no había conseguido nada… por tal motivo le tenía cada vez más ganas y un poco de celos a mamá… haberlo visto en plena acción no le ayudo en nada…, su motivación era mayor.

Después de aquello continuamos la rutina dentro del barco, desnudos todo el día. Mi padre y mi hermana tendidos sobre cubierta comenzaban a intimar un poco más, en eso me pidió que ayudara a mi madre en la cocina. Así lo hice y metí en el interior del camarote principal que formaba el comedor, salón y cocina…la ayudé a preparar la comida. El lugar era reducido y los roces constantes de acá allá, mi polla se rozaba con su culo constantemente. Empezó a coger cosas de los armarios bajos y me dejó a la vista, casi delante de la cara su hermosa raja, con unos enormes labios, sinceramente es maravilloso el coño de mamá…visto desde atrás junto a su culo aún más. Cuando ella se volvió me cazó mirándola como un bobo, luego pensé que lo había hecho adrede posando más tiempo del normal.

– Pero Enzo ¡¿te has excitado viéndome o ha sido de tanto frotarte con mi culo?!

– Mamá ha sido inevitable… me has puesto el culo delante de la cara.

– Ya hijo, esto es tan estrecho que es imposible no tener roces… pero mira qué cosa más rica tienes, ¡eh!, –estaba la verga muy erecta y yo excitado como un toro– Tienes una polla muy bonita ¡¿Sabes?! Me encanta como sobresale tu glande despejado de prepucio, la forma curvada hacia arriba a modo de banana y calzando un poco a la izquierda, como a mí me gusta. ¡Cualquier chica se volvería loca por que la follases con esta arma del amor!

– Yo solo lo hago con Aroa… y contigo. No necesito a ninguna otra chica.

– Eso es muy digno y admirable por tu parte, mi vida, Aroa te ama con locura… ¡Recuerda que ella es solo tuya! Solo tú la has probado y así será mientras le des lo que ella necesita.

– ¿Y qué es lo que necesita?

– ¡Qué tontos llegáis a ser los  hombres a veces…! Pues tu cariño, amistad, tus atenciones… debes estar atento a los detalles como el cumple o si está triste. Y todo eso casi siempre se soluciona dándole verga. A las hembras nos gusta que nos mimen, pero mucho más que nos follen duro dándonos amor. Es ineludible que la respetes en cada momento… y lo mismo algún día con tanto amor nos hacéis abuelos ¡¿Porque ya sabes que la puedes preñar?!

– Sí claro mamá, ya tiene la regla. Ya es una mujer…

– Eso es. Ahora cariño te quiero atento, y con esa erección pensando en mi culo no lo vas a estar, así que si quieres puedes descargarla ahí sentado, después de lo visto con tu padre no creo que tengas problemas ¿verdad…? Te puedes hacer una paja mientras me miras cocinar, no te preocupes por mí me puedes usar de inspiración… Te la haría yo misma pero si me pongo con tu polla hoy no comemos.

Yo no respondí estaba quieto, en eso mi madre paró de hacer sus cosas…

– Pero ¿Qué te pasa Enzo, no te apetece o es que prefieres follarme…?

– Follarte estaría bien, pero mejor sigo ayudándote o nunca terminaremos en la cocina.

– Bueno muy bien mi rey… no te preocupes ya arreglaremos tus apetitos… no será problema alguno para nadie. Mejor acabamos de preparar y después nos ocuparemos de tu erección.

Al cabo de media hora estábamos todo comiendo, colocó mi madre las cosas en la mesa de cubierta ayudada por mi hermana y papá. Durante la comida se comentaba lo bien que estábamos todos desnudos, y lo que nos habíamos perdido todos estos años. La conversación se hizo desenfada y muy amena gracias a la empatía de mamá con todos nosotros, la cual nos la contagiaba creando un ambiente relajado en donde podría haber sido una situación tensa. Tras comer y recoger todo, mi padre y mi hermana se dedicaron lavar la cubertería… de alguna manera espontánea se crearon las parejas madre-hijo, padre-hija.

Mamá y yo nos tumbamos, luego llegaron ellos dos y se unieron a tomar el sol y conversar tan ricamente. Nos dimos crema, pero mi padre le dijo a mi hermana que la tenía mal puesta y le empezó a masajear por todo el cuerpo, ella estaba boca arriba y con los ojos cerrados, mientras mi padre estaba detenido en sus tetas… ella tenía los pezones erguidos, no decía nada, de vez en cuando sacaba la lengua y se mojaba los labios, mi madre se incorporó y acarició un rato la espalda de mi padre, y él bajó su mano y acarició el pubis de Aroa, en eso mi madre dejó de acariciar a mi padre y separó las piernas de mi hermana.

– Así gozarás más, – relájate pronunció mamá acercándose al oído de su hija – La manos de tu padre son muy amenas, grandes y agradables.

La raja la tenía toda a la vista, Aroa al igual que mamá tiene el coñito pelado con un poco pelo sobre el pubis, tan diáfano que casi no se nota, yo no hacía sino colocarme bien para ver el espectáculo, mi madre se percató y me invitó a que me acercara. Me situé con todos ellos y disfruté de lo que veía, era una visión maravillosa, mi hermana gozaba en silencio, mi padre estaba otra vez excitado con toda su tranca gruesa durísima y yo estaba igual. Debía ser gracioso vernos a ambos empalmados. Mi madre empezó a acariciarme a mí también, yo no quitaba la vista de la rajita de mi hermana y en un momento mi madre me agarró la polla y empezó a frotármela, me sonrió en digna complacencia a la sensual escena.

Me masturbaba… – ¿Ves lo fácil que es, cariño?, así debes hacerlo tú cuando te llegue el subidón de testosterona… a este ritmo, sin prisas.–Pegó su cara a la mía sin dejar de frotar mi verga con pericia– ¡Qué preciosa es Aroa! ¿Verdad? ¡¿Te gusta tu hermana?!

– Sí, es muy guapa.

– Es muy guapa y con 14 añitos ya está muy buena… Seguro que tiene muchos chicos detrás de ella, le debe de gustar a todos como a ti… ¡¿Pero Yo también te gusto, verdad?!

Me quedé un poco parado ante la pregunta en presencia de papá, si bien ambos nos estaban acariciando de manera sensual, no era menos cierto que con nuestro padre no tenía tanta confianza como con ellas… acaba de entrar en el círculo incestuoso, como quien dice.

– No te cortes cariño, papá ya sabe y tiene asumido que nos has follado a las dos… a él no le importa, incluso le excita… ¿¡No es cierto mi amor?! ¡Mirar el pedazo de tronco que le sale de entre sus piernas! Dijo digiriéndose a su marido.

En ese momento mi padre recorría cada punto del cuerpo de Aroa… mi hermana seguía gozando cada vez más del masaje. Una mano recorría su barriga y sus tetas, en tanto la otra se dedicaba a la rajita y el clítoris… ella gemía. En un momento mi madre paró a su esposo.

– Ven, ponte aquí que la vas a hacer gozar tú también.

– Ánimo Enzo, dijo mi padre apartándose un poco.

– Papá desea ver como se aman sus hijos… le hablado de ello y está deseoso de verlo con sus propios ojos…. Así que demuéstrale a papá lo que sabes hacer dentro de tu hermana.

Mi madre me animó aconsejándome cómo usarla, mientras me colocaba sobre mi hermana.

– Ten cuidado, no seas bestia y métela suave… ya sabes que tiene conejito muy apretado.

Me situé encima, Aroa miraba la secuencia como una sumisa vestal romana a la que van a desflorar. Mi madre me colocó la punta de la verga en la rajita del conejito filial.

– Vas a ver como tus hijos hacen el amor… ¡Es algo maravilloso verles amándose! A mí la primera vez me emocionó y se me saltaron las lágrimas…

Mi hermana estaba toda mojada gracias a la labor de papá, yo empujé y la coloqué en la boca de su coñito, seguí empujando y entró un poco, Aroa dio un gemido y abrió los ojos un poco más…, empujé y la metí más allá del glande, así me moví metiéndola y sacándola, mi cuerpo se tensaba en cada empujón adentro de la niña, mi madre me acariciaba el culo deslizando sus dedos asía las pelotas bamboleantes. Era imposible soportarlo un segundo más tras el calentón en la cocina… apenas en menos de dos minutos notaba que me corría, avisé sabiendo que podría preñarla…– No voy poder aguantar más… ¡Ummm! ¡Me corro…!

– Continúa Enzo, No te importe descargarte dentro de tu hermana… ella lo está deseando igual que tú. –Me alentó mamá cómplice con papá– ¡Llénale el coñito con todo tu amor!–La mano de mamá presionaba con contundencia mis huevos– ¡Continúa! Aroa está encantada de que inauguréis juntos vuestra nueva etapa como  hombre y  mujer. A partir de hoy ya os consideraremos adultos.

Ese polvo era el bautizo y consagración de nuestra madurez, tenía visos de rito iniciático en presencia de nuestros padres como padrinos en nuestra bendecida unión como pareja de hecho. Parecía mentira que una niña pudiera generar tanto fluido en su coñito.

Aroa estaba realmente desesperada. Le agarré las tetas, la besé comiéndole la boca sin dejar de follarla. Le habría metido poco más de la tercera parte cuando tuvo su primer orgasmo. Yo seguí. A los pocos minutos había metido más de la mitad. Estaba por acabar, y Aroa gritaba agarrándome lo que me quedaba de pija afuera. Le dije que llegaba.

– ¡¡Dámela!! ¡¡Entiérrala toda!! ¡Por favor!!!!!

No lo pensé dos veces, sin más, en tres segundos, arremetí hasta el fondo. Nunca había metido tanto la polla dentro de mi hermana… solo quedaban fuera alrededor de 3 o 4 centímetros y mi capullo tocaba el fondo de su vagina. Aroa dio un alarido que me asustó. En ese exacto momento largué un chorro de leche, que me pareció que no terminaba de eyacular chorro tras chorro del subidón de adrenalina que tuve. Me corrí. No soporté un segundo más y le eché toda la leche que tuve almacenada en mis cojones, la cual hervía desde que mamá pajeo a papá y luego en la cocina, su culo rozó intencionado.

