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UNA HISTORIA DE AMOR. Y si tú no has de volver...

    "Y si tú no has de volver" 1ª PARTE "Una para el otro y otra para el uno". Esa frase la repite una y otra vez mi ...

Eva y Raúl...hermanos y socios

Raúl y Eva eran hermanos además de socios en la empresa que estaban iniciando, eran dos magníficos ejemplares de belleza masculina y femenina. 





En esta historia cabe describir a cabalidad algo tan complejo y constructivo como lo fue el amor que nació entre estos dos hermanos. Por motivos de trabajo, viajaba continuamente por la vertiente norte del país; conocí muchos lugares e hice muchos amigos también. Un buen día, viajábamos un pequeño grupo de personas en misión de trabajo. El camino a través de la cordillera Pirenaica era monótono, sólo veíamos montañas, la nieve que cubría los picos, rocas y el polvo del camino. Cuando he aquí que al coronar una gran pendiente, a nuestra vista, abajo y a lo lejos se divisó el gran valle de Arán…, del frío extremo de la cordillera pasamos como por encanto a un clima templado y soleado, nuestro estado de ánimo cambió por completo y de mutuo acuerdo decidimos pernoctar esa noche en aquel pueblecito y continuar viaje al día siguiente…. La gente era sumamente hospitalaria, habían desarrollado un pequeño paraíso turístico, con alojamiento, restaurante, piscinas de aguas termales y un club de esparcimiento. El clima en aquel hermoso lugar era el de una eterna primavera, el ambiente era idílico y relajante. Decidimos buscar alojamiento para asearnos, cambiarnos y buscar un buen lugar donde cenar, pues traíamos hambre de lobos; así que preguntamos si había un buen hotel u hostal en aquel lugar…notamos con perplejidad que el ambiente se enrareció de improviso, las risas cesaron y los lugareños con los que habíamos entablado conversación rehuían nuestras miradas y no sabían contestar a nuestra pregunta… ¿Qué pasa?… preguntamos. Uno de ellos tomó la palabra y nos dijo…

-“Si gustan pueden repartirse y hospedarse en las casas de algunos vecinos, sería para nosotros un honor tenerlos como huéspedes”. 

Es extraño que no haya una hostal en un lugar tan turístico como este…le manifestamos. Después de titubear un poco, y consultar con la vista a sus demás compañeros, por fin el lugareño se decidió a hablar…

-“Si tenemos una hostal, y está en perfectas condiciones para brindar un excelente servicio, tiene todas sus habitaciones disponibles. Con gusto los llevaremos allí, pero una vez que se aseen y cambien sus vestimentas los llevaremos a que coman algo. Una vez hayan finalizado, agradeceríamos mucho nos acompañaran al porche de mi casa a tomar una copa de anisado y fumar un buen cigarro, y allí si gustan les explicaré el porqué nuestro hermoso hostal no tiene un solo huésped y la historia que hay detrás de todo eso. Si después de escuchar la historia, aún desean pasar la noche allí, pues ya será decisión suya…”

He aquí la historia que nos relataron y que presento ante ustedes para su consideración, juzgue por si solos la moral de dos hermanos “Raúl y Eva” oriundos de Cantabria, en su manifiesto amor incestuoso que fue rechazado por las autoridades y la población del lugar. Se ha de decir que nadie que los rechazó bajaba de los 55 años. Estos dos hermanos habían descubierto por casualidad ese pequeño paraíso desde su niñez, y les había encantado, les gustaba la aventura; y de ese modo habían recorrido muchísimos lugares alrededor de España… a pesar de su juventud. Pero ese pequeño pueblo los atrapó con su belleza y decidieron quedarse a vivir allí cuando a él le emplazaron a la custodia de la foresta de estas montañas como agente forestal de ICONA. Viajaron de regreso a su lugar de residencia, y al poco tiempo se aparecieron en el pueblo cargados de maletas y acompañados por algunas personas. Se dedicaron a recorrer el pueblo como buscando algo, tomando medidas, examinando suelos y hablando con las autoridades del pueblo. Pronto se corrió la noticia de que tenían pensado construir un pequeño hotel en el lugar, confiaban en que con algunos arreglos y con la participación comunitaria, se podría convertir aquel lugar escondido entre las montañas en un atractivo turístico para las personas que buscaban paz y tranquilidad, además de la salud perdida…. Raúl y Eva eran hermanos además de socios en la empresa que estaban iniciando, eran dos magníficos ejemplares de belleza masculina y femenina (si se le puede llamar de esa manera). Ella era alta, de un cuerpo esbelto pero bien formado y macizo por los deportes que practicaba desde niña, cabellera rubia, ojos azules como el cielo y una voz ronca y sensual; unos senos grandes, redondos y desafiantes y unas caderas rotundas y provocadoras. Raúl era más alto aún que su hermana, sumamente apuesto y tan rubio como ella, sus ojos eran verdes y su contextura era atlética, tenía 28 años y era dos años mayor que su hermana.

Siempre habían sido dos hermanos muy unidos, más que hermanos parecían compinches o camaradas. Mientras empezaban las labores de construcción de su proyecto hotelero, se conformaron con la pequeña casa de los forestales, lejos de ser un lugar digno donde alojarse, alquilaron una pequeña casa que constaba de un dormitorio, una pequeña sala comedor, una cocina y un baño y de este modo empezaron su convivencia en el pueblo.

-“¡Hey hermanito!, ayúdame a desempacar las cosas…” le gritó Eva a su hermano desde el dormitorio.

-“La verdad no sé cómo vamos a hacer, esta habitación es muy pequeña como para poder meter dos camas en ella…” Dijo Raúl… “Mmmm, ya sé….tu usarás la cama y yo dormiré en la sala, en la bolsa de dormir”. Dijo él tras pensarlo un buen rato.

-“No es justo…” Respondió ella…. “Las obras durarán meses, no puedes dormir tan incómodamente por tanto tiempo, te puedes causar algún daño….La cama es grande, es una cama de matrimonio, puedes dormir conmigo…después de todo somos hermanos… ¿qué te parece?”

Raúl titubeó un poco, pero como la idea de dormir en el suelo durante tan largo tiempo no era cosa que le emocionara demasiado, terminó por aceptar. Ese día había sido muy duro y estaban llenos de polvo y cansancio, así que tras comer algo ligero, decidieron tomarse una ducha e irse a descansar temprano, ya que los días subsiguientes serían igual o más duros aún que el presente.

-“Raúl, préstame una de tus camisetas…la voy a usar como pijama…” Dijo Eva saliendo de la ducha…. Es más cómodo que un camisón…además que con camisón se me vería todo; y no sé si debo darte un show gratuito…”, dijo riendo y guiñando un ojo pícaramente.

-“Toma uno cualquiera de mi cajón y no me molestes…”

Cuando Raúl salió de la ducha, Eva ya había caído rendida del cansancio y dormía plácidamente. Sin hacer ruido, apagó las luces y se metió entre las sábanas. Al poco rato, el cansancio lo venció también y cayó en un profundo sueño. Raúl abrió los ojos repentinamente, algo lo había despertado, pero no sabía qué. Cuando su mente se despejó; notó que su hermana estaba acurrucada contra su pecho, y una de sus piernas estaba cruzada sobre la cadera de él, directamente sobre su ingle…, eso era lo que lo había despertado, el roce de la piel de su hermana le había provocado una erección, aun estando dormido…, pues había quedado directamente en contacto con su balano, y este había reaccionado. Además sentía los pezones duros de Eva sobre su pecho, la blandura de sus senos, y el olor fresco de su cabellera desparramada sobre su pecho también. Raúl se sentía confundido…, era su hermana, pero no podía dejar de sentirse excitado por su cercanía…. Jamás le había pasado eso, siempre la había visto como a su hermanita querida, su compañera de juegos, travesuras y aventuras…pero he aquí que por primera vez en su vida…la veía como mujer. Estuvo mucho tiempo así, sin atreverse a mover, con la mente llena de sentimientos encontrados, hasta que el cansancio le ganó y volvió a dormirse.

El día siguiente fue sumamente duro y agotador y le ayudó a olvidar lo que había acontecido la noche anterior, hasta que llegó la hora del descanso nocturno. Como la noche anterior, Eva no tardó en quedarse dormida…pero Raúl no podía, sentía su cuerpo molido, pero era incapaz de conciliar el sueño, solo hacía observar a su hermana dormida, iluminada por la luz de la luna que se filtraba por la ventana…era tan hermosa…se la quedó mirando con dulzura infinita y trató de desechar los pensamientos que lo habían estado perturbando. La noche era calurosa, así que habían prescindido de las mantas, y mientras Raúl la observaba, Eva se rebulló entre sueños y se dio vuelta, quedando de lado y de espaldas a él, subiéndosele en la acción la camiseta…casi hasta la cintura. Raúl quedó paralizado de la sorpresa, ella no tenía nada debajo, la visión de sus nalgas perfectas quedó ante él…y sin poderlo remediar, sintió como su cipote volvía a reaccionar ante la excitación que ganaba su cuerpo y mente. Lentamente se giró en la cama y quedó de costado también, a espaldas de ella…la luz de la luna iluminaba aquel maravilloso trasero, la blancura de sus nalgas contrastaba con el resto de su piel…bronceada por el ejercicio al aire libre.

De pronto se llevó un susto de muerte, murmurando entre sueños, su hermana volvió a moverse, quedando esta vez casi en posición fetal…Raúl miraba casi hipnotizado esas piernas perfectas y esos muslos maravillosos, la curva de sus caderas y la abertura entre las nalgas, semi abiertas ahora debido a la postura forzada que había asumido el cuerpo de su hermana. Comenzó a sudar y a estimularse, no era posible que estuviera sintiendo eso…si era su propia hermana, pero la excitación le ganaba más y más, un sentimiento similar al que sintió la primera vez que le avivó su prima Jacqueline. No supo cuánto tiempo estuvo así, contemplando el cuerpo casi desnudo de Eva. De pronto, su mano se fue alargando en dirección al cuerpo de su hermana dormida, muy lentamente posó su mano sobre las caderas de ella, al no notar ningún movimiento de parte de ella, fue recorriendo su contorno, sintiendo su suavidad…luego la bajó hasta su muslo…lo recorrió hasta donde daba su brazo y luego la volvió a subir…siempre lentamente, casi rozándolo con la punta de los dedos, su piel era de terciopelo con cero defectos ¡¡PERFECTA!! Volvió a vacilar y se detuvo cuando su mano se acercó a la entrepierna de ella, retiró su mano y se quedó dubitativo; no se atrevía a ir más allá, pero esa visión lo tenía trastornado, así que volvió a dirigir su mano, esta vez hacia la intimidad de Eva…con un miedo terrible. Sintió los vellos del sexo de su hermana…eran cortos delicados… suaves al tacto. Atreviéndose a más, adelantó uno de sus dedos, hasta sentir la tibieza y suavidad de los labios vaginales entreabiertos de su coñito…

Lo recorrió lo más suavemente que pudo, de arriba abajo…profundizando un poquito cada vez, solo levemente….De pronto sintió su dedo húmedo y pegajoso, al mismo tiempo que un suspiro se escapaba de la garganta de su hermana…ella lo estaba disfrutando en sueños. Aquello aumentaba el peligro que se despertara y lo encontrara en esa situación por demás comprometedora e inexplicable…así que se retiró, le bajó cuidadosamente la camiseta, y contemplándola…se quedó dormido. Esta situación se repitió prácticamente a diario, Raúl sólo vivía para esos momentos…cuando su hermana se quedaba profundamente dormida vencida por el cansancio, y el aprovechaba para acariciarla, pero siempre con una aprensión pavorosa que pudiera descubrirlo…y con un gran sentimiento de culpabilidad que lo corroía por dentro…

-“Raúl apúrate, que vamos a llegar tarde al club…”.

Era el cumpleaños de Raúl, y su hermana le había invitado a cenar y bailar. Los pobladores habían aprendido a quererlos, por su carácter alegre y su espíritu emprendedor…esa noche rieron, bailaron y bebieron a discreción…De regreso a casa, iban conversando acerca de sus sueños y proyectos, bromeando y riendo…los dos habían bebido demasiado. Al llegar a casa, se ducharon por turnos y se metieron a la cama…

-“Mañana es domingo, así que podré dormir hasta tarde…”, dijo Eva… “Buenas noches hermanito”.

Pero Raúl no podía dormir, daba vueltas y vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño, hasta que desesperado, decidió levantarse y salir al porche, encendió un cigarrillo y se puso a contemplar las estrellas, mientras su cabeza era un caos de sentimientos encontrados, pasaban cerca de un año que no estaba con una mujer, y tanta abstinencia estaba haciendo mella en él, incluso pensado en poner una excusa para ir al club de alterno de carretera más cercano de y contratar el servicio de una puta para desfogarse. Estuvo cerca de una hora en esa posición, hasta que dando un profundo suspiro, ingresó en la casa a tratar de descansar aunque sea un poco. Al entrar al dormitorio, contempló a su hermana echada casi bocabajo y con la camiseta subida casi hasta el nacimiento de sus nalgas, tenía una pierna estirada a lo largo y la otra flexionada, dejando entrever a la luz que se filtraba por la ventana, el contorno oscuro de su vulva. Esta vez su polla reaccionó de inmediato por su cuenta y razón ¡Una vez más!. Se acercó al cuerpo de su hermana y el alcohol ingerido lo hacía ser más audaz.

