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UNA HISTORIA DE AMOR. Y si tú no has de volver...

    "Y si tú no has de volver" 1ª PARTE "Una para el otro y otra para el uno". Esa frase la repite una y otra vez mi ...

De la visita al pueblo

 

En la visita al pueblo con mi madre, ocurrieron los siguientes hechos que paso a narrar…. Nunca conocí a mi padre…, lo único que me contó de él es que era su novio, cuando se enteró que estaba embarazada, se fue sin decir dónde y nunca más nada se supo. Mamá se las arregló para criarme y jamás me faltó de nada en mis años de vida… en especial amor. Es demasiado cariñosa conmigo y a veces empalagosa. Lo que peor llevo, es que aún me trate como un niño.

Ella es administrativa, trabaja de mañanas hasta pasadas las tres de la tarde, y dos veces por semana, lo hace de las 18:00 a las 22:00 como contable en un consultorio odontológico. Este segundo trabajo nos permite tener una entrada de dinero extra. El apartamento donde vivimos es alquilado y la renta se lleva una buena parte de sueldo. A ella nunca le ha faltado trabajo por dos razones… la primera porque nunca le hace asco a cualquier trabajo honrado, y segundo porque tiene un don de gentes especial con un cuerpazo que cualquier hombre se le queda mirando a su paso… pese a sus 30 años, nadie diría que pasa de los veinticinco.

 


 

Mis abuelos maternos murieron muy jóvenes en un accidente, desde entonces fue cuidada por su tío Alfredo (hermano de su madre) y su esposa Marta, quienes nunca tuvieron hijos y la cuidaron con mucho afecto como si fuera hija suya, hasta que mi madre abandonó el pueblo con un comercial de vinos que paso por el pueblo y le prometió un trabajo seguro en una distribuidora de alimentación en la capital, nunca más volvió, y a mis tíos abuelos Alfredo y Marta no los conozco.

Después de más de trece años, decidió que sería bueno que yo conociese el pueblo donde nació y creció…, así que aprovechamos las vacaciones de verano, y ver en qué estado se hallaba la casa de mis abuelos maternos, con el fin de venderla definitivamente… mi madre siempre pensó de volver, pero la vida en la ciudad la envolvió… y no creía que volviésemos nunca a vivir allí.

Debo reconocer que ese viaje me tenía bastante entusiasmado porque iba a conocer a mis tíos abuelos y donde creció mi madre. Tras casi tres horas de viaje en coche, llegamos alrededor del mediodía. Ella acostumbra a llevar ropa ligera cuando conduce y en esa ocasión vistió un pantalón  de algodón holgado muy sexy, camiseta blanca y zapatillas deportivas… la ropa y calzado para la conducción es muy importante, me dijo a modo de aleccionamiento para cuando tuviera edad.

Ella estacionó frente a una cabaña de madera un poco apartada del pueblo, casi en la entrada de un pequeño bosque con árboles frondosos. La verdad que el lugar era muy idílico. A unos metros de la puerta se encontraba un viejo grandote, de cuerpo fornido, de cabeza rapada de alrededor de 1,80 metros de altura y que rondaba los 60 años, quien lavaba una bicicleta bastante vieja, pese a su edad se le veía musculado, sin tripa y muy ágil… bastante juvenil.

El hombre al ver el coche se acercó con una sonrisa a saludar, mamá bajó su ventanilla…

- ¡Hola tío Alfredo! ¿Cómo estás?

- ¡Laura! Cuando me dijiste que planeabas venir decidí limpiar la cabaña para que estuvieras cómoda…  ¡¡Qué alegría me has dado…!! ¡Cuánto tiempo sin verte…!

Mi madre sacó la cabeza por la ventanilla para besarle, y él lo hizo muy efusivamente.

- Quédate aquí un momento mientras saludo, ahora sales, mi amor.

Se bajó, el hombre no se dio cuenta de mi presencia, sin embargo no le pasó desapercibido la redondez de su culo que marcaba a la perfección el pantalón que usaba, la abrazó pegándose muy estrechamente a mamá, la tomó de la mano y la acercó a la puerta.

- Déjame verte bien Laurita, ven a la luz…  pero caramba si estás mucho más guapa que la última vez que te vi ¿Qué han pasado… quince años? Te fuiste casi siendo una niña y has regresado hecha toda una mujer.

