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UNA HISTORIA DE AMOR. Y si tú no has de volver...

    "Y si tú no has de volver" 1ª PARTE "Una para el otro y otra para el uno". Esa frase la repite una y otra vez mi ...

Acosada 2/3

 


EL MEJOR 69 DE SU VIDA. Sabiendo que Fabiola estaba totalmente nublada producto de las nuevas sensaciones a la que su cuerpo era sometido, el viejo aprovechó la situación y llevó hasta el sofá, donde la jovencita le había regalado los mejores pases de modelo de su vida. Tumbó primero a Fabiola, la jovencita pensó que el viejo se tiraría encima de ella para besarla, y automáticamente cerró sus labios y ojos, pero grande fue su sorpresa cuando los abrió y vio la enorme verga del viejo apuntándola, cerca de su rostro.

La arrugada cara de este se acercaba a su zona intima, a un tiempo. El viejo bajó hasta las rodillas, la pequeña ropa interior que le quedaba a la nena, estaba sorprendido del espectáculo ante sus ojos, y es la vulva de Fabiola estaba totalmente depilada, ya lo había sentido con sus dedos, pero verlo tan cerca era un espectáculo totalmente distinto.

Tras apreciar el espectáculo, como si su vida dependiera de ello, se echó a pasar su boca y lamer todo el coño de la jovencita, haciendo que esta se retuerza de placer

-      Ufff ahhhh ahhhh doooon Romu….loooo no haga es….ahhhhhhhhh

Las leves quejas de Fabiola eran ignoradas por el vejete que se daba un tremendo banquete, mientras ella levemente se dejaba llevar por la hábil lengua del veterano, y recordaba que hace mucho que no hacía un 69 con su novio. El imponente falo del longevo vecino ya se encontraba golpeando uno de sus cachetes, tocando la puerta para que la sexy universitaria abriera la boca y se comiera tremenda pieza de carne, a lo cual ella aceptó, siendo homenajeada entre sus piernas, así que lo mínimo que podía hacer era devolverle el favor, aunque aún lo hacía tímidamente.

-      ¡Siiiiii!! Ricooo!! Ahhhhh!! Comamelaaa!! Ahhhh!! Asiiii!! Meta su lengua más dentro… más fueeeerte!!

-      ¡Qué rico coñito tienes zorra! Srrrpppsss….tan suaaave… Srpsssschtss…tan rosadaaa…srrrpsssss

Le decía sin poder parar de lamerle toda su vagina a imponente vecina provocadora. Fabiola por su parte empezó con unos pequeños besitos a la cabeza del glande y a los grandes y colgados testículos, pronto empezó a aumentar el ritmo y los besos se convirtieron en lamidas como si de un helado de chocolate se tratase, motivada por las pequeñas y placenteras mordidas en su más sensible. Hacer un buen sexo oral a una mujer es todo un arte, para su buena suerte la vejete tenía bastante experiencia con la multitud de putas a las que había estrenado antes de que empezaran a ejercer en su negocio, y sabía que lugares lamer, meter lengua o darles suaves mordiscos…. La joven sentía tanto placer que abrió su boca y el pollón del viejo se abrió paso, produciéndole arcadas por lo repentino que fue, luego se recompuso y motivada por lo bien que la hacía sentir el viejo, empezó a mamarle la verga lo mejor que pudo.

A estas alturas Fabiola ya había comenzado a menear sus caderas producto de las ricas sensaciones que estaba sintiendo…, el viejo sofá en el que estaban acostados rechinaba por cada mínimo movimiento que ellos hacían

-      ¡Mmmm…OOHhhh…nfsssss!… nfsssss!!… nfssss!!!

Eran los gemidos, más la sonora respiración de Fabiola por lo bien que era tratado su coño.

-      ¡¿Te gusta verdad?!

Consultaba el viejo entre jadeos

-      ¡¡Siiiiiii…!!

Confirmaba la caliente universitaria

-      ¿Quién te lo chupa mejor… tu novio o yo? ¿Yo o tu noviecito?

-      ¡Ahhhh ahhhh ufff usteeeed…usted es más puerco y eso…eso me encanta ufff!

La felación era mutua…, mientras el viejo pasaba su lengua hasta llegar a los alrededores de su virginal ano, la jovencita continuaba comiéndose la tranca venosa y deforme, del viejo… le encantaba estar con la boca llena de esa gruesa verga, las abundantes cantidades de saliva y baba que caían mezcladas con el sabor de la enorme verga del hombre. Le llegaban hasta sus tetas, donde ella misma se encargaba de desparramárselas con sus dos manos por ellas y vientre. Succionaba y chupaba la dura polla desesperada, la ensalivaba y se la pasaba ella misma por toda su cara. Todo lo que se había estado reprimiendo por semanas lo estaba soltando en esos momentos.

Habían pasado varios minutos, Fabiola ya se había olvidado de su misión principal que era hacer eyacular al viejo, de momento solo se dejaba llevar y disfrutar las ricas sensaciones que estaba sintiendo… a veces pensaba en… << ¿Dónde habría estado metida esa polla a lo largo de toda su vida?, seguramente dentro de decenas de coños de todo tipo de hembra…blanca, negra y oriental, grandes o estrechos… y ese glande atorando esa multitud de úteros y corriéndose en su interior… ¡¿Cuánta leche no habrá salido por el agujero uretra que en esos momentos lamía con la punta de su lengua?!>>  Al cabo de un par de minutos más chupando y succionando con fuerza el capullo de su vecino, llegó el esperado momento de drenar a ese veterano hijo de puta… sintió como su boquita era bombardeada por tres poderosos chorros de semen que llenaban completamente su cavidad. El viejo solo jadeaba sin gestionar ninguna palabra, como si fuera un animal se corría, mientras ella se los tragaba por no querer enfadar a un macho tan agresivo en estado de celo. Tanto semen como prometía, la polla de Rómulo eyaculó… ya iba por el sexto chorro y le había llenado por completo la boca de la universitaria…. Se negaba a tragarse toda la ingente cantidad de lefa espesa recién ordeñada de tan musculados cojones. Con un movimiento y un gesto hizo que el viejo satisfecho se moviera y la dejara libre la boca y finalmente poder tragase todo el contenido seminal que le atoraba la boca y en parte la cara…, con el capullo dentro no le permitía articular la lengua para ello.

La calentura del momento había pasado, Fabiola no solo se había dejado llevar y manosear por aquel acabado vejestorio, sino que también se la había mamado. Su mente era un desastre, se sentía la peor mujer del mundo por dejarse llevar por su calentura hasta tal extremo, pero su vagina lubricada era la señal de que ella no había sido obligada, sino que también era participe de este error producto de la calentura del momento y de no estar satisfecha con su hombre. Sabía que tenía que largarse de ese lugar antes de que no hubiera vuelta atrás…, para su buena suerte sus leggins, zapatillas y su polo aún seguían en el baño, lo único que le faltaba era su ropa interior, desgraciadamente el sujetador había sido roto por la calentura del viejo, y sus pequeñas bragas estaban totalmente mojadas. No tenía tiempo para pensarlo así que se cambió rápido sin la ropa interior, no le quedaba de otra. Por su parte el vejete se sentía en el cielo acababa de recibir la mejor mamada de su vida y esperaba continuar con la segunda parte que era hacerla suya completamente.

-      Oye mujer ¿lista para el segundo round?, ahora si sentirás la verga de un verdadero macho… a mi polla aún le queda cuerda para dar, y mis huevos no para de producir.

Pero grande fue su sorpresa cuando vio a Fabiola totalmente vestida

-      Oye ¿a dónde crees que vas?

Le decía mientras se ponía enfrente de ella con su verga totalmente erecta nuevamente

-      Por favor déjeme pasar

-      No te puedes ir preciosa, ¿no ves que la estamos pasando muy bien…?

-      Déjeme pasar o gritare y todo el vecindario escuchara.

Amenazo la joven totalmente decidida.

-      ¡hazlo! ¡Grita! que escuchen todos, que sepan que lo estoy pasando muy bien con la mujer más buena de todo el barrio, qué digo, de toda la ciudad jajaja. Chica no te harán caso, en este barrio me temen y pobre del que no.

-      Usted es un idiota nunca debí darle tanta confianza… ha abusado de mi bondad.

Dicho esto, la nena se movió rápido hacia la puerta y se alejó para desgracia del viejo que no la podía seguir ya que no veía donde había tirado sus pantalones, solo pudo gritarle ofuscado

-      ¡Sabes que esta no será la última vez que nos veamos, mujer que prueba mi verga siempre ha querido repetir! ¡Sé que volverás culona!

La infiel universitaria no quiso girarse a responderle, solo esperaba que sus vecinos no hubiesen escuchado, se dirigió a paso firme hacia su casa, sin percatarse del espectáculo que estaba regalando a todo hombre que se le cruzaba y es que ese polo ceñido sin sujetador era una tentación para cualquier hombre, ya que con cada paso se podía ver el movimiento libre de esas perfectas montañas de carne…, asimismo podían ver claramente los marcados pezones de la nena, además que sin su prenda íntima inferior, el leggins se le metía y era inútil tratar de disimularlo.

Justo en ese momento, por cosas del destino, el viejo heladero se encontraba rumbo a la plaza en la misma dirección que la jovencita, como todos los días de su rutinaria y aburrida vida…, cuando la sensual jovencita lo rebasó, era imposible no fijarse en ese imponente trasero embutido en el leggins apretado, el cual era imposible olvidar. Era la misma jovencita que hace unos días estaba en la plaza, el tamaño y el enorme trasero concordaban con lo que recordaba el fulano, que sin que se diera cuenta la nena, se dedicó a seguirla desde una distancia prudente.

Por su parte el viejo Rómulo, estaba frustrado por que se le escapo su presa casi entregada, no obstante sabía que pronto la vería nuevamente, ya que pensaba en darle una pequeña visita pronto. Tenía que pensar en la mejor estrategia para volver a tener ese monumento de mujer en sus manos. Miró al suelo y vio el sujetador roto de la jovencita, lo recogió y le dio una tremenda aspiración, recordando cómo se había merendado esas enormes masas de carne blancos, mientras lo hacía pensaba en la mejor manera de sorprenderla y hacerla suya….

 

DESQUITE CON SU NOVIO. Tras el corto trayecto de Fabiola de regreso a su casa, en todo el camino nunca miro atrás… le pareció más largo de lo que hubiera deseado…, entró y cerró con fuerza la puerta. Una vez dentro se apoyó en esta y se puso a recapacitar todo lo que había ocurrido. Estaba molesta consigo misma, se arrepentía de haber sido tan permisiva con aquel viejo, un simple juego “picaron” como ella tenía en mente se había convertido en una completa infidelidad…, pensó entonces en Jorge su novio, el pobre en estos momentos seguramente se debía estar matando en el trabajo, y ella no tuvo mejor idea que meterse en la casa de su vecino, darse unas buenas manoseadas y algo más a punto de ser follada por un hombre de más de 60 años.

Apenas pensó en Rómulo, se le vino a la mente esa tremenda polla que poseía, recordó como la hábil lengua de este se metió en todo su sexo, y con solo una pasada descarada llegó a rincones donde su novio jamás había llegado, el poco pudor con que le había comido el coño, sin recato alguno saboreándolo impunemente… recordaba también lo bien que este había tratado sus tetas con esa forma tan ruda y esa poca delicadeza para meterle toda la verga en su boca sin previo aviso…. Aún tenía en su mente como los primeros tres potentes chorros de semen, le llenaron su boca con tal cantidad que su novio era incapaz de eyacular en diez polvos… algo que ni siquiera a su novio le tenía permitido hacer, ya que le parecía asqueroso sentir el esperma espeso en la boca. Sin embargo, lo peor para ella, es que aún tenía en su cabeza, como estuvo a punto de decirle a Rómulo que le metiese la verga en lo más hondo de su coño, y la hiciera suya en aquel viejo sofá. Todos esos recuerdos y sensaciones, la hacían renegar pero a la vez inconscientemente la volvían a poner caliente. No se había dado cuenta que ya se estaba volviendo a tocar, sin duda su cuerpo aún no se había calmado del todo dada la nueva y excitante experiencia que había pasado, lo único que le quedó fue darse una larga ducha para relajarse, pero aun así la calentura de su cuerpo tardo bastante en pasar.