Lentamente subió la camiseta hasta dejarla arrollada a la altura de su cintura y depositó un tierno beso en la suavidad de sus nalgas y sus dedos buscaron ansiosos la calidez y humedad del chochito de Eva. Sus dedos acariciaron el tenue vello púbico…,y su dedo índice penetró gentilmente en su intimidad. Notó su sexo húmedo y viscoso, retiró su mano y la llevó a su nariz olfateando con deleite los fluidos de su hermana, eran dulces de hembra joven. Raúl vio como Eva se movía y adoptaba la posición fetal, dejando ante sus ojos la visión absoluta de su coño entreabierto y brillante de humedad, y la pequeña estrella de piel oscura que marcaba su ano. ¡¿Y si me atreviera…?! Con mucha suavidad subió a la cama y se acomodó tras de Eva…. Liberó su verga y la colocó entre las nalgas de ella…, quedándose quieto unos instantes. Poco a poco se fue moviendo, dejando resbalar muy suavemente el tronco endurecido a lo largo de la raja del conejo de su hermana, que cada vez se notaba más y más húmedo y viscoso. Eva emitió un suspiro y se movió ligeramente, echando el trasero un poco hacia atrás, logrando con esto que la polla de su hermano se deslizara dentro de ella. Raúl se quedó atónito ante tal sorpresa, sólo había entrado prácticamente la cabeza de la tranca…pero la sensación era indescriptible para él. Podía sentir el calor y la suavidad de la vagina de Eva y era una sensación tan maravillosa.

Esperó un rato aún a ver si ella hacía algún otro movimiento, pero al notar que seguía sumisa e inactiva…, se decidió a empujar sus caderas lentamente, sintiendo como el coño de su hermana se abría acomodándose al grosor y longitud de su pollón…, hasta que notó que su ingle chocaba contra las nalgas de ella. Ahora ya la había penetrado completamente, podía sentir la viscosidad cada vez mayor de su interior, y como esa humedad empapaban los 19 cm de gruesa verga con venas inflamadas bombeando sangre al orondo glande. Empezó un suave vaivén de caderas, metiendo y sacando su mostrenco casi completamente, percibiendo a su vez la estrechez de esa vagina recién inaugurada. En determinado momento le pareció sentir que su hermanaba se quejaba levemente, se volvió a quedar quieto un instante eterno, pero al no notar ninguna señal contradictoria, continuó el suave bombeo dentro de esa hembra receptora, pero esta vez un poco más rápido. Y definitivamente el coño de Eva ya rezumaba líquidos entre sus perfilados labios vaginales, rosados y ardientes, quedando una gelatina blanquecina a lo largo del tronco de Raúl, haciendo más fácil y placentera la penetración. Se estaba beneficiando a su hermana follándosela a pelo, sin condón…sin intención de practicar la marcha atrás.

Una situación inesperada que Raúl nunca se hubiera imaginado, claramente vio como las manos de Eva se aferraban a la almohada a la vez que enterraba el rostro en ella…su hermana estaba despierta deleitándose con la cópula, un apareamiento natural entre un macho y su hembra. Esto prácticamente lo animó en extremis, levantó el muslo de Eva para tener más facilidad de incursión aumentando el ritmo de penetración, con un ímpetu tremendo entraba y salía el falo del chico, no menos de 17 de los 19 cm. Con cada golpe de caderas prácticamente levantaba en el aire a su hermana haciendo crujir los ensambles de la cama…, en ello sacaba su falo casi por completo y lo volvía a enterrar de golpe hasta aplastarse los huevos en el culo de ella.


Cada vez a un ritmo más endiablado, ¡¡Ya nadie lo podría desmentir! Estaban follando condenadamente sacudiendo sus cuerpos sudorosos, envalentonados y cachondos…. Raúl sujetaba a su hermana de las caderas procurando un acoplamiento perfecto con el culo de ella, como tratándose de una diana a la que acertar en cada envión a fondo de su pared vaginal. Ya ninguno tenía el control sobre el otro, los gemidos y fuertes jadeos evidenciaban la impostura de los deseos de ambos hermanos…, y el final se acercaba, ella sintió como su fuerza y velocidad aumentó, su ritmo se hizo frenético y dominante, arrastrándola con él, hasta que oyó su gemido exorcizarte como si se tratase de un verraco en el matadero. Y del golpeteo incesante de su cadera pasó a la calma para prácticamente colmarla de leche. El primer chorro de lefa fue corto, pero el segundo no debió de soltar tanto semen en su vida, descargando todo dentro de su hermana, seguidos de otros dos al tiempo que ella lo tomaba de las nalgas apretando contra él frotando incontrolable mi vulva para abrir la llave de su interior que reventó como una presa que cedía ante la riada incontenible de fluido vaginal que se unió a la copiosa cantidad de esperma de sus abotagados testículos.

Así salió de Eva tras esa primera eyaculación totalmente exhausto, aun resoplando en su cuello. Recuperando el aliento mientras a su hermana, bajo su cuerpo, estallaba en miles de contracciones que liberaban chorros y chorros de líquido tibio y abundante justo en el momento que su verga dejó de atorarle el coño que se ceñía fuertemente al grueso tronco de su virilidad. El estallido de su semen fue producto de la intensa excitación que le había provocado al iniciar inocentemente esa paja, y el de ella de lograr excitar convenientemente el punto G descubierto afortunadamente en una sesión continua de folladas sin límite con su último novio….

-“¿Qué te pasa hermanita?”

-“Déjame…”, le respondió ella, empujándolo con una mano, y cubriendo su desnudez con una sábana

Abandonó el lecho y salió de la habitación corriendo y sollozando. Raúl se quedó confundido y atontado, sentado en la cama y sin atinar a hacer nada…pero al ver que Eva no volvía, saltó de la cama y la buscó por la casa sin encontrarla. Unos sollozos apagados lo guiaron al baño…allí encontró a su hermana recostada en un rincón, tapando su cuerpo desnudo con la sábana, mientras unos sollozos desgarradores la hacían estremecer de dolor…

-“¿Qué he hecho…? ¿Qué hice Dios mío…? ¿Qué hemos hecho…?”

Se lamentaba de unos sentimientos ocultos desde su más tierna niñez…, con tan solo diez años, la atracción por su hermano Raúl era perturbadora, pero jamás se atrevió a decírselo o a cruzar la línea roja del incesto, pese a que su hermano no dudase sobrepasarla con su prima Jacqueline en todos aquellos encuentros de acampada o en las vacaciones en la costa brava de Gerona. Ella siempre quiso ser desflorada por Raúl, sin embargo sacrificó su virginidad con su primo Enrique, un mulato de increíble planta y rabo descomunal, una excelente herramienta dotada por la naturaleza que no supo utilizar el día que tuvo que entregarse para no delatar a su hermano del incesto cometido con Jacqueline. De este sacrificio, de sus años añorando ser amada por su hermano y todo ese periplo hasta llegar a este día, lloraba desconsolada al haberse roto la fantasía tramada en una idílica relación con Raúl. Tan solo fue un polvo, una penetración traicionera en una noche donde dos cuerpos se unieron por sus sexos descargando su necesidad fisiológica atenazada durante años. Ella siempre esperó mucho más de esa primera vez con su adorado y amado hermano, al menos le hubiera gustado un poco más de romanticismo, de seducción y no algo tan simplón como lo ocurrido con su prima Jacqueline cuando Raúl se la folló en el lago. ¡Justo el verano de aprobar las oposiciones a la guardia civil…! Si bien la primigenia vez no estuvo a la altura de Eva, las siguientes se pueden considerar como las más apasionantes formas de follar entre dos seres vivos, y no solo era en su más absoluta intimidad…, lo que realmente le gustaba a Eva era la aventura propia de hacer sexo en los límites del exhibicionismo. Una locura inspirada en el hallazgo de su hermano follándose a Jacqueline en el lago más de diez años atrás…, aquellas inolvidables vacaciones de su desfloración fueron ¡El punto de inflexión en su vida!

****************




Fornicando con mi hermana…, cotidianamente nos sentimos una pareja feliz cual si fuéramos esposos o mucho más. Deseando hacer pasar un tupido velo sobre nuestro primer encuentro carnal, no hablamos de ello hasta que la burbuja estalló cuatro días después. Agazapada sobre ella no iba a dejar que nos atenazaran nuestros temores si los deseos de amarnos eran muy superiores, ella comprendió ipso facto mi intención de consumar una relación con el acto más bello que un hombre y una mujer puedan tener. Desnudos sobre nuestra improvisada cama de matrimonio, mi hermana me rodeó la cintura con sus piernas, creí que me corría en ese mismo instante. Su boca buscaba con ansia la mía, como si todo el tiempo que llevábamos jugando con fuego nos hubiera servido de afrodisíaco. Nuestras lenguas luchaban dentro de nuestras bocas mientras los movimientos de las caderas de mi hermana hacían que mi espolón enardecido se frotara contra sus bragas de algodón blanco.

-“¡¡No besas nada mal, hermanito!!” Dijo retirando su boca de la mía y esbozando una preciosa sonrisa.

-“Llevo años soñando con esto, así me lo he imaginado mil veces hasta que saliera perfecto”.

Eva me hizo rodar sobre la cama para quedar encima de mí, incorporándose para poner las manos sobre mi pecho…, comenzó a mover su culo, como si estuviera copulando. Mis manos subieron para agarrar sus tetas por fuera de su top….

-“¿Quieres verlas?” Sonrió mi hermana subida sobre mí.

Esa soberbia suya me había encrespado y, de un fuerte tirón le quité la camiseta top cubriendo sus flamantes mamas…, dejando sus tetazas al aire. No eran tan grandes como las de Jacqueline, pero estaban mucho más tiesas y duras.

-“¡Eres un bestia!” Me dijo tapándose con las manos como si, de repente, le hubiera dado vergüenza.

Me levanté sobre mis codos y, con suavidad, retiré las manos de sus pechos para comenzar a besarlos con mucho cuidado. Ella gimió profundamente al notar mis labios sobre sus erectos pezones y comenzó a acariciar mi pelo, aferrándome contra su pecho…

-“Así cariño Trátame bien, lo necesito…”, susurraba sin dejar de frotarse contra mí. “¡Chúpalas, así Ummm! Desde ahora serán solo tuyas si las tratas como es debido…”

Por supuesto que escuché la frase, pero una vez conseguido lo que más quería en este mundo no iba a dejar escaparlo por todo el oro del Potosí. Pero ya me ocuparía más tarde, ahora sólo quería disfrutar de una noche maravillosa con mi hermana. Me levanté más aún haciendo que mi hermana cayera de espaldas sobre la cama.

-“¡Hey! ¿Qué haces?” Dijo ella algo asustada al ver que de nuevo, yo controlaba la situación…

-“Déjame jugar un poco a mí, ¿vale?” Contesté estando otra vez sobre ella.

Comencé a besar su cuello, bajando hacía sus tetas, mientras mis manos sobaban sus piernas y su culo…, quizás presintiendo mis intenciones, mi hermanita levantó su trasero, dejando que mis manos entraran bajo el elástico de sus braguitas, para comenzar a bajarlas y sacarlas por sus tobillos. Besé sus pies, haciéndola reír de las cosquillas, y volví a bajar por sus piernas hasta llegar al interior de sus muslos. Ella consentida, abrió sus piernas enseñándome el mayor de sus tesoros… un coñito totalmente depilado a excepción de una pequeña línea de vello sobre su monte de Venus que alargaba su rajita vaginal. Bajé de la cama, para ponerme de rodillas a los pies de ella, y arrastrando a mi hermana de las piernas hasta situar su chocho justo al borde, entonces bajé besando desde el ombligo, hasta que mi lengua entró en contacto con su delicioso clítoris bajo un pequeño capuchón…

-“¡Ummm, asíiiii! ¡Qué bueno!” Gimió mi hermana arqueando su espalda y echando la cabeza hacia atrás.

-“Me lo comería durante horas”, susurré y volví a posar mi lengua buscando su clítoris, en verdad así era yo un devorador de coños profesional “¡¡Me encantan comérmelos!!”

-“Pues no te cortes, cariño es tuyo”, seguía diciendo sin parar de gemir signo de que lo gozaba como una perra.

Mi lengua jugaba con su clítoris chasqueándolo con la punta de la lengua, succionándolo con los labios, lamiéndolo para bajar por el interior de sus labios y llegar a la cerrada entrada de su conducto vaginal, mientras mis manos habían subido para agarrar desde abajo esas tetas que eran el motivo de mi devoción desde que tengo uso de razón casi….

