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UNA HISTORIA DE AMOR. Y si tú no has de volver...

    "Y si tú no has de volver" 1ª PARTE "Una para el otro y otra para el uno". Esa frase la repite una y otra vez mi ...

Atendiendo a Papá

 Por ATENEA




Atenea cuida y da placer a su padre tras lastimarse el brazo en una caída.

Un día por estar pavoneándose delante de unas mujeres jóvenes en una piscina, mi papá termino con el brazo roto. Él, un hombre de 58 años a cabo en el hospital y con un yeso en su brazo derecho. Luego de muchas quejas y protestas de su parte, por fin mis hermanos y yo pudimos llevarlo a casa, allí se le instaló lo más cómodamente posible para su recuperación.... Ahora viene lo más complicado, ¡¿Quien va a cuidarlo?!

Yo fui la elegida, ya que a pesar de que tenía muy poco tiempo de haber comenzado la universidad y por ende haberme mudado, no podía dejar solo a mí padre. Luego de haberse divorciado de mamá, él quedo solo, aunque  claro!!!  Estaba yo, la mujer de su vida, como él mismo dice. Mis hermanos y sus esposas quedaron conmigo en venir a ayudarme cuando pudieran, ya que sus trabajos y los niños se los dificultaba.

El estar a solas con papá no es un problema para mí, nuestra relación especial hace que cuidar de él sea algo normal, en vez de una responsabilidad.  Luego de acomodarlo en su cama y darle su medicación me acuesto junto a él y comienzo a acariciarle su velludo pecho, sé que eso siempre lo relaja.

     Menudo lío en el que te metiste papi.

     hay mi reina, no me regañes tú, ya suficiente tuve con tus hermanos y ese doctor.

     solo a ti se te ocurre querer competir con esos hombres más jóvenes…

     Ya mi amor, ya. Mejor acércate más a tú papi, necesitaré muchos mimos y placer para mejorar este brazo.

En cuanto me acerque a él, comenzó a chuparme las tetas, lo hace con mucha intensidad; a mi padre siempre le obsesionaron mis tetas desde que comenzaron a crecerme, en muchas ocasiones me las ha chupado para poder pajearse. Veo que su verga comienza a despertar dentro de sus pantalones de dormir, bajo mi mano y saco aquella enorme verga que está en todo su esplendor. La acaricio de arriba abajo en un ritmo lento, a la vez voy recordando las muchas veces que esa verga estuvo clavada en mi coño y como lo disfruté desde los ocho añitos que me desvirgó y me hizo suya para siempre, entonces solo metió el trozo del glande

– Atenea, papá necesita que le saques la leche, vamos hijita, usa esa linda boquita tuya para ordeñar a papá.

– ¡¡Vamos mi reina, trágate mi verga!!

Obedecí a mi padre y comencé a succionar su mástil, usando mucho la lengua como a él le gusta; la degustaba como un caramelo, recorriendo con mi boca todo su largo. Papá me tomo del cabello y comenzó a empujarme para llevar el ritmo, si tuviera su otro brazo sano seguro estaría metiendo sus dedos en mi húmedo coño. Siento que sus bolas  están por reventar así que las chupo también, se las noto muy llenas, duras  y enormes; son dos enormes moles productoras de intente cantidad de esperma espeso.

– ¡Ohhhh Atenea, si sigue así chupa la verga de papi, vamos sigue!

– ¡Ohhhhhhh hija que mamada me das! ¡¡Siiii ohhhhhhh!!

– Solo tú sabes cómo cuidar a tú padre…

– Vamos princesa, papi esta por acabar y quiero hacerlo en tu boquita.

Tal y como dijo papá, terminó en mi boca. Su leche es exquisita y un manjar para mí. Terminé tragándome hasta la última gota que le ordeñé. Luego de limpiar la verga de papá con mi boca y lengua, la volví a guardar en sus pantalones aunque seguía igual de dura.

– Oh Atenea, eres única mi amor, tenía las pelotas llenas y solo tú sabes cómo sacarme la leche, ven mi vida desnúdate y duerme junto a papi quiero sentir tu cuerpo junto a mí.

