Todos los Relatos están Inspirados en Vidas Reales...

UNA HISTORIA DE AMOR. Y si tú no has de volver...

    "Y si tú no has de volver" 1ª PARTE "Una para el otro y otra para el uno". Esa frase la repite una y otra vez mi ...

El sexo no tiene edad

 

UNA ABUELA CON MARCHA. Me prejubilé a los 57 años, ahora tengo 63, una edad ideal para saborear el sexo, sin grandes proezas y con una teoría que es más vale la calidad que la cantidad, ya jubilado mis paseos y la bicicleta me hacen estar en buena forma y las ganas de pasarlo bien eso no ha decrecido, como buen abuelo intento ayudar a mis hijos en la medida que puedo entre otras cosas. Vivimos en una urbanización en el monte, que si bien es muy saludable está lejos de todo, de tal modo que unas de mis tareas diarias es acercar a mi niña a su instituto y a la tarde recogerla, y ahí es donde comienza mi última relación. Se llama Carmen también abuela de 65 años, rubia de unas buenas tetas algo caídas y un buen culo… de apariencia demasiado joven, delgada y muy estilizada. Su nieto va al mismo centro que mi nieta mía.

 


 

Todos los días coincidimos sobre todo a la hora de la salida de los nietos que son buenos amigos y se quedan a jugar en rato en el parque que hay al lado del instituto, así comenzamos a conocernos, conversando de nuestro nietos y poco a poco de nuestras vidas, así supe que estaba casada, que su marido tenía más de 75 años, que apenas salía de casa, salvo para ir al médico con su marido, para llevar a su nieto al instituto e ir la compra eran su únicos ratos que tenía para ella. Ella vive en otra urbanización cercana.

Las conversaciones se fueron haciendo cada vez más personales, después de unos cuantos meses y ya cuando había más confianza, empezamos hablar de nuestras relaciones personales, de mi situación sentimental, divorciado desde hacía algunos años de mis relaciones, lo que me atraía de las mujeres maduras, y que curiosamente coincidíamos en muchos aspectos. Una de la cosas en las que incidía, era que me sentía muy a gusto estando con ella, Carmen se ruborizó y de su boca salió un suspiro, se quedó sorprendida pero una sonrisa iluminó su cara, no se lo esperaba y no sabía que decir… pero apretó mi mano y me dio un beso en la mejilla.

Carmen también se abrió a contarme sus vivencias, de joven había sido muy abierta sexualmente… tuvo varios novios hasta que conoció a su marido, tuvieron que casarse rápido pues ella se quedó preñada, y en esa época era casi obligatorio el matrimonio. Luego la rutina se apoderó de su vida sexual que se limitaba a unos poco encuentros que se fueron alargando en el tiempo y ya hacía tiempo que dormían en habitaciones separadas… del sexo ni se acordaba como era sentir una verga en su coño, y ya era mayor para pensar en ello o que alguien se fijara en ella para follar. Le hice saber lo que opinaba al respecto, lo hermosa que me parecía, que en el sexo no hay edad, es el deseo y las ganas y saber las limitaciones…, además en estos tiempos hay muchas ayudas externas que facilitan el gozar de buenas relaciones. Me confesó que estaba desfasada en este tema que alguna vez se le había pasado por la cabeza pero que enseguida lo había descartado, porque nunca había entablado una amistad sincera con ningún hombre, desde que se casó.

La invité a desayunar después de dejar a los nietos en el instituto y ponerla al día, al principio era reacia, hasta que por fin aceptó y fuimos aumentando la confianza ya comenzamos hablar de nuestros gustos de todo tipo incluidos los sexuales. Comenzó a venir más coqueta, con un maquillaje discreto pero con ropa más ajustada que acentuaba su figura, con escote que dejaba insinuar los que había debajo de su vestido… había más carne.

Ya los encuentros ya no solo eran por la mañana, también por la tarde y procurábamos que fueran lo más largos posible, cualquier excusa era buena para estar juntos. El día de su cumpleaños en su casa su marido ni se había acordado y sus hijos por su trabajo apenas habían pasado de las felicitaciones protocolarias. Por la mañana no hablamos mucho, pues me dijo que tenía asuntos que atender que lo celebraríamos por la tarde. Vino deslumbrante, había ido a la peluquería y lucía un vestido vaporoso y con una sonrisa cautivadora, había dejado a su nieto en casa para poder celebrarlo conmigo, nada más verla, me dieron unas ganas locas de besarla y comérmela entera… se lo dije con toda intención era lo que el cuerpo me pedía, le regale unas rosas rojas y un Satisfyer, se extrañó de la cajita, le expliqué que era un succionador de clítoris que tenía fama de ser muy apreciado por las mujeres, se puso un poco nerviosa, pero le encantaron las rosas en cuanto al aparatito…

-  Nunca he utilizado ningún aparato, pero me gustaría que me enseñaras cómo funciona… soy muy torpe con la tecnología y a ti se te da de maravilla.

Me dio un beso en la boca y nos abrazamos, por fin pude notar que tenía unas tetas más dura de lo que me había imaginado… me clavó los pezones. Esa tarde estuvimos planeando como podría ser nuestro encuentro, nos fuimos a un pub tranquilo y entre unos tragos nos dimos nuestro primer beso con lengua, puede acariciar sus tetas por encima del vestido y notar como se endurecían sus pezones enormes, sus manos rozando por encima del pantalón mi polla ya despierta y mis manos pudieron comprobar su coño húmedo.

- ¡Dios mío, tienes una polla demoledora!

Me dijo completamente excitada. Los dos estábamos encendidos, pero no era cuestión de montar un numerito en un sito aunque apartado estaba el pub, así que nos fuimos calientes cada uno a su casa, nada más llegar a la mía me faltó tiempo para hacerme una paja descomunal, cuando ya estuve más relajado llamé a Carmen, necesitaba saber cómo se encontraba… me contó que ya había estrenado el aparato y que era una maravilla, que se había corrido pero que le había sabido a poco que necesitaba sentirse de nuevo mujer completa, lo de hacerse pajas teniéndome a mí no era la mejor idea.

Al día siguiente cuando nos encontramos en la puerta del instituto me dice…

- De hoy no pasa, ya le he dicho a mi marido que tengo comida con las amigas que no me espere que llegaré tarde a casa, tenemos todo el día para nosotros… espero que vayas bien cargado.

Casi me caigo de la impresión, era cuestión de improvisar sobre la marcha, pero las ganas que tenía de follar me abrieron la imaginación, primero nos fuimos a desayunar, una vez alejados del instituto comenzamos a comportarnos como unos adolescente cogidos de la mano rozándonos con disimulo y nos fuimos para mi casa, nada más entrar nuestras lenguas se encontraron y nos besamos como dos posesos. Las manos de ambos no paraban de acariciar todos nuestros cuerpos hasta que llegamos al sofá de salón, en un momento de respiro comenzamos a serenar nuestros instintos, los besos fueron más suaves y entre gemidos y suspiros fuimos desnudándonos, lentamente puede contemplar las maravillosas tetas de Carmen y su pezones color café majestuosos duros como piedras y sedientos de una buena amamantada, mientras saborea sus pezones, noté como sus manos despertaban más si cabe a mi polla.

- Hace mucho que no me como una polla… y la tuya es fastuosa… la quiero probar que la veo muy hermosa, la mejor que he visto en mi vida.

- Toda tuya, yo también hace mucho tiempo que no me como ningún chocho y el tuyo está muy apetitoso… en verdad está muy rica al completo.

El 69 estuvo magistral, una raja pelada con tan solo unos pelitos canosos y unos labios vaginales bien marcados y semi escondido un clítoris de buen tamaño que los que se pueden saborear… el glande era descomunal a los pocos segundos de empezar a lamerlo. Los resoplidos se hicieron más intensos. Aproveché la posición que tenía para ir combinando las lamidas en su rajita con su culo, sentía como se estremecía y gemía de placer, mientras Carmen masajeaba mis huevos y se metía mi polla hasta casi la campanilla sin llegar a tragársela entera. Así hasta que los fluidos de su coño comenzaron a brotar, sin dejar de chupar mi cipote, sus convulsiones eran estentóreas… se estaba corriendo de manera brutal…, no dejé de comerle el coño y me fui bebiendo todo su néctar. Continuamos, ella buscaba otro orgasmo y yo el primero. Unos diez minutos más tarde de comerme el capullo, el tronco y los huevos como una profesional, le di a beber toda mi leche. Nos quedamos tendidos mientras pellizcaba sus pezones y nos besábamos con suavidad. Después de relajarnos nos fuimos para la ducha, para ella era la primera vez que estaba en la ducha con un hombre, aprovechamos para acariciarnos y besarnos por todos los lados de nuestros cuerpos. Al salir le dejé una camiseta ancha, que aun la hacía más sexi, le cubría justo su culo y su vulva carnosa con una raja profunda impresionante y unos labios internos que sobresalían como pétalos de rosa, los muslos y piernas bien torneadas, y los pezones bien marcados, enormes chupetes sobre unas areolas como rosetones de catedral.

Con sonrisa de oreja a oreja y agarraditos nos fuimos al salón a tomar unas copas de cava, conversando sobre lo que habíamos gozado… Nos hicimos el almuerzo para recobrar las fuerzas. Después de una buena comida regada con un buen vino y unos cafés con espirituosos llegó una sobremesa muy jugosa y nos fuimos a la cama a echarnos una siesta que resultó muy corta, pues nada más acostarnos se quitó la camiseta y desnuda me abrazó, posando sus grandes masas mamarias sobre mi pecho.

El miembro comenzó poco a poco a enderezarse, la Viagra estaba siendo rentable, y más con la ayuda de sus manos que suavemente lo pajeaban. Así que comencé a besar su cuello, los lóbulos de sus orejas y su respiración empezó a ser más agitada y los gemidos comenzaron a surgir, de su cuello pasé a sus pechos y de ahí a mordisquear sus pezones, poco a poco nos íbamos calentando, y más cuando mis dedos se los introduje por su raja, cuando me dijo que parara, se levantó y fue a buscar su bolso de dónde sacó el Satisfyer. Volvió a la cama y me lo dio para que le trabajara su clítoris, enseguida comenzó hacer efecto y sus movimientos pélvicos se hicieron más rápidos y noté que estaba a punto de correrse… cuando sustituí el aparato vibratorio por mi polla ardiente, con dolorosa dureza por los deseos de penetrar ese chocho tan goloso, el resoplido que se oyó cuando notó mi polla dentro de su vagina retumbó en toda la habitación.

