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UNA HISTORIA DE AMOR. Y si tú no has de volver...

    "Y si tú no has de volver" 1ª PARTE "Una para el otro y otra para el uno". Esa frase la repite una y otra vez mi ...

Cuidados familiares 1/2

 

Alba se contempló al espejo, casi seis décadas no habían pasado factura a su figura como se puede esperar. Su vida había estado marcada por altibajos que ahora la ponían a pensar y repensar…se había casado joven con un hombre muy apasionado que le había enseñado mucho de la vida y sobre todo del sexo…fue su hembra durante casi veinte años deliciosos,   en los que desfogó todos sus bajos instintos primarios, sin importarle el sentir de ella…, no supo lo que era un orgasmo vaginal con una polla dentro de su coño, hasta que no tuvo su primer amante…, entonces descubrió cuanto se había perdido practicando sexo con su esposo, desde entonces hasta el momento actual la experiencia de Doña Alba solo ha ido creciendo buscando nuevos argumentos de excitación…

Su esposo le hizo dos hijas, que ahora eran madres de adolescentes…aunque Alba era todavía una mujer que atraía el sexo opuesto gracias a su sexapil, se había separado de su marido hacía muchos años… En esos momentos estaba sola, solo un par de hombres cuajaron su relación más de seis meses, cansada de devaneos, ya solo salía con amigas, y eso implicaba una abstención sexual que la tenía desesperada, dado que los encuentros con hombres eran escasos y poco satisfactorios. Le habían salido pretendientes pero al conocer su situación familiar salían espantados…no querían meterse en ese pequeño infierno copado de una madre y abuela de madres mal casadas. Su hija menor fue la primera en quedar preñada de su nieto Camilo. Gracias a la influencia de su padre fue siempre muy independiente y rehuía de ciertos comportamientos de su abuela que con sus caricias y zalamerías trataba de meterse en su intimidad. Luego su hija mayor resultó también preñada de no se sabe qué desafortunado afer de fiesta nocturna, dándole el segundo nieto.

Alba vio en el pequeño, un juguete con el cual podía entretenerse… los años pasaban y la abuela se encargaba del pequeño mientras la hija trabajaba o se iba de fiesta, hasta que el emparejamiento de su hija menor propició aún más esos acercamientos hacia el nene, quien no se entendía muy bien con la nueva pareja de su madre. Su hija tuvo que marcharse donde él tipo trabajaba, a otra ciudad y dejar al cuidado de su madre a Felipe a quienes cariñosamente llamaban “Pipe”. Alba ya se había encargado del cuidado de su nieto desde bebé… eso incluía bañarlo, vestirlo, prepararle sus comidas, ocuparse de su educación y formación académica… y para que el niño durmiera tranquilo lo acostumbró a dormir con ella aquellas noches que le atormentaban los miedos.

Al principio las cosas funcionaron a las mil maravillas, Pipe fue creciendo y desafortunada o afortunadamente empezó a conocer ciertas caricias que le producían ricas sensaciones… a su edad ninguno de sus amigos o compañeros era atendido como él por su madre o abuela, él lo sabía, sin embargo se dejaba hacer porque le encantaba mostrar la virilidad ante ellas… de su madre también recibía dichas atenciones y fueron uno de los motivos del malestar de su pareja. Por todo ello, la hora del baño era esperada con mucha ansiedad por el nieto que desconocía que su ADN genético llevaba incorporada una dosis bastante alta de lujuria y salacidad. La abuela siempre aprovechaba el baño para acariciar los testículos del pequeño, que desde bien chiquito, ya mostraban ser de un tamaño desmesurado sin haber llegado a su desarrollo completo. No dejaba de lado su verga flácida, que no tardaba en alcanzar erecciones dignas de mención y complacencia para ambos, con la ayuda del jabón y la excusa de lavar bien sus partes íntimas. Alba se demoraba más de la cuenta en asear los genitales de Pipe, ella en su interior quizás relacionaba esas caricias incestuosas con los recuerdos de sus parejas sexuales. El chico, para felicidad de Alba había heredado una buena arma sexual, seguramente del desconocido padre que seduje a su hija…, aun flácida, su longitud y grosor eran fácilmente detectables por las manos ansiosas de la abuela, sin embargo en plena erección era un vástago que removía las entrañas de la veterana, con hormigueos casi olvidados. Le comentaba al chico que estando dura, el aseo del glande y bajo el prepucio se hacía mucho mejor y efectivo… esas eran la pocas palabras que se decían, deleitándose en el manoseo. Esta costumbre llegó hasta la pubertad.  

Otro momento deseado por Pipe era la hora de dormir junto a su abuela en la misma cama matrimonial. Lo que empezó de jovencito por los miedos, se fue convirtiendo en habitual de manera diaria…, Alba le gustaba entrelazar sus piernas con su supuesto nieto, para darle seguridad y liberarlo de posibles pesadillas o sueños con fantasmas, pero esa costumbre empezó a generar en el pequeño un acercamiento peligrosamente sugerente que se acrecentaba con la llegada a su pubertad. Alba dormía casi desnuda desde siempre, usaba una bata anudaba con un pequeño cinturón que se soltaba con mucha facilidad, dejando sus voluminosas tetas al descubierto…, y estas acababan muchas veces muy cerca de la boca de Pipe. Su nieto fue sintiendo esa atracción innata de mamar esos pezones grandes y erectos de la abuela, esos grandes pezones, parecía para él chupetas de entretenimiento que todos los bebés tienen en sus primeros años, para que dejen de llorar cuando le daba hambre, o simplemente para recrearse simulando el auténtico pezón de la madre…, y eso fue lo que hizo una mañana cuando Alba había amanecido con su bata abierta y sus tetazas turgentes de pezones erectos, que invitaban a eso precisamente a entretenerse. El chico en plena efervescencia adolescente, no aguantó las ganas de mamar las tetas de su abuela, y con su boca alienadora, empezó a chupar los pezones de Alba

El chico se asombró de ver que los pezones inicialmente dormidos, al contacto con su boca fueron enderezándose y poniéndose más duros y grandes. Alba, que estaba profundamente adormilada y conscientemente, sintió esa succión de Pipe…, tal vez en su letargo o fase onírica sentía la caricia excitante que se reflejaba en su rostro dejándole hacer, al fin y al cabo solo era un placer gratis que no hacía daño a nadie. Para ese nieto descubriendo los tibios placeres sexuales, fue una experiencia increíble y se hizo una promesa muy personal de tratar de despertarse temprano para repetir cada mañana esa dulce sensación.

Pipe seguía desarrollándose en un adolescente fornido, no obstante, no dejaron de compartir la rutina del baño, era ahora más esperado que nunca… sin pudor alguno, el chico se desvestía, se bañaba y enseguida eran las prodigiosas manos de Alba sobre su polla las que lograban el milagro sensual del disfrute…, lo que aparentemente solo era asearlo, se convertía en una suave y dulce masturbación haciendo crecer y engrosar la masculinidad del chico para complacencia de ambos. Alba se iba fijando cada vez más en la buena verga de su nieto, quien gozaba con sus atenciones maternales, ya que el tacto de sus manos en los generosos genitales juveniles, generaba en su interior un deseo morboso y excitante…eso era fácilmente detectable solo por ella, en la humedad creciente de su vagina. El resultado de ese aseo era cada vez más erótico para Alba y no tenía más remedio que castigar su clítoris hasta correrse pensando en la polla de su nieto una vez acabado el aseo. Para Pipe no era menos dicha fogosidad puesta por su abuela en la limpieza exhaustiva de verga y huevos… salía muy excitado. La pobre Alba tantos por tantos años en el dique seco, acaba cada vez más empapada, calenturienta, excitada e ida de ganas por meterse tamaña tranca en su coño.  