Esa misma noche, Fabiola esperaba a su novio, no había hecho la cena ni ninguna otra cosa desde que regreso a la casa, no le importaba nada, solo estaba en su sala esperándolo con una sexy camiseta transparente de color rojo con un pequeño tanga del mismo color. Fabiola, esa noche estaba que echaba fuego,  deseaba olvidarse de la experiencia que había tenido y quería demostrarle al viejo de su vecino que se equivocaba, que su novio también era un macho semental. Eran casi las nueve de la noche, cuando Jorge entró a la casa, agotado como todas las noches, sus ojos carentes de vida por el cansancio comenzaron a brillar al ver a su amor en esas diminutas prendas esperándolo, sintió el impulso de lanzarse sobre ella, pero su cansancio era evidente.

-      Hola mi amor

Fabiola enseguida recibió a Jorge con varios besos, sorprendiéndolo por lo animada y sexy que se veía hoy su bella novia.

-      Hola cielo, te ves esplendida hoy…

-      ¿Te gusta?, ¿algo más que me quieras decir?

La sexy jovencita se dio una vuelta lentamente con la esperanza de levantarle el ánimo a su cansadísimo amor, además quería que este le empiece a hablar sucio y que de la calentura se comporte un poco más rudo.

-      Cielo tú sabes cómo me vuelve loco tu cuerpo y ese conjunto me trae muchos recuerdos ya que fue una de las primeras lencerías que te compré, pero hoy ha sido un día bastante agotador y…

Fabiola no dejó que termine de hablar, necesitaba que alguien le apague todo ese fuego y con un largo beso lo llevo a la sala y se echó encima de él.

-      Fabiola, ya hablamos de esto, sabes que si vengo del trabajo no podre rendir muy bien, mejor lo dejamos para el día que me toque descansar.

-      ¡Ssshhhh deja que tu nena haga todo el trabajo tu solo relájate cariño!

-      ¡Hoy estas bastante juguetona!, ¿acaso es alguna fecha especial que estoy olvidando?

Fabiola sabía que su comportamiento no era el habitual, pero no le importaba nada, solo quería tener algo de sexo y olvidarse de este día para siempre… que Jorge borrase la huella que con la que ese viejo la había impregnado hasta la médula.

-      Tranqui amorcito, hoy no es ninguna fecha especial, solo que hace varios días que no lo hacemos y realmente te necesito, te necesito dentro de mí o ¿es que tu trabajo es más importante que yo?

A Jorge no le gustaban las comparaciones, pero tenía que admitir que había descuidado un poco a su mujer por culpa del trabajo, así que a pesar de su cansancio intento dar lo mejor de sí. Fabiola por su parte, empezó a quitarse aquella camiseta de una forma lenta y sexy para que esas bellas mamas se queden a merced de su novio, cosa que el excitado joven no desaprovechó y se abalanzó sobre ellas.

-      ¡Ahhh eso mi amor, chúpalas, chúpalas mucho!

-      ¡Ufff me encantan tus tetazas, amor!

-      ¡Ahhh siii sigue así!, ¿recuerdas hace años cuando me las tocaste en un cine?, fue la primera vez que alguien se atrevía a hacerme eso y me gustó, me encantó como me las apretabas y luego te atreviste a subir mi blusa para meterte una a la boca, me las chupabas muy bien, y de rato en rato me encantaba oír el ruido que hacías con tu boca en mis pezones…, aun cuando estaba toda esa gente alrededor. ¡Te confieso que me gustaba ese morbo de ser descubiertos!

La joven esperaba que haciéndole recordar aquellos calientes momentos, su novio se animara aún más, con bastante habilidad metió su mano dentro del pantalón de Jorge y se dispuso a masturbarlo, para su desgracia esa vez la sintió menos gruesa de lo que recordaba normalmente, o tal vez resultó fatídico la comparación con la de Rómulo en su subconsciente.

-      ¡Uufff claro que me acuerdo!, aun no éramos novios cuando paso eso, ese día te comportabas tan sexy e inocente, pero a la vez llevabas ese tremendo escote que era difícil mirarte a la cara sin parar la vista en tus tetas.

-      ¡Uy! ¿en serio, cariño? no me había dado cuenta de eso, ¿te gustaba mucho esa blusa y me comportamiento de putita buscona…?

-      Claro que sí, me gustaría repetir aquel momento alguna otra vez

Le dijo Jorge y de nuevo se volvió a apoderar de uno de las tetas.

-      ¿Sabes? tengo una blusa bastante parecida a la de esa vez, si gustas podemos salir uno de estos días al cine y hacer eso que tú quieres…oye y si ¿alguien nos llega a descubrir? Que se jodan, porque solo tú eres el propietario de mis tetas.

-      Pues eso que se queden solo con el espectáculo, al final solo eso pueden hacer, mientras que yo puedo hacer lo que quiera con ellas.

-      ¡Uy mi amor qué travieso eres!, ¿O sea que no te importaría si otro me mira las tetas mientras te las comes…? ¿Así sea un viejo verde?

-      No me importa cielo, incluso le haríamos un favor si un tipo así lo logra ver, es más la próxima vez que salgamos quiero verte con esa blusa que me dices y ponte alguna una falda pequeña para que todos vean lo buena que es mi mujer.

-      ¡Oooh…! No me digas cariño, ¡¿tú quieres eso?! Pues lo haremos nene.

A Fabiola le gustaba como se estaba poniendo Jorge, la sola idea de salir con su novio usando algo provocativo, algo como había rechazado de Rómulo, y que todos la devoren con la mirada, le estaba empezando a gustar e inconscientemente aumento las masturbadas a este.

-      ¡Uffffffffffff! Fabielo,  más despacito con caaaaalma… me vas a reventar la polla.

-      ¡Tan solo imaginar que me estas comiendo las tetas en público, me pone muy caliente nene!

La imaginación de Fabiola  empezaba a volar, por un momento se imaginó estar en un cine porno de mala muerte junto a su novio, el cual se apoderaba de uno de sus tetas a vista de varios tipos de mal vivir que se morían por ser los siguientes, imaginar aquella escena la ponía más animada, así que pego más su pezón izquierdo a la cara de Jorge para que se la chupara con más fuerza, pero la forma de este, de hacerlo tan suave no prendía del todo a Fabiola…, ella quería que la tratasen más rudo  así que se dedicó a masturbarlo con más ganas para animarlo a que se ponga más osado.

-      ¡Vamos, cariño, hazlo más fuerte!, si eres bueno, hoy te dejo que te corras con toda tu lefa en mi boquita, ¿te parece sexy la propuesta, semental?

Le dijo coquetamente en su oído

Las palabras de Fabiola fueron demasiado para Jorge que al saber que podría por fin vaciarse en la boca de su amada, hizo que perdiera el control de la situación y empezó a correrse para decepción de ella.

-      ¡Umm! perdón cielo, cuando escuché eso de correrme en tu boca no pude contenerme, ha sido demasiada excitación de una sola vez.

-      Descuida amor, descansa, mañana lo intentaremos de nuevo.

Sabía que tras la corrida, su novio no se recuperaba, frustrada no le quedo de otra que esperar a que se duerma Jorge e ir al baño para autosatisfacerse un par de veces.

 


 

DESAYUNO CON EL VECINO. Pasaron un par de días de aquella experiencia con su vecino. Eran ya las 7:22 en el reloj de la mesita de noche, el timbre sonaba insistentemente, por un momento Fabiola que aún estaba acostada sin tener noción exacta de la hora pensó que se trataba de su novio que se había olvidado algo y no tenía las llaves a mano. Se levantó rápido de la cama y se dirigió a la puerta principal, como recién se había levantado…, solo tenía puesto su sexy ropa de dormir la cual consistía en un pequeño short de algodón y una camiseta cortita bastante holgada ambos de color blanco.

-      Amor que te has olvidad…

A la sexy jovencita se le abrió los ojos al ver a Rómulo parado en la puerta, este vestía un terno, como si de una ocasión importante se tratase, aquel insufrible sujeto tuvo la desfachatez de esperar a que Jorge saliera de la casa, para por fin acercarse y tocar el timbre insistentemente, la joven se quedó petrificada sin poder decir una palabra.

-      ¡Vaya, pero que rica se ve hoy señorita Fabiola! ¿me has echado de menos…?

Dijo el viejo con total frescura mientras recorría con la vista el escultural cuerpo de la joven perdiéndose en el escote que se formaba producto de lo holgado que era la camiseta de algodón.

-      Uusted… ¿qué hace aquí a estas horas…? 

Tartamudeo un poco la preocupada joven.

-      ¿Pero qué clase pregunta es esa?, Obviamente he venido a visitar a mi vecina favorita, aprovechando que el cornudo se fue a su trabajo.

-      Por favor no diga nada más, usted es un sinvergüenza y está muerto para mí, así que váyase.

La nena sin esperar la respuesta del viejo, procedió a cerrar la puerta, pero Rómulo rápidamente puso el pie para que la joven no pudiera cerrarla.

-      ¡Uy! pero que feas formas de tratar son esas a un buen vecino, pensé que después de aquel día nos habíamos vuelto un poco más íntimos.

-      Yo no sé a qué se refiere, saque su pie y déjeme en paz o llamare a la policía.

-      Sé que no lo harás, te morirías de vergüenza si haces eso, te conozco, he visto y he analizado tu comportamiento todos estos meses desde que te mudaste, así que... ¿por qué no me dejas pasar y charlamos un rato de tu comportamiento en la calle?

La universitaria estaba sorprendida por las declaraciones, para su mala suerte el viejo tenía razón, le daba vergüenza hacer un escándalo a media calle, sabía que no podía hacerlo, mucho menos llamar a la policía y explicarles el incidente, además le daba miedo que algún vecino pase y los vea forcejeando la puerta dándoles a entender ideas equivocadas, y yendo con el chisme por toda la urbanización, lentamente dejo de forcejear en la puerta y el viejo entró a la casa de una manera calmada.

-      Así que este será nuestro nuevo nidito de amor o ¿prefieres que nos sigamos viendo en mi casa?, No es tan acogedora como la tuya, pero si le das un toque femenino, yo creo que puede quedar casi tan agradable que esta.

-      Por favor ya no siga, ya obtuvo mucho más de lo que quería ese día.

-      O sea, ahora si se te refrescó la memoria, pero te equivocas nena, te fuiste corriendo antes de tiempo y me dejaste bastante caliente todos estos días, ni siquiera el prostíbulo de mi amiga Lourdes me ha dejado aliviado mi hambre de sexo. Todos estos días solo he pensado en ti y en tu rico culo.

-      Por favor ya olvídese de eso…le puedo dar dinero para que vaya a un mejor prostíbulo si gusta de follar con putas.

El viejo soltó una carcajada y sin que nadie lo invite se sentó en uno de los grandes sofás de la feliz pareja. Rómulo no aparentaba lo que tenía… el golpe en la joyería “Pedro Jerónimo Olivares” le repuso unas ganancias que le sirvieron para retirarse y vivir cómodamente con una buena gestión.

-      ¿Pero para que haría eso? Si te tengo a ti, ese tremendo culo que posees no tiene comparación…y dime preciosa ¿cómo la has pasado estos días? ¿echaste de menos  mi verga?, ese día la succionabas como una perra, me dejaste seco por unos minutos, ahora tengo una gran carga guardada solo para ti preciosa, o ¿preferirías que ahora me corra dentro de tu coño…? Seguro que nos gusta más a los dos.

La nena no podría creer todas las cosas que le estaba diciendo el viejo, hasta hace unos pocos días, la trataba como a una nieta y ahora solo la miraba como un pedazo de carne, estaba indignada por el brusco cambio de su vecino, pero a la vez sabía que ese comportamiento estaba dentro de sus fantasías más sucias. Resignada intentó tratar de calmar las cosas antes de que esto se le fuera de madre  nuevamente, no se daba cuenta que trataba con un delincuente que gracias a su inteligencia no está en la cárcel, con un botín que le permite vivir a su antojo.