- Sí, así te quiero… bien dentro de mí ¡Dale fuerte a esa tranca…! ¡Empuja y métemela toda hasta que no quede nada fuera…HASTA LOS MISMOS HUEVOS!

Con la lubricación que tenía no tuve problemas de penetrarla hasta que mis huevos chocaron con sus nalgas, y para facilitar más la embestida le puse las piernas abiertas con mis manos… era un espectáculo era grandioso verla totalmente sumisa a mis embates, viendo ese coño hermoso como se tragaba todo mi falo endurecido como el de un adolescente salido. La clavaba con ligereza, mientras sobaba sus tetas y estiraba de sus pezones. Después de un rato en esa postura, se giró y se puso encima, y se fue introduciendo el mástil poco a poco hasta que se lo enterró todo, comenzó a cabalgar mientras yo jugaba con sus tetazas…, los movimientos se fueron haciendo cada vez más rápidos y sus gemidos también hasta que no pudo más y se desplomó inundando mi verga con sus fluidos… se había corrido con mi polla dentro, y hacía muchos años que ninguna hembra lo conseguía hacer. Realmente Carmen no era tan mayor sexualmente hablando.

- ¡Joder! ¡Cuánto tiempo hacia que no me corría así, ni me acordaba lo bien que se siente una con una polla en el útero!

Me decía mientras me morreaba con pasión.

Sin sacarla continúe bombeando un rato más, ella arqueaba su cuerpo y yo me la follaba desde abajo haciéndole sentir los golpes de mis huevos en su coño, le di con presteza hasta que me corrí dentro de ella con más cantidad de leche que con la mamada. Su chocho se convirtió en un cóctel de fluidos. Extrajo el cipote y un reguero de semen con flujo se precipitó fuera. Con mis dedos lo recogí y se los di a probar…  le gusto tanto, que ella misma fue rebañando mis dedos y buscó más en su raja. Le di mi polla y la limpio con esmero y casi desesperación por degustarla… hacía mucho que no probaba una y se notaba. Yo hice lo mismo pos su coño.

Después de semejante manjar nos quedamos tumbados en la cama, agotados pero llenos uno del otro y planeando otro día para repetir un nuevo encuentro.

 

 


 

MI NIETA SE VIENE A VIVIR CONMIGO. Prejubilado anticipadamente del banco en el que trabaja... mi esposa  también había trabajado en la misma Entidad. Se puede decir que vivíamos holgadamente, en un chalet a las afueras en una urbanización en el monte alejada de todo, con una parcela de 3.000 metros cuadrados con piscina y todo tipo de comodidades...

Se puede decir que soy un hombre elegante, con buena planta, alto de 180 cm y 80 kg y sin falsa modestia, atractivo...Tengo una hija de 38 años, que es empresaria de una cadena de sex-shop, está casada con un empresario de clubes nocturnos, salas de fiesta y representante de artistas, tienen una hija y viven en Madrid... Desde siempre han pasado las largas vacaciones de verano en nuestro chalet… pese a sus oficios y negocios, en cuanto a la vida privada de su familia son muy “ordenados” y siempre han pensado en lo mejor para la niña…  Algunos años eran 15 o 20 días, pero la  mayoría siempre han estado desde el principio al final de las vacaciones, con pena de marcharse a iniciar las clases. Ellos sabían que conmigo, la niña estaba segura de cualquier mala influencia, por eso nos la confiaban a sus abuelos, ahora a mí solo. Normalmente mi yerno se marchaba para regentar los negocios y se quedaban mi hija con mi nieta algunos días o semanas más, puesto que ellas solían tener esos dos meses de julio y agosto de vacaciones.

Mi chalet tiene dos pisos, en el piso superior, solo está el amplio dormitorio de matrimonio con baño completo y vestidor con acceso desde el dormitorio y una gran terraza...

En el piso bajo, que es mucho más grande con tres dormitorios, un cuarto de baño, un aseo, mi despacho, el salón y la cocina, todo muy amplio...

Yo desde que me quedé soltero, duermo en uno de los dormitorios de la planta baja, porque resulta más cómodo y la planta alta solo se utiliza cuando viene mi hija y su familia de vacaciones ya que mi hija y su marido duermen en el dormitorio de matrimonio y su hija en uno de los dormitorios de abajo, al lado del que utilizo yo...

El verano pasado no vino por razones que no vienen a cuento… y ya me ha pedido perdón.

Yo hablo casi todos los días por teléfono, tanto con mi hija como con mi nieta, que es mi ojito derecho… La quiero muchísimo, ella siente un cariño loco por su Abu, como me llama...

Ni que decir tiene que le doy todos los caprichos y le regalo todo lo que se le antoja… con lo que yo soy para ella algo así como su ídolo o referente en la vida…porque no es dinero lo que esa niña necesita, sino tiempo para que la escuchen, algo que sus padres no tienen. Su padre me dice medio en broma, medio en serio, tratando de frenar mi excesiva generosidad con ella, que la estoy malcriando… cuando mi generosidad es el tiempo que él no le dedica a su hija por acudir a los negocios, ¡¿Qué culpa tengo yo que me prefiera?!

Cuando empezó el bachiller, decidieron llevarla a una institución privada de alto standing que queda cerca del chalet en la misma urbanización, por esa razón me pidieron que la niña viviera conmigo y me encargara de ella durante la semana… ellos vendrían los fines de semana, aunque la mayoría de las veces iba a ser que solo vendría mi hija.

Hacía dos años que no la veía en ropa de verano, que no usase casi ropa no era novedoso, sin embargo su cuerpo se había desarrollado increíblemente…, así es que cuando este verano bajó del coche y se lanzó a mis brazos, comiéndome a besos, me quedé embobado… solo unos pantaloncitos de tela que dejaban ver las cachas de un culo perfecto y un top que cubría únicamente aquel par de bultos que eran sus tetas, tapaban esas partes de su cuerpo que parecían querer escapar de su encierro, de pura exuberancia.

<< ¡Joder! Mi nieta se había convertido en toda una mujer y además, una mujer preciosa, con un cuerpo de escándalo…>>

Ya me lo había advertido mi hija unos días antes, cuando hablamos por teléfono y más cosas que ya os comentaré más adelante...

A mi nieta la había visto crecer, año tras año… Para mí era mi muñequita, jugaba con ella, bailaba con ella, me había bañado con ella, enseñado a nadar en la piscina, y hasta había dormido algunas veces la siesta conmigo. Y ahora, cuando la vi, era la primera vez que la miraba como lo que en realidad era, en lo que se había convertido desde que no la veía… en toda una preciosa mujercita. Era el vivo retrato de su madre a su misma edad y esto trajo felices recuerdos a mi cabeza… Bufff… ¡Qué recuerdos!

Hacía ya veintidós años que con esa edad más o menos y un cuerpo similar, había tenido por primera vez sexo con mi hija… la había desvirgado, me lo pidió y no me pude resistir. Nunca se sabe cómo empiezan esas cosas de la atracción sexual…, desde que mi hija se metió en mi cama aquella noche que mi mujer no estaba, porque había ido a una convención de fin de semana en el banco que trabajábamos, como hacía de vez en cuando…, y cumplí sus deseos de ser desvirgada por su padre, no habíamos dejado de follar hasta la fecha.

Al principio follábamos a todas horas cada vez que teníamos oportunidad, su madre por su cargo en el banco, solía trabajar de tardes dos veces a la semana, y nos encontrábamos ella y yo solo en casa toda la tarde. Luego, cuando se marchó a estudiar a Madrid, solo cuando volvía de vacaciones y desde que se casó pues… de tarde en tarde, cuando podemos, aunque cada vez lo tenemos más difícil, porque solo nos vemos de vacaciones en vacaciones y siempre rodeados de gente.

Como ya he comentado, en las vacaciones, algunas veces se quedaban ella y mi nieta algunos días o semanas más y ahí era cuando aprovechábamos para desfogarnos, pero siempre con cuidado para que no nos pillara la niña. En todos estos años solo hubo una ocasión que pudimos dar rienda suelta a nuestra pasión sin ningún tipo de impedimento.

Cuando me divorcié de mi mujer, me quedé de un día para otro sin la que había sido mi compañera durante casi toda mi vida y caí en una ligera depresión. Pasé un par de meses fatal, con lo que mi hija viendo lo mal que lo estaba pasando su queridísimo padre, optó por el mejor remedio para sacarme del pozo en el que estaba metido…. Tomándose un mes de permiso especial y dejando todo el negocio a mi yerno…se vino a "cuidarme".

Evidentemente, me curó, porque desde el primer día hicimos vida matrimonial, ocupó el lugar de su madre a todos los efectos, pero sexualmente de una forma especial…, ella sabía que era el sexo lo que más falta echaba con el divorcio de su madre, dado que a mi esposa nunca le faltó su ración de rabo con leche cada día de  nuestro matrimonio, pero qué le vamos hacer, la cabra tira el monte, y de su madre, mi hija heredó su necesidad de sexo perpetuo que yo ya a mi edad no le dada con la misma frecuencia e intensidad. Y es que dos o tres polvos al día no alcanzaba.

A lo que vamos, con mi hija tras el divorcio, fue con diferencia el mes que más hemos follado los dos en todas nuestras vidas… follábamos a todas horas y de todas las formas posibles… volvía a alcanzar mi record de cinco polvos en menos de doce horas. Mi hija es multiorgásmica y cuando está conmigo de forma relajada, roza la ninfomanía como un loca, así que ese mes fue algo increíble para ella y para mí… quitó la depresión para toda la vida.