A la salida del adolescente, la abuela se quedaba un poco más tiempo a refrescarse… tenía que relajarse un poco y aprovechaba su aparente soledad para masturbándose bajo el agua, así fuera nada más para aquietar levemente ese fuego uterino que la consumía cada día un poco más. Pero si por la mañana era cada vez más comprometedora esa situación, por la noche era casi insoportable…, la sola proximidad de su nieto tenía un doble efecto…por un lado Pipe ya sentía la sensación de una erección…veía y sentía como su polla adormilada, al contacto de la piel de su abuela y el olor a hembra en celo que le impregnaba todas sus papilas gustativas solo a través del olfato, empezaba a enderezarse y a conseguir una rigidez que antes no conocía, ni podía controlar. Pipe para minimizarla se ajustaba su ropa interior al máximo para evitar que la erección se notara, y por el lado de Alba, el roce de ese promontorio de la entrepierna de Pipe, le generaba múltiples sensaciones eróticas e insanas, de cubrir sus necesidades perentorias de hembra, naturales y justificadas.

Cada noche Alba se cuestionaba sus tabúes sexuales, se angustiaba ante la atracción creciente como la espuma, por Pipe, su único mejor valedor macho alcanzable, y casero, no obstante le generaba un círculo vicioso, dado que ese pesar, no la dejaba dormir y el insomnio hacía que cada noche se profundizara más en las mañanas quedando a primeras horas de la mañana profundamente dormida, situación ésta que favorecía el entretenimiento matinal de Pipe, que muy juicioso se despertaba para amarrarse a chupar esos pezones cada vez provocativos de su abuela, y disfrutar de las sensaciones oníricas que le retrotraían a su etapa de bebé, la de máxima felicidad protegida en lo más profundo e imborrable de su consciencia primaria. La última vez que sus chupones fueron más intensos vio cómo su abuela, en sus quimeras eróticas, empezó con una mano a frotarse el coño… sus movimientos eran agitados pero el sueño se mostraba aparentemente muy intenso y no se despertó. El chico quedó con la intriga de saber por qué su abuela se acariciaba sobre la vulva y se metía los dedos en la raja del coño con fruición, era una buena pregunta necesitada de una buena respuesta. La inquietud no duró mucho, a veces las cosas en la vida ayudan a propiciar ciertas situaciones.

Una inesperada invitación a una despedida de casada de una vieja amiga, llevó a Alba a volver a disfrutar de un evento de este tipo, pero las cosas habían cambiado y ahora esas fiestas eran muy diferentes a las que ella conoció…, los presentes que ahora intercambiaban las chicas, eran muy referidos al sexo, la misma motivación de la fiesta había mutado tanto que en lugar de llevar rosas o letreros alusivos al evento, tenía como único adorno un inmenso cipote de chocolate con un glande bellamente decorado de un color rosado, que hacía de ese adorno, un monumento a la lujuria.

Al calor de los tragos, fue generando deseos impulsivos en las invitadas de morder y degustar la cabezota de esas vergas…, la piñata que a ciegas rompió la homenajeada en lugar de dulces y pequeños detalles dejó el suelo recubierto de pollas de caucho, pequeñas y estrechas vaginas de silicona, gran cantidad de condones y como premio mayor un consolador que por cosas del destino fue la sorpresa que cayó más cerca del lugar donde estaba Alba, que sin saber que era por la envoltura que tenía, lo recogió rápidamente y lo echó en el bolso. El licor fue haciendo su efecto y los chistes de doble sentido fueron creando un ambiente lujurioso. Para colmo de males, más de una invitada con los efectos del licor empezaron a contar infidelidades de tipo sexual que harían sonrojar un depravado sátiro.

Alba no estuvo ajena a los efectos del alcohol y otras sustancias psicotrópicas que la llenaron de euforia durante horas, sin embargo todo lo que sube se sabe que baja, y cuando llegó a la casa se hallaba bastante perjudicada, si no hubiera sido por sus amigas habría llegado… no fueron tantas la copas, pero no estaba acostumbrada a la mezcla con anfetaminas. Como pudo se desvistió sin encender la luz de la habitación y se acostó al lado de su nieto, olvidándose de Pipe compartía su cama. Cuando el nieto despertó muy de mañana para repetir su ansiada rutina con las tetas de la abuela, se encontró con una tremenda sorpresa… su abuela estaba completamente desnuda boca arriba y despatarrada… había cambiado de posición respecto a estar de costado como siempre, y frente a él no tenía esas adorables tetas sino una mujer en plena hermosura mostrando sus grandes tetas vencidas a cada lado de sus costados y un triángulo entre sus muslos, donde reinaba por una gran vulva pomposa de piel morena zanjada por una gran raja profunda…completamente depilada. Pipe se repuso de la sorpresa inicial y se acordó de la reacción de su abuela cuando él le acariciaba intensamente esas tetas enormes.

Movió a la abuela, y al constatar que estaba completamente fundida en un sueño profundo…tremendamente insondable, y al ver que ante su insistencia de despertarla no daba ningún resultado, decidió explorar más allá de lo acostumbrado en esa gruta semi oculta por una carnosa vulva pelada, como tratando de ocultar un bello arcano… vio que sería la mejor oportunidad de perder su virginidad. Acercó su cabeza y un olor a sexo que no conocía tan intenso, lo atrajo. Como pudo separó un poco las piernas de Alba, quien desmadejada quedó toda abierta de piernas con su vagina abierta como los pétalos de una flor. Pipe metió su dedo en la angosta y apretada ranura que ahora se veía más abierta y sintió como sus dedos salían mojados de un líquido viscoso, lo llevó a su boca y le gusto ese sabor medio salino y medio ácido…metió ahora dos dedos y vio cómo se hundían en esa gruta abisal. Atraído por el sabor y el olor metió su lengua y empezó a explorar las paredes de esa vagina separando los grandes labios internos. Su abuela sin despertarse, volvió a tomar esa sonrisa de satisfacción, eso le dio más bríos a Pipe para meter más y más su lengua.

Pronto sintió que su entrepierna también reaccionada… su polla dura pugnaba por obtener más espacio dentro del ajustado bóxer…, le incomodaba, se lo quitó y la verga erecta se disparó al cielo como movida por un resorte. Su boca siguió degustando esa vulva rica en emanaciones y sabores nunca degustados con anterioridad. Al rato de comprender que su lengua no daba más de sí, decidió probar a meter su estirado, duro y largo cipote en esa raja que cada vez se ponía más húmeda, caliente y apetecible. Se posicionó de rodillas entre las piernas de la veterana abuela y arqueó su espalda para que la verga se enfrentara a la raja humectante de Alba. Tras  varios intentos de jalonar la abertura con el duro glande, este consiguió encontrar el orificio vaginal de aquella enorme boca vertical de carne… la polla  más tensa que una cuerda de arco, estaba como nunca la hubo tenido Pipe, entró sin ningún obstáculo… sintió cómo la vagina de su abuela en su letargo, envolvía y aprisionaba esa verga creando una sensación indescriptible de masaje cálido y húmedo sobre todo el tallo, arropándolo hasta los mismos huevos. Pipe enloquecido empezó a meter y sacar su verga con contundente golpes de cintura… pareciera que lo hubiera hecho de siempre y no fuera su desvirgue. En tan solo unos minutos la exaltación era máxima, su abuela colaboraba en su quietud sumisa y una sonrisa permanente en su cara.




