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UNA HISTORIA DE AMOR. Y si tú no has de volver...

    "Y si tú no has de volver" 1ª PARTE "Una para el otro y otra para el uno". Esa frase la repite una y otra vez mi ...

Oposité en casa de mi tía Charo




Esto me sucedió hace unos años, cuando fui a hacer unas oposiciones al cuerpo de policía a Ávila, la cuidad donde vivía mi tía Charo. Necesitaba quedarme unos días para acudir a las diferentes pruebas en días distintos. Mi tía Charo me ofreció su casa, a pesar de tener solo dos habitaciones…
 
– “nos podremos arreglar” me dijo ella.

 Mi tía vive con su pareja sentimental doce años mayor. Él es un profesional de la logística de paquetería a nivel nacional en el grupo DHL…, lo que le lleva a levantarse cada día a las tres de la mañana, por eso no es de extrañar que a las ocho de la tarde esté metido en cama. Ambos tienen una hija que por entonces tenía 19 años llamada Iris y por el momento no tienen pensamiento de formalizar el matrimonio. Soy Leonardo, por el famoso Leonardo Da Vinci pero me llaman Leo, un chico de 25 años, soltero con esa chispa de canalla que suele ser atractivo a muchas chicas…pero de lo que realmente estoy orgulloso es de mi físico en excelente forma física.

Me instalaron en la cama supletoria de la habitación de mi prima, como hacía años cuando me quedaba en vacaciones, entonces ella era una niña de 10 años. Mi estancia transcurriría con normalidad, porque mis tíos ven la sexualidad como algo natural que forma parte de nosotros e Iris estaba educada en ese ambiente abierto a las relaciones sin tabúes, por eso compartir la habitación con Iris no supuso ningún problema para nadie. Solo pasaría cinco días, los suficientes para cubrir las tres pruebas de examen de acceso al cuerpo. La primera noche fui a ducharme antes de acostarme…, en casa de mi tía nunca se echa el pestillo porque no existen y justo cuando estaba dentro entró mi tía. La mampara es transparente así que se ve todo a través de ella...

– “Hola Leo”, me saludó. – “¿Te queda mucho? Yo también me voy a dar una ducha”.

– “Me estoy enjabonando, en cinco minutos acabo”.

– “Me voy desnudando mientras...”

Hacía tiempo que no veía a mi tía desnuda, de hecho solo la había visto en topless en los días que pasamos en la playa, con un tanga que se puede decir no le cubría nada, el bronceado delataba el tamaño de sus prendas. Siempre había tenido un cuerpo escandaloso. Más de una vez sentí la tentación de acariciarla e incluso de meterle mano, pero pude contener mis impulsos. A los 24 años se fue a vivir con un hombre doce años mayor que ella y dos años después tuvieron una hija. Ahora Charo es una mujer mucho más madura a sus cuarenta años, menos alocada y con unas formas espectaculares que la edad le ha respetado. Abrió la mampara y se metió dentro.

– “Anda nene, enjabóname la espalda ya que estás aquí”. Me dio la espalda.

Me puse a frotársela con la esponja, quedando sorprendido por un momento sin saber cómo reaccionar, me miró a los ojos con una sonrisa y prosiguió diciendo… 

– “Dame también en el culo, por favor”, me pidió mientras se me ofrecía.

Sin darme cuenta mi polla se había puesto tremenda en pocos segundos…, yo mantenía la distancia, pero sin poder remediarlo la punta de mi capullo tocaba su cuerpo. Estaba muy apurado pensando que ella se volviese y me dijese algo sobre mi erección, no pude contener que mi verga se pusiese tremendamente tiesa. Estaba muy excitado ante un cuerpo tan sensual, con unas tetas maravillosas, un coño depilado con los labios abiertos mostrando impúdicamente el clítoris sobresaliente, un vientre cuasi liso, una cintura estrecha, unas caderas exuberantes, un culito respingón y unas piernas proporcionadamente largas a su altura, contorneadas y sedosas. Yo le frotaba el trasero, manoseando delicadamente y jugando con sus nalgas… las frotaba y amasaba a la par, con lo cual aquello pasó a ser un juego sexual de una MILF cachonda con un jovencito un poco falto de polvos. Me olvidé del aseo y atendí a su promiscua necesidad febril…Como estaba un poco abierta de piernas, pude llegar hasta su chumino, me pareció apasionante.

– “La esponja está áspera cariño, ¿por qué no me frotas con tu mano?” Mi tía sabe seducir a un hombre.

–“Como tú quieras tía, así mejor”

–“Mucho mejor mi vida”.

Cuando le acariciaba el culo, ella se abría más de piernas y se inclinaba hacia delante pidiéndome sexo… no podía creerlo, me estaba ofreciendo descaradamente sus agujeros. Mi polla lo sabía desde hacía varios minutos, por eso estaba cada vez más duro. Sin embargo acaba de caer del guindo. Mi mano se adentro en un territorio indómito pero no menos deseado, recorrí la raja del culo hasta su ano que acaricié y luego presioné. Le follé el culito con el índice.

Al cabo de un rato entraba en su raja vaginal mientras ella daba pequeños gemidos de gusto. Como el que no quiere la cosa le metí un par de dedos en su orificio vaginal…, le tuvo que gustar mucho, porque se retorcía. En un acto reflejo se llevó la mano a su vulva para masturbarse, encontró su clítoris y se friccionaba con decisión. Ninguno de los dos decíamos nada, nos dejábamos llevar deslizándonos sobre nuestros deseos como si nada pasara más allá y todo fuera normal. Sucedió tan rápido que no me dio tiempo a pensar, un ataque por sorpresa o simplemente un acto casual dentro de la convivencia familiar ¡No lo puedo definir! Antes de que mediera cuenta me agarró la verga, bajo el prepucio liberando el glande y se puso a mamarla mirándome a los ojos. Me ensalivaba desde el capullo a las pelotas hasta que decidió metérsela dentro. Le dedicó una chupada increíble a mi glande pajeando el resto del tronco durante dos minutos. Se elevó y se dio media vuelta sin soltar mi polla que atrajo hacia su culito, yo solo tuve que empujar un poco y gracias al gel mi rabo entró fácilmente, poniéndome a cabalgarla con frenesí.

Los jadeos eran cada vez más fuertes y no pensábamos que pudiesen escucharnos. Cuando estaba con la verga a punto de reventar, Charo me pidió excitadísima…
 
– “¡Sácala, sácala!” 

Pensé que se había dado cuenta de lo que estábamos haciendo y quería terminar con aquello, sin embargo lejos de eso lo que quería era terminar de follar en otra posición. 

– “¡Métemela por delante! ¡Quiero que me folles el coño!”