– Pero papá debes descansar"

– Y tú también Atenea, así que ven, y quítame ese estúpido pantalón, sabes que me gusta sentir tu coñito en mi verga toda la noche.

Hice lo que papá me ordenó y me desmentí, luego le quite el dichoso pantalón y me acosté a su lado. Así pensaba dormir esa noche, pero no sucedió, al poco de acostarnos ya tenía la verga de mi padre metida en mi coño y yo muriendo de placer. A pesar de las pocas posiciones que pudimos realizar, mi papi me follo el coño con la misma intensidad como siempre me la ha follado desde niña. Pienso en que este es apenas el primer día y puedo imaginarme las folladas que me esperan, siendo mi padre tan cachondo y yo amándolo tanto. Nunca tuvimos reparo en joder como conejos, siempre a pelo y siempre acabando dentro de mí. Era muy particular estar llena del semen de papá y estar todos en la mesa comiendo con mis hermanos y mi madre… entonces me sentía halagada de ser la preferida de un semental tan macho como mi padre, ser suya y lograr ponerlo tan duro siempre.


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Atenea sigue en el proceso de cuidar a su padre además de ser su mujer.

Con la luz del sol que se cuela a través de la ventana, voy despertando, y no tardo en darme cuenta donde me encuentro. Recordé el incidente de papá en la piscina y su brazo fracturado, así como la responsabilidad que tengo de cuidar de él en su convalecencia. ¡¿Pero qué hija despierta desnuda junto a su padre en la cama y con el útero relleno de esperma…?! Pues yo, Atenea, una joven de 18 que ha sido la muñeca sexual de papá desde antes de terminar primaria, y eso es la mitad de mi corta vida. Fui la primera en recibir a un hombre de verdad y quizás pueda ser la primera en ser mamá, si mi padre continúa follándome a pelo… me preñará.

Hoy es el segundo día de muchos en que debo proveer a papá de los cuidados necesarios mientras sana, pero ya en el primero nos dejamos llevar por la lujuria y terminé haciéndole una mamada como a él tanto le gustan y después follando toda la noche como animales. ¿Pero como negarme a papi? Él ha sido y siempre será el hombre de mi vida, al igual como yo soy la mujer de su vida o la niña de sus ojos como bien él dice.

Al poder escapar de sus brazos (y de su cama) rápidamente voy a darme una ducha; allí bajo el agua noto en partes de mí cuerpo como papi ha dejado su marca…mí cuello y hombros están llenos de moretones y mordidas, mis tetas están rojas de tanto ser mamadas y haladas, mi clítoris esta hinchado y mi coño aún desborda la leche que mi padre libero en grandes cantidades en mi útero fértil. Aunque estar así me excita, me toco rápida el clítoris tan salido que tengo y en no menos de dos minutos me corro como una putita, pero no puedo olvidarme de mis compromisos, así que termino y luego de vestirme en el baño voy corriendo a cuidar de papá. Mi padre ya estaba despierto, sentado en el borde de la cama completamente desnudo esperando por mí para ayudarlo en lo necesario.

     Porque no me despertaste para bañarnos juntos cariño.

     No papi, sabes muy bien que ese baño terminaría en mas sexo y en tú condición no estás para eso

     Pero anoche no te escuche alegar nada mientras metía mí verga en tú coño….

     Basta papá, te ayudare a darte un baño y luego podremos desayunar

Ayudarlo fue un martirio y una excitación para mí, y es que estando allí desnudo con semejante tranca al aire libre, no es fácil para una lujuriosa adicta a la polla de papá como soy yo. Es su culpa por estar fallándome desde niña… su olor, su tacto, su dureza y la virilidad de la verga de papá me envilece sugestionándome todo el cuerpo con ardores imposibles de contener. Soy suya por derecho y por petición unánime de todos los sentidos de mi cuerpo. Tras muchas protestas y reclamaciones al final pudo ducharse, aunque con dificultad por tener que usar un solo brazo. A mí padre nunca le ha gustado ser una carga para los demás, es un hombre muy trabajador, también es terco y orgulloso con un carácter fuerte que le ha traído más de un conflicto; todo eso fue lo que mi madre no soporto y decidió dejarlo. Aunque me fui con mamá, yo venía constantemente los fines de semanas donde poco a poco nuestro romance padre e hija comenzó.