El chico notaba que le iba llegando el momento álgido, incrementó sus empujes con mayor fuerza y frecuencia… la metió hasta el fondo junto antes de empezar una extensa y atolondrante eyaculación vigorosa que se alojó en la fondo de la vagina de Alba… fueron no menos de cinco o seis largos chorros de leche rellenando el útero abandonado de su abuela. Pipe asustado, tras el último latigazo de lefa, sacó la verga del interior de Alba, y luego prendió camino rápido al aseo. Allí lo primero que hizo fue asearse su chorreante polla aun en pleno vigor. Se miraba al espejo y observaba su polla en erección… sabía que había sido un maravilloso momento que siempre recordaría. Cogió luego una sábana y cubrió la desnudez de Alba, mientras lo hacía, observó un pequeño reguero de espeso semen rezumando por la raja de su abuela… limpió lo que pudo.

Casi sería mediodía cuando Alba se despertó, la resaca la tenía matada, le dolía la cabeza, sentía que el mundo le daba vueltas pero algo la inquietó más que todos esos trastornos propias de una noche de fiesta…estaba desnuda, se llevó sus dedos a la vulva y la encontró encharcada de jugos…se preguntó angustiada si sería que había tenido un sueño erótico que le había producido un orgasmo matinal. Se dio una ducha y al jabonar su vagina sintió una agradable sensación, la sentía liviana, igual que cuando antaño solía tener sexo… como si lo hubiera tenido, pero no recordaba que durante la fiesta tuviese ningún afer con hombre alguno. Bajó al primer piso y encontró a Pipe jugando en la Play Station, no se cruzaron muchas palabras pero había muchas cosas que decir. Ese día Pipe ya se había bañado y mientras se jabonaba su verga una nueva erección apareció al recordar ese fogoso  momento con su abuela…, lo llevó a acariciar su polla, y sin quererlo, esos movimientos rápidos y violentos lo llevó a tener otro orgasmo…era un pajazo en honor a su abuela. Sin darse cuenta al estar ensimismado en el placer de la eyaculación, justo en ese momento nombra a su abuela entregándole toda leche, imaginariamente. Alba que no andaba lejos haciendo la colada del día, lo escuchó y se asomó desde la ventana común del lavadero con el aseo, y allí contempló a su nieto lanzando sus potentes chorros de leche, siendo ella nombrada por la boca que magreaba todas las mañanas sus pezones y que ella consentía seductoramente. Definitivamente supo que Pipe estaba sugestionado por ella, y sin duda en su útero también ardía por tener a su nieto en las entrañas otra vez… había comprobado que su cuantioso flujo vaginal sabía a testosterona, y su chico poseía todas las posibilidades.  

Aquella situación no había sido para nada la que esperaba al principio, cuando su madre le dijo que me encargara de Pipe. En esos momentos pensó en todo lo que supone el sacrificio de convivir con alguien, le resultó motivo de gran alegría. Bueno…. Pensó, “tendré que cambiar un poco mis costumbres íntimas, ya que al estar sola cuando el clima lo permite ando por casa en bolas o con solo unas bragas”. Se sumergía en la piscina y tomaba sol desnuda, ni se preocupada por correr al baño cuando le daban ganas de mear, se agachaba y regaba el jardín. Tampoco tenía las puertas cerradas, total no había de quien ocultarse. Dormía desnuda o con camisón que a veces lo usaba durante el día si hacia fresco, por supuesto sin nada debajo.

Cuantas cosas debía corregir para no ser un mal ejemplo para el chico, más a esa edad que por cualquier cosa andan alzados de verga, siempre dura y predispuesta al asalto.

Como no traía machos a casa, una cosa ya estaba solucionada, además pocas veces se acostó con desconocidos, solo alguna amiga muy de tanto en tanto le hacía compañía que terminaba en goce mutuo, también ella la iba a visitar… Ese sería un tema a suspender. Pero la alegría de su compañía era tanta que todo le pareció tan fácil de realizar que creyó no sentiría hacerlo.

Le preparó la habitación de soltera de su madre, pero no quiso quedarse allí, prefirió una de las destinadas a los huéspedes. Se le notaba una gran pena por la decisión que había tomado su madre de dejarle por ese nuevo tipo, y parecía destilar encono hacia ella. Alba trató de disimular todo lo que podría afectar sus sentimientos y acceder a lo que deseaba, sin poner objeciones.

Hicieron la transferencia a un instituto muy prestigioso, que queda cerca de casa, justamente allí cursó su madre, pero no le hizo ningún comentario, por si acaso. Todo cambio no buscado por ellos, opera generalmente de forma traumática sobre los jóvenes, en este caso sus notas resultaron desastrosas, vivía como ido, angustiado y por más que trataba su abuela de que cultivara amistades no lo hacía con facilidad al principio. Las cosas fueron cambiando, y poco a poco la situación mejoró tanto que apenas se acordaba de su madre, sin embargo la adolescencia es muy traicionera, y le estaba poniendo histérica su conducta y no sabía cómo decírselo, pedirle que pusiese algo de si, para mejorar la tensa situación que vivían.

En ausencia del chico se metió es su habitación… la había decorado como era de esperar en un chico de su edad, fotos y afiches de ídolos del rock y del cine, su sistema de audio, su ordenador, allí se detuvo y para su sorpresa no lo tenía bajo clave de acceso, por lo que accedió plenamente cuidando luego borrar el historial del día. Asombrada pudo ver infinidad de fotos de mujeres desnudas y una colección de su madre en biquini de los dos últimos veranos en la playa, además de otras fotos con vestidos insinuantes, pero nada en desnudo. Solo un video mal enfocado en donde aparecía una habitación desmadejada de adolescente en donde solo se reconocía la voz de mi hija, pidiendo más polla y que la llenasen de leche, lo hacía mientras yacía casi oculta por el cuerpo desnudo de un tipo que bien podría ser su actual marido u otro, pues apenas se veían las figuras protagonistas del video.

Luego mensajes a una hipotética mujer, deseándole lo mejor, amándola con toda su alma, y teniéndola como su ídolo sexual que nunca abandonará hasta su muerte… En un pasaje decía… “¡Cuándo será el día que pueda regresar a ti por el mismo camino salí a la vida!” Eso era posible solo decírselo a su madre. Una propuesta de penetrarla hasta su útero. La  labor como espía había dado demasiados frutos inesperados. Tenía claro que ese chico estaba locamente enamorado de su madre como tal y como mujer, de tal modo que llegó a la conclusión que el video eran sin duda su hija con su nieto Pipe, un amor incestuoso compartido. Alba creyó ser ella misma quien lo provocó, tras años de atenciones íntimas en el aseo y la cama matrimonial.

Comenzó a vivir un dilema, del que obnubilada no podía salir, le aturdía y provocaba que sus pensamientos no fuesen coherentes. Esa noche durmió como siempre desnuda pero se olvidó de cerrar la puerta del dormitorio. A la mañana, al girarme siento sobre las sabanas a la altura de mi vientre algo frío y pastoso, lo toco, lo huelo, era leche de hombre. No cabe duda de lo sucedido con su nieto. << ¿Qué hacer? Las cosas evolucionaban a pasos agigantados>> Trató de coordinar, va a la puerta entorna, allí se dio cuenta que seguramente la había dejado abierta y quizás al ir al baño el chico la vio, le pudo haber gustado su culo, se pajeó y se fue a dormir dejando el regalito, seguramente sería su mensaje por permitirle dormir últimamente con ella.

Que se haga la paja, es normal a esa edad, que este enamorado de su madre, si bien es enfermizo lo podía comprender pues mi hija todavía es una preciosa hembra que puede llegar a gustar a cualquier hombre, pero que se pajee viendo el cuerpo de su abuela, eso era raro o no tanto después de compartir tantos momentos íntimos.