El polvazo fue una mezcla de dolor y de placer. La miré, y vi que le había agradado, tanto a Aroa como a mamá y papá. Le chorreaba algo de semen por los labios del coñito mezclado con tanto fluido vagina se deslizaba en un reguero jugoso. Ella tuvo un orgasmo fenomenal tal excepcional como el mío. Dejé mi pedazo dentrounos instantes, aun duro pero cansado. Sentía la mano de mamá acariciar mi espalda bajando a mi culo diciéndome lo buen chico que era y lo feliz que les hacíamos a mis padres…

– Lo siento, no he podido aguantar más… les dije excusándome por durar tan poco.

– No pasa nada, estabas muy excitado, eso es todo. No es fácil mantenerse entero teniendo a estos bellezones, desnudas ¡Demasiado has resistido campeón! Pronunció papá.

Me sentí como nunca con  las palabras de aliento de mi padre. Todo era genial, me aparté y me quedé boca arriba sobre la toalla de cubierta. Aroa fue la única vez no abrió la boca en todo el tiempo, de eso ya se encargaba mi madre, la cual comentó…

– Muy rápido tu hermano, ¿verdad Aroa?

– ¡Ay, sí, mamá! Para lo que me tiene acostumbrada… quiero más. Me siento mal así como a medias, y eso que me ha llenado a base de bien corriéndome, ¡Pero no es suficiente!

Mi padre y mi madre se miraron, a mí me flojeaban las piernas de la corrida tan feroz que había tenido. Mi madre cogió la polla de mi padre y lo masajeó un poco, luego comenzó a mamársela… la tenía agarrada de la base con una mano y la otra presionándole los huevos, mientras su boca se encargaba del orondo capullo. Cuando creyó tenerla a punto…

– Tranquila que con esta no te vas a quedar mal. Y papá hace mucho que te tiene ganas.

– A mí me apetece papá mucho más desde hace tiempo… ¡Te tengo muchas ganas, papá!

– Lo sé cariño, no me atrevía a dar el paso. Me daba miedo que te pudiera dañar… y el hecho de ser tu padre me hacía qué pensar… pero tu madre ha aclarado todas las dudas.

– No te preocupes que lo soportaré… lo tengo muy bien preparado Ya.

– Puedes estar segura que sí hija… te das cuenta de lo que dan de sí las vaginas cuando te pones a parir… y con lo ancha que tiene tu padre la verga, te va a parecer que estás pariendo a uno de sus hijos… ¡¿Por qué te crees que me enamoré de este macho…?!

Mi padre se colocó en mi lugar, tomó las piernas de Aroa y las puso sobre su tórax, luego la sujetó de los tobillos abriéndole las piernas, a su vez se expandieron sus labios vaginales como dos pétalos de una flor al ver el sol de la mañana. Mi padre se hallaba muy empalmado, la dureza era tal que brincaba dando espasmos, generados por el bombeo de sangre necesaria para mantener tan recia verga endurecida. Sus huevos eran semejantes a los míos, su escroto rebozado de venas azuladas, colgaba somero envolviendo un par de testículos voluminosos. Se blandía erecta apuntando a la entrada del coñito de su hija, la cual era buscada por mi padre manejando las piernas de Aroa encontrando la altura oportuna.

– Tranquila Aroa, le dijo mi madre.

– Mamá esa polla es muy gorda, no sé si me va a caber.

– Relájate y disfruta como lo hago yo, mi amor.

En eso mi padre sin más ayuda que su cadera y el manejo de las caderas de Aroa desde los tobillos, colocó aquel trabuco en la entrada de la rajita de mi hermana. Mi madre con la mano aprovechó su cercanía para abrir un poco la rajita a Aroa. Era toda rosadita y estaba muy mojada. Apartando los labios, evitaba que el cipote de papá los arrastrara hacia dentro.

– Empuja un poco Germán, dijo mi madre al ver que por fin enfiló el glande en la boca de su coñito.

– No te preocupes Amanda que le entra, le dolerá algo pero al minuto la haré gozar.

En eso, hace fuerza mi padre y mi hermana grita, veo que la cabeza del rabo ya la tiene dentro, otro empujón y le entra la mitad. La anchura de su verga es tan considerable que la vulva de su chochito, se convierte en dos mofletes franqueando la entrada del submarino nuclear de papá. Mi padre continúa adentrándose en las profundidades de la vagina de Aroa.

– Mamá me duele un poco,–decía Aroa, mientras mi madre le frotaba el abdomen– Tranquila que ya está casi toda. No es tan larga, y te puede entrar toda hasta los huevos… no te preocupes. ¡Lo mejor de una polla es su gordura… nos hace gozar más que ninguna otra!

– ¡Joder mamá… esta polla me va a reventar el coño…! ¡Aaaag! ¡¡Siento como me llena por completo el coño…! ¡Ummm! ¡Aaaaggghh!

Otro empujón y se la colocó toda dentro, en ese momento mi padre la agarró por las rodillas empujando dentro y fuera cada vez con mayor velocidad, lo que al cabo de un rato consiguió que Aroa gritara de placer, aunque más gemía él a cada inserción. Se veía el dominio de la follada moviendo de cintura hacia abajo, dándole alojamiento a su trabuco en el interior de su hija. Solo extraía unos centímetros y la volvía a hundir hasta los mismos huevos… Mi madre como espectadora de primera fila sólo decía…

– ¡Dale duro Germán, dale fuerte que le encanta! Enzo se la folla durante horas y lo soporta muy bien ¡Está hecha a los pollazos! Ahora su coñito se tiene que amoldar a tu pollón.

Me parecía increíble que le entrará aquel cipote tan grueso me puse con ellos y disfrutaba de la vista. Así estuvo durante varios minutos sin agotarse, me sorprendió que papá aguantase de esa manera con tal ritmo. Su hija gemía y gritaba a cada empellón. Entre tanto, mamá…

– ¡¿Te gusta ver como tu padre se folla a la niña, Enzo?! Mira como se la clava entera y el azote que le está dando con las pelotas en su coño caliente… ¡Se la traga entera a tope…!

– Sí, es sorprendente que le coma toda la polla a papá con lo estrecho que tiene el chochito.

Y realmente lo era. Cuando papá tenía toda la verga enterrada en el útero de Aroa, el vientre de ella se hinchaba para poder alojar la mole que la invadía. En eso la sacó un poco del agujero de mi hermana y me dijo que se la cogiera para que viera lo dura que se mantenía tras casi diez minutos follándola. La agarré con una mano y se le comenté lo dura que era.

– Te gustaría tenerla así, ¿eh?, me dijo él.

– Esta mañana no dejaba de mirar mientras te hice la paja, seguro que le hubiese gustado hacértela él, ja,ja,ja. Espetó mi madre divertida

– ¿Que dices Enzo, en serio? Saltó mi padre.

– No, eso no… solo tenerla igual de recia que la tuya.

– Claro que te gustaría, como a tantos–dijo mi madre mientras mi padre se la metía otra vez a Aroa– A todos los machos que conozco les encantaría tener una polla de este tamaño para reventarnos a pollazos. Si son anchas nos dan más placer a nosotras ¿Verdad Aroa?

– Sip mamá,sip ¡Ummm! ¡Esto es increíble! ¡Creo que ya me he corrido dos veces con la polla de papá dentro! ¡¡Joder papá, no pares!! ¡¡SIGUE FOLLÁNDOME!! ¡¡FÓLLAME DURO!!

– No sé, yo nunca he visto nada perecido a como la tiene mi padre. Le dije a mi madre

– ¡Madre mía mi vida! Pero si la tienes dura otra vez, me dijo mi madre agarrándomela.

  No es para menos, siendo un adolescente ante este panorama ¡Ya me dirás! –Dijo papá– ¡Amanda! Te tendrás que ocupar de él o le revientan los huevos a tu hijo...

– Tienes razón Germán, lo haremos a mi manera…

Mi madre me tomó por el brazo y me tendió en una toalla, cogió el bote de crema y se puso un montón en su mano, me lo puso en la espalda y empezó a darme un suave masaje que me relajaba. En eso le dijo a mi padre que aguantara y no se corriera…que fuera despacio con la niña.

Continuó el masaje y me frotaba las nalgas y al momento me estaba acariciando con crema en el agujerito del ano. Lo hacía suavemente, con ternura, lo tocaba y me abría las nalgas, volvía a poner crema y me lo tocaba, luego ponía un dedo en el hoyito y lo metía, lo sacaba y así. Se acercó al oído y me preguntó si me gustaba y le dije que sí, y volvió a la faena. Cuando miró mi padre se había sacado la polla de la rajita de mi hermana y se lo dio para que Aroa lo chupara. Yo seguía disfrutando, cuando noto que mi hoyito me duele.

– ¡Uy!, ¡Mamá!

– Quieto, no te muevas, te estoy metiendo dos deditos, ves ya no te duele tranquilo. Lo tienes más grande de lo que yo pensaba.

Continué mirando cómo Aroa se la chupaba a papá, con ambas manos le pajeaba succionando la gran bola de su glande. Su mano izquierda se desplazó a los pesados cojones de papá, los manipuló con destreza sin dejar de mamar la cabeza del cipote de nuestro padre. Las venas del tallo se habían inflamado más que al principio, la dorsal estaba hinchada, las otras no eran para menos, deformando el cilindro. Por un momento me llegó a mi mente que de pollas como esa sacarían el modelo para hacer los consoladores…

Pero en un momento mi madre se levantó y se acercó a mí, se acomodó a mi lado y me puso su coño en mi boca.

– Chúpalo despacito Enzo, verás qué maravilla.No lo dudé un instante y comencé a comerle el coño a mi madre–  Así, así es como hay que hacerlo sí… no pares de comerte el conejo que te parió ¡Mira como tu hermana se come la polla que la engendró!