El caso es que de una forma u otra, nos las hemos ido apañando para seguir manteniendo nuestra relación, sin problemas, hasta la fecha, cuando tenemos oportunidad, follamos con la misma pasión de siempre, y ahora, la hija de mi hija, mi queridísima nieta, estaba allí con ese maravilloso cuerpo, diciéndome Abu… ¡CÓMEME! Y lo mejor de todo es que mi hija me había dicho cuando hablamos la última vez por teléfono… ¡Que me la podía comer! Sabiendo que deseaba ingresar en ese instituto y sus notas le daban para entrar, la fue preparando desde hacía ya varios meses para vivir conmigo. Entre madre e hija se tenían muchas confidencias, y en su conversaciones se había dado cuenta que en el terreno sexual iba a ser igual que ella, y que no quería que la llegase a desvirgar un cualquiera inexperto y hacerle un daño irreparable… en eso estaban de acuerdo el matrimonio.

La niña está en la edad de experimentar, de dar el salto de la niñez a la madurez… en todo estaban logrando que la chica se desarrollara al mismo tiempo que su cuerpo, su mentalidad es esencial que esté acorde a las necesidades físicas y la nena pedía a gritos empezar a tener sexo real con hombres. Por eso había pensado en mí, en vez de en su marido, por razones obvias, ya que yo no la había puesto ningún problema a ella cuando me pidió que la desvirgara y ahora, conociéndome como me conoce en el terreno sexual, no se los iba a poner a su nieta y mucho menos cuando viera como se ha puesto la niña… de ahí todo el montaje con el traslado de matrícula… y las razones de ser una institución de prestigio bilingüe internacional, convencieron a su padre de manera definitiva. Con la niña el tema se añadía a su necesidad de ser mujer… mi hija ya le había contado lo nuestro en ese tiempo, y que le había dicho, que si ella quería yo podría desvirgarla como hice con ella… nadie le daría más amor en esa vez tan crucial en la vida… la que se recuerda para siempre, y que luego ya era cosa suya si quería seguir teniendo sexo conmigo…. Evidentemente, su padre no se atrevía a fracasar en tan delicada lid… Se mantuvo enterado al margen, al menos de momento y que luego más adelante si ella quería tener sexo con su padre, seguro que podría tenerlo sin problemas, en cuanto ella se lo propusiera…. - También un buen macho, le comentaba su madre,  - Folla de maravilla y tiene una polla infalible.

La había llevado a la ginecóloga y la habían implantado en el brazo una barrita anticonceptiva, con el fin de evitar un embarazo no deseado o prematuro antes de la mayoría de edad, con lo que no había ningún peligro en ese aspecto (Esto si lo había hablado con su marido y él estuvo totalmente de acuerdo) Me decía esto, porque cuando la desvirgué a ella tuvo que ser a pelo, ya no quisimos poner métodos anticonceptivos, con la marcha atrás tuvimos follando durante un tiempo, hasta que se pudo poner un DIU.

Mi nieta había dado saltos de alegría cuando la admitieron en el centro internacional, ya que viviría conmigo y sobre todo le hacía mucha ilusión que fuera su queridísimo Abu el que la desvirgara a ella también, igual que había desvirgado a su madre. De tal modo que este era el escenario que teníamos para empezar aquel curso inolvidable y todo empezó con las vacaciones previas de verano. Sí, mi queridísima nieta venía dispuesta a que su Abu la desvirgara, mi hija venía dispuesta como siempre a tener el sexo que pudiera con su padre, yo por supuesto estaba predispuesto a complacerlas a las dos y mi yerno, ajeno al torbellino de sexo que había a su alrededor, no paraba de follar, eso sí, con su caliente mujer todos los días, aunque sé que no descartan los intercambios de Swinger.

Mi nieta desde que llegaron, no me dejaba ni a sol ni a sombra, y me tenía mártir, porque me pasaba todo el día empalmado y tenía que hacer verdaderos esfuerzos para que mi yerno no se diera cuenta…. Ni que decir tiene que mi hija y yo aprovechábamos cualquier momento para darnos un repaso y tener sexo, sobre todo a la hora de la siesta, que su marido se subía al dormitorio a sobar como una morsa moribunda, y mi nieta se iba a leer tomando tomar el sol a la piscina para ponerse morena.

Eran unos polvos rápidos, pero intensos y sobre todo morbosos, muy morbosos.

Mi hija pensó que para lo de la primera vez con la niña, era mejor que estuviéramos los dos solos en la casa, para que lo pudiéramos hacer con total libertad, por lo que ella se montaría alguna cosa con su marido, para estar fuera de la casa varias horas...

Y así fue, a los cuatro días de estar allí, se fueron su marido y ella a visitar a una amiga suya desde la niñez que estaba casada y vivía a 50 km de la urbanización, para comer y pasar el día con ellos. Mi hija y su marido se marcharon sobre las once de la mañana y no volverían hasta la noche, con lo que teníamos unas horas largas para nosotros solitos… Mi queridísima nieta y yo.

Ese día nos habíamos levantado, nos habíamos duchado y habíamos desayunado todos, como cada día, así es que en cuanto se marcharon mi hija y su marido, mi nieta se abrazó a mí, comiéndome a besos y me dijo…

- Abu, vamos a la cama, que estoy loquita porque me desvirgues como desvirgaste a mi madre, que me lo ha contado y dice que fue maravilloso…

Yo, evidentemente la hice caso… Bufff. Por fin iba a poder comerme aquel bombón.

Nos desnudamos los dos…. Madre mía, que cuerpo tenía mi nieta... Bufff... Increíble... No sabía por dónde empezar. Mi verga apuntaba al techo directamente, la Viagra funcionaba a las mil maravillas. Ella se acercó y me abrazó, quedando mi verga pegada a su vientre. Comenzamos a besarnos apasionadamente, como si nos quisiéramos comer el uno al otro. Qué delicia la boquita de mi princesita, sus labios, su lengua… Ummm… Es que me la comía. Luego pase a sus tetas, ¡Joder…! ¡Que tetas tan increíbles! Se las acaricié, chupé y mordisquee suavemente sus pezoncitos que los tenía bien duros. La tumbé sobre la cama, puse la almohada debajo de su culito, para tener un mejor ángulo, metí mi cabeza entre sus piernas y comencé a comerme su delicioso coñito… Ummmmm… Rico… Rico…

¡Qué maravilla…Un coñito rosado con una entrada pequeñita, impoluto…Virgen…!

Me recree en él, metía mi lengua hasta donde podía, chupaba su, apenas perceptible clítoris, lamia sus labios internos y externos… Ummm. Mi nieta había agarrado mi cabeza con sus dos manos y me apretaba contra ella, mientras movía continuamente sus caderas y emitía todo tipo de gemidos de placer. De pronto tensó su cuerpo, dio un grito de placer y sentí como mi boca se llenaba de los jugos del orgasmo que estaba teniendo en ese momento. Lamí bien todo su coñito disfrutando de aquel elixir y cuando vi que se había relajado, sin perder tiempo, trepé hacia arriba, me metí entre sus piernas que ella tenía abiertas de par en par, enfile con una mano mi verga a la entrada de su brillante coñito, apreté un poco y mi glande se deslizó dentro…

- ¡Empuja fuerte abuelo, desflórame ya!

No lo pensé mucho más, apreté y se coló mi verga en su estrecho estuche remangando el prepucio, sin ninguna dificultad. No hubo gritos ni dolo, su flor se rompió y el himen desapareció definitivamente de su vagina.

Era increíble, me pasó lo mismo que cuando lo hice con mi hija… no hubo dolor ni sangrado. Viendo aquel vientre plano y su cintura de avispa, me parecía imposible que en aquel pequeño cuerpo pudiera entrar toda mi verga. Me apoyé en mis brazos, para no cargar el cuerpo sobre ella y comencé a avanzar despacito… centímetro a centímetro dentro de su estrecha pero bien lubricada vagina. Mi nieta había agarrado mis brazos con sus manos y me miraba fijamente, con su boca abierta, emitiendo una especie de quejidos de placer.

La dije que si la dolía me lo dijera y paraba… ella contestó que de momento no la dolía nada y que al contrario, estaba sintiendo un placer increíble al sentir como avanzaba mi verga dentro de ella expandiendo su interior. Finalmente toda mi verga estaba dentro, se había deslizado hasta el fondo de su vagina sin ningún impedimento, con lo que posiblemente mi nieta ya tuviera el himen roto sin saberlo (les pasa a muchas mujeres)

Buffff… Que pasada... Tenía toda mi verga dentro de mi nieta y aunque no tuviera virgo por el motivo que fuera ahora ya estaba desvirgada oficialmente y la había desvirgada yo, su Abu… Mi verga era la primera verga que entraba en su virginal coñito. Mi nieta como vio que había dejado de empujar, me preguntó…

- ¡¿Ya la tienes toda dentro?!

- Sí mi amor, ya has dejado de ser virgen…

Su cara se iluminó con una sonrisa de agradecimiento y placer…

- Gracias Abu... No me ha dolido nada... y tenía tanto miedo a eso…. Sobre todo por los gorda y larga que tiene la polla.

 


 

Comencé a besarla en agradecimiento a su sinceridad… y a moverme despacito dentro de ella. Mi nieta cerró sus ojos y comenzó a disfrutar de la que sería la primera follada de su vida. Gemía, se comía mi boca, mi lengua, mis labios, movía sus caderas al ritmo de mis penetraciones y sentía por primera vez el placer del sexo completo clavándose más cuando yo producía la incursión dentro de su útero. Por mi parte me movía más rápido, en lo que sería mi primera follada con mi queridísima nieta, una vez que vi que no la había hecho ningún daño y que mi verga, aunque muy ajustada, resbalaba en su lubricada vagina sin problemas…. Comencé a follármela sin contemplaciones...

La niña ante estas totalmente nuevas sensaciones, se volvió loca de placer, yo liberé su boca y comenzó a gritar descontroladamente.

Cuando vi que me iba a correr se lo hice saber para que disfrutará de la primera vez que iba a tener esa experiencia, de percibir los chorros de leche de una buena verga… llevaba varios días sin eyacular, para que contener en mis huevos una considerable cantidad de lefa, una lechada que rebosase el coñito recién desvirgado de mi niña.

- ¡¡Cariño, me voy a correr dentro de ti, y quiero que lo disfrutes al máximo…!!