Alba acostumbraba a dormir boca abajo o muy de costado, a lo único que pudo acceder fue al culo, pues sus tetas y coño estaban hacia abajo, ella misma las tapaba. No pudo con su  coquetería y se colocó frente al espejo como hacía mucho no lo hacía, ¡¿Cómo se veía?! Era realista, tenía una edad, entonces unos bien llevados 59 años, nada mal con todo lo que había pasado en su vida, 1,64 de alto, 126 de busto, 120 de caderas, 98 de cintura, algo de forma tenía que llamaba la atención, quizás un poquito pasada de peso, bueno nunca fue muy flaca, las piernas bastante bien contorneadas, los tobillos nunca los tuvo hinchados, sus pezones son atractivos, grandes como chupetes en el centro de areolas oscuras que resaltan sobre su piel bastante blanca, ahora tostadita por las horas de solárium en la piscina. Recién levantada, el pelo se encontraba desgreñado parecía una bruja, pero peinada era otra cosa… una mujer muy agradable a la vista, mis pómulos y labios incitantes y sus ojos siguen tan negros como cuando nació…, en fin, Alba pensaba que bien se merecía una buena paja de mi nieto… ¡¡Que pensamientos!!

<< ¿Acaso no podría ser yo quien sacase al chico de su aberrante amor incestuoso hacia su madre?>> Pensaba Alba quitando hierro a lo que tantas vueltas le había dado en todos estos años, Claro follar con la abuela también es incesto. A propósito… ¡La tiene muy rica!

Viene días primaverales y sus notas son un desastre, sus encierros comenzaban a ser muy largos y la falta de recreación un problema. Lo encaró y lo convenció de la necesidad de que le ayude en algunas materias, a fin de poder salvarlas e ir preparándose para los exámenes, le pidió que la acompañe tras la cena viendo algo de cine juntos… dejó que él elija el tema, y que conversaron un poco más. Desde que llegó de las últimas vacaciones con su madre las dificultades para entablar una dinámica familiar resultaba complicada… ya habían dejado de compartir el aseo de manera habitual y él se había trasladado a otra habitación. Alba creía que al estar en casa, solos, iba a ser su compañía pero hasta ahora no lo había logrado en esos meses desde Navidad.

Como premio esa noche, dejó la puerta de su dormitorio entornada.

Trató de estar atenta a su llegada pero se durmió profundamente, resultado, su regalito todavía estaba tibio cuando despertó, le embadurnó la raja del culo y fue tanta leche que llegó al coño… sin duda su nieto se estaba convirtiendo en un semental de tomo y lomo.

Esa noche se sentaron ambos en la sala, su abuela no sabía cómo abordar el espinoso tema de esa atracción mutua que los embargaba…era difícil plantear una relación incestuosa pero intensa y apurada que ambos necesitaban, ella por su larga abstinencia y él por haber entrado en esa etapa nueva de su vida de cambios. Alba le pidió a Pipe que la acompañara con un vino, el nieto le obedeció y sacó de la nevera una botella de vino espumoso que estaba frío y delicioso. Alba le dio un trago a su nieto y propuso un brindis, se sentó en el sofá principal que era grande y mullido…, Pipe se sentó frente a ella en un sillón y ambos brindaron. Hacía un calor sofocante y la resaca de Alba necesitaba un poco de licor para mitigar esa sed que no sabía si era de licor o de sexo. Para el chico era de los primeros tragos con alcohol que tomaba en su vida… la inexperiencia o tener la boca reseca por los nervios que lo consumía, hizo que se tomara el trago muy rápido




La temperatura seguía aumentando y la concentración de alcohol en el torrente sanguíneo de esos amantes impetuosos iba propiciando una situación ineludible. Alba todavía con su bata de dormir y aduciendo un calor insoportable, desato el nudo de su pequeña vestimenta y sus tetas se desbordaron fuera de la pequeña prenda. Pipe no podía sustraerse a esas enormes masas que eran sus juguetes de entretenimiento mañanero. Alba antes que turbada, se sintió complacida de generar ese morbo en joven nieto…, sin querer nuevamente la erección del chico fue apretando la ropa interior. Alba degustó la última porción de vino y le pidió a Pipe un nuevo vaso de espumoso, el nieto fue a la nevera y sirvió dos tragos más, cuando fue a llevarlo al sofá Pipe quedo frente a Alba, la abuela notó la tremenda erección de su nieto, le tomó el vaso y lo colocó en la mesita de la sala sin dejar de mirar el abultado paquete que ese jovenzuelo era imposible de aminorar, ya que tenía vida propia con decisiones contrarias a su mente.

La abuela, tomó los calzoncillos de su nieto con sus manos, y en un arranque de lujuria bajó la prenda para dejar frente a ella la verga erecta. Alba lo tomó a dos manos el extenso cipote de su nieto, y agarrando fuertemente ese cilindro apetitoso de carne dura como hacía años no gozaba. Se acercó poco a poco dándole pequeños besos por la barriga hasta llegar al pubis y de ahí lo llevó a su boca y empezó a mamar esa polla con deleite y fruición… parecía una chiquilla saboreando su golosina preferida. Pipe empezó a sentir que le temblaban las piernas, su abuela le daba pequeños golpes con su lengua sobre el prepucio gozando ambos de ese máximo esplendor… para su edad, era una polla muy larga, ya que le medía unos 17 centímetros y sobre todo llamaba la atención que fuera bastante gruesa, de difícil circundar con los dedos de una mano al alrededor del tronco.

La cogió con la mano derecha y la descapulló con sus labios, separó su boca y tiró un gran hilillo de saliva sobre el prepucio que bajó por todo el tronco hasta los huevos. Con la otra mano empezó a moverle los huevos mientras le miraba a los ojos. Su abuela le dijo… “Cariño, ponte cómodo que la mamada de hoy no la vas a olvidar en tu vida” Pipe se sorprendió de sus palabras, ya que su abuela no solía decir cosas parecidas, pero ahí se notaba que estaba muy caliente, y ambos en la intimidad de su hogar era una franquicia que ninguno deseaba dejar pasar… Su lengua se paseaba por la polla mientras cogía con fuerza el tronco y lo apretaba, con su otra mano estiraba de los huevos hacía detrás. Desde arriba se veía como la saliva caía por toda la polla y por su boca, cada vez había más y llegaba hasta el culo del chico. Pipe se estaba excitando muchísimo y el pensar que alguien como su querida abuela le estaba haciendo algo que se suponía prohibido, los excitaba mucho más a ambos.

Alba le cogió las manos a su nieto y me las puso en su propia cabeza, enseguida supo lo que ella quería… follarle la boca igual que le había follado por el coño.

Se encendieron más aún, así que la cogió de la cabeza y poco a poco le introdujo la polla lo más dentro que ella permitía en su garganta… al final entró toda, su nariz estaba pegada al pubis, y notaba como la punta de su lengua le tocaba sus excitados huevos. La tuvo unos segundos así hasta que se movió hacía arriba sin sacársela de la boca, para repetir el movimiento de la follada oral. Ella abría la boca para respirar, pero no llegaba a sacarla, sus dos manos masajeaban los huevos su amado nieto, los estiraba, los movía, pero su lengua no dejaba de moverse con la polla dentro de su boca sin dejar de masajear los gordos testículos de Pipe. Era un placer que no solía conocer de primera mano, pero le estaba encantando con locura. La cantidad de saliva que caía sobre el sofá era incontrolable, se veía unas pequeñas lagrimitas en los ojos de Alba, y sus pelos pegados en su frente por el calor eran más que evidentes, pero no podía parar de follarle la boca a su abuela que no solo no replicaba, sino que no de amedrentaba ante los golpes secos de la follada oral que le estaba dando su nieto… ella sabía que el chico se hallaba a punto de correrse.

