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UNA HISTORIA DE AMOR. Y si tú no has de volver...

    "Y si tú no has de volver" 1ª PARTE "Una para el otro y otra para el uno". Esa frase la repite una y otra vez mi ...

Con mamá y papá es especial

 

La llamada de Juan me sorprendió para bien..., yo andaba ya cansada de la filosofía de la macroeconomía, y él necesitaba pasarse por casa una vez acabase su trabajo para desestresarse… yo ya sabía qué significaba. El chico es muy bueno en la cama, es bastante atractivo físicamente, fortachón y de buen carácter… tiene cuerpo de estibador, lo cual me entusiasma porque, maneja mis 52 kg con soltura. Enseguida le dije que si me apetecía mucho verlo… evidentemente se me notó que me puse cachonda enseguida.

 


 

Me fui a mi cuarto a elegir lo que me iba a poner, obviamente algo seductor pero no podía dejar de pensar en lo que iba a disfrutar dentro de una hora y con solo pensarlo me puse muy caliente. Me deje caer en la cama y empecé acariciarme por encima del vestido, me tocaba las tetas pellizcando ligeramente mis pezones, luego baja a mi coño y frotaba el clítoris sobre el tanga… mi respiración se aceleraba cuando noté la presencia de Aragorn que entró ante mis gemidos. Mi pequeño, es un dogo blanco precioso, muy cariñoso y bueno que tengo desde bebé, un regalo de papá. Ahora con cinco años es un can musculado como mi follamigo Juan, y además muy bien dotado sexualmente.


Cuando no están mis padres en casa, mi perro y yo somos la mar de cariñosos…, lo llamé y se acercó a mí babeante con la lengua fuera… ya sabía lo que quería y a él también le gusta tener a su ama como perra en celo. Le acaricie el lomo y el vientre deslizando mis manos por todo tu cuerpo de pelo corto y sedoso, diciéndole… “Tu perrita está caliente, a tu nenita le pica mucho el coñito, ¡¿Vas a ser bueno verdad?!” Acto seguido me quité el tanga y levanté la falda de mi vestido hasta la cintura, me acerqué al borde de la cama. Aragorncaptó el olor cargado de hormonas sexuales fértiles que se esparcían por el ambiente causado por la extrema humedad de mi coño… el semental ya conocía de sobra ese olor a hembra y lo que tenía que hacer. El can olfateaba mi coño y poco a poco empezó a lamerlo cada vez más rápido, yo mientras le acariciaba la cabeza y disfrutaba de su áspera lamida, notaba su lengua rasposa pasando por mi clítoris haciéndome gozar…, con un giro de cabeza miré su virilidad, electrificando mi cuerpo al ver que ya estaba medio empalmado. Solo abarcaba unos 15 cm pero aún quedaba otro buen tramo por salir de su funda peluda… por curiosidad una vez se la medí en plena erección, cuál fue mi estupor cuando comprobé que el macho portaba una polla enorme de unos 23 cm y un diámetro de unos 4 cm… desde entonces fantaseé con que fuese mi amante.

Tener a Aragorn es muy cómodo, es un macho que se calienta fácilmente y está en casa siempre disponible, y ese día no era diferente. Me levanté de la cama y me arrodille junto a él y empecé a tocarle su polla que siguió creciendo hasta su tamaño ordinario. Aragorn no se movía, y cuando aprovecho para acercarme y meterme su punta en la boca. Comencé a chupársela, de vez en cuando me la sacaba de la boca le pasaba la lengua por todo lo largo de ella hasta el bulbo…luego me encarnecía en sus grandes pelotas colganderas. El escroto es suave y aterciopelado, pero los huevos se sienten duros para volver a metérmela de nuevo en la boca, se los comí con la complacencia de Aragorn, me afané en ellos succionándolos y tragando huevo a huevo con lengua.

Tras la comida de huevos, volví a su tallo rojizo, extrayendo su sabor con mi lengua totalmente extendida y dejando un reguero de saliva. Lengüeteaba su extraño glande rematado en punta, que soltaba pequeños chorritos de semen… me recreaba en el sabor a macho extraído directamente de la gran verga de mi perro. Mi pepita se endureció, y antes de que me doliera, le apliqué el mejor remedio con mis dedos. Le daba duro a mi coño chupándole la polla, agarrándole los huevos, me encanta la textura de sus bolas y el llenado de boca que produce su verga metida hasta el galillo…

Cuando mejor estaba la cosa, sonó el timbre de la puerta. Era Juan se adelantaba a la hora que había dicho. Dejé de inmediato a Aragorn y para disimular me fui corriendo al baño y me enjuagué la boca con colutorio bucal y abundante agua, me calé el vestido y me lo saqué. Al salir medio me sequé y se me ocurrió ir a recibir a Juan solo tapándome con la toalla. Al abrir estaba mirándose no séqué de los zapatos… ¡Joder ya era hora! maldijo. Al levantar la cabeza, sonrió. – La próxima vez tarda un poco más y ábreme desnuda Entró, cerré la puerta y enseguida nos enlazamos en un beso tremendo muy húmedo.

Llegamos hasta el dormitorio abrazados, besándonos, nada más entrar me quito de un tirón la toalla y sus manos recorrían mi cuerpo acariciándole, tocando mis tetas, pellizcando los pezones, me volvió a besar para después seguir hacia abajo y lamerme las tetas. Tenía los pezones durísimos y las mamas muy duras. El cabrón no paraba de chuparlas y apretarlas con sus manos, yo me tumbé en la cama. Juan en un momento se deshizo de su camiseta y vaquero junto con los calzoncillos de un solo tirón… no llevaba más ropa, pude ver como estaban ya totalmente empalmados sus casi 16 cm bien gruesa… es lo mejor que te puedes meter, porque no te revienta el coño pero te lo abre con un frotamiento que te lleva al orgasmo muy pronto,

Se acercó a mí y fue directamente a meterse entre mis piernas. Me pasaba la lengua por toda la raja para acabar siempre en el clítoris, entreteniéndose en mi botoncito haciendo círculos con su lengua mientras me introducía sus dedos en mi vagina, yo estaba loca de placer no podía más por el previo con Aragorn, y me corrí con estertores espasmódicos que me estremecían. Juan me estaba haciendo gozar mucho y además, tenía el morbo de recordar que hacía un momento, era Aragorn quien me lamía del mismo modo en el mismo lugar. No pude contenerme más y tuve ese orgasmo mientras Juan no dejaba de lamerme y follarme con sus dedos. Me duró casi medio minuto y mi amante no dejó que decayese un solo instante en todo ese tramo de placer de contracciones vaginales.


Que gusto, le dije. Se puso en pie, me sonrió diciendo… – ¡¡Me toca!! Me arrodillé frente a él y empecé masturbarlo con la mano suavemente mientras con la otra le acariciaba los huevos, me miraba fijamente y yo a él, y sin dejar de mirarle a los ojos acerque mi lengua a su capullo y empecé a lamerlo igual que le había hecho a Aragorn…, pasaba mi lengua por toda su polla. Juan me decía si chúpamela como tú sabes zorra… – ¡¡Chupa puta, chupa la verga que te va a reventar el coño!! Entonces comencé a golpear con su polla en mi lengua con la boca abierta, metiéndomela de vez en cuando entera hasta el fondo, no paraba de acariciarle los testículos… No sé por qué me agrandan sobremanera los huevos de los machos, por su textura, su forma o porque albergan la esencia de la vida.

Mientras le succionaba su polla, noté como se le endurecía más y más, aumenté mi ritmo de succión pero ahora ya no me la sacaba de la boca. Juan no pudo más y entre rugidos animalescos se corrió en mi boca, no dejé que se me escapara ni una gota… me trague todo su semen espeso y grumoso, relamí lo que quedé en su polla que apreté para extraer el último borbotón de leche. Al poco ya se ablandaba tras correrse a pesar de que mi lengua siguiera jugando con ella.

Se recostó en la cama para descansar pero yo quería más, necesitaba que me la metiera. Me levanté, me separé algo de la cama, Juan me seguía con la mirada, y comencé a moverme de forma erótica acariciándome y masturbándome, eso hace que a Juan se le ponga dura enseguida, y yo deseaba que estuviera cuanto antes disponible para follarme…, estaba completamente mojada y deseaba una polla dentro de mí.

Arrodillada, apretaba mis tetas con las dos manos contra su polla, cuando Aragorn que había estado todo el rato tumbado en la habitación, se levantó al verme con el culo en pompa, y sin que me diera cuenta salto hacia mí, intenté zafarme del can, pero su peso hizo que me cayera hacia delante puse las manos para detener la caída y quede en el suelo a cuatro patas delante de Juan… en ese mismo instante Aragorn se me subió encima para montarme. Con la práctica que tiene, y lo cachonda que yo estaba su polla entró dentro de mí de un solo golpe, yo dejé ir un grito medio de placer y de dolor, miré a Juan que tenía los ojos como platos sin hacer nada por ayudarme a deshacerme del perro… se quedó quieto viendo como Aragorn me montaba. Ante la parsimonia de mi follamigo y la fogosidad de mi dogo, me dejé hacer empinando más mi culo, para que Aragorn no tuviera problema en follarme como acostumbraba. En unos segundos, ya notaba como la polla del perro entraba y salía de mi coño con velocidad y fuerza.

El muy imbécil, solo acertó a decir pero – ¿qué hace? Y el mismo se respondió… Sí ya veo que hace joder, tu perro te está follando, yo le volví a mirar, no sabíacómo iba a reaccionar y al levantar la cabeza de nuevo, lo vi masturbándose… – Lo hace bien,me dijo, le contesté con un sí largo entre gemidos. Aragorn ya había cogido bien la posición y me follaba meciéndome toda su polla hasta el fondo, a diferencia de otros perros, mi dogo folla con estilo muy parecido a un hombre, metiendo y sacado toda la verga en mi coño, lo cual me hace gozar muchísimo, con la diferencia que lo hace a una ritmo frenético. No pude más y tuve orgasmo escandaloso mientras gritaba… ¡Sí me folla muy bien!, Aragorn no paró con mi corrida, él seguía follándome con su enorme polla hasta golpearme con su bulbo una y otra vez…, en algunas ocasiones hasta se metía la gran bola dentro de mi coño, expandiéndolo a lo bestia.

Juan se acercó con algo de reparo por culpa del perro, pero al ver que este le ignoraba el hizo lo mismo, y me dio de nuevo su polla para que se la chupara, me la metí en la boca y se la succione fuerte incluso casi poniéndole los dientes apretándosela, lamiéndola y tragándomela más adentro a cada embestida que Aragorn me daba a fondo. Cada vez tenía las dos pollas másdentro de mí, eso hacía que mi coño se humedeciera hasta chorrear… en esa situación, con ambos machos follándome, tuve un nuevo orgasmo, tan fuerte que tuve que sacarme la polla de Juan de la boca para poder gemir de placer.

Por unos segundos me sentía como una perra en celo y el placer era descomunal, indescriptible y más cuando empecé a sentir los primeros piquetes en busca de la pared de mi vagina… Aragorn es un macho que siempre lo encentra, y sin delicadeza alguna me dejaba ir ese trozo de carne caliente, muy caliente, a tal grado que sentía como si me quemara el coño. Empecé a sentir como si me partiera por la mitad y una presión insoportable se produjo en mi vagina. Salieron unos pujidos de mi garganta que al final se hizo un gemido con la boca llena de la verga de Juan. No aguanté y quise zafarme al notar la bola dentro gimiendo ante mi follamigo, pero era imposible, en cuanto hacía el intento de despegarme un dolor duro me deshacía la vagina. Le quise pedirle auxilio cuando descubrí que Juan estaba muy excitado con lo que me hacía el perro, de tal modo que lo mejor era dejar de intentar despegarme del perro y que terminara dentro de mí.

Eran muchas cosas lo que sentía en ese momento, miedo al rechazo de mi follamigo, satisfacción de tener a mis dos amantes juntos, dolor vaginal por las duras acometidas que ese día me daba Aragorn… al final creo que era mayor el placer que sentía de ser poseída por un macho caliente, y sentirme la mejor hembra en celo poseída por dos sementales en esos momentos. Pegada al animal sentía que él era mi dueño, más que el hombre a quien le mamaba la verga, tal vez porque al no poder zafarme cuando yo lo deseaba, me hacía sentir que era solo suya. Sentir su verga rompiéndome el útero, era lo máximo…, claramente podía sentir sus palpitaciones.

Teniendo a mis dos sementales puestos de acuerdo en darme placer, no dejé que Aragorn se bajará de mi espalda, porque en un intento que hizo sentí que me desgarraba por dentro,como pude lo mantuve encima de mí y le pedía Juan que me ayudase con ello. Después de algún tiempo que se me hizo una eternidad dejé de sentir menos presión en mi vagina, abrí lo más que pude las piernas y poco a poco, ya con menos dolor fui tratando de disfrutarlo sin dejar de mamar y pajear a mi follamigo Juan.

Las arremetidas de dogo no cesaron, hasta que comencé a notar como eyaculaba…se le hinchó más la bola dentro de mí coño abotonándome sin remisión, y cuando ya se deslechó por completo, esa bola morada salió de entre mi coño… solté un grito cuando me salió con rapidez volteé los ojos a mi lastimada parte íntima, la cual arrojaba chorros de su semen muy líquido y transparente combinado con mis fluidos. En esos momentos sentía un gran alivio en mi vagina y una inmensa satisfacción…creo que una parte de mí se fue con la verga del perro. Po unos instantes me sentía culpable y sucia después de lo ocurrido sin ponerle remedio, ante la presencia de mi follamigo, pero también con una gran satisfacción por haber podido probar eso que tantas veces deseé, de tener a mis dos machos follándome juntos.