Habiendo papá terminado de ducharse me encargo de secar su cuerpo, el cual conozco a la perfección; cada cicatriz, cada lunar, cada zona sensible, en fin, algo normal siendo mi hombre. Cuando voy llegando a la parte baja de su cuerpo noto la gran erección, lo miro a la cara y él me devuelve una sonrisa.

     Vamos Atenea, sé que quieres chupar la polla de papi, lo deseas tanto como yo

     Papá aún no has desayunado y es tarde, ¿Cómo pides que te ayude con tú polla?

     Vamos, una buena chupada me ayudara, necesito aliviarme

     ¿Prometes que solo será una chupada?

     lo prometo mi niña.

 Viéndolo así de necesitado, no podría negarme, además yo también tenía muchas ganas de llevarme esa enorme verga a la boca, siempre me ha gustado el sexo oral desde que lo probé la primera vez con solo 8 añitos, entonces apenas me cabía en la boquita su orondo glande, duro y redondo como un melocotón. Me colocó de rodillas y tomo su mástil sintiendo el grosor de la verga de papi entre mis manos; comencé entonces un lento sube y baja halando su prepucio y exponiendo ese enorme glande con forma de hongo. Luego de repetir la acción varias veces procedo a tomar sus bolas, las cuales siempre me ha gustado jugar con ellas, son dos buenas bolas llenas de leche espesa lista para llenar mi boca o mi coño según apetezca. Escucho como papá comienza a suspirar así que decido usar mis labios con los cuales beso concienzudamente cada parte de su tronco y glande, es en este lugar donde reparto más besos y lengüetazos… comienzo a usar mi lengua. No desatiendo en ningún momento sus pesados huevos que han vuelto a llenarse de esperma.

     ¡Ohhhhhhh hija que bien, sigue acariciando la cabezota de papi con esa lengua tuya!

     Vamos nena, lame mí cabezota

Con mi lengua lamo su glande como un dulce, delineo la forma de su cabezota a la vez que uso mis manos en masturbar su tronco y juguetear con sus bolas. No resisto más y comienzo a chupar (papá tampoco resistirá más) Si a mí padre le gusta mamar mis tetas pues yo amo mamar su polla, chupar y sentir ese sabor salado de los jugos que rezuma al ir excitándose y oler esa esencia masculina de testosterona que desprende todo su ser, la sensación de mi boca recorriendo la larga polla de papi es deliciosa y su sabor a macho más

     ¡Chúpala toda cariño, vamos métetela hasta el fondo! ¡¡Chupa cada rincón de mi polla!! Eres la mujer más dulce del mundo… eres incomparable.

Obedezco a mi macho y meto su verga en mí boca, no la meto toda ya que es un poco larga, lo que resta siempre lo cubro con mí mano, son tantos años mamando la verga de papá que soy una experta en todo lo referente a ella. Mientras chupo y chupo esa verga, papi toma mí cabello y comienza a mover su cadera indicándome así el ritmo, ambos nos miramos con lujuria, con deseo; dejo su verga y entonces le chupo sus bolas a la vez que se las halo con los labios, una a una, luego las dos a la vez.

     ¡Ooohhhhh Atenea, siiii maldita sea, sigue así!

La polla de papi se pone más dura y roja, noto sus venas más marcadas y las bolas endurecidas, se que está a punto de estallar en una potente eyaculación, así que rápidamente vuelvo a meterla en mí boca y comienzo a succionar con más rapidez, pericia y fuerza, a la vez que de manera desenfrenada mueve sus caderas y me folla la boca clavándome con  unos profundos pollazos.

      ¡¡¡Me corro hija!!! ¡¡¡me corro!!!