En un acto de benevolencia, miedo o vergüenza, le dijo que se iba a correr, y ella lo sabía…, lo sujetó del culo y tiró hacia dentro de su garganta como diciéndole que le follara la boca hasta acabar con su leche en el estómago de su abuela. Pipe continuó con el vaivén incontrolable. Su polla empezó a hincharse y el adolescente emprendió un resoplar con fuerza. Las gotas de sudor caían por su frente, hacía muchísimo calor, pero estaba muy excitado y necesitaba acabar. Sin más miramientos, sujetó la cabeza de su abuela y se empezó a correr en su galillo…, un potente chorro de semen salió de su polla directamente a la garganta de la veterana, las manos de Pipe quedaron quietas mientras me corría con la polla bien dentro de su boca. Seguía escupiendo semen dentro de la abuela, y notaba como ella succionaba el capullo con intención de extraer cada gota de engrudo. No salía nada por sus labios, estaba tragándoselo todo. Poco a poco, notaba como cada vez su dura polla iba perdiendo esa dureza, pero Alba no dejaba de succionar y de pasar su lengua por toda la longitud de la polla y huevos. Los latidos del corazón del chico iban bajando poco a poco sin dejar de mirar a los ojos de su abuela y los de ella a los de su nieto… disfrutaban con todo aquello, era un momento bello de pura intimidad y complicidad entre abuela y nieto.

Alba paró un momento y quitándose completamente la bata quedó desnuda frente a su nieto, lo haló hacia el sofá y abriendo sus piernas llevó a Pipe para que le chupara su jugosa vagina…el nieto enloquecido empezó a darle a la abuela un sexo oral que no le había dado nadie, pasó su lengua por mi coño empapado. Tenía unas ganas locas de que le comiera también las tetas como le hacía cada mañana, pero aquel jodido niño no era tan experto como para llevarlo todo para adelante… la veterana se debía conformar con una comida de coño nada más. Iba a conformarse con que le comiera el coño, pero se había olvidado que la puta era ella. Pipe se arrodilló ante los muslos de su abuela y si esperar a que el chico se decidiera, Alba le metió el coño en la boca a su nieto. Era su primer coño y no sabía qué hacer muy bien, sacó la lengua y ya se encargó ella de meterla y sacarla de su coño, de frotar sus labios y su enorme clítoris en la boca y cara del chico. Al ratito sintió que la lengua de Pipe le trabajaba muy bien su coño. << ¡Cómo mamaba el puto niño!>> Pensó la abuela afortunada. Le lamía un labio, le lamía el otro, le follaba el coño con sus dedos al lamerle el glande de su pepita… no había mucho que enseñarle a ese crío. Tiempo después y sin avisar, Alba, comenzó a correrse en su boca… él empecé a sentir que se corría su abuela en la boca. La oyó decir… ¡Me corro, que me corro Pipe! Y notar a la vez el caldo de ella.

Desahogados ambos, el miembro viril del nieto recobró vida en esos momentos de sexo oral a su abuela…, ella se alegró y entusiasmó. Ambos se fundieron en un abrazo de pasión. Pipe tumbado sobre su abuela y esta abrazando con fortaleza a su nieto, notaron sus sexos pujar uno contra el otro, se buscaron de inmediato sin necesidad de utilizar las manos, solo con el juego de cadera de ambos, y una faena impetuosa, delirante e inacabable surgió entre los dos amantes. Alba se sentía como una puta desenfrenada que quería más y más verga, y él chico había encontrado el maná del placer a tan temprana edad, cuando sus amigos solo soñaban con tocarle las tetas a alguna despistada entre juegos, durante las clases de educación física… Pipe había culminado follándose un coño y llenándolo de leche.

El joven adolescente con el ímpetu de su juventud, complacía la lujuriosa hembra veterana. A esas alturas, para ellos ya no había consanguinidad, no era el nieto y la abuela eran dos amantes impetuosos que no se satisfacían con minucias, sino con todo el inmenso placer por completo del orgasmo llegó pleno y compartido. Los alaridos de pasión y sexo henchido llenaron la estancia durante horas…descansaron un rato tras la cópula donde de nuevo brotó el semen por la verga del joven hacia el coño de su abuela, que se entregó generoso a ser su incansable anfitrión. Tomaron dos vasos de vino espumoso, Alba quería darle algo más a su nieto, por ese motivo empezó a mamar de nuevo esa verga que se fue alzando hasta llegar a su máxima extensión…. Alba le pidió a su nieto que se lo metiera de nuevo por el calenturiento coño ambicioso. Pipe nuevamente empezó a cabalgar a esa briosa potranca. Cuando la fogosa abuela se hallaba más excitada, se sacó el inmenso miembro de su nieto, se dio vuelta, y colocándose a cuatro patas al estilo perra, le dijo a su nieto que se lo metiera por el culo. Era un tesoro que no le había ofrecido ni a su marido pero su nieto lo merecía todo, y además de querer conocer esa parafilia deseaba sentir, al menos una vez en la vida, cómo era la sensación de tener una verga en el culo.




Pipe no puso reparos y después de lubricar ese culo virgen se dio a la tarea de dilatar el pequeño orificio trasero… su lengua, sus dedos y su boca fueron eliminando la opresión del ano, liberando el principal obstáculo de ese bello anillo… se agrandó apara ofrecer un sagrado recinto para alojar su apetitosa verga. Una vez que el agrandado y duro glande venció la resistencia inicial de ese esfínter virgo, el resto fue muy fácil. Pipe sintió esa diferencia entre la opresión de una vagina y la estrechez de un culo virgen, y esa sensación le dio un impulso adicional para echarse el polvo de su vida. Pipe metía y sacaba el vástago a modo de máquina de tren a todo gas, con tanta fuerza, que Alba sentía que subía y bajaba al cielo…no aguantó más y al sentir el pistón de la verga de su nieto en sus entrañas, empezó a masturbarse en sincronía de movimiento lujurioso, hasta que el orgasmo los arropó en un éxtasis indescriptible. La corrida del chico llenó de esperma caliente, lechosa y espesa el culo de Alba que sintió esa derramada de su nieto como una fuente que refrescaba su vida, transportándola a sus años mozos, cuando su coño se encontraba en el mismo estado que su culo en estos momentos… hambriento de pasión…, luego vino la calma de dos amantes que antes de arrepentirse de su incestuosa relación estaban pensando desde ya en buscar nuevas emociones y recuperar el tiempo perdido, sin embargo antes, siendo juiciosa, dejaría que las aguas se calmasen y dosificar el ímpetu adolescente y efervescente de su nieto.

Esa mañana se puso solo un camisón blanco de algodón y va a preparar el desayuno. Nada, todo muy normal, pero no apartó su vista de mis tetas bamboleantes que se movían libremente debajo de la camisola.

Al llegar del instituto, almorzaron, sugiriéndole de estrenar la temporada de piscina,

- La preparé pensado en los días tan agradables que vienen, hay que aprovecharla, si quieres puedes invitar a tus amiguitos a disfrutarla.

Se pone unas bermudas gigantes, la verdad le quedan horribles, y ella un bañador completo nada provocativo. Se sentaron al sol un rato y luego se fue al agua, volvió, casi de inmediato tiritando porque el agua estaba muy fría. Lo cubrió con su toallón y lo dejo apoltronado al sol.