Sus palabras llenas de lujuria eran órdenes para mí, la saqué del culo me la limpió con gel y agua y se la enchufé por la vagina abriendo sus calientes labios rosados. Cara a cara, aprovechamos para chuparnos la boca y restregarnos las lenguas metiéndolas hasta el paladar ¡Nunca pensé que mi tía fuera tan puta! La contemplación de aquel cuerpo prohibido hasta ahora, me excitaba tanto que me puse frenético. Yo no paraba de meter y sacar mi largo estoque, aplastando mis huevos contra sus labios vaginales. Ella no paraba de segregar líquido vaginal más y más, porque el agua no ayuda a la lubricación, todo lo contrario. Al cabo de unos minutos no pude retener más la eyaculación. Me corrí de forma bestial dentro de ella, ni siquiera fui capaz de sacarla y correrme fuera…ella tampoco lo quiso evitar pegándose a mi pelvis atrayéndome hacia su cuerpo con ambos brazos en mi cadera. Durante años había deseado llenarle el coño con mi polla y vaciarle mi leche, y mira por donde en mi primera ocasión le descargué el chorro más abundante de mi vida. Nos abrazamos, besamos y acariciamos al tiempo que mis huevos se vaciaban en largos y copiosos chorros de lefa espesa con la verga aún dura metida en lo más profundo de su intimidad… ella misma se la sacó como si no hubiese entrado. Nos terminamos de duchar y nos secamos.

Como hacía calor, se marchó desnuda a su habitación donde se encontraba su pareja roncando como un bendito cornudo. Me puse unos calzoncillos para dirigirme a la habitación que compartía con mi prima Iris. Estaba oscuro y no quise encender la luz para no molestarla. Al abrir la puerta escuché sus gemidos acompañados de jadeos. Pensé que estaba teniendo una pesadilla y me acerqué para despertarla y calmarla. Mi sorpresa fue mayúscula cuando me di cuenta de que no estaba dormida, ni con pesadillas, sino despierta y desnuda, masturbándose. Al principio nos quedamos cortados los dos por la situación… una atractiva adolescente en su cama metiéndose un pequeño consolador para darse gusto, y yo semi desnudo delante de ella, con la polla a media erección de haber disfrutado de los placeres divinos de mi tía Charo. No podía dejar de contemplar aquel excitante cuerpo, sudoroso, caliente y sensual, desprendiendo erotismo de sus puntiagudas tetitas, con el coño abierto chorreando flujo. Ni siquiera había apartado su mano de la vulva, lo que no me impedía ver sus cuidados pelitos encima de la raja. Mi polla se empinó hasta quedar tiesa como un tronco. Iris entonces reaccionó… no la vi nada molesta, ni contrariada…, lo que me temí que muy posible nos hubiera oído como así me confirmó…

– “Primo, me habéis puesto muy cachonda y me he tenido que hacer una paja”, me miró a contraluz mi paquete y encendió la luz de la mesilla… – “Se te ha puesto dura la polla. ¿Te he puesto cachondo, yo o ya venías así del baño?”

No sabía qué contestar, me acaba de follar a su madre y nos había oído, pero lo más insólito es que se hallaba desnuda ante mí. Me atreví a sentarme en su cama y le respondí… 

– “Estás hecha una mujercita. No podía imaginarme que estuvieses tan buena.”

– “¿Le vas a contar a mis padres que me has pillado masturbándome? Si lo haces les puedo contar que te acabas de follar a mamá y después se te ha empalmado conmigo al verme. ¡Sería divertida al situación!”.

– “No te preocupes, preciosa. No vamos a contar nada de lo que ha pasado. Y ahora a dormir, que es tarde.”

–“Eso no te lo crees ni borracho. Me has cortado cuando estaba a punto de correrme. Así no me puedo quedar, necesito tener un orgasmo antes de dormir.”

– “Bueno, pues me voy y así te dejo tranquila para que te termines de masturbar…”

–“Nada de eso. Quiero que me folles a mí también, deseo que me metas tu polla, ¡Se ve tan gorda y sabrosa, Uumm!”

Y antes de que pudiera contestarle me bajó los bóxer y me agarró el cipote apretándolo con una fuerza desmedida con su mano derecha y después con ambas. Aproximando su cabeza, se la metió en la boca, hasta donde su pequeña boca pudo tragar. Se notaba la gran diferencia de la maestría de su madre y la inexperiencia de mi primita Iris que se contrarrestaba con su ímpetu. No pude, no supe o no quise reaccionar. Mi prima me estaba haciendo una mamada, aunque un poco brusca me gustaba. Por un lado me sentía un asalta cunas, pero por otro el hombre más afortunado por tener una adolescente subida de hormonas hija de una mujer madura que me quería y deseaba…por por el precio de una.

– “Leo estoy muy, muy caliente. Necesito que me la metas o me va a dar algo”.

Lo cierto es que yo también estaba muy excitado, a pesar de haber descargado a su madre con la mayor de las folladas de toda mi vida, no podía desperdiciar la oportunidad de tirarme a esa chiquilla sin estrenar o poco usada. Me olvidé de que era mi propia prima-hermana y de sus tan solo 18 años…, una edad que no le hacía justicia atendiendo a su comportamiento sexual. La coloqué a cuatro patas pensando en mantener su posible virginidad y se la metí por el culito tras estimularle el agujero con los dedos y lubrificarlo con un poco de saliva y clavar solo mi glande. Ella misma puso su cara sobre la almohada para que no se oyeran los gritos de placer que estaba profiriendo. Yo aguantaba los jadeos y la cabalgaba con mis manos puestas en su cintura.




Tenía un cuerpo suave y tierno, apenas le metí poco más de mi glande donde mi polla cambia de rosado a más oscuro…, su ano no aguantaría una dilatación tan grande como el grosor de mi verga. Al poco de estar jodiéndola por detrás me pidió, igual que su madre que se la metiese por delante. Me eché de espaldas y senté a Iris encima de mi verga, que estaba dura como un martillo pilón. De lo mojada que estaba le entró fácilmente. Como esperaba, ya no era virgen, seguro que se la había ventilado algún cabrón salido adolescente. Intrigado por su prematuro desvirgue le pregunté mientras fornicábamos…

– “¿Cuándo perdiste la virginidad? ¿Has follado con muchos tíos?” la respuesta me sorprendió…

– “Hace tres semanas, pero solo he follado con un hombre, mi padre. Una tarde-noche me metí en su cama cuando no estaba mamá y una cosa nos llevó a otra y follamos. Él no estaba muy convencido pero soy muy persuasiva cuando quiero algo.”

“Eres una niña muy perversa y mereces un buen castigo…”

A pesar del estupor que sentí, no podía dejar de clavarla, incluso me aumentó el morbo imaginando la escena con su propio padre. Siguió diciendo… – “Al final me echó dos polvos, lo pasamos fenomenal desde entonces prefiero que me follen a masturbarme…pero si  no tengo quien me clave me conformo con el consolador… ¡Umnn!”

– “¿Te gusta cómo te estoy follando primita…?”

Me miró mordiéndose el labio inferior, esos gestos que las adolescentes aprenden en las revistas “Súper Pop” o “Cosmopolitan”, para estar más sexis cuando follan… 

“¡Me encanta como me lo haces! estoy pensando que tú follas mejor que mi padre, tu verga es más grande y más gorda ¡Sabes!”.

– ¿Y te folla muy a menudo…?  

– Una vez a la semana, mamá nos deja solos por el turno de noche de su trabajo y me meto en su cama. Echamos un par de polvos por lo menos.”

–“¿Y te folla a pelo como lo estamos haciendo ahora?”