Explota de una gran forma, los chorros de su espesa y caliente leche llenan mí boca y garganta, trató de tragarla toda pero una parte se escapa por la comisura de mis labios y fue a parar a mi camisa, los otros lechazos terminan en mi cara, ya que debo sacarla aún eyaculando, o me ahogo con la cantidad de semen expelido. Con mí lengua voy limpiando los restos de lefa que quedaron esparcidos en la verga de papi, me gusta su leche, es espesa y siempre le ordeño grandes cantidades cayendo calientica en mí cara, boca, tetas y coño. Ahí en mi coño es donde más le agrada vaciarse, pero no siempre le dejo.

      ¡¡¡Ufff Atenea que mamada hijita!!! Me encanta cuando ordeñas y sacas mi leche de esa manera… eres la putita de papi, lista para mí.

Aún sigo chupando su verga semi erecta y también sus bolas usando mucho mi lengua, me gusta que quede todo limpio quitando todo rastro de lefa.

      Listo papi, ya mamé tu verga y te saque la leche de mañana, ahora vamos a vestirte para desayunar. Yo creo que me he tomado mi ración de leche y casi desayuné…

     Como digas mí reina.

Luego de vestir a papá nos fuimos a desayunar entre charlas; al terminar le dije a papi que podía hacer lo que quisiera siempre y cuando no hubiera riesgo con su brazo fracturado, él decidió ver algún deporte en televisión; yo mientras me ocuparía de limpiar lo ensuciado en el desayuno…. La mañana paso entre ordenar la casa y atender a mí padre en ciertas cosas, como por ejemplo llevarlo a orinar en donde "según" él es algo muy difícil con una sola mano; yo se que miente, se que le fascina que le manosee y toque la verga como a mí también me encanta. Lo llevo al baño y bajo el cierre de su pantalón, meto mí mano y saco su verga, apunto al inodoro y el suelta su meada hasta acabar mientras su manos se ha alojado en mi coño bajado por mis nalgas…se le está poniendo dura mientras mea. Luego la sacudo y le recojo la última gotita del glande, con mis dedos. Me agacho y le chupo el cabezón limpiándoselo a conciencia. Me agrada el sabor salado de su polla recién meada, soy tan viciosa con su verga que todo lo que tenga que ver con ella me gusta mucho. Vuelvo a meterla al bóxer donde se forma un bulto, de lo dura que se le pone en estos casos. Mi padre es muy pervertido y siempre busca situaciones morbosas en las cuales involucrarnos.

Al poco tiempo pasado del mediodía aparecen mis hermanos José y Ernesto, ambos al igual que yo, están muy preocupados por nuestro padre, ellos saben lo terco y orgulloso que es y más con un brazo roto donde no querrán que lo traten como a un invalido.

     Hola Atenea, ¿Cómo sigue papá?

     Bien, aún no pone pegas por algo y dice que el yeso no le molesta.

     Bueno esperemos que continúe así, ya sabes lo cascarrabias que es.

     No se preocupen lo tengo controlado.

     ¡¡Eres genial Atenea!! el viejo te obedece a ti a pesar de lo gruñón que es…

¡¡Si mis hermanos supieran la verdad!! Si supieran que nuestro padre me clava su polla y rellena constantemente el coño de leche, que soy su mujer y muñeca sexual. Creo que me odiarían y señalarían de PUTA. Lo más probable es que no permitan acercarme a sus familias, ya que pensaran en que me follare a uno de mis sobrinos. Por tal motivo, guardo la relación con mi padre muy celosamente, nadie lo sabe, ni siquiera mis amigas de más confianza.

José y Ernesto pasaron la tarde con nosotros, vieron deporte con papá en la tele y luego charlaron un rato con él y conmigo, la pasamos en familia recordando cosas graciosas de nuestra infancia. En todo el tiempo que conversábamos, papá me tocaba como siempre lo ha hecho conmigo desde pequeña; me agarra las tetas, me toca el culo, me aprieta una nalga o me roba un beso cada vez que mis hermanos no miraban, a él le encantan estos juegos o como dice él… "Muestras de cariño".

Mis hermanos se van ya muy tarde y dicen que volverán dentro de unos días con los niños y sus mujeres para que estos puedan ver a su abuelo.

     No dudes en llamarnos por cualquier cosa Atenea, no importa la hora.

     OK está bien, aunque no creo que pase nada grave.