-“¡¡Nene Umm!! Sube a la cama, por favor Quiero comerte a ti también”.

-“Lo que tú quieras, cariño”

Dije subiendo a la cama bajándome el pantalón y el bóxer de un solo tirón no sabiendo bien lo que me esperaba, al estar sobre la cama y con mi cabeza volviendo a mi escondite entre sus piernas, noté la mano de mi ansiada hermana agarrando mi rabo… 

-“¡Ufff, Eva que mano más caliente tienes!” 

Dejé escapar separando de nuevo la boca de su conejo ardientemente vivo…

-“Cállate y sigue, por favor ¡¡Ummm!!” 

Dijo y comenzó a lamer el tronco de mi verga haciéndome estremecer.

-“¡¡Joder nena!!” 

Exclamé para volver a comerme su coño mientras notaba como empezaba devorar mi cipote.

Aquel 69 duró casi diez minutos, en los cuales noté como mi hermana se corría por primera vez llenando mi boca con sus jugos. Mi polla durísima, salió de su boca a la vez que Eva buscaba recuperar el aliento tras su primer orgasmo oral….

-“Madre mía, amor ¡Que boca tienes!”

-“Ha sido maravilloso cariño”, le dije mientras me daba la vuelta para situar mi cara junto a la suya.

-“Eres tan tierno como esperaba”, dijo muy bajito mi hermana, acercando su boca para volver a besarnos. Mientras su lengua lamía mis labios y mi barbilla, probando el sabor de su propio coñito, su mano volvió a agarrar mi falo endurecido y, comenzó a pajearlo…. 

–“Todavía no te has corrido mi vida…, habrá que hacer algo con esto, ¿No?” Dijo dándome pequeños besos en los labios.

Observaba en silencio totalmente superado por la situación. Ella pasó una pierna sobre mí para colocarse a horcajadas. Asió con fuerza mi cipote y empezó a frotarla con su mojadísima vulva haciendo que sus tiernos labios vaginales se abriesen ante la presión sobre mi gordo capullo de tersa piel brillante tan morada como una ciruela…

-“¡¡fffff nena Estás empapada!!” Dejé escapar sin dejar de apretar los labios.

-“Chisssst Déjate llevar, ¿Vale? Soy tu hermanita, y la mujer que más te ha deseado y deseará. Tengo mis derechos sobre ti, por eso tienes que hacerme caso Ummm”,dijo jadeando profundamente al empezar a introducirme mi glande, lo soltó para decir… “¡Ummm… ¡Qué rico!”

-“Así mi vida no lo dejes por favor…”, espeté sintiéndome dentro de ella. Ella no cejó de engullirse un poco más de rabo a cada chupón, a cada envión en su camino hacia el fondo de su garganta. La extrajo para respirar  y subirse sobre mí señalándome…

-“¡Así hermanito Siénteme! ¡¡Qué bueno amor mío cuando me partes en dos el coño!! ¡Así…Fóllame fuerte, bien duro cabrón…Que no quede nada de tu pollón fuera de mi coño!”

Dijo poniendo una mano sobre mi pecho y la otra sujetando el mástil para enfilarlo en aquella oquedad tan cerrada de su chochito impúber, colocó el glande en la entrada succionándolo con un gemido lapso, para ir comenzando a empalarse por sí misma al tiempo que me iba cabalgando muy despacio, calando a cada mete saca unos centímetros más de los 19 a su disposición. Allí estaba yo bajo mi hermana, sintiendo como se clavaba mi mostrenco hasta los huevos…, como movía sus caderas en círculos sobre mí ágilmente en una pura locura. Mis manos volvieron a agarrar sus tetas que se sacudían con el trote como dos masas flotantes que me hipnotizaban…

-“¡¿Parece que te gustan mis tetas…Ummm…?!”

No atendía a razones, me subyugaba toda esa inimaginable situación de complicidad entre Eva y yo apareándonos. Subía y bajaba con vivacidad primorosa dejándose caer en contundentes culazos sonoros que me dejaban los huevos aplastados contra su coño una y otra vez impregnándomelos de sus fluidos. De pronto paraba con toda la verga sumergida y realizaba un frotamiento de su clítoris contra mi pubis como si quisiera que mi mazo llegase a lo más profundo de sus entrañas…, y de vuelta a subir y bajar recorriendo la largura de mi tronco entre sus compresivas paredes vaginales. Me cortocircuitaba cada roce de sus pliegues interiores con mi balano, y algo debía de ocurrir con sus genitales porque de pronto me soltó…

-“¡¡Cariño otra vez, me voy a correr otra vez, hermanito!!” 

Dijo acelerando el ritmo mientras mis manos pasaban de sus tetas a su maravilloso culo y de ahí a masajear el indomable botoncito de su placer….

-“Eva,  no pares por Dios, yo también me voy a correr No puedo aguantarme más… ¡¡Déjame salir!!”

Ella no estaba por la labor de perder su orgasmo por nada, a riesgo de quedar preñada prefería continuar hasta el final… 

-“¡Dios mío Ufff! ¡Qué bueno nene…! ¡¡CÓRRETE mi amor!! ¡Ahhhh, córrete dentro de mí! ¡¡Por Dios no pares de follarme ahora!!”

-“Te voy a llenar de leche mi amor…”

-“Sí nene lléname de ti ¡Lo necesito…, exijo todo tu esperma en mi coño por derecho! ¡HAZME TU PUTA…!”

Ya no pude aguantar más y empecé a eyacular como un caballo…, a largos y copiosos chorretones dentro del útero de mi hermana pequeña. Ella percibía cada aldabonazo de de mi leche con una clavaba de sus uñas en mis brazos, al tipo que hundía sus dientes en mi hombro izquierdo para morderlo en disimulo de sus gritos, ante la llegada de un nuevo orgasmo… la eyaculación estaba siendo feroz, pero el orgasmo de Eva era demencial. Cayó derrumbada sobre mi pecho, juntándose nuestros sudados cuerpos el uno con el otro mezclando la transpiración… 

-“¡¡Madre mía, nene Menudo polvo me has echado… te habrás quedado con los huevos secos!! ¡Qué cantidad de leche me has descargo en el fondo de mi coño…!” 

Expuso con su cabeza al lado de la mía acariciándome cara y brazos en recompensa a mi placentero esfuerzo. 

-“¡Ufff! Creo que no me voy a poder mover en un mes…, me has partido en dos metiéndome tu verga hasta el vientre…”

-“Pues ahora tendrás que descansar en la cama, mientras te preparo algo de cenar…, mañana hay que madrugar”.

-“Mi sueño siempre es más reparador cuando te quedas a dormir conmigo”.

-“No te preocupes por eso, me tendrás a tu lado todo el tiempo…”

-“¡¡Tendremos que estar listos antes de las 6:00 AM, no sea que nos pille Ramona en la habitación juntos y desnudos…!!”

-“Me da igual lo que piense esa beata…, que durmamos en la única cama de este cuchitril no nos castiga a ser incestuosos obligadamente…”

-“¡Pero si acabamos de hacer el amor!”

-“Más bien fornicar como animales… Pero eso solo lo sabemos tú y yo”. 

Ramona es nuestra casera y aval en el pueblo, su marido es el alcalde desde hace 30 años y sin su consentimiento no se mueve nadie en el municipio.

-“No podemos caerles mal, o se produciría un caos en el nuestro negocio que tanto nos está costando levantar”.

Sus temores eran bastante factibles y nada alejados de la realidad del lugar. Acaricié su cara de ángel y volví a besarla. 

–“Eva, antes has dicho que por esta noche serías mía ¿Sólo por esta noche…?” Dije con la pena quemándome por dentro.

-“Nene, te quiero con toda mi alma, pero sabes tan bien como yo que esto es una autentica locura… ¡¡Somos hermanos, NO puede ir bien!!”

-“Mi vida, nos merecemos intentarlo ¡Nos lo merecemos!

Mi hermana guardó silencio unos instantes mirándome a los ojos, como si una lucha interior la estuviera atormentando… 

–“Es una locura Raúl…, podrías dejarme preñada”.

-“¿Y quién ha dicho que no estemos locos? Tener un hijo tuyo sería una bendición”.

Lo habíamos dejado casi todo para crear una vida nueva lejos de los perjuicios sociales, familiares y culturales, estábamos locos el uno por el otro, en mi caso las relaciones con otras chicas estuvieron atravesadas por mi relación con Eva, mi desquite con mi prima Jacqueline o el noviazgo insulso con la mejor amiga de Eva, la innombrable Sandra siempre tenía de trasfondo un acercamiento inconsciente a mi hermana, ahora lo veía mucho más claro…. Amar a Eva, sentir su piel desnuda, rozar sus labios con los míos o un simple te quiero me subyugaba como ninguna otra lo consiguió y formar una familia con ella no se me presentaba como una locura, sino como una realidad a corto plazo. Eva se levantó de la cama y se dirigió a la puerta como Dios la trajo al mundo, mientras yo la observaba recostado en pelotas desde su cama, a medio camino se giró esbozando una sonrisa cómplice…

-“¡Voy a limpiarme todo esto! Es increíble la cantidad de semen que producen tus heuvos”. 

Dijo haciendo un gesto que indicaba mi semen goteando de sus labios vaginales, llegando a escurrir entre sus muslos. 

-“Cuando vuelva no te quiero ver desnudo sobre mi cama…”

-“Sólo me pondré los calzoncillos si me dices que sí”.

-“Que sí, ¿A qué?”

-“A que lo intentaremos”. Su mirada se me clavó como un puñal.

-“Mira que desastre, ¡Reza que no me quede preñada del polvazo que me has echado!”

Se acercó hasta abrir la puerta, recogió algo de mi lefa de la que se acumulaba en un borbotón al final de sus labios interiores, y se lo llevó a la boca saboreando el néctar de mis testículos como si fuera almíbar, pasando a una sonrisa pícara… Me dejó trastocado con su gesto tan erótico como lascivo…, en él prorrumpió la hembra de loba que mi hermana lleva dentro…

-“Sí Lo intentaremos, pero ahora te quiero con los calzoncillos y el pijama puestos en tu lado de la cama, pesado…” Sonreí cuando Eva se marchó al baño, sabiéndome perdonado de la injerencia de hace cuatro noches. Me levanté poniéndome el pantalón y el bóxer para dirigirme a mi cuarto, a partir de mañana sería el primer día del resto de mi  vida….





Mi “Noche de Bodas…,” sexo en un vagón de tren. Ya habían pasado cinco meses en el valle y el hostal se hallaba a punto de su inauguración con la ayuda de unos lugareños con habilidades constructivas que pudimos pagar. Volvimos por unos días a Cantabria con el fin de formalizar los documentos requeridos para el nuevo empadronamiento y legalización en el valle, esos días con la familia volvimos a reencontrarnos con nuestras raíces…. Somos dos hermanos nacidos en una familia con principios morales algo anticuados, crecimos restringidos de cierta libertad confundida con libertinaje que otros familiares como mis primos Jacqueline y Enrique, sí tenían…, todo ello unido a los azarosos fracasos en nuestros noviazgos en los que no gozamos del sexo a plenitud, determinamos largarnos a un lugar nuevo lejos de toda esa toxicidad. Decidimos tener un negocio propio en el lugar donde fue destinado mi hermano como agente permanente de ICONA, viviríamos lejos de todo alejándonos de nuestra vida anterior.

Volviendo a los primeros días en el valle y tras la primera vez que hicimos el amor mi hermano y yo, justo reconvirtiendo un viejo caserón de siglo XXVIII en hostal, me sentí muy mal por la enorme carga de fantasía creada por mí acerca de cómo sería, me decepcionó ese primer encuentro lleno de expectativas, pero pronto quedaría compensada al descubrir que también hubo mucho amor por su parte. Hoy tras cinco meses de duro trabajo tenemos una casa rural en los pirineos, muy cerca de donde solíamos acampar toda la familia Manríquez hace años, y lo mejor es que mi hermano Raúl y yo Eva nos sentimos compatibles como pareja y como socios… Siempre vivimos al límite, disfrutando de nuestra sexualidad en lugares poco convencionales y en momentos inesperados, aprovechando instantes de descuido o inventando oportunidades, que si bien es cierto en ocasiones nos causaban tensión, también nos generaban grandes dosis de adrenalina y sin duda nos dejan los mejores recuerdos…. 

Esta sexualidad mal entendida por los lugareños hace que nuestro negocio no tenga el apoyo de los pueblerinos, poco nos importa, pues nuestros clientes viajan hasta aquí encontrando lo que buscan vía internet…. Volviendo a mi relación con Raúl…, mi primer beso con él, mi primera cogida de pechos, el descubrimiento de su polla formidable por fin, nuestro estreno sexual como pareja de enamorados, nuestra primera mamada mutua o mi inauguración anal…, los recuerdo al detalle, fueron experiencias únicas que compartimos en distintas etapas de nuestra relación, y cada una tiene su historia propia por lo inverosímil del lugar….