Yo chupaba sin parar y seguía dándome placera mi madre, entonces se oyó…:

– ¡Vamos Germán ya la tienes preparada para sembrarla…! ¡Acaba de follarte a tu hija!

No sabía a qué se refería, manejó a Aroa como a una muñeca, colocándola a cuatro patas con mi padre detrás. Seguidamente se hallaba explorando con la polla tiesa, el culito de su hija. La agarró por la cintura e intentó metérmela otra vez por la grieta adolescente, intentó clavarla y en dos puyazos consiguió lo que parecía imposible… abrió en canal a la pobre niña. Yo estaba quieto sin decir nada esperando ver qué sucedía. Él lo volvió a intentar, parecía que podía meterla pese que a cuatro patas se suele cerrar un poco la vagina…, al momento le entró todo el cipote previo la apertura con el glande, dándole sensaciones muy extrañas por cómo se veía lacara de Aroa… No se sabría decir si le gustaba o no, aunque era evidente que Sí, completamente sumisa dejándose follar por su padre.

– Aquí tienes lo que querías. Vamos muévete tú también, decía él.

Sacudía y sacudía, disfrutaba bastante, era un atleta del amor, no se cansaba en aquella postura, con sus rodillas clavadas en la toalla, y sujetándola por la cintura, golpeaba el culito de Aroa contra su pubis. Se veía como la pequeña soportaba los pollazos, y los huevos de papá le azotaban el coño sin compasión. Se retiró para atrás extrayéndola hasta el capullo  y de nuevo la clavó a fondo de un solo envión. La dejó alojada ahí unos segundos hasta que le llenó la vagina con toda su leche. Se vació por completo gruñendo como un toro bravo.

– Toma para que te relajes, le dijo a mi madre.

Se la mamó, relamiendo todo el tallo y el glande limpiando todo lo que tenía impregnado del flujo vaginal de su hija y el resto de esperma. Al tiempo, Aroa cayo rendida sobre una de las tumbonas, tenía el coñito chorreando semen, toda su entrepierna mojada de su propio flujo y los chorretones de lefa que no cupieron en su útero… se encontraba extasiada, rendida y exhausta tras los 25 minutos de jodienda que le dio papá. Tras haberla llenado ambos machos, siendo bien cubierta se lefa, se debía sentir una mujer completa, tan deseada como madura con la regla en ciernes. Papá se recostó a su lado, pero mamá no me abandonó.

– ¡¡Vamos a enseñarles que nosotros también sabemos cómo se hacen los bebés…!!

– ¡¿Quieres que te folle mamá?!

– Por supuesto… ¿Acaso tú no lo deseas…? ¡Te dejaré que te corras dentro como has hecho tú y papá dentro de Aroa! Y mira que carita de felicidad se le ha puesto teniendo el mejunje de ambas corridas mezcladas en su vaginita.

– Se le ve un brillo especial en sus ojos… dije.

Ella la miró y sonrió a mamá por sus palabras, luego besó a papá y este le respondió quedando pegados en un largo morreo. Entre tanto apenas traté de posicionarme bien. Mamá al verme dispuesto, me ordenó…

– ¡Muéstramelo que lo vea bien…! Siempre pensé que estabas bien dotado desde muy niño. Como ya puedes pensar de tu madre… me encantan las pollas grandes..., ese fue el motivo por el que me decidí por tu padre, rechazando a los otros pretendientes ¿Verdad Germán…?

Mi padre no contestó ocupado con la boca y lengua de Aroa. Ante semejante hembra mi mástil se hallaba en todo lo alto… ni dudé en mostrarle mi erección, la cual ya calzaba unos buenos 18 cm y 5 de ancha en pleno, la besé en la boca. Me dijo asombrada que nunca creyó que mi verga llegase a tener ese tamaño, que nunca sería para tanto, y me confesó que yo era el primer hombre tan jovencito con quien follaba y se lamentaba no haber empezado antes. Mamá se notaba que estaba muy caliente, y me pajeó un poco con las dos manos… con una apenas un esfuerzo, llegaba a rodear mi circunferencia.

Sus tetas son enormes y duros para ser una mujer madura que ha dado de mamar a dos hijos, y sus pezones eran rosados muy erectos ya. Pero lo que cautivó mi atención en esos momentos fue su pubis levemente poblado con todo el coño depilado natural que me volvía loco. Su chocho estaba hecha una sopa. En un momento me agarró pensé que con ella debía de usar preservativos, aunque nunca lo usamos, en presencia de mi padre no quería dar una imagen de desgarrado follando a pelo a su esposa.

Quise ir a buscarlos, pero mamá me agarró la verga… – Con tu madre no necesitas condones… tu padre no los usa y tú tampoco. Así que con este garrote me vas a servir a placer. ¡¡Me encanta tener una enormidad así recia y dura dentro de mí!! Ya ves que la de papá es grande y no ha usado condones con Aroa llenándole a placer su útero, lo mismo que vas a hacer Tú. Esto debe medir más o menos como la de tu padre, aunque menos ancha por ahora ¿No quieres tener la sensación del palpitar de tu polla dentro del coño de mamá?

– ¡¡Claro que sí mamá, eso es lo máximo…!!

– Entonces no se hable más… ¡Fóllame como si no hubiera un mañana! Además deseo sentir la fuerza de tus lechazos en el fondo de mi coño cuando acabes corriéndote. ¡¡Quiero toda tu leche dentro del útero que te engendró!!

– ¡¡Joder mamá, no te imaginas el morbo que da correrme dentro de ti!!

– Por supuesto que lo sé… lo noto en la potencia de tus chorros de lefa y lo profundo que la clavas cuando está eyaculando ¡¡Eres un auténtico cabrón folla madres…!!

No me pude resistir. Tal cual yo suponía, mi madre es lo que se llama una “pantera”. Me hizo todo lo que quise y más. Me aprovechó al máximo, y usó toda mi potencia para darse placer. Yo quería que me la chupara, pero ella no daba más y primero quería que la follara. No me costó nada metérsela, no era estrecha, pero su vagina se amoldaba presionando. Sentí un sopor casi inaguantable al notar en mi glande la envoltura de las húmedas y cálidas paredes de su vagina… era tal placer el que me proporcionaba, que no se puede explicar.Llegué a meterle un poco más de medio tronco, y en lo que sobraba entraban justo dos dedos de mamá, la acariciaba al tiempo que su cadera empujaba más adentro… llegue a tope con mis huevos aplastados contra sus labios carnosos ¡Me sentía a tope de poder!¡¿Se imaginan que con semejante polla durísima, mis eyaculaciones abundantes por naturaleza y la calentura por todo acontecido en las últimas horas?! 

Follaba a mi madre como un toro salvaje. Tras haberme corrido con Aroa, aguanté bastante horadando el coño de mamá. Mi padre me anima diciéndome que empujara fuerte como un campeón. Sostenido sobre mis brazos, dejaba un hueco entre mamá y yo follando en la posición del misionero, lo cual dada la posibilidad a mi madre de elevar el cuerpo y facilitar la penetración profunda hasta los huevos, luego opté por ponerme medio de rodillas, deslizando mi polla a modo de cilindro percutor en el acogedor coño de mamá…

– ¡Métemela bien hondo, mi vida! Me pone muy cachonda notar sus pelotas golpeándome.

Se quedó muy quieta, cosa que aproveche para besarla… ya había dejado de ser mi madre para ser mi mujer. Aceptó mis besos y nuestras lenguas se juntaron, nuestros cuerpos también. Subida encima de ella arremetía con fortaleza, mamá reclamaba participar más del momento en su coño… trato de decirme algo pero tape sus palabras con beso apasionado que fue correspondido. Su vagina estaba súper caliente y también de seguro quería su pedazo de carne dura. No cejaba con el mete y saca. Se oían solo los jadeos y gemidos con el fondo susurrante del mar rompiendo lejos, el suave balanceo del Yate y el sonido de nuestra follada al encontrarse los sexos húmedos… ¡¡Choc, choc, choc, choc!!

Ella me miraba a los ojos mientras yo seguía penetrándola en profundidad… – Pensaba que ibas a durar poco conmigo, pero veo que no truhán… ¡Te estás portando como un semental!

Sus palabras no sonaban a reclamo sino a un comentario, sonreí y de nuevo besé sus labios. Levanté sus caderas y luego sus piernas y las puse sobre mis hombros, ahí mejoró la penetración. Mis embestidas eran rápidas y duras en su chocho encharcado y huevos golpeándose. Sonaban sus nalgas cada vez que entraba y salía mi verga de su conducto.

– ¡¡Ahhhh!! Eres un salvaje pero me gusta ¡No pares cabrón… sigueeee! ¡Dame más…!

Cuando sentí que ya estaba a punto de correrme paré y la puse a cuatro patas, la pose que más me gusta y además con ese culazo que tiene mamá era un gustazo disfrutar de su coño tragón y culo a la vez ¡¡LO JUSTO PARA ESTIMULARSE!! ¡Qué nalgas tan grandes y carnosas! Ahora eran mías. Le di unas cuantas nalgadas hasta que se pusieron rojas y metí mi verga por su entreabierta grieta mojada y caliente… entró de un solo tirón, la volví a cabalgar. Percibir la envoltura de su vagina era demoledor.

– ¿Te gusta mamá como te follo…? ¡Ummm!

– ¡¡Siii me gusta mucho nene! ¡No pares…Ummm que ricooo tiras!

La tenia bien sujeta de sus anchas caderas y sus nalgas saltaban cada vez que le daba mis embestidas en su coño caliente y rico. Ya no pude más y eso que quise durar lo más posible. Un poco más y terminaría eyaculando una gran cantidad de semen dentro de ella.

– ¡¡Agggg, joder québueno!! ¡¡Aagggg!!Exclamé viendo llegar el orgasmo.