Realmente excitada y cachonda, quise limpiar mi conciencia con Juan, de tal modo que sin esperar un segundo le dije….–¡Fóllame tú también! Le ordene a Aragorn que se apartara lo cual hizo a desgana pero finalmente se marchó a un lado lamiéndose su polla…, ahora era Juan que se colocaba detrás de mí. También me metió su polla de golpe y empezó follarme muy fuerte al estilo del perro…, se notaba que la situación le había puesto a mil, y el semen del can facilitó la entrada de la dura polla de mi follamigo… me satisfacía que no le diese asco meterla en donde antes se había corrido mi perro. Percibía sus huevos como pegaban duramente contra mi coño. Con Aragorn al lado nuestro, inspiró a Juan a algo más atrevido. Con la respiración entrecortada me dijo… – ¿Él también tiene derecho a que se la chupes no? Ambos machos se habían intercambiado posiciones como buenos amigos.

Llamé a Aragorn, lo recliné al lado mío mientras Juan aumentaba aún más el ritmo con el que me follaba, le cogí la polla al perro y comencé a chupársela en sustitución a su boca o más bien ambos lamíamos la gran verga rojiza de Aragorn. Juan pasó a follarme poco a poco, para poder ver mejor como se la chupaba al perro… – ¡Qué bien se la chupas! Me dijo mientras seguía fallándome, y sus dedos buscaban mi culito para penetrarlo, yo estaba totalmente empapada de sudor y de mis flujos. Juan metía y sacaba su dedo pulgar de mi culo que ya estaba bien dilatado como para sustituirlo por su polla. Empalada por los tres agujeros de mi cuerpo, mi follamigo volvió a acelerar, su polla entraba y salía de mi coño cada vez más rápido, en tanto yo se la chupaba cada vez con más brío a Aragorn. Me saque la polla de mi perro de la boca y le grite a Juan...

¡¡Sí fóllame así más, no pares!!

Toma hasta el fondo me decía Juan sujetándome firme de mis caderas.

La polla de Aragorn estaba completamente hinchada, enorme, y yo me había hecho con ella por completo…no dejaba de chupársela y de acariciarme con mis dedos mi clítoris que estaba totalmente húmedo, estaba muy cachonda, mientras Juan se follaba mi coño… la tenía muy dentro de mí. Noté que iba a tener otro orgasmo, y en ese momento Aragorn se corrió inundando mi boca y cara, me impregnó de nuevo con su semen, mientras yo tenía un orgasmo lleno de placer y morbo. El olor a su leche me sublimaba, agarré al perro de los huevos rociándome la boca y cara con su semen a chorros. Juan al ver como Aragorn y yo nos corríamos, acentuó sus vaivenes, y ayudado por mis contracciones vaginales por mi orgasmo, se corrió al instante dentro de mi útero, llenándome de su semen caliente. Ahora tenía la leche de mis dos amantes mezcladas en mi vagina, ambas pugnando por llegar a mi matriz y preñarme.

 

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Si mi vida sexual se había disparado con la incorporación de Juan a mi entorno…, con papá y mamá fue mucho más especial. Lo que están a punto de leer forma parte de un secreto familiar muy bien guardado, un verdadero pacto entre mis padres y yo que nunca quebranté…al menos hasta hoy, ya que no voy a exponerme ni exponerlos a ellos. Debo recalcar que ha pasado bastante tiempo desde que yo tenía veinte años, y por ese motivo vengo madurando la idea de romper mi silencio. No lo hago con intención de lavar culpas, ni hacer catarsis, ni estoy arrepentida, si bien no descarto que exista cierto morbo intencional. Mi propósitoreal es dar alternativas al amor en familia para quienes leen este relato, y si por casualidad del otro lado hay personas que pasaron por una situación similar, hacerles ver que nos son únicos.

Antes de nada, quiero dejar bien sentado que estoy en contra de todo tipo de abusos y relaciones forzadas no consentidas, y que las relaciones sexuales que mantuve con miembros de mi familia las hice consciente de mis actos siendo mayor de edad. Amé y amo a mis padres y lo que pasó entre nosotros fue en la más absoluta intimidad, tampoco fue fruto de ideas retorcidas de gente enferma ni de sectas diabólicas, pasó lo que pasa en tantos otros lugares del mundo que la mayoría cataloga como “desviaciones”, pero sucede con mucha más frecuencia de lo se puede pensar. De hecho hoy día soy una profesional, mis padres también lo son y esta experiencia “poco usual” jamás fue un impedimento para llevar relación familiar, con una vida normal como la de los demás seres mortales.

 



Cuando nací, mis padres tenían 19 y 26 años. Ellos eran muy jóvenes, guapos, desprejuiciados y de mente muy abierta, también descuidados a la hora de expresar su amor. Tengo claros recuerdos de la niñez de encontrar a mi madre de rodillas chupando la polla de mi padre en la cocina o verlos hacer el amor desnudos sobre el sofá, en la piscina, en el baño… mis padres follaban mucho, sin valorar que yo estuviera cerca o pudiera encontrarlos follando. Siempre fui una niña muy inquieta y solía recorrer sigilosamente cada rincón de la casa, donde cada dos por tres, durante esas incursiones, sorprendía a mis padres teniendo escenas de sexo explícito, por lo tanto esas postales de sexo resultaban muy familiares para mí, y elaboraba en esa mente de niña que nada malo estaba sucediendo si mis padres se estaban besando o fornicando.

Nunca percibí al sexo como un acto de naturaleza violenta, aunque existen prácticas sado masoquistas muy extendidas entre adultos que se aburren del sexo tradicional. Lo mejor de la educación sexual que me dieron mis padres, es que nunca me reprendieron por esas apariciones inesperadas, pescándolos “in fraganti”, al contrario, cuando crecí un poco más, ayudó que cuando preguntaba sobre ciertas cuestiones relacionadas al sexo, ellos me hablaban y explicaban con total naturalidad, evitando cualquier trauma.


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Siendo ya adolescente, hubo un hecho que fue quizás el desencadenante o no de lo que iba a suceder conmigo en un futuro no tan lejano. Mi tía Fabiola, hermana gemela de mi madre, Fátima, comenzó a frecuentar muy seguido nuestra casa. Se quedaban los tres de sobremesa hablando de muchas cosas que no me interesaban, riendo y en ocasiones, prodigándose ciertos mimos “cuidados”, se tocaban partes íntimas del cuerpo. Lo curioso era que mi tía amanecía al día siguiente en nuestra mesa desayunando, envuelta en una bata y con el cabello mojado como recién salida del baño. Era muy obvio para mí, que pernoctaba con nosotros en casa, pero si había solo dos habitaciones, la mía y la de mis padres… ¡¿qué podía pensar yo?! Cuando preguntaba, como curiosa que fui siempre, ¿donde dormía la tía Fabiola?, ellos se cruzaban miradas cómplices y me decían… “la tía duerme en nuestra habitación sobre un colchón en el piso”. Yo llegaba a creérmelo, pero admitía sus explicaciones sin más.

Ya siendo mayor de edad, criada y educada lejos de la ingenuidad, una de las siguientes noches que vino la tía decidí espiarlos, sabía interiormente que algo extraño pasaba con ese terceto tan meloso. Fingí ir a dormir, esperé un rato pero ellos no se iban, solo se sentía la tele encendida y unos sonidos extraños. Yo tenía mi habitación en planta alta, me desplace sigilosamente y me asomé al borde de la escalera mirando hacia la planta baja. Guauuu, allí estaba mi padre sentado en medio de las dos hermanas semidesnudas, papá con el pantalón por debajo de las rodillas, y le estaban mamando la verga! La tía Fabiola y mamá parecían dos lobas en celo desesperadas por meterse la verga de mi padre en la boca, besándose entre ellas y con papá. Mientras una le recorría el tallo grueso endurecido, la otra se afanaba comiéndoles los huevos, luego se alternaban y otras se complementaban sobre la tranca de papá.

Mi padre portaba una polla de un tamaño demencial, no me extrañaba que le pudiera dar a las dos lo suyo. Cuando mi madre le chupaba los huevos, mi tía se afanaba en el glande, ambas mamaban sin cesar aquel cetro digno de un dios griego. Tanto placer le daban que finalmente mi padre no tuvo más opción que correrse… vi cuando la leche saltaba de la polla de mi padre como un géiser, y mamá y la tía se desesperaban por tragarse cada chorro que expelía el semental. Era unos grandes chorros de lefa espesa que me pusieron cachonda perdida.

Lejos de horrorizarme quedé con la mirada clavada en la escena y gratamente sorprendida. Mis hormonas hervían y dejándome llevar por un impulso del deseo comencé a tocar mis tetas para luego masturbarme, llevando los dedos debajo de la braga mojada de fluidos vaginales, luego salí disparada para la habitación, a terminarme la faena frotando mi raja hasta correrme.

Permanecí como media hora en silencio simulando que dormía y sin hacer ruido bajé las escaleras hasta llegar cerca de la puerta de la habitación de mis padres que estaba entreabierta. Con una luz tenue que entraba por la ventana se alcanzaban a ver los tres cuerpos desnudos en plena orgía sexual enredarse y gimiendo todos de placer. Alcanzaba a reconocer a mi madre sobre mi tía, besarla y bajase por sus tetas hasta abrirle las piernas, para acto seguido lamerle la raja, mientras papá le metía la polla en su vagina puesta a cuatro patas, como una perra.

Esa escena fue el disparador para que comenzara a masturbarme ahí parada otra vez, observándolos. Si bien estaba sorprendida, en ningún momento consideré esa situación algo repugnante ni censurable, mamá me había dicho que en materia de sexo todo está permitido siempre y cuando haya acuerdo entre las partes, esa fue para mí una máxima que no olvidaría jamás.

Durante varios días esa orgía rondaba mi cabeza invitando a que cada noche me hiciera unas ricas pajas. Esa relación entre las hermanas y mi padre se extendió en el tiempo y yo siempre estaba atenta a espiarlos aprendiendo, como si fuera una lección práctica de sexo, cada movimiento, cada postura, cada reacción, para luego imaginarme como protagonista de esas fantasías sexuales. En esas fantasías no eran mis padres y mi tía, eran cuerpos que me calentaban, que deseaba… de aquella situación en la que me embarcaban mis familiares, era mi perro Aragorn quien más beneficio sacaba. Mi dogo me tenía mucho cariño, no en vano lo libré de su mísera vida callejera y él me lo agradece cada día… recuerdo como si fuera ayer como fue mi encuentro y la decisión de adopción que tuve con Aragorn.


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Era mi primer año en la universidad, conversando con unas amigas después de acabar las clases fuimos a descansar a un pequeño parque que se encuentra cruzando la calle, ahí empezamos a hablar de todo, y nunca falta la que empieza a hablar de sexo ya entre broma y curiosidades Diana, mi mejor amiga, comentó que un amigo suyo le había mostrado un video de una chica follando con un perro, para luego rematar que esa chica le recordó a mí a lo cual le respondí…

Mensa, ¿a mí, por qué…?

Pues se parecía mucho a ti… a quien debes echarle bronca es él.

Ya se burlaron un poco y seguimos hablando, pero me quede pensando en el video, “como sería” o “debe ser una broma”Ya al irnos, me dirigía hacia mi casa y por el puente viejo que pasaba habitualmente,había una jauría de perros detrás de una perra andaba en celo. De repente vi un perro negro parecido a un pastor alemán (más bien una raza cruzada) y cuando mire bajo su vientre, entre las piernas divisé una polla inmensa, me quede observándola un rato y después miré a todos lados por si alguien me observaba, ya que no le despegue la vista y no deseaba sentir vergüenza. Un par de minutos, continué mi camino hacia casa un poco excitada.

Ya en mi casa me puse a estudiar, mi madre trabaja de seguridad en un gran almacén y ese día regresaba a las diez de la mañana… lo cual me deja toda la noche sola con papá que se entretenía con sus artefactos eléctricos, tras volver del trabajo o cocinaba para nosotras. Al terminar mis tareas, no dejaba de pensar en la verga de ese perro semental que se montaba a esa chica del vídeo…. Me puse a buscarlo, pero aunque no lo encontré, sin embargo si llegué a ver muchos otros más, ¡¡Joder habían demasiados…!!Videos con perros, con caballos, con cerdos y otros animales, pero me interesaron más los perros. Me puse uno de “Artozoo” con una imagen impecable, la chica era muy guapa y el perro muy fogoso, tanto fue la excitación que terminé masturbándome enfrente de mi ordenador, al ver como gozaba la chica. Me duché y me dormí más tranquila.

Al día siguiente ya se me había pasado un poco el tema y me dispuse a ir a la universidad. Después de las clases esta vez no hablamos, solo unos minutos mientras caminábamos, hasta que cada quien se fue a su casa andando como yo, cogía el bus o el tranvía. Volví a pasar por el puente, y allí estaban de nuevo los perros acosando a las dos perras que había en celo. Eran menos pero vi al perro negro que esperaba el turno de follarse a la perra, muy cerca de uno blanco de los que suelen utilizar en las peleas, un dogo grande, que se estaba montando a una de las perras. Arremetía con dureza a la joven perra, esta gemía a notar los empujes que el semental le daba. Si el pastor alemán la tenía grande, ese dogo debería tenerla aún mayor…recordé su polla, y me volví a excitar pensando cómo sería hacerlo con ese perro salvaje y tal vez adiestrado para tener mayor agresividad. Se notaba quien era el macho alfa, porque ninguno de los otros se acercaba follarse a la otra hembra, mientras el grandullón no acabase llenando a ambas. Me quedé un buen rato observando el trajín. Tras unos diez minutos acabó con ella, y cuál fue mi agradable sorpresa que ese animal la tenía inmensa…, parecía que no terminaba de salir del coño de la perra.