Las circunstancias adversas nos ponen cachondos a los dos, sin embargo siempre estaba latente ese añorado deseo de amarnos sin riesgos en nuestra tranquila cama de nuestro añorado hostal. Quizá por ello siempre fantaseamos con ello como si fuera nuestra noche de bodas…una cama, sabanas limpias, y la soledad de una habitación sin sentir que al menor momento podría llegar alguien, así de simple, no pedíamos más que nuestros cuerpos amándose con tranquilidad. ¡¿Que porqué no escapamos a un  lugar que nos diera esa paz?! Es lo que siempre me he preguntado. Después de un largo trasiego de fracasos sentimentales, llegó nuestro día esperado…. Fue un arrebato de Raúl, pidió el lugar más inhóspito que nadie querría y se lo concedieron en cuestión de semanas…, yo dejé mi puesto de recepcionista en un hotel de Santander. Dejamos a tras a los amigos, parientes y toda una vida sosegada. Éramos jóvenes impulsivos, y simplemente planeamos escapar por unos años a un lugar tranquilo, nos pusimos un jeans y un vestido con la falda por las rodillas, mochilas al hombro y 20 minutos después ya estábamos abordando el interprovincial que nos llevaría a una zona más cercana al valle de Arán, en la cual disfrutaríamos de todo aquello como si fuera una luna de miel.

Subimos, era un tren de locomotora diésel, el vagón apenas tenía capacidad para 40 personas ubicadas en dos  hileras de  pares de asientos separados por un estrecho pasillo, no estaba totalmente repleto, en nuestra fila solo estábamos nosotros, las plazas estaban ubicadas un poco más al fondo de la mitad. Mi flamante hermano se sentó cerca de la ventana y yo en el asiento que daba al pasillo. Reclinamos los sillones procurando acomodarnos pues serían nueve largas horas de viaje. Eran alrededor de las ocho  de la noche, ya habíamos charlado mucho rato así que intentábamos dormir un poco, pero el ajetreo ocasionado por las malas vías de tren entre montañas y tantas emociones juntas no nos dejaba conciliar el sueño.

-“Se acabó las relaciones deshonestas donde solo prime el sexo impúdico con quien no merece la pena compartir la vida…”

Me dijo mientras me hacía recostar sobre su pecho, sonreí por el que creía el más acertado comentario para asumir una nueva forma de vivir la vida. No pude responderle pues ese instante el controlador pasó recogiendo los billetes, además apagó las luces, quedándonos iluminados tan solo por los focos de emergencia. Con música de fondo proveniente del hilo musical cerré mis ojos decidida a  dormir, pero un roce suave sobre mi abdomen me hizo estremecer, su mano se había deslizado bajo  mi blusa, y pretendía meterse entre mi sujetador, me moví un poco como acomodándome, estábamos acostumbrados a nuestros juegos, pero había gente despierta y detrás se escuchaba el murmullo de algunas conversaciones. Nuevamente insistió ahora un poco más atrevidamente. Mi hermano no estaba dispuesto a esperar a llegar a nuestro hostal, alzó mi sujetador hacia arriba y agarrando de lleno mis tetas estrujaban mis pezones a su antojo, le alcé a mirar retadora, y susurró… 

-“Solo es de cariño, para conciliar el sueño…”, y fingió dormir.

Unos minutos después otra vez agarraba explícitamente mis senos masajeándolos descaradamente, me gustaba esa sensación de simular impedirle sus avances cuando en realidad lo que quería era que insistiera más, pues andábamos muy ardientes ya que desde hacía más de un mes no nos habíamos tocado durante la visita a casa de nuestros padres. Dándole facilidades me recosté sobre sus piernas totalmente relajada, y el colocó una cazadora cubriéndome mientras daba gusto a mis tetitas que ya no se conformaban solo con caricias. Expulsé mis pechos hacia el frente dejando en claro lo que quería, así que fingiendo agacharse a recoger algo del suelo, chupo mis pezones dándome una  rica mamada que me hizo suspirar, olvidándome de dónde estábamos…. Al virar mi rostro hacia su pelvis noté su mazo ya endurecido, eso me excitó mucho y empecé a manoseársela por encima del pantalón, pero la mirada entrometida de uno de los pasajeros nos hizo detenernos un rato, dejando a mi vagina latir apresuradamente por las ganas que cargaba. Pasaron un par de minutos, y sintiéndonos más seguros, bajé la cremallera de su jean en busca de la belleza palpitante de su verga, saqué mi lengua y se la pasé a lo largo del troco, un estremeciendo lo hizo mover ligeramente la cadera como pretendiendo llenarme la boca de su carne, seguí dándole lengüetazos hasta llegar a su glande, chupé suave ese cabezón colmándole de saliva, lamiendo por el frenillo, y desesperándolo en sus ansias de comérmela completa… la punta de mi lengua horadaba su agujerito uretral haciéndole ver las estrellas. De nuevo mis labios llegaban hasta el frenillo, subían  y bajaban varias veces, y de pronto cuando menos lo esperaba ¡¡Zás!!

Me  la introduje de golpe, hasta el fondo, haciéndole gemir bajito…, luego con movimientos suaves la sacaba y la volvía meter. Provocadoramente paré de estimularle y él sujetándome por la cabeza me empujaba sobre ella una y otra vez.  Allí condenados al silencio se la mamaba hasta sentir que de tanto chupar su rabo se me cansaban los maxilares y se lastimaba mi garganta, pero seguía porque me gustaba mamársela… me vuelve loca notar cómo le crece y endurece dentro de mi boca. Lo hacía con fuerza y luego bajaba la marcha, incrementaba el ritmo y lo  ralentizaba a mi antojo…. Por momentos intercalaba mis manos, agarrándole de la base y subiendo hasta la punta en un ir y venir consiguiendo que se destile un poquito de su pre seminal, el cual secaba con mis labios, para no desperdiciar ni una sola gota de su miel. 

Procurando devolverme placer, zafó la falda de media altura a las rodillas, metió su mano por mi pubis entreteniéndose en enervar mi clítoris, rodeaba su capuchón y lo agitaba de un lado al otro haciéndome estremecer vez tras vez. En medio de tanta excitación escuchamos el ruido de alguien incorporándose, estoy segura que uno de los pasajeros de al lado, había notado nuestros extraños movimientos y empezaba a disfrutar de nuestro ligero exhibicionismo, pero estaba con tantas ganas que no me importaba, es más separé mis piernas todo lo que el espacio me permitía para que sus dedos se ahogaran en la laguna caliente de mi vagina.

Sus dedos sin misericordia entraban y salían, despacio subían por en medio de mis labios vaginales abriéndolos descaradamente restregando mi clítoris y volvían a hundirse en mi coñito hambriento, en nada me afectaba que en el asiento de delante al nuestro un niño lloriqueaba, que importancia podía  tener que aquel curioso pasajero conduciéndose al aseo desviara la vista hacia nosotros, si yo estaba en el gloria disfrutando de mi noche de bodas. De pronto se oyó un ruido como si alguien tropezara  al fondo, aparentemente era el tipo que acaba de cruzar, pero otros pasos se acercaban, seguro eran los del vigilante porque ¡¡inesperadamente se encendieron las luces!! Nos quedamos totalmente helados aún más cuando murmuró…

-“¿Qué sucede allí?”

Su mano metida en mi coñito, y mis tetitas al aire, eran una imagen digna de una fotografía, sumada  las caras de susto al ser sorprendidos, mi hermano retiró su mano rápidamente y lanzó la cazadora sobre mi pubis desnudo y me abrazó cubriéndome los pechos con su cuerpo. Nos quedamos quietitos, esperando la regañina del siglo, esa que no habíamos recibido ni siquiera de nuestros padres. Se detuvo en a dos pasos de nuestros asientos, nos plantó la mirada, pero siguió muy despacio conduciéndose hacia los aseos. Uffffff que alivio, seguro él también tenía alma de aventurero. Ruidos…voces…pasos…se apagaron las luces y todo volvió a la normalidad.

Después del susto reíamos bajito con complicidad y le ¡¡Prohibí volverme a tocar!! Bueno, al menos por unos minutos. Nuevamente empezamos con nuestros toqueteos, a más de las ganas que traíamos era una situación altamente excitante, que se estaba sumando a nuestra colección. Sus labios entre los míos, succionando, chupando eróticamente, su lengua recorriendo mi boca descubriendo mis rincones, introduciéndomela como si fuera su falo el que me penetrara…mis pezones hinchados escapándose de la blusa… era suficiente para volver a calentarnos…. Me acomodé con el rostro hacia el pasillo recostándome de lado, tenía la falda remangada y la cazadora sobre mis piernas, su mano abusiva bajaba por entre mis glúteos acariciando la línea que conduce directa a mi vagina y sorprendiéndome con frecuentes empotradas me hacía brincar, era delicioso y ya no resistía más, necesitaba su mostrenco incrustándome, dándome un paliza, para aliviar mi calentura. No sabía si alguien además del señor de hace un rato notaba nuestra faena, pero se escuchaban cuchicheos bajitos, que se confundían con nuestras respiraciones agitadas. Aun así me tomó de la cadera empujándome hacia atrás, qué rico su falo buscando mi entrada, no fue difícil hallarla por lo resbaloso del camino….

Su cabezota fálica empezó a hundírseme deliciosamente en mis entrañas, apreté las piernas para no darle paso, el insistía y yo le dejaba jugar solo por las afueras, porque odiosamente estaba en mis días más fértiles, y de ninguna forma por un antojo lujurioso y de alto voltaje lascivo iba a permitir que cambiaran nuestros planes, aunque ese antojo realmente me estaba enloqueciendo…

-“No podemos susurre…” 

Él me entendió perfectamente y automáticamente rebuscó en su billetera, un preservativo podía hacernos el milagro de seguir gozando, buscó en un bolsillo, en el otro, nada, abría los cierres de la mochila tampoco, no había un bendito condón que nos salvara del calentón. Vaya con las ganas que teníamos, y tener que aguantárnoslas. A pesar de eso seguimos calentándonos protegidos por la oscuridad, bajé aún más mis bragas resultando incómodas con ambas patas metidas. Terminé dándome modos para liberar la de una pierna y también la presión de mi tanga así podía abrirme a mi gusto. Me coloqué de lado y mientras me enloquecía con sus dedos, esperó a que mis movimientos inquietos le demuestren el momento exacto de  caminar  hacia mi traserito, entendí perfectamente sus intenciones aún más cuando a medida que lengüeteaba en mis oídos me susurró…

-“Dámelo putita, quiero dejarte mi semilla desde detrás… ¡Cómo deseo hacerte un chochito millonario!”

Cómo me encendía que me dijera putita, así que instintivamente expulsé mi culo hacia atrás, y empezó a preparar mi anillo, mojándolo con mis propios líquidos para suavizar la embestida. Su dedo anular que erigía nuestra unión como esposos, así como el pulgar masajeaban despacio pero firmemente, haciendo movimientos laterales para ensancharlo, poco a poco iba dilatándose y cediendo a sus intenciones, de pronto me pareció una mala idea que me diera por el culo… sus 19 cm de carne dura con un diámetro tan grueso era para aullar si me la clavaba por mi apretado anito. Bajó un poco sus pantalones lo que la dificultosa posición le permitía, tomó saliva de mis labios embadurnando el inhiesto falo y yo me zafé sobre él sentándome en su cadera. Sentí como me lo empinaba elevándome con sus fuertes brazos tratando de zambullirse todo el trozo en mi hoyito ardiente…. Entró y avanzó suave pero rítmicamente, dejándome sentir como mí  túnel se abría centímetro a centímetro hasta llegar al tope.

Me gustaba la sensación de sentirme ensartada, aunque un poquito de dolor inhibía mis ganas, que las fui olvidando a medida que con una mano suya estiraba mis pezones, a la par que cabalgándolo restregaba mi clítoris en su pubis. La humedad de mi vagina destilando facilitaba su lucha por empalarme. Ya nada impedía que gozáramos, aunque teníamos que hacerlo sin la libertad de cambiar de posición y ahogando nuestros ruidos de placer por obvias razones. Agazapada entre sus brazos en una posición casi fetal con mi cara pegada a la suya jadeando y gimiendo en su oído me moría de gusto. Le dejaba un pequeño espacio para mover su cadera con la que irrumpía una y otra vez contra mí, como lo hace un hombre cuando tiene una mujer que ama el sexo. Con aquellos estímulos mi clítoris se hinchó tanto como mis pensamientos obscenos y mi corazón palpitaba con la misma fuerza que mi vagina al explotar en un orgasmo intenso. La convulsión me hizo arquear matándome en vida por muchos segundos en un leve “dulce muerte”. Varias arremetidas profundas más hacían que su tranca se hinchara, como si con un ligero roce fuera a explotar.