-      Rómulo…por favor dejemos ese momento atrás, no sé qué me paso, admito que yo también tengo parte de la culpa así que no habrá  problema, mejor olvidemos todo eso y volvamos a ser amigos.

Dijo la sexy jovencita tratando de persuadirlo de una forma amable para que se fuera y la deje en paz.

-      Es imposible olvidar ese culo y esas ricas tetas que tienes, sobre todo cuando ya pude saborearlas a mi gusto. Te ofrezco un mejor trato, ¿por qué no te dejas llevar y nos ponemos a follar todas las veces que el inútil de tu novio esté fuera trabajando?, si no quieres que nadie sospeche que vengo tan seguido a tu casa, podríamos ir a un hostal un par de veces, obvio yo lo pagarías.

-      Oiga no meta a Jorge en estas cosas.

-      Jorge, Jorge, Jorge…ese inútil no te merece, de qué le sirve tener todo el dinero del mundo si no puede satisfacer a su hembra, ese día ya me lo confesaste, tu novio es un inútil en la cama.

-      ¡Yo no dije eso!

-      Sí lo hiciste, dijiste que te gustaban las personas que se comportaran sucio contigo… ¡Y cómo no comportarse así contigo, si tienes tremendo cuerpazo!

-      Ya le dije que Jorge lo hace bien, solo que por el trabajo siempre viene exhausto, ¡nunca dije que fuera un inútil!

-      Ya, ya tranquila yegüita, estamos algo tensos, por qué mejor no te preparas un cafecito para calmar esos nervios y de paso te haces algo para tragar ya que aún no he desayunado por venir temprano a visitarte.

Fabiola estaba molesta, encima del mal rato que estaba pasando y de las burlas a su novio en su propia casa, ahora este sinvergüenza le pedía que le preparara el desayuno…, Fabiola estaba que trina a punto de mandarlo al diablo, pero sabía que tal vez podría calmar un poco la lujuria del viejo si ganaba algo de tiempo.

-      Quédese sentado, prepararé algo de café y calentare algo de ayer, si gusta puede ver la televisión.

-      Ok preciosa, prepárate algo energético antes de empezar con la acción, sé que el inútil ese llega de noche, así que tenemos mucho tiempo para pasarlo bien.

La nena ya no dijo nada, sabía que era inútil defender a su novio en estos momentos, así que simplemente se fue a la cocina, el viejo no perdía detalle de ese gran trasero que se movía en dirección a la cocina, se puso cómodo en el sofá y encendió un rato la tele como si estuviera en su propia casa. Por su parte Fabiola no sabía cómo deshacerse del viejo lujurioso, sabía que si lo hacía por la fuerza o empezaba a gritar se armaría todo un escándalo en el vecindario y nadie la defendería frente a Rómulo por el miedo que le tienen, lo único que tenía claro es que no debía hacerlo enojar, esperaba que el recalentado del día de ayer sea del agrado de Rómulo.

Había pasado solo unos minutos desde que la jovencita se metió en la cocina para prepararle algo de desayunar a Rómulo, estaba tan concentrada con el sartén calentando la comida cuando sintió que la abrazaban por detrás.

-      Oo...oiga ¿qué hace?

-      Lo siento ricura, no me aguanto, tienes un cuerpazo exquisito.

-      Suélteme por favor estoy a medio calentar la comida, me voy a quemar.

-      Deja eso, puedo comerlo después, ahora lo que no quiero es seguir perdiendo el tiempo contigo, quiero continuar donde lo dejamos y hacerte mía de una vez.

Dijo el calenturiento anciano poniendo todo su bulto de forma descarada entre las grandes nalgas de la jovencita.

-      Señor Rómulo por favor no haga esto.

-      Tienes un culo muy rico, seguramente te deben decir muchas groserías en la calle y no los culpo, cualquier hombre moriría por poner su verga entre esas dos nalgas.

Las embestidas estaban empezando a tomar más fuerza, Fabiola desconcertada y aun con el sartén en una mano no sabía qué hacer, pero el solo sentir esa verga en su trasero le hizo recordar todo lo que había pasado aquel día en la casa del viejo, no podía negar que su cuerpo aún seguía caliente desde ese día, el inútil de su novio no le apagado la hoguera que ardía en su coño.

-      Dime preciosa, ¿de verdad no has echado de menos esta verga que tanto manoseaste?, ¿no recuerdas como la chupabas con tanta devoción y como te llené la boquita de todo mi leche? Comprobaste que decía la verdad con la cantidad…

-      Nooo, yoooo… no.

Rómulo aprovecho la pasividad de la jovencita tomándola de la mano y llevándola a su hinchado bulto, Fabiola quiso resistirse, pero era inútil, los recuerdos de ese día estaban en su cabeza y su mano instintivamente quería recordar aquella sensación, así que se dejó de ofrecer resistencia.

-      ¡Ufff recuérdala nena, recuerda lo bien que me pajeaste ese día, deja ese sartén a un lado y déjate llevar por la verga de un verdadero macho.

Fabiola dejo a un lado el sartén, tras tener su otra mano presionada al bulto del vejete, no resistió darle un apretón un par de veces, recordando así, que las dimensiones no habían sido solo un sueño, tras corroborar su duda trato de quitar la mano y de zafarse de la garras de Rómulo, pero era inútil, el viejo la tenía bien agarrada por detrás y apenas su mano dejó de tocarle el bulto, el viejo otra vez procedió a embestir su trasero.

-      Noooon esto…esto está mal, déjeme por favor

Decía la nena con una voz bastante bajita, mientras la nena trataba de zafarse, el viejo empezó a pasar su arrugado rostro por el cuello de Fabiola y empezar a olfatearlo, Rómulo sabía que esa sensación podría volver loca a Fabiola, así que trato de recorrer todo el cuello

-      No sabes como he echado de menos estos días tu rico cuerpo, preciosa, extrañe tener entre mis manos esos melones que tienes por tetas

Dicho esto el viejo subió sus manos hasta las tetas de Fabiola manoseándolos a su antojo aun por encima de su camisón, pero al no tener sujetador, el viejo podía sentir a todo detalle la suavidad de esas mamas de estirado pezón. Fabiola perdía cada vez más sus fuerzas para intentar zafarse y empezaba a dejarse llevar. El viejo nuevamente la llevó hasta una pared, esto le había funcionado hace dos días, así que ahora sabía que a Fabiola le encantaba sentirse acorralada y pronto cedería como aquella vez en su casa.

-      Ufff pero que suaves las tienes, jamás me voy a cansar de agarrártelas, eres una perra en celo sin duda, siento tu respiración cambiar con solo agarrártelas.

-      Nooo Romuloooo aahh

-      Puedes negarte todo lo que quieras, pero tus pezones no mienten, ahora que no llevas sujetador puedo sentir como se están poniendo duritos aun por encima de ese camisón…dime ¿quieres que te siga manoseando las tetas?

-      ¡Ahhhh nooooo haga esoooo!

-      No seas terca y dime la verdad o tiraré fuerte los pezones

Dicho esto el viejo ubicó ambos pezones con sus dedos, y les dio un pequeño pellizco.

-      ¡Aaay ahhhh no lo haga así, hágalo más suave ahhhh!

-      Entonces ¿si quieres que te manosee bien las tetas?

La nena movió afirmativamente su cabeza con algo de pena ante su claudicación, en el fondo el viejo era atractivo y lo implementaba con su actitud dominante, nada que ver con la flojera de su novio, sin embargo aún le daba vergüenza todo lo que estaba haciendo, pero a pesar de ello no quería que las manoseadas bruscas a sus tetas parasen. Con el permiso de Fabiola, Rómulo empezó a apretarles las tetas con más entusiasmo, sus hombrunas manos, apenas cubrían las bien formadas mamas de la jovencita, mientras al oído le decía lo suaves y ricas que se sentían.

Cada apretón que sentía en sus tetas, la ponían más caliente, sentir una vez más esas ásperas manos en sus tetas la calentaban, le gustaba como aquel viejo las trataba con esa fuerza, como si fuera la última vez que los tendría en sus manos, de pronto sintió como esos hábiles dedos tocaban su plano abdomen y de pronto se metieron dentro de su camisón con la intención de subir y apoderarse de aquellas masas blancas e impolutas, lo que hizo que automáticamente se cubra impidiéndole el paso.

-      Vamos déjame agarrarlas sin nada encima

-      ¡Ahhhh noooo ahhh!

-      Venga nenita, sé que quieres que te las siga agarrando, vamos quita tus manos

Dijo eso mientras suavemente volvía a recorrer sus labios por el cuello de Fabiola haciéndola ceder.

-      ¡Aahhhhhhhhh está bien peeero trátelas bien porfaaaaa ahhh

Dijo Fabiola mordiéndose el labio inferior para no soltar un fuerte gemido. Rómulo empezó a frotar los pezones con su dedo índice y pulgar, poco a poco alternaba entre apretarlos y tirarles suave.

-      ¿Te gusta cómo te las estoy acariciando, pequeña?

-      ¡Uyyyyy siiiii, pero hágalo suave que son sensibles!

-      Tranquila tetona, ya verás cómo las trato, de ahora en adelante estas ricas mamas me pertenecen ¿está claro?

-      ¡Aahhhh nooon yo no...!

-      ¿está claro?  Dijo tirándole nuevamente los pezones

-      ¡Aayyyy está bien, son suyaaaas, solo suyaaaas!

-      ¡Mmmm no te creo!, mejor dímelo a la cara.

Dicho esto giró a la jovencita y la puso frente a ella, la joven trato de desviar el rostro, pero con sus manos la puso otra vez frente a frente mostrándole de cerca su rostro envejecido y maltratado por la mala vida.

-      ¡aahhhhh espere, yo…!

-      Habla tetona, estas ubres ¿ahora son mías?

Le dijo agarrando firmemente ambos tetas

-      ¡Ufff siiiii, son suyas, puede hacer lo que quiera con ellas!

-      ¿Segura? Si me dan ganas de apretarte estas ubres en la calle ¿te dejaras?

-      ¡Aahhhh sí!, dejaré que me toque las tetas en la calle si se le antoja ufff siempre y cuando no haya gente.

-       Y te dejaras manosear solo con las personas que yo diga ¿está claro?

-      ¡Uufff, pero… yo solo quiero que usted me las toque ahhh!

-      Ahora tus tetas me pertenecen, tu misma lo has dicho, así que yo decidiré si comparto estas ubres con otras personas ¿entiendes?

-      ¡Ahhhh mmmmmfff es…está bien, hare todo lo que usted diga.

-      Así se habla putita, ahora quiero que me amamantes con estas ricas ubres.

Fabiola procedió a hacerle caso, agarro la cabeza del vejete y quiso dirigirla hasta su teta derecha cuando este se frenó y le dijo…

-      Noooo así no, quiero que me amamantes como debe ser, vamos al sofá y hazlo bien.

Fabiola se mostró sorprendida por los nuevos requerimientos del viejo, recordaba como otras personas le habían pedido permiso incluso para poder poner una mano sobre su hombro y este viejo venía con total descaro a hacer lo que se le dé la gana y lo peor era que le iba a obedecer sin poner ninguna excusa…. Al final de cuentas no le quedaba de otra a la pobre universitaria, así salieron de la cocina y se dirigieron al sofá, el cual no tenía comparación al que había en la casa del viejo, se acomodó ella primero y luego puso la cabeza de Rómulo sobre sus piernas, el vejete podía sentir las suavidad de esa piel, tenía una excelente vista de aquellas jugosas mamas, desde esa posición vio como la sexy jovencita empezaba a subir su camisón, donde asomó uno de sus hinchadas tetas, la cual fue tomada por la jovencita y con su misma mano la llevó a la boca del viejo, metiendo el duro pezón color crema entre los resecos labios de este.

El tipo se deleitó succionando con fuerza, le dijo a Fabiola que se inclinara un poco para que tuviera acceso a ambos pezones, una vez que los tuvo en su poder, trato de meterse ambos pezones en la boca apretándolos fuertemente con ayuda de sus labios lo que hizo que Fabiola diera un fuerte gemido, recibiendo la rudeza que ella había estado fantaseando estas últimas semanas.