- Ya han pasado casi catorce años, tío…

Como al descuido ese tipo le acarició la espalda con una mano y la bajó hasta el culo, dándole un fuerte apretón a la nalga sin que mi madre se molestase en absoluto.

- Cuando te vean Conrado e Hilario, la sorpresa que se van a llevar… esperá que los llamo… ¡Muchachos, venir que llegó la nena!

- ¿Están aquí ya…?

- Claro… no iba a limpiar yo solo, ¿Para qué están estos zánganos? Jajajaja… en cuanto les comenté que venías se ofrecieron como comité de bienvenida… y zafarrancho de limpieza… ¡Están desesperados por verte!

No me gustó para nada el tono con el cual remarcó esa última frase. De la cabaña aparecieron dos tipos más jóvenes que tío Alfredo, unos cuarenta y tantos años, uno era alto y flaco, con pelo rubio hasta los hombros, el otro más bajo con cabello castaño bastante musculado…, los dos la miraron de arriba a abajo a mi madre, como intentando memorizar su cuerpo.

- Niña al fin te acordaste de nosotros... dijo el delgado

- Madre mía, como has crecido y como has cambiado - dijo el musculado- Vamos dentro y celebremos la bienvenida con unos vinos que traje de mi cosecha… así nos ponemos al día.

- Mejor lo dejamos para otro día, no va a faltar oportunidad, quiero entrar y cocinarle algo a Gus que no comió nada desde que salimos.

- ¿Viniste con tu marido? Preguntó Alfredo mirando hacia el coche.

- No, Gus es mi hijo…

- ¡¿Tienes un hijo…?!  ¡Pero mujer como no nos has dicho nada ¿Qué edad tiene? Dijo Alfredo.

- Doce añitos para trece.

Alfredo se quedó mirándola de una manera extraña, como asombrado, permaneció unos segundos en silencio y la interrogó…

- ¿Casi trece años dijiste…? Pppe…  pero si no llega a catorce años que te fuiste de aquí… ¿Lo tuviste con ese comercial de vinos que te llevó a la ciudad?

- No tío, el padre es otro tipo desconocido y que nunca quiso nada de nosotros…

- Pienso que hubiera sido bueno que nos hubieras dicho algo a la familia.

- Lo intenté… pero no sirvió de nada autoconvencerme… ¿Por qué te crees que en todo este tiempo no regresé? Me sentía un poco avergonzada de mi panza.  Respondió ella.

La cara de Alfredo parecía que estaba ante un destello de luz que te deja ciego en medio de la noche, y los otros dos hombres se reían a carcajadas al verlo.

- Hola Conrado -dijo ella dándole un beso al rubio, - Hola Hilario - besando de la misma forma en la mejilla al musculado. - Pasar por la cabaña cuando queráis, nos vamos a quedar una semana. ¿Tú tío te quedas a comer algo para conocer mejor a Gus?

- ¿Ehhh…? Nnnno mejor os dejo acomodarse tranquilos y pasó más tarde…

Mamá volvió al coche, abrió mi puerta y cuando estaba por descender los viejos se fueron.

- ¿Mamá quienes eran esos hombres?

- El grandote es mi tío Alfredo que más tarde va a regresar para conocerte, y los otros son Conrado e Hilario, dos primos hermanos… todos son vecinos del pueblo, de chica fueron como…  padrinos para mí, me cuidaron siempre para que no me pasase nada, sobre todo con los chicos de este pueblo que son muy brutos, ellos me defendían. Ahora entra así te hago de comer, ya tendrás tiempo de conocerlos.

La cabaña era bien rústica, construidas con troncos, bastante amplía, contaba con dos plantas, la baja con un mono-ambiente con una pequeña división que separaba la cocina de la sala, el único cuarto era el del baño, además había una cocina, un amplio sofá, dos sillones, una mesa con sillas, en la superior había dos dormitorios enfrentados por un pequeño pasillo. En las uniones de las madera de los cuartos quedaban rendijas que permitían ver a través de las paredes y del piso de la planta alta hacia abajo, pero era una construcción fuerte de tablones duros, que necesitaba una reforma para poder ser habitada en invierno, de momento ese verano no molestaría la ventilación extra de las rendijas.