La metí mi verga hasta el fondo y comencé a descargar todo el contenido de mis testículos en el virginal útero de mi queridísima Nieta…Ella, al sentir mis descargas, comenzó a gritar…

- Siiiiiii Abu... Siiiii lo estoy sintiendo..., estoy sintiendo tu leche calentita dentro de mi cuerpo... Ahahah... Ahahah... ¡Joder abuelo que gusto me está dando!

Y comenzó a tener un orgasmo escandaloso, cerró sus ojos e interiorizó el placer de ser llenada, sentirse mujer y hembra completa por primera vez. Su cadera se ajustaba a mi pelvis, restregando su coño contra mis huevos que no paraban de proporcionar leche.

Yo sentí como las contracciones de su vagina, literalmente ordeñaban mi verga, extrayendo hasta la última gota de semen de mis testículos… Bufffff… ¡Que pasadaaaa! Tan buena o mejor experiencia que con su madre, mi propia hija. Cuando finalmente nos relajamos los dos, saqué mi verga del chorreante coñito de mi nieta y me desplomé a su lado. Ella se abrazó a mí comiéndome a besos y me dijo…

- Mamá tenía razón, ha sido algo maravilloso… Increíble… Te quiero Abu y siempre te voy a querer… A partir de ahora seré tuya cada vez que tú quieras poseerme.

Yo, correspondiendo a sus besos y caricias la respondí...

- Ha sido increíble mi niña... Bufffff ¡Tan bueno o mejor que con tu madre…! Te auguro un futuro lleno de satisfacción… sabes cómo dar placer a un hombre y a ti

- ¡¿De verdad abu…no sabes cuánto me emociona oírlo?! Quiero gozar del sexo, me gusta recibir la leche de un hombre mientras me estoy corriendo, ha sido demencial… mamá no se equivocaba en nada contigo ¡¡TE AMO, ABUELO!!

- Tú sí que has sido especial, contigo ha sido mucho mejor que con tu madre, porque me he podido correr dentro de ti, cosa que no me atrevía con ella y ha sido maravilloso desvirgarte, follarte y gozar de ese coñito tan estrecho con mi verga...

- ¡Y menuda polla te gastas abuelo… no pensé que me pudiera caber en el coño!

- Pues ya ves cuanto dilata una vagina…. A partir de ahora me tendrás a tu disposición cada vez que quieras y necesites desahogarte esas ganas de verga que os entran a las adolescentes… tus padres y yo no queremos que busques a cualquiera para eso. Bueno a excepción de un novio de confianza, claro.

- Creo que de momento no interesan los chicos de mi edad…me gustan maduros

- En tal caso, me presto a ser tu amante y el de tu madre, pero sin exclusividad, tú puedes tener sexo con quien quieras, que el abuelo tiene sus bolos por ahí… aunque solo con mujeres de confianza como vosotras dos.

- No abeu, no necesito ni quiero tenerlo con nadie más… solo contigo y si papá quiere. Ellos acodaron que tú me desvirgaras, pero sé que papá me quiere follar.

- No te quepa duda… y con la confianza de tu anticonceptivo en barra, lo querrá hacer siempre a pelo para llenarte el recién estrenado útero con su leche.

Mi nieta, que durante todo ese tiempo había estado acariciando mi verga y mis testículos, una vez que comprobó que se me había puesto un de nuevo en forma bastante dura, se montó encima de mí, apuntó con una de sus manos mi verga a su chorreante coñito y de una sentada, se la clavó hasta dentro... Bufffff

- ¡Ummm! ¡Jodeeer abu que buena la tienes ya! ¡Me encanta tu verga…cabronazo!

Comenzó a cabalgarme, mientras yo acariciaba sus tetas y se las chupaba, me recreaba en los duros pezones, y así estuvimos follando un rato… Sentía de vez en cuando las contracciones de su vagina en lo que sin duda eran orgasmos continuos igual que los que tenía su madre… igual que los tenía su abuela. Por mi parte me había corrido ya, tardaría un buen rato en recuperarme, porque a mi edad, ya lo más que podía era tener un par de corridas seguidas, así es que le dije que parara un momento, para poder gozar de su culito mientras la follaba al estilo perra.

La bajé de encima de mí, la puse a cuatro patas, ella cogió la almohada para apoyarse, comprendiendo lo que quería hacer, me situé de rodillas detrás de allá, apunte mi verga a su coñito, la agarré por las caderas y de un solo empujón, se la metí hasta dentro haciéndola sentir mis gordas y colganderas pelotas en su vulva. En esa posición, sabía que podía volver a correrme otra vez, porque yo dominaba el ritmo, así es que comencé a pegarle una follada salvaje…. Mi nieta gritaba como loca de placer, era idéntica a su madre, esa postura las vuelve locas.

Después de un buen rato, me encontraba sudando como un pollo, sentí que me iba a correr, fui incrementando las batidas de mis cadera, miraba como mi polla entraba como un émbolo entre sus cachetes… mi polla se encontraba llena de flujo gelatinoso, que al entrar se recogía blanquecino en la entrada su coño quedando regueros que parecía leche. Aumenté el ritmo, sentía como me subía la leche por el tronco desde los huevos y así es que la metí mi verga hasta el fondo. Tocando la entrada del útero con mi glande, me quedé quieto y comencé a descargar todo mi semen en duros y largos chorros de lefa espesa de nuevo, dentro de lo más profundo de aquel pequeño cuerpo, mientras gritaba mi niña al percibirlos.

- Me corroooooo...

Mi nieta como no había dejado de gritar en todo el rato, siguió tal cual, gritando...

- Siiiiiiii Abuuuu... Siento otra vez tu leche calentita dentro de miiiiiii... Ahahah...

Cuando termine de correrme, caímos los dos desplomado en la cama... Yo completamente exhausto con las bolas secas… todo el semen que acumulé en esos días, se los había tragado el cuñito de mi nieta. Me abrió las piernas para que viésemos como escurría esperma gelatinoso por la rajita de la nena… estaba feliz, su cara era un poema de amor y agradecimiento a su abuelo, algo que era verdaderamente mutuo.

Ella de pronto se levantó de un salto, al sentir que parte de lo que su Abu había metido dentro de su cuerpo, estaba empezando a salir y con una mano tapando su coñito para que no se saliese todo, se fue al baño a asearse. Yo me quedé allí, casi sin aliento, pensando que estaba claro que mi nieta era una copia exacta de su madre, con lo que había despertado a otra ninfómana en la familia…, y por si tenía alguna duda, me lo confirmó totalmente en las siguientes horas…. Ese día después de comer volvimos a la cama y estuvimos teniendo sexo durante toda la tarde.

 

************

 

Cuando regresaron por la noche mi hija y su marido, madre e hija estuvieron hablando a solas y la niña le contó todo a su madre…

Al día siguiente en un momento a solas, mi hija me dijo que la niña se lo había contado todo y que ambas estaban muy felices, que por el momento ella se iba a hacer a un lado, para que su hija pudiera disfrutar de mí durante las vacaciones…. Yo la dije que me parecía muy bien, pero que eso no quitaba para que pudiera tener sexo con ella, cuando se nos presentara la ocasión, y en eso quedamos.

Por las noches cuando todos nos íbamos a acostar, mi nieta venía a mi habitación, follábamos, hacíamos todo lo que nos apetecía y después ella se iba a su dormitorio, donde a la mañana siguiente amanecía como si no hubiera pasado nada. Con mi hija seguimos follando cada vez que podíamos, la mayoría de las veces, polvos rápidos, pero muy intensos, por el morbo y el riesgo por montera.

Cuando podíamos, hablaba con cada una de ellas sobre lo mal que lo iba a pasar cuando se fueran y ellas me decían lo mismo, sobre todo mi nieta, porque mi hija tenía asegurado al menos un polvo diario con su marido, pero para la niña la cosa iba a ser más complicada, ya que una vez que lo había probado y se había despertado en ella la ninfómana que llevaba dentro heredad en los genes desde la abuela, no iba a poder pasar mucho tiempo sin sexo.

Mi hija me dijo que ella se había dado cuenta que de un tiempo a esta parte, su marido estaba loquito por su hija, que se la comía con los ojos y que cuando la niña le abrazaba o se sentaba encima de él, cosa que hacía desde siempre, se daba cuenta que él se excitaba y según con la ropa que llevara, se le notaba la verga empalmada, más o menos. Por otro lado, por miedo a perder a su hija, estaba claro que él no iba a dar el paso para cruzar la fina línea roja que lo separaba para tener sexo con la nena, pero que si era ella la que lo daba, él no la iba a poner ninguna pega, sino todo lo contrario. Por lo que llegamos a la conclusión que lo mejor era que la niña diera ese paso lo antes posible, porque si no, cuando volvieran a Madrid buscaría sexo con cualquier desaprensivo que podía hacerla sufrir, ya que ella era una niña y no tenía experiencia en las relaciones con extraños, más al haber estado siempre en colegio de niñas y sus vetos para salir habían sido muy estrictos.

Dado que en nuestra familia el incesto era algo que habíamos asumido como normal, que mi yerno ya entró en la familia sabiéndolo, lo mejor era que ella siguiera la tradición y metiera a su padre en nuestro círculo, ya que era el único que estaba fuera y eso nos hacía sentirnos mal a todos. Nos pusimos los tres de acuerdo para llevar a cabo la incorporación de mi yerno a nuestro mundo incestuoso… A pesar de haber estado de cuerdo, no asumía con claridad que su abuelo hubiese desvirgado a su hija…, habría que hacer como él iba a ser el primer hombre que había metido su verga en el coñito de su hija. Luego, una vez integrado en el grupo, tal vez asumiría que al igual que él había desvirgado a su hija, a ella también la había desvirgado su padre, es decir yo. Y que al igual que el a partir de ahora iba a follar con su hija todo lo que quisiera, yo lo había hecho y lo seguía haciendo con mi hija. Teníamos claro que esto a su marido no le iba a gustar, pero mi hija me dijo que no me preocupara, que ella le conocía bien, que le quitaría hierro al tema y que cuando le dijera que si quería, podría dormir con nuestra hija durante todas las vacaciones y tener todo el sexo que quisiera con ella cuando volvieran a Madrid, se le pasaría el cabreo inmediatamente.