Todo el subidón me envolvía por dentro, la adrenalina se transformaba en dopamina emergiendo todo el pundonor para continuar penetrando a fondo a mi madre…notaba la subida de leche. Ella también experimentaba algo parecido unos segundos después, tiro el culo para atrás más fuerte de lo habitual. Ahora no quedaba ni un milímetro de mi verga que no estuviese en la vagina caliente y húmeda de mi madre… gemía como una puta y yo sentí la hinchazón con la correspondiente dureza de mi polla eyaculando. Un primer chorro que salió estrechándose contra la pared vaginal de mamá, lo percibió y gimió… ¡Umm! Síiii, no la saqué hasta que mi madre se corrió a gusto y yo continué corriéndome chorro a chorro de lefa hasta quedar secos mis huevos. La sujetaba del culo y expelía uno tras otro mis deleitantes chorretones de leche bien profunda en su coño. Es una sensación inexplicable, el placer de estar sembrando de esperma a tu propia madre, el morbo que conlleva hace que eyacules más cantidad de leche, y así debía de ser.

Con el último esténtor, paré de moverme sin salirme de su útero. Los jadeos eran apreciables y el ritmo del corazón por encima de las 160 ppm. Que parecía salirse por la boca.

– ¡Ayyy mi amor que rico me has follado nene…!Dijo acercándose a mí, sobre mí.

Nos abrazamos como dos enamorados y besamos cansados y sudados de hacer el amor. Al sacarla, mamá enseguida se encargó de que mi fabulosa erección no se perdiera con una chupada en la que casi se me va el alma. Me tomó la polla sujeta por los huevos y se la llevó a la boca, no tardé nada en volver a echarlo todo lo que restaba.

Quedamos todos rendidos derrengados sobre cubierta. Luego nos dimos un baño en las aguas cristalinas de la cala, todos juntos, y nos reíamos pero no comentamos nada de lo que había pasado, porque en verdad no era necesario, era lo normal. Tanto mi padre como yo teníamos los derechos de poseer a nuestras hembras cuando y donde quisiéremos las veces que nos apeteciera, y con la iguala de géneros, ellas también se prestaban a fornicar cuando les apetecía con quien les apetecía, al fin y al cabo todos somos familia directa.

Disfrutamos el resto de las vacaciones en el barco y en las calas desiertas de difícil acceso, pero no tuvimos miramiento de follarnos a Aroa y a mi madre sin condones. Todos los días teníamos sexo con penetración por individual o en orgía, lo cual acaba con nuestras bolas secas y sus coño llenos. Con mi madre mantuve incalculables encuentros con penetración y orales mutuos con 69 incluidos. Lo que sí hacían mis padres es el amor al finalizar cada día, les encantaba no sólo hacerlo sino que les viéramos, pienso yo. Del mismo modo como si fuera una regla no escrita, Aroa solo se acostaba conmigo y mamá con su esposo. Con los días las parejas se polarizaron y acabamos follando solo con la propia… Aroa con papá y mamá conmigo en las últimas dos semanas. Ciertamente en alta mar fornicábamos casi por tedio, esta tarea se paralizaba en nuestras arribadas a puerto y durante la estancia en él.

Pasamos un mes y medio gozando de la naturaleza y de nuestros cuerpos, hechos para consumirnos follando. Tras el gran arrebato de las primeras semanas, continuamos teniendo sexo comedido, polarizándose de manera sustancial entre padres e hijos, a la vez que papá y Aroa, mamá y yo compartíamos cama durante más horas. Era como si nuestros padres se hubieran repartido la labor de nuestras prácticas sexuales a bordo. Una vez que acabó agosto, comenzamos las clases… mi hermana al instituto en 3º de la E.S.O y yo comenzaba mi andadura universitaria….

 




Mi madre visita el apartamento

En Septiembre comencé la carrera en la Universidad de Alcalá de Henares, vivía solo en el apartamento que mis padres habían alquilado cerca del campus, comía en el comedor de la residencia, pero los desayunos y cenas me las agenciaba por mi lado… también comenzaba a hacer algunos pinillos en la cocina los días que me sentía inspirado. Es un piso  muy amplio con dos habitaciones un tendedero muy cerca de la ducha, una cocina americana y todo bastante nuevo… muy completo. Pese a que vivía ahí solo, mamá comenzó a venir sola casi todos los fines de semana, a poner orden al piso y a traer o hacerme algunas comidas para el resto de la semana, avíos que combinaba con los pases del comedor.

Fue ya desde el primer fin de semana cuando el viernes por la mañana muy temprano, me llama mi madre que llegaría a verme, que le mandase la ubicación para introducirlo en el navegador del MERCEDES-BENZ Clase GLE 250d 4Matic. Al fin llegó. Es muy hermosa a pesar de tener 42 años, se ve más joven especialmente bella y sexy, a mucha distancia del sexapil que se merece mi padre. Me acerqué nos saludamos con un beso en la boca sin llegar a meter lengua, el perfume que emanaba su cuerpo me sulibella.

– Hijo el otro día no te dije lo bonito del apartamento… es muy amplio y debe ser muy grande para ti solo, pero papá se empeñó que era el más adecuado por la cercanía a la facultad…

– La verdad que sí mamá, pero me estoy acostumbrando…, además estará más lleno cuando tú estés ¡Estar acompañado contigo y es muy diferente!

– Claro mi rey aquí estaré contigo para hacerte tus cosas de la casa como te prometí…

En eso mi madre se fue a su habitación a dejar sus cosas y yo me fui a la terminar de ver algunos temas de la semana por ordenar y repasar, al cabo de un rato se sienta a mi lado a mirar lo que hacía, charlaros un poco sobre cómo me iba y las dificultades que estaba teniendo en la facultad… luego se marchó al baño a echar una meada. No sé qué me pasó que me quede mirando su imponente culo en su pantalón apretado. Cuando salió me dijo de  ir almorzar a la calle y luego a dar una vuelta por la ciudad y así lo hicimos regresamos a casa como a las 18:25. Me iba dar una ducha, pero dijo que si podía ir ella primera. Sin ningún problema, entre tanto estuve en mi habitación a esperar que mama salga de la ducha.

Después de un rato me gritó desde su habitación que ya podía ir a ducharme, mi grata sorpresa fue cuando pase por el tendedero pues vi su tanga blanco colgado con dos ganchos…, mi mente empezó a fantasear sobre la verdaderas intenciones de mi madre en mi apartamento, con ese culo prominente estaba todo el día en tanga. Pensaba que tras la vacaciones todo había quedado claro… mi madre seguiría con su esposo como principal semental y yo podía continuar con Aroa, pero claro allí no estaba mi hermana, sino mamá.

Comencé a atar cabos, me sorprendí al sentir mi verga creciendo dentro de mis calzoncillos y llevándome a una gran excitación. En la ducha para calmarme y alejar mis pensamientos de tirarme a mi  madre, me hice una paja pensando en el culo de ella con esa diminuta prenda,lo hice hasta quedar a gusto. Al salir de la ducha y pasar por el tendedero trate de rozarla con mi cabeza y me fui a mi cuarto a cambiarme. Al salir, mi madre se hallaba con un pijama de short muy corto y una blusa de tira ambos transparentes que a contra luz se le podía ver las tetas muy claro puesto que no llevaba sostén. Aquella mujer estaba pidiendo guerra a las claras.

Al siguiente día desperté tarde por trasnochar pensando en las intenciones y posibilidades de mi madre en el piso de Alcalá sin que nadie nos molestase en todo el fin de semana. Me levanté alrededor de las 10 de la mañana y cuando fui al comedor vi a mi madre con un short de estar para la casa color blanco pequeño, sus nalgas se veía por completo, se le marcaba en sus caderas un hilo color negro que salía desde su culo, eso creaba gran expectación seguida de una buena erección. Añadido también a que sus tetas se notaban por completo al llevar un polo de esos de tira un poco ajustado. Pasé todo el día con erecciones que ya no sabía cómo disimularlo…, pensé decirle simplemente que necesitaba follarla, pero me cortaba parecer un mandril salido que con la mínima se empalma y se la quiere follar solo porque ella desea estar cómoda en casa, con la confianza de estar con su hijo en la intimidad. Si no la respetaba en esa situación, que se podía esperar de mí como hombre….

Tras el desayuno me fui a mi habitación a estudiar, pero lejos de céntrame en mis estudios solo podía pensar por qué mamá actuaba de esa forma, pues antes cuando vivía con mis padres, nunca se ponía prendas tan pequeñas y transparentes para funcionar por casa, follamos sí, pero no iba provocativa todo el tiempo… y eso sorprendía enormemente. No voy a negar que  también me gustara que despertase mi deseo de follarla. Era una mujer a la que todo le sienta bien… todo lo que se ponía le caía muy bien. Creo que la mejor forma de llevarlo era dejar que todo fluya, y así pasó el día…

– ¡¿Hijo no piensas salir a divertirte es sábado… y aquí deben haber muchos lugares para pasar un buen rato?!

– Sí pues pero la verdad que no tengo con quien salir, aun no tengo amigos fijos con los que salir… llevo poco tiempo viviendo aquí.

– Entiendo hijo… ¡¿y qué te parece si salimos los dos a ver qué hay?!

– ¿De verdad quieres salir? A mí me parece una buena idea, así disfrutamos de la noche y ya mañana podemos descansar hasta tarde, que tú tienes viaje.

– Estupendo hijo entonces me voy a duchar y me cambiaré para salir.

Después de un rato escucho que mi madre me grita desde su habitación que ya podía ir a la ducha, al pasar por el tendedero pude ver sus prendas íntimas negras que había tenido mi madre, tras haberlas llevado durante todo el día. Cuando salí encontré a mamá en la sala, completamente bella y radiante… olía exquisita, vestida con una blusa rosada holgada de escote, una falda pequeña color negra muy ajustada que permitía que sus nalgas se marquen muy bien y unas zapatillas de tacón bajo que contorneaban su hermoso pie por encima del tobillo, perfectas para moverse con ligereza sin dejar de ser elegantes.