– “¡Siempre!, no nos gustan los condones, se quedan por ahí y mamá los puede ver”.

Mientras la empalaba mi nabo fue cogiendo profundidad, llegando a golpear con mis pelotas en su culito, pensaba en lo cabrón de su padre…se follaba a su hija y a la madre, por eso tenía tan desatendida a mi tía. Mi primita proseguía charlando entre jadeos y gemidos diciendo…

– “Podría pedirles a mis padres que te quedaras un poco más de tiempo, estoy mejor acompañada.”

La muy zorrilla le había cogido el gusto a follar, en una familia tan abierta como la de mi tía mi presencia era un aliciente al fornicio constante. Me hubiera encantado quedarme mucho más tiempo pero… 

– “La verdad es que tienes un cuerpo precioso y me vuelves loco, te estaría follando todas los días, pero no va poder ser…” y ya no pudimos seguir hablando.

Llevaba casi diez minutos clavándola y el ardor llegaba a su clímax, era tal que casi perdimos el sentido. Finalmente, Iris se corrió como una perra en celo y yo no pude aguantar mucho más. Me vino otro aluvión de semen que descargué en su interior sin miramientos… poco me afectaba que se quedara preñada mi primita, si a su padre no le importaba preñarla, ¡¿por qué a mí?¡ Tanta era la cantidad que le rebosaba por su estrecha vagina, resbalando por sus preciosos muslos mezclado con los jugos vaginales del orgasmo.

Se sacó la polla y se puso a darle lametones como si fuera una rica piruleta… 

–“¡Qué rica está! ¡Me encanta chuparla, uumm! El sabor de la leche de tu polla me gusta mucho”.

Después de asegurarse de dejar bien limpia la verga, me levanté, le di un beso de buenas noches en la mejilla… Los labios de la boca los tenía llenos de semen y los vaginales aún más. Me acomodé en su cama y ella ni tonta ni perezosa me abrazó acurrucándose a mi cuerpo. Pude deleitarme con su olor dulce que desprendía su piel de niña tibia tan excitante, maravillosa, aniñada y fogosa. Tumbada en la cama se limpiaba las piernas del semen derramado… lo recogía con sus dedos y se lo llevaba a la boca. Mientras, con la otra mano, empezó de nuevo a masturbarse… la ayudé a conseguir el orgasmo y pasada una hora me pasé a mi cama. Cuando su padre se levantó a eso de las tres de mañana, echó un vistazo al interior observando que todo estaba bien y se marchó al trabajo. Por la mañana desayunamos juntos los tres, me agasajaban con sus atenciones interesándose por mis pruebas y mi vida personal… me marché a la primera prueba de oposición, bien alimentado y follado de casa. Menos mal que ese día solo era un test psicológico y de capacitación de los sentidos. No me podía creer lo sucedido, pensaba que solo había sido un sueño y dejé de pensar en ello centrándome en la prueba que necesitaba de toda mi concentración.

Terminada la segunda prueba de tres horas físicas, me dejó bastante cansado y con los músculos muy tensos, tanto que me dolía incluso la cabeza. Fui a casa de mi tía y me la encontré sola, hablamos sobre el desarrollo de la prueba física… 

– “Muy bien pero tengo los músculos tensos, especialmente los del cuello, me duele mucho”.

Me había tomado un paracetamol pasando como una hora y media cuando mi tía me dijo que me fuera a descansar. Alrededor de las tres de la mañana me empezó a doler otra vez, pero un poco menos, me levanté a la vez que mi tío que se marchaba al trabajo, me tomé otra pastilla. Mi tía que se había desvelado por el despertador, se acercó a la cocina y me vio allí algo dolorido todavía…

– “Cariño ¿Qué te pasa… aún te duele la espalda?” 

“Sí tía”

– “Si quieres antes de dormir te doy un masaje en la espalda.”

– “No te preocupes, estoy bien”. Nos quedamos solos en la cocina intentando convencerme…

– “Sí me preocupo, te voy a dar un masaje que te va venir fenomenal. Vamos a mi cuarto que no está tu tío y te doy el masaje, ya verás cómo te relaja.” 

“Gracias tía”. 

Me quedé solo con el bóxer con toda confianza. En eso llego mi tía en bragas y una blusa por encima del ombligo. Le dije… 

“¿y ese atuendo tan sexy tía?”

– “Así duermo, anda déjame” se rio. – “Por favor gírate para que te sobe la espalda.”

Me empezó a dar un fenomenal masaje, todo iba normal pero en eso sentí rozar sus pezones por espalda. Me puso un poco caliente, siguió por mis piernas, en eso se le fue la mano pasando su mano en mi entrepierna llegando a mis huevos… me hizo tener una erección. Mi polla pronto alcanzó su largura y grosor, comenzando a asomar por el costado. Mi tía se percató del detalle… 

– “¿Hijo se te está empalmando o solo me lo parece a mí?”

– “¡¿Qué quieres? me has tocado los huevos! no lo he podido evitar.” Se rió diciéndome…

– “Mi vida eres tan guapo y están tan bien armado… ¿Qué voy hacer contigo?”

– “Lo que tú quieras tía, me tienes a tu disposición.”

El masaje había pasado solo a mis nalgas y piernas. 

– “Quítate los calzoncillos y ponte esta toalla, es un poco incomodo sobarte así.”

Siguió con el masaje ya metiendo más mano, tocaba mis nalgas, mi entrepierna y me sobaba los huevos con fruición, eso me ponía a mil por hora. 

– “Mi amor gírate para que siga con el pecho”. 

Puso sus dedos sobre el pecho y el abdomen hasta que llego a mi polla erecta, estaba disfrutando tanto como ella.

– “¿Te gusta o te molesta?”

– “¡Cómo decir lo que me gusta tía!”

– “No pienses que soy tu tía… sino una chavalita de 25 años.”

“Seguro que si te quitas la ropa me lo puedo imaginar mucho mejor. No tienes nda que envidar a una veinteañera”

– “¿Quieres que me quite la ropa, pícaro? Tienes ganas de ver a tu tía otra vez en pelotas…” Se desnuda del todo… “¿Cómo me ves hijo, estoy como de 25?”.

Se acostó a mi lado y me dio un beso en la boca, entrelazó su lengua con la mía, jugamos un rato. Le cogí de la cintura, deslizando la mano hasta su culo… – “Estás muy bien conservaba, mucho mejor que la mayoría de las chicas de mi edad.”

– “No me digas tía, me gusta más cuando me llamas Charo, estamos solos y nadie nos escucha, ¿no crees mi amor?”.  Me abrazó morreándome otra vez. – “¿Sigo con el masaje o qué hacemos, mi vida?”.

La abracé presionando sobre mi cuerpo, deseaba que sintiera mi gran polla dura entre sus piernas. 

– “Esta noche serás mía, toda mía”.

Se quitó las bragas y se acostó sobre la cama, abrió las piernas apoyando los pies sobre la cama y me invitó a entrar. 

– “¿Sin condón como la otra vez?”, le dije un poco sorprendido por la similitud de actitudes con su hija…

–“No pasa nada no te preocupes por eso.”   