     ¡¡No sé como lo haces de verdad!! Tratar con papá es perder la paciencia, sino que te lo diga mamá

     Bueno yo tengo mis métodos y conmigo es muy consentido en casi todo…

¡¡Y qué métodos!! ¡¡Cuando papá se pone necio y gruñón solo basta con mostrarle mis tetas y... santo remedio!! ¡¡Como le fascinan!! Me las chupa como un recién nacido jalándome los pezones con dureza; si por él fuera me las chuparía y mamaría todo el día. Mi padre sabe que si no hace lo que le digo no verá ni mamará mis tetas por un buen tiempo, el viejo es tan pervertido que es fácil para mí controlarlo con mis atributos. Aunque yo también soy de carne y hueso, no puedo dejar de pensar y desear su verga y su hombría dentro de mí.





Tras cenar nos vamos a dormir, desvisto a papi ya que le gusta dormir desnudo, yo también me desnudo y me acuesto a su lado en la cama que compartimos desde el mismo día que vine a vivir con él. Intenté por todos los medios convencerlo de que es mejor que duerma solo ya que podría lastimar su brazo, pero no hubo forma. Quiere follarme todos los días, es una necesidad perentoria de vaciar sus testículos en una mujer… hoy no es diferente, lo veo en sus ojos y en esa enorme polla dura que tiene entre las piernas.

     ¡Bésame cariño, quiero probar tus labios!

No me niego; tomo su rostro entre mis manos y lo beso lenta y pausadamente por un tiempo, luego arremeto con fuerza y nuestro beso es desenfrenado, bajo a su cuello y pecho donde dejo grandes chupetones y moretones y lo marco como mío.

Papá también arremete contra mí cuello y tetas, la noche anterior me había dejado más de una marca y mordida así que no fue tan intenso, aunque no puedo decir lo mismo de mis pezones, ya que las chupa, besa y lame como un poseso, mí coño se humedece siempre que papi hace eso.

     ¡Vamos hija, ponte a cuatro patas como una perrita obediente en celo, para que papá pueda saborear ese delicioso néctar que sale de tú coño.

Acaté la orden rápidamente, y es que desde que chupe la verga de papá esta mañana quedé mojada y excitada con ganas de más macho. Papi se levanta de la cama y yo me pongo a cuatro patas alzando mis caderas para poner todo a disposición de él, quien se coloca tras de mí. Arremete contra mí coño de una manera desesperada, yo solo puedo gemir y tratar de controlarme por las muchas sensaciones que experimento. La lengua de mi padre hace maravillas no solo lame sino que la introduce en mí, a la vez que me clava uno de sus dedos en el culo, luego toma mí clítoris con los dientes y juguetea con el llevándome al abismo del placer solo unos minutos después mis fluidos bañan totalmente su cara, fue un orgasmo intenso que me dejo exhausta y tendida en la cama pero sé que no termina.

     Sabes deliciosa mi amor, te corriste un montón, ahora estas lista para mí

Mi padre con la mano buena enfila su ariete en mi raja que ya está palpitante, encuentra la boca de mi coño y la va clavando con suavidad pero sin esperas. Ya insertada más de la mitad del tallo, sin más contemplación me clava a fondo… aquella verga gruesa, gorda y de buen tamaño que me vuelve loca, por la que soy más puta todo los días de solo recordarla. Sintiendo la verga dentro de mí, papá comienza su vaivén de mete y saca, dándome nalgadas que me hacen gemir más y más.

     ¡¡¡Vamos hija, muévete mas, mueve ese culo vamos!!!

     Eres la puta de papi, la putica que me follo todos los días y me saca toda la leche ¡¡¡VAMOS PUTA!!! Goza con la verga de papá vamos… Te quiero dejar toda la lefa en tu útero… ¡¡Hoy te pienso preñar, por ser tan PUTA con tu papi!