Agarró su polla, apretándola y hundiéndomela de nuevo hasta mi cérvix, golpeaba mi fondo vaginal notando su glande grueso y duro aporrear una dureza que ambos percibíamos y el macho insistía en derribar a base de pollazos, iba en incremento su sinrazón trabajando severamente mi coño, sus manos me atenazaban las tetas y su boca se hundía en mi cuello y en mis labios ahogando los jadeos suspirados de su enviones fieros. Mis manos le acariciaban buscando el contorno de sus brazos de su espalda y finalmente amarré el par de testículos pesados que posee mi hermano casi imposible de contenerlos en una sola de mis manos… tan frondosos como cargados de leche espesa que pronto me alimentaría mi conejito hambriento. Y de pronto se quedó quieto unos segundos como si se le acabaran las ganas de luchar más… ¡Él también llegaba a su Clímax! Segundos después me apretaba con furia contra sí, y claramente sentí como sus chorros de leche tibia corrían en mi interior como si fueran expulsados por una manguera de bomberos, nos quedamos inmóviles mientras con varias contracciones dejaba toda su leche en la hondonada de mi ser.

Le apretujaba su escroto con el único fin de sugestionarme y abocarlo a su entera rendición…. Las abundantes lechadas de mi hermano me llegan a asustar, porque no son chorros de lefa normal, sino ingentes cantidades de esperma espeso y gelatinoso que me atora la vagina profunda en mi mismo útero, es tanta que mi coño no puede albergar todo el contingente, teniendo que destilarse una buena parte de su carga seminal por falta de espacio uterino. Me hacía notar su dureza, las venas inflamadas frotando mis paredes sensibles y los lechazos que golpeaban en mi fondo vaginal llevándome al éxtasis… lugar común de toda hembra fecundada. Una vez inseminada, solo quedaba esperar y asearnos como mejor pudimos. Me besó con dulzura, y me dejó descansar entre sus brazos. No teníamos idea de si quienes nos rodeaban advirtieron nuestra aventura, presumo que sí, era casi imposible no notar nuestra respiración, nuestros callados gemidos, el sonido del placer y el aroma a sexo inundando la zona, pero nadie dijo nada afortunadamente…, supongo que expectantes disfrutaron espiando a dos locos que se amaban bajo las sombras… 

Al amanecer varias miradas curiosas se dirigían a nuestros asientos, en ese momento comprendí que más de uno había gozado en silencio de la “Noche de Bodas.” Ya en nuestro destino pasamos unos días inolvidables, disfrutamos de lo que siempre soñábamos amándonos con la dulzura, pasión y entrega, de quien tiene todo el tiempo del mundo para gozarse. Sus labios sobre mi espalda y los míos en su vientre, de la espuma del baño y del masaje relajante, de dormir juntos y despertar abrazados, pero cuando pienso en mi Luna de Miel, el más rico y excitante recuerdo sin duda es el de mi “Noche de Bodas…,” en el vagón de tren Expreso de medianoche, en el que mi hermano me dejó palmariamente PREÑADA.

****************

Raúl… Volviendo a los inicios, fue Mi prima negrita colombiana quien me inició en las prácticas incestuosas, lo que finalmente derivó en mi relación con Eva, mi hermana. Como sabéis me llamo Raúl y vivo en el norte de España con mis padres y mi hermana. Esta historia que os cuento sucedió hace unos años, ya va para unos diez, por entonces contaba con 18 años y todo un futuro por delante. Unos años atrás mi tía Coral, la hermana de mi padre se marchó a vivir a Colombia por que la empresa para la que trabajaba la trasladó a aquel país…, al no tener cargas familiares le era más económico que reubicar a una familia entera. Así que mi tía hizo las maletas y allí se plantó, al poco tiempo conoció a mi tío Eduardo un hombre encantador, una bellísima persona…, él era negro lo que nos resultó un poco raro al principio, con el tiempo tuvieron a mi prima Jacqueline una belleza de chica morena alta delgada y negrita, ella es cuatro años más joven que yo… tiene unos bonitos pechos y un culo que es para comérselo poco a poco. 

Cuando solo contaba con 5 años, la empresa de mi tía la retornó de nuevo a España tras más de siete años de servicio donde dejó sólidamente establecida la oficina de comercialización de sus productos en Sudamérica y América central. Ellos viven ahora en un pueblo de la costa brava y en vacaciones siempre que podían me invitaban a ir allí, unas veces solo y otras con mi hermana Eva. Después de unos años sin ir, como unos cinco o seis hablé con mi tía y me fui allí todo el verano desde julio a septiembre, porque además quería preparar unas oposiciones y estaría más a gusto para estudiar con menos distracciones. Con el tren me planté en Gerona, vinieron mis tíos a buscarme, mi tía me comía a besos, y ya en coche nos fuimos para su casa. No era excesivamente grande tenía tres habitaciones en la planta de arriba y en la de abajo la cocina, el baño y un salón.

Mi sorpresa fue que la habitación que pensaba iba a ocupar yo la habían convertido en un despacho que era donde pasaría yo mis horas de estudio, pero para dormir lo haría compartiendo habitación con mi prima, en la parte baja había un acceso a un pequeño jardín que se entraba por la cocina o el salón, y el baño daba una ventana a ese jardín. Me di una ducha y organicé mis cosas cuando apareció mi primita que a sus 14 años estaba para comérsela…, es un bellezón. Se lanzó sobre mí y me tiró sobre la cama como si estuviéramos peleando, entre risas nos dimos dos besos y estuvimos abrazados ya que hacía demasiados que no nos veíamos…. La estancia comenzó muy bien salvo una pega, como dormía con mi prima no me podía permitir el lujo de dormir desnudo como hago siempre, así que dormía en bóxer y camiseta. Una de las noches estaba un poco desvelado y empecé a notar a mi prima que se revolvía en la cama, descubrí en la penumbra de la habitación que estaba masturbándose pensando que yo estaba dormido…

… ella se tocaba bajo las sabanas y arqueaba su cuerpo mientras sus dedos recorrían su coñito caliente, el ambiente a sexo en la habitación era notable, yo comencé a tener una tremenda erección y traté de intentar no pajearme disfrutando de los gemiditos de mi prima. Pude ver sus pechos y sus dedos pellizcando sus pezones en medio de las sombras. Ella se gozaba y estaba realmente cachonda, de pronto un agudo gemido salió de su garganta, había llegado al orgasmo. Después de eso se quedó plácidamente dormida… muy excitado no me atrevía pajearme con el temor que me oyese y se perdiera el encanto de relación con ella, así que intenté conciliar el sueño para estar presto a la rutina del día siguiente. Esta consistía en levantarme a las 8:00 y estudiar hasta las 14:00 horas, para después pasar la tarde con mis tíos y mi prima, cuando llevaba una semana allí mi tía me comentó que se tenían que desplazar un par de días a Barcelona por temas laborales, así que nos quedaríamos Jacqueline y yo solos, eso me alegró por que había descubierto que mi prima se duchaba con la ventana del baño abierta y el hecho de que no estuvieran mis tíos me facilitaría el poder espiarla sin que ella se diera cuenta o al menos eso creía yo…. Mis tíos salieron de viaje la mañana siguiente y nos organizamos mi prima y yo para hacer las cosas de casa, para que a la vuelta mis tíos no dijeran que no hacíamos nada, Jacqueline me dijo que se iba a dar una ducha y yo ahí vi mi momento de poder verla completamente desnuda. Ella se metió al baño y cerró la puerta, pero como yo esperaba dejo la ventana del baño abierta, espere a oír como sonaba el grifo del agua para acercarme a la ventana del baño.

Cuando me aproxime pude ver a mi prima completamente desnuda frotando su cuerpo con una esponja estaba repartiendo el jabón por todo su cuerpo recorría sus bonitas tetas morenas acariciándolos cuando vi que una de sus manos bajo a su chochito…, yo tenía la polla a punto de reventar pero no quería perderme el espectáculo, abrió sus piernas y comenzó a frotar con la esponja su coñito cerrado. Su negra rajita se convulsionaba de placer, de pronto noté que su mirada se cruzó con la mía y sonrío…, me sobresalté al verme descubierto como un vulgar voyeur, eso me asusto un poco igual pensaría que soy uno de esos que van espiando a las chicas, no pareció importarle demasiado por que se abrió la rajita mostrando el interior de sus labios interiores, una zona rojiza y tan caliente como la boca de un volcán. Sin muchos preámbulos comenzó a introducirse un par de dedos en su vagina, y a darse placer mientras me miraba fijamente con la cara de satisfacción de darme el mejor de los espectáculos…mis huevos comenzaron a dolerme de la excitación. Ella no cejaba de encajar sus dedos una y otra vez suavemente sin dejar de penetrar en su conejito depilado a raso sin prisa dándole mucho placer, abría sus labios vaginales y con el grifo de la ducha se rozaba el clítoris, una pepitilla que a mi distancia se apreciaba como un enorme botón de color claro dentro de un capuchón de piel oscura, sobre una vulva de carnes internas carmesí. Sus gemidos eran cada vez más audibles, hasta que por fin alcanzó su orgasmo, se frotaba intensamente sus dedos ahondaban incansables mientras la alcachofa de la ducha con una lluvia de agua saliendo era frotada vivamente en su clítoris remangado sin dejar de mirarme. Sin duda los negros poseen un brío sexual muy superior a los blancos, y eso se notaba en mi prima dedicándome sin el menor pudor el pajote de la ducha.





Me fui al salón intentando disimular algo que habíamos compartido, tanto ella como yo sabíamos lo que había ocurrido y como había sucedido habiéndola visto desnuda acariciándose, o más bien decir pajeándose. Encendí el televisor y ella apareció con una camiseta larga fina de verano, llevaba la ropa en la mano dirigiéndose al cubo de la ropa sucia para meterlo en la lavadora, su cuerpo se contoneaba a cada paso que daba, su cuerpo era impresionante con ese camisón, se sentó a mi lado, y me preguntó si me había gustado lo que había visto…, no parecía ofendida ni molesta sino más bien excitada, feliz de regodeándose de su intensa sexualidad brotando por sus poros con tan solo 14 añito. Abrió sus piernas y me dejo una vista maravillosa de su coñito…, nos besamos con recato y ganas de ir más allá logrando llegar a un lujurioso y apasionadamente morreo infernal. Nuestras lenguas jugaban, y nuestras manos no dejaban de acariciarnos, saqué su camisón sin mucha dificultad y pude ver por fin su cuerpo totalmente desnudo ante mí, ahora tenía para mí ese cuerpo que tanto deseaba. Ella dio una vuelta alrededor de sí misma, su cuerpo moreno era un auténtico pecado. Le besé con lujuria su culo, un beso contundente en cada nalga respingona dividas por una profunda raja que hacía de su culo un portento de la naturaleza femenina. En su andar elevaba alternativamente cada uno de sus cachetes demostrando lo diáfano de sus nalgas y el formidable culo de Jacqueline.

La tumbé en el sofá, bajé con mi boca recorriendo todo su cuerpo mientras ella vibraba con cada lamida en su cuerpo, mis dedos rozaron los labios vaginales apretujados en su entrepierna…, estaba húmedo y caliente deseando recibir caricias de mi lengua. Así lo pensé, así lo ejecuté ipso facto, acerqué mi boca a sus muslos, su sexo olía a deseo dulce de niña a mujer. Estábamos los dos muy cachondos fuera de sí sin importarnos si éramos o no familia…Mi lengua acariciaba los labios de su conejito juguetón, mientras ella se abandonaba al placer de sentir la boca de su primito de rostro pálido en su húmeda rajita. Empezó a gemir y a pellizcarse los pezones que se pusieron duros al instante, mi lengua jugo un rato con su delicioso chochito, dándole todo el placer que sabía, entonces ella decidió cambiar las tornas y que fuera ella la que me diera placer a mí aunque lamer su rajita era un placer muy intenso para mí. Me encanta comerles los coños a mis parejas, hacerlas perderse en sus orgasmos antes de arremeter egoístamente a follarlas sin un generoso previo de mi parte, ellas siempre te lo agradecen con creces, incluso con otro orgasmo más intenso si cabe.

Ella me desnudo y me hizo tumbarme en el sofá, su mano fue directa a mi verga que estaba muy dura y caliente deseando sus caricias. Comenzó a masturbarme despacio, el ariete crecía entre sus dedos solidificándose en un tremendo cetro de fierro ardiente en sus casi 19 cm de plenitud y soberbio grosor para solo tener 18 años, un buen mostrenco del que me siento muy orgulloso. Su boca fue directa a mi falo y comenzó a darle besitos en el glande, su lengua jugaba con la punta de mi capullo dándome una sensación increíble…, se incorporó y puso mi polla entre sus pechos masturbándome con ellos mientras daba lengüetazos a la punta. Su lengua recorría el tallo de mi erguido mástil llegando al extremo y más allá besando mis huevos. Ver mi polla entrar y salir de su boca era una fantástica sensación, una de sus manos rozaba su clítoris mientras con la otra me masturbaba pidiéndome que la penetrara con sus gestos lujuriosos. Entonces comprendí que la raza en el sexo importa y mucho… que la negra es la más dotada para colmar los deseos de cualquiera de esa u otra casta.