Mamá acomodó sus cosas en el cuarto que alguna vez ocuparon sus padres, era una habitación sencilla con una cama de dos plazas y una pequeña cómoda, a mí me ubicó en el cuarto que usó ella, la cual también tenía una cómoda y una cama de una plaza. Tras la comida, ella entró a su habitación a cambiarse y desde mi cuarto a pesar de estar con la puerta cerrada, por las amplias rendijas se podía vislumbrar como se cambiaba de ropa. El desnudo de mamá no me causó asombro porque siempre fue algo liberal, y me enseñó que no hay que avergonzarse de nuestros cuerpos, por lo general cuando se cambiaba o se bañaba dejaba la puerta abierta. Hasta bien poco tiempo incluso nos duchábamos juntos enjabonándonos el uno al otro. Siempre me gustó verla denuda, cada vez que ella estaba frente a mis ojos sin prendas, me causaba una extraña sensación, como cosquillitas en mi panza, se aceleraba mi corazón, y además últimamente se me ponía dura la verga, dándome un gustito muy rico… me excitaba mi madre, no cabía duda.

Mami se vistió con una minifalda de jeans muy corta, una camiseta floreada ajustada que dejaba al descubierto su ombligo perforado con un pendiente o piercing, muy sexy y sandalias. Como a la hora Alfredo volvió a aparecer.

- Tío Alfredo te presentó a este hombrecito que es mi hijo, se llama Gustavo…

- Hola, encantado de conocerte...

Dijo acariciándome la cabeza y despeinándome.

- ¿Has venido solo, tío?

- Sí… tu tía tenía cosas que hacer, y por ahí después aparecen a saludarte tus primos.

- Siéntate y ponte cómodo que preparo unos cafés.

Ellos se sentaron en el sofá a charlar y yo me puse a jugar fuera de la casa, pero como estaba la puerta abierta podía verlos y escuchar algo de la conversación. Estaban contentos y Alfredo mientras hablaban, apoyaba una mano en el muslo de mamá acariciándole la pierna.

- ¡Qué guapa te has puesto Laura, eres una mamá muy guapa…!

- Gracias, yo también te he echado de menos mucho…

- Desde que llamaste, estoy con calentura, no aguanto las ganas de montarte nena…

- Shhh... que está mi hijo por aquí cerca.

Extrañado por lo que escuché, acercándome al marco de la puerta de la cocina donde estaba mi madre sola recogiendo los cubiertos, e inocentemente pregunté…

- ¿Mamá qué te dijo tu tío de la calentura...?

- Ehhh…  que tiene algo de fiebre.

- Pero dijo algo de montarte, no entiendo…

- Queeee…  que quiere montarme... en la bicicleta para ver si no se me olvidó de andar sin ruedines… eso…

Mi tío abuelo me escuchó…

- ¿Te acuerdas como te gustaba montar? Te volvía loca tenerla entre las piernas…

- Jajaja…  habla de la bicicleta hijo…

Para disimular salieron a donde estaba la bicicleta, él la agarró mientras mamá se subía e intentó dar una vuelta, pero se cayó de bruces al suelo, riéndose la levantó.

- Veo que ya te olvidaste de montar, te voy a ayudar como cuando eras una nena…

Sosteniendo la bicicleta con una mano le indicaba a ella…

- Para mantener el equilibrio, primero tienes que pararte erguida apoyando cada pie a su lado, recuerda que el asiento es muuuy largo y duro... y tienes que sentarte en él apoyando tu entrepierna sobre la punta del sillín.

La minifalda la tenía algo levantada, dejando a la vista su ropa interior, él le apoyó una mano en el pequeño tanga blanco palpándole la vagina, como corrigiendo su forma de sentarse.

- Mirá lo duro que me estas poniendo Laura… Le susurró en el oído mientras la obligaba a tocarle la bragueta para que ella compruebe su dureza.

Ella mirándolo a los ojos le palpó el bulto disimuladamente y se mordió el labio inferior, giró su cabeza para saber dónde me posicionaba, y al no verme cerca, dejó la bicicleta y se pararon un poco más alejados de mi posición para que yo no los escuche. El viejo quiso bajar el cierre de su pantalón pero mi madre se lo impidió con una mano, pidiéndole que no haga una locura que yo andaba por ahí. Aprovechando que la mano de mi madre se situó en su entrepierna, él apoyó su mano sobre la de ella y la apretó contra su verga, ella la mantuvo unos largos segundos antes de retirarla.

- Estate quieto que el nene nos observa…

- ¿Es mi hijo?

- No lo sé... puede ser de cualquiera de los tres. Como saberlo, si desde que me desvirgaste, los tres no dejasteis de follarme hasta preñarme…, os corríais dentro de mi coño a cada rato… cómo saber de quien es el padre de esa criatura… ¡Aunque es muy posible que seas tú! Porque de los tres, eres el que más veces me follaba por el coño… mis primos lo hacían más por otros lados.

- Saber que te preñé me la pone más dura…

- ¿Cómo sabes que es tuyo?

- Porque soy tu macho…. No entiendo por que te fuiste, si querías tenerlo te hubiera ayudado con el niño, o si me hubieras dicho algo, te hubiera mandado dinero regularmente.

- ¿Te olvidas que tu mujer sospechaba de lo nuestro? Si me hubiera visto panzona lo hubiera confirmado…  y como en todo pueblo chico, infierno grande, fue mejor así.

No daba crédito a lo que mis oídos escuchaban, ese viejo podía ser mi padre, estaba absorto con la noticia. ¿Esos cerdos la hubieron violado? ¿Pero si fue así, por qué razón no los enfrentaba y los llevaba a la policía? La veía muy tranquila y contenta…

- ¿Te casaste? ¿Tienes novio?

- ¿Está celoso mi macho?

- Venga, contéstame…

- Nunca me casé… hubo y hay pretendientes pero nada serio… por ahora.

- ¿Cómo saliste adelante con 16 años y preñada?

- En un principio el comercial me acogió en su casa con su familia, y un par de años después me pude independizar en una pequeña buhardilla que podía pagar con mi trabajo de administrativa en la distribuidora donde aún trabajo, y otro trabajo de tarde.

- Siempre has sido una mujer muy fuerte desde niña… recuerdo que tus primos te tenían que sacar de los líos en los que metías.

- Me gustan los hombres desde niña, sois un castigo y un alivio a mis necesidades…

Alfredo la atrajo hacia su cuerpo y besándola le metió mano por todos lados, por el frente le subió la falda, le bajó un poco la tanga y le manoseó la vagina.

- Tienes el coñito empapado… ¡Mmmm…! Está echando de menos una polla…

En eso sonó el móvil del viejo, lo atendió…, era su esposa que quería hablar con mamá para invitarla a cenar, él le pasó su teléfono y mientras ellas charlaban, caminó hasta donde yo estaba.

- Gustavo la tía Marta, mi esposa, quiere invitarlos a cenar y conocerte, ve a la casa a prepararte que ya nos vamos.

Cuando me vio entrar a la cabaña, fue a buscar a mamá y le sobó con descaro el culo, ella apartándolo le devolvió el móvil.

- ¿Mi hijo?

- Entró a la casa a prepararse antes de ir a cenar, tenemos unos minutos, quiero follarte… tengo los huevos que me van a explotar de tan cargados que están. ¡Hace meses que no me follo a tu tía!

- Pues deberías atenderla más…y no ir tanto de putas...

- Estos días que estés por aquí va a ser complicado, contigo no hay color...

 


 

Abrazados caminaron hasta el bosque, desde la ventana de mi cuarto los vi entrar en él, dejé todo y fui tras ellos. Él la tenía a mamá apoyada de espaldas contra un árbol, con la camiseta en su cintura y las piernas abiertas sin el tanga, la lengua de ese viejo le hurgaba el coño con desesperación, minutos después se paró, la besó en la boca al tiempo que sus manos le levantaban la camiseta y le estrujaba las redondas tetas. Se apartaron un momento y él se bajó los pantalones dejando a la vista una verga bien larga, pero sobre todas las cosas muy gordas, ella sin perder tiempo lo masturbaba.

- Que pedazo de polla tienes viejo… ¡Mmmm… es tremenda! No sé cómo pudiste desflorarme con eso, sin mandarme al hospital con el coñito totalmente desgarrado.

- Cuando te desvirgué tenías el coño chiquito y muy cerrado… me costó mucho trabajo meterte tan solo la cabeza, en cambio ahora lo tienes tan grande que te entra más de una… ¡Qué putas eres nena! Te lo debes pasar en grande en la ciudad revolcándote con todos los tipos que te dé la gana con este cuerpazo y tus ganas de follar… pero por más que busques, no vas a encontrar un macho tan bien armado como yo… agáchate y chupármela un poco así la lubricas y te entrará mejor.