Las guarradas que dice mí padre ponen más morbo al encuentro. Estoy sintiendo las pesadas bolas de papá rebotar contra la entrada de mí coño como queriendo derribar un edificio entero. Me folla como a una perra y los pollazos que me clava son tan profundos que siento la punta de su verga en mi útero, me siento llena, me siento completa con la verga de papi dentro de mí y ufana de sentirme tan hembra. Ya con las nalgas rojas de tanto ser azotada, mis pezones en punta por la excitación y mí coño ensartado por una gran verga... Me corrí... convulsionaba contrayendo las paredes de mi coño, apretaba su tallo y lo excitaba con mayor poder. Mi macho arreció sus embestidas cuando aún no había acabado de sentir el sopor de mi corrida… dos pollazos duros al fondo de mi vagina y le cabrón me llenó todo mi útero con una gran cantidad de espesa y abundante leche. El semental vació todas sus grandes y productoras bolas en mi follado coño. El grito por el orgasmo intenso debió despertar a los vecinos.

     ¡¡Oohhhh síí Atenea, eres una ZORRA con papi!! Aún nos faltan más días por disfrutar hasta que me recupere, la pasaremos rico mi amor, tal vez por fin te pueda preñar

Esa noche pensé en que apenas es el segundo día y todavía falta un tiempo considerable hasta que papá se recupere y yo pueda regresar a la universidad. Sé que me follara y follara en todas las formas en que su brazo se lo permita. Pero yo estaré feliz de complacerlo ya que no solo lo amo por ser mi macho, sino simplemente porque así lo deseo, y quien sabe, tal vez pueda preñarme... Pero esa es otra historia.


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Atenea se convierte en la puta de su papi pagando deudas de juego

Soy la puta de mi padre. Me enseñó a usar mi cuerpo para su placer. Y también me regala orgasmos increíbles. Siempre lo espero con ansiedad excitada. Estoy enamorada de él. Soy su hija, soy suya y me someto caliente a sus deseos.     Lo que más amo en mi vida es mamar la leche que brota de su verga, y estimularle los huevones de papá para fabriquen una buena cantidad de leche… Solo contarlo a Ustedes ya me excita mojándome el coño. Quiero ser ensartada por su verga. Deseo que regrese a casa, para ser su perra puta, como él me está enseñando. Digamos que soy una alumna muy aplicada y lo espero vestida muy sexi para provocarlo. Siempre resalto mis tetas porque sé que lo enloquecen. 

Tenemos sexo varías veces por semana y dormimos juntos, yo desnuda porque le gusta sentir mi cuerpito junto a él. Algunas noches, me despierto al sentir que me está follando. No respeta mi descanso. Si se desvela, viene sobre mí y me penetra. Es raro no despertarme con su verga dentro de mi cuerpo, bombeando con fuerza y golpeando el cuello de mi útero, hasta llenarme con su leche. Somnolienta, lo dejo hacer y cuando la saca y me toma entre sus brazos, me acurruco y vuelvo a dormirme. Es como si me diera mi dosis de relajante vaginal. Me calienta.  Soy de orgasmo fácil, disfruto follando. Y amo a papá. Y él me cuida y me hace disfrutar. El resultado es que a la mañana siguiente tengo los muslos y el coño con semen medio seco y pegoteado… el macho eyacula mogollón de lefa.

Antes de levantarnos me pregunta si su puta quiere tomar su mamadera ahora…

     Sí, quiero tu leche calentita papi

Entonces me da mi mamadera que mete hasta mi garganta y yo, medio atragantada y sintiendo fuego en mis entrañas, chupo con fuerza  y me trago toda esa leche que descarga para mí, al tiempo que empuja mi cabeza hasta que mi nariz se aprieta contra su pubis. 
Con la otra mano excita mi clítoris, tira y retuerce el aro y, aunque me estoy ahogando, me corro en un orgasmo fuerte que aumenta cuando papá permite que pase un poco de aire. Siento un estallido en todo mi cuerpo que me hace arquear al máximo alternando con pequeñas convulsiones. Todo fuego y placer, gracias a mi padre. A él no le agrada que vaya directo a bañarme, sino que prefiere que desayunemos juntos, dice que emano  un olor exquisito a hembra bien follada por la mezcla de nuestros fluidos. Durante los fines de semana, es frecuente que después del desayuno, volvamos a la cama, mientras se prepara el almuerzo a fuego lento… luego me encargo de ordenar la casa.