Ella se incorporó y buscó mi boca para besarme, en ese momento agarró mi polla y se la introdujo en su coño como si la experiencia de ella fuera de años practicando sexo, la dureza de mi cipote y la facilidad de dilatación de aquel aparente coñito apretado facilitó enormemente una incursión rápida enterrándose casi todo el tronco de mi venosa verga. En nada comenzó a cabalgarme subiendo y bajando sobre mi mástil mientras mis dedos acariciaban sus pezones, alternándolo con su clítoris. Nunca había estado con una chica que necesitara tantas atenciones en todas su zonas erógenas a la vez, más que un hombre necesitaba dos o más, sin no a un pulpo. Se conformaba conmigo y eso me enardecía de orgullo y satisfacción. Nos besábamos apasionadamente, su coño estaba empapado de la cantidad de flujo derramado colmado de deseo, y no paraba de gemir pidiendo más, ¡Es una negrita muy caliente mi prima! Se dio la vuelta dándome la espalda y volvió a meterse mi polla en su interior, como quien se calza un zapato mocasín, mientras sus dedos recorrían su clítoris, su rajita estaba totalmente empapada sintiendo todo el calor de mi polla dentro de ella.

Su agilidad era pasmosa subiendo y bajado su culo con tan solo mover la cadera, mi primita me bailaba un reguetón perruno al tiempo que me follaba magistralmente… ¡Alucinaba en colores! Pasados no más de cinco minutos en tales circunstancias de pronto ella se detuvo y se puso a cuatro patas ofreciéndome abiertamente su anillo y toda su rajita mientras sus dedos tocaban el clítoris enervado de la muchacha… se abría los labios de su chochito para darme a ver el agujerito donde deseaba que entrara a su vagina hambrienta. Le acaricie su precioso culito y coloqué mi verga en la bocana de su conducto uterino, sin más la penetré sin piedad mientras mis manos se agarraban a sus caderas, tragándose todo el cipote hasta los mismo huevos de una sola atacada…, ambos gozábamos con entradas al fondo rozando con mi capullo su pared vaginal y salidas dejando solo el glande arropado por sus paredes vaginales. Ver cómo sus finos y oscuros labios envolvían mi pollón electrizaba todo mi cuerpo, al tiempo que aumentaba mis ansias de insertar más enérgicamente mi rabo hasta las pelotas. No pasó demasiado tiempo, pero desde el inició la follada cubría más de doce minutos cuando de pronto empecé a sentir que estaba a punto de correrme…, se lo dije y como un relámpago se sacó la polla del coño y la agarró con fuerza metiéndose en la boca la parte de mi gordo capullo y poco más.

…Chupaba de él y pajeaba el resto de la tranca con una mano, dejando la otra para estimular mis flamantes pelotas manoseando el escroto, con un juego demencial de sus dedos a término de reventar de gusto. Arrodillada chupando y masajeando se hallaba pidiéndome toda mí corrida en su boca…, yo ya no podía más, su cara de deseo era preciosa y mis chorros de semen comenzaron a salir disparados abriéndose paso por el agujero de la uretra de mi verga aterrizando en su lengua, paladar y garganta con una presión inédita para mí. Ella succionaba acaparando la leche de cada chorro, de los que recuerde no fueron más de cinco con fuertes convulsiones que me dejaron flaqueando mis piernas. Ella succionaba intrépida a cada lechazo reaccionando en su llenada con un regusto que jamás soñé en una mujer con la lefa de su macho… Mi prima jugó un poco con mi copiosa descarga de esperma, observé una gran cantidad antes de tragárselo todo como si tal cosa, el asco o el pudor no eran para ella. Tras ello nos quedamos abrazados desnudos en el sofá, esa misma noche nos trasladamos a la cama de sus padres donde tuvimos una sesión de apareamiento animal sin control volviendo a vaciar mis cojones en sus útero follando a pelo, se tragó lo que quedase en mis gónadas, pero esta vez en el fondo de su coñito. También hubo mucho amor por que como nos confesamos mutuamente los dos nos atraíamos bastante, sobre todo yo a ella…, no puedo decir el por qué pues ella era mucho más atractiva que yo. Durante los días solteros de esa semana hasta la llegada de sus padres, mantuvimos relaciones sexuales todos los días, fornicamos en todos los lugares de la casa que eran practicables… un par de veces sobre la mesa de la cocina donde a diario come la familia. Y entonces nos vino otra sorpresa agradable, mi tía nos llamó para decir que alargaba su visita por el resto del fin de semana para ver tranquilamente Barcelona…. No podíamos creer nuestra suerte de estar dos días más disfrutando de nuestros cuerpos y nuestros genitales hasta llegar al exhausto apareándonos al natural como animales salvajes, pues en ninguna ocasión utilizamos preservativos y no creo que ella tomase anticonceptivos a su edad y sin pareja conocida…

La mañana del sábado cuando me levanté la encontré en la cocina desnuda preparando el desayuno, me acerqué por detrás y le abrace besándole en el cuello, ella se giró y nos besamos, la subí en la mesa de la cocina y le abrí las piernas unte su coñito con un poco de nata y me di un festín…, la mezcla del sabor salado de su chumino, y el dulce de la nata era delicioso estuve como diez minutos lamiendo su conejo, Jacqueline se corrió un par de veces y en cada orgasmo necesitaba un pequeño descanso. Cuando ella creyó estar colmada de sexo oral, me asió la polla y se la metió en su rajita…, estuvimos follando en la cocina media mañana, con un polvo antes de desayunar, otro después y otros dos con el almuerzo de por medio. Mi prima era una máquina insaciable de follar… yo estaba a punto de desfallecer con la polla irritada y condolida de más de cinco horas en plena erección. Así estuvimos los dos días de ese fin de semana hasta que llegaron mis tíos el domingo por la noche…, por supuesto que aprobé la oposición, pues los siguientes días con mis tíos en casa me pude concentrar, ya que Jacqueline había relajado mis ganas de follar con un polvo sibilino a media noche. 

Conocer a mi nueva prima mereció la pena, en nada era ya aquella niñata de nueve o diez años que aún pensaba en jugar con las muñecas. Durante años tuvimos encuentros semanales con sexo virtual por medio de Cam, pero sobre todo esperábamos la gran acampada anual que realizamos toda la familia en los pirineos. Allí el sexo es de verdad. Ese mismo año fue la primera vez del hermanastro de Jacqueline, nuestro primo Enrique, hijo de Eduardo de una relación anterior a mi tía. Enrique siempre vivía con su madre ese año que cumplió los 18 tomó las riendas de su vida y prefirió disfrutar de su familia paterna también, mucho más divertido que la materna. ¡¡No hay ni que decir que en esas mini vacaciones al aire libre surgen los momento más felices de nuestra vida!! Una idea de ello es que casi todos hemos sido engendrados en esos días…

…Acampando con la familia Manríquez, una acampada que solía celebrarse a manera de tradición anualmente en los pirineos donde las cuatro familias que conformaban parte de la gran familia entera se reunían a convivir y a ponerse al tanto de sus vidas. Como dato curioso, muchos bebés nacían de aquellas reuniones pues en cada una de las reuniones solían presentarse nuevos miembros nacidos tres meses atrás… es año éramos 10 jóvenes los que acudíamos a la cita, entre ellos Mi hermana Eva y Jacqueline, que a pesar de llevarse dos años de diferencia, eran muy similares. Ambas eran de figura delgada pero de caderas pronunciadas y culos respingones como tanto me gustan a mí. Ambas tenían ojos de color turquesa, un color muy raro, y un bello rostro angelical que derretía con una mirada, yo diría que solo las diferenciaba su color de piel… mi hermana blanca como corresponde a un rubio escandinavo y Jacqueline mulata caribeña color café con leche. Pero no solo del físico eran parecidas, ¡A ambas también les gustaba masturbarse frecuentemente y con vigor! En especial a Jacqueline, que ya conocía todo sobre el sexo, y le gustaba practicarlo…. Aquél año Eva se había comprado uno de esos string bikini de “Victoria’s Secret” que solamente son aptos para mujeres con cuerpazo o sin complejos y que, además de ser más pequeños de lo normal, elevan el pecho como si le hiciera falta teniendo tremendo banquete de tetas. Y, aunque aún no sabía si nuestros padres le permitirían usarlo, se había afeitado su monte de Venus en forma de corazón. Por parte de mis otros tíos además de Jacqueline vino por primera vez Enrique, hijo de mi tío y de su primer matrimonio.

Enrique y yo somos dos chicos bastante diferentes pero que nos llevamos muy bien…. Yo soy el mayor de los dos y por entonces jugaba fútbol y era bastante alto para mi edad. Ya había tenido mi primera vez con una prostituta a la que había dejado tan complacida que hasta pensó en devolverme el dinero, después fue cuando me follé a Jacqueline y ahora más que nunca andaba en busca de mi segunda vez con ella. Por otra parte, Enrique era más bajo que yo, delgado y gustaba de practicar el atletismo. Nunca se le había conocido novia, pero decía que andaba tras una de las chicas de su cuadrilla. Como comprenderán, los cuatro primos estábamos sumamente emocionados por la reunión. Sabíamos que siempre podíamos experimentar cosas nuevas, que ante los ojos de nuestros padres no nos estaban permitidas como caerse de borrachos, pasar días enteros sin dormir o lo que mi prima Jacqueline y yo habíamos estado haciendo a escondidas de los demás el último año. Todo podía ocurrir por la escasa vigilancia de nuestros padres, quien la mayor parte del tiempo nos ignoraba debido a estar tan ensimismados con su reunión. Cuando las familias comenzaron a llegar al punto de reunión, mis padres les dieron una tienda de acampar para que la compartieran y la armaran donde quisieran….

-“Les diríamos que la armaran junto a la nuestra pero ya sabemos lo mucho que quieren estar cerca de sus primos…

Les decían mientras a Enrique y Jacqueline comentaban algo muy parecido sus padres.

Y así fue como los cuatro primos armamos las tiendas cerca una de la otra pero alejadas de las de nuestros padres. Esa misma tarde, me separé con su prima Jacqueline y hablamos alrededor de diez minutos. Hasta ese momento, ninguno de los dos había hecho mención de aquella última habíamos estado juntos donde experimentamos el placer completo de sentirnos uno dentro del otro. No solo el placer de besarse el uno al otro con la excusa de “aprender”, sino el de follar como Dios manda entre una hembra y un macho… nos besamos pero en los ojos se nos veía claramente las ganas de más, no solo de revivir lo acontecido sino de ampliar horizontes.

-“Deberías quedarte a dormir conmigo esta noche… tengo muchas ganas de hablar contigo… a solas…”, le dije a mi prima arriesgándolo todo…Jacqueline se quedó pensativa.

Realmente no esperaba que su primo se le ofreciera de esa forma tan rápida y sabía que de aceptar, esta vez su hermano y mi hermana se enterarían de lo nuestro de una forma fehaciente… no solamente serían besos robados, sino folladas a pelo porque ni ella ni yo íbamos abastecidos de condones. Sin embargo ahora ambos acarreábamos más experiencia, ella por su parte había aprendido a practicarle sexo oral a su novio con el que había cortado unos días antes debido a que quería llegar libre a esa reunión y se moría de ganas porque su primo la volviera a follar. Todo el año se la había pasado pensando en ese momento… y es que, ¡A pesar de ser su primo, a ella le encantaba!

-“No lo sé…”, dijo dudando. “Supongo que si Enrique acepta…”, dijo haciendo referencia a su hermano a quien tendría que ponerle alguna excusa….

-“Yo hablaré con Eva para que le convenza… de eso no tienes por qué preocuparte”. Más tarde, Raúl cumplió con lo prometido… Necesito que me hagas un favor Eva…”

-“¿Qué quieres?” Preguntó Eva sabiendo que rara vez se me ofrecía un favor suyo, pero cuando lo hacía eran favores grandes y difíciles….

-“Quiero que cambies con Jacqueline de tienda… convence a su hermano de que te acepte en la suya”.

-“¡¿Qué?!”

-“Anda, hazlo por mí… Jacqueline no quiere quedarse con su hermano y me ha pedido de favor que la acepte en mi tienda”.

-“Bueno pues supongo que hay sitio para los tres sin que tenga que salirme. La tienda es bastante grande”.

-“Si pero… queremos algo de privacidad…”. Eva me miró atónita, luego me dijo restregándole en la cara.

-“¡¡Es tu PRIMA Raúl!!! ¿Qué clase de pervertido eres?”

-“Tranquila, no haremos nada malo… solamente queremos hablar en privado… eso es todo”.