Cogimos un taxi al centro donde estaban los clubs, entramos en uno de ellas y de inmediato nos sentamos en una mesa, pedimos cerveza y bailamos. Debo decir que mi madre sabe moverse muy bien… entre baile copas nos dieron las tantas de la madrugada. Mi madre estaba mareada y un poco cansada, salimos dirección al apartamento, y cuando llegamos la tuve que acompañar a su habitación… ya que no podía ir por sus propios medios. La  acosté en su cama, su falda se subió hasta las nalgas, me quedé observando esa bella panorámica  que tenía enfrente, y mi verga se empalmó casi de inmediato.

El instinto sexual se apoderaba de mi voluntad en ese momento…otra vez llegaron esos recuerdos en el Yate o en casa cuando mamá nos instruía en el arte del fornicio, sin embargo tanto en casa como en la vacaciones, nunca se podría decir que ella se ofreciera al placer de follar por follar conmigo, sino solo con carácter instructivo, por eso me sentía un tanto confuso con los mensajes subliminares que me llegaban y no lograba entender ni descodificar. “¡¿Por qué serán tan complicadas las cosas con las mujeres…?!” pensaba sin dejar de admirarla.

Sin duda desea follarme a mi madre, así que me arriesgué y le levanté un poco más la falda hasta encontrar el tanga prisionero de esas grandes nalgas. Mi verga pedía salir de mis calzoncillos, así que me bajé el pantalón y el bóxer dejando la verga al aire mirando el culo de mamá. Giré a mamá para ver la parte de adelante, quería llegar a su vagina y aquel tanga rosa era muy sexy… como puesto explícitamente para una noche de locura. Era muy pequeño de la parte delantera y transparente…, sus vellos que coronaban tan ansiado manjar para mi verga adornaban impávidos y casi sutiles la carnosa vulva de mamá. La diminuta prenda no llegaba a cubrir su pubis aterciopelado, solo a duras penas esa hermosa vagina caliente y húmeda.

Por mi cabeza pasaron hacerle mil cosas, pero en un momento de lucidez, mejor la tapé esperando que la relación evolucionara por sus cauces si era el deseo de mamá, al fin y al cabo, la siguiente semana volvería. Al día siguiente mamá se levantó a las nueve de la mañana, le dio una limpieza a piso y me preparó dos comidas para la semana…, pasamos la tarde del domingo viendo unas pelis y charlando sobre nuestras cosas.

El lunes me levanté temprano para ir a la Universidad, pero antes de salir del apartamento pasé por la habitación de mamá para ver si ya estaba despierta pero aún seguía dormida así que me fui a mis clases. Ella trabaja de turno de tarde, así que se marchó a media mañana cuando recibí un WhatsApp de que me dejaba todo arreglado con dos comidas en un “Tupperware” en la nevera. Durante toda la semana pensé en cómo entrarle para poder acostarme con mamá y hacerla mi mujer. Sin duda alguna estaba decidido en llenarle con mi leche el coño a mamá, en deferencia a sus regalos cuando siempre me regalaba esos grandes momentos paseándose por casa con la ropa mínima tan sexy que se ponía para volverme loco… solo pensar en mi madre, la verga se ponía dura gracias. Así pase la semana hasta que llegó el sábado por la mañana, cuando mi madre llegaba a visitarme.

Nada más entrar por la puerta fui a recibirla al salón y  la abracé, le quise dar un beso en las mejillas, pero ella muy sutilmente enfrentó sus labios con los míos, repitiéndose lo de la semana anterior, solo que esta vez noté la humedad de su lengua en mis labios. Estaba muy  guapa, en verdad me parecería la mujer más sexy del mundo y se lo dije…

– Gracias hijo eres un chico encantador… cada día que pasa te veo mucho mejor… mucho más  guapo, –nos quedamos mirándonos unos segundos– Voy a cambiarme de ropa, en casa me gusta ponerme algo más ligero, si no te importa….

– Ok mamá, estás en tu casa… ¡Puedes hacer lo que te apetezca!

Mamá se fue a su habitación yo me quedé en la sala jugando a la play mientras tanto. Al cabo de unos 15 minutos mi madre regresa, pero cuando la vi me quedé sorprendido y estupefacto… se había puesto en vestido de gasa que le quedaba ajustado perfilando cada curva de su sexy cuerpo, le llegaba hasta un poco menos de las rodillas de color blanco y de una tela muy finita casi transparente, el cual dejaba notar el hermoso cuerpo sin sostén con sus tetas muy visibles, sus pezones color marrón, y qué decir de la parte baja pues tenía un pequeño triangulo que apenas le cubría por delante. Era un sensual tanguita fucsia y que se notaba a kilómetros, con la parte de atrás surcada por un solo hilo… simplemente mi madre ya no tuvo vergüenza en presentarse así ante mí.

– ¡¿Qué te parece este vestido cariño…. se me ve bien?!

– ¡Wuau mami! ¡¡Se te ve muy pero muy bien!

– Gracias cariño, lo compré para ponérmelo aquí contigo…para estar en casa más cómoda. Solo espero que no te incomode.

– Para nada mamá, puedes estar como te dé la gana.

Ver a mamá así simplemente era una locura, mi madre estaba buenísima y no veía la hora de chuparle el coño y meterle la polla… tenía unas ganas locas de poder llenarle el coño con a mi leche. Por mi mente no pasaba otra cosa. Se marchó y yo continué con la partida, al cabo de media hora, paré de juagar y la encontré en la cocina preparando la cena de espaldas hacía mí… quedé hipnotizado mirando el hermoso culo partido por el hilo en dos ricas nalgas. Estuve un rato mirando luego me regresé a la sala a seguir con la partida. Cenamos juntos sin más que mi excitación de ver esas hermosas tetas ir y venir en cada movimiento…

Seguro que mi madre de daba cuenta de mis miradas a sus ubres, pero no recriminó mis miradas furtivas. Continué con la partida y luego regresó a ver la tele conmigo, solo que yo me fue a dar una ducha fría para rebajar tanta tensión. En el tendedero vi su tanga colgado, lo agarré y me fui a la ducha para hacerme una paja con él… descargué toda mi meche en ese pedazo de tela y lo volví a colgar lleno de lefa caliente. Cuando terminé la ducha me fui a cambiarme y ponerme algo cómodo también. Solo me puse un pantalón corto sin calzoncillos y una camiseta de tirantes al estilo de Marlon Brando en “Un tranvía llamado deseo”… mamá me miró de pies a cabeza…

– No te importa si yo también me pongo cómodo…

– Por supuesto que no hijo, puedes ir como quieras… tenemos confianza.

– La verdad es que cuando estoy solo ando en calzoncillos o en pelotas, pero estando tú guardo cierto respeto. 

– Por mí puedes despelotarte mi amor, para nada me va a molestar… veo que estas hecho todo un hombre. Sabes Enzo, cada día tienes cuerpo más varonil.

– Gracias mamá, tú tampoco te quedas atrás… estas muy hermosa…, Pareces una chiquilla. Siempre has lucido un hermoso cuerpo. Ya imagino cómo estará contigo papá.

– No creas hijo ya con tu padre no es igual que antes cuando nos enamoramos, se ha ido perdiendo la pasión, por eso quise recuperarle estas vacaciones y darle a conocer cómo eran sus hijos... Algo se ha recuperado de esa pasión, pero no al mismo nivel de cuando empezamos. Yo siempre busco mantenerme, él en cambio se ha dejado…

Esa conversación se ponía interesante, así que intenté que fuese mucho más interesante…quería que mi madre entrase en plena confianza contándome cosas de su intimidad con papá.

– ¿Pero mamá a que te refieres con eso de que con papá ya no es lo mismo de antes?

– Bueno ya sabes cariño tú papá ya no es un jovencito y le falta reprís porque aguante tiene mucho cuando se le pone dura… solo hay que esperar a ponérsela ¡¿Me has entendido?!

– Sí ya entendí, pero tú eres muy guapa y está buena a reventar… ¡eres una mujerona!

– Gracias hijo pero de que me sirve si ya tu padre no responde en la cama como debe, solo me folla de uvas a peras… no lo hacemos con la frecuencia que yo necesito. ¡Tú sabes bien que una no es de piedra!

– Sí,  te entiendo. Seguro ya se arreglará todo entre vosotros.

– No lo sé hijo con la competencia de tu hermana por medio. Tu padre se escandalizó en un principio, pero parece que le ha cogido el gusto con la niña…, Mira mi rey, disculpa que te cuente esto pero siento que me desahogo contándolo. Buenas noches, me voy a descansar.

– Ok mamá descansa yo aún no tengo sueño. Me quedaré un rato más en la tele.

Mama se levantó y me dio un beso en la mejilla cuando se dio la  vuelta para irse me quedé mirando ese culo. No había mucho que entender, mi madre estaba necesitada de verga y la mía sería la elegida para hacerle pasar un buen y grato momento de placer.

Al día la tarde sería el mejor momento para divertirme con ella… le diría a mamá para ir a la discoteca pase todo el día mirándola y por la tarde le comenté el plan de salir a bailar...

– Claro que si hijo, quiero divertirme.

Llego la noche y mi madre se fue a duchar, luego entré yo, me fui a cambiar cuando salí de mi habitación ya estaba mamá esperándome para irnos. Estaba divina, tenía puesta una mini falda color rosa muy ajustada y una blusa blanca muy escotada y un par zapatos de tacón no tan corto como la última vez, que hacía que mi madre quebrara más su cintura y su rico culo respingaba un poco más… estaba de escándalo.

– Mamá estás muy guapa y elegante.

– Gracias cariño sabía que te iba a gustar así por eso me vestí así para salir con mi joven hombre y no desentonar con todas esas chicas de tu edad.

– ¿Te vestiste así para mí? Voy a ser el hombre más envidiado de la noche estando con una mujer tan hermosa como tú y digo una mujer no mi MADRE.