Son mañanas largas, calientes, sin apuro,  de besos, caricias y buenas folladas. Me folla por la vagina y por la boca, no le dejo que me dé por culo, su gran verga me lo rompería y no sería nada agradable no poder sentarme durante días. También le gusta eyacular sobre mi cara o entre mis tetas, haciéndome una buena rusa. Siempre dejando semen sobre mi piel, que yo extiendo con mis manos y finalmente, chupo mis dedos provocativamente invitando a más…. Y algún fin de semana sin ninguna actividad fuera de casa, no me deja bañar hasta el lunes de mañana. Si quiero puedo vestirme con ropa liviana, siempre con su semen en  varias partes de mi cuerpo, incluso en mi cara. Yo me lavo los ojos con un copo de algodón y por supuesto las manos y dientes. Hasta me gusta estar así, con la lefa de papá en mi piel y dentro de mi coño acumulándose durante dos días… su olor impregnado mi cuerpo. Mi pelo luce pegoteado por los grandes chorretones de esperma que larga en mi cara y llegan al cabello. Le comento que no debo estar atractiva dándole asco y debería bañarme, pero papi dice no, y él es quien, naturalmente, manda en casa… es quien pone lo cojones sobre la mesa.

Le gusta las timbas y no siempre gana, debió de ser por eso… Hoy avisó que viene con un amigo y me va a compartir con él… debió perder la última apuesta. Será una nueva experiencia. Estoy excitada. Me mojo de sólo pensarlo. Cuando llegó David, la cena fue breve y después estuvimos todos conversando un rato y saboreando un café.  David era un hombre de mediana edad entrado en carnes, forzudo se podría decir, moreno y bastante viril. No podía quitar sus ojos de mis tetas, son bastante grandes, firmes y los pezones se proyectan hacia adelante. Me vestí con una blusa de seda suave y corta, sin sostén. Se marcaban bien los aros que llevo y sé que mi aspecto es muy sexi.

El hombre estaba empalmado y yo divertida provocando, con movimientos y miradas insinuantes. Bueno David, vamos a usar entre los dos a mi puta, invitó mi padre. Me desnudé lentamente frente a los dos y me quedé de pié, con las piernas un poco separadas, para que apreciaran mi depilado coño, donde también llevo un piercing. Me estaba mojando y mi clítoris comenzó a latir.

     Vamos amigo, mi puta está caliente para nosotros

Ambos comenzaron a manosearme por todos lados. Cuatro manos ansiosas recorrieron todo mi cuerpo, jugaron con los aros de mis pezones y me hicieron sentir  calor y deseo.

     ¡Fóllenme, por favorrrrr, yaaa!!

Pedí entre suspiros, con la respiración y mis sentidos alterados. Mi padre se desnudó rápidamente, me tomó de las caderas y me levantó mostrándole a su amigo lo que se podía hacer conmigo. Enganché mis piernas en su cintura y enfiló raudo…me clavó su verga en mi empapada vagina. Lo sentí presionando el cuello de mi útero  mientras chupaba mi boca y bajaba por el cuello. (Me dejó varios moratones, que luzco con orgullo de mujer bien follada).

Los dedos de David masajearon brevemente mi culo y puso lubricante. Su verga larga y delgada se apoyó en mi entrada trasera y de pronto empujó y me enculó. El dolor me hizo gritar y ambos hombres comenzaron a moverse mientras yo gritaba con el cuerpo mojado de sudor. Estaba siendo una doble follada impresionante. El placer incomparable. Tuve un orgasmo prolongado, con los espasmos recorriéndome toda. Ese desconocido mío me había enculado y desvirgado el culo, a papá nunca se lo permití ni se lo permitiré, su verga es considerablemente más larga y mucho más gruesa.

Los dos hombres me follaron a saco, sin compasión hasta que eyacularon y sus vergas se desinflaron un poco. El primero en salir fue quien se cobraba la deuda, causando esa conocida sensación de defecar, que me obliga a apretar el culo. Después papá me dejó sobre la cama con el coño chorreando leche. Me puse de rodillas para limpiarle la verga con mi lengua, como mi padre me enseñó. La visita se marchó al aseo a enjabonarse la polla.