- Sí…, en mayo hay que esperar unos días para que se entibie con el sol, el domingo si sigue el buen tiempo estará agradable.

Le retiró el toallón y apareció una enorme carpa en la entrepierna de la bermuda, lo ignoró y siguió leyendo su libro. Pensaba, << Este chico es una bestia, como la tendrá de grande>>, y así se quedó sintiendo que se le humedecía el coño… << Son demasiados años sin probar una verga y estoy más salida que una nena de quince>> pensaba, su incomodidad le llevó a protestar por el peso del libro, e irse a cambiar, sin antes aliviarse en el baño su cada vez más frecuente calentura… el mango del cepillo de pelo es perfecto, suave, redondito y de un grosor nada dañino… entró hasta chocar con la rasqueta de pelos.

A la cena le dice creer tener la solución al peso de tu libro…

- ¿Que?

- Sí, dámelo que te lo escaneo allí, verás que bien te resultará leerlo en la Tablet.

Pensó por fin, le dice algo que signifique que la tiene en cuenta además de pajearse con su culo.

En su tarea investigadora pudo reconocer fotos suyas en malla, y dos desnuda una acostada de espaldas y otra donde se aprecian sus tetas, panza y coño pulposo… le extraña la visión que tiene alguien que puede mirarla, desde su punto de vista se veía de otra manera. No encontró referencias que le llevaran a ver nuevos contactos con las fotos de su madre.

Alba se sentía aliviada y a la vez orgullosa, ¡¡le estaba quitando el amante a su hija!! Ahora, el próximo paso era conquistarlo definitivamente y disfrutar de ese aparato tan inmenso que había provocaba tal carpa en sus bermudas.

Esa mañana se puso solo un camisón blanco de algodón y fue a preparar el desayuno. Nada, todo muy normal, pero no apartó su vista de sus tetas bamboleantes que se movían libremente debajo de la camisola.

Al llegar del instituto, almorzaron y le dijo

- Hoy vamos a estrenar la temporada de piscina, la acondicioné y como vienen días agradables hay que aprovecharla, si quieres puedes invitar a tus amigos a disfrutarla.

Se pone unas bermudas gigantes, la verdad le quedan horribles, y ella un bañador completo nada provocativo. Se sentaron al sol un rato y luego se fue al agua, volvió, casi de inmediato tiritando porque el agua estaba muy fría. Lo cubrió con su toallón y lo dejo apoltronado al sol.

- Sí hijo…, en mayo hay que esperar unos días para que se entibie con el sol, el domingo si sigue el buen tiempo estará agradable.

Le retiró el toallón y apareció una enorme carpa en la entrepierna de la bermuda, lo ignoró y siguió leyendo su libro. Pensaba, << Este chico es una bestia, como la tendrá de grande ya… hace tiempo que no se la veo y está en continuo crecimiento>>, pensaba alba, y así se quedó sintiendo que se le humedecía el coño, cual fuente de manantial… son demasiados años sin probar una verga, y estaba más salida que una nena de quince. Su incomodidad le llevó a protestar por el peso del libro, e irse a cambiar, sin antes aliviarse en el baño su cada vez más frecuente calentura… el mango del cepillo de pelo es perfecto, suave, redondito y de un grosor nada dañino… fácil de apurar hasta la raqueta de pelo.

A la cena le dice creer tener la solución al peso de tu libro…

- ¿Que?

- Sí, dámelo que te lo escaneo…  verás que bien te resultará leerlo en la Tablet.

Pensó que por fin algo significaba para él, teniéndola en cuenta además de pajearse en su honor, en su culo o de aquella follada que nunca confesó a haberla dado. En su tarea investigativa pudo reconocer fotos suya en malla, y dos desnuda… una acostada de espaldas y otra donde se aprecian sus tetas,  panza y coño pulposo. Alba se extraña de la visión de alguien que la mira, desde su punto de vista se ve de otra manera. No encontró referencias que la llevaran a ver nuevos contactos con las fotos de su madre… la nuevas carpetas de vacaciones ya no mostraban nada de ella, y de las otras… tampoco. Se sintió aliviada y a la vez orgullosa, ¡¡le estaba quitando el amante a su hija!! Ahora, el próximo paso era conquistarlo definitivamente y disfrutar de esos genitales tan inmensos que provocaban tal carpa en sus bermudas, hechos para el goce sexual. ¡Habían sufrido un despunte bestial!

Cada día estaban más unidos, incluso le contaba los pormenores de sus relaciones en el instituto, le decía que hay pandillas, y como él es nuevo lo rechazan, que las chicas son unas busconas… primero buscan y luego van denunciado acosos, con las consecuencias que eso trae para los chicos. Estaba mejorando algo en sus estudios y se aplicaba más en lo que Alba le trataba de enseñar, ponía más atención. Sentía que le daba más bola, si hasta se ponía cariñoso, cosa rara en un chaval de esa edad para con su abuela… quizás retomando las costumbres de complicidad de antaño

Como se aproximaba el cumpleaños de la abuela, preparó unos adornos porque había invitado a su hija y a Mario, su nueva pareja. En el último momento se disculparon y no vinieron, creo que ese fue un corte definitivo para él con su madre, le cayó muy mal y lo mismo dijo…

- Sin ellos mejor nos vamos a divertir más.

¿Que habrá querido decir? Por allí se le propasa a la abuela, que bueno sería si estaba dando un giro a su vida, olvidando los placeres perdidos con su madre, para reencontrar los de la abuela, otra vez. Creo que esa descortesía de su madre, fue el momento de inflexión para su nieto y comenzar a mirar a otras mujeres como blanco de sus deseos. A la llegada de su nieto, había dejado la costumbre de tomar cerveza con un chorrito de vodka, solo lo acompañaba con sus gaseosas preferidas pero esa noche se decidió a volver a su bebida, al menos por ese día.

Pipe lo acompañó y lo mareó, al final recostado sobre sus tetas se le durmió tras contarle sus desdichas amorosas y haber confesado que se había enamorado de su madre, pero que ahora estaba tratando de conquistar a su nuevo amor. No llegó a confesar quien era la elegida, supuso ser ella. Pero estaba tan profundamente dormido que lo dejó descansar sobre el sofá, se fue a su cama, se desnudó y se hizo una flor de paja, ¡Umm! Dejó la puerta bien abierta. Esperanzada. Al levantarse, las sabanas estaban secas, y él seguía durmiendo la mona en el sofá. Ella desnuda lo sacudió, pero solo murmuró algo y se dio vuelta. Se indignó… se estaba entregando y él la ignoraba.

Al día siguiente se había ido al instituto, raro, tendría un buen dolor de cabeza por la resaca de lo que había tomado. Yo por su parte con solamente una camisola, se pone a preparar algunos maceteros en el jardín. La cerveza para ella es un fuerte diurético y como estaba sola se agachó a mear como hacía tiempo había dejado de hacerlo. En plena faena escuchó pasos y se encontró a Pipe frente a ella… observaba como meaba. La abuela no atinó a cortar el chorro, así que siguió, pensando bueno aquí seguramente comienza todo de nuevo.

Se levantó, se disculpó y le dijo…

- Sabes, es la cerveza que me arrebata y no me da tiempo a llegar al váter.

Como contestación tan solo le dice…  

- Abuela, ¡Qué gordo largas el chorro de la meada…! ¡¿Y parece que al césped no le hace mal?!

- No hijo no le hace nada malo al parecer… simplemente lo riego.

- ¿Y yo puedo hacer lo mismo…?

- Sí claro, hijo… adelante sin cortarte, dale una regada a esas petunias mustias.