-      ¡Qué ricas ubres tienes, encanto, pronto hare que te salgan leche de ambas tetas.

-      ¡Uffff siiii señor Rómulo chupe más fuerte! ¡Aaahhhh haga lo que quiera con ellas!, ¡son suyas!

-      ¿Quieres que haga que tus tetonas se pongan a producir leche?

Decía esto mientras otra vez se metía el seno derecho de Fabiola en su asquerosa boca

-      ¡Aahhhh mmmmf siiii! Hagan que produzcan leche por favor y… y yo lo amamantare todas las veces que usted quiera.

-      Así será entonces tetona, sabía que eras una putita calenturienta. Mi verga está a punto de explotar, sácamela y hazme una buena paja… Ordéñamela bien.

Fabiola miro aquel bulto que luchaba por liberarse, sabía que no tenía que hacer eso ya que seguramente no habría vuelta atrás, pero quería volver a sentir aquella gruesa polla venosa y deforme por la hinchazón, así que tímidamente llevó su mano hasta aquel lugar para empezar a bajar el cierre de ese holgado pantalón y a mover como pudo, los calzoncillos. Rómulo sin desprenderse de la tetas de la jovencita, perdía la paciencia ya que Fabiola se tomaba su tiempo para liberar aquella verga de su prisión, así que en un movimiento brusco se bajó el mismo los pantalones hasta la altura de sus rodillas, rescatando su erecto mástil, aquel que no había dejado dormir a Fabiola todos estos días.

La jovencita vio que era tal cual como la recordaba, ese grosor no tenía comparación a la picha casi infantil de su novio…, y sin que le dijera nada el viejo, se apodero de aquella barra caliente para sentir su volumen, su extrema dureza, la orografía serpenteante de su tronco y el aroma que desprendía a testosterona, una vez más. El viejo se sentía en el cielo, estaba siendo amantado por una escultural jovencita, mientras esta le estaba agarrando la verga en el sofá donde seguramente siempre se sentaba la feliz pareja a ver alguna película o pasar el momento.

-      Vamos nena empieza a mover tu mano

Fabiola obedeció y tímidamente empezó a subir y bajar su mano, mientras miraba como aquel miembro empezaba a soltar algo de líquido preseminal

-      a… ¿así?

-      Sin miedo, no la romperás tan fácil, más fuerte nena… hazlo como lo hiciste.

Fabiola entendió el mensaje así que procedió a mover su mano con más intensidad, haciendo que el viejo se retuerza del placer y succione con más fuerza las tetas de la muchacha.

-       ¿Le gusta que se lo hago así?

-      Oohhhhh ya vas entendiendo, dale sin miedo, sigue moviendo tu mano de arriba abajo el prepucio… y ven para acá.

Dicho esto soltó la teta de la jovencita y trato de alcanzar los finos labios de la nena que enseguida volteo el rostro negándole su cometido haciendo que este se enfurezca

-      Noooo eso no, no quiero besarlo

-      ¿Pero de que jodienda me hablas pendeja?, Tuviste toda mi verga metida en tu boca el otro día y ¿ahora te acobardas por un pequeño beso?

-      -pero Rómu…

-      Ahora serás tú la que buscaras mis labios, hazlo de una vez o dejare de chuparte las tetas y te dejare toda caliente como una perra.

-      Nooo Rómulo no se ponga así…

-      Pues entonces tráeme esos ricos labios tuyos, compórtate como la hembra calienta pollas que eres y empecemos a gozar a nuestro estilo.

La nena no tenía otra alternativa, el viejo tenía razón, su calentura le estaba ganando de nuevo así que esta vez cedió mucho más rápido y la razón era simple…la jovencita quería seguir pasándolo bien y no quedarse con las ganas como el anterior vez, sino estaría otra vez autosatisfaciéndose toda la noche con orgasmos vacíos que no le llevaban a ningún sitio, Fabiola era una hembra de macho, por eso en el fondo le encantaba tener a su viejo vecino empalmado y duro para ella, y ya con la calentura al tope y dejando la vergüenza a un lado, la nena llevó su bello rostro aniñado hasta los labios de este, pero justo cuando cerró los ojos para darle un tierno beso, el maduro movió su rostro, sorprendiendo a Fabiola haciéndole la cobra… le había rechazado el beso, algo que jamás le había pasado cuando ella tomaba la iniciativa.

-      ¡¿Me ha hecho la cobra…?!

-      Tú me rechazaste, lo más justo es que yo haga lo mismo

Decía haciéndose la victima

-      Perdóneme, le prometo que no volveré a rechazarle

-      No sé si creerte culona…

-      Se lo digo la verdad, le prometo que me entregaré a usted

La nena volvió a acercar su rostro inconsciente de sus promesas, unas promesas hechas por la calentura de su clítoris, pero el viejo nuevamente lo rechazo, hiriéndole en el orgullo ya que ahora había sido rechazada dos veces

-      Rómulo no sea así, le prometo que no le volveré a rechazar un beso, desde ahora mis labios serán suyos… incluso mi cuerpo entero para que lo pueda chupar a placer.

-      ¡¿Estás segura ricura…?! Mira que tienes mucho cuerpo donde perderse…

-      Sí, usted será libre de besarme cuanto guste…bueno siempre y cuando estemos a solas y….

Fabiola no pudo terminar su frase, cuando el viejo asalto esos suaves labios para fundirse en un apasionado beso que fue permitido y muy deseado por la nena, el viejo aprovechó y le metió la lengua por todos los rincones haciendo que Fabiola le correspondiera de igual manera explorando el interior de su boca, lamió sus dientes y paladar en una lucha fratricida con la lengua de Rómulo, primero tímidamente, pero luego le siguió el ritmo hasta que el beso se pareció al de unos verdaderos amantes que no se veían en mucho tiempo. Ella en verdad se sorprendía de lo bien que besaba el viejo y que a su edad tuviese una dentadura en tan buenas condiciones, su aliento lo tenía cuidado y en nada podría parecer que en el pasado hubiera sido un tipo díscolo de mala vida.

-      ¡Qué ricos labios tienes chiquilla!

-      Usted también besa muy bien… y se nota que se cuida la higiene bucal…

-      La boca es muy importante para tener buena salud, y yo quiero vivir muchos años.

-      Desde luego, nadie diría que haya llevado una mala vida en los bajos mundos.

-      Nunca he probado las drogas… y el alcohol el justo para no perder la cabeza.

Los besos siguieron por un par de minutos, Fabiola sintió como esa musculosa lengua recorría toda su boquita, la nena al hacer lo mismo, comprobó que el al viejo no faltaba ningún diente y su aliento era agradable… de alguna manera eso la calentó más y permitió que el viejo le llenara de saliva toda la cara para otra vez fundirse en un nuevo y apasionado beso, donde él no dejaba de masajearle las tetazas, y ella no dejaba de masturbarlo a todo lo largo y extenso de ese cipote descomunal, que necesitaba tres manos para cubrirlo y aún se le quedaba el capullo fuera…. En un momento ella dejó de besarlo para solicitarle algo que iba a dejar atónito al viejo…

-      ¡Ahhh! Rómulo por favor…hagamos otra vez lo que hicimos el otro día.

-      ¿A qué te refieres ricura?

-      ¡Uff! Ya sabe… a eso donde estaba encima de mí…

A pesar de todo lo que habían pasado, a la nena le daba algo de vergüenza pedirle que volvieran a hacer el 69, por supuesto el veterano había captado la idea de lo que se refería Fabiola en un instante, pero quería que la jovencita le sugiriera con todas las palabras para recién hacerle caso

-      No me acuerdo a que te refieres.

-      Ayyy si sabe, a eso donde yo se lo chupaba y usted también me lo hacía

D dijo medio ofuscada y avergonzada

-      ¡Ahh eso! Preciosa se llama 69, ¿quieres que te empiece a comer el coño y el culo?

-      ¡Uff sí! Quiero sentir su lengua nuevamente…quiero sentirla dentro de mí…nadie me ha comido el coño como usted, e incluso se atreve a lamerme el culo…

-      Está bien, pero antes haremos otra cosa, primero vamos a tu cuarto y me la empezaras a chupar, depende a cómo te comportes te recompensare con la mejor comida en tu coño que te puedas imaginar.

-      Pe…pero Rómulo…

-      Si te niegas, no tengo problemas en irme y ya verás tú como te quitas toda la calentura… tu novio no será capaz, te lo aseguro.

Sin duda el viejo se la estaba jugando, pero tenía fe en que la calentura de la nena era más fuerte que su sentido común. Fabiola pensó por unos cuantos segundos ya que ir hasta la habitación donde dormía y tenía sexo con su novio era demasiado descarado, pero sabía que si le daba la contra podría quedarse con toda la calentura por días y no podía quedarse así…, su lubricado sexo quería seguir con la acción nublando su juicio, así que sin decir palabra movió su cabeza afirmativamente.

 


 

Al astuto Rómulo se le dibujo una sonrisa… todo estaba saliendo como él quería, ambos se pararon, el viejo se acomodó el pantalón y siguió a la jovencita por las escaleras, recordó como días atrás solo podía limitarse a mirar ese tremendo par de nalgas, pero ahora era libre de tocarlas a su gusto y así lo hizo durante todo el camino hasta el cuarto, metiéndole mano y abrazándola por detrás, todo con el consentimiento de la caliente jovencita que solo se dejaba hacer, agasajada por un macho como siempre había soñado en todas sus fantasía eróticas masturbadoras.

Al llegar a la habitación el viejo pudo notar que era un lugar bastante grande para ser solo un dormitorio, todo el cuarto era de color crema muy coqueto, estaba adornado con fotos de lugares que había visitado la feliz pareja todos estos años, así como peluches románticos que estaban encima de la enorme cama que tranquilamente superaba las dos plazas, el aroma a pétalos de rosa era un toque que siempre le gustaba echar a Fabiola después de levantarse.

-      ¡Vaya sin duda estáis nadando en dinero! Viajáis mucho….

Dijo el despreciable sujeto mientras entraba junto a Fabiola manoseándole fuertemente todo su trasero. Al entrar lo primero que hizo el viejo fue atraer a su musa hacia su fofo cuerpo y volver a sentir esos suaves labios, mientras sus manos manoseaban fuertemente las nalgas de la nena, por su parte Fabiola solo cerraba sus ojos y se dejaba llevar por el aroma a testosterona que emitía el viejo, mientras este seguía besuqueándola a su antojo…, volvió a dar un vistazo rápido por todo el cuarto y vio que los roperos estaban separados por lo que soltó por un momento a la jovencita y se dirigió al gran ropero de color rosa, apenas abrió las puertas principales, vio una enorme cantidad de ropa, a pesar de eso, al viejo le tomó solo unos segundos encontrar alguna lencería o conjunto sexy y este era aquel conjunto que había usado Fabiola el día de ayer para su novio.

-      Vaya, vaya, el cornudo de tu novio es un tío con suerte, verte con estos trapitos sin duda es mucho premio para él…, cambio de planes culona, antes de hacer el famoso 69 que tanto quieres, primero quiero verte mostrándome usando esto, ya sabes como el otro día con la ropa que yo te compré, pero ahora quiero que lo hagas y me bailes de la forma más erótica que se te pase por la mente.

Fabiola miraba aquella lencería de color que hasta hace unas horas se había puesto solo para animar a su novio, pero ahora lo tenía que usar para aquel abusador vejete, estuvo a punto de negarse, pero el viejo se anticipó y agarrándole uno de sus suaves tetas…

-      Ni se te ocurra hacerme la contraria, nenita, ya te he dicho que tú eres mi hembra, así que compórtate como tal poniéndote lo que te digo de una vez, ¡VAMOS ES UNA ORDEN!, te daré solo un minuto para que te cambies, así que no me hagas esperar.