Una vez todo eso asumido, pasado un tiempo, también le diría que su hija había querido tener también sexo con su abuelo y que de hecho lo estaba teniendo…. Y… Una vez los tres de acuerdo, decidimos poner en marcha todo lo acordado.

 

 


INTIMIDADES ACLARADAS DE HIJA Y NIETA. Al día siguiente, cuando mi yerno se subió a dormir su habitual siesta después de comer, su hija se metió en su dormitorio completamente desnuda y ante su sorpresa, se metió en la cama, le metió una mano en los calzoncillos, agarró su verga, que de inmediato se había puesto dura de un estado morcillona por el calor…

- Papi, quiero tener esto dentro de mí, quiero que seas tú el primer hombre que me meta la verga, quiero que me desvirgues…

Todo esto nos lo contó después a su madre y a mí…

Nos dijo que su padre no lo dudó ni un momento, ni se lo pensó dos veces (Él sabía que no la podía preñar), se abalanzo a por ella y después de comerla las tetas y el coño, se la follo bien follada, corriéndose dentro de ella varias veces… tantas eran las ganas que le tenía que le echó tres polvos. La niña decía que hasta que no se corrió la primera vez, no fue consciente de lo que estaba haciendo y que, cuando se calmó después de esa corrida dentro del coño de su hija, comenzó a tratar de controlar la situación, preocupado por si los podíamos haber oído nosotros.

Ella para "tranquilizarlo" le dijo que no se preocupara porque su madre sabía lo que estaban haciendo y era consentida de que se la follase, porque en verdad, su esposa, se estaría encargando de "entretener" al abuelo, así es que no les molestaríamos ninguno de los dos.

- Mejor no hagas más preguntas, porque a la noche mi madre te lo va a contar todo… Ahora lo único que tienes que hacer es seguir follándome hasta que no puedas más… ¡Quiero agotar tus huevos dentro de mí, papi! ¡FÓLLAME OTRA VEZ!

Su padre, una vez oídas esas vagas explicaciones, se puso en modo automático y volvió a meterse en el personaje, follándosela varias veces más, hasta que terminó agotado… Estaba siendo muy especial para ella sentir como su padre la penetraba por primera vez, la poseía con tantas ganas, y sobre todo sentir como se corría vez dentro de ella, por primera vez. Que aunque ya había tenido esa experiencia conmigo, esta vez el morbo era mayor, porque el que se la estaba follando era su propio padre, quien la había criado, educado y cuidado desde bebé… para ella no había nada más morboso que saber que el semen con el que inundó sus entrañas, había salido de los mismos testículos que la había engendrado.

La niña estaba feliz con los dos hombres que más amaba en este mundo, por haberla amado metiendo sus vergas en lo más íntimo que posee una mujer, su útero, y que la estuvieran llenado de su esencia vital. No hubo en su vida un momento más excitante que cuando que se corrieron dentro de ella con tanta pasión…, sobre todo, porque a partir de ahora podría seguir teniendo sexo con ellos cada vez que quisiera, abiertamente y consentido por mamá.

A partir de aquel momento mi yerno ya era uno más dentro de nuestro círculo, ya estábamos todos los que teníamos que estar, dos machos para dos hembras. Ni que decir tiene, que una vez que nos cercioramos que la niña había tenido éxito con su padre, tal y como suponíamos y que su padre se la estaba follando como habría imaginado montones de veces, mi hija y yo, nos fuimos a mi dormitorio y nos pusimos a follar como locos, pensando en lo que pasaba en el piso de arriba…

¡¡El morbo no podía ser mayor, en el mismo momento, cada padre follándose a su hija y corriéndose dentro de ellas!! Cada hija estaba recibiendo de su padre el mismo semen con el que fueron engendradas…

Después, una vez acabada la fiesta sexual, cenamos todos juntos, como si no hubiera pasado nada y cuando nos fuimos a la cama, mi nieta se acostó conmigo, como ya era habitual… comenzó a contarme como la había ido con su padre, con todo lujo de detalles, me excite, como era lógico y aunque los dos estábamos sexualmente satisfechos, nos metimos en faena por pura inercia…, echamos un polvo tranquilo, pero muy bueno ¡Umm!

Mi hija, tal y como habíamos quedado, le contó a su marido lo suyo conmigo, ahora que el ya también se había follado a su hija… y tal y como habíamos imaginado no le sentó nada bien en un principio. Mi hija le dijo que al igual que le había pasado a él con nuestra hija, fue ella la quien se metió en la cama de su padre, a la misma edad. Que la nena había sido follada por su padre, ose se yo

- Mi padre ha reaccionando igual que lo has hecho tú, mi amor, o como hubiera reaccionado cualquier hombre ante una Lolita como nuestra hija, e  igual que conmigo a mi edad…

Le explicó a su esposo, que a partir de entonces habíamos seguido teniendo sexo "esporádicamente", ya que casi nunca estábamos solos, y que su madre, por supuesto no sabía nada, problema que ahora yo no iban a tener estando divorciado.

Que además todo eso pasó cuando aún no lo conocía a él, y que desde que se marchó a estudiar a Madrid y después de casarme con él, solo nos veíamos en las vacaciones y siempre rodeados de gente…. Esto le fue calmando y mi hija para acabar de tranquilizarle por completo le dijo, que como comprendía perfectamente el deseo que tendrían ambos en poder seguir teniendo sexo, porque ella lo había vivido en su momento y no pudo satisfacerlo como la hubiera gustado…, pensaba que sería bueno para la salud mental de la niña, que ahora si lo deseaba hacer, nuestra hija podría acostarse con él durante todas las vacaciones, e incluso dormir en el dormitorio de matrimonio… en tanto ella dormiría conmigo, con lo que cada hija disfrutaría de estar íntimamente más tiempo con su propio padre y podríamos gozar todos del placer y el morbo que conlleva el incesto consentido.

Su marido un poco reticente al principio, acabó aceptando encantado, porque, aunque no le hacía mucha gracia que su mujer se acostara con su suegro, lo compensaba con creces el poder disfrutar del cuerpo adolescente y casi perfecto de su amada hija, sin ningún tipo de problemas y durante todas las vacaciones o más allá…. Después, sellaron el acuerdo con un polvo escandaloso, puesto que con la conversación se habían ido excitando ambos.

Y así transcurrieron sus vacaciones en mi casa hasta que finalizaron hace tan solo unos días. Las dos nuevas parejas nos hinchamos a follar y además según fueron pasando los días, fuimos perdiendo el pudor y casa uno follaba con quien le apetecía para no hacer aburrido el sexo, jodíamos cuando le apetecía con la hembra que se disponía en cada momento, sin celos ni malos rollos, al fin y al cabo, éramos familia y lo compartíamos todo, hasta nuestros cuerpos… las dos acabaron llenas de leche por todos lados, olíamos a sexo, sobre todo ellas, dado que la testosterona tiene una aroma más intenso que las feromonas.

Una vez visto lo visto, al final de las vacaciones, que dado que la niña se quedaría a estudiar en “Eurovillas” en el instituto internacional de la urbanización, les plantee que se vinieran a vivir al chalet, que es enorme, en donde se podría  hacer vida independiente o común entre las parejas, y dejaran el apartamento de Madrid solo para las visitas, porque no tenía ningún sentido para mí el seguir viviendo en esa enorme casa yo solo, y ambas parejas separadas… incluso se podría planear aumentar la familia.

Y sorprendentemente estuvo de acuerdo hasta mi yerno, supongo que pensó que así él yo podría seguir teniendo sexo con mi hija en la forma que consideráramos oportuna dejándole a él en campo libre con su hija, ahora que la había conseguido, porque comenzó a sentir algo más que amor por ser su hija, ya que con el paso de los días se había enamorado perdidamente y quería estar follando con ella a todas horas…. La niña por su parte también se había enamorado de él y le correspondía con toda la pasión de su juventud. Y mi hija y yo, lo veíamos con la más absoluta comprensión mientras disfrutábamos de nuestro amor, sin ninguna traba, como no lo habíamos podido hacer desde aquella vez que vino a sacarme de mí depresión...

Y en esas estamos, ya se han instalado los tres en mi chalet y he encontrado un bonito final de mis días al lado de mi amada hija… y ellos también son felices donde viven.

 

 


 

VISITANDO A MI VIEJA AMIGA. A pesar de que nos distanciamos tras el final de curso, de vez en cuanto nos llamábamos o nos veíamos por video conferencia… por mala fortuna su esposo enfermó con de unas de sus habituales recaídas que le llevaban a estar unos días hospitalizado… así fue que llegue a su casa para visitarla, no tratando de follármela, aunque las fantasías estaban siempre presentes. Llamé y salió a abrirme su nieta, me saludo cariñosamente, como siempre, me dijo que me pusiera cómodo que su abuela se estaba dando un baño… había estado haciendo gimnasia esa mañana antes que apretase el calor. Me acomodé en la sala de estar, la niña desapareció. Esperé leyendo uno de los libros que se hallaban sobre la mesita central hasta que me dieron ganas de ir al baño. Asumí que se aseaba en el baño del segundo piso, así que pasé sin temor. Cuando entré se escuchaba caer el agua de la ducha, una voz, no muy afinada cantando y entre el vapor y detrás de la cortina se veía la silueta de un cuerpo mucho más joven de lo que rezaba su DNI… completamente desnudo, su pelo liso que llegaba un poco más abajo que sus hombros, se notaba su boca carnosa, su cuello estilizado daba camino a sus tetas enormes pesadas y hermosas que terminaban en dos puntiagudos chupetes…,  seguía su abdomen, no era plano, tenía ese rollito tan tierno que me encanta y esas piernas hermosas que empiezan en ese culito respingón, por delante podía notar claramente el monte de venus.

Casi se veía cómo el agua humedecía cada zona. Ahí estaba yo mirando como idiota, obviamente pasándome todos los rollos del mundo, con mi amigo empalmado a tope. De pronto, asomó su cara entre las cortinas, y cómo si yo fuera uno de los niños de su jardín me retó, y me echo del baño diciéndome que su nieta se encontraba en casa. Avergonzado salí en silencio, tratando de arreglar la cosa, medio en broma medio en serio le pregunté si necesitaba que alguien le enjabonara la espalda, se rio y volvió a decir, con un tono amistoso, que la esperara fuera por el bien de nuestra relación.