Le comí el coño hasta conseguir que se corriera en un chorreante orgasmo. Seguidamente se montó sobre mí y follamos durante más de ocho minutos hasta que la pobre se cansó de dar sentones sobre mi polla, a pesar de todo aguantó mucho más que otras más jóvenes.


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Completamente desnuda para él, – "¿Te gusta?", le dije a mi sobrino y amante ocasional. Dejando que me vea desnuda abierta de piernas con todas las puertas abiertas para la entrada de su enorme cipote que me tenía perturbada. Los ojos de mi sobrino parecía que se le iban a salir de sus órbitas…eso me ponía muy cachonda. Olvidándome de todo, me desclavé de su tremenda tranca y me puse de rodillas entre sus piernas y le agarré su larga verga, de cabeza bien dura y marcada, mucho más gruesa que la de mi pareja. Dejándome llevar por el deseo, me meto su polla en la boca, lamiendo y mamando su glande, su tronco, sus testículos…, subía y bajaba lamiendo a todo lo largo de esa hermosa maravilla de cipote, que la naturaleza había otorgado a mi sobrino para que yo lo disfrutara. Él respiraba fuerte al tiempo que mi excitación me llevaba a meterme los dedos en el coño. 

"¡¡tía… Charo me corro!!" 

Aprecio como empieza a descargar su semen en mi boca, siento la presión de sus chorros en mi garganta, llenándola a rebosar de la cantidad que eyaculó. Me emocionó verlo temblar de placer al correrse dentro de la boca de su tía. Tragué toda esa deliciosa leche que mi sobrino me daba, mis dedos estaban tan metidos en mi vagina que la sensación me pareció nueva.

¡Jamás imaginé que encontraría a mi edad y después de haber probado todo, algo nuevo en el sexo! Saqué la verga de mi sobrino impregnada de saliva, nos miramos a los ojos, y nuestras miradas nos dijeron todo lo que necesitábamos saber… ¡Qué rica leche tenía el cabrón de mi sobrinito! Me volví a subir sobre él, acodándome su magnífico falo en la raja de mi coño…, cuando lo noté en la entrada de mi gruta hambrienta de polla, me senté suavemente sobre ella sintiendo como me iba entrando, deslizándose hacia el interior dilatando las paredes apretadas de mi vagina. Sentía escalofríos al notar cómo me llenaba de verga hasta la entrada de mi útero…hacía semanas que no me follaban y ahí estaba mi potente sobrino con toda su juventud y sus tersos músculos jodiendo a una mujer madura necesitada de orgasmos. A él no le infería nuestra diferencia de edad ni el parentesco. Quería follarme y yo necesitaba que me follaran, el INCESTO no estaba nada mal con Leonardo…

– "¡Qué bien siento su polla dentro de mí, cariño, ayúdame a follarte!” le dije, besando sus labios, pasando mis grandes tetas de pezón generoso, por su cara.

– "Tía, eres una mujer increíble, siempre he soñado con este momento. Follar contigo siempre me ha parecido una quimera", me dijo.

Se dejaba hacer, le hacía todo el trabajo, en algo se tiene que notar mis horas de gimnasio, al menos para dar la talla con un macho tan bien armado y brioso como mi sobrino. Él me agarraba de las tetas y de la cintura acompañando mis sentones con un mete saca que sumaba la candencia de las clavadas.

– "¡Ay! así Leo que bien estás follando a tu tía", le decía moviendo mis caderas, metiendo mis tetas en su boca. Le agarre sus manos y las puse en mis nalgas, – "manosea el culo de tu tía mientras te la follas", le decía moviendo mi cintura como loca, gimiendo, disfrutando de la verga de mi sobrino en mi coño.

– "¿Te gustaría meter tu polla en mi culo? Hace mucho que nadie prueba mi puerta trasera…Ya no recuerdo que se siente cuando te dan por el culo", le dije caliente como hacía mucho que no lo estaba.

Besaba sus labios, le decía que me chupara las tetas, que me trabajase bien los pezones…me los mordisqueaba y succionaba con tanta lujuria que no veía a mi cariñoso sobrino por ningún sitio. Ya había tenido un orgasmo, pero quería más verga, quería seguir follando hasta el amanecer, ¡Cómo deseaba más leche!

– "¿Te vas a seguir tocando tía?", me decía pasando sus manos por mis nalgas.

– "No cariño, ahora tengo tu polla"

Levantándome de encima de mi sobrino, sacando su rabo de mi conejo y dándole la espalda para volver a empalarme con su dura estaca…, me abrí los labios con dos dedos de mi mano y con la otra enfilé su ariete a mi ostentoso chumino ardiente y acuoso. Sin embargo desde esa perspectiva, lo que me ponía la carne de gallina eran sus fastuosos par de huevos… me tenían alucinada. ¡Qué magnificas fábricas de producir leche! pensaba o pronunciaba, no lo tengo claro, esas palabras me resonaban.





Me coloqué a cuatro patas y me abrí las nalgas…, él acomodó su verga en mi culo, y yo sentándome despacio el cipote de mi sobrino me fue entrando lentamente en mi ano…este se dilataba para albergar esa hermosura de carne dura. No pude evitar emitir un grito de dolor y placer…, así seguí hasta que su polla estuvo toda dentro de mi esfínter, no dejaba de abrir mis nalgas para albergar tan regia polla. Se me amontonaban las sensaciones físicas y anímicas envolviéndome en una nube de placer etéreo que renacía una y otra vez desde mi coño a mi cabeza descontrolada por aquel semental. Comencé a mover la cintura en círculos, sintiendo frotar la sinuosa orografía viril de la verga de Leo dentro de mí…

– "¿Te gusta follarle el culo a tu tía?", le decía, alejando y acercando mi cuerpo al suyo, haciendo que su verga entre y salga de mi interior.

–"¡Qué rico culo tienes Charo!", espetaba brioso como un semental joven, abrazándome y agarrando mis tetas.

Me dejaba caer con fuerza sobre sus pelotas, haciendo que entrase hasta el fondo de mi ano aplastándolas contra mí… 

–"¡Me encanta cómo me estás abriendo el culo!”, le decía moviendo de delante atrás mis firmes glúteos, haciendo sentir toda su verga dentro mí… – "¿Te gusta follar a tu tía Charo como una perra a cuatro patas, verdad?”

Sus huevazos me golpeaban en la vulva chasqueando y enloqueciéndome envueltos en el aroma a sexo de aquella habitación diseñada para el deseo y la lujuria en un baile fornicador de pecado mortal…, Dios no me perdonará nunca lo que sentía con mi sobrino en esos momentos…LUJURIA, LASCIVIA Y MORBO. Levantándome de su verga, la notaba frotar en mi constreñido anillo sintiendo mi ojete abierto, palpitando por la follada que me estaba dando mi chico. Me la saco y me agacho empinando el culo, provocando a mi macho un poco más si cabe. Me abro mis nalgas dejando que mi sobrino me vea el ojete dilatado por su culpa, por el tremendo diámetro de su endurecida verga se semental. Le incito a seguir…

– "¡Vuelve a meter tu verga y sigue follándome! ¡No me seas cabrón y me dejes a medio como tu tío…!”