– Gracias mi amor… por eso mismo dije con mi joven hombre.

– Podríamos ser novios y nadie diría que no fuera posible…

– Eso parece muy atrevido, pero me encanta la idea ¡Ser tu novia esta noche me gusta!

Salimos de casa tomamos un taxi para ir hacía el centro y bueno entramos a una de las muchas discotecas y nos sentamos en la barra… pedimos tragos esperé a tomárnoslos y tras esperar un buen rato la saqué a bailar. En una de las zonas ponían música que propiciaba el agarre, la abracé y apegamos nuestros cuerpos. Puse mi mano en su cintura y por momentos bajaba más de lo debido mi mano hasta tocar su culo… entre movimientos lentos y giros rápidos la sujetaba de las nalgas apretándoselas y ella debía de notar mi polla dura contra su barriga. Asé pasé la noche con tragos y bailes. Le hablaba de lo guapa que es y el bonito cuerpo que tiene, de lo mucho que debía de ligar en su juventud…

– Gracias mi amor me haces sentir muy bien cuando me dices esas cosas y sobre todo me gusta que admires mi cuerpo. Cuando era una jovencita no me gustaba tanto como ahora…lo moldeo a base de spinning y buenos alimentos.

Sabía que tenía que profundizar mis palabra, sin miedo mi atreví… – hace un rato mientras bailábamos pude tocar tu culo… me percaté que no traes ropa interior…

– Sí traigo mi amor solo que es un tanguita minúsculo de una tela muy fina.

– Imaginó que te debe quedar muy bien.

– No lo sé, sería cosa que me dieras tu opinión.

– Claro que sí mamá… ¡Vamos a bailar!

Tras esa conversación con mamá, este segundo baile se volvió más entre una mujer y un hombre. Nuestros cuerpos se pegaron el uno al otro como si fuese por velcro, y los movimientos se tornaron más cercanos a estar follando con ropa. Le tocaba su culo sin temor a nada y en eso mi madre me toma del cuello…

– Puedo sentir tu verga muy dura…solo con sentirla es fácil imaginar lo grande que es.

– Tendrías que verla y puedas darme tu opinión, le repliqué haciendo el mismo juego de palabras que antes ella utilizó para su ropa íntima.

Miró su reloj y ya marcaban cerca de las dos de la madrugada… – Mira la hora que es cariño… la noche es joven y si te apetece nos podríamos ir a casa para darte mi opinión.

Salimos de inmediato de la discoteca y tomamos un taxi que nos llevó al apartamento, pagué el taxi como buen caballero, y entramos en el piso. Ambos estábamos decididos a entregarnos a la lujuria… empezó la historia de hacer mía a mamá y ni bien entramos cerré la puerta y la abracé por detrás, le besé el cuello y ella se giró para darnos un gran beso…, nuestras bocas se juntaron con mucho deseo metiendo la lengua recorriendo su boca y la suya la mía alternativamente.

Le alce la mini falda y pude tocar su culo directamente, mi mano se deslizó a su coño… su tanga estaba inundado, muy mojado por cuanto expelía su raja. Ella sobaba mi verga, la agarraba con firmeza. Yo no podía esperar más, le propuse de irnos a la habitación. Nada más entrar me quité el polo y ella se agachó a desabotonar mi pantalón… de inmediato me bajó todo de golpe y mi verga salió como misil a modo de resorte templado. Lo así de la base y de mis huevos con la otra mano, y se lo llevo a su boca me hizo la mejor mamada del mundo ¡Me sentí en otra dimensión!

Chupó la verga por más de cinco minutos, la enganché de sus brazos para ponerla de pie, la quité su blusa y sostén… sus tetas eran todas para mí, las junté las dos y las chupé hasta que mi madre empezó a gemir cuando me enzarcé succionando sus duros y grandes pezones. Luego la acosté en la cama y le abrí las piernas… lo que más deseaba en esos instantes lo tenía enfrente de mí. Su chocho se hallaba inundado de sus flujos vaginales empapando la fina tela transparente. No aguanté más y le hice un lado el tanga, y como loco me abalancé  hacía esa rica vulva. Mi madre con sus manos presionaba mi cabeza y gemía fuera de sí, una loca con sus gritos que se escuchaban en toda la casa…

– Sigueee… mi amor cómeme el coño ¡Qué ricoooooo….! No pares mi amor no pares ¡Hazme tuya! ¡Ooooh que rico!

Dejé de chuparle el coño y la giré para quitarle el trapito con los dientes. Tras deshacerme del tanga, apareció su culo ante mi cara y no pude remediar empezar a chupar su rico ano y su chocho a la vez. Le comí el coño y la pepita, alentándolo con su ano durante el tiempo necesario para lograr que se corriese, y una vez que convulsionó la volví a voltear y coloqué sus piernas en mis hombros, apunté mi verga hacia su entrada vaginal que pedía a gritos que se la metiera entera con bolas incluidas. Mi verga ingreso sin ningún problema hasta los huevos.

– ¡Qué follada más rica! ¡Fóllame mi amor… no la vayas a sacar, dame duro mi amor hazme tu mujer! ¡Qué buena polla tienes cabrón… me enloquece tu verga… que rica que está mi amor! ¡Métemela toda mi amor!

Cambiamos de pose, en el trasiego mi madre agarró mi verga y se la metió en la boca, después me recostó y se subió encima de mí. Observé a mi madre en cuclillas con todo el coño entreabierto, agarró mi verga encauzándola a su coño… y se la clavó toda. Empezó a cabalgarme, sus movimientos cada vez eran más rápido sabía que mama se correría pronto y yo no duraría mucho más… también empecé a moverme junto con ella mientras le chupaba las tetas y le tocaba el culo hasta que mamá me suelta…

– ¡Qué bien mi amor… joder me corro mi vida, me corro! No pares… No se te ocurra sacarla.

Acelere mis movimientos para correrme junto con ella… le indiqué que estaba a punto de correrme, pero ella se clavó más a fondo… mi capullo taponaba su cérvix…

– ¡¡Hijo lléname el útero de leche… dame toda tu lefa… así, termina bien dentro de tu madre…! ¡No pares y Córrete dentro de mí! La quiero toda, toda. Ni se te ocurra sacarla, no la saques mi amor hasta que acabes ¡Lléname mientras te salga una gota más de semen!

Me dio a mamar de sus pezones en el tiempo que ella se corría, la notaba convulsionar…

– ¡Joder mamiiiiiique bueno! ¡¡Me corro ya…!!

Empecé a bombear mogollón de leche, sentía salir los chorros uno tras otro, ella no percibía cerrando los ojos a cada aldabonazo… –  ¡Me vas a dejar secos los huevos…! Sentía las paredes del coño de mi madre apretar y soltar succionándome la polla corriéndonos a la vez.

No la saqué hasta que no hubo más lefa que ordeñar…, solo con ella percibía ese trabajo vaginal en mi verga al correrme dentro de ella, su experiencia y dominio del chumino, hacía que me deleitara follándola. Al cabo de medio minuto o más no hubo más… la extrajo y tras mi cabezón un reguero de esperma semejante a lava, se derramo sobre mi vientre emanando de su raja…

 – ¡Menudo semental estás hecho…has llenado el coño de tu madre a base de bien! ¡Mira cuanto semen me sale rebosante…! ¡Has soltado un montón de leche, cariño! Y eso que ya te habías corrido en mis braguitas…

– Me recupero muy rápido… en pocas horas vuelvo a tener mucha leche.

– En eso has salido a tu padre ¡Él es una enorme eyaculador… un gran SEMENTAL! Por eso y por la gorda polla que tiene, me enamoré de tu padre desde la primera vez que me folló.

Nos quedamos acostados… no hubo más esa madrugada. Y es así que pude follarme a mi madre de nuevo en otro contexto más igualitario entre hombre y mujer. A partir de ese día,  ya no era a mi madre a quien me follaba todos los fines de semanas que compartíamos, sino a una hermosa hembra solícita, entregada, sumisa, cariñosa… mi mujer y esposa.

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Amanecí con la cara de mi madre frente a la mía, era una belleza de piel apiñonada y tersa, unas tetas de tamaño ostensiblemente grande con estrecha cinturita y anchas cadera, una combinación perfecta añadido a su vientre plano, parece que fuese esculpida, y un delicioso culazo que siempre fue el principal motivo para mis pajas. La atracción hacia mi madre la tengo desde hace varios años, creo que empecé a calentarme con ella desde los diez u once cuando empezaba a buscar sus bragas en el baño o en su cajón para olerlas y masturbarme con ellas. Cada vez que me pajeaba me corría depositando mi leche en sus bragas, pensando que se las iba a poner con mi esperma y hasta llegué a pensar que podría preñarla de esta forma y eso me sobrecalentaba, luego jugaba con mi hermanita.

Con solo cinco años me dejaba que le tocara el coñito, se lo chupaba y acaba corriéndome sobre su pelada vulva… siempre fue nuestro gran secreto, aunque no la penetré hasta que llegó a tener diez años. Desde entonces la follaba muy a menudo llenándola, en un principio pensé que no le iba a gustar e iría a contárselo a nuestros padres, pero resultó que a Aroa le encantaba y cada vez me buscaba más para que me la follase… no teníamos ningún problema porque ella no se chivaba y tampoco se podía quedar preñada… ¡Todo perfecto! Creo que la vicié, porque ahora le encanta follar y más después de probar la recia verga de papá.

Volviendo a mi madre, ella estaba desvistiéndose frente al espejo del baño, primero se quitó el sostén y empezó a masajearse las tetas de una manera sensual aplicándose la crema hidratante con queratina, previa a la ducha. Hizo que mi verga se pusiera enorme y muy dura. Me encantaba verla acariciarse y por lo visto a ella también. Cerraba sus ojos anhelando que le estuvieran mamando sus tetas, sus pezones se pusieron erectos, duros como mi verga, me hubiera encantado estar frente a ella para poder mamarle sus tetas y morderle los pezones.