Mamá le hizo caso, arrodillándose le pasó la lengua por todo el tronco y le llenó el glande de suaves besos, se la mamó con fuerza, a pesar del tamaño descomunal de esa verga se notaba que ella tenía mucha práctica en mamar pollas gordas..., hasta los peludos huevos recibieron las caricias que prodigaba esa lengua. Cuando la saliva de ella colgaba de la verga, él la levantó de las axilas, ella se colgó del cuello con sus brazos y las piernas a la cintura del hombretón, y en nada, él le acomodó la polla en la entrada del coño. Con un empujón se la enterró hasta la mitad arrancándole un fuerte grito, y con vehemencia la penetró hasta el fondo en tres embestidas más, quedando sus pesados huevos azotando los carnosos labios vaginales del coño depilado de mi madre. La verga brillaba en la penumbra del bosque por los abundantes flujos de ella.

- ¡Qué placer volver a sentirla, esa verga de burro me rompe el coñoooo…  ufffff…!

- Disfrútala cariño… Mi polla no ha estado mejor en mi vida, que dentro de ti.

- ¡Metemela todaaaaaahhh… hasta los huevos! ¡Házmela sentir en lo más profundo de mi coñoooo! Llevo cinco meses sin que nadie me folle, ¡Fóllame duro, tío!

Los minutos pasaban y los gritos de dolor de mamá se transformaron en gemidos de placer, las tetas se movían al ritmo de los embates, él le agarró una con la boca, chupando el carnoso pezón haciéndolo crecer en tamaño. El viejo le daba a base de bien durante más de diez minutos, tiempo suficiente para que me madre se corriese…

- ¡No pares, no lo dejes que me estoy corriendooooo!

El viejo la hincaba con mayor ahínco, se veían los chorros de fluido vaginal goteados desde los orondos cojones del viejo. La polla era enorme, pero sus huevos eran una masa desmesurada. Tras la corrida, el coño se encontraba encharcado, dejando deslizar el gran cipote con mayor premura… con 68 años, ese hombre tenía mucha potencia y aguantó unos minutos más perforando el coño de mi madre hasta ella logró correrse al mismo tiempo que él eyaculaba…

- AHHHHHHH... nena, toma mi lecheeeeeee…

- Siiiiiiii... dámela, es toda miaaaaaaaaaaaa… tíiiio es toda para míiiii! ¡LLÉNAME!

- Me vas a ordeñar toda la lefa de mis huevos…

- Joder como siento tus chorros de leche… eres un animal, eres un caballo semental.

Al tiempo que acababan juntos se miraban a los ojos con excitación, la polla del viejo salió del coño, y tras liberar ese agujero, empezaron a caer hilos de semen espeso como cera fundida. Él volvió a meterse en la boca una teta, dándole tales chupones que se las dejó marcadas.

- ¡¡Cuanta leche papi… !  Nadie en la vida me ha llenado como tú lo haces…

- Te tenía muchas ganas y me vaciaste los huevos… Entonces eras inocente y me costaba abrirte, pero ahora tu coño es una máquina ordeñadora de vergas ¡Qué buena puta eres, cariño! ¡Cuántas vergas se habrá comido este coño para que seas tan zorra!

Mamá sonriéndole se introdujo dos dedos en la vagina y colmados de semen se los llevó a su boca para saborearlos.

- ¡Tan rica como siempre…  mmm!

- Acomodate que te voy a echar otro polvo… mira como tengo aún la polla de dura.

- Nooo, que nos está esperando tu esposa para cenar…

- ¡Joder nena, es verdad…!

Se besaron con lengua, y luego mientras se vestían, volví a mi habitación, al rato llegaron y ella entró al baño, al salir nos fuimos a la casa de Alfredo. Después de los saludos de rigor y la presentación con tía Marta, nos sentamos a comer un suculento plato de estofado. Al terminar de comer, las mujeres recogieron la mesa y fueron a la cocina a lavar los trastos, dejándonos solos al viejo y a mí sentados a la mesa.

- ¿Gus te quedaste con hambre?

- No, tío.

- Y allí en la ciudad… ¿Tu madre tiene novio?

- Ahora no...no sale con nadie desde hace cuatro o cinco meses.

- Ahhh... ¿Hasta hace un tiempo tenía?

- Si tuvo, pero ahora no va con nadie…

- Con lo guapa y atractiva que es, hombres no le deben faltar…

- Es muy guapa sí… todo el mundo me lo dice…

- ¿Y lleva a la casa los amigos?

- Si, algunos… no creo que los lleve a todos, a algunos no los he visto por casa.

- ¿Y cuando los lleva... qué hacen?

- Hablan... no sé... vienen a comer...ven la tele o salen después a tomar unas copas.

- ¡Ahhhh…! ¿Y alguno se queda a dormir?

- A veces… si son novios más formales sí, cuando llevan saliendo algún mes.

Alfredo se echó mano a su bolsillo y sacó una cartera con algunos billetes...

- Ten algo de dinero para que te compres algo… no le digas nada a tu madre de esto.

- ¡Gracias! ¿De qué exactamente?

- De nada de esta conversación. Cuéntame ¿Has visto como la besan o le meten mano?

- ¡Eeee…!

- Tranquilo... estamos entre hombres... y es normal que a tu edad la espíes... ¿Te gusta tener una mamá atractiva?

- Sí…

- ¿Y también te gusta ver cuando la besan, no?

- Y... seeee...no tanto.

- Te da rabia y te pones celoso cuando algún tipo se queda a dormir… ¿Los espías?

- A veces...pero si me molesta que se besen delante de mí.

- ¿Y has viste como la follan alguna vez…?

- Nooo... pero si los suelo escuchar casi siempre.

Justo en ese momento llegó la tía Marta y él dejó de preguntar, mientras su esposa servía café, Alfredo fue a encontrarse con mamá en la cocina… se manoseaba la polla sobre el pantalón. A eso de medianoche, cuando ya estábamos para regresar a la cabaña, el viejo se ofreció acompañarnos, argumentando que ella por ahí de noche no reconocía el camino y podría caer con el coche en una acequia o barranco, el camino es demasiado sinuoso para conducir sin conocerlo.

- Marta, de regreso voy a pasar por el bar a ver a los muchachos y jugar al tute…

- Bueno pero no vengas muy tarde… y mucho menos bebido.

- No te preocupes… y no me esperes despierta mi amor.

- Gus, pídele a tu madre que te traiga en estos días, prometo hacerte buñuelos de manzana que me salen riquísimos… quiero estar mucho tiempo contigo, cariño.

- Jupiiiiiiii... gracias tía Marta… ¡¿Me dejarás ayudarte a hacerlos?!

- Por supuesto, precioso.

Ya en el coche los tres con rumbo a casa, mamá dijo en tono sarcástico…

- ¿Con que al bar ehh?  Dijo mamá con tono sarcástico.

- También dije que te iba a acompañar... puedo tomar en tu casa una copa y jugar contigo.

- Tío, mamá no sabe jugar a eso del tute…

- Pero te aseguro que ella sabe otros juegos más divertidos jajajaja…

- ¿Mamá, puedo jugar yo con vosotros?

- Noooo... tu muchachito, en cuanto lleguemos te vas a la cama que ya es tarde... y tú tío cierra esa bocaza…, que vas a confundir al chico.

Mi madre aún me trataba como si tuviera cinco años, un crío que no se enteraba de nada, cuando me daba cuenta que desde que vio a Alfredo le empezó a zorrear descaradamente. Una vez en la cabaña, ellos se quedaron en la sala hablando y yo entré al baño a lavarme los dientes.

- Dile a la nena que se acueste rápido que quiero follarte, tengo bastante cargamento que vaciar en tu chochete… Sabes una cosa ¡Me da mucho morbo metértela en la cama en donde te concibieron tus padres! ¡Qué Dios los tenga en su gloria!

- ¡¿Qué…?! ¿Cómo te vas a quedar a dormir, si está mi hijo… y mi tía?

- El chico no se va a asombrar, está acostumbrado a ver a tus amiguitos quedarse a dormir contigo... y no creo que se queden a contarte un cuento para que te duermas…

- ¿Y tú que sabes de lo que hago en mi vida en la ciudad?

- Es que los niños y los borrachos, son los únicos que dicen la verdad jajajaja…

- Ya veo que tu truco de dar dinero funcionó con el nene...

Cuando salí del baño mamá me dijo que me metiera a dormir en mi cuarto, me acompaño para asesorarse de que la cama nueva estaba bien hecha con todo, luego se quedó conmigo unos minutos diciéndome cuanto me amaba y que era lo más importante de su vida. Luego bajó a la sala y se sentó en el sofá con su tío, quien se acercó a mi madre y la besó con lujuria mientras le sobaba las firmes tetas que tiene…, el viejo parecía un pulpo, le metía mano por todo el cuerpo, le subió la falda y con la ayuda de ella, el tanga. Le estimuló el clítoris con los dedos y la lengua, logrando que su vagina