Con mis nalgas totalmente abiertas, siento como se pone detrás y para mi sorpresa me la clava por la vagina… el Hijo de Puta me vuelve a meter su polla en lo más profundo de mi intimidad hasta el útero…, gemí como loca al sentir su mástil dentro de mi barriga de nuevo...

– "Así, jódeme mi vida. ¡Cógeme del culo así y de mis tetas!"

Le decía moviendo mi cintura y balanceándome hacia él ansiosa por tragarme todo el tallo hasta la raíz, apretando mis nalgas contra él para sentir mejor su rabo de venas hinchadas entrando y saliendo, con sus pelotas golpeándome la boca del coño sin censar… Me volví a masturbar el clítoris, estaba loca de placer, me quería volver a correr con el cipote clavado dándome una jodienda impresionante que me dejaba casi sin aliento hiperventilando con el corazón a mil.

Me acariciaba más y más fuerte, – "Leo córrete en mi coño, ¡Hazle una panza a tu tía! ¡Vamos, dame tu leche de nuevo y lléname el coño!", le suplicaba sintiendo como mi niño gimiendo se empieza a correr dentro de mi vagina.

Con su verga metida hasta el fondo, el orgasmo que tuve fue tremendo…, quería gritar al sentir sus chorros de leche llenar mi útero ¡Joder como se percibían llenando mi cubículo vaginal! Mis jugos se escurrían por mis dedos friccionándome el clítoris sin parar buscando mi clímax, el placer que sentí fue indescriptible. Mordía el cochón para no gritar de placer… su rabo duro frotando mis paredes y su glande eyaculando gruesos chorros de lefa espesa. Uno tras otro me los hizo notar con punzadas de su ariete convulsionando…percibía incluso el latir de su verga, hasta el punto que le podía tomar las pulsaciones en mi coño. Cuando mi sobrino terminó de llenar mi útero de rico esperma juvenil,  la mantuvo unos segundos más hasta terminar de descargar todo su aluvión de contenido seminal. Al cabo de un tiempo la sacó de mi mojado conejo tras acabar de correrme, generosamente la mantuvo hasta mi orgasmo ¡Es una hermosura de macho! Eso nunca lo vi en mi esposo, y en agradecimiento a la atención con su tía, se la limpié con mi lengua… ¡¡estaba salida completamente!!

– "Me voy a asear y nos vamos a dormir, no se vaya a despertar tu prima", le dije, poniéndome mi camisón.





Me hallaba plena y satisfecha, con mi estomago y mi vagina llenos del esperma de mi sobrino…,sin contar con el ano dilatado y ese regusto que se nos queda después de ser folladas por el culo con una verga de gran diámetro y mayor largura. Dormimos el resto de la noche hasta las nueve de la mañana que me tuve que marchar al trabajo…, sonó el despertador y me quedé unos minutos más disfrutando del hombre que me había acompañado esa noche. Él también se despertó y empalmado como iba volvió a follarse a su vieja tía, me portaba como una puta con aquel adonis, pero no era para menos…no tendría muchas oportunidades más como esa. Me abrió de piernas y se introdujo entre ellas. No recuerdo cuando fue la última vez que me daban los buenos días con un buen polvo de más de un cuarto de hora, coronado con un magnífico chorro de semen depositado dentro de mi coño. Mi sobrino se quedaría ese día completo y el siguiente tendría la prueba teórica y última…, no sé si lo tendría para mí otra vez por eso lo escurrí hasta vaciarle la última chispa de fuerza y de esperma dejándole los huevos secos.


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Después de la noche Toledana que me había dado mi tía se me quitaron todos los dolores producidos por la tensión muscular. Me levanté a eso de las once la mañana coincidiendo con mi prima.

– “Hola Iris, que guapa estás esta mañana”.

– “A ti también se te ve muy bien, donde hallas dormido te ha sentado fenomenal”

La conversación parecía que nos distanciaba un poco cuando de repente se sentó sobre mis rodillas y empezó a moverse. La muy golfa se estaba restregando su culo contra mi polla y yo aún le tenía ganas. No perdí oportunidad y comencé a apretarla contra mi cuerpo, cuando me vio empalmado se separó como una auténtica calienta pollas dejándome con el calentón (A las mujeres no les agrada nada ser segundo plato de otras), eso es lo que me dijo con su lenguaje corporal. Desayunamos entre risas e insinuaciones. Ella se fue a casa de una amiga y yo me quedé solo a repasar el temario de la última prueba que me quedaba, en lo que llegó mi tío… tuvimos una grata conversación...

– “Seguro que no te dejan en paz estas mujeres, ¿Cómo te van las pruebas?”

– “Me van bien, un poco duras pero las estoy superando con ánimo. Lejos de lo que crees me están ayudando mucho mi tía y mi prima”.

– “Me alegro que así sea…porque las mujeres a veces son un incordio sino son un entretenimiento… ¡Ya me entiendes! Que si de aquí para acá con sus cosas que solo ellas entienden…”.

A eso de las tres comimos los cuatro y por una casualidad nos quedamos los dos solos en casa toda la tarde, mis tíos se marcharon a ver electrodomésticos y hacer otras compras. Mi prima se me acerca para hablar sentados en el sillón... Me pregunta sobre mi novia…, le dije que llevaba sin novia solo cuatro meses.

“¿Tú tienes novio?” Le contraataqué sin esperar que pensase mucho.

–“Por supuesto que no… Yo no follo con nadie teniendo novio”, me contesto muy digna y puritana medio indignada.

– “A mí me gusta una sola persona, pero es mayor que yo y no sé si le gusto…” le animé a que no se desalentara, que habían muchos chicos que perderían ambas cabezas por ellas. – “Mejor hablemos de ti” me dijo.

– “Está bien ¿qué quieres saber?”, ella me preguntó que me gustaba de Catalina, le dije que varias cosas y nada en concreto…

– “Es una lástima que un hombre tan guapo solo pueda disfrutar de una sola mujer. Hay muchas chicas que serían muy felices de estar contigo”.

– “Puede ser verdad… pero no están fácil acertar con la más compatible”.

“¡Claro que es verdad! Y la compatibilidad se ve a primera vista”. Se acercó un poco más hacia mí. – “¡¡Eres tan guapo y atractivo, que puedes tener a la que quieras!! Y además utilizas tan bien tu polla que nos vuelves locas…” con una sonrisa marcada en mi boca le dije…

– “Tú también, eres capaz de atraer a muchos hombres… y cuando descubran lo bien que follas, mucho más. Te lo puedo asegurar…”

Nos miramos y le di un largo beso en la boca, ella se sonrojo y volví con otro más intenso metiendo lengua sorpresivamente, me dijo… 

– “Sabes, somos primos pero me da igual, me gustas mucho y como me tratas cuando me follas ¡Lo haces muy bien! Ayer vi como te follabas a mi madre y el primer día os oí echar un polvo en el aseo mientras mi padre dormía, ¡Solo  quiero que sepas que no me importa compartirte!”. La volví a besar y la abracé. Se puso encima mí me dijo de nuevo… – “Me gustas mucho y me encanta sentir tu verga dentro de mi coño…, me da lo mismo que seamos primos y que te folles a mi madre también... sé compartir”