Cuando salió del baño. Yo no sabía que decir, ni tenía idea de su reacción, así que traté de disculparme de nuevo. Llevaba solo una toalla, se acercó a saludarme con un largo y sentido beso con lengua, como si no hubiese pasado nada, yo estupefacto… no entendía nada.

- Ven a mi habitación… tendremos más intimidad.

- ¡¿Y tu nieta…?!

- No te preocupes por ella, estará a lo suyo… además sabe cosas.

Me invitó a sentarme en su cama, ella sentó al lado mío…

- ¿Qué cosas sabe…?

- Cosas que hace su abuela con su amigo… y el por qué lo hace.

- Yo también tengo mucha confianza con mi nieta… y con mi hija.

- ¿Cómo cuanta…?

- La suficiente para que no se escandalice por lo que hace el abuelo.

- ¡Anda! Dame un masaje en el cuello y la espalda, con lo de Julián se me ha tensado el cuerpo.

No le dije nada, para eso estaba yo. De forma automática puse mis manos en la zona. Comencé a masajear, tenía un olor exquisito, mezcla entre humedad y el aceite de baño que usaba, le dije que se relajara, que estaba muy tensa. Siento que va cediendo y cada vez voy probando con mis manos hasta donde me deja ir, bajo por sus hombros y corro un poco la toalla dejando casi desnuda su espalda…

- ¿Voy bien…?

Asiente con la cabeza, me dice que mis manos son suaves y que le encantan que le hagan masajes, sigo aprovechándome y mis manos comienzan a abarcar la parte anterior de su cuello y de a poco siento el nacimiento de sus tetas… noto como cada pezón se erecta entre mis dedos cautelosos. Cada vez bajo más, ella con los ojos cerrados se deja llevar… le acerco mi respiración cada vez es más a su piel aromatizada, hasta que mi palma recorre sus grandes tetazas, al tiempo que mi boca roza la base del cuello. Estoy muy excitado y su expresión me dice que también lo está. Beso su cuello y mis manos recorren desde sus hombros hasta sus pezones, ella mientras pone la mano en mi muslo y comienza a acariciarme, subiendo poco a poco, tratando de encontrar mi polla.

Mi lengua recorre todo el cuello y mis manos juegan en sus pezones extremadamente salidos, escucho un leve gemido de placer, las manos de ella frotan el cipote endurecido a modo de mástil todavía bajo la tela, su mano por encima del pantalón. Nos comenzamos a besar con fogosidad, las lenguas se cruzan a la vez que mis manos bajaban… quitando toda la toalla que le tapa. Queda una mano en una teta y la otra acariciando su muslo. Le comía el cuello, hombros y mis manos acariciaban su culazo, mi boca bajó hasta sus pezones en donde me esmero en lamer… mi mano se mueve entre sus muslos, noto en mis dedos como  comenzaba a mojarse. Paso mis dedos entre sus carnosos labios buscando el clítoris enorme que posee cuando se excita. Ella estaba loca de vuelta al notar como la pajeo. Pone su mano en mi cabeza acariciándome el pelo y con la otra guiaba y pujaba mi mano para acariciar con más vehemencia toda la vagina mojaba. Lo que más me excitaba era sentir sus gemidos, su excesiva calentura, su coño encharcado y sus manos buscando mi pollón.

Mientras me besaba me sacó la camiseta, pero lo que más me gusto fue su afán por desabrocharme el pantalón, hasta que por fin lo logra. Ahora es ella quien me lame el cuello, mientas sus manos bajaban el jeans y acariciaba el grueso y duro tronco de mi falo desde el glande hasta acabar con un masaje duro en mis testículos. Metió su mano dentro del bóxer y me agarro el cipote directamente, se rio…

- ¡Joder Damián… lo tiene muy duro! No sé cómo consigues tenerlo así a tu edad…  de cuantos he conocido, ninguno tiene tu potencia.

Le seguí el juego y le hice saber que era por su culpa. Mientras me lamia el pecho, me sacó la ropa que faltaba y comenzó a pajearme, yo no dejaba de acariciar sus muslos, su coño, su culo y todo el cuerpo con mis ávidas manos… Me quedo quieto regocijándome con la suyas, con los ojos cerrados siento sus manos recorriéndome todo el falo, se detuvo un momento, se alejó y sentí de nuevo las caricias, pero ya no eran sus manos, ahora era su boca que me acariciaba. Sentía una chupada muy rica… lamía los testículos y no podía evitar gemir, sentía que ella también lo disfrutaba, le gustaba darme sexo oral. La detuve, para no correrme tan rápido en su boca, no sabía cómo iba a reaccionar, y la senté como para devolverle el favor… era mi forma más común de aguantar y obtener el orgasmo en mi hembra antes que llegar al  mío, o prolongado en mi placer.

Toqué su clítoris con la lengua, ella mantenía remangado su capuchón y lo acaricié, mientas ella se quejaba de placer, metí dos dedos por su vagina y le encantó. Los metía y sacaba, con la lengua tocaba su clítoris y lo chupaba, ella gemía más fuerte, comencé a pasar la lengua a lo largo de la vulva entre sus grandes y carnosos labios vaginales…

- Para, por Dios no aguanto más.

Me recostó en la cama, se sentó encima, haciendo encajar su vagina en mi verga. Comenzó a moverse como una profesional… me tenía estupefacto la agilidad para sus años…,  se la había clavado entera y sus movimientos eran excelsos de atrás y adelante, los quejidos de ambos se confundían, con cada clavada sus tetas saltaban alocadas, rápidamente mis manos tomaron una teta, mientras lamía el pezón de la otra. Cada vez nos movíamos más rápido y bruscamente, me encantaba su cara de placer. Yo no dudaba en contestar sus quejidos, con otro, cada uno más caliente que el otro.

- ¡¡Carmen, estoy a punto de terminar!

Me apretó la mano y me contestó que ella también, que le faltaba poco, nos empezamos a mover más rápido, ella casi saltaba encima de mí, yo apreté los labios y mientras daba un suspiro largo me abrazaba con fuerza, rasguñándome los hombros, yo me corrí y ella al percibir mis chorros de leche, me acompañó… me amorró a mi boca. En tanto iba eyaculando en su profunda vagina, nos comíamos la boca con furor. Jadeando nos abrazamos, cansados, quedamos en esa posición en silencio. Notaba todo su cuerpo sobre el mío, su piel sudada y cálida, su aliento en mi oreja… de pronto miro hacia la puerta y veo a su nieta que nos observa, no digo nada, se saca la mano de sus pantalones rápidamente, a ser sorprendida por mi mirada… se marcha.

 

 


Me ofreció una bebida refrescante. Mientras fue a buscar el vaso, me vestí (alcancé a ponerme el pantalón) ella se quejó, porque era injusto que ella siguiera desnuda. Nos miramos y reímos como cómplices de un crimen, aún cansado, le pregunté como estaba, como se las arreglaba sin su esposo… y como era que su nieta estaba con ella…, esas mierdas que uno conversa con alguien que no ve hace un tiempo y se encuentra cosas fuera de lugar. Mientras conversábamos ella se volvió a poner la toalla, le dije en broma que no podía vestirse, que debía bañarse y de paso prestarme el baño. Nos reímos y ella se recostó en la cama con su cabeza en mis piernas para que le acariciara la cabeza.

Yo se lo hacía con cariño, pero no podía evitar mirarles las tetas por debajo de la toalla, y nuevamente se me empalmó, parece que ella me sintió, porque pícaramente me pregunto cuándo podría hacerle un masaje, yo le respondí en ese mismo instante si ella quería. Esta vez no fue necesario tanta previa, ella se fue a mi boca y la toalla se cayó sola, mis manos fueron a sus pezones, luego al culo. Ella como una experta esta vez, me despojó del bóxer. La tomé de la cintura y la di vuelta, mientas besaba su cuello y espalda acariciaba sus tetas, bajé a su clítoris, que estaba mojado, jugué en su vulva y mi polla se endureció del todo en medio de sus nalgas.

Muy mojada, comenzó a gemir, hice que se tumbara, le agarré de las piernas, y yo me dio de rodillas entre sus mulos comencé a meter mi verga en su candorosa vagina, estaba más caliente que al principio… propuso que la follase a cuatro patas, no me lo pensé… esa imagen de ver su culo y espalda delante de mí me obsesionaba, más aún al ver cómo entraba y salía el cilindro que tengo a modo de pistón, de su vulva entre ambos cachetes respingones. Con mis manos en sus caderas la movía enérgicamente haciendo chocar fuerte mi pelvis y sus nalgas… me estaba volviendo loco jodiendo duro aquel coño… sus quejidos se intensificaban, ella comenzó a mover el culo haciendo que el roce sea aún más rico, gemíamos de placer y su voz caliente me entusiasmaba más, le acariciaba el culo macizo que tenía, de pronto ella se detuvo, se dio vuelta, me miró a los ojos y se rio, me agarro la polla me hizo dos pajas y se lo echo a la boca.

La metía y sacaba de su boca rítmicamente, a veces lo sacaba de la boca y me corría unas pajas con las manos, después continuaba con su lengua y boca. Yo estaba a punto de correrme, trate de alejarla, ella no me dejó y me dio a entender que quería que me descargara en su boca del mismo modo que lo había hecho en su coño. Mientras sentía su lengua tibia en el glande y sus manos masajeando con destreza mis huevos, le llené de semen la boca, ella no dejaba de chupármelo y sentía como tragaba la leche… de nuevo mi mirada se cruzó con la de su nieta, me sonrió al tiempo que su abuela le daba un tratamiento especial a mi solado, el cual se iba declinando dentro de su boca, ella se detuvo, se paró y entró al baño… su nieta desapareció de nuevo antes de que mi amante se diera cuenta. Después de unos minutos salió en toallas, esta vez subió, se vistió y tomamos un café con galletas dulces, al rato después llegó Teodora, su sobrina, nuestras miradas fueron cómplices. No tocamos el tema ni dimos algún tipo de señal de lo que había pasado. Al final de la tarde se despidió fríamente. Ya en casa me llegó un WhatsApp “ven a verme más seguido”.