Debía de haber quedado exhausto, los otros aprovecharon y montaron a las dos perras, mientras el dogo blanco descansaba a la sombra de un guindo del parque. Al instante, miré hacia todos lados otra vez y para comprobar que nadie había por los alrededores, fui hacia el perro para ver si se podía hacer algo con ese macho. Ahora pienso que fue una locura, pero creo que me dejé llevar por las hormonas y no por el raciocinio. Al verme y hablarle bonito,movió la cola y se dejó acariciar la cabeza. Pese a su gesto facial bravucón, supuse que no era agresivo, lo dejé rápido y fui a conseguir una correa a una tienda del chino cercano al puente, regresé con la esperanza de que siguiera en aquel recoveco acosando a las perras y el mío sobado bajo el árbol. Por suerte aún continuaban, le puse la correa y de inmediato me siguió sin problema. Lo llevé ala veterinaria que se encuentra en el paso a mi casa, para que lo inspeccionara o vacunara por cualquier cosa. La veterinaria era de confianza y le hizo un exhaustivo examen de plagas y análisis de sangre, incluso de Sida.

Por suerte estaba en muy buen estado, le pusieron dos vacunas y una tercera que sería para otro día, le dije ala veterinaria que si era todo, porque lo había visto montando a una perra, y tal vez tuviese alguna ETS. Al día siguiente con el visto bueno de mis padres me fui de nuevo a la clínica veterinaria. Ya tenían los resultados de la analítica, y le pusieron la vacuna que faltaba. Me indicó que lo había visto bien, y no había nada de qué preocuparse aunque hubiera tenido relaciones sexuales con alguna hembra… que por su buen estado, tal vez estaba poco tiempo en la calle, porque no tenía infecciones ni parásitos…los resultados de la analítica era favorable. Me preguntó que si lo iba a adoptar así de grande, le dije que sí porque necesitábamos un perro que diera miedo para cuidar la casa. Salí rápido hacia casa con mi perro sin nombre aún.

Ya al ir a mi casa el corazón se me salía pensando “hasta donde he llegado con esto, no puedo creer que este perro me haya encendido tanto”Pero ya podía más mi morbo que la razón. Al llegar a la casa rápido lo metí y lo llevé ala ducha, me apresure a bañarlo con mesura y delicadeza, el can se dejaba…Lo bañe muy bien y de paso tocaba un poco su verga para ver si se dejaba y sí, parecía que le gustaba el sexo manual que le daba.

Ya al secarlo busqué en mi ordenador como iniciar el encuentro y lo que vi es que si quería que fuera más rápido el proceso,tenía que frotar con un pañuelo mis partes íntimas para impregnarlo de feromonas. Ya en mi cuarto me quise vestir sexy pero solo tenía un tanga blanco y nada que combinar, pero pensé en algo, aún tenía mi uniforme del instituto que me quedaba un poco pequeño mostrando mucha carne, me lo puse y me gustó como se me veía… lo bueno es que lo tenía completo hasta las calcetas.

Ya lista fui al patio donde dejé al perro y lo metí a mi cuarto. El clínex lo frote en mi vagina y de inmediato el perro busco el olor. Me recargué en la pared y el perro se metió bajo mi falda…empezó a lengüetear por encima del tanga. Me excitaba ver al perro debajo, comiéndome toda mi vagina como desesperado. Así estuve diez minutos, las piernas se me empezaron a cansar, de modo que me senté en mi silla, me abrí de piernas y el perro volvió a comerse mi coño. Me quité el tanga, y volví a frotarme con el pañuelo… siguió devorándome.

Cuando veo que su polla ya está afuera, lo quité un poco a un lado, me puse a cuatro patas como una perra para que me follara. El perro volvió a lamerme le coño directamente sobre la piel, y de repente se subió encima de mí. De manera automática y frenética, empezó a mover su cadera pero no le atinaba a dar en la diana de mi raja. Me incline un poco para facilitarle la tarea, y es cuando siento que estaba la punta cerca, el instante que me la mete de golpe ¡Dios, me lo metía como desesperado y a una velocidad increíble! Solo le espetaba…

¡Ohh si métemelo perrito ya lo quería!, eres todo un macho, ¡¡Dameee mas siiiii, dale más a esta perra, soy tuya mi amor!!

Así estuvo como un cuarto de hora sin dejar de gozar. Me excitaba sobre manera la escena, yo con un perro vestida de colegiala, me corría al pensar en eso… el perro sin nombre continuaba dándome pollazos duros sin atender a ninguna de mis llamadas, se afianzaba firme con sus manos en mis caderas y calaba toda la tranca, tanto que notaba sus pelotas aporrearme el coño. Los primero minutos fueron frenéticos, luego se empezó a detener, es cuando siento como una bola se iba inflando dentro de mí… aquello era extraño, un dolor mezclado con placer que me volvía loca… me corrí al sentir como se descargaba dentro, con unas copiosas eyaculaciones muy seguidas. Me quedé hiperventilando y gozando aun mientras el perro cruzaba su pata para quedar culo con culo…, estaba dejando que ese macho semental dirigiera toda la follada.

Pasaron unos minutos en los que el perro no dejaba de eyacular su simiente en lo más hondo de mi coño, hasta que se removió, escuchándose un sonido acuoso de un tapón, al salir de mi vagina. Me quede tumbada, y el perro se retiró un poco para lamer su verga. Yo de lo avivada que estaba, aun fui hacia él y se lo empecé a chupar suave para no lastimarlo ni molestarlo, dejándole ver que lo único que pretendía era darle placer y agradecerle el polvo que me había echado. La metí en mi boca agarrando su bola, y en vez de bajar el tamaño se mantuvo endureciéndose de nuevo. Tras unos minutos de mamada, se levantó en busca de mi coño…

¡¿Quieres follarte otra vez a tu perrita?!Pues fóllatela otra vez, cabrón… ¡Seguro que tienes muchas ganas de preñarme!

Otra vez alcé mi culo desnudo, y se volvió a montar encima de mí, ahora ya sabía cómo ponerme para que me follase bien… atino a la primera vez. La polla fue creciendo dentro de mi coño, cada empellón entraba más y su bulbo se hinchaba, pero no tanto aún como cuando eyacula.

¡Oooh mi amor! Siii dame más, me encanta amor, soy tuyaaaa, así más, más amor, ¿te gusta esta colegiala?, dale más a esta perrita colegiala.

Sus movimientos me encendían cada vez más, me mantuve follando otro cuatro de hora o más hasta que percibí que el perro otra vez se corría dentro de mí coño… y otra vez me abotonó con su enorme bola. Me moría del placer, mi mente se quedó en blanco, pero no le dejé que se diera la vuelta, sino que fui yo quien se quedó de cara a él, sujetándolo de su lomo hacia dentro de mi coño. El perro obediente sobre mí dejaba que lo acariciase, lo besase y mimase mientras su polla me atravesaba hasta el útero, vaciándose los huevos dentro de mí con constante chorro de lefa. Cuando noté que ya no había más leche que sacar de sus cojones, lo dejé salir de mi coño, observando el reguero de esperma con fluido de mi coño, que salía de mi raja.

Me quede en el suelo tirada un rato, cuando me vi con fuerzas, me paré para ir al baño a darme otra ducha. El perro se quedó en mi cuarto. Cayendo el agua sobre mi cuerpo, de mi coño aun rezumaba el semen del dogo… no podía creer lo que había hecho, pero era más increíble lo mucho que lo disfruté. Acomode mi cama y me quedé dormida. Como a las dos de la mañana me desperté con ganas de ir a mear, el perro dormía al pie de mi cama. A la vuelta del aseo, un poco descansada y aliviada mi vejiga, recordé el placer que me hizo sentir, fui hacia él… también despertó, y acostado empecé a jugar con su verga, luego le di a oler mi coño directamente, sin el pañuelo. Rápido saco su verga, me amorré a su entrepierna para hacerle una mamada a esa rica polla. No podía creer que mi perro despertara en mí tanta lujuria, hasta el límite de provocarme una excitación convulsiva chupándole la verga a esas horas de la mañana. Estuve un rato así hasta que el perro se corrió en mi boca y en mi cara. Saciada de verga me fui a mi cama, no sin antes limpiársela bien con mi boca y comerle los huevos también… eran deliciosos y esponjosos. Lo mejor de Aragorn, ya tenía nombre para inscribirlo como mascota de casa, es que era demasiado dócil conmigo y muy fogoso en las folladas… el macho perfecto que tantas veces soñé.

Ya a las siete de la mañana mi padre paseó a Aragorn antes de marcharse al trabajo, y a la vuelta, yo le di de comer al perro y un poco de agua. Como aún tenía una hora más o menos para que llegara mi madre y poder marchame a clase, mi padre ya se había ido, me puse a cuatro patas para ver que hacía el perro, me metí los dedos en la raja, me empecé a mojar y creo que el perro ya reconocía ese olor porque fue a lamerme y me volvió a montar en la cocina.

Mi amor siii dale otra vez a esta perra, disfruta este coño que es tuyo, siii amor dame duro… eres un semental y yo tu hembra ¡Me vas a dejar bien follada!

Ya casi al acabar esta vez no lo deje abotonar ya que mi mamá podría llegar en ese tiempo, le puse mi mano en su verga y detuve su nudo. Cuando descargo dentro de mi coño, me levanté y me puse a limpiar todo los fluidos que se derramaron fuera. Esa mañana como tantas otras después, estaba en clase con el coño rezumante de semen… el gasto de compresas se multiplicó, pero mi perro y yo gozamos mucho, incluso teniendo a mis follamigos. Lo mejor es que mis padres no saben de mis prácticas sexuales con el dogo, y el perro se porta bien, siendo fogoso en las situaciones en las que yo le incito con mis aromas sexuales.

 

******************




Toda esta aventura con mi dogo, no llegó hasta que mi formación sexual era plena y por tanto consciente de lo que hacía. Debo indicar que mi cuerpo de los 15 a los 18 años desarrolló fuertemente y a partir de los 15 tuve mi primera experiencia sexual con un chico del instituto, luego vino uno, otro, otro y otro… en dos años me trasformé en una experimentada folladora gozando libremente del sexo, siempre bien aconsejada por mis padres. Me estaba pareciendo a mi madre… con 18 años usaba la misma talla de lencería. Mi cuerpo y mi forma de follar volvía loco a los chicos, y muchos hombres mayores solían lanzarse conmigo. Por suerte mi madre fue una buena confidente y pude encontrar una excelente consejera, ella me explicaba las mejores técnicas para disfrutar plenamente del sexo, como zafase de un acosador y utilizar en todo momento los condones que me proporcionaba mi madre. Recuerdo una vez cuando un chico me propuso tener sexo anal, mi madre me explicó cómo prepararme para que no fuera doloroso ni traumático. Con ellos no tenía secretos.

En casa todo iba bien, excepto que mi tía no nos frecuentaba últimamente, por mi parte yo amaba a Aragorn y él me amaba a mí, pero con lo de Juan se había acabado. Era una tarde de lluvia, estábamos a solas con mamá en casa hablando sobre la relación con Juan que acababa de finalizar, originándose el siguiente diálogo…

-Mamá te noto un poco triste, ¿tiene algo que ver la ausencia de la tía Fabiola?

-No te voy a mentir Camila, es cierto, de ella se trata, pero es muy complicado explicarlo, quizás más adelante nos entiendas.

- Inténtalo mami, ya tengo casi 19y siempre nos prometimos no ocultarnos nada.

-Bueno….esteeeee… la tía Fabiola, papá y yo estamos muy unidos, desde niñas mi hermana y yo compartimos muchas cosas juntas. Tú sabes que ella casi siempre los fines de semana venía a quedarse con nosotros, pero ahora se fue a vivir un poco lejos porque consiguió un trabajo mejor.

- Lo sé… ¿Qué tanto de unidos mami?, ¿hay alguna cosa más que me quieras decir?

No la vi sorprendida con mi pregunta, ella pudo percibir cierto sarcasmo en mi rostro, y se ruborizó un poco.

-¿Por qué me haces esa pregunta cariño? ¡¡Tú sabes algo!!

-No te enojes mami, sé de vuestra relación con papá desde hace tres años. Una noche quise bajar a tomar agua y me detuve porque aquí en el sofá, tú, la tía Fabiola y papá estabais haciéndolo.

A mi madre se le salieron los ojos de órbita, estaba en shock y no le salían las palabras, el color de su rostro cambió de tonos. Sin embargo, lejos de enojarse y con cara de cierta resignación extendió sus brazos.

-Ven hija, es hora que hablemos a calzón quitado de esto, tú estás preparada, lo sé, confío en tu madurez.

Mi madre sabía que cualquier chica en mi lugar hubiera quedado traumatizada aquel día al ver a sus padres y tía en un trío follando, pero estaba claro para ella que yo era capaz de capitalizar positivamente esa experiencia, de hecho habían pasado tres años de aquella situación y la relación con mis padres, especialmente con ella, era óptima y sin reproches, y eso conllevaba más de cincuenta encuentros programados.

- ¡Joder, cariño! ¡O sea que tú lo sabías y te lo callaste, buena chica!, y sabrás que esto debe guardarse como un gran, gran secreto. Yo amo a tu padre sobre todas las cosas y mi hermana es parte de mí, como lo puede ser mi brazo o mi cabeza.

-Si mamá, lo entiendo, será nuestro gran secreto familiar, además déjame decirte que formáis un bonito trío… sois bellos, atractivos y poséis cuerpos hermosos, ¡mírate lo buena que estás mamá! E igual que la tía Fabiola.

- ¡Gracias hija por lo que dices de mi parte, te amo!

-Y yo a ti mamá, los amo a los dos y a la tía Fabiola.

- ¿Pero no dices nada de tu padre?

- La verdad que sí… es chico está muy bien dotado y para daros caña a las dos, debe ser un buen macho ¿Verdad?

- ¡¡El mejor!!

Nuestra conversación siguió por varios minutos más hasta que me contó con lujos de detalles como había comenzado esa relación y como los tres sobrellevaban tan armoniosamente la convivencia sin que afectara su vida matrimonial, ni la vida personal de la tía Fabiola. Mamá y papá estaban enamorados, la tía Fabiola, según dijo mamá, era una especie de complemento necesario e indispensable para la vida sexual de la pareja, antes de mamá, mi tía había sido novia de papá… pero como Fabiola no estaba por la labor de compromisos, esta le pasó el novio a mi madre. No obstante mi tía parece que nunca perdió los derechos sexuales sobre papá.

Desde ese día mamá, papá y yo estrechamos aún más nuestra relación, había un ida y vuelta con un dialogo permanente sobre nuestras vidas. Tres meses después la tía llegó a visitarnos, y nos juntamos los cuatro en la mesa, para comentarle a la tía Fabiola que yo sabía de ese triángulo y que además lo avalaba. La tía se puso nerviosa al principio pero luego se relajó al ver que yo estaba a favor de ellos. Recordábamos con risas mis espionajes cuando lo hacían en el sofá o en la habitación. Ese día ellos se animaron a más y durante los tres días que estuvo Fabiola en casa, sin que mi presencia allí los inhibiera, demostraban sus deseos prodigándose mimos y tocamientos obscenos. La tía besaba a papá en la boca, y en ocasiones incluso, metiendo lengua a fondo, o mamá besaba a la tía sin más motivo que el de agradecerse que se amaban, entre ellos se hacían mimos al pasar o se tocaban descaradamente… todo estaba permitido. Era indudable que las dos gemelas estaban unidas al mismo hombre y que ambas se sentían atraídas sexualmente entre sí… era algo que se entendía por parte de mi padre, al ser ambas fiel reflejo de la otra en cuerpo y alma, por parte de mi madre y tía, sus gustos desde que nacieron son idénticos en todo, de tal modo que en lo sexual y en el tipo de hombre también, por tal motivo esa relación era más fuerte de lo que yo podía imaginar, y me di cuenta de ello cuando la tía Fabiola se fue tras la visita, tanto mamá como papá echaban de menos a Fabiola antes de la partida. Tres meses después las cosas se complicaron…

- ¿No viene la tía a visitarnos mami?, ella ya hace un mes que no viene.

- No dulce, a la tía la trasladaron en su trabajo más lejos y quizás venga cada 6 meses, un bajón, todos la extrañamos…

- No te pongas triste mami

-No cariño, nos repondremos pronto, se nos va a pasar aunque sea un poco duro.

Ambos estaban deprimidos, la ausencia de la tía los había afectado, para ellos el sexo de a tres era una forma de vida. Una noche salí a bailar con un chico y el muy estúpido me dejó híper caliente porque se emborrachó, se durmió en un sillón de la disco y me dejó hablando con otros dos tarados amigos de él. Tuve que volverme sola y sin poder follar… en todas esas salidas de fiesta volvía follada y con el ánimo templado para unos días. Me había preparado con la mejor lencería y ropa provocativa, estaba dispuesta hacer que jamás se olvide de mí, pero el desgraciado me dejó con las ganas. Esa noche tendría que ser Aragorn quien me quitase el ardor de coño, pero el pobre no tenía ganas y tampoco le insistí porque me llevaría demasiado tiempo a esas horas de la noche.

Mientras me desnudaba para ir a la cama, y me preparaba para hacerme una rica paja con un vibrador, sentí conversar a mis padres en voz tenue, en la habitación de abajo. Al principio me alegró porque pensé que mi tía Fabiola había llegado por sorpresa y lo estaban festejando a su manera, pero solo sentía las voces de los dos. Bajé las escaleras con la camiseta top y la micro tanga puestos, me acerco a la puerta.

- Papá, mamá, ¿estáis bien?

- Sí amor, estábamos hablando de ti. Al verme tan ligerita de ropa en donde todo se intuía mi madre…- ¡Oye! wow!!! Que sexy estás, y que bien te queda ese conjunto, ¡¡Has llegado muy temprano!!

- Sí, la noche no se me ha dado como tenía planeado que fuese

- Anda nena, ven siéntate y cuéntanos.

- ¿Y qué estáis hablando de mí?

- Nada importante hija, dijo mi padre.

Sentarme al borde de la cama semidesnuda no era prejuicio para mí, tampoco para ellos.

- ¡Uf sí! el tarado con quien fui a bailar se emborrachó y me dejó sola hablando con otros dos más frikis amigos suyos, un embole que no me gustó y me largué a las primeras de cambio.

Mientras hablábamos ellos seguían acostados. Papá tenía apretada a mamá apoyando su pelvis sobre su culo. Seguimos dialogando y mamá movía apenas el culo refregándolo contra la polla, dado que papá tenía el cuerpo desnudo por completo.

- ¡¡¡Ay Javier!!! Está la nena al lado, deja de refregarme esa polla tan dura por el culo

-¡Amor, deja tú de mover el culo…haces que me suba la temperatura!

- ¡Sois incorregibles vosotros dos! ¡¡¡Están más calientes que yo!!!(Risas) A quien se le va a subir la temperatura va a ser a mí, si no dejáis de refregaros delante de mí, jajajajaj, bueno os dejo solos así folláis tranquilos a vuestro aire

- ¡¡¡Hija, Camila!!! No seas grosera… jajajaja.

Al despedirme, estiro mi cuerpo por encima del cuerpo de mamá para darle un beso a papá y observo el gran mostrenco empalmado de mi papi, alojado en la raja del culo de mamá que lucía un provocativo tanga tal que el mío. Le doy un beso a ambos y cuando llego a la puerta siento unos susurros y risas. Me paro y giro hacia ellos.

-¿Se puede saber que sucede con vosotros…, qué murmuran ahora?

-Nada hermosa, papá y yo estábamos elogiando tu cuerpo, estás muy bonita Camila, muy sexy se te ve así…. Los chicos y chicas te deben desear con locura…

-Gracias mamá, gracias papá. Vosotros también sois muy guaposlos dos…y además estáisbien fuertes para aguantar tanto sexo...

Regreso a la cama junto a ellos y nos fundimos en un abrazo familiar. El morbo se apoderó de mí y creo que ellos también, justo en ese momento pensé en tía Fabiola y las noches de orgías junto a papá y mamá. El calor de sus cuerpos y sus olores me levantaron los niveles de la libido. Entre abrazos y mimos la humedad de la lengua de papá en un movimiento rápido e instintivo me chupa el cuello. Un frío corrió por mi espalda y un cosquilleo placentero se alojó debajo de mi ombligo. Mamá no se dio cuenta de ese movimiento porque estaba justo cerrando los ojos, miré a papá fijamente como consintiendo el hecho, y él guiñó su ojo. Me paro y salgo hacia afuera nuevamente meneando mi culo de forma provocativa, estaba muy cachonda, los cuerpos desnudos de mis padres me habían calentado. Subí las escaleras y fui para la habitación con intenciones de pajearme de una vez.

La imagen de papá pasando su lengua por mi cuello no me abandonaba, encima ellos dos habían comenzado a follar porque se sentían los gemidos típicos de mamá cuando era penetrada, usando ese lenguaje burdo entre ambos. Por primera vez sentí la tentación y el morbo de follar con ellos, yo estaba con ganas y mis hormonas hervían dentro de mí. Sentí la necesidad de espiarlos una vez más como si fuera la chiquilla de 15 años de antaño. Bajé las escaleras decidida y me paré asomada por la puerta de la habitación, estaba mamá encima de papá cabalgando sobre su verga, moviendo su pelvis y tocándose las tetas, que saltaban con el movimiento. Papá se la estaba metiendo por el coño, ella gemía y alentaba con palabras a papá a que le rompiera en dos con su verga. De repente mamá se percata de mi presenciaasomada en la puerta, sin poder evitarlo me estaba introduciendo la mano debajo de la tanga disfrutando cómo follaban. Me frotaba la pepita y mis dedos se clavaban en el coñito mojado y ardiente.

- Camila!!!! Que haces ahí!!!!

Mi madre cogió la sabana e intentó tapar sus partes bajas

-Lo siento mamá, no puedo dormir… había pensado que tal vez no os importaba si me acostaba con vosotros, como cuando era pequeña. (Mentí)

- ¡Camila! ¡¡Ya no eres pequeña y además ibas a acostarte con nosotros con ese tanga diminuto y el top que apenas cubre semejantes melones, mírate!!¡Tus tetas parecen salirse disparadas hacia arriba!, además como veras papá y yo estábamos en lo nuestro, tu sabes.

-Ok mamá, disculpa, no debí…

-Está bien Cami, no te preocupes… pero dime ¿Qué se te pasó por la cabeza para venir acostarte con nosotros?, Dinos ¿qué intenciones tienes?

- Nada, me sentí sola, y…. yo…sabes…cuando entré a la casa os escuche hablar, pensé que estaba la tía Fabiola…la extrañan mucho imagino… bueno yo quería que no os sintáis tristes… que podéis contar conmigo para soliviantar vuestra tristeza.

Ellos se miraron fijamente, mamá le hizo un leve giro negativo con la cabeza a papá que se lo veía entusiasmado.

-Mira Camila, entiendo y agradezco tu preocupación, sé que quieres ayudar pero no está bien que duermas en este momento con nosotros, ya eres grandecita, con la cabecita más abierta que la nuestra, y por allí….tu sabes…esteeee…..se nos puede llegar a tentar el morbo y esto se puede disparar para cualquier lado, no hace falta que te lo expliquemos con más detalles, tú no eres ingenua, entiendes muy bien lo que puede ocurrir, porque no somos una familia al uso y hay cosas que nos gustan.

-Ok mamá, entiendo… no era mi intención preocuparos, solo quería ayudar un poco.

Cuando iba bajando las escaleras siento que llama mamá desde la habitación

-Camila, cariñoooo, regresa por favor.

Cuando entro, mamá que levanta la sábana, invitándome a que entre en la cama. La cara de papá estaba exultante, la mía también. Aquello había sido iniciativa espontánea de mamá.

-Ven, hermosa, postergamos nuestras “actividades”. Será mejor que decidamos con papá qué cosas podemos hacer si te vienes a “dormir” con nosotros.

Salté a la cama y me ubiqué en el medio de los dos, papá quedó boca arriba y yo le di la espalda pasando mi mano sobre la cintura de mamá apoyando una pierna por encima de la de ella. Me quedé quieta, estaba expectante, sentí nuevamente ese cosquilleo debajo del ombligo, sentir el cuerpo de mi madre cerca me puso cachonda, no la pensaba como madre, sino como una mujer que deseaba, de hecho me daban ganas de besarla y tocarle las tetas. Yo seguía con esa fantasía y con la idea de que algo iba a suceder, no sé qué, pero algo iba a suceder. Estábamos en penumbra con la luz de las farolas de la calle entrando por la ventana, unida a la claridad de la luna, y de repente siento que papá se da media vuelta para mi lado, apoyando bien su cipote entre las nalgas, encarcelándola en la raja de mi culo…, pero lejos de retirarme imprimí con más fuerza mi culo contra él, y fue entonces que papá comenzó a realizar movimiento suaves. Sentía a cada instante, como su polla crecía y se endurecía lentamente refregando mi raja. Para todo esto mamá se percató de lo que estaba sucediendo y estirando su mano hacia atrás, buscó pasar los dedos debajo del triangulito de la parte delantera de mi tanga, eran maniobras premeditadas por ellos, lo pensé para mí, y eso me dio más seguridad, respondo reaccionando al estímulo, estiro también mi mano y llevo mis dedos debajo del tanga de mamá… comenzamos a masturbarnos una a otra mientras papá refregaba su verga contra la raja de mi culito.

Todo se desarrollaba sin mediar una sola palabra en medio de la oscuridad, solo se sentían mis gemidos y los de mi madre gozando. Sentí que papá tenía su verga bien dura y totalmente empalmada presta al ataque, tomó mi mano e hizo que se la agarre fuerte. Estábamos salidos los tres, yo masturbaba a papá, quería chupársela pero mamá dominaba mis movimientos y hasta que ella no lo permitiera yo no daría el paso siguiente, mamá me masturbaba a mí, y yo a mamá, los tres haciéndonos una rica paja

- ¿Estas disfrutándolo Camila?

- ¡Sí mamá! Muy rico, sigue frotando mi coñito, me encanta, ¿y tu papá, te gusta la paja que te estoy haciendo?

- SíCami, ¡¡¡lo haces perfecto!!!

- Tenía muchas ganas de probar la dureza de mi progenitor y la humedad de mi progenitora… ¡Estoy en la gloria con vosotros!




Sobaba la polla de papá cada vez más ligero, tenía un formidable cuerpo para su edad, y lo disfrutaba, mamá y yo nos frotábamos sin parar la raja encharcada metiéndonos los dedos en la vagina y luego encarnizándonos en los clítoris, con tantas ganas que nos ganaba la lujuria.Los tres seguimos gimiendo y gritando de placer, retorciéndonos en la cama, nos dábamos ánimo mirándonos en la penumbra de forma provocativa unos a otros, sin besos, solo tocando nuestras zonas erógenas. Primero llegué yo, luego mamá nos corrimos juntas… dejé a mi padre por un momento y me dediqué a sacarle a mi madre su orgasmo…y ella a mí. Nos quedamos exhaustas por unos instantes, entonces mi padre nos reclamó. Papá me abraza y me besa con lengua, metió la mano en la raja del culo llegando a rozar mis labios del coño que ya están mojados

- Siéntate en la cama, me dijo mamá

Ella se la menea, con dureza chocando su puño contra los enormes huevos de mi padre.

- ¿Amor que haces mi vida? Deja a la nena que haga ese trabajo con la boca.

Y agarra mi cabeza, me atrajo hacia su entrepierna quedando recostada, me abrí de piernas para que tuviera total acceso con su mano derecha sobre mi coño, al tiempo que abrí la boca recibiendo su gran polla. La sujeté firmemente y me la fui tragando con sonoras succiones.

- Quédate así y quieta… Con las manos apoyadas en la cama y la cabeza quieta.

Me ordena… luego mientras habla con mi madre, mete y saca su polla de mi boca. Lo miro hacia arriba y digo para mí está follándome la boca y le está explicando a mi madre qué estamos haciendo los tres en la cama y lo bien que nos estamos divirtiendo.

- Tú tienes que chupar fuerte y sobre todo la cabeza chúpala como te he dicho otras veces fuerte aunque te canses, me dice mi madre.

Oigo el primer gemido de papá, saco la polla de mi boca casi ahogándome, con la cara acalorada y los ojos desencajados completamente vidriosos. Las lágrimas asoman claramente.

- Sí, mami toda es mucha verga para mi garganta…

-Esa es mi princesa, vuelve a intentarlo…disfrutad.

Papá me sujeta la cara y me mira y veo como dice…¡Ahhh así Cami, ohh, a la vez que tengo su capullo en mi boca y al succionarlo se hincha más y más notando hasta los latidos de sus venas para seguir mamando y mami empezó a acompañar el ritmo, en tanto yo chupo y él la mete y cada vez más. Di una arcada

- ¡Ay papi!,estoy bien tranquilo… es que me ha entrado mucho más de lo que soporto.

Me besa y dice susurrando- Abre la boquita mi vida.

Lo hago y veo como cae saliendo de su boca una saliva que llega a la mía, todavía está en la suya

- ¡¿Te gusta si papi?!

Recojo esa cantidad de saliva y con la que yo aporto, la descargo sobre su glande… chupo la cabeza y mi padre emite un gemido…

- ¡Joder, Ahhh! ¡Joder Camila, qué bien se sienten tus labios!

Intentando aguantar mis embates se entretiene con la boca de mi madre, los veo tocarse y morrearse con lascivia, en tanto yo succiono fuerte hasta no poder más llenándome la boca con su capullo el cual está durísimo.

- ¡Espera amor!

Sujeta mi cabeza fijándola, al tiempo que su cadera trabaja follándome la boca… entra y sale y cada vez más, la metió tan profunda que di una arcada.

- ¡Aguanta nena, tu padre está gozando contigo!

- Sí mami…Consigo decir sacándome un poco la polla de la boca con las lágrimas saltadas.

Vuelve a entrar lento hasta que apenas veo su polla, la tengo justo en la garganta con sus huevos golpeándome la barbilla, y emitiendo mi padre un gemido animalesco, oigo a mi madre…

- Ahora si mi vida, te ha entrado entera… ¡Me encanta ver al padre y la hija tan fogosos! Y dirigiéndose a su esposo – La nena es tan sumisa como nosotras ¿Te gusta verdad?... Creo que Camila nos va a dar muchos momentos divinos.

- ¡Apenas vamos a echar de menos a tu hermana!

Sacándola cae un gran chorro de baba que cuelga de mi barbilla, no aguantaba más con toda la tranca de mi padre atorándome…, se ve cayendo lentamente por mis tetas, mi madre refriega la baba sobre mis pezones empalmados de punta y me los pellizca.

- Sigue así pero tu sola. Métete la verga hasta los huevos, igual que harías con tu coño. Me pareces la sustituta ideal a tu tía Fabiola. Me dice con cariño mi madre.

Chupando de nuevo aquel mástil, me pide papá que le mire. Con los ojos casi desencajados miro hacia arriba con casi toda su polla dentro así bastante rato. Poco a poco voy pillándole el rollo para no dar arcadas que son casi inevitables, pero parece que aprendí rápido, tal vez porque era mi deseo y me encanta tener en mi boca, aquella verga que me engendró. Pienso en cuando estuvo dentro de mi madre eyaculando para concebirme, o las veces que habrá estado en el coño de mi tía Fabiola, llenándolas a las dos de la leche que estoy a punto de recibir…, ese morbo me pone cardíaca, me excita sobremanera, así con esas ganas de puta, chupo enterrándomela polla de mi padre en mi boca, la succionó y lengüeteó. Luego bajo a sus cojones y se lo mamo uno a uno ensalivándolos…me los meto en la boca jugando con ellos dentro, y hasta me atrevo a tragarme los dos huevos a la vez. Después de un buen castigo a esas maravillas de la virilidad, vuelve a follarme la boca en modo PUTA.

Sus dedos nunca han dejado de horadarme el coñito, mientras la comida de polla me está dejando las quijadas condolidas…es una verga demasiado grande para mis comisuras, aunque esté alcanzado el nivel de garganta profunda, no es alivio del todo. El macho, emite gemidos y su polla se tensa…

- ¡Joder nena, cómo vas hacer que me corra, amor! ¡¡Me los vas a dejar secos…!!

La metí hasta lo más que no había hecho, su pubis y sus pelos en la nariz y cara, mi madre me sujeta de la cabeza para que no escape de la venida de lefa que me tiene preparada, y gritó…

- Cami, joder ¡Toma mi leche, nena! ¡Ummmmaaagggg! Joderrrrr!!!

En mi garganta empezó a soltar el primer chorro, tan copioso que casi me ahogo, la saco dejando su capullo dentro hermetizándolo con mis labios fuertemente, mientras llegan los otros chorros de lefa espesa. Se me va acumulando una tremenda cantidad de leche, sin contar con la que fue directamente a mi garganta y de ahí abajo, al estómago sin poder saborearla. Tras la chorreada de leche succiono el último borbotón de engrudo que brota de su glande.

- ¡Enséñale a mamá cuanta leche le has sacado a papá de sus huevos!

Me dice mi madre con todo el morbo de ver cuanta lujuria le ha puesto su esposo en la mamada. La saco y abro bien la boca mostrándoles a mi madre y luego a mi padre, toda la leche que está llenando por completo mi cavidad bucal… es tanta que se me derrama por las comisuras, mi madre no desea que se desperdicie nada…

- Quiero un poco de esa leche para mí, me reclama mamá

Descargo un poco de su abundante leche sobre mis tetas. Acto seguido mamá lamió el semen desparramado sobre una de ellas. Sin demora, cierro y me trago todo el resto de esperma de papá que aun contengo en mi boca,para luego hacer yo misma igual con mi otra teta, lamiendo lo que queda de lefa, mientras papá golpeaba con su dura verga nuestros rostros. En tales muestras de virilidad, se limpia su glande en mis labios, sin pudor, le paso mi lengua por el orificio del capullo, relamiendo el brote que aún le ha sacado mi madre escurriendo el tallo de su marido… le succiono el cabezón dándome el lote. Finalmente mi madre me metió la lengua hasta el paladar en un morreo lujurioso…

- Es delicioso el sabor de la leche de tu padre en tu boca, cariño…

En tanto mi padre me decía…

- Amor, mi niña, mi princesa… esta ha sido, te lo prometo, una de las mejores mamadas que nunca me han hecho. ¡He gozado con tus ricos labios en presencia de tu madre!

- ¡¿Te ha gustado papá?!

- Mi vida sí que me ha encantado…

- Me alegra mucho oírlo, porque aunque tengo experiencia, nos sabía si iba a estar a la altura de vuestras necesidades…

- has estado muy por encima de lo esperado ¡Has exprimido la polla de papá como pocas veces lo han hecho tu madre o tu tía!

- Yo quiero más,me dirigí a mi padre frotándole la verga con mis manos.

Riendo… - Ahora mismo no puedo pero podemos hacer una cosa… mañana cuando me recupere hablamos con mayor tranquilidad de nuestros futuro familiar.

Finalmente abrazados nos dormimos sin complejos ni culpas, no obstante, y si bien disfruté el momento, quedé con muchas ganas de ser penetrada por papá, de lamer la raja de mamá, pero sabía que a partir del momento en que entré a esa cama, no iba a ser nada igual de ahí en adelante, y que me deparaba una nueva etapa en la relación con mis padres.

A la mañana siguiente, mientras desayunábamos nos juramos guardar el secreto. Papá se despidió de mí con un suave beso en la boca, luego mamá hizo lo mismo cuando salió de compras. Nos dimos unos días de tregua para elaborar lo que había sucedido y mamá me dijo que si yo me arrepentía ellos lo iban a entender, que todo iba seguir igual, que seguirían siendo mis padres y que nada iba a cambiar entre nosotros.

Una semana después, estábamos los tres viendo un programa de la tele en el sofá, papá en el medio de nosotras, yo llevaba puesto una camisa de papá con algunos botones inferiores desprendidos que dejaban ver mis casi todas mis tetas, debajo solo unas braguitas de algodón muy cómodas de ir por casa, y mamá casi igual. Las dos apoyando nuestras cabezas en papá.

-Mamá, papá, quiero deciros algo…

- Dinos Cami

- Lo que pasó la semana pasada…me…gustó…yo lo pensé bien y no me arrepiento, ¿Y vosotros…?

- Papá y yo lo hablamos toda la semana, y la verdad a nosotros también nos gustó, y si tú estás bien, nosotros también lo estamos… deseamos seguir compartiendo esos momentos tan buenos e íntimos contigo.

Mamá estira su rostro hacia mí y me da un beso de lengua en la boca. Nos besamos mientras papá pasa sus manos suavemente por nuestros culos. Mamá le baja el pantalón liviano que suele llevar en casa, y le saca la polla, gruesa sin estar dura. Papá que no deja de tocarnos el culo metiendo sus manos por la raja hasta llegar a nuestros coños mojados…noto como introduce los dedos en mi vagina y luego con ellos húmedos de flujo, me pajea el clítoris.

-Chúpasela Camila, yo manejo la situación aquí…

Agarro la verga de papá y me la meto en la boca, mientras mamá me amasa las tetas y luego me chupa los pezones.

- ¡Wow! Camila eres ya una experta en chupar pollas, no dejas nada afuera, ¡Mira como haces gozar a tu padre!

No dejaba de chupar la verga de papá que metía sus dedos debajo de las bragas frotando el clítoris, mientras mamá lamía la raja de mi culo, el cual meneaba constantemente buscando su legua y todos los agasajos que me estaban dando mis padres.

- ¡Déjame Camila, déjame chupársela un poco a tu papá…, no seas tan golosa, zorrita!

Mamá había tomado el control del cipote de papá metiéndose todo en la boca casi ahogándose. Yo le bajé las bragas a mi madre, y comencé a lamer su raja, metiendo mi lengua en el conducto vaginal, para terminar en el enorme clítoris… me ensañé en el glande que le salía del capuchón pidiendo que se lo mamara con los labios y lo mordiese con los dientes.

- ¡Así mi amor, sigue Cami, lámela, es toda tuya! ¡Cómete bien el coño que te ha parido!

Le abrí más lo labios despejando mejor el clítoris y el interior de sus labios internos.

- Que rico mami, que rica raja tienes… es el primer coño que me como, y no sé cómo lo he podido dejarlo para tan mayor. ¡Tengo para mí, el coño y la polla que me han engendrado…!

- Eso es, ¡¡cómete a los dos!!

Mamá se sienta en el borde del sofá, abre sus piernas invitando al macho que la folle delante de su hija… veo como papá pone su capullo entre los labios carnosos de mi madre, y después de darle varias pasadas por la raja y el clítoris, llega finalmente a penetrarla…, se la clava de un solo envión hasta la misma raíz, mientras trepo al respaldo del sillón, y apoyo mi raja en la cara de mamá, lo llevo pelado para la ocasión.

-Siiiii mami chúpala, dale asiiiii, chupa y no pares.

Al tiempo que papá la penetraba tocaba mis tetas y mamá no dejaba de lamer mi raja… y pos si fuera poco, siendo la humedad de la lengua de mi padre en el ano ¡Joder esto no puede estar pasando! Es lo más morboso y perverso que nunca pude imaginar.

- Uyyysiiii rico papis lo que me estáis haciendo… creo que me voy a correr en tu boca.

- Si hija, córrete yaaaa

Abriéndome el coño con los dedos, mi madre se esmeraba en dame duro con la lengua en mi clítoris y mamarme a boca llena todo el coño. Mi cuerpo comenzó a temblar, y un intenso gemido salió de lo profundo de mi garganta mientras llegaba al orgasmo. Le apreté el coño a mi madre en su cara, tan fuerte que casi la asfixio. Convulsionando ella comía como podía y mi padre me chupaba y mordía el culo, sin dejar de follarse a mi madre a polla entera. Solocuando aflojé mi vulva de la cara de mamá…

-Me voy a correr yo ahora, dame fuerte Javier, dame duro que me corro, yaaaaaa, sssiiiiii…

Mi padre se lucía dándole lo suyo a su esposa…, unos segundos después, mamá se corría y nos fundimos en un beso de lengua, en tanto se acalambraba apretujando la verga de mi padre dentro de su coño…pero el macho no cejaba a modo de martillo pilón, perforando las entrañas de mi madre. Se oía el chasqueo acuoso de la vagina materna, siendo follada por papá. Y cuando pensaba que todo acabaría así, con mi padre vaciándose dentro del útero de mamá…

-Ponte en cuatro patas Camila, que papá va a penetrarte ¡Los tres tenemos ganas de ver como el padre de familia se folla a su hija!

- ¡¡Vamos papá, métemela de una vez!! Quiero esa gorda ydura polla dentro de mí ¡No te imaginas cuanto LA DESEO!

La verga de mi padre se iba metiendo poco a poco en mi voraz coñito, se la iba tragando centímetro a centímetro, percibiendo como expandía el interior de mi vagina glotona.

- ¡Qué rico papá… toda, dámela toda!!! ¡Vamos papi, fóllate a tu nena!

-Eres una zorra bien putita, Camila, ¡Te estás follando a tu padre, bien rico!

-Dame tu raja mamá quiero lamerla ya… deseo tener a mi padre dentro de mi coño y el coño de mi madre en mi boca. ¡Quiero que gocéis de la PUTA de vuestra hija!

- Esto es lo mejor, lame la raja de mi coño, puta… y prepáralo para que me penetre nuestro semental ¡Ummm, que bien se ve entrar la polla de papá en tu coño! ¡¿Quieres que te llene de leche, verdad?! ¡Somos tan putas que no nos importa que nos preñe!

Mientras me follaba papá sujeta de las caderas para darme duro sin moverme demasiado, yo lamia el coño de mami, desde el ano hasta la pepita…en los extremos me recreaba un rato más.

- ¡Qué bueno papi… dame duro, dame más!!! Me excita sentir tus huevos golpeándome

La lujuria y el placer dominaban la escena. La verga de papá entraba y salía de mi coñito sin parar…percibía su glande en el mismo estómago y sus pelotas zurrándome el clítoris.

-Voy a correrme yaaa… joder me voy a correr de nuevo papá, ssiiiiiiyaaaaaaa!

Mi lengua no paraba de lamer la raja de mamá mientras exhalaba mi segundo orgasmo

-Mira la zorrita Javier, ¡Qué rápido se nos corre la cachonda! ¡Cuánto le gusta follar con sus padres… y cuánto nos encanta que así sea!

Mamá se sienta boca arriba en el borde del sofá y se coloca un almohadón debajo de la cintura, yo me coloco encima de ella dándole la espalda a papá y abrazándola. Dejamos a disposición del macho, el culo de mamá y mi coño ardiente. Fue entonces el hombre se ensañaba penetrando el culo de ella, lo sacaba y luego la metía en mi raja, mientras no dejaba de besarme con mamá. Cada vez que metía el espolón en el culo, mamá gritaba y yo gemía cuando papá me abría el coño hasta sentir sus pelotas golpearme. Luego cambiamos de posición y papá me follaba el culo y a mamá por la raja.

Finalmente mamá dio la orden de que papá se corra dentro de mí… le excitaba la idea de ver cómo me llenaba su esposo, mi propio padre. Me pongo a cuatro patas y siento el estoque partirme de nuevo en dos… me sujeta con firmeza dándome pollazos con extrema dureza y fulminantes, hasta que el semental estalla con un largo y espeso chorro de esperma. Noto como la lefa de papá mojaba mi cérvix, cubriéndolo de leche recién ordeñada de sus testículos, mientras mamá frotaba mi clítoris y mamaba de mis tetas. Una vez más siento que me corro al verme tan agraciada con la esencia masculina de mi padre, me eleva al nirvana en un orgasmo demencial…entre clitoriano y bucólico. Tras sacar la polla de mi receptáculo, mamá se lanza a lamer la leche que rezuma de mi raja, dejándomela limpia, al tiempo que yo limpio con mi lengua los vestigios de leche en la polla de papá.

Después de eso fuimos a la bañera los tres y lo hicimos nuevamente. Salimos del baño y fuimos a la cama para repetir nuevamente. Fue una maratón sexual que jamás olvidaré… en aquel momento no me explicaba el aguante de un hombre de más de 40 años, para follarse a dos hembras y correrse hasta cuatro veces, luego descubrí que la pastilla azul era para aguantar los polvos que mamá estaba dispuesta a sacarla a su marido.


******************




Como creo haber indicado, en estos inicios, cuando tuve mi primera experiencia sexual con papá y mamá, cursaba 2º de carrera con 19 años… en esa época ellos tenían 38 y 45 años mi padre. Ciertamente, mi madre fue muy precoz sin duda, al quedarse preñada a los 18 años. Tras aquella manifestación de amor familiar, fue muy difícil para mí volver a salir con otro chico de allí en adelante por el tiempo que duró nuestra relación, no porque ellos me lo impusieran, al contrario, el estar con ellos era para mí como tocar el cielo con las manos, no necesitaba buscar sexo en otro lado llegando a tener una vida mucho más estable y lograr centrarme en mis estudios, ya que en casa tenía todo lo que deseaba y mucho más.

Mi madre en esos años tenía un físico como el que hoy día tengo yo, bien esculpido y trabajado, mi padre también con una encomiable potencia viril hecha para el sexo, con una rica verga que respondía a las mil maravillas, ambos eran muy apetecibles sexualmente hablando. No solo follábamos en trío, otras muchas veces lo hacíamos en pareja…mamá y yo o con mi padre las más de las veces, sí mi padre me follaba más que mamá eso es verdad, pues me tira más mi parte heterosexual que la lésbica… pero papá también se follaba más a mamá que yo a ella, de tal modo que el macho era quien más partido sacaba a nuestros encuentros en familia, o a quien más exprimíamos ambas lobas. Los fines de semana eran de perseverantes tríos.

Mi tendencia a la bisexualidad se fue acentuando, aunque todos sabéis que tengo una sexualidad triple con mi amigo canino, Aragorn. Tras su desapareció, ya no hubo otro amante canino en mi vida…algo que mis padres nunca supieron o jamás me recriminaron, porque tal vez estuvieran enterados de mis tendencias zoofóricas con mi perro amoroso. Ahora solo mantenía la bisexualidad, y estar en la cama con ellos era una doble satisfacción. Aquella primera vez, con la presencia de mi madre formando parte del trío, no resultó difícil aceptarlo, ni me sentí incómoda con su presencia activa sobre mí, tocarme, besarme, meter su lengua en mi vagina y yo en la de ella, ya que antes había tenido algunas experiencias con otras chicas, y eso mi madre ya lo sabía, yo se lo había comentado en más de una oportunidad durante nuestras charlas confidentes, porque que el tema del sexo nunca fue tabú en casa, especialmente con mi madre, de hecho, recuerdo que la primera vez que tuve relaciones sexuales con un chico, mi madre me compró las pastillas anticonceptivas y una caja de condones, además de muchas indicaciones para que aquel debut no fuese traumático y lo disfrutara. También recuerdo cuando un chico con el que follaba a menudo, me pidió el culo por primera vez, ella me dio todas las indicaciones para que esa experiencia estuviese de acuerdo a mi goce y fuera placentera. Lo bueno fue que el chaval la tenía bastante menuda y aquello no supuso ningún trauma.

Voy a contar como ese trío entre mamá, papá y yo un día se agrandó con otro miembro de la familia. Recuerdan que mi madre y mi tía Fabiola son gemelas y que formaban desde hacía muchos años un triángulo amoroso con mi padre, relación que descubrí por casualidad, aquella noche que los espié haciéndole sexo oral a papá en el sofá. Luego la tía Fabiola se fue lejos por trabajo y venía muy poco de visita y yo pasé a ocupar ese espacio vacío que ella dejó. Tiempo después en una de sus visitas mis padres le dijeron a la tía que yo sabía todo acerca de esa relación, que no tenía sentido seguir ocultándolo. Lejos de sentirse incomoda o reprochar algo, ella un poco resignada nos dijo a papá, mamá y a mí que no deseaba ponerse en medio y que si ella debía dar un paso al lado, lo haría con gusto con tal de que estemos felices…

-Tía, no hay problema, mamá, papá y tú,según tengo entendido, desde que erais adolescentes, folláis juntos, y estás viniendo a visitarnos una vez al año. Sé que os echáis de menos, os queréis mucho. Yo podría irme a casa de una amiga de la uni por unos días, si deseáis estar más relajados, no tenéis por qué cortar esta relación por mí

-Gracias sobrina, agradezco tu gesto pero no sé qué opinan mi hermana y mi cuñado.

-¡Hagamos algo mejor! Camila no necesita irse a ningún lado…, cuñada, tu duermes en la cama con nosotros como los haces siempre que vienes de “visita” y Camila en su habitación, como antes, total ahora no hay nada que ocultar. Si Camila quiere follar con su madre o conmigo vamos a su habitación y tú no necesitas irte a ningún lado. ¡Puedes seguir descansando tranquila, en la cama de matrimonio mientras le damos a la niña!

-Ok chicos, si todos estamos de acuerdo, dejemos fluir las cosas…. Dijo mi tía

La primera noche desde mi cuarto sentí a mi tía y mis padres follar intensamente, sus gemidos y gritos llegaban hasta mi habitación, yo moría por verlos pero pensé en mi tía, que vino de tan lejos esperando ese encuentro íntimo, y además ellos se extrañaban mucho. Se notaba un vínculo tan fuerte que me hizo creer que el poli-amor existe de verdad.

La noche siguiente le preparé a la tía una fiesta sorpresa de bienvenida en complicidad con mis padres, luego de la cena y mientras ellos hacían sobremesa fui a mi habitación me maquillé como una verdadera puta poligonera, me puse un conjunto de encaje negro, sujetador y tanga, un liguero con medias caladas negras y zapatos de tacones de aguja. Mamá, papá y la tía se sentaron en el sofá, encendí a todo volumen el equipo de audio con la canción de la película “9 semanas y media” de Joe Cocker, y bajé las escaleras con movimientos felinos como una verdadera stripper que iba a comenzar su show. Sensualmente fui bajando los escalones mientras ellos me aplaudían y alentaban.


- ¡Guau sobrina! Tu sí que eres digna descendiente de tu madre… mira el cuerpo que tienes, lo buena que estás, ¡Apuesto a que follas como una perra! ¿Verdad cuñado? Entre aplausos y hurras vociferaba mi tía Fabiola. - ¡¡Pero mira hermana la nena que tienes!! Debe ser un manjar de diosas tenerla en la cama… ¡Cuánto debes disfrutarla… y sobre todo tu marido! Javier… ¡¿Te la follas a pelo, no?!

-Ya lo creo hermanita que se la folla a pelo ¡Me la tiene llenita de leche!, y ella no sabes lo mucho que aprendió gracias a espiarnos cuando tu venías de visita. Si nos contara el bagaje de chicos que lleva entre sus piernas, nos sorprendería.

-Vamos Camila, saca esa puta que llevas dentro y haznos el show…, Seguía gritando mi tía.

Luego me subí a la mesa de la sala, meneando el cuerpo y perreando al compás de la música del tema “Reguetón en lo oscuro” de Wisin y Yandel, haciendo gestos obscenos y provocadores, luego comencé muy lentamente a sacarme las prendas hasta quedar desnuda entre gritos y aplausos. Mientras yo bailaba totalmente desnuda tocando mis tetas y coñito, me chupaba los pezones con lascivia y me abría la raja del coño prestando la visión a mis espectadores. Al ver la desinhibición de la pequeña puta de casa, ellos comenzaron a sacarse la ropa, a besarse y tocarse unos a otros sin dejar de observarme como bailaba sensualmente delante de ellos. Fue muy erotizante ese momento para mí, verlos desnudos, cachondos, y lo fue también para mi observarlos tocarse y besarse al son de la música más cachonda que tenía en casa.

A mi padre, como era costumbre en él, se le puso dura muy rápido, y mamá y su hermana no dudaron en tirarse en plancha a mamarle la verga y chuparle los huevos, en tanto se daban profundos besos de lengua entre ellas, y arriba de la mesa entre en medio de un baile frenético y sensual me iba metiendo los dedos en la vagina para inspirarlos aún más en una paja obscena, donde mis fluidos comenzaron a brotar…estaba desatada y extremadamente excitada con todo el show que nos estábamos dando.

-Ven hija, súmate a nosotros. Dijo mi madre moviendo el dedo índice.

Como una sierva obediente me sumé a ellos y me senté entre las piernas de mi padre, quien tenía la verga dura, con el ojo del glande mirando al techo. Inmediatamente me la metí en la boca mientras mamá lamía mi raja y mi tía a su hermana. Entre besos de lengua y manoseos continuos nuestros cuerpos se refregaban unos a otros, éramos cuatro personas fuera de sí extasiados de lujuria y placer. Lo más impresionante, ahora con el tiempo me lo parece más, es el potencial viril que poseía mi padre para llevar para adelante a tres lobas en celo. Su polla no era nada de lo normal, capaz de mantener la dureza durante horas… a veces pensaba que era de acero candente y no de materia cavernosa eréctil.

-Vayamos a la cama, estaremos más cómodos allí.

Propuso mi madre quien siempre llevaba la voz cantante, no en vano era quien más ponía en aquella relación, tanto a su esposo como a su hija. Una vez allí papá se puso boca arriba, yo me arrodillé frente a su cara poniendo una pierna a cada lado de su cabeza, apoyando mi chocho depilado contra su boca, para que pasase la lengua por los labios de mi raja. Mi tía a cuatro patas le mamaba la verga a papá y mamá a ella le lamía el coño, alternándose en la posición… era Fabiola la que más gustaba de comerse las pelotas de mi padre, mi madre era más afín del glande y todo el tallo venoso. El único sonido en la habitación eran nuestros gemidos de placer. Estaba tan salida con aquella fiesta, que fui la primera en correrme en la cara de mi padre, el pobre se bebió toda mi corrida… me hizo un trabajo espectacular sin pausa y sin dejar de lamerme el clítoris y meter su lengua rígida en el conducto. Luego mamá y la tía se corrieron lamiéndose la raja en forma alternada.

-Cuñado, quiero ver cómo te follas a la perra de tu hija… ardo en deseos por verla partida en dos con esta gran verga que te gastas.

Me ruborizó tanta atención de las maduras por mi placer, sin premisas, abrí bien las piernas y extendí los brazos para abrazar a papá, se me puso encima aquella mole sexual, y dejando un hueco entre nosotros, pudimos ver todos la sublime penetración que me realizaba lentamente, sin más ayuda que la de su cadera bien dirigida. Noté el calor de su glande abriéndome los labios y un poco más, la raja…lo tenía tan mojado que la incursión se realizó de un solo envión hasta hacer tope sus huevos en mi coño. Me excitaba sentir a mi padre dentro de mí, que mis manos notaran la tensión de sus músculos y el estar poseía por un semental tanprodigioso. A su vez, las hermanas se masturbaban observando esa escena, luego se pusieron en un 69 al lado nuestro… yo podía ver a mi madre comiéndole el coño a su hermana si me giraba un poco a la derecha. Él chupaba mis tetas, y besaba mi cuerpo sin dejar de tensar su musculado culo en cada incursión a lo profundo de mi útero…, a la vez me retorcía de placer sumida en un sinfín de gritos y gemidos al sentirme llena de mi padre.

-Vamos Javier dale duro a la niña…, mira como goza Camila, ella quiere todo adentro, alentaba mi madre a papá.

- ¡Ay Dios mío…! Que rica polla tienes papá, no pares de follarme que lo haces de maravilla ¡Dame más duro, papi… que se entere mi tía que tu nena sabe follar!

Mientras estaba gozando de los pollazos de mi padre, no había percatado que mi tía se había colocado un arnés con un enorme dildo para penetrar a mamá.La escena siguiente me puso a mil, mientras papá metía y sacaba su verga en mi vaginita desde el glande hasta los huevos en cada estocada, a mi lado la tía Fabiola se follaba a mamá con el arnés. Mamá estiró su cuello para besarme, papá y la tía hacían lo mismo mientras nos follaban a ambas a cuatro patas como un buen par de perras.

-Ven sobrina deja que tu padre folle a mi hermana, y tu ven aquí que la tía Fabiola te va a follar rico con el dildo.

El dildo era más grande que la verga de papá y la tía no tuvo contemplaciones en meter esos 25 centímetros hasta el fondo de mi vaginita.

- ¡Qué rico tía! Duele un poco pero sigue que está rico, lo quiero todo dentro de mí ya.

La tía Fabiola tal cual un macho cabrío embestía contra mi humanidad, metiendo y sacando ese enorme dildo. Las palabras sucias y los gemidos inundaban la habitación, en donde dos machos se ensañaban con nosotras, mamá y yo…un buen par de putas. Todo dio de sí unos cuantos minutos, hasta que mi padre sentenció el cambio de tercio.

- Pónganse las tres a cuatro patas. Dictó papá.

Yo me imaginé lo que venía, todas lo imaginamos. Un líquido espeso sentí caer por la raja del culo, era papa que estaba untando con aceite el culo de las tres para follarnos a saco. Me relajé y sentí apoyar la cabeza de su verga en el orificio del ano. Lentamente fue metiendo su verga por el culo, ensanchándome de manera bestial mi botón ceñido.

-Dáselo todo a esa perrita amor mío! Exclamó mamá.

- Sí Javier, dale duro que deseo ver como se retuerce mi sobrina, exclamó también la tía.

En pocos segundos mi culo se tragó entero el pedazo de carne dura de papá que entraba y salía mientras mamá y la tía frotaban con sus dedos mi raja.

- ¡Qué bueno se siente, perras…! ¡Seguir así que voy a correrme ya! ¡¡No paréis putas!!

Mi cuerpo comenzó a temblar y el orgasmo llegó con la verga de papá adentro del culo, mientras los dedos de las hermanas frotaban con frenesí la raja de mi coño empapado de fluidos, y las chupadas de mis tetas por parte de la otra.

- ¡Déjala papi! Déjala adentro del culo mientras me estoy corriendo, ¡Ay que ricooooopapiiiii!! ¡¿Cómo podéis ser tan cabrones todos para hacerme gozar así…?!

Acto seguido la tía Fabiola se pone a cuatro para que papá la penetre por el culo, mamá se pone detrás de ellos para comerle los huevos y el culo a papá… se los mete los dos en la boca a la vez, mientras papá metía su verga en el culo de la tía. Yo me puse a la par de papá para besarlo mientras follaba a la tía. Luego de un buen rato de estar oyendo a mi tía gritar como una cerda, me pude acomodar por debajo de papá para alcanzar con mi boca la vagina de la tía… los testículos de papá tocaban mi nariz mientras yo lamía la raja de la tía que tenía el culo abierto con la polla de mi padre adentro, también alternaba mi boca en aquellas bolas, maravilla de la naturaleza para la procreación… entonces mi madre cambió de los huevos y culo de su esposo, a la comida de mi coño, elevé mi cintura y le di mi chocho húmedo y calienta a mi madre.

-Sigue sobrina, sigue lamiéndome que ya me corro, ¡Lame perrita, lámeme la pepita con dureza! ¡Así por Dios santo que gusto me dais, par de cabrones!

Enseguida mi tía Fabiola estalla en un orgasmo profundo mojando de fluidos mi boca. Mamá quedó para el remate final, se puso también ofreciendo su culo a papá a cuatro patas para que papá la penetrara.

- Dame duro amor, fóllame fuerte como tú sabes darle a tu PUTA mayor, ¡Hazme sentir tu verga bien dentro, y disfruta dentro de mi culo como lo hiciste con esas perras!

El culo de mamá se abrió como una flor, mientras la tía Fabiola se puso debajo de ella para lamerle el coño a boca llena. Yo abracé a papá y lo besaba sin parar metiéndole la lengua con lujuria, haciéndole sentir lo que era… un gran macho semental que podía con las tres PUTAS que tenía en casa, me sentía muy orgullosa de mi padre, le admiraba como hombre y como persona. Él tocaba mis tetas, mientras los gemidos de mamá no cejaban, me las comía con devoción saboreando los pezones, succionando con duros chupones, sujetaba su cabeza. Nos mirábamos y nos comíamos la bocas de nuevo… Excitado oían los golpes de pelvis contra el culo de mamá.

- Tengo ganas de correrme ya,dijo papá que se había comportado como un semental en medio de sus yeguas preferidas, había acelerado sus acometidas.

-¡Espera amor, espera un poco a tu esposa… ¡Quiero correrme antes!

En eso mamá estalló en un placentero orgasmo mientras papá hacía fuerzas para no correrse dentro del culo de mami, gracias a mi tía que se puso a comerle el coño y la clítoris a su hermana para acelerar el proceso orgásmico. Mi madre convulsionó y entre esténtores se fue relajando… mi padre continuó follándola y mi tía dejó de chuparle el coño, cuando éste estuvo a punto, mamá notó el endurecimiento previo a la eyaculación…

-Ahora si querido, ahora la noto presta ¡Danos tu leche sabrosa! Sentenció mamá.

Las tres mujeres nos abrazamos en semicírculo abriendo nuestras bocas arrodilladas frente al semental de papá, que parado dejó que yo se la meneara y mi tía se la chupara, mientras que mamá le sobaba los huevos colgaderos llenos de lefa. La descarga de espeso esperma no se hizo esperar mucho salpicando nuestros rostros. Observamos cómo se abrió el agüero de la uretra en el momento de expeler un primer chorro de leche cruzó mi cara desde la boca al ojo izquierdo, luego otro más para mi madre que logró abrir la boca, al igual que un grueso tercer chorro para la garganta profunda de mi tía Fabiola.

Luego entre todas nos abalanzamos sobre la verga de papá para devorar los vestigios de leche que mojaban su adorada verga, acto seguido mamá limpiaba con su lengua el esperma de mi rostro, yo lo hacía con ella y luego unas a otras no dejábamos de lamer nuestros rostros salpicados de lefa contundente.

Acto final una catarata de besos y mimos con papá extenuado tirado boca arriba, tras más de cuarenta minutos follándonos sin parar… mamá encima de él y la tía y yo a su costado con ambos brazos de papá por detrás de la nuca. Las tres desnudas oliendo al penetrante perfume del sexo que nuestros cuerpos desprendía. Estaba en la gloria descansando sobre el robusto cuerpo de papá, un verdadero macho alfa de la “manada” de putas que éramos… unas perras muy calientes dispuestas a todo por nuestro hombre. Necesitábamos cuidarlo, porque lo amábamos las tres con la intensidad que solo da la irracionalidad del amor y el deseo incondicional. Cada vez me hallaba más impresionada por la potencia sexual de mi padre, por el flamante par de cojones que posee, y por su soberano falo fastuoso, para satisfacer a las tres.

A la mañana siguiente papá nos preparó el desayuno y lo llevó a la cama como un regalo por aquella noche inolvidable. Como era verano, a la tarde estuvimos toda la jornada disfrutando del sol en la piscina del jardín de casa, relajados sin sexo. No recuerdo que en algún momento del día nos pusiéramos una prenda, desde que nos levantamos estuvimos desnudos durante todo el día o con las braguitas… Llegado el ocaso de esa misma tarde tuve sexo por separado solo con papá, en tanto mamá y la tía Fabiola se regocijaron entre ellas entre confidencias.

 

 


 

Me puse un bikini azul clarito, con lazos y mi padre un bañador azul para salir al exterior donde nos podrían ver por casualidad, como os dije, se cuidaba mucho y tenía cuerpo para ello.Ya en la piscina (bajaríamos a la playa más tarde) los chicas desde el porche no me quitaban ojo de encima. Tengo que reconocer que las mujeres de casa, tampoco le quitaban ojo de encima a mi padre… es un macho que nos guata a las tres por igual. Me metí en el agua y no me di cuenta al principio, de que con mi bikini azul clarito se transparentaba tango… era nuevo.

Antes las miradas de las damas, mi padre me hizo un gesto con la cabeza para que le diera conversación a la madura. Y así fue. Estuvimos hablando un buen rato, luego me fui a la cocina a prepárame un refresco de la jarra, al otro lado de la piscina. En esto se acercó mi padre…

-¿Te gustaría estar con tu tía antes de que se marche…?

-Sí, pero estoy bien aquí ahora….

-Pues anda, ve a buscarle y fóllatela.

-¡Papi, que dices!

-Tendrás que hacerlo antes de que se mache ¿no?

-Sí, pero, ahora solo quiero follar contigo, papi. No quiero compartirte con nadie más hoy. Esta tarde y noche son solo para nosotros.

Me miró y me sonrió. Después de un rato de nadar, empecé a aburrirme y además me dio una calentura, por lo que me salí del agua y me subí a la habitación, después de decirle a mi padre que me apetecía comer algo. Me metí en la ducha y comencé a masturbarme con el chorro de agua. Recorría mi chochito de arriba a abajo con suavidad, y luego me daba en el clítoris. Era una sensación maravillosa. Con el ruido del agua, no oí que la puerta de la habitación se abría.

Estaba con los ojos cerrados, gimiendo como una loca de placer, cuando un ruido me hizo abrirlos. Era mi padre, que estaba en el umbral de la puerta del baño y me invitó a que terminara de masturbarme. Eso me puso a cien y como ya estaba casi al borde del orgasmo, enseguida me corrí con un grito muy grande.- ¡Aaaaaah!

Caí de rodillas en la ducha, extasiada de placer, mientras el agua caía sobre mi cabeza. Mi padre me cogió en brazos y me llevó a la cama. Puso la toalla en ella y a mí encima. Estaba toda mojada. Él se agachó a mi boca y empezamos a besarnos apasionadamente. Me metía la lengua hasta la campanilla y yo a él… Éramos dos amantes enfervorizados. Estoy segura de que nunca experimentó tanta pasión con mi madre, como conmigo en este momento. Yo seguía mojada, así que nuestros cuerpos se escurrían y se frotaban mejor.

Al poco su verga estaba erecta al máximo. Mientras seguíamos tocándonos y besándonos, le dije al oído que deseaba que me follase sin condón, que ahora mismo no pudiera quedarme preñada… mentí porque estaba en el momento de máxima ovulación. Él me sonrió como en la piscina y entonces hizo algo que me volvió a poner a cien. Se puso encima de mí y con el glande, fue acariciando mi vientre que tanto deseaba estuviese lleno de él, bajando despacio hasta mi rajita…. Fue como si me follara, pero sin penetrarme. Se frotaba contra mí, muy rápido, sin metérmela y como estábamos mojados los dos, fue muy agradable.

Yo estaba a tope y notaba como de su polla salían las gotitas de líquido preseminal y ahora sí, su glande de alojó entre mis labios vaginales encontrando la entrada a mi vagina y me la metió toda, igual que un pez deslizándose en el agua. Le pedí, no le exigí que me follara fuerte, que estaba deseándolo. Comenzó a bombearme duro desde el principio, como le pedí, notando sus pelotas golpeando en mi coño. Yo gemía como una loca, no me importaba que nos oyeran las damas de afuera, y los vecinos no sabrían realmente, que quien estaba en esa habitación, si eran esposos o un padre y una hija incestuosos, deseosos de sus cuerpos y entregados a la pasión del sexo.

-Ah, ah, ah, Papi, papi, papiiiii.

-Mi niña, gemía el,- mi niña, mi niñaaaa, que bien follas cabrona…

La cama botaba como si se fuera a romper. El cabecero golpeaba la pared rítmicamente. Nuestros cuerpos estaban fundidos en uno.Mi padre seguía follándome con fuerza, tenía mucho aguante. Yo estaba agarrada a su espalda con las piernas completamente abierta… despatarrada como una puta, aguantando sus embestidas a todo lo largo de su cipote, desde el glande hasta la raíz, una y otra vez con golpes secos que me hacían temblar, gemir y gozar como una perra. Como diez minutos después, sentí llegar el orgasmo. Lo veía cercano, grandioso, más grande aun que cuando me corrí en la ducha.

-Ugh, papi ¡Me encanta que me folles así de duro!, gemí.

No pude evitar clavarle las uñas en la espalda. Él dio unos empujones más y me corrí, clavándole más las uñas entre gritos.

-¡Papiiiiii!

-Sí, mi niña, ¿te gusta?, decía.

-Sí, papi, es maravilloso tenerte dentro. ¡¿Tú no te corres ya?!

-No mi niña, todavía aguanto un poco más.

- ¡Joder papá… me vas a matar a pollazos!

Entonces nos giramos y me puso de lado. Nos pusimos a follar haciendo la cucharita.Notaba su polla dura como nunca, frotando todo mi chocho y la sensación era mejor todavía. Con su mano derecha empezó a masturbarme el clítoris, y eso me hizo volverme más loca aun.

-¡Aaaaaah! ¡Papiiiiii! ¡Qué gustoooo! ¡Sigueeee! ¡Maaasss! ¡Maasss! ¡Me corroooo!

¡Me voooyyy!

Estallé en un orgasmo tremendo por segunda vez. Fue mejor que los dos anteriores. El me giró y terminó de follarme de cara, viendo mis tetas moverse como la gelatina.

-¡Aaaaah! ¡Me corro Yaiza! Me dijo. ¡Me corroooooo, jodeeeer!

Dio unos empujones más y terminó de soltar su primer aldabonazo de leche en mí coño más profundo… percibía sus palpitaciones y yo le seguí contrayendo mi coño. Una vez secos los huevos, tras recuperarnos…

- Estoy agotado. Mi niña, es increíble cómo has aprendido. Ya follas mejor que tu madre… pero no se lo digas o se enfadará con nosotros.

- No te preocupes…es nuestro secreto ¡¿Te ha gustado follarte a tu nena, papi?!

-Claro que sí. En todos nuestros años de casados, tu madre nunca me ha follado así.

-Yo soy más joven también… tal vez eso y la novedad o que soy tu hija.

-Sí, puede ser todo eso a la vez. Lo cierto es que cuando tu madre tenía un poco más de tu edad, era muy ardiente, pero no lo hacía tan bien como tú, mi niña.

-Me alegro que te guste tanto, papi. Tú también follas de vicio… eres un gran macho y mejor semental. Aguantas mucho y eyaculas cantidad de leche ¡Eres muy potente!

*************

Pasaron unos días, y uno de ellos, conocí a un chico en el súper mercado, entablamos una conversación amistosa durante todo el rato de compra… me cayó de maravilla, la verdad. Quedamos y nos encontrábamos en la playa. Nos poníamos a hablar o a jugar a las palas. La verdad es que el chico estaba muy bien. Pese a lo que le había dicho a mi padre, me apetecía follar con él.No sé porqué, le pedí permiso a mis padres y a mi tía. Él me dijo que adelante, que ya me lo había propuesto en aquella ocasión. Me dijo que lo trajese a casa, a unas de nuestras habitaciones. Tomamos un refrigerio y pronto me lo llevé a una de la habitaciones con cama de matrimonio… llamé a Carlos para que me siguiera, así se llamaba el chico. Subimos a la habitación y puse un letrero de “No molestar… personas follando”.

A él se le veía algo pardillo en eso del sexo. Bueno, hasta hace poco yo era igual, pensé.Le ayudé a desnudarse por los nervios que tenía encima, el pobre era un poco tímido también. Yo me desnudé también y le tumbé boca arriba en la cama.

-Bueno, ¿ahora sabes que hacer, no?

-Sí, tengo que meter mi pene en tu....

- En mi chochito… pero mejor le llamamos polla, que es más cachondo ¿No?

- Eso… polla y chochito.

Me abrí los labios, y él se quedó mirándolos con cara de tonto. Si nunca había follado, menos me iba a comer el chocho. Así que tenía que ser yo la que tomara la iniciativa. Nos besamos. Yo le metía la lengua. Él estaba un poco perdido. Luego, como yo no me excitaba, me mojé los dedos y comencé a masturbarme. Él se me quedó mirando como lelo. Su verga estaba un poco erecta, pero no del todo. Cuando me noté húmeda, me puse a chupársela. A él le gustaba, porque empezó a gemir. Después de un momento, ya estaba a tope. Fui a por un condón y se lo puse.

-Ahora déjame hacer a mí. Tu solo relájate y disfruta.

Me la metí despacio y comencé a follármelo. El empezó a gemir más alto…Uf, uf, uf. Después de un rato conmigo encima, Carlos quiso cambiar la postura y hacérmelo con él encima. Empezó a empujar. No se le daba muy bien, y de lo excitado que estaba, en un par de minutos o tres, se corrió. Nada como el semental de mi padre… se agitó rápido y en un… - ¡Aaaaaah! ¡Yaizaaaa!Se fue… Se salió de mí y se tumbó boca arriba.

-¿Te ha gustado?

-Sí…le mentí claramente. Ni siquiera me había corrido.

La experiencia fue un poco desastrosa. Nos despedimos y él se fue tan contento.Dos días después, volvimos a bajar a la playa. Mi padre se puso a hablar con una mujer de más o menos su misma edad. Llevaba un bañador azul oscuro, se había quitado el pareo y podía notar que tenía celulitis en los muslos y el culo. Hablaban muy animadamente y a mi empezaron a entrarme celos. ¿De verdad prefería a esa mujer que a su niña? No podía competir conmigo, por supuesto. Con 19 años, yo era una muñeca y tenía un cuerpazo. Esa mujer tenía celulitis y eso. Bueno, me estaba precipitando, no quería decir nada que estuvieran hablando.

Al cabo de una media hora, yo estaba leyendo un libro, tumbada en una hamaca, cuando vi por el rabillo del ojo, que los dos se levantaban y se marchaban de la playa. Mi padre me dijo que había conocido a Julia y le iba a enseñar la casa, que si me iba con ellos. Tuve mis dudas, mi madre y tía se había ido esa mañana y no volvería hasta el mediodía y el cabrón de mi padre se había ligado a esa vieja. No me podía perder aquello así que me marché detrás de ellos…

-¿Pero qué? ¿Será capaz de irse a follar teniéndome a mí y las dos maduras en casa?

Me levanté como un resorte en cuanto empezaron a desaparecer, me fui detrás de ellos sin que me vieran. Llegué a la puerta de nuestra habitación, pegué el oído y por la pequeña abertura que quedaba en la puerta, miré pero claro, no podía ver nada.Al poco me cansé de intentar ver algo, y al darme la vuelta, empecé a oír unos gemidos que venían de dentro.

-Oooh, ohh, aaaah. Era gemidos femeninos.

Mi padre se estaba follando a esa desconocida. En vez de pensar que le estaba poniendo los cuernos a mi madre, solo me entraron celos por mí.

-Aaaah, aaah, se oía. Ahora era él.

Se empezaron a oír crujir los muelles de la cama. Intenté taparme los oídos pero no pude. Los crujidos fueron incrementándose al máximo y oí a los dos gemir como locos. Al poco rato, se detuvieron y todo quedó en silencio. Me senté en el suelo del pasillo, llorando como una tonta. Mi padre lo había hecho con otra mujer. No era mi madre, ni mi tía y tampoco era yo. Me molestaba más que no lo hubiera hecho conmigo, que también le estuviera poniendo los cuernos a mi madre. Al poco se abrió la puerta y salió la mujer del bañador azul oscuro, con el pareo puesto. Oí como se despedían.

Al salir de la casa la mujer, abrió él y nos encontramos en el porche. Ya no sé si era mi papi.

-Hola Yaiza

-¿Que has hecho? le dije llorando. Le golpeé en el pecho. - ¡Te has follado a esa mujer! ¡La has preferido a ella antes que a mí!

-¿Que dices, mi niña?

Encima me llamaba mi niña. No podía parar de llorar.

-Te deje que te fueras con Carlos. Me dijo. - Entonces no te importó follar con él. ¿No? Ahora, ¿porque te pones así?

Tenía razón. El me permitió follar con otros chicos. ¿Porque tenía celos? En el fondo, ¿estaba enamorada de mi padre?

-Necesitaba follar con una mujer parecida a tu madre. Pensaba que no te importaba. Tenía necesidad de sexo fuera de nuestro círculo, Yaiza, no te enfades.

-¿Y no te bastaba con follarnos a tres putas que tienes a tu disposición, papi?

-Pues, ¿sabes qué? a veces un hombre de mi edad, necesita el contacto de una mujer madura que no sea tan familiar. Una mujer con sus defectos, que también te hace sentir bien, pero que te devuelve a la realidad de que tú ya no eres ningún niño.

-Quizá tengas razón.

-Cuando tengas mi edad, lo entenderás. Pero tú siempre serás mi niña. Esta noche cenaremos, me dijo,y luego tendrás una noche que no olvidarás. Te lo prometo.

Cenamos los tres, y después de despedirnos de las madura, subimos a la habitación. Se puso a espaldas de mí y me quitó el vestido que me había puesto para la cena. Me dejó en ropa interior. Me besó el cuello y detrás de las orejas. Sabía que los besos en esa zona me ponían a mil. Él se desnudó, quedándose en calzoncillos. Frotó su polla contra mis braguitas a través del calzoncillo. Di un respingo. Agarró mis tetas, me los apretó y acarició los pezones con él puesto. Me giró y entonces hizo el movimiento de follarme, pero con la ropa interior puesta.

-Mi niña, ¿me sientes?

Su polla estaba al máximo de dureza.

-Si papi, te siento. Su glande frotaba mi clítoris.

Aceleró un poco más. Mis bragas iban humedeciéndose progresivamente.

-¿Me perdonas?

-Si papi, te per…do...no.

Casi no podía articular palabra. Echaba mi cabeza hacía atrás, por el placer que me estaba dando. Después de llevarme al borde del orgasmo, me desnudó. Se fue al baño y volvió con aceite lubricante. Me untó toda con él y luego se desnudó. Me pasó el frasco y me dijo que le echara por el pecho. Yo obedecí encantada. Se había depilado el pecho para ir a la playa y dejé que escurriera por el hasta su verga. Entonces me atrajo a él y nos frotamos así desnudos y aceitosos. Me abrió los muslos y sin mucha más preparación con solo guiar su cadera, enfiló el cipota y me la metió de un empujón.

-Ugh, gemí.

Ya follándome, me seguía preguntando…- ¿Me perdonas, mi niña?

-Que sí, papi, que sí, te perdono.

Su verga entraba y salía deslizándose muy suavemente por el aceite.

-Tú eres mi niña, decía gimiendo. - No tengo ojos para otra, tú eres la niña de mis ojos. Follar con esa mujer no fue nada para mí, solo un regocijo para subir mi ego.

-No me importa papi, solo quiero tu ver... gaaa... Te quiero dentro de mí.

El seguía empujando fuerte, follándome como un loco. Estábamos haciéndolo de pie. Unos minutos después, nos giramos y terminó de hacérmelo apoyada contra la pared.

-¡Ah, ah, ah! Ya está, ya viene... me voy a correr papi, me vo...yyyyy, me co...rroooo.

Mi padre aguantó un poco más y terminó corriéndose también.

-Mi niña, mi ni... ñaa... ñaaaaaa ¡Aaaaaah!

Estalló su corrida dentro de mí como siempre, llenándome toda la vagina con su leche. Mi padre sí que no necesitaba condones conmigo, ni los quería, porque tenía un plan… quedarme preñada de mi padre. Acabamos sentados en el suelo, extasiados y pringosos. Luego me llevó a la ducha, y allí me volvió a follar. Fueron dos días de sexo pleno en familia, en donde volvimos a mantener una orgía sublime los cuatro… no le contamos lo de la aventura con Carlos y la celulítica que se tiró mi padre… luego me confesó que también se la folló a pelo a la muy puta ¡Ojalá que la dejase bien preñada y que su esposo cargase con la criatura, por cornudo!

Al día siguiente, despedimos en el aeropuerto a la tía Fabiola que emprendía su viaje de regreso a Escocia. Por varios años seguidos mantuvimos esa relación incestuosa, al tiempo que conocí a un chico en el trabajo, que realmente me llenó el corazón, porque del útero ya se encarga mi padre de atiborrarlo de leche hasta que me PREÑÓ. El chico asumió la paternidad, con el cual estoy en pareja actualmente sin casarme. Paradójicamente tenemos un niño que se parece tremendamente a mi padre, pero que mi chico está convencido que es suyo. Quizás algún día le plantee lo mismo que yo hice a mis padres, ¿qué haré entonces?, no lo sé, aún es muy pequeño para pensar en ello… además a los chicos hay que darle un mayor margen de edad que a las chicas, para que estén bien desarrollados y puedan dar toda a una hembra.

 


 

La última vez que tuvimos sexo los tres fue cuando les avisé que iba a juntarme con mi pareja, ellos dijeron que era el momento de cerrar. Mis padres se mudaron a la capital de Escocia donde vivía mi tía, y retomaron la relación tras varios años sin estar juntos, con la novedad de la participación del amigo íntimo de mi Fabiola, Ewan McGregor…. Hoy tengo 30 años, un niño de cinco y estoy preñada de nuevo tras el verano que disfrutamos con mis padres y mi tía en Glasgow. No me cabe la menor duda que la niña que estoy engendrando, en mis 28 semanas de estar preñada, es fruto de la masculinidad y virilidad que mi padre aún posee a sus 56 años.

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