Consiguió calentarme y le agarre su culito bien formado. Sin decir nada seguimos besándonos, mi mano la deslicé por debajo de su camiseta acariciando sus perfectas y bien formadas tetas. Cambié mi mano que tenía en su culo y se la puse encima de su vaginita por encima de sus bragas, le acariciaba mientras gemía e incluso lanzó un grito al notar mis dedos mancillar su impúber coñito depilado. Mi polla se empalmó irremediablemente al notarla mojada, con mi glande sobrepasando el bóxer. Ella me dejo de besar para acomodarse, y en eso se da cuenta que mi polla estaba fuera, asomando el glande y un poco más con todo el prepucio remangado ya. Le refregaba con mis dedos toda su vagina introduciendo por dentro de sus bragas hasta llegar a penetrarla. Se quedó quieta y comenzó gemir. Le quité las braguitas para poder masturbarla de mejor manera con toda la palma de la mano en su pequeño conejito. Así estuvimos dos minutos hasta que ella me dijo que parara un poco. Pensé que todo quedaría en eso, pero fue por otro motivo…, me bajó los calzoncillos sacando la espléndida verga, comenzando a masturbarme y a chupármela. Era una cría pero lo hacía de maravilla sorbiendo y apretando sus labios en todo el recorrido fálico

Se engolosinó con ella ocho minutos mamando y lamiendo, a la vez acariciaba con una mano subiendo y bajando por el falo con mucho cuidado como si temiera en hacerme daño, tuve que aguantar las expresiones de placer que me producían sus delicadas manos en mi tronco y en mis huevos… tras un par de minutos su boca comenzó a darle besos por todo lados como si fuera un niño pequeño. Esa niña necesitaba una buena verga como su madre, ambas eran de la misma naturaleza, y ahora me lo estaba confirmando cuando su lengua la pasaba por el glande y después se lo metía a la boca hasta tenerlo todo adentro…vaya me sorprendió su capacidad para tragarse una polla tan larga sin tener ninguna arcada. – ! Glup.. Glup.. glup. ¡

Su boca disfrutaba de tener en la garganta un falo tan duro y más joven que el de su padre, ahora era una hembra bien arrecha que chupaba su polla con desesperación. Aprovechando que estaba ocupada dándome una buena mamada abrí los ojos…su cabeza subía y bajaba eso hizo que aumente mi erección y rigidez. Nadie podría imaginar en la casa de mis padres que mi tía Charo y su hija fueran tan putas y terminaría agachadas chupando y lamiendo la verga a su sobrino y primo, además de abrirse de piernas como putas con mucha experiencia, y era tan buena mi Iris mamando que ya no pude más y terminé disparando gran cantidad de semen en su garganta que ella trago por completo… tuve que morderme los labios para no gritar de placer. Consiguiendo que le llenara la boca de semen, ¡exploté en su garganta! Como helado de yogur se tragó mi esperma gelatinoso. Con una sonrisa me enseñó la cantidad que le había depositado en su lengua, y con un simple gesto se engulló todo el contenido seminal que unos segundos antes se hallaban en mis huevos. Para mi sorpresa siguió lamiéndolo con la lengua, limpiándolo a conciencia…

– “Uumm que rica está tu leche. Me encanta el sabor de la lefa de un semental como tú….”.

No podía creer que mi prima casi preadolescente me estuviera haciendo una mamada como una verdadera experta, su edad sexual superaba los dieciocho años. Debían de ser las prácticas con su padre. Besó la punta de mi verga y se paró, le quité la camiseta quedándonos desnudos ambos. Me la llevé a su habitación en volandas, y la tendí en la cama. Primero la puse a cuatro patas sobre mí y antes que se diera cuenta la penetré por el culo…

“¡Qué culito más rico tienes!”

La forcé para que su anito se expandiera con mi grueso capullo, pero con un poco de lubricante y la dureza de mi capullo conseguimos desflorar su culo. Por lo menos diez minutos estuvimos así ahondando en su ano no más de media polla para no partirla en dos a mi primita, dejaba que ella llevara el ritmo hasta que me corrí dentro de su ano. Gritaba como loca, le preguntaba si le hacía daño, pero ella me decía que siguiera follándola. Estaba como loco por fornicar con mi niña, me excitaba tanto que le abrí de piernas y le comencé a chupar su vagina. Fue una sensación inédita para mí, comerme un chocho de labios casi virginales efebos sin depilar con los vellos aterciopelados, tan mojados. Con mi comida alcanzó su orgasmo gritando e hiperventilando asmáticamente, parecía que no se esperaba tal ataque a su coño. Me dijo que esperara un poco, descansamos cinco minutos. Se abrazó a mi cuello y me besó.

– “He disfrutado como una loca, me has hecho sentir muy puta y me gusta”.

– “Ahora sí que vas a disfrutar”.

La abrí de piernas y con mi polla en ristre le enfilé en su raja penetrando su coño sin cambiar de posición. Mi polla mide unos 17 centímetros que son bastante para una cuerpecito como la de mi prima, pero la vagina de una mujer suele dilatar mucho, y le entró toda pese a que el grosor de mi mostrenco es considerable. En verdad viendo mi cipote sobre su coñito, le llegaba a la barriga, por eso era difícil concebir cómo podía entrar una tranca de tales dimensiones en su vagina tan estrecha y pequeña sino se alojaba mi glande en su estómago Iris gritaba mucho y muy fuerte cada vez que la abría con el ariete musculado que la naturaleza me ha proporcionado. Me dijo que lo hiciera un poco más despacio, que le estaba doliendo un poco. Torné a clavadas más lentas sintiendo las apretadas paredes de su vagina presionar mi cipote rozando sus pequeños pliegues.

Estuvimos cerca de quince minutos en un mete saca que se fue incrementando con el tiempo, hasta hacerle un frenético mete saca digno de una zorra sentida… su cavidad se adaptó perfectamente a mi rabo. La cambié de posición a punto de correrme de nuevo y me puse detrás de ella, arremetí con todas mis fuerzas viendo como entraba la tranca en su coñito entre sus dos nalguitas respingonas. Arrecié fuerte y contundente sin atender a los gemidos y gritos de mi prima cuando mi glande aporreaba el fondo vaginal de la niña, aquellos jadeos me animaban a darle más duro con mis huevos balanceándose como bolas de derribo golpeando su coñito. Así que llegado el momento, no dudé en correrme dentro de su coño, vaciando hasta la última gota de leche en varios chorros copiosos.

Le llené la entrada de la matriz de esperma ávido de inseminar…sentir el placer de vaciar mis testículos en unos coños como esos de mi tía y en este caso de mi primita, era algo conmovedor y sumamente excitante…, notar cómo se te abre el conducto de la uretra de tu glande y comienza a eyacular gruesos chorros de esperma, es algo grandioso que te llena de dopamina, la droga de los sementales. Levábamos cerca de una hora follando…ella con incontables orgasmos y yo con tres grandes corridas, estaba más que agotado, me recosté en la cama y ella junto a mí. Cuando creímos estar medianamente descansados nos vestimos y fuimos al comedor a ver la tele a modo de recuperación. Nos pusimos hasta la hora de cenar en que nos juntamos de nuevo los cuatro. Me dijo que le había encantado, y tendríamos que repetirlo la próxima vez que nos viéramos, mientras me besaba tiernamente, parecía estuviese enamorada. Escuchamos unos pasos, le dije que actuáramos con normalidad. Era mi tía que nos preguntó…como nos lo habíamos pasado solos en casa…, nos miramos mi prima y yo y nos sonreímos cómplices de la tarde de sexo duro que habíamos tenido. Dijimos que muy bien, habíamos estado jugando un rato con el ordenador cuando yo no estaba estudiando.