Sin darse la vuelta saca su polla y mea ante la mirada atenta de Alba. Por la posición lo vio todo, y el muy descarado hasta se sacó los huevos por fuera del pantalón.

- ¡Joder, abuela, yo también tenía ganas! No sabía que el alcohol diera ganas de mear con tanta cantidad…

Así como llegó se fue, quedó desconcertada. En el almuerzo vuelve sobre el tema…

- ¡Qué vergüenza que me hayas visto echar la meada, y ver todo el culo y el coño!

Me mira diciéndome… - Lo tienes muy atractivo…

- Vamos nene, ya soy pura arruga… yo ya solo soy una vieja sin mucho atractivo.

- No creas, estas muy bien, a mí me gustas mucho.

- ¡Claro, soy tu abuela! ¡Qué vas a decir tú!

- Y también una mujer guapa y sexy.

- No pensaba que me pudieses ver como mujer, a mi edad… ¡Eres tan joven!

- Abuela, a muchos chicos nos gustan la mujeres maduras, a más de los que puedas pensar… o  no te diste cuenta de cuanto me gustas con la leche que me haces sacar.

Y allí le cuenta de sus pajas al verla desnuda y que sabe que ella lo sabe.

- Siempre creí que era mi flujo… lo tengo tan espeso y abundante.

- ¡¿Abuela?! No me engañes… estoy seguro que sabes distinguir la leche que sale de los cojones de un macho, a la del flujo vaginal, solo por el olor.

Sin pensarlo un instante más, sacándose las bragas se la da y le pide…

- Revísalas a ver si mis jugos no son abundantes y espesos como te digo.

 El chico se queda parado ante tal descaro, las huele, las acaricia…

- Me las quedo para mis pajas.

Mira a su abuela y se da la vuelta para marchase… rápidamente se encuentra en su cuarto.

Por un instante se arrepintió, Alba pensó que fue muy fuerte lo que le hizo… mucho más lo que él interpretó con su donación. Enseguida va a verlo, abre la puerta, lo encuentra en bolas gimiendo por una paja que se estaba haciendo, a la misma vez que olía y chupaba sus bragas…

- Hijo, ¡¿Qué haces aquí tan solo…?! No sabes que es de mala educación dejar a tu abuela sola con las ganas.

Se quita la camisola, se subo sobre él y le pide que le coma la fuente de donde salió todo ese olor que tiene impregnado en las bragas…

- ¡Toma chúpamelo a mí directamente, no a ese trapo usado!

Miró su verga, que es tan grande como solo imaginaba… no era una polla normal para su edad, y justo de su cabeza emanan ya unas gotas precursoras a la espesa leche blanca almacenada en sus tremendo par de huevos. Se inclinó a tomar ese néctar, pero apenas llegó y lamió con a punta de la lengua el agujerito de la uretra, contorneó el glande deleitándose, y finalmente se metió la polla en la boca. Quedaron en un 69 perfecto. Con avidez y torpeza le lengüetea, chupa, mordisquea sus labios vaginales… la vulva al completo y el clítoris… no le pudo aguantar y lo riega con sus jugos que salen en cada gran convulsión. Su nieto le estaba sacando una corrida gloriosa… Su primer polvo. Había sido muy rápido por lo salida que estaba de tantos años en el dique seco, y el deseo contenido de todos ese tiempo deseándolo…. De su polla que no dejó de estar dura, al poco tiempo esperaba otra dosis de lefa caliente que moje su garganta… tenía ganas de saborear la leche de su macho, esa rica y suave leche riquísima de juventud que tanto añoraba y tanto apreciaba.

Por fin pudo tener en sus manos aquella polla de su propio nieto que tanto había deseado volver a disfrutar… ya no era la verga de un niño, sino de un adolescente casi adulto. Él con mirada de duda y asombro seguía, ella estuvo acariciándolo por unos minutos, deleitándose con la suavidad de su piel, fue cuando a la vez que lamía su cabeza, bajaba y subía el prepucio por toda la dura verga completamente. Al darme cuenta que esa era la erección plena, no esperó más e inmediatamente se la llevó a la boca…, comenzó besándola y poco a poco inició a mamársela, primero lentamente aumentando la velocidad. Cuando la polla entraba totalmente hasta su garganta, escurría saliva… Alba miraba el rostro de su nieto mientras procedía a la mamada, un rostro que pasó de confusión a placer enorme. No saben el morbo que sentía al tener en su boca la verga de su propio nieto, se sentía como toda una PUTA con todas sus letras y le gustaba. Fueron sin duda momentos de gloria para ambos. Ya habían pasado más de cinco minutos mamándosela pero continuaba aguantando un poco más cerca de llegar a los diez.

- ¡Joder abuela, no pares ya no aguanto más… me voy a correr!

- ¡No importa hazlo mi amor! Córrete dentro de mi boca, Le contestó.

Justo en ese instante dio unos gemidos, y largó un grueso chorro de lefa, luego otros cinco hasta que vacío todo su semen dentro de la boca, no se imaginaba lo rico que era sentir ese líquido caliente y sabrosísimo en las papilas gustativas. Se tragó toda la leche, aun así retirada la verga, escurrieron por sus labios unas gotas de semen que no pudo tragar.




Echados de lado en la cama le acaricia las tetas, a poco que se las mimó se le irguieron  los pezones como un par chupetes, se los coge y le mira pidiéndome permiso para hacer lo ha hecho los últimos tiempos cada mañana… ahora se los ofrece sin ningún remilgo…

- Hijo nada de pedir, toma todo lo que desees de mí, todo lo que tiene tu abuela es para ti…TODO Y EN EXCLUSIVA… y lo mejor es que a tu edad os encanta correros bien dentro de las chicas, y con tu abuela lo puedes hacer sin problema.

Se las chupa como hacía muchísimo tiempo nadie lo hacía, quizás la última que me lo hizo  tan bien fuese su tía o su madre cuando eran unas bebitas. Le estaba viniendo otro orgasmo, asombrada de su reacción. Pipe para y le dice mientras le pajea su abuela…

- ¡¿También podré follarte cuando quiera…?!

- Claro cuando quieras… tengo la veda abierta entre mis piernas… solo para ti.

- No sé si lo haría bien, no quiero fracasar con una mujer como tú tan experimentada... ¡¡Yo apenas sé follar, y tú has estado con tantos hombres…!!

- Por eso no tienes que preocuparte yo te indicaré como tienes que follar a una mujer… lo aprenderás rápido y lo harás de maravilla. ¡Conmigo podrás entrenar las veces que desees! Sé que casi siempre vas a acertar, pero podrás fracasar sin temor a que nadie te lo eche en cara..., para eso somos familia, debemos apoyarnos en lo bueno y en lo malo ¡Aunque ya te digo, cariño, que con tu abuela siempre lo harás bien, lo hagas como lo hagas!

- Gracias por tu confianza abuela, creo que nunca tendría mejor esparrin.

- Así es… Y hablando de pelea, veo que ya la tienes bien dura… cuando quieras súbete y me la metes, te iré ayudando a que sea excitante y bonito entre los dos.

Se acomodó y él sobre ella, le preguntó la abuela dejando la iniciativa al macho…

- ¿La pones tu o te la guio hasta la entrada mi coño?

- Guíala tu abuela, temo no saber dónde tienes el agujero del coño…

- ¡Ja,ja,ja! ¡¡Si te equivocas, me la das por el culo!!

Se puso rojo y sonrió.

- Bueno amor luego la pondrás allí algún… también te gustará. Por lo apretado que está vas a sentir igual o más placer que metiéndomela en el útero.