Terminó de decir el viejo girándola y dándole una sonora nalgada para que se dirija al baño del dormitorio sin poder argumentar nada…. La sexy jovencita ya se encontraba en el baño, en su cabeza solo retumbaba la palabra “es una orden”, de alguna manera le gustaba sentirse sumisa a aquel dominante sujeto que seguramente nunca en su vida había estado con una mujer como ella, putas sí, pero decentes no, por otro lado sabía que no podía abandonar el lugar como la última vez ya que ahora se encontraban en su casa, no podía correr hacia otro lado en caso cambiara de opinión en el último momento, aunque eso difícilmente iba a suceder por su estado calentura suprema, por lo que pasó hace dos días… este era el momento de calmar su calentura. Sin duda no lo iba a dejar pasar, además que la idea de mostrarle su lencería roja le estaba empezando a gustar.

Ya con sus ideas un poco más claras, empezó a quitarse su camisón de dormir, así como su ya mojado pantaloncito de tela de algodón, y procedió a ponerse aquella camiseta transparente con ese minúsculo tanga de color rojo intenso. Pasado el minuto Fabiola salió, al viejo se le caía la baba al ver a tan hermosa jovencita usando esa pequeña y semitransparente camiseta haciendo que se note ligeramente aquellos hinchados pezones, así como también ese pequeñísimo tanga que resaltaba mucho más sus blancas y bien torneadas piernas, al igual que el gran y firme trasero, sin duda era todo un espectáculo ver a su musa en aquellas ropas.

Rómulo aun sorprendido por tan bello espectáculo, busco su móvil y puso el tema “¡Be My Daddy!” de Lana Del Rey, para que empiece el show.

Fabiola tomó aire y empezó a contornear sus caderas, el viejo Rómulo se acomodó en la orilla del colchón, disfrutando del espectáculo.

La jovencita sabía que su mejor atributo era el perfecto y gran culo que portaba, por lo que decidió sacarle partido, dándole la espalda y empezando a moverse al ritmo de la música de la manera más sensual y provocativa que pudo, se sentía deseada, malvada, juguetona y quería que el viejo disfrutara del espectáculo, lo cual no era muy difícil ya que presenciar a tan hermosa jovencita con esa lencería, alborotaría hasta al más reservado, pronto Fabiola observo como Rómulo frotaba su cipote por encima de su pantalón, un pantalón de pinzas muy elegante, nuevo… hoy iba muy refinado Rómulo como para conquistar a Fabiola, lo que hace unos días antes le daba aversión, ahora se convertía en una motivación extra para seguir con sus sensuales movimientos.

Pronto estuvo al frente del arrugado y afortunado tipo, sabía que la tela de su camiseta no ocultaba nada, por lo que decidió ella misma frotarse las tetas frente del empalmado viejo que no perdía detalle. Fabiola recordaba como aquel veterano agraciado, se estuvo deleitando con sus tetas hace algunos minutos, eso le encendía y poco a poco se empezaba a frotar los pezones por encima de la camiseta. El espectáculo era tan erótico que el viejo alargó una mano para apoderarse una vez más de esas turgentes tetas, pero Fabiola le dio una pequeña bofetada a esa mano traviesa.

-      No, no, no, De momento puede ver, pero no tocar.

Dijo coquetamente la jovencita guiñándole un ojo. Rómulo retiró su mano, embobado por el baile que no quería que acabe nunca, Fabiola por su parte disfrutaba del momento, siempre le había gustado tomar el control de la situación y ahora lo estaba logrando, sabía que con sus contorneos podía domar a aquel viejo león labrado en mil batallas de lo más perras, lo tenía que se le caía las babas de tan erótico espectáculo.

Una vez terminó la música, Fabiola aún seguía moviéndose, esperando posiblemente otra canción para cambiar la coreografía, pero Rómulo no aguantaba más y en un rápido movimiento atrajo a la jovencita hacia él, haciendo que se siente en sus piernas, una vez más sus arrugadas manos recorrían esa tersa y suave piel blanca recorriendo con gran vigor aquellas largas piernas, mientras le lamía todo el cuello en busca del lóbulo de su oreja, haciendo que esta lance pequeños gemidos ya sin ningún pudor, suelta, deseosa y sexy.

-      ¡Ahh Rómulo! Aun quería seguir bailando para usted.

-      ¡Ufff Fabiola, tienes un cuerpo muy rico, ya no podía aguantar las ganas de tenerte en mis manos!

-      ¡Mmmmfff! ¿y le gusto el baile?

-      Me encantó preciosa, siento que podría ganar mucho dinero con ese cuerpo tuyo y mi talento… he sacado partido de putas que no te llegaban a la suela de tus zapatos.

-      ¡Ay noooo que vergüenza me daría! YO SOLO BAILO PARA USTED…

-      Recuerda que te dije que yo tendría la última palabra culona, así que shhhhh cállate y bésame como la hembra necesitada de verga que eres.

Fabiola se imaginó por un momento bailando en un club de striptease de mala muerte, donde solo habían puteros de mal carácter con la testosterona por la nubes lanzándole billetes y gritando las peores groserías, solo pensar que haría eso para alegrar a Rómulo la ponía a mil, y con ese pensamiento en mente, se apoderó de esos labios resecos para darle el más húmedo y fogoso beso que pudo dar. Sorprendiendo al viejo por unos momentos, pero no tardó mucho en corresponder tan erótico beso cargado de una pasión que Rómulo ni siquiera hubiera imaginado en su mejor fantasía.

Las manoseadas y los besos duraron varios minutos, la nena sentada en las piernas del vejete, podía sentir como esas fuertes manos recorrían sus piernas y luego subían hasta sus antojables tetas, recibiendo un fuerte amasamiento, entre sus nalgas podía sentir esa enorme y dura erección, Fabiola empezó a mover sus caderas de forma circular, le gustaba sentir aquella gruesa verga aun dentro de los pantalones empujar su pequeño tanga.

-      ¡Aahh maldita culona! Me encanta frotarte mi polla en la misma cama que duermes con el cornudo de tu novio todas las noches, Dime, ¿te gustaría estrenar esta cama con la verga de un verdadero hombre?

-      ¡Uyyyyy! Sí señor… me gusta la idea, cabronazo.

-      En adelante serás mi perra también en esta cama… y me correré dentro de ti todas las veces que quiera ¿está claro? Te llenaré el vientre de leche como nunca ha podido el picha corta de tu novio…

-      ¡Ufff pero Róoomulo…

-      Ya te dije que no me tienes que contradecir maldita sea, de ahora en adelante yo voy a ser tu dueño y te follaré todo el tiempo que quiera y en el lugar que se me antoje.

-      Sí señor Rómulo, hágame suya en la cama donde duermo con mi novio, pero por favor use condón, aun no estoy lista para quedar preñada… me gusta usted como macho y es un excelente semental, pero no quiero parir hasta los treinta…

-      Eso son estupideces que no van conmigo. Ya te dije que yo te lo hare al natural o no lo hare, tú decides, además de esa forma me asegurare que esas tetotas tuyas produzcan la rica leche que tanto deseo probarte, tú me prometiste que me ibas a amamantar todas las veces que quiera ¿verdad?

-      Sí mi rey, te quiero dar leche de mis tetas, pero preñarme… no quiero.

-      Pues la única forma de que produzcas leche, es haciéndote una panzona.

La nena simplemente asintió mirando fijamente a su macho, el viejo satisfecho por lo sumisa que se había puesto, le ordenó que se subiera a la cama y se pusiera a cuatro patas, Fabiola no objetó nada y solo obedeció, dando una vista tremenda de su enorme y bien trabajado trasero, entonces el viejo se bajó su pantalón y lo tiro a un lado, se subió a la cama y empezó a embestirla aun con sus calzoncillos puestos, quería calentar a la nena hasta el punto donde ella misma fuera la que le rogase que le meta la verga.

Las embestidas eran cada vez más fuertes y la nena ya no contenía los gemidos, le encantaba sentirse punteada por aquel fuerte y ordinario hombre. Rómulo no perdía el tiempo y a cada rato le lanzaba un sonoro palmazo en sus nalgas, Fabiola simplemente disfrutaba. La nena estaba tan a gusto, que no se dio cuenta cuando el viejo se había bajado sus calzoncillos y ahora era solo la tela de su tanga, quien la protegía de una inminente penetración. El viejo por su parte solo jadeaba como un cerdo semental justo antes de follarse a la cerda de turno. Pasaba su verga por todo el trasero de la nena y hacia especial énfasis en sus zonas sensibles…, su polla sentía el calorcito que emanaba de la vagina de Fabiola, sentía como esa zona, cada vez se ponía más mojaba, mezclándose con su liquido preseminal. El viejo se sentía en la gloria y sin importarle nada dio un leve empujón haciendo que Fabiola cierre sus manos haciendo puños con las sábanas, esperando su tan ansiada invasión vaginal, pero la tela impedía que esa gruesa verga entrara dentro de ella por completo.

El viejo Rómulo estuvo jugando con ella de esa manera por unos minutos, le encantaba empujar y ver hasta donde resistía el elástico de aquel tanga, con una mano recogió el cabello de Fabiola y empezó a tirar de él con cada tocada que daba, haciendo que los gemidos se escuchen por toda la habitación. La nena por su parte sentía que perdía la cordura cada vez que aquel el gran cabezón de tan tremendo falo, se quería hacer espacio dentro de ella, pero su tanga le impedía el paso, ya no soportaba más, alargo su mano  y sin decir una palabra intento mover a un lado la tela de su pequeña prenda íntima, para que por fin se consumara el acto, pero se sorprendió cuando el viejo le agarro la mano negándole su deseo

-      ¿Quieres que te la meta de una vez?

La sexy jovencita movió su cabeza de forma afirmativa, pero esto no era suficiente para el viejo, quería que la nena se someta más, quería que las palabras salgan de esa boca y que lo gritase a los cuatro vientos.

-      Dilo, quiero que me lo pidas como debe ser

Le dijo mientras le tiraba de su larga cabellera, haciendo que la jovencita levante mucho más su trasero para seguir sintiendo las punteadas.

-      Sí, por favor, ¡¡Hágamelo de una vez!

-      ¡MÁS FUERTE!

-      ¡Hágalo Rómulo, viejo cabrón… conviértame en su hembra en la cama de mi novio! ¡Ahhhhh! Se lo ruego… ¡Fólleme de una vez!

El viejo estaba satisfecho con aquellas palabras, sabía que tenía a Fabiola en sus manos.

-      Pues si tanto anhelas que te meta la verga, primero dame una buena mamada, recuerda que eso fue lo primero que te pedí antes de subir a tu cuarto…, métetela toda en tu boquita como lo hiciste aquella vez.

Fabiola rápidamente se giró, tumbó al viejo en la cama, justo en el lado donde siempre dormía su novio y procedió a meterse ese gran trozo de carne en su boca, esta vez no fue tímida como hace un par de días, esta vez puso todo de su parte para que el viejo disfrute de la mejor mamada de verga de su vida. Ya sin nada de timidez, empezó dándole grandes lamidas por todo el tronco de aquella gruesa y caliente polla como si de una piruleta se tratase. Se quedó por un momento en sus testículos donde le lleno de besos y caricias, lamidas y chupones a cada uno de los huevos.

-      Eso es, putita, lame y chupa así, dale toda la atención que se merecen mis bolas. Recuerda que ahí está toda la lefa que te gusta, así que trátalos con cariño.

Fabiola le dio un especial tratamiento a esos cojones, una auténticas centrales productoras de leche…, luego poco a poco subió hasta que su lengua pasaba por la punta de la verga, sentía ese olor varonil del líquido preseminal inundar toda sus papilas gustativas. Con una mano tomó la gruesa verga del vejete y empezó a masturbarlo mientras lamia el orondo glande que costaba abarcarlo… las comisuras se dilataron para albergarla en entre su lengua y el paladar… empezó a succionar  como si quisiera vaciarle todo el semen que tenía acumulado de días.