Yo estaba disfrutando de aquella maravillosa escena cuando de pronto se giró hacia la puerta, pensé que me había visto por la abertura. Seguido escuché que abría la ducha y eso me tranquilizo… esperé un minuto para volver a asomarme. La verdad es que realmente me vio y disimulo no ver que yo la espiaba. Al volver asomarme la vi bajo la lluvia, se estaba duchando con las cortinas abiertas y como pueden imaginar no era normal, a no ser que deseara que la viesen. Se enjabonaba de una manera cachonda y se giraba disimulada mirando de reojo a la puerta, como para cerciorarse que yo me encontraba ahí regocijándome de su cuerpo.

Poco después me dio la espalda agachándose de una manera muy sensual… se agachó al punto donde me permitía apreciar sus deliciosas nalgas en conjunto con su voluptuoso coño. Sus nalgas ondulaban cachondamente. Todo aquello podía ser objeto de innumerables pajas. Ahí estaban esas nalgas en todo su esplendor, eran casi perfectas redonditas, respingadas y duras con ese culito, ese hoyo rosado del cual me di un atracón no hacía más de ocho horas. Giró su vista de nuevo a la puerta e inicio un masaje en su coño cerrando los ojos y suspirando mientras sus dedos surcaban la raja y la pepita ¡Se pajeaba en mi honor!

Yo estaba tan absorto frente aquel panorama y en mis pensamientos incestuosos, cuando me sorprendió un grito de mi madre pidiéndome que entrara. Como pude tratando de no hacer como que estaba allí cual buitre al acecho, esperé un poco antes de dirigirme a la puerta del baño, cuando me vio entrar, sonrió agitando la cabeza y cerrando levemente los ojos,  dándome a entender que era un poco tonto espiándola y que se había dado cuenta.

– Enzo cariño mío, pasa anda… puedes entrar a verme cuando estoy en la ducha… a mí no me importa… Anda ya que estás, alcánzame una toalla por favor… si salgo me va a dar frío.

De inmediato se los acerqué, no lo podía creer ahí estaba a menos de un metro de mí de una forma tan natural y de la manera que yo siempre lo había deseado. Mientras se liaba la toalla en la cabeza para no mojarse más el cabello…

– Oye porque no te desvistes y me ayudas a enjabonarme.

Todavía no terminaba de decir esto para cuando ya me estaba quitando la ropa para quedar en calzoncillos, estos tampoco duraron mucho puestos y me despeloté por completo. Me metí a la ducha. Me dejó acariciar todo su cuerpo, le tocaba sus nalgas y le enjabonaba sus tetas, yo estaba disfrutando tanto esto que aumento la notoria y tremenda erección en mi verga, mi madre trato de disimular no verla, pero abrió sus ojos como platos al notarlo. La muy puta me dejó con las ganas, porque para mí desgracia se metió bajo el agua para enjuagarse y dio por terminado su baño y mi dicha. Se puso el albornoz sin secarse y se retiró… yo también di por terminado el baño. Al salir me pidió le trajese el aceite…

– Cariño alcánzame el aceite que están en el baño.

Solo me puse una toalla en la cintura y me apresure a llevárselos.

– ¿¡Oye mi rey, me ayudas a ponerme el aceite en la espalda y las piernas!?

– Con gusto. ¿Por dónde empiezo?

– En la espalda y el cuello.

Me dio la espalda y comencé a ponerle aceite en el cuello para ir bajando por toda su espalda, cuando casi llegaba a sus nalgas, le eche un chorrito de aceite entre sus nalgas y le llego al culito, ella al sentirlo se estremeció y dijo que rico…me rogó que siguiera.

– Ponme en los cachetes también porque si no me sale piel de naranja.–Yo le iba a poner en su cara…– En esos no, tonto… en las nalgas cariño.

Se las empecé a acariciar al ponerle el aceite y me atreví a pasarle un dedo con aceite en su culito, ella respingó y suspiró.

– Vamos, ahí también, que siempre debe estar bien lubricado por si acaso.

Eso me pareció una insinuación directa y mi verga respingó con un sobresalto.

– ¿…Ya terminaste? Deja que me siento para que sigas con las piernas.

Inicie por la planta de sus pies y los tobillos para después ir subiendo. En ese momento ni la toalla disimulaba mi verga empalmada. Fui subiendo por sus muslos, escuchaba como se aceleraba su respiración conforme mis manos subían casi a punto de tocarle el coño.

Al acercar mis manos, puse mi cara muy pegada al coño de mamá, y aspire su rico olor a chocho candente y limpio. Ceo que su pepita empezó a lubricarse al sentirme tan cerca como esperando y deseando ser acariciada y penetrada. Yo sin pensarlo y como idiotizado me acerque más y le pasé la lengua por su prominente monte de Venus, lamiendo sus labios húmedos…, ella solo emitió un pequeño gemido al tiempo que abría más sus piernas dejando más al descubierto sus ricos labios vaginales y su apetitoso botoncito rosado que ya estaba duro y sobresalido de su capuchón… me encantaba el clítoris de mamá por lo enorme que es.

Ni tardo ni perezoso dirigí mi lengua a ese sitio de placer delicioso, ella se recostó en la cama a la vez que lanzaba pequeños gemidos de placer, le chupé el clítoris durante varios minutos hasta que estiro sus piernas y se estremeció, en ese momento sentí un líquido caliente que llegaba a mi lengua e inundaba mi boca. Satisfecho por haber probado su rico coñito y disfrutar del sabor de su néctar, decidí retirarme pensando que era lo único que ella esperaba de mí. Cuando sintió que me retiraba, poniéndome de pie se sentó rápidamente en la cama…

– ¿A dónde vas mi vida…? Esto no hemos terminado aún… Ahora sigo yo.

Me cogió de la toalla y me la arrancó dejándola caer al suelo. Salió mi verga disparada como un resorte, ahí estaba mi rabo totalmente tieso frente a la cara de mi madre, me agarró de las nalgas abrió su boca y empezó a lamerme el glande suavemente. La cabeza de mi verga al sentir su lengua húmeda y caliente se esponjo aún más y ella se la metió en la boca chupándomela deliciosamente, me dio un tirón hacia ella y se tragó todo el cipote hasta los huevos alojando mi capullo en su garganta. Luego inició un frenético movimiento con su cabeza metiendo y sacando mi verga de su boca hasta que sintió que se hinchaban mis venas…, yo estaba a punto de correrme cuando se detuvo y la sacó de su boca, estranguló mi polla en su base al tiempo que ponía su lengua en el agujerito de mi glande, evitando que me corriera, mi polla pulsaba al ritmo de mi corazón y finalmente evitó mi eyaculación…

– No te corras todavía mi amor… ¡Méteme tu verga por favor! ¡Quiero que te corras dentro del coño! –Estaba como loca pidiéndomelo– ¡Fóllame, fóllame duro! ¡Métemela toda hasta lo más profundo de mis entrañas! ¡Penétrame, dame ese rico pedazo de carne! ¡Hazme gozar, haz que mami disfrute del mejor sexo...! ¡MÉTELA DENTRO DE TU MADRE Y HAZME PULSAR!

Al oír todo esto me excitó muchísimo y decidí hacerla sufrir un poco. Amanda suplicaba y se acostó en la cama amarrándose sus tetas y abriendo sus piernas al máximo, le puse mi verga en la entrada de su coño y le metí solo un poquito… solo la punta para luego sacársela y acariciarle su clítoris con el orondo y duro glande de mi verga, mi madre suplicaba jodienda.

– Ya métemela, por favor ¡Fóllate a tu mami querida, hijo mío! ¡Vamos cabrón, ensártame metiéndole toda la polla hasta los huevos! ¡¡Haz de una vez que tu mami sea tu mujer!

Se la metí de nuevo pero esta vez hasta la mitad y empecé a moverme rápidamente metiéndosela y sacándosela solo un minuto y volví a sacársela.

– ¡¡No pares por favor, hazme tuya!! ¡Hazme feliz, haz que me chorree el coño con tu polla metida! ¡Por favor Enzo, inúndame de cabo a rabo con tu leche! Quiero ser tu mami y tu mujer, anda hijo mío… ¡Deseo ser tu hembra y esposa, con todo lo que con ello conlleva!

– O.K. bien con una condición.

– Sí mi amor, lo que tú quieras… ¡Pero fóllate ya a tu madre!

– Vas a dejar que te la meta, cuando yo quiera, en donde a mí se me antoje. Vas a dejar follarte como yo quiera y cuantas veces lo desee, entendido mamá…

– Claro que sí mi rey, claro que sí ¡Fóllate a tu mami ahora y siempre, cada vez que tú quieras! Tu madre se convertirá en tu puta, para que le metas toda la verga por donde  quieras mi amor… ¡Me podrás preñar si lo deseas! Te daré tu primer hijo.

Con esa última frase de desear preñarla, se la ensarté toda de golpe y me la follé ricamente como loco mientras ella empujaba contra mí pidiéndome más, gimiendo de placer…

– ¡¡Soy tu puta…tu mami es tuya!! ¡¡Métemela toda, tu madre quiere gritar de placer!!  ¡Atraviésame hasta el estómago, mi amor!

Me la follaba mientras le metía el dedo en su culito, cuando lo hice ella bramo… – ¡Ay! ¡Hijo sabes cómo hacer gozar a madre! – En eso tuvo un fenomenal orgasmo, retorciéndose en la cama y emitió un pequeño grito–  Eres sensacional…haces gozar a tu madre como a una puta.

– Tranquila mami, todavía falto yo.

La giré poniéndola a cuatro patas… – Te voy a follar como a una perra… quiero que mi madre se ponga como una verdadera puta enseñándole las nalgas a su hijo.