¡Dos vergas para mí! A la vuelta se la mamé, dando le visto bueno a su aseo…
David, más joven, se empalmó durante la limpieza a lengua. Cuando terminé con papá, me vine hacia él y comencé a jugar en sus huevos con mi boca. Los chupaba fuerte, para meterlos adentro y hacerle sentir que los tragaba. Y despacio, siempre lamiendo y escuchando sus gemidos; Papá me hizo una seña para que se lo trabajara profundo y lo hice a conciencia. Lo abrí con mis dos manos y metí mi lengua bajo el escroto lo más adentro posible, mientras los movía en círculos dentro de mi boca, alternando con fuertes succiones. Sus gemidos me calentaban y le daba a sus huevos la mamada de su vida.

Mi padre miraba atento a mis atenciones con el invitado, le tomé la verga a David primero con su mano, para hacerle una paja, pero después, ante su asombro, me la metí en la boca, haciéndole una mamada rápida, porque el hombre no pudo aguantar más, entre la boca de una niña en su verga y uno de mis dedos en su culo, descargó su leche entre gruñidos y gemidos de placer. A papá le produjo satisfacción de estar bien pagada la deuda. David  apretó mi cabeza contra su polla, de forma que tuve que tragar lo que le quedaba en sus testículos.
Y después, lo increíble. Mi padre metió su verga en mi culo, que me hizo gritar pese a estar expandido un poco y yo lo había dejado lubricado con mi saliva y abierto del trabajo que le hice. Lo penetró  sin piedad, mientras yo le ofrecí mi coño a David para lamer y chupar, lo que hizo con una fuerza rabiosa. Me corría producto de la mezcla de dolor y placer en mi culo y así follamos los tres, entre quejidos, gemidos y palabras que no se entendían.

Tuve fuerzas para tomar unas fotos del esfínter anal recién follado por mi padre, goteando semen. Estaba hermoso, hinchado y un poco abierto. No me reprimí al ver el cipote de mi padre recién descargado en mi esfínter, y lo lamí y chupé nuevamente, a pesar de sus protestas que cesaron rápido cambiando por suspiros y gemidos.





Estimados lectores… Mi conclusión es que soy una perra muy caliente y mi buen padre me entrenó para que adquiera las mejores habilidades sexuales. Me excitaba mamar su gran polla, los huevos y la verga que tenía a mi disposición a diario y percibir los chorros de leche de cada eyaculación en mi boca o en el fondo de mi coño. Ya no volvió a traer a hombres o dejó de tener deudas de juego. Con él me sentí muy feliz y sentía cómo le enloquecía mi cuerpo… calentarle era mi afición. Y, por supuesto, como buena puta, dejé que me follase por todos lados empapándome con su leche. La mañana de autos, disfruté el sabor de una nueva lechada de papá… era un hombre con una lefa rica… muyyy rica antes de darle la noticia que me estaba preparado para ese día. Desde hacía unos días me sentía un poco indispuesta, molesta, el sabor de su verga no me salía igual, y tenía náuseas mañaneras. Creí necesario hacerme la prueba de embarazo porque presentí que mi Padre me había PREÑADO…, el test dio positivo y me asusté tanto que no le dije nada a nadie de inmediato. Unos días después el ginecólogo me confirmo que estaba preñada de 25 semanas y yo sin saberlo… esperé una semana para comunicárselo a papá. Ayer tarde murió de la emoción, su corazón comenzó a fallar y no se pudo recuperar. En unas 15 semanas o menos pariré el hijo que tanto añoraba hacerme, durante los 20 años que estuvo follándome y llenando mi útero de su potente esperma ¡Le hubiera gustado tanto verme preñada de su hijo! Si es niño le llamaré como a su Padre… Gustavo y si es niña Afrodita.

 



Este relato está enmarcado en la relación con mi padre a lo largo de varias décadas hasta que se murió de agotamiento, de vejez o de alguna enfermedad desconocida. Todo el correo que crucé con Onassis quizás te parezca interesante..., es donde me explayo en los detalles más delicados del sexo que tuve con mi padre. 




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