La tarde del día siguiente tuve la prueba de conocimientos que duró unas dos horas… seguidamente me marché de casa de mis tíos, preparé la maleta y a eso de las nueve de la noche cogí el tren rumbo a mi casa. Solo pasaron tres semanas cuando recibí la noticia de que estaba admitido en la escuela de la policía nacional de Ávila y que debía incorporarme en una semana. Ya en Ávila, unos de esos días que me acerqué a saludarlos me dieron la noticia… mi prima Iris estaba preñada de dos meses y mi tía Charo también. Según mis cuentas coinciden con la semana de la oposición. Lo curioso es que mi tío se enteró antes, y fue entonces cuando padre e hija confesaron sus relaciones incestuosas…, mi tía descubrió que su pareja follaba desde hacía meses con la niña, su hija para más inri. En un acto de flaqueza de Iris queriendo sobreponerse a la regañina paterna, delató el incesto paterno filial. No obstante, ambas se quedaron preñada la misma semana de sexo sin control conmigo…, al estar las dos hembras totalmente sincronizadas en su menstruación, también lo estuvieron en sus días fértiles.

Dado que conmigo no tuvieron ninguna precaución follando a pelo y la inseminación insistente a diario en cantidades razonablemente grandes no pudo tener más que ese fin… DOS PREÑADAS EN CASA. Mi tío convencido de su paternidad a pares habiendo preñado a sus dos mujeres, asumió con entereza el futuro de una maternidad doble. A mí me acogió como a un hijo dándome las quejas de su mala cabeza, pidiéndome discreción con la preñez de la niña, o como él decía de la mala fortuna del embarazo de la niña. Con total confianza en mí responsabilidad como autoridad de la ley seguía quedándome a dormir en bastantes ocasiones compartiendo habitación con Iris… la niña gestaba uno de mis hijos con una panza cada vez más abultada, pero eso no impedía que folláramos a pelo cada día.

Durante el año de formación no fueron pocas las veces que follé a mi prima preñada, en esas noches de permiso académico. Al principio no me atrevía a tocarla, me da miedo que se malograra su embarazo o algo peor, sin embargo deseaba follarme a mi primita, preñada o no. Su sexapil impregnaba el ambiente elevando mi testosterona. Una noche pegué mi cuerpo a ella para conseguir que me hiciera una mamada o una paja. A mitad de la película ella me abrazó argumentando que le daba mucho miedo, pero mi sorpresa fue mayor cuando se subió su pierna izquierda sobre las mías. Mi polla estaba bien dura por entonces. Ella lo notó ya que frotaba su rodilla sobre mi verga en repetidas ocasiones, al terminar la película dejó de moverse y de sobarme, parecía un simple calentón de polla. Aproximadamente a la una de la mañana, cuando mis tíos dormían…

– “¿Quieres que ponga otra película?” me dijo,

– “Si, ¿Por qué no?” contesté.

Entonces se pasó encima de mí, quedando montada sobre mi cipote pegado a su vagina pero no podía sentirla del todo ya que estaba aprisionado por mi bóxer, pero ella se empezó a mover de arriba abajo. No tenía muy claro qué hacer… tomó mis manos y las puso en sus nalgas.

– “Tócame Leo, a ver si te gusta la peli que te voy a poner… Te advierto que va a ser muy picante”.

Al tocarla noté que no llevaba bragas, estaba desnuda sobre mí…, así que apreté sus nalgas y las empecé a sobar estrujándola…saboreando su culito delicioso y su panza de cinco meses sobre mi barriga. Me bajó los calzoncillos, sacando mi verga y se la metió de lleno en su coño…me sentí en la gloria, era mi primera vez con una mujer preñada con su barriga abultada, y con una de las mujeres que más he deseado… 

– “¡Ay qué buena polla tienes mi amor!, la falta que me hace ¡Desde que me dejaste preñada, te necesito más dentro de mí, cabrón!”.

Yo no decía nada, estaba en shock disfrutando el momento, la acariciaba con ternura, pero a la vez con deseo, se acostó encima de mí y mientras estábamos en el mete y saca, mamaba sus tetas que se le estaban poniendo más grandes llenas de leche…, chupaba sus pezones una y otra vez, que comenzaban a tomar volumen y mayor negrura. Estuvimos así largo rato, en la habitación se escuchaban nuestros gemidos leves y el golpeteo de los nuestros cuerpos que no sobresalía de aquel cuarto, o al menos eso pensaba yo.

– “Ahg, prima, que bien follas”.

– “Si mi vida, lo sé, ¿Cómo no follar así con un macho como tú? ¡Me pones como una perra!”

– “¡Ahh si, Aaah si, que delicia!, ¡tienes una vagina muy suave! Y se traga todo mi pedazo de polla…”

– “Si, siii, sigue, siiiiiahhhh, ahhhh Mmmmummmahhh”.

Se arqueó y de pronto una oleada de humedad invadió mi rabo…, dejé de moverme, para dejar que ella se recuperara, mientras le pajeaba el clítoris para que acabase como una reina esa corrida tan fastuosa. Me cambié de posición y la recosté sobre la cama, nos besamos mientras me ponía entre sus piernas regresando al bombeo en su vagina…el estoque entró sin problemas ni guía ¡Zas! Todo para dentro de una, y minutos más tarde mis huevos no pudieron aguantar las acometidas a su copado útero

– “¡Me corro!”

– “Vamos descárgame tu leche ¡Así cabrón ahora puedes llenarme sin problemas…!”  

Solté mi esperma en varios chorros y todo el semen quedo dentro de ella. Seguimos con las caricias, los besos en tanto no paraba de eyacular en su fondo vaginal… 

– “¿Te ha gustado mi amor? ¿Qué se siente al follar a una preñada…?”

– “¡Me ha gustado mucho! Follarte preñada es otra dimensión del placer humano…”

– “¿Crees que tus fantasías se han hecho realidad?”

– “¿Qué?, ¿De qué hablas?”

– “No te hagas el desentendido, sé que te morías por follarme preñada, lo notaba en el olor que desprendían tus huevos, deseabas llenarme el coño con tu leche…eso lo sabemos las mujeres, sobre todo las preñada que estamos hipersensibles…”

– “La verdad es que no me atrevía a decirte nada, pero me alegro que hayas dado el primer paso tú”

– “Lo sabía… los folladores sementales como tú se mueren por entrar en coñitos pequeños, jóvenes y más si están preñadas sus dueñas. Como premio por ser tan macho, te puedes llevar mis bragas empapadas para que huelas mi coño cada día. Yo me voy a quedar unos calzoncillos tuyos con el olor de tu verga y de tu semen… por eso quiero que me llenes estos con tu leche”.