Se puso a cuatro patas, y la penetré de nuevo por su vagina al tiempo que le agarraba las nalgas y se las abría para ver su rosado hoyito anal. Ella estaba súper mojada, con una mano la tomé por el pelo haciendo que se moviera cada vez que se lo estiraba y con la otra le metí el dedo pulgar en su culo y empezó a moverse frenéticamente por unos minutos, para después correrse de nuevo.

Cuando sentí su caliente jugo se la saque y le acaricie su ano con mi lengua, este empezó a contraerse y a dilatarse, lo llené de saliva y apunte mi verga en el, mi madre estaba recostada pero con su culito parado, aun disfrutando de su orgasmo por lo cual no se dio cuenta de mis intenciones hasta que le enterré toda la verga en su culo, salto y aulló de gusto.

– ¡Cabrón… le has roto el culo a tu madre! –Mi madre no era virgen del culo, pero hacía mucho que no probaba una por ahí…– Tu padre no la ha metido por ahí, no le dejé porque sabía que me iba a doler así como ahora... o más.

Después que le atravesé el culo a mamá, la dejé amoldarse ahí adentro para que su culo se acostumbrara a ella.

– Ya mami, piensa que fue tu hijo quien tuvo el honor de romperte el culito otra vez y no un desconocido. ¡¿Quién mejor que un hijo para romperle el culo a su madre?! Ahora empieza a gozar y a empujar con la verga de tu hijo.

Le empecé a acariciar su coño y su clítoris y a meterle dos dedos en su vagina y ella empezó a gozar y a olvidarse del dolor. Solita fue moviéndose para iniciar a darle por el culo, mi madre gemía de gozo de culeo como nunca imaginó.

– Hijito si hubiera sentido esto tan rico antes te habría dicho que me la encajaras en el culo. ¡Qué rico te culeas a mama, nene! ¡Ahora sí que tu madre se siente una autentica puta, la puta de su hijo! ¡Así hijo mío, ensarta a mamá, ensártala toda! ¡AAAYY CHIQUITO! Haces gozar a la puta de tu madre, esto es maravilloso hijo, sigue, sigue así, jódete a tu madre.

– Solo si me prometes que vas a hacer todo lo que yo te diga mami te daré dos raciones al día cada fin de semana.

– ¡QUÉ BUENO CARIÑO! Ya te dije hace rato que tu mami es tu puta y no solo eso, desde ahora tu madre es tu esclava para que la uses cuando y como quieras… ¡Pero por favor, hijo no te vayas a correr ahí! Mami quiere sentir la leche de su hijo en su coño… en su coño más profundo…

– Y si a veces te pido que no folles con papá, ¿Lo vas a hacer…?

– ¿Por qué dices eso, porque me lo pedirías?

– Porque no quiero que papá te folle en tus días fértiles…, no quiero que pueda preñarte. ¡Quiero ser yo quien te preñe! Quiero follarte todos tus días fértiles y echarte mi esperma hasta que quedes preñada de mí. Claro cuando papá este aquí, unos días después que pase tu fertilidad, ya te lo puedes follar si quieres ¿O.K.?

– De verás quieres eso, a mí me encantaría tener un hijo tuyo, ya que me has hecho dichosa y eres ya mi único amor, tu eres el único dueño de tu madre, hijo…. ¡¡Pero por favor, métemela ya por adelante que quiero que te corras dentro de mi útero!! Estos días son fértiles y me puedes preñar, cariño.

Se la saque del culo y ella me pidió que me acostara boca arriba, en nada se sentó en mi mástil a punto de explotar, para iniciar a moverse encima de mí. Cabalgaba como una amazona deseando metérsela hasta los mismos huevos. Cuando sintió mis primeras contracciones se bajó y se acostó rápidamente boca arriba con las piernas muy abiertas para recibir con gran amor la verga de su hijo, se la metí y aceleré el ritmo de la inserciones.

– ¡Sí hijo mío, córrete dentro de tu madre! ¡Échame toda tu leche en mi coño…! ¡Vamos mi amor, inunda de fértil esperma el lugar por donde naciste! ¡Ahí donde estuviste nueve meses!

– ¡¡Toma toda la leche de tu hijo!! Tuve un espléndido y enorme orgasmo, maravilloso… le eché toda mi leche y ella me mojo todos mis huevos con un brutal orgasmo.

– No la saques hijo, quiero seguir sintiéndote, abrázame fuerte mi rey.–Sentía sus manos empujándome hacia ella con sus manos y sus piernas abrazándome, envolviéndome todo el cuerpo como una mantis religiosa– Has hecho gozar a mamá muchísimo, tanto como nunca lo hizo tu padre. –Nos besábamos, no comíamos las bocas mientras elevaba su cadera buscando un mayor acoplamiento de mi verga, aún dura dentro de ella– ¡Apriétame muy fuerte hijo mío… empuja dentro del útero tu semen! Desde hoy tu mami es solo tuya…, para siempre tu madre será para ti. Noto como suben tus bichitos por mis trompas… ¡Umm! Te prometo que sembrarás mi vientre con tu hijo ¡quiero darte un precioso bebé! ¡Con lo varonil que eres, me harás una enorme panza, ¿verdad?!

Permanecimos largo rato abrazados y cuando me separé de ella, me dio un delicioso y tierno beso, dormimos desnudos hasta la mañana siguiente del lunes, como siempre me marché dejándola en la cama y ya desde entonces no hemos dejado de follar cada fin de semana durante horas, y decenas de polvos continuados en esos dos días, y si son días fértiles, entonces también viene a mediados de semana.

Le di un beso y me marché, ella solo me recordó…  – No olvides la promesa que le has hecho a mamá… de follártela muy seguido… ¡¿Porque deseas dejar a mami preñada de tu hijo, verdad?! Esas palabras se me quedaron grabadas a fuego.

No entendí la actitud de mi madre con respecto a nuestra relación hasta que unas semanas después mi hermana anunció que estaba preñada. Comencé a encajar todas las piezas del puzle. Mi padre se tiraba a Aroa, la había hecho su puta follándosela en casa, en la oficina e incluso en el coche como a una furcia…la llamaba al instituto cuando le apetecía follársela perdiendo las clases. Y todo eso llegó a conocimientos de mamá, lo cual la enfureció, pero no podía evitar que pasase, negándole a su esposo que lo hiciera, teniendo en cuenta que fue ella la instigadora… Tras haberle ocultado a papá años de libertinaje con sus hijos, ese era su pago. La única salida que vio contra su marido, fue desquitarse con la misma moneda… su primogénito. Al final se convirtió todo ello en una carrera para ver cuál de las dos era más veces follada, más amada por su macho e incluso sin ser ellas conscientes… cuál de las dos sería la primera en quedar preñada por su semental.


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Hoy, un año después de comenzar una nueva etapa familiar, con más tardes como aquella en el edificio de ABEINSA, donde papá se folló a Aroa como nunca llenándole con su fértil y cremoso esperma, mi hermana tuvo una preciosa hija que ahora tiene tres meses de edad. Supongo que esa tarde tan maravillosa engendraron al bebé de mi hermana. Obviamente nos trajo complicaciones el quedar preñada de mi padre y traer al mundo a nuestro primer hijo y digo “nuestro” porque desde el principio, todos en la familia…mis padres y yo nos hicimos cargo… no nos importaba lo que otras personas digan. Mi familia estaría unida siempre. No es fácil estar preñada a los 15 años en un colegio del Opus Dei… pero bajo ningún motivo la abandonaríamos, cuidando de ella y del fruto del amor. Si bien es un amor prohibido ante los ojos de muchos, es nuestro amor familiar a fin de cuentas.

Nuestros padres nunca le dieron la espalda cuidando lo que su vientre engendraba. Eso le llenó de felicidad. Mis padres y yo, desde que nos enteramos que estaba preñada, desde ese día amamos al futuro bebé con todo nuestro ser y saber que nuestros padres, los únicos “abuelos” de esa criaturita, lo amaban como a un hijo más…, los posibles problemas se diluyeron como el azúcar en el agua…. Aroa ya está por terminar la secundaria y con intención de pasar a bachiller en un colegio público, yo continúo estudiando en la universidad de Alcalá de Henares en el piso que mis padres alquilaron cerca de complejo universitario. Como mamá está muy pendiente de mí, los días que libra suele pasarlos en su apartamento para arréglaselo y prepararle la comida para el resto de la semana, eso es verdad, pero todos saben que además se queda para follar conmigo, lo tenemos todos muy bien asumido y lo incentivamos. Como sabéis, mamá me permite follarla siempre sin condón y correrme dentro de ella, lo cual tuvo CONSECUENCIA INESPERADAS antes de Navidad.

Ya ven, jamás en casa hemos dejado de amarnos… nos amamos más y Aroa ya está ilusionada con darle un hermanito a la princesa…, ese nuevo hermanito no importará si soy yo el progenitor o mi padre, y esto lo corrobora la complicidad y el poco pudor que tenemos en casa como clan follándonos a las hembras indiscriminadamente. El “Black Friday” mamá nos dio una comida espectacular y en medio de la celebración, nos llegó la gran noticia, la cual dejó caer como una bomba. Cuando todos comíamos el gran postre de tarta de manzana, mamá nos expresó la alegría que tenía tras la confirmación del ginecólogo sobre su preñez de 9 semanas… ¡Mi madre también estaba preñada! No era necesario decir más, era evidente que a mi madre la preñé Yo, del mismo modo que mi padre se había encargado de preñar a su hijita en la misma noche, aquella de la celebración de ABEINSA, en tanto mamá fue preñada en la inauguración de la cama de mi piso de estudiante. Entre nosotros no existían los celos, una vez superadas todas las líneas rojas. Como filosofía de vida hemos visto que compartiendo todo es mucho mejor y más saludable.




¡Pronto seremos 6 en casa, y yo seré padre por primera vez! Ya estamos buscando tener una cuidadora para los bebés que se avecinan y los futuros, porque ni papá ni yo pensamos dejar de follarlas, ni ellas dejarán de ser receptoras de semilla fértil que llenan sus panzas.

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