Miré mi hermana tratando de adivinar qué es lo que haría… -“¡¿Y que gano yo?! ¿Dormir con mi primo al que veo una vez por año?”

-“Ya se te ofrecerá algo a ti Eva… te aseguro que puedo ayudarte en algo a futuro… prometo cumplir mi promesa”.

Si una cosa le gustaba a Eva de aquellas reuniones era compartir la tienda conmigo. ¿Por qué? Bueno pues porque de esa manera podía sentir cosas que en casa no le era tan fácil… como por ejemplo apreciar de cerca mi virilidad quizás pero de eso me enteré mucho, pero mucho después cuando la confianza era plena entre los dos…

-“Sólo por una noche Raúl… ¡¡¡y me DEBES una!!!” Sentenció Eva.”Ahora, ¿Qué se supone que debo decirle a Enrique para que me acepte en su tienda?

-“No lo sé… eso es parte de la gran deuda que tengo contigo…” En cuanto Eva salió de la tienda se percató de que su prima ya esperaba afuera con todas sus cosas. Ambas primas cruzaron miradas y se regalaron una sonrisa algo hipócrita, mientras Eva seguía su camino hacia la tienda de su primo quien, al verla, de inmediato le pregunto… -“¿Qué sucede?”

-“Cambio de planes por una noche, me toca quedarme aquí…”, le dijo sin más Eva a nuestro medio primo al tiempo en que se percataba de que esa tienda era mucho más pequeña que la mía, y seguramente las bolsas de dormir estarían muy apretadas.

-“Genial…”, le dijo Enrique a su prima sin preguntar por qué… Después de eso Enrique y Eva comenzaron a jugar a las cartas para matar el tiempo hasta que decidieron ir a nadar al lago….

-“¿Quieres que me salga mientras te pones tu bikini? 

Preguntó Enrique rogando porque la hermosa de su prima le dijera que no había problema alguno y que se podía quedar. Eva lo pensó por un momento. Agradecía la cortesía de su primo quien hasta el momento se estaba portando como nunca con ella, pero sabía que de permitirle quedarse seguramente vería más de lo debido y eso no estaba bien. Sin embargo, uno de sus motivos y deseos de ese viaje era disfrutar del sexo masculino, fuese el que fuese llegado a este punto y, después de todo, su primo también tenía un cipote, tal vez mucho mejor que Raúl por lo que dicen de la raza negra…

-“Si a ti no te importa que yo esté aquí cuando te cambies, entonces no veo porque deba importarme a mí…” Enrique se miró sorprendido con la respuesta de su prima.

Ya tenía medio pie fuera de la tienda por lo que tuvo que volver, tomó su mochila y sacó su bañador para después cruzar mirada con su prima. Era como si ninguno de los dos se atreviera a empezar… -“¿Porque no lo hacemos al mismo tiempo? Propuso Eva y su primo asintió con la cabeza.

En ese momento comenzaron a quitarse la ropa tratando de mantener su mirada en el piso de la tienda hasta que llegaron a sus ropas interiores. -“¿Quieres que me ponga de espaldas o algo?” Preguntó Enrique.

Eva lo pensó un poco y luego dijo… -“Nos vemos una vez al año… además solo será una noche… no veo porque tenga que importarnos…”.





En ese momento comenzó a desabrochar su sujetador ante la mirada atónita de su primo. Los ojos de Enrique estuvieron a punto de salírsele cuando vio las tetas de Eva bambolearse desnudas y libremente frente a él. Se veían riquísimas sin embargo luchó por desviar su mirada y concentrarse en lo suyo mientras su prima comenzaba a quitarse las bragas. Por un instante, discretamente, Enrique logró ver la vagina cubierta en su pubis por un de fino vello pelirrojo en forma de corazón, una belleza de la naturaleza que su prima. Era la primera vez que veía una así y le pareció simplemente perfecta.

-“¡¿No vas a cambiarte?!” 

Le preguntó Eva a Enrique una vez que ella ya traía puesto su diminuto bikini en el cual lucía divina. En ese momento Enrique se percató de la erección que tenía consigo y de lo rápido que se le había ido el tiempo….

-“No puedo…”, dijo tratando de esconder su miembro erecto de la visión de su prima.

-“¿Porque no puedes?”

-“No puedo si estás aquí dentro… me da mucho corte…”

-“Pero creí que no había problema…”

-“Y no lo hay solo que… he reaccionado como no debería… pensé que era más fácil”

Eva sabía perfectamente lo que le sucedía a su primo sin embargo las ganas de ver una polla en vivo y en directo eran tantas que le llevo a seguir en su locura, aquel mulato le mostraría la verga sí o sí…

-“No me parece justo… me has visto desnuda… te permitido que te quedaras con tu mirada fija en mi rajita como un bobo, y ahora no puedes desnudarte frente a mí porque te da corte…”.

En ese momento, Eva comenzó a acercarse a su primo quien tenía la mirada baja y se mostraba sumamente nervioso y, cuando lo tuvo cerca, sin decir nada, tomó el elástico del bóxer de su primo y se lo bajo de un jalón hasta las rodillas ¡¡Revelando su verga completamente erecta!! Eva esperaba ver una polla del tamaño normal sobre los 14 cm quizás, pero lo que vio la dejó sumamente pasmada. Tanto que tuvo que retroceder y taparse la boca en señal de sorpresa y admiración. Sus ojos luego se clavaron como dardos en el enorme saco que colgaba debajo del maravilloso cipote de su primo. Lucía lleno y de alguna forma, con alto contenido peligroso….

-“Lo siento mucho Eva…”, le dijo su primo quien se mostraba seriamente confundido y empalmado.

-“No tienes por qué disculparte… fui yo quien te ha bajado los calzoncillos… no sabía que fueras a tener una verga tan… joder qué pollón… mejor ¿Por qué no te pones tu bañador y vamos a nadar?”

Su primo la miró aliviado de saber que no estaba molesta con él ni nada por el estilo. Tomó su bañador y, con dificultades, logró subírselo acomodándose su mostrenco dentro. Mientras veía a su primo subirse el bañador, Eva no pudo evitar sentir una explosión de calentura en su coñito. Inconscientemente se relamía los labios al tiempo en que pensaba en el mazo de su primo… ¡¡ES ENORME!! Quiso decir como parte de su pensamiento pero se traicionó a sí misma y terminó diciéndolo en voz alta.

-“Supongo que me consideraras un fenómeno después de esto… ¿Pero no se lo digas a nadie quieres?” 

Le dijo su primo lleno de inocencia al tiempo en que notaba como seguía vislumbrándose perfectamente dentro del bañador. 

-“Supongo que tendrás que adelantarte… no puedo salir de la tienda así…”

- No tienes nada de qué avergonzarte con ese trabuco… ¿pero ahora qué harás para que esos…? Joder Kike qué barbaridad… ¡¿Cuánto te mide…?! 

En shock, todavía asombrada por la visión del badajo más tremendo que nunca pensó pudiera colgar de la entrepierna de un hombre esperó una respuesta razonable.

-“Unos 22 cm… creo”

“¡Madre mía! Con eso destrozarás a cualquier chica… ¿Bueno entonces que vas hacer para bajar la erección…?” Eva sabiendo perfectamente lo que su primo haría cuando ella se marchara…

-“Me acostaré un rato y trataré de pensar en algo desagradable… quizás en la abuela…”, su prima rio ante sus palabras.

“¿Cuánto tiempo tendrás que esperar para que todo vuelva a estar como antes?”

-“No lo sé, dependerá de cuando te marches… quiero apurarme entonces creo que debería… olvídalo. Será mejor que te adelantes…”

-“No… dime, ¿Qué es lo que vas a hacer?” Su primo la miró indeciso. Viéndola en ese bikini sabía que jamás recuperaría el estado de reposo en su polla. ¡Mi hermana lucía sensacional! Era una mujer hecha por los dioses. Nada que ver con sus compañeras de tetas pequeñas…

-“Lo que hacen todos los hombres…”

-“¿Y qué es lo que hacen todos los hombres?”

-“Tu sabes… estoy seguro de que sabes…” Cansada de jugar a la tonta, Eva le preguntó sin más rodeos…

-“¡Ah ya!” Hizo el gesto de masturbar la polla… “¿Puedo quedarme a mirar como lo haces…?”

-“¿Cómo?” Ahora Eva estaba sonrojada. Había hablado nuevamente sin pensar.

-“¿Que si puedo ver cómo te haces la paja y…?” Dijo tímidamente.

-“No lo sé…”

-“No tienes por qué avergonzarte, después de todo ya te he visto y tú me has visto… además, no volveremos a vernos dentro de un año…” Enrique finalmente terminó cediendo llevado por la presión, el deseo o que se yo…

-“Si eso es lo que quieres….”

En ese momento con una mano se bajó el short, tomó su verga por la altura debajo de su cabeza y comenzó a meneársela mientras comenzaba a bufar levemente… -“¡¡Oohhh!!” Eva miró sorprendida como la enorme cabeza del badajo de su primo se cubría y descubría con sus movimientos… como sus orondos huevos se movían acompasados a los tirones de la paja. Luego su vagina comenzó a empaparse al tiempo en que notaba como una gota de lo que parecía saber que era comenzaba a fluir por el agujero del cipote que tenía enfrente y, cuando menos lo pensó, en cuestión de segundos, la polla de su primo explotó y arrojó varios chorros de semen que fueron a dar por todos lados incluyendo su rodilla izquierda. Al percatarse de lo que había hecho, Enrique se disculpó con Eva sumamente avergonzado….

-“Lo siento mucho… de verdad que lo siento… discúlpame…”, le decía mientras le pasaba un trozo de papel para que se limpiara… “Supongo que no querrás quedarte aquí esta noche y lo entiendo perfectamente…”

-“¿Porque no nos vamos a nadar…?”

Le dijo Eva con una calurosa sonrisa que le hacía olvidarse de todas sus penas actuando como si nada malo hubiera pasado. Ambos salieron de la tienda y al llegar a nadar se percataron Jacqueline y yo nos habíamos  adelantado. Nadábamos en lo menos profundo del lago muy cerca el uno del otro….

-“¡¿Algo raro sucede entre esos dos…?!” Dijo Enrique y Eva de inmediato asintió con la cabeza. “Los sorprenderé por debajo del agua… aguarda un minuto aquí…”,le dijo a mi hermana.

De inmediato se sumergió sin hacer ruido en el lago y comenzó a nadar por debajo del agua hasta llegar a donde estaba con su hermana. Eva se escondió detrás de una roca al tiempo en que Enrique hacía su maldad. Luego esperó escuchar algún quejido de mí o de nuestra prima por la actitud de Enrique pero, lejos de lo que pensaba, tras un par de minutos su primo volvió y le dijo impresionado…

-“¡Vámonos de aquí…!”

-“No espera, ¿Qué sucede?” Le preguntó Eva deteniéndolo del brazo.

Enrique la miró desconcertado, suavizó su respiración un poco y le dijo… -“Se estaban tocando el uno al otro… nadé por debajo del agua y vi la mano de mi hermana dentro del bañador de tu hermano… y la de tu hermano dentro del bañador de mi hermana….”

-“¡Oh…!” Sorprendida Eva al tiempo en que pensaba que se sentiría tener el dedo de un hombre dentro de su coñito…

-“No puede ser…”, dijo Enrique.

-“¿Qué sucede ahora?”

-“De nuevo, me ha sucedido nuevamente…”, dijo haciendo referencia a su nueva erección.

-“Metámonos al agua rápido antes de que alguien te vea así…” La propuesta de Eva fue aceptada de inmediato por Enrique, rápidamente le hizo caso. Tan lejos estaban su hermano y su prima que aun ni si quiera notaban su presencia cuando ambos ya estaban dentro.  -“Anda bájate el bañador…”, le dijo Eva parándose cerquita.

Enrique se lo bajó y, antes de que pudiera agarrarse la polla con su mano para comenzar a darse una buena paja, sintió como la mano de su prima lo tomaba… -“Eva… ¿Qué haces?”

-“Te estoy ayudando… seguro que te has quedado con más ganas, te has corrido muy rápido y eso no es normal”, le dijo mientras comenzaba a masturbarlo torpe pero plácidamente.

Esto fue demasiado para el pobre de Kike quien en seguida mezclo su semen con el agua del lago. –“¡AAHHH HMMM…!” Gimió con fuerza mientras la leche se derramaba a borbotones y comenzaba a flotar hacia la superficie del agua….

-“Se me está pegando todo en la parte de arriba de mi bikini…”, dijo Eva sorprendida al ver como el semen flotaba y se estampaba contra sus tetas y el material de su bikini.