Rómulo estaba encantado por el trato que estaba recibiendo su verga, ni las mejores prostitutas que tuvo a su merced, le habían ofrecido un trato tan completo a su verga, y esta jovencita se lo estaba haciendo gratis. Como aún se encontraba echado, estiró sus manos hasta la cabeza de la nena e hizo que esta se tratara de una sola vez casi la mitad del tronco…. Los movimientos se volvieron más rápidos, Rómulo estaba literalmente follando la boca de Fabiola y esta simplemente se dejaba hacer deseosa de gustar al macho, solo paraba en ciertas ocasiones cuando sentía que el viejo se pasaba un poco y la hacía atragantarse, pero luego volvía a abrir sus labios para que este se la siguiera follando por la boca. Al igual que la anterior vez, Fabiola estaba sorprendida por el aguante que tenía el viejo, si fuera su novio Jorge, estaba segura que a estas alturas este se hubiera corrido un par de veces dejándola con ganas de más juegos previos

Ahora tenía ante ella, a un verdadero semental a la altura de su calentura. Sin duda la experiencia del vejete la volvía loca. Hasta hace unas pocas horas, aun sentía repulsión por aquel viejo vecino, pero ahora se sentía agradecida por que ese hombre era el indicado para apagar toda esa fiebre que necesitaba calmar para volver a ser ella misma.

Tras estar varios minutos dejándose follar la boca a gusto del viejo, Fabiola dejo de hacerlo y se subió encima de él hasta la altura de su rostro. Su perfilada y bella boca inundada por el aroma de la verga del viejo fue hasta su oreja y le dijo de forma suplicante…

-      Señor Rómulo, ya no aguanto más…, tome la responsabilidad por ponerme así de caliente, ¡POR FAVOR FÓLLEME DURO Y HÁGAME SU HEMBRA…SE LO RUEGO!

Esas eran las palabras que el viejo había estado esperando desde que vio por primera vez a la jovencita, su plan de excitar a la nena había sido todo un éxito y ahora era ella la que le pedía tener sexo, la que le suplicaba que la follase bajo las condiciones de él… a pelo y con llanada de coño.

-      Muy bien cariño, ahora sentirás como es follar con un verdadero macho… después de la follada que te voy a dar, todo lo demás te parecerá liviano e insípido.

-      ¡Siiii hágalo de una puta vez, por Dios Santo! ¡¡Hágame suuuuya!!

 


 

SUEGRA POR SORPRESA. A esas alturas, al estar ambos cara a cara se fundieron en un último beso antes del acto final, la gruesa verga del viejo ya estaba buscando instintivamente la entrada de la sensual jovencita, los roces eran cada vez más intensos…, Fabiola jadeaba pesadamente y le seguía pidiendo que se la folle de una vez. El viejo alargo sus manos, poco a poco y con ayuda de los movimientos de la nena logro bajarle el mojado tanga hasta la altura de sus rodillas, tras eso, la misma Fabiola  terminó de quitarse la prenda y la tiró a un lado del cuarto, ahora si por fin la verga del viejo podía rozar sin ningún impedimento toda la calenturienta y encharcada vulva de la nena, la cual ya se estaba acomodando para aguantar aquella gruesa y venosa barra de carne de forme por la extrema hinchazón de esas venas que surcaban el rígido mástil del veterano follador.

El viejo percibía la humedad en la entrada de la nena, solo tenía que empujar y la sexy jovencita sería toda suya, pero para su desgracia justo en aquel momento sonó el timbre de la casa haciendo que la caliente Fabiola diera un salto del susto y se alejara momentáneamente un poco del viejo. Rómulo algo disgustado por arruinar el momento solo le dijo…

-      ¡¡Bahh deja que toquen, culona!!, concéntrate en cumplir con tu macho

-      ¡Eh…e…este tiene razón don Rómulo, perdón!

La nena junto sus finos labios a los del viejo para seguir en su juego, mientras su mojada entrada estaba a la espera de ser expandida como nunca lo estuvo, cuando una voz la sacó totalmente de sus casillas y es que esa potente y chillona voz solo le pertenecía a una persona.

-      Fabiooooola, abre la puerta

Era la odiosa y sobreprotectora madre de Jorge.

-      ¡Oh por dios!, esa voz es de la madre de mi novio

-      Pero que caraj…Deja que siga gritando esa vieja de mierda y continuemos con lo nuestro.

-      Noooo Rómulo, usted no entiende, ella es muy insistente y no parara hasta que le abra la puerta

-      Vete a la mierda, esa vieja de voz chillona no malogrará este momento tan bueno que estamos teniendo, simplemente no estás, has salido a alguna parte a comprar o que se yo, ya te inventaras algo…

-      ¡O…ojalá tenga razón y se vaya pronto!

-      Claro que tengo razón preciosa, veraz que pronto dejarás de pensar en esa vieja y solo te dedicaras a mi verga y a gozar del mejor sexo que jamás te han dado.

Fabiola quiso hacer caso al viejo, pero sus odios ahora estaban bastante atentos a lo que pasaba afuera de su casa, por su parte el viejo volvía a besarla para que otra vez entre en el estado que él quería, tras unos cinco a seis, por fin la chillona voz se dejó de escuchar

-      ¿Ves?  Te dije que se iba a cansar e  ir enseguida…

-      Ti...tiene razón, perdón por preocuparlo… ahora si podemos volver a lo nuestr…

La suegra cansada de gritar pensó en irse, pero había comprado tantas cosas (es que pronto se acercaba una fecha especial), que decidió dejarlas en el interior de la casa, preparar algo de cenar a su hijo cuando venga y luego marcharse, por lo que decidió buscar la llave de emergencia, algo que Fabiola pensaba que solo ella y Jorge conocían.

La jovencita había cantado victoria muy temprano, ella no sabía que Jorge le había indicado a su madre donde se encontraba la llave de emergencia, para que ella entre a la casa cuando quisiera cuando estaba solo, ahora se mantenía en el mismo lugar, para hacer uso en el en caso su novia no esté, así que la suegra se dirigió al jardín y diviso el lugar con un punto blanco el cual al darle la vuelta al tiesto camuflado, encontró la llave para entrar a la casa, el sonido de llave abriendo la puerta llego a los odios de Fabiola que horrorizada, ahora si se alejó del viejo.

-      - ¡Oh por Dios!, ¡está entrando!, tiene llave, está abriendo la puerta, Jorge le ha debido de dar la llave de emergencia.

Decía horrorizada la jovencita que no sabía qué hacer. El viejo por su parte estaba bastante molesto, una vez más se le iba la oportunidad de poseer a tan tremendo manjar.

-      ¡Sshhh! Solo quédate callada, follaremos en silencio hasta que la vieja se vaya.

-      Noooo usted no la conoce, esa mujer tiene buen odio y no dudara en subir si es que escucha algo raro.

Al cabo de unos segundos la suegra ya estaba dentro de la casa, dejó las cosas a un lado y llamó una última vez a Fabiola. La nena asustada le pidió por favor al viejo que se mantuviera callado, que ella se encargaría de todo, así que arreglando un poco la garganta grito desde su cuarto.

-      Se…señora Ana, buenos días, ahora estoy en la ducha, en unos minutos bajo.

-      Por fin me respondes, estaba grita y grita afuera y no me decías nada.

-      Perdón, no escuche nada desde el cuarto de baño.

-      Bueno, bueno, termina rápido de bañarte, te necesito en la cocina para preparar las cosas para el cumpleaños de Jorge, mañana toda la familia vendrá a esta casa y necesito que todo este impecable para dar buena presencia.

-      Deme un par de minutos, ya bajo.

Fabiola estaba hecha un mar de nervios, su relación con ella no era muy buena…sobreprotegía mucho a su hijo, a pesar de que este tenía más de 30 años, por más que trató de llevar la fiesta en paz, aquella gorda y vieja mujer siempre encontraba algo para criticarla e incomodarla, hasta el momento aún no lograba que la acepte como un miembro de la familia, a pesar de todo el tiempo que estaba viviendo con Jorge, Fabiola estaba convencida que gran parte de la culpa era de su novio enmadrado.

-      Señor Rómulo por favor tengo que ir abajo.

-      Vete a la mierda culona, no dejaré que te me escapes otra vez

-      Por favor se lo ruego si mi suegra nos descubre se acabó todo, me arruinará mi relación con Jorge y me tendré que ir de aquí…

-      Pues que nos descubra, mejor para mí, así por fin te separas de ese inútil y te vienes a vivir conmigo, además eres su ama de casa casi tres años de convivencia, así que por ley le podemos sacar un buen dinero a ese idiota y vivir bien hasta que encuentres trabajo, aunque si te portas bien yo te podré mantener bien.

-      Por favor no diga eso, ayúdeme, le prometo que después hare todo lo que me pida.

-      ¿Todo lo que te pida? ¿Estás segura de lo que me estás diciendo culona?

-      Sí cabronazo, haré todo lo que me pida, pero ahora necesito que esté en absoluto silencio hasta que pueda deshacerme de la doña Ana.

-      No lo sé, luego te pondrás especial nuevamente y te harás la desentendida.

-      Se lo prometo Rómulo, le doy mi palabra

Rómulo miro a Fabiola, sabía que esta vez la nena iba en serio, algo que era conveniente para él ya que podría aprovechar la situación.

-      Está bien zorrita mía, tomaré tu palabra…, me harás un par de favores tras despachar a esa vieja ¿está claro?

-      Sí mi amor, yo le doy mi palabra

-      Bueno entonces, dicho esto, creo que es momento de que te des una ducha, vamos juntos, te ayudare a bañarte.

-      E…está bien, pero solo será un baño rápido, la señora Ana se irrita muy rápido si no le hacen caso.

-      Descuida, verás que será algo rápido.

Fabiola rápidamente entro al baño acompañado de su bien pertrechado y viejo amante, abrió rápido la ducha y empezó a enjabonarse, ver esa piel blanca llenándose de jabón era todo un espectáculo para el viejo, tenía claro que podía poseerla y follársela en ese lugar por unos momentos, pero  sabía que no sería la mejor opción ya que ahora que confirmó que la jovencita está bastante necesitada de sexo, y se moría por su verga además con los favores que le había prometido, se aseguraría pronto de poseerla como debería ser, hasta el punto que ella se enamoré de su falo, tal y como lo había venido pensando estos días antes del reencuentro.

-      Tranquila señorita Fabiola yo te ayudo con eso.

Dijo el viejo aun empalmado, quitándose la ropa para meterse a la ducha. Con total desfachatez se puso a enjabonar las suaves tetas de la nena. 

-      Por favor deje eso, me tengo que apurar…

-      Tranquila, aún hay tiempo, pronto ya no te volverá a molestar esa vieja… serás solo mía culona, así que ve olvidándote de caerle bien a esa bruja.

El manoseo en los sensibles tetas de Fabiola estaban surgiendo efecto nuevamente en ella, pronto ella estaba nuevamente parando su trasero buscando aquella gruesa herramienta que tanto deseaba tener dentro suyo.

-      Creo que mis tetas ya están bastante aseadas.

-      Dices eso, pero tu cuerpo no miente, tu coño está que busca mi verga.

Le dijo mientras su gruesa mole empezaba a puntearla cerca de su jugosa entrada. Fabiola quería seguir disfrutando el momento cuando otra vez la voz chillona la sacó de sus fantasías.

-      FABIOOOLA… ¡muchacha cuanto tardas en bajar! ¡Necesito que me ayudes!

-      ¡Ya voooy!  ¡Deme unos minutos por fis!

La nena una vez más dejo las cosas que tenía en mente y se apuró a terminar de bañarse, por otro lado, el viejo quiso probar uno de los favores que le prometió la sexy jovencita.

-      Arrodíllate puta, quiero que me la chupes unos segundos, antes de que te vayas.

-      ¿Quéeeee? Noooo, ahora no, si quiere cuando la señora Ana se vay….

-      ¡¡Que te arrodilles o hablaré más fuerte para que me escuche esa vieja de mierda!!

A Fabiola no le quedó otra que obedecer a Rómulo para que este no se irritara.

-      Ahora chupa mi verga hasta que me corra en tu boca…

-      Pero Rómulo, creí que esto lo haríamos después…

-      ¡Hazlo de una vez, maldita sea!, mis bolas necesitan una primera descarga ya.

Dijo el viejo levantando un poco más la voz asustando a Fabiola y deseando que la vieja no haya escuchado nada. Una vez más Fabiola tenía es mástil de carne dentro de su boca, esta vez no disfrutaba, solo quería que el viejo se corriera para cambiarse e ir donde su suegra, por eso apuro el paso tanto como pudo, de pronto la voz chillona una vez más se hizo presente.