Un día después le dijo que su nieta le había comentado que nos había visto follando…

- Espero que no te hayas escandalizado, ya sabes que a esas edades, todas las personas somos muy curiosas…

- Así es, y estas niñas de ahora están salidas como perras… por eso tengo miedo a que cualquiera me la desvirgue o me la haga una desgraciada.

- ¿Aún es virgen…?

- Me asegura que sí… y creo que no hay nada más explosivo que una nena virgen con ganas de probar una verga, para que se abra de piernas con cualquier cabrón.

- Eso tiene fácil arreglo mujer… en mi casa, mi hija lo resolvió muy fácil con mi nieta, que tiene la misma edad que la tuya.

- ¡¿Y se puede saber cuál fue su solución mágica…?!

- No sé si fue mágica o no, lo cierto es que ha sido muy eficiente…. Simplemente le propuso a quien la desvirgó, que lo hiciera también con su hija, mi nieta.

- Ya me imagino quien tuvo el honor… Mira que eres truhan y sinvergüenza…

- Qué podría hacer yo, uno ya está para ayudar a la familia, y ahora la niña goza con su padre, sin tener que ir buscando nada por ahí que la pueda hacer una desgraciada… bueno el abuelo también tiene el privilegio de gozarla alguna vez.

- Esa es una buena idea, solo que mi esposo no está para echar cohetes, pero tú sí… ¿No te importaría desvirgar a mi nieta? Ya te ha visto follándome…

- En absoluto… además ha visto como trabajo. Si ella está de acuerdo, yo también. 

Ese día vino vestida con una faldita muy corta vaquera, un suéter rosa muy ceñido al cuerpo el que le dejaba ver claramente lo abultado de sus tetas, una chaqueta a juego con la falda y unas sandalias muy delicadas que la hacían estar muy coqueta. Siempre estuve pendiente de la niña, hasta que se sentó en un sofá y me ubique al frente vigilando cada movimiento mientras su abuela y yo conversábamos, yo sabía que en cualquier momento mostraría sus bragas ya que lo corto de la falda no le permitía abrir mucho las piernas sin dejar de mostrar aquel triangulito tan deseado por mí, hasta que sucedió lo esperado logre ver ese triángulo con el fondo rosado por las braguitas que traía puestas en combinación con el suéter.

Mi excitación comenzó a aparecer, Carmen ya lo notaba y pasamos a la segunda fase… 

- Mi nieta sabe lo que nosotros hacemos, decía Carmen, - Y sabe guardar el secreto.

Eso era un buen indicio, al final Carmen llamó a su nieta para que acercara a mí, cuando llegó se sentó entre ambos…

- Imagino que ya sabes a qué ha venido Damián, es mi amigo íntimo, pero hoy quiero que también lo sea tuyo… por favor atiéndelo, que quiere hablarte… esta impresionado por como viniste vestida.

En eso Carmen… - Mira Damián, mira esto.

Y le abrió la chaqueta y se le notaban esos pezones tan bellos que al no traer sostén se le notaban los piquitos, ¡Wuau! Solo pude decir que bella estás, la niña toda sonrojada bajo la cara

Su abuela le dice… - Tranquila eso es lo que tiene loco a mi amigo, además esto es entre nosotros tres tu sabes cómo debe ser todo esto en secreto ¿Verdad?

La niña afirmó con la cabeza de manera elocuente. Me di cuenta que Carmen tenía todo muy adelantado, nos sentamos y su abuela fue por unos refrescos con la intención de dejarnos solos, lo que aproveche para decirle…

- Acabo de ver tus braguitas rosadas y déjame decirte, que son muy bonitas. Sabes una cosa Teodora… me gustaría poder estar dentro de ti como suelo estar dentro de tu abuela… La niña cortada, bajó la cara… - ¿Realmente no te atreves a hacer lo que te ha contado tu abuela?

 Y con una voz muy baja me dice… - Es que me da miedo…

- Tranquila déjame guiarte y nada malo te pasará… ya tengo cierta experiencia, desvirgué a mi hija hace muchos años y ahora lo he hecho con mi nieta, su hija…

A todo eso, llegó Carmen…

- Si tú quieres yo también voy a estar ese día contigo, con los dos…

Teodora respondió con más confianza… - ¡Ok! Pero si me da miedo lo dejamos.

- Claro mi amor, tranquila no hay porqué forzar las cosas… le dije… - Además yo sería incapaz de obligarte a nada.

Carmen como buena inquisidora le dijo… - Pero dale un adelanto, ábrete para que se quede loco

La abuela animó a su nieta, le ayudó con una mano abriéndole una de sus piernas y pude ver nuevamente pero más de cerca aquel triangulo esponjado con un hilo de humedad sobre tela, justo donde calaba la rajita. Después de un buen rato de conversación de sexo que sirvieron para romper el hielo y planificar el más bello y excitante encuentro que puede tener una mujer… su primera follada, su desvirgue. Acordamos que el martes era un buen día, sabíamos estaría solo toda la tarde en mi casa…todos suelen estar fuera ese día, debido a que es el de más trabajo y mi nieta tiene toda la tarde de actividades en el picadero con los caballos… acaba muy tarde, y Carmen muy inteligente planeo realizar el trabajo con Teodora en su casa para entonces, porque está convencida que allí estaría mejor cuidada. Por fin llego el día y después de recoger a mi nieta del instituto y almorzar juntos, acerqué a mi nieta al picadero… su madre la recogería a la noche, de vuelta de su trabajo.

Fue una media hora después cuando estábamos en el cuarto de Carmen los tres subidos a la cama, Teodora con un poco más de tranquilidad permitió entrar al juego, yo quise darle más confianza y deje que fuese entre ellas que se desprendiera de sus ropas, Carmen por supuesto comandando la cuestión comenzó quitándole a Teodora el overol escolar y al mismo tiempo se quitaba su bata, luego las medias y ultimo la camisa, ya mi excitación estaba al máximo al verlas en bragas y sostén. Fue mi turno, en ese momento me quité toda mi ropa quedando completamente desnudo, la cara de asombro de Teodora al ver mi falo bien tieso, fue impresionante, pero más impresionante fue la mía cuando Carmen se arrodillo detrás de ella y desabrocho el sostén quedando una copa colgando de cada lado y dejando al desnudo esas téticas que tanto deseaba ver. Parecían apuntarme o llamarme, lo que sé, es que hasta allí llego mi control, me incliné hacía ella y las agarré con ambas manos, quedando mi pulgar sobre sus pezones erectos, los sobe junto a toda su teta que mi mano abarcaba, y llevé mi boca hasta ellas y comencé a mamarlas, la besaba en la boca y seguía mamándole las téticas.

Luego la acosté y comencé a besar su estómago con delicadeza, poco a poco fui bajando hasta llegar a su coñito… mi lengua abrió sus labios vaginales. Era impresionante ver su cara con una expresión de miedo y deseo, con el sabor dulce de su vagina en mis papilas gustativas… miré a la abuela, con una sonrisa mi pidió que le quitara su virginidad, por el contrario la de Teodora era que no irrumpiera en su inocencia…, ya era tarde porque al momento que mi lengua tocó su clítoris, ella ya no pudo resistirse a continuar, y así fue. Al mismo momento que pase mi lengua por el clítoris sus gemidos comenzaron a sentirse, su respiración aumento el ritmo y sus suplicas por ser penetrada casi eran ruegos,

Carmen hacía lo suyo, mamándole las tetas a su nieta, para aliviar un poco la congestión sexual dela niña, sin dejar espacio a la decencia, ese mutuo ataque produjo los gritos del niña, sin ningún esperanza de defensa. No tardó mucho en correrse en un fuerte orgasmo. El sabor ligeramente  ácido y salado de sus gelatinosos jugos, me enloquecieron y me llevaron a querer terminar con esos 16 años de pureza, de niñez y de virginidad.

Espere a que terminaran sus espasmos y me coloqué sobre ella sin posar mi peso, solo reposé mis 18 cm de verga endurecida, agarrada por su abuela con la mano izquierda, y orientándolos hacia su rajita. Comencé a intentar penetrarla con el duro glande, nuevamente su rostro me mostraba miedo pero los aberrados deseos de desvirgarla por parte de ambos viejos, su temor le hacía insistir a su abuela…

- Tranquila mi amor, nada malo te va a pasar… verás cómo cabe toda en tu coñito, la vagina suele ensanchar tanto como para parir a un bebé diez veces más grande que esta polla.

A la nena se le pasaría, cuando en realidad al meter mi gran pedazo de carne, toda aquella pureza acabaría y la blanca inocencia que hasta ahora existía en ella jamás volvería a existir. Estaba a punto de convertirse en una cualquiera que entregaba su regalo más preciado, a un viejo de 63 años, para que calmara sus más perversos placeres y le diera paso a una nueva y larga vida sexual a la mujer que surgiría de tal acto, tan excitante como necesario.

Centímetro a centímetro fui metiendo mi falo, mientras que en esos centímetro se iba perdiendo la virginidad de aquella niña quien ya no tendría decencia que ofrecerle a ningún otro hombre que amase. Percibía cada centímetro de mi polla aprisionada por tan enjuta raja… fue sencillo, esa niña al igual que mi nieta, ya no tenía himen intacto que romper, sin embargo aún quedaba los resto que un dedo no es capaz de rasgar y mi gruesa verga se encargó quitar, expandiendo la vagina a máximo posible. Poco a poco la fue clavando mirando a la niña a sus ojos, ella me miraba haciendo gestos de dolor o placer contenidos. Cuando llegué al fondo mis bolas golpeaban sus nalgas, la saqué, y la ver que no sangraba, ambos dudaron de que la hubiese desvirgado…

- Toca para que no tengas dudas de que acabas de perderlo todo y que eres toda una mujer.