Lo guio hasta la bocana. La abuela siente como se cuela su glande dentro ella, la tenía ardiendo, que emoción siente la veterana… desvirgando a su nieto. Mil pensamientos rondaron en su mente, miles en la del chico que percibe el calor húmedo de la vagina afectuosa de su abuela en todo el tronco de su polla. Para Alba, desde aquella dolorosa penetración donde le destrozó el himen, aquel chico que imaginaba hasta ese día que era mi príncipe azul, y luego odiaba por lo que me había hecho, sobre todo porque ni le dejó gozar cuando ya él se había descargado y huido por miedo. Ensangrentada se tuvo que arreglar sola, y poner hielo para bajar la inflamación por la calentura, nunca supo muy bien diferenciar que era lo que ocurrió, pero estuvo dos días con la vulva y el clítoris excitados.

Recuperó rápidamente las ganas, pero el mocoso se corrió en poco tiempo bien dentro de la abuela. Le pidió a su amor que se quedara dentro un poco más tras correrse…

- No la saques, necesito disfrutar de ti un poco más dentro de mi coño…

Seguía bastante dura, la movía lentamente en lo profundo de la vagina, y ella lo acompañaba con su cuerpo, hasta que por fin logra alcanzar su primer orgasmo con su polla dentro… enloquece tanto, que sus convulsiones hacen que la verga se salga por dos veces… temía haberlo asustado con sus desfases sexuales de puta salida, sin embargo el chico la clavó de nuevo agasajando a su abuela y dejándola terminar su larga e intrigante corrida.

Luego se la limpió por completo con su boca y quedaron juntos, sudados y rendidos.

Como era de suponer le preguntó cómo la habían desvirgado, Alba le contó con detalles todo lo que sucedió y el pobre ángel se excitó tanto que se puso de nuevo empalmado como un palo de bergantín mientras relataba lo ocurrido entonces…     

… Comienza el día que se me ocurrió contarle a mi madre que a mi edad mis dos únicas amigas habían dejado de ser vírgenes. La causa de esto era que se habían acostado con los hombres mayores de sus familias… (Era costumbre desflorar a la niñas por parte de sus padres o tíos cercanos), dado que en aquellas montañas olvidadas de Dios, los jóvenes adolescentes eran escasos y complicado conocer a chicos de tu edad. Los vecinos más cercanos estaban demasiado lejos en la dispersa geografía del lugar. De tal modo que tener sexo sin casarse era algo habitual por esos lares, que las primeras experiencias fueran en el entorno del hogar familiar, lo normal, e incluso tener hijos sin padre reconocido aun siendo conocido, también. Mi madre era consciente que con dieciséis me tocaba la pepita con demasiada frecuencia y mis ganas de sexo eran más que evidentes para mi madre a ver mi comportamiento con papá. Ella sabía que mis dos amigas ya habían tenido sexo con sus familiares, y que yo era la única que seguía siendo virgen, por entonces la vida era de otra manera… más primitiva, más simple, más orgánica y menos problemática.

Recostada en el sofá viendo uno de los dos canales de televisión disponibles en blanco y negro, escucho llegar la furgoneta Citroën C5 de mi madre que regresaba de hacer la compra semanal en el pueblo, ese día en compañía de mi padre. Me acerco y al ver que era mi padre lo saludo con un beso.

- Hola hermosa ¿Cómo estás?

- Muy bien papá… ¡Qué alegría verte tan temprano en casa!

- Hija, anda para la sala de estar que tenemos algo que decirte.

- Bueno, mamá.

Volví al sofá y ellos al rato me acompañaron. Él estaba sentado en el medio de las dos, yo a su izquierda y mi madre a la derecha de mi padre en medio.

- Tu madre me contó algo de ti.

- ¿Qué cosa?

- Me dijo que tus amigas han dejado de ser vírgenes y tú quisieras dejar de serlo…

Yo me puse media tímida y le respondí que sí.

- No te pongas así, todas las mujeres en algún momento se quieren iniciar en el sexo… y en estas montañas las posibilidades de encontrar a un chico son escasas.

- Papá tiene razón hija, yo también pase por un momento así.

- Quizás yo te pueda ayudar, igual que los padres de tus amigas a ellas…

- ¿De qué manera?

Fue una pregunta tonta, porque yo ya me imaginaba como iba a ser aquello, había visto muchas veces a los animales aparearse… perros, caballos y a los toros follándose a sus hembras. Él miró a mi madre y ella le hizo un tipo de seña a lo cual él respondió bajándose los pantalones y el bóxer quedándose desnudo. A mí me dio un poco de vergüenza verle en pelotas por primera vez ante mí… quedé viéndolo asombrada. Mi madre agarró su polla y empezó hacerle movimientos de masturbación. Su polla ya de por sí grande, pero flácida hasta ese momento, se fue agrandando cada vez más dentro de la boca de mi madre…  fue algo que vi desde el principio haciéndose más larga y gorda, que casi ya no le cabía.

- ¿Te gusta hija? Me dijo soltando un chupetón en el glande de mi padre.

- No sé qué decir.

- Mira que grande que es, ni los padres de tus amigas la tiene así… papá es el macho mejor dotado de toda la comarca…

- ¿Enséñale como se hace? Dijo mi padre a mi madre

Ella se agachó un poco y empezó a hacerle una mamada en frente de mí.

Antes que continuar debo decir que mi madre era una diosa a sus 40 años, y siguió teniendo  un hermoso cuerpo y un hermoso pelazo hasta bien entrada en los 70 años… ambos follaban aun siendo viejos.

- ¡¡Qué bien me la chupa tu madre! Decía mi padre. ¡No hay otra en toda la comarca!

Mi viejo padre debía haber probado a unas cuantas mujeres a lo largo de todo el valle, y según él, mi madre se la chupaba como una profesional y yo debía mirarla para aprender un poco. En un momento ella sacó su lengua y empezó a lamerle el tronco de esa verga inmensa y los enormes huevos colganderos, mientras me miraba a los ojos.

- ¡¡Es tu turno hija!!

Ella soltó la polla de mi padre y ahora me tocaba a mí. Se la agarré y empecé a tocársela a la vista de mi madre. Ellos luego empezaron a besarse mientras yo seguía tocándosela.

- Dale hija, anímate.

Yo fui bajando mi cabeza y a medida que me acercaba a su cipote iba abriendo mi boca para metérmela. Cuando ya la tenía el gordo cabezón en la boca, empecé a chuparla como si fuese un helado.

- Sigue así hija… apriétala fuerte con los labios, eso le encanta a tu padre…

Mientras se la chupaba veía como los dos se besaban con pasión y mucho amor. Luego con sus manos agarró todo mi cabello y empezó a hacer fuerza para que me la trague toda.

- Lo estás haciendo muy bien hija.

Decía mi madre mientras me aplaudía y luego besaba a su marido en agradecimiento a su entrega en el sexo familiar. Yo me tomé un respiro y ahora era mi madre la que se la estaba chupando. Él me agarró de la nuca y empezó a besarme como lo hacía con mi madre. Cosa que me gustó mucho hacer… sentir los varoniles labios y lengua de mi padre me puso muy puta. Entre tanto nos besábamos y me sobaba las tetas, mi madre seguía chupándosela. Al dejar de hacerlo, me saco la camiseta y después el sujetador. Me agarró fuerte de la cintura y empezó a chupar mis pezones. Eso me excito bastante.

- ¡¡Que rica estás hija!!

- Salió a su madre.

Luego mi madre y yo empezamos a lamerle la polla a la vez mientras él nos tocaba el culo.

- Sois mis mujeres favoritas.

- Gracias, amor… siempre tendrás a dos hembras, dijo mi madre mientras sonreía.

 

Continúa...


 

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