Me decía a la vez que se limpiaba el reguero de lefa que escurría por su coñito. Me  llevé unos de sus bragas empapadas que guardó en mis pantalones después de pasarlos por mi nariz para que saboreara su aroma, así como muy puta.

– “Hoy es mi el aniversario de mi primer polvo por eso decidí darte un buen regalo de cumpleaños”. 

Me sorprendí al escuchar eso, porque yo no fui quien la desvirgó…

 “Pero yo no te desvirgué” le dije, aún así le agradecí el regalo con una rica chupada de nalgas y vagina.

– “Pero si has sido el primer hombre que me ha preñado, y por eso siempre será el hombre de mi vida”.

Después de ese día follábamos cada vez que teníamos oportunidad. También me follé a mi preñada tía Charo, a veces me la chupaba rápido antes de irse a trabajar, en la cocina o en el baño. Me entusiasmaba lamiendo sus tetas llenas de leche y tocando sus nalgas aunque estuviera la familia por la casa, procuraba hacerlo a escondidas con discreción.




Solo faltan unos días para que Leo se licencie, tras un año y medio desde que ingresó en la academia de policía. En el transcurso de los meses ha nacido mi niña a la que le hemos llamado Luz y un niño de mi madre, que le han puesto Jesús, como a mi padre. Los dos han nacido con dos días de diferencia, era curioso ver a la madre y la hija en la misma habitación amamantado a sus hijos. El día del alumbramiento estuvo presente el padre de ambas criaturas, mi primo Leo, probablemente no le veamos en mucho tiempo e incluso no nos vuelva a follar. El día de su licenciatura fue la última vez que me folló en la habitación de un hotel, a mis dieciséis años se notaba mi madurez y experiencia comparada a la primera vez que follamos, ¡¡jamás lo olvidaré!!

Fui a mi casa con algo ya planeado, en la mochila llevaba medias negras hasta el muslo, unas bragas blancas y una camisa bien apretada. Aparcó su coche frente al parque, en cuanto lo vi bajé y salimos para el hotel que esta a unas manzanas en el barrio del Sanatorio. Llegamos a la habitación, el se cambio en la cama y yo en el baño para avivar la sorpresa. Le puse como condición que tenía que estar con los ojos cerrados hasta que yo le diga. Me cambié y me miré al espejo, estaba muy sexy, debajo de la blusa tenía un sujetador minúsculo rojo con encaje. Le dije que no abriese los ojos y salí del baño, entonces lo vi. Estaba sentado al borde de la cama, tenía puesto el uniforme policial de gala…yo me derretía. Me acerque, me puse frente a él, lo bese y le dije que podía verme. 

Cuando me miró quedó atónito…noté como la verga se puso dura en un segundo presta al acción, en eso se notaba lo gran macho que es. Me senté encima mirándole a los ojos frente a él…empezamos a besarnos con la pasión de la última vez, se nos escapaba el tiempo y lo deseaba todo para mí. Lo empujé a la cama y despacio le saqué el uniforme, a medida que lo hice lo besaba en todas las partes descubiertas… le acariciaba el pecho, mordía su oreja, su cuello, todo. Lo dejé en cueros de cintura para arriba… empecé a sacarle el pantalón, podía ver su fastuosa cabeza de su polla como sobresalía de su bóxer. Lo que más me encanta de ese macho es que la tiene muy cabezona y gruesa, sobre todo recia sin ser demasiado larga, de esa manera me entra entera al tiempo que ensancha mi coño. Empecé a besarlo por arriba del bóxer hasta que de a poco su falo quedó erecto frente a mí. Seguí besándolo, lamiéndolo y con devoción a chuparlo…, primero la cabeza  suavemente contorneado con mi lengua todo su perímetro y recreándome con la punta de la lengua en su alargado orificio de salida de los inmensos chorros de semen que me llenaron y preñaron. Al rato fui más abajo, él no dejaba de gemir del placer suministrado a tan flamante cetro.

No aguantó la calentura.
Me tumbo en la cama y me sacó las bragas enganchando del elástico y tirando hacia mis tobillos. Subió por mis piernas besándolas, y llegado a mi coñito se enzarzó en él con una comilona donde su boca se perdía en mi vulva. Era un caníbal hambriento mordisqueando mi coño, mi clítoris y metiendo su lengua en la entrada de la vagina…los cinco minutos más demenciales dedicados en exclusiva a mi chocho desde que había parido a su hija unos meses atrás. Desde mi lugar veía pendular su cipote erecto, pensando en el momento de tenerlo dentro de mí…y de pronto me subió las piernas a sus hombros enfilando su ariete a la raja entreabierta del conejo hambriento de su primita…y me la metió de golpe hasta el fondo ¡Colosal la clavada! Tras el parto mi coño cedía con mayor rapidez, auspiciado por la lubricación y la exagerada rigidez de su falo todo encajó perfectamente en mi útero. Cada vez se movía más, y me hacía gemir más fuerte el muy cabrón. Sabe cómo darme placer haciéndome la más puta de todas las nenas. 

Mientras me follaba tocaba mis piernas cubiertas por las calcetas cheerleader de  rayas que tanto le vuelven loco. Mis ganas no eran para menos con tanta abstinencia de meses en el dique seco… Yo lo agarraba de ese culito tan bien trabajado y lo acercaba a mí queriendo que entrase todo hasta hacer tope con sus colosales huevazos, para que me entrase toda la tranca al mango. Con cerca de cinco minutos apuñalando mi vagina con todo el estoque, dejó de empalarme y bajó mis piernas…se acercó a mí juntando nuestros pechos, fue en ese momento cuando aproveché para arañarle la espalda, hacerle gemir de placer y un poquito de dolor por ser tan cabrón y matarme de gusto a base de pollazos sin compasión.

Seguía dándome como si no hubiera mañana al verme tan briosa, pero para desesperarme a ratos lo hacía lento, sacando su verga casi del todo dejando solo la cabeza dentro y después metiendo solo la mitad…le agarré de los huevos, el muy cabrón lo hacía para que yo le pidiera mas… ¡Le exigí que me la metiese toda hasta el corvejón! Me encantaba ver como entraba entera sin que quedase nada fuera de mi coño. Estuvimos así otros tantos minutos. Me puso a cuatro patas como una perra en celo y me dio duro mientras me acariciaba todo el cuerpo empujando con fortaleza sujeta del culo o de los hombros…otras veces de mis tetas a modo de riendas de yegua desbocada. Entonces el semental no aguantó más follándome, cuando percibí unos chorros de semen increíbles… clavaba suave al tiempo que eyaculaba uno tras otro llenándome de esencia. La cantidad que descarga siempre es espectacular, de ahí que mi madre ni yo tuviéramos ninguna posibilidad de escapar de ser preñadas con buenas inseminaciones. Acabamos cansados acomodándome sobre su pecho. Se marchó a su destino dejándome el 2º mejor regalo de mi vida en mi panza ¡Volvió a dejarme Preñada! No cabía duda de adjudicarle la autoría de mi PREÑEZ…

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