Luego ambos rieron y salieron rápidamente del agua corriendo a toda prisa. Volvieron a la tienda de campaña y justo ahí sus padres les avisaron que ya era tiempo de cenar. Durante la cena ninguno de los cuatro mencionó a sus padres el nuevo acuerdo para dormir. Jacqueline y yo actuábamos como dos enamorados, al menos así lo hacíamos ante la vista de Eva y Enrique quienes sabían ya nuestro secreto. Eva estaba en que yo no dejaría escapar esa única oportunidad que me había dado para dormir con nuestra prima, donde seguramente me la follaría esa misma noche, todo apuntaba a ello… lo que no sabían era que no era la primera vez que ambos follábamos juntos…. Tras despedirse de nuestros padres, Eva y Enrique se metieron en la tienda de campaña sabiendo que difícilmente dormirían esa noche. Enrique no podía dejar de pensar en lo bien que se había sentido cuando su prima lo pajeó en el lago y estaba ansioso porque lo volviera a hacer. Por su parte, Eva también estaba ansiosa por volver a tocar la verga fastuosa de su primo, pero esta vez sin el agua que restara sensaciones. En cuanto entraron en la tienda la cerraron, se arrodillaron uno frente al otro encima de sus sacos de dormir y Eva dijo…

-“¿Te gustaría besarme?”

-“Claro…”, dijo entusiasmado Enrique.

Eva se inclinó un poco y de inmediato sus labios se encontraron. Para ser el primero fue un beso realmente bueno. Sus lenguas jugaron y sus labios se entretuvieron por varios segundos hasta que escucharon un ligero gemido… ¡Había sonado como si alguien estuviera herido!

-“¿Has escuchado?” Preguntó Enrique espantado y su prima asintió con la cabeza.

Inmediato salieron de la tienda sin hacer ruido y fue en ese mismo instante que volvieron a escucharlo… -“Viene de ahí dentro…”, dijo Enrique señalando la tienda donde dormían sus hermanos.

Eva sabía perfectamente de lo que se trataba… me estaba follando a mi prima y en ese momento le surgieron unas enormes ganas de espiarnos por lo que comenzó a caminar hacia la tienda pero su primo la detuvo y le dijo… -“Tu sombra te delatara si pasas por enfrente… vayamos por aquella parte”, le dijo y enseguida rodearon en círculo la tienda cuidadosamente hasta quedar de frente a una ventana transparente que tenía la tienda.

-“¡Oooohhh Raúl… que buenooo…!¡Hmmmmm!” Comenzaron a escuchar los gemidos más claramente. Qué bien te estás follando a tu primita… a tu chocolatito ¡Así moja tu gordo churro en mi chocolate espeso!” Me decía la pequeña Jacqueline con voz susurrante de putita salida.

Enrique se giró hacia Eva con una cara de asombro que le hizo creer que dentro de la inocencia de su primo. Jamás hubiera atinado a adivinar de lo que se trataba. Tras eso, ambos espiaron por la ventana y en ese momento su vida cambio para siempre. Lo que vieron fue devorándole el chumino mi prima mientras esta se retorcía de placer. Aparentemente llevaba rato haciéndolo porque apenas habían visto un par de segundos cuando mi rostro se levó para preguntar a mi Jacqueline…

-“Estoy muriéndome de ganas… ¿Puedo hacértelo?”

-“Aún no estoy lista Raúl… mama un poco más mi coñito… cómete mi pepita”,  aun no terminaba de hablar Jacqueline me encontraba subiéndome encima de ella y posándose entre sus piernas para después… -“No, espera Raúl… por favorrrr…. AAAUUUUUGHHHHH ¡Espera! ¡Me duele…!”

Un beso apasionado apagó los gemidos de su prima al tiempo en que Eva miraba pasmada a su hermano follarse a pelo, sin condón ni miramiento alguno por la fertilidad de la mulata, y en el fondo rogaba porque Enrique no fuera a creer que estaban lastimando a su hermana e hiciera algo loco…

-“No podía esperar más Jacqueline… tenía que hacerte mía o me volvería loco… realmente lo siento… pero no pude esperar…. Hmmm…”

-“Te siento todo dentro… muy adentro como la primera vez, abriéndome… partiéndome el coño”.

-“¿Quieres que la saque?”

-“Ni te atrevas… ya lo has metido Raúl a fondo… ahora me harás el amor hasta que no pueda más… HMMM… ¡¡Quiero que me des toda tu leche en mi coñito!!” Esta vez el gemido de Jacqueline fue puro placer.

Comencé a mover mi trasero de arriba hacia abajo cada vez más fuerte y rápido evidenciando las arremetidas de verga que le estaba pegando a su prima…. –“Debemos irnos…”,le dijo Enrique a Eva muy cerca del oído y jalándola de un brazo para que le hiciera caso.

Eva quería con toda su alma quedarse a verme follar a su prima pero aun con todo y eso permitió que el hermano de la folladora la alejara de ahí y la llevara de vuelta a la tienda por miedo a que este fuera a reaccionar de mala forma….

-“Has visto lo grande que era la polla de mi hermano y como logro metérsela sin problema el coño de tu hermanita… esos dos ya han follado antes”

-“Ni que me lo digas…se le veía muy bien compenetrados ¡Jamás imaginé que llegarían a tanto…!”, dijo Enrique algo molesto.

-“¿Ni siquiera después de lo que viste en el lago? Debes de ser tonto para no verlo venir… Jacqueline es la más pequeña de los cuatro, pero es la que más horas de vuelo lleva en su coño… ¡Es una putita de cuidado! A saber a cuantos se ha pasado por la piedra además de al bobo de mi hermano…”

-“Muy bobo no debe ser cuando ya se la ha follado más de una vez. La verdad al no vivir con ella, no lo vi venir… Pero Jacqueline solo ha estado con Raúl… ¡¡Mi hermana ha perdido la virginidad en manos de su primo! De eso sí estoy seguro, mi hermana no es una putita que se la folla cualquiera. Mis padres dicen que no debemos perder la virginidad hasta que… ¡¡mucho menos con un familiar!! ¡¿Entiendes?! Por eso sé que solo ha estado con tu hermano”

Eva sabía que en ese momento tendría que saber llevar a su primo si no quería que este explotara y el viaje terminara siendo una tragedia…. –“Se lo diré a mi padre…”

-“¡No, espera! Enrique la miró confundido para ser el mayor de los cuatro era el más inocente… “¿Es que no te ha gustado lo que hemos hecho nosotros también?”

-“Si pero…”  -“¿Pero qué?”

-“No es comparable…”  -“Porque apenas estábamos empezando…”.

En ese momento Eva comenzó a quitarse la ropa hasta quedar completamente desnuda frente a su primo. Luego se abrió de piernas completamente y comenzó a tallarse el clítoris mientras uno de sus dedos comenzaba a entrar y salir de su vagina abriéndose sus labios apretados… Enrique comenzó a olvidar su coraje y a llenarse de excitación al máximo. El coñito rosado de Eva con una rajita apretada sin vello a excepción de su corazón dibujado en su pubis era una tentación demasiado grande para dejarla pasar sin probar.

-“¿No te gustaría saber que se siente al metérsela a tu prima…? Tu hermana está recibiendo pollazos a diestro y siniestro de mi hermano… yo creo que la mejor manera de desquitarte de esa afrenta es haciendo lo mismo con su hermana… ¡¿No crees?!” Enrique no pudo más, la muy zorra de mi hermana sabía cómo manejar la débil personalidad de Enrique y llevarla hasta donde ella quería para saborear a un buen macho.

Bajándose los pantalones dejó salir su verga energizada con un talle esplendoroso…  de inmediato se posó entre las piernas de su prima apuntándola hacia su abertura. –“¡Vaya que ya estaba bien empapado el pollón de mi primito!”

Los labios vaginales de Eva estaban húmedos y abiertos por lo que su agujero virginal estaba indefenso ante la verga descomunal de su primo quien no se resistió más y, apuntando hacia dentro… 

-“Estas a punto de metérmela Kike… AAHHHH” 

Kike amaba la sensación de su cabeza punzante entrando en la vagina de su prima… no sabían cómo iba a entrar todo el mostrenco en una rajita tan pequeña cuyo conducto era demasiado estrecho, pero eso no la redujo a su avance. Empujó un poco más fuerte y el gran falo fue entrando lentamente hasta que… 

-“¡¡AAHH HMMMM!! Está dentro… lo siento dentro Kike…. ¡HMMMMM!”

Enrique parecía querer desmayarse de la emoción. ¡Nunca antes había sentido tanto placer! Nunca antes había penetrado a una mujer pero sabía perfectamente lo que debía hacer por lo que, tan pronto como pudo, comenzó a penetrar a su prima con fuerza y velocidad. –“¡AAAHHHH KIKEEEEE HMMMMM ASIIIIII!”

-“Calla prima… Debes callar si no quieres que los demás se den cuenta de lo que estamos haciendo…”

Eva sabía perfectamente que así como ella podía escuchar lo que sucedía en la tienda de su hermano ellos también podían escuchar lo que sucedía en la suya y quizás lo que quería era eso, que su hermano la escuchara gemir mientras su primo la follaba… Pasaron quizás cinco minutos hasta que el cuerpo de Eva no pudo soportar más y explotó por primera vez con una polla dentro… su cuerpo entero se convulsionó al tiempo en que su primo también explotaba y mordía vorazmente su teta derecha.

-“¡OHHHHHH Por favor… nunca dejes de metérmela así de rico… !¡HMMMMMM…! No sabes cómo he soñado con este momento… ¡AAAHHHHHHHH!”

-“Nunca lo haré prima… nunca lo haré…”, le contestó Enrique sin imaginar que su prima se refería a su hermano a quien en su mente visualizaba mientras cerraba los ojos.

Finalmente ambos cayeron rendidos y comenzaron a besarse ardientemente. Más tarde esa misma noche Kike volvió a follar con Eva quien estaba segura de haber visto una sombra pasar fuera de la tienda. Cuando Kike sacó su verga de la vagina de su prima se sorprendió por la enorme cantidad de leche con la que le había llenado el coño. Volvieron a besarse y esta vez ambos durmieron abrazados y sin ningún remordimiento. A la mañana siguiente fueron los primeros en levantarse, eran cerca de las seis de la mañana y el sol comenzaba a salir. Tenían ganas de hacer el amor nuevamente pero también sus ganas de orinar eran demasiadas por lo que decidieron hacer su higiene personal primero y luego volver a la tienda para follar de nuevo antes de recoger y marcharse. Este no sería el último encuentro entre los primos, pero pasados unos años las cosas cambiaron y los hijos nos dispersamos… en mi caso con Eva, nos marchamos a vivir juntos a aquel valle que tantas alegrías nos dio de adolescentes, donde perdimos nuestro miedo al sexo y aprendimos que en familia todo es diferente. Sé que mi hermana no volvió a follar con Enrique, y tampoco les daba muchas oportunidades a sus dos novios, por decirlo de alguna manera, pero sí teníamos una enorme complicidad en todo como en cosas tan simples e inocentes de encubrirme ante el interrogatorio en la búsqueda de un culpable por acabar con las magdalenas.


Nuestro negocio va muy bien, Raúl me ayuda en la medida que su trabajo de vigilante forestal le permite, lo peor es que cada día estoy más gorda, más torpe y más necesitada de ayuda, por eso hemos contratado a Rafaela, una chica de unos 20 años de una villa cercana que se hospeda con nosotros… sabe cocinar, limpiar y no se da nada mal la jardinería y decoración. Lo mejor de Rafaela es que no tiene perjuicios sobre la aparente relación entre mi hermano y yo, una mente libre en un lugar de enraizadas costumbres cristianas conservadoras…, nos admira y por eso está encantada de estar con nosotros. 

–“Algún día me marcharé de estas tierras”, me dijo ayer. 





Espero que aguante unos meses más hasta que nazca el bebé y pueda hacerme con el negocio otra vez. Mi panza es bastante abultada para estar de siete meses, pero tenemos miedo de que surjan problemas de última hora y en unas semanas me marcharé a Santander, allí solventaremos si alojarnos en un piso de alquiler o en casa de mis padres, dependerá de la decisión de acogimiento de ellos. Sabemos que nunca nos podremos casar como personas normales, pero bien visto, nuestra relación filial es mucho más potente que cualquier otra unión…, les daremos a nuestros hijos nuestros propios apellidos, porque sí, lo habéis entendido bien, no pensamos quedarnos solo con un hijo, deseo darle tantos como las veces que mi hermano quiera dejarme preñada… cada día tengo más claro que rol que la naturaleza nos ha reservado al hombre y a la mujer son muy diferentes y complementarios… A la hembra ser el desahogo del semental, el cual adquiere el derecho de preñarnos una vez que hemos sido marcadas como suyas, y el del macho procurar el mantenimiento de la familia con toda su prole de hijos que nos engendra, así como la fidelidad que le debe a su hembra… aunque este valor no está demasiado consolidado debido a la benevolencia que tenemos para con ellos, por su necesidad imperante de inseminar y esparcir su semilla lo más posible. Esto lo podemos observar visiblemente en la berrea, como un solo macho insemina durante semanas a sus hembras hasta preñarlas a todas.

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