La nena comprobó que no había espacio entre su coño y mi pelvis, nada de mi polla se encontraba fuera de su estuche ceñido, soltó unas lágrimas como muestra que entendió lo que acababa de pasarle… ya no existía himen ni nada que probara que alguna vez fue un ángel solo su carita, solo lo externo porque dentro mi gruesa polla lo había desgarrado todo. La saqué, para que su abuela lo comprobase bien, metió la abuela dos dedos, comprobó que efectivamente ya no había himen. Sin embargo la niña siguió disfrutando de aquel enorme cipote que hospedaba en su cavidad vaginal, y de las mordidas que su abuela le daba en las tetas. Mis empujones empezaron a ser cada vez más duros, su cuerpo se movía a cada empellón, sus tetas templaban y de su boca salía un gruñido soltando aire… su respiración se hizo muy acentuada, la  mía también. Arrecié con fortaleza y ritmo durante unos minutos más,  y cuando vino el segundo orgasmo de la niña, no me aguante, los planes de no correrme dentro y el temor por dejarla preñada, se esfumaron ante mi exacerbada confusión provocada por las ganas de satisfacerla, por la testosterona que me recorría por la venas o por el instinto de celo que posee todo macho en lo más recóndito y ancestral de su naturaleza, fueron los que acabaron por decidir que no me importaba si la dejaba preñada a esa niña…, solo quería dejarle todo mi contenido seminal dentro de esa cueva tan caliente y tan apretada.

Ambos estábamos acabando y ambos estábamos disfrutando con la corrida, se la clavé a fondo y ahí mismo en la entrada de su recién estrenado útero comencé a eyacular una cantidad sustancial de leche, la que venía a ser habitual tras dos días de abstinencia. Le largué cinco o seis gruesos chorros de lefa espesa y al terminar saqué mi miembro enrojecido por la fricción y duro por el efecto de la Viagra… normalmente hubiera salido flácido por la vaciada que le acababa de echar a Teodora. Su coñito comenzó a destilar el semen sobrante, y su abuela se lo empezó a lamer… tanto se excitó Carmen que me pidió aprovechar mi dureza… la nieta de mi Amiga vería como esa polla aun dura se follaba a la abuela ante sus narices, y esta la haría participar como buena anfitriona.

Estaban siendo unas vacaciones increíbles, nunca hubiera imaginado tener tanto y tan buen sexo a mi edad… era divertido poder llegar a alternar con cuatro coños en una misma semana, y completamente dispuestas a que las llenase de leche sin miramientos.

 

 


En casa las cosas continuaban igual, yo follaba con mi hija y de vez en cuando era mi nieta quien deseaba ser la protagonista de mis orgasmos… aquella tarde solo estábamos hablando en la sala de estar entonces fue cuando me comentó que lo sabía, le pregunté qué sabía para estar tan misteriosa y fue cuando empezó a contarme…

Sé que mi madre se masturba porque a veces entro a su cuarto y veo sus dildos tirados en la cama, mesilla o incluso por el piso, eso es algo que todos sabemos en esta casa, lo que sé es otra cosa que es un secreto y no debería. Todo comenzó unos días antes de tu cumpleaños, así que mamá decidió ir al súper para comprar cosas para la comida de la pequeña fiesta, hasta que pasamos enfrente de una tienda de ropa interior, ahí mamá compro varias cosas, la cual no me di cuenta cual había comprado por que me entretuve en otras cosas mías.

Mamá te consentía tanto que hasta llegue a tener un poco de molestia sobre ello. Ya en la noche estábamos por acostarnos cuando te pidió tu hija que si podías darle un masaje ya que estaba muy cansada. Tomaste la crema humectante, unos pañuelos y os dirigisteis a vuestro cuarto. Empezasteis a hablar, así duró la conversación como media hora, hasta que se hizo un silencio brutal, donde solo se escuchaban los rechinidos de la cama. Al rato mamá salió del cuarto toda despeinada, se metió directa al baño para ducharse…, al poco con el silencio yo me quedé dormida, ni me enteré cuando papá se metió en la cama conmigo.

Al despertar por la mañana, me encontré sola entre las sábanas, papá se había marchado temprano a su negocio, fui a la cocina, y encontré a mamá sentada encima de tus piernas, moviéndose de arriba hacia abajo, cuando notó mi presencia, dejo de moverse, se giró hacia ti diciendo…

- Sácala papá, la nena nos ha pillado.

Acto seguido mamá se paró sobre ti, se acomodó la falda de su camisón y nos preparó de desayunar. No comentamos nada, porque ya empezábamos a estar habituados a vernos follar. Al terminar el desayuno, decidí salir a buscar a mi amiga Teodora en mi patinete eléctrico, nos encontramos en las canchas de la colonia donde habían chicos jugando al futbol, eran como las diez de la mañana. Nos quedamos hablando de nuestras cosas viendo a todos esos chicos corretear haciéndose los machotes delante de nosotras, por allí también habían varias chicas que iban a lo mismo. Cuando se acabó el partido de fútbol, nos fuimos a nuestras casas, yo me regresé en mi patín a toda velocidad.

Cuando llego a casa noto un silencio terrorífico, todas las luces apagadas y cortinas cerradas, al entrar escuchó como gemidos provenientes de tu cuarto, al irme acercándome vi que la puerta estaba entreabierta, observé a mamá chupándote la verga, ambos estabais totalmente desnudos, mamá pasaba su lengua por el tronco del gran cipote que tienes, su lengua hacia círculos en tu glande, todo esto mientras metía sus dedos en su coño y te masajeaba los cojones con vehemencia elevándolos a la vez que se tragaba tu polla, esto provocó que tu verga aumentará de dureza. Mamá empezó a masturbarte duro, gemías más cada vez más hasta que eyaculaste salpicado la cara de la puta de tu hija...

- Sabes que deseo esa riquísima verga dentro de mí. ¡¡Aun te quedan fuerzas!!

Entonces mamá se acostó sobre la cama abriendo sus piernas para que se la metieras, yo estaba muy excitada al ver cómo le clavabas la verga en tu coño a todo trapo… eso le costó a mi padre follarme dos veces esa noche. En ese momento tomaste tu verga y apuntaste a su vagina, poco a poco fue introduciéndose hasta que mamá gritó diciendo…

- "Mmmmm que gruesa es, casi me partes, papá… ¡Vamos cabrón, lléname"

Desde mi atalaya, se podía ver como entraba tu cipote en su vagina muy depilada y húmeda y tus huevazos aporrear su coño…, comenzaste a meterla y a sacarla con mucho ritmo, el sonido aguachado llegaba hasta mis oídos mientras le decías…

- "¡Qué coño más estrecho tienes hija, siento como tus paredes vaginales, aprietan mi verga! ¡Parece que no haya pasado el tiempo desde que te desvirgué!"

Ambos empezasteis a besaros, entonces mamá empezó a mover sus caderas más rápido provocando que llegarais ambos al orgasmo. Ella se corrió aun con tu verga dentro del útero, a su vez tú empezaste a eyacular dentro de ese cubículo receptivo. Aun cuando ya le habías sacado la verga de su coño, todavía tenía espasmos vaginales por la tremenda follada que le acabas de dar. Pude ver como escurría tu semen desde dentro de su vagina.

- ¡He llegado a un orgasmo más bueno que cuando me desvirgaste! Dijo ella.

Entonces cuando te pusiste en pie, alcancé a ver tu enorme verga roja apuntando hacia el techo, aún. Nunca imaginé que un hombre tan mayor tuviese tanta potencia en su polla… que pudiera aguantar tres polvos seguidos sin que se le baje la dureza de verga. Mamá por su parte se marchó desnuda a darse una ducha…, tuve que irme rápido de allí para que no ser descubierta, y me acusara de mirona. 

 


 

Pero lo más curioso de toda esta historia, es que hace dos días vi a mamá hablando contigo muy secretamente, su cara era de preocupación. Luego os fuisteis en vuestro coche, tú conducías. La demora fue de un par de horas. A la vuelta mamá dejó el bolso en el sillón de piel de la sala, al pasar vi que sobresalía un papel blanco, era un sobre y no me pude resistir a ver de qué se trataba… rápidamente saqué el informe y comprobé que era un análisis que corroboraba su estado de preñez, y que tú sin duda debes ser quien la ha dejado preñada. Así que vamos a aumentar la familia…mamá tú me vais a dar un hermanito. Sin embargo la cosa no se queda ahí, abuelo… te tengo que dar otra buena nueva, pero esa la voy a dejar para cuando estemos los cuatro en casa a la hora de la cena…. Cuando todos estábamos tranquilamente comiendo, salto diciendo…

- Creo que hay dos noticias importantes que todos debemos saber, la primera es que mi hija está preñada de cinco semanas… y uno de los dos somos el padre.

Mi hija me miró como queriéndome matar…

- Lo siento hija, pero era yo o tu hija la que iba a dar la noticia, dirigiéndome a la niña, - Y tú… ¿no tenías algo que decirnos a todos esta noche…?

- Pues sí, algo parecido… bueno lo mismo… Tocándose la panza dijo… - Esta panza está empezando a engordar, y yo sí sé quién es el padre… papá me ha dejado preñada a mí también. Mamá, tu y yo estamos preñadas, solo que yo ya llevo nueve semanas y estoy muy feliz de estar preñada de un hijo que me ha hecho papá.

 


 

Mi hija y mi yerno lo se tomaron bien…, ya se sabe que una mancha mora con otra verde se quita, así que la preñez de mi hija que sonaba a cornamenta, se equilibró con que mi yerno dejase preñada a su propia hija, a mi nieta del alma, asegurando sin lugar a dudas que era su propio padre, y nadie puede estar más segura de quien es el padre de su bebé que la  propia madre. Aunque las noticias de nuevas venidas de bebés no se quedó ahí… mi amiga Carmen me hizo saber que sería bisabuela del bebé que le había engendrado yo a su nieta Teodora. Resultó un otoño muy fructífero, a pesar de haber tenido unas vacaciones locas de sexo… nunca se sabe por dónde va a saltar la liebre, en este caso los conejos. Le dije que me haría cargo de la panza de Teodora, pero su abuela me comentó que ya lo había arreglado con sus padres…, y que era mejor que la niña pariera a su bebé sin que supiera nadie quien se lo había hecho.

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