-      Fabiooola… ¿cómo diantres se usa esta batidora? Tiene tantos botones, ¿Cuál es el botón de encendido?

La pequeña infiel se sacó la verga de la boca para responder a la duda de doña Ana, pero está lejos de dejarla tranquila seguía con más preguntas ya que los aparatos eléctricos de cocina no eran su fuerte. Apenas Fabiola terminaba de explicarle otra vez se metía aquella gruesa barra de carne dentro de la garganta para seguir su cometido, por su parte el viejo miraba gustoso como su hembra lamía con gran devoción y se sacaba la verga de su boca solo para responder cualquier duda. Tras unos minutos de intensa felación, el viejo sintió que por fin se iba a correr, lo hizo a propósito para no complicarle las cosas a la pequeña infiel… Rómulo tenía una técnica que consistía en una variante del método de “Semans” de parada y arranque, para lograr con habilidad, de centrar su atención en las sensaciones premonitoras del orgasmo mientras mantiene la actividad sexual con su compañera, de tal modo que posibilita el control voluntario de su reflejo eyaculatorio y mantener relaciones sexuales satisfactorias de largo tiempo, para él y su pareja… de sobra sabía que su técnica le podría tener media hora con la mamada sin correrse.

-      Ahí viene culona, ahí viene la leche que tanto te gusta.

-      ¡¡Córrase don Rómulo!, ¡Échela toda fuera de sus huevos en mi boca!

-      Síii… quiero acabar en tu boca nuevamente ¡Quiero ver cómo te la tragas toda!

-      ¿Queeeee? Como usted diga… de toda formas me encanta la su lefa.

-      ¡Uff ahí viene abre la boca puta!

Fabiola no tenía otra salida, tomarse el semen era algo que nunca había hecho a su novio, incluso era algo prohibido dentro de las sesiones de sexo que tenía con él, pero ahora no podía pensar en eso, cerró los ojos y sin dejar de succionarle el glande, sellando con sus labios el orondo cabezón, esperó aquella descarga que llenaría la boca. De pronto, uno tras otro… hasta cuatro poderosos chorros de leche espesa, inundaron su boca, haciendo que el viejo jadeara y elevara la voz del gusto. La nena recibió toda la semilla del viejo fornicador, pero a diferencia de la otra vez, ahora se lo iba tomar con desgana sin poder saborearlo, por la premura de la situación. Se lo tragó a plena vista del vejete que miraba orgulloso como su hembra se tomaba toda su leche tras mostrarle la ingente lechada.

-      Abre la boca para demostrarme que te la has tomado todo…

La nena hizo caso y abrió su boquita demostrándole que le había hecho caso.

-      Bien, bien, eres toda una putita, te has tragado hasta la última gota, así me gusta

-      Ahora sí, por favor tengo que ir abajo con mi “suegra”…

-      Un último detalle, no quiero que te laves los dientes, ve así a saludar a tu “suegra”.

-      Pero mi aliento huele a su lech…semilla.

-      Por eso mismo quiero que te quedes con ese sabor todo el tiempo que sea necesario

-      Pero Rómulo, no sea tan malo conmigo…

-      ¡HAZ CASO JODER…!

-      Ok señor Rómulo, como usted diga.

Dijo ofuscada la jovencita que sabía que no iba a ganar esa conversación, tampoco tendría que darle un beso a su “suegra”, mucho menos con lengua.

-      Me da mucho gusto que obedezcas a tu hombre. Ahora sí corre, te doy permiso para que bajes con esa vieja, pero despáchala lo más rápido que puedas. Mientras descansare un rato en la cama…nuestra futura cama.

Fabiola se secó rápido, saco de su ropero una camiseta, y una malla del gimnasio, con su cabello aún húmedo se hizo una cola de caballo y bajo rápidamente cerrando con llave su cuarto, dejando ahí al desnudo sujeto que se había echado en la cama a mirar la tele sin ninguna vergüenza.

Por otra parte, la señora Ana estaba molesta con todo lo que se había demorado la jovencita “bañándose” y es que no era para menos ya que se había tomado un buen tiempo para hacer que el viejo se corriera.

Ambas mujeres tuvieron un frío saludo de lejos, la madre de Jorge quería que de una vez Fabiola se ponga a ayudarle en la preparación de la comida y bocaditos para el día de mañana, en todo momento Fabiola permaneció lo más alejada posible de la señora Ana para que esta no sienta el olor a semen que emanaba de su boca. Las horas pasaban y parecía que las ideas culinarias de la señora Ana no tenían fin, ya que apenas terminaban con algo, empezaban con otra cosa, haciendo preocupar a Fabiola ya que al no ser buena en la cocina, se demoraba más de lo debido con las ordenes que le daban. Mientras preparaba las cosas, se preguntaba que estaría haciendo el viejo en estos momentos en su cuarto, a cada rato miraba el reloj, las horas pasaban y ya eran las dos de la tarde, esperaba que la vieja se quede solo un rato más y continúen con lo que faltara el día de mañana en la mañana, pero grande fue su sorpresa y preocupación al escuchar que su casi suegra le dijo que mejor terminarían todos los preparativos el día de hoy y luego de terminar esperaría a que venga su hijo para cenar con el antes de irse.

A Fabiola, esta declaración le cayó como una jarra de agua fría, se preguntaba como sacaría a Rómulo de su cuarto, ya que para lograr que el viejo se vaya de su casa, obligadamente este tenía que pasar por la cocina y la señora Ana no salía de ese lugar en ningún momento.

Las horas seguían pasando, ya estaba empezando a oscurecer, la sexy jovencita aprovecho un momento para subir con la excusa de ponerse algo de más abrigo, y sin que se diera cuenta la señora, se escondió dentro de su camiseta un par de plátanos para el viejo, que seguramente debía estar muriendo de hambre, se subió rápido antes de que la vieja la vea, abrió con mucho cuidado su cuarto, esperando que tal vez el viejo se haya quedado dormido y no haya hecho ningún alboroto, pero al abrir la puerta descubrió que había pasado todo lo contrario a lo que había deseado.

Apenas abrió la puerta, vio todo su cuarto hecho un desastre, su ropero estaba totalmente desordenado, ya que el viejo había estado husmeando toda la ropa de la jovencita tratando de encontrar más piezas como la lencería roja, aquella búsqueda fue todo un éxito ya que encontró más de un trajecito erótico. Fabiola también pudo notar que el pequeño frigorífico que se encontraba a un lado de la cama estaba totalmente abierto y muchas latas de cervezas importadas se encontraban vacías y regadas por todo el cuarto, eso sin contar el olor impregnado por todo el cuarto a hombre.

Fabiola se acercó lentamente al baño y lo que vio fue una escena de los más inmunda, vio a Rómulo totalmente desnudo con aquel robusto cuerpo, masturbándose bajo la ducha, sobre el lavabo uno de sus tangas usados, pudo observar que mucha de su ropa interior usada se encontraba en el baño tiradas fuera del canasto, ya que seguramente el vejete las había estado usando para excitarse, se podía apreciar que el despreciable sujeto se había estado masturbando en la prenda del lavabo, pues contenía una lechada reciente. Rómulo al verla le regalo una gran sonrisa burlona y la invito a entrar.

-      Por fin apareces, mira cuantas pajas te he dedicado.

-      Rómulo ¿qué ha hecho?, ha desordenado todo mi cuarto.

-      Dirás nuestro cuarto…y pues ¿querías que hiciera?, pasaban las horas y me aburría, me tome un par de cervezas que encontré y me puse algo cariñoso con toda tu ropa.

-      ¿Un par?, se ha tomado casi media docena y las ha dejado tiradas por toda la habitación

-      Bahh, luego lo limpias culona, mmm que ¿tienes escondido ahí?

¡Ah! ¿Esto?, pues le traje algo de comer ya que la señora Ana aún no se ha ido.

Le dijo la jovencita enseñándole el par de plátanos que había podido conseguir

-      De todas las frutas que tenías en la cocina, me trajiste un par de plátanos, sí que has estado pensando en mi todo este tiempo…

Fabiola le explico la situación a Rómulo, le dijo que la señora se iba a quedar hasta que Jorge llegue del trabajo por lo que tenía que ayudarla a ver una manera de que el salga y no sean descubiertos

-      Pues la verdad no tengo idea de cómo vas a solucionar esto, pero ya que mañana es el cumpleaños del tarado ese, que mejor que le regales un buen par de cuernos.

-      Por favor, tome esto enserio, mi novio llegara en unas dos o tres horas a lo sumo, tenemos que pensar en algo.

-      Ahora solo puedo pensar en ese rico cuerpo tuyo…por cierto, recuerdas que me dijiste que me harías cualquier favor si ¿permanecía callado?, pues acabo de recordar que tengo un amigo que me gustaría que visitaras... lo apreciaría mucho.

-      ¿Qué? ¿Quién?

Dijo enojada y sorprendida por la facilidad como el viejo cambiaba el tema de conversación.

-      Solo es un viejo amigo que está sufriendo en un asilo a las afueras de la ciudad, significaría mucho para él recibir la visita de una hermosa joven el día de mañana.

-      ¿Quiere que vaya hasta ese lugar para visitar a un amigo suyo?

-      Pues sí, en lo que estabas abajo lo llamé y quedé en que mañana una bella jovencita lo visitaría, pero descuida solo le alegraras la vista con tu rico cuerpo, nada más.

-      No... lo siento, no lo creo, mañana es el cumpleaños de Jorge y tengo que estar aquí.

Respondió con firmeza.

-      Te recuerdo que me diste tu palabra a cambio de no hacer ningún ruido.

-      Sí se la di, pero sin que por ello trastorne mi vida entera. Y me deje vendida.

Fabiola pensó por un momento, si recordaba la promesa, sabía que no tenía que darle la contra sino seguramente el viejo haría un escándalo y supo que, por supuesto, no tenía otra opción.

-      Está bien, pero dígame la verdad, ¿quién es?

-      Solo un amigo ya te dije, no ha estado bien por mucho tiempo, solo ve a verlo y anímalo un poco por la mañana así llegaras tranquila al cumple de tu novio.

-      O...ok, iré solo para visitarlo, nada más.

Con la aprobación de Fabiola, el viejo solo atino a sonreír, tenía en cuenta que hoy las cosas no salieron como esperaba, pero aun así tuvo un gran avance y confirmo que la nena se muere de ganas por su verga, sabía que su plan aún seguía en pie, todo lo que había estado planeando estos dos días por fin rendirían sus frutos y tendría a la sexy jovencita en sus manos si todo sale bien mañana en aquel asilo.

Por su parte Fabiola no tenía cabeza para pensar que cosas le esperarían mañana, de momento solo pensaba en como burlar a la señora Ana para que Rómulo pueda abandonar la casa, antes de que Jorge llegue a la casa

 


 

DESHACIÉNDOSE DE SU VECINO. El cuarto de arriba era un caos, toda su ropa interior había sido inspeccionada a detalle por ese horrible sujeto, muchas latas de cerveza se encontraban regadas por todo el cuarto, el olor a alcohol, aunque sutil, aun se podía sentir si es que su suegra se le ocurriese subir al segundo piso.

Fabiola trató de aclarar su mente, trato de ver los pros y los contras de su situación, pero por más vueltas que le daba al asunto no encontraba una solución para sacar a don Rómulo de su casa y ponerse a limpiar, ya que inevitablemente tenía que hacerlo pasar por la cocina para ir a la puerta principal, desgraciadamente ahí se encontraba su suegra, ningún tipo de orden o petición funcionaria con ella, solo conocía a una persona capaz de controlar a tan problemática mujer y ese era su suegro llamado Jerónimo,  en las pocas veces que había estado en la casa de sus suegros, cada vez que la madre de Jorge trataba de humillarla, el padre siempre había salido en su ayuda para calmar la tensión, siempre lo encontró como una persona tranquila capaz de resolver cualquier conflicto de una manera pacífica, su prominente barriga y su fino bigote dentro de esa cara arrugada y regordeta lo hacían ver bastante inofensivo, pero a estas alturas ya no sabía que pensar, porque un concepto similar tenia de su vecino y ahora lo veía echado en su cama sirviéndose otra lata de cerveza como si no le importara que lo descubrieran.

Fabiola sabía que Jerónimo era su única salvación ya que en la situación tensa en la que estaba, no sabía a quién más recurrir, además si el demonio de su suegra siempre le hacía caso a este, debía ser por algo, así que se arriesgó, se alejó un poco del cuarto y llamo al teléfono fijo de su “suegro”, hace algunos años Fabiola había recibido algunos cursos de actuación, esto para ampliar sus horizontes en su carrera de modelo, así que trato de usar todo lo aprendido y puso su mayor empeño en fingir una voz bastante afligida sin llegar a la exageración contándole a este que su esposa había llegado a su casa y le estaba ayudando con los preparativos de mañana, pero debido a un desacuerdo en algunos temas, su suegra se había malhumorado con ella tratándola  horriblemente y ya no sabía qué hacer.

Del otro lado del teléfono, Jerónimo solo llevaba los ojos al techo como si esta noticia no le sorprendiera para nada, no sabía por qué su esposa le tenía tanta cólera a Fabiola, la pobre siempre había resultado ser una chica tranquila para él, tras charlar un poco más con la angustiada jovencita le dijo que no se preocupara y que enseguida la iba a llamar para que su esposa regrese a casa, Fabiola se lo agradeció y colgó la llamada, no había pasado más de un minuto y escucho a su suegra hablar por el móvil, ofuscada.

-      No Jerónimo, aún tengo que ayudar a esta muchacha con los preparativos, esta mujer es tan lenta que sin mi ayuda nunca acabara para mañana.

De pronto poco a poco la furiosa mujer bajaba su intensidad

-      No sé por qué defiendes tanto a esa mucha……si lo entiendo, pero también esperaba quedarme a cenar con nuestro hij…pero…pee… ok está bien tu ganas, voy a la casa enseguida.

Fabiola desde arriba se quedó maravillada como su marido dominó en unos cuantos segundos a su colérica “suegra”, deseaba saber qué cosas le dijo y aprender de ello, pero de momento se quedó tranquila, ya habrá la oportunidad de charlar con él y preguntarle todos los secretos para dominar a esa bestia que tenía por esposa, pensaba ella.

Apenas colgó el teléfono, su suegra la llamó y le dijo que tenía que ir urgente donde su marido y que termine de preparar la cena solo para ella y su hijo, sin decir más agarro sus cosas y se fue.

<< “Un peso menos” >> se dijo en voz bajita la agobiada jovencita, ahora solo faltaba deshacerse del pervertido que tenía en su cama para empezar a limpiar antes de que llegue su novio.

Subió rápido las escaleras y le dijo al viejo que su suegra por fin se había ido, este que ya sentía los primeros síntomas de mareo por todas las cervezas que había tomado, sonrió al recibir esa buena noticia y sin más, intentó abrazarla para apoderarse de ese trasero, que hasta hace poco lo había tenido en sus manos, pero fue rechazado por una jovencita a la cual ya se le había pasado la calentura del momento, sabía que no podía darse el lujo de volver a caer ya que le quedaba poco tiempo para limpiar y dejar todo en orden.

-      Rómulo, por favor váyase necesito limpiar todo antes de que venga Jorge.

-      Pero que dices putita, aún queda tiempo de sobra para darte un par de folladas,  antes de que el cornudo de tu novio regrese.

-      ¡Él no es cornudo!, usted nunca me ha metido su polla en mi coño, por lo que todo esto que ha pasado, ha sido… un horrible malentendido.

Se trataba de excusar la jovencita.

-      JA,JA,JA, ¡Horrible dices! pero si estabas a punto de entregarte, si no fuera por esa vieja bruja ahora estarías montándote por enésima vez sobre mi verga

-      Pero no paso, así que por favor retírese de mi casa que tengo que limpiar, le prometo que no diré nada, pero por favor ya no me hable…

-      Me niego a hacerte caso culona, en todos mis años jamás había considerado tener entre mis manos un cuerpo tan rico como el tuyo gratis, y no pienso soltarte así nada más, recuerda que mañana tenemos que hacerle una visita a mi amig…

-      No creo que pueda — interrumpió la joven decidida— mañana tendré un día muy saturado con la preparación del cumpleaños y …

-      ¡ESCUCHAME BIEN!, tú ya me diste tu palabra y ya hablé con él mientras tú estabas abajo en tus tareas de ama de casa, ahora no puedes salir con tus estupideces de negarte, si lo haces te juro que mañana me aparezco en medio de la fiesta y le digo a todos todo lo que hicimos en esta cama, ya me imagino la cara del cornudo ese, al enterarse como su bella novia se revolcaba con su viejo vecino.

Fabiola quedo petrificada, la confianza que había logrado reunir para mantenerse firme se había esfumado con un simple comentario de este horrible sujeto.

-      Pu…pues es su palabra contra la mía, yo sé que mi novio me creerá y todos lo tomaran como un viejo loco.

-      ¿Eso crees?  ¿Y el cornudo ese aun confiaría en tu palabra si le describo este cuarto? Mmm tal vez le diga de qué color es la pared o incluso marcha de bebidas guarda.

Rómulo, al notar la sorprendida cara de Fabiola siguió atormentándola un poco más.

-      Me conozco cada centímetro de este cuarto, le podría decir mañana con todo lujo de detalle como es… ¿crees que después de eso, tu novio crea ciegamente tu palabra?

La jovencita estaba acorralada, sentía que debía gritarle y darle un par de hostias, pero sabía que eso solo empeoraría las cosas, el viejo realmente podría ser capaz de aparecer en la fiesta y soltar su venenosa lengua, si eso pasará, su reputación estaría arruinada y su vida, junto con su carrera de modelo se esfumaría.

-      Por favor no haga eso, ya tuvo bastante, me he dejado hacer cosas que hasta ahora no se lo había permitido a mi novio, por favor quédese con ello y déjeme en paz.

Le pedía con el mismo tono de voz piadoso con el que hablo con su suegro hace unos minutos, esto con el fin de apreciar cual era el impacto de sus palabras con este tipo, para su mala suerte esto solo hizo que el viejo se pusiera más cachondo.

-      ¡Cómo me gusta escucharte con esa voz tan tierna que tienes!, me dan ganas de hacerte muchas cosas en esta cama, pero me considero un buen tipo, así que tú decides, podría ser esto nuestro pequeño secreto y acompañarme mañana al asilo o podrías despedirte de este tipo de vida y decirle adiós a tu reputación.

Fabiola se quedó callada por unos instantes, lo más sensato de momento era ceder, ganar tiempo y tratar de ingeniárselas más adelante para que el viejo no la chantajee de nuevo.

-      Está bien Rómulo, mañana por la mañana iremos a visitar el asilo de ancianos donde está su amigo …PERO … solo lo visitaremos, no haremos nada más, ¿está claro?

-      Clarísimo ricura, ahora ven y dame un besito para sellar el trato.

Fabiola lo rechazo, ahora realmente sentía un profundo asco, aun no podía creer que había estado a punto de entregarse a otro hombre que no sea Jorge.

-      ¿Le estas rechazando un beso a tu macho?

Rómulo se sintió ofendido por la actitud de la nena, pensó que ya era totalmente de su propiedad y recibir ese trato era inaceptable para el

-      No es eso, es solo que…

No pudo terminar su frase cuando el viejo se abalanzo sobre su cara para darle un sonoro beso llegando con su lengua a todos los rincones de la fresca boca de la universitaria, a Fabiola no le quedó otra que aceptar esa lengua en su boca que sabía a cerveza, para no hacerlo enojar. Estuvieron por casi un minuto besándose parados a un lado de la cama, Rómulo tenía a Fabiola abrazado fuertemente hacia él, poco a poco empezó a bajar sus manos para poseer una vez más ese imponente trasero, pero fue impedido por estar argumentando que faltaba poco para que su novio regrese.

-      ¡Bahh! Está bien culona, me cuesta mucho dejar ir ese rico culo que tienes, pero solo por hoy te seguiré el juego y te dejaré para que arregles este desorden, pero no te acostumbres mucho ya que pronto serás mi mujer ante los ojos de todos así que ve mentalizándote, será la conquista de este viejo forajido.

El viejo se puso sus pantalones y se dirigieron a la puerta, en todo el trayecto hasta la puerta principal, el pervertido la tenía bien agarrada de la cintura como si de verdad fueran una pareja, antes de irse, Fabiola sacó la cabeza parta percatarse de que no haya ningún vecino mirón fuera, mientras se inclinaba y veía que no hubiese nadie, no se percató del  tremendo espectá-CULO que le estaba regalando al viejo, este no resistió más y en un rápido movimiento puso su tremenda verga entre aquellos carnosos cachetes de Fabiola punteándola por última vez sorprendiendo a la jovencita.

-      Nooo, no haga eso, nos pueden ver…

-      Pronto serás completamente mía nena, te hare el amor muy rico y serás mi hembra.

-      Cariño, ya hablamos de eso, todo esto ha sido un malentendí…

-      ¡Ssshh! Las palabras sobran en este momento ricura, solo déjate llevar y dale un último beso de despedida a tu macho

Fabiola no tenía alternativa, debía deshacerse del viejo cuanto antes, así que ella misma posó sus labios en los de él y empezaron a besarse como verdaderos amantes, esta vez incluso dejó que el viejo le sobara el culo cubierto por esos leggins típicos de gimnasio, era como tocar directamente la piel, pronto una mano fuerte y áspera se quiso meter dentro de su camiseta holgada, y fue cuando la joven paro en seco las acciones diciéndole que ya era hora…, el viejo a regañadientes acepto y sin que nadie lo viese se alejó del lugar, no sin antes alargar su mano dándole una última y sonora nalgada, sus nalgas se notaban firmes y a la vez gelatinosas.

En todo este tema de deshacerse de don Rómulo, Fabiola había perdido bastante tiempo así que ahora solo le quedaban un par de horas antes de que llegue su novio, rápidamente empezó a hacer la limpieza en su cuarto donde era el mayor problema echando ambientador y tirando todas las latas de cerveza vacías, ya se le ocurriría una excusa para justificar lo que faltaba, pero eso pensaría más adelante, ahora solo quería dejar impecable todo para cuando su novio llegue.

Afortunadamente para ella cuando su novio llegó, lo hizo como todas las noches, exhausto de tanto trabajar, como había pedido permiso para salir unas horas antes el día de su cumpleaños, tuvo que trabajar el doble estos días para poder compensarlo, por lo cual no se percató de nada diferente ese día, ni siquiera se dignó en comer, simplemente se limitó a ir a la cama  y descansar para alivio de Fabiola, que luego del enorme esfuerzo que había hecho limpiando todo y escondiendo cualquier evidencia se sentó a comer algo rápido y se fue a la cama a descansar junto a Jorge, no sin antes ir al baño y masturbarse un par de veces para eliminar toda calentura que le quedaba…, lo hizo con las bragas impregnadas de la enorme lechada del viejo, las buscó en el fondo de la canasta de ropa usada y las llevó a la nariz… tan cerca estaba de su boca, que le dio una lamida al aromático engrudo, arrastrando con la punta de la lengua, una porción que tragó… sus dedos se encarnizaron en su coño y clítoris al tragar la lefa fría y cremosa de ese viejo cabronazo que la tenía loca de calentura.

Fantaseaba con la enorme envergadura del falo que le llegaría a la misma entrada de su útero, y allí depositar la gran cantidad de leche capaz de evacuar en cada eyaculación…, se calentaba con la imagen de los grandes huevazos agitándose, que no se la podía quitar de la mente. Sin lugar a dudas era un gran macho, un semental puro y duro para Fabiola, sí un cabrón malote, a quien las buenas hembras gustan estar sometidas por instinto animal… son los que mejores genes portan en sus testículos… los más conspicuos y capacitados machos para engendrar descendiente válidos. Por naturaleza, el instinto femenino los prefiere para perpetuar la especie, frente a los formales y tiernos como su novio Jorge… algo difícil de explicar, pues uno era un malhechor y el otro un gran hombre.
 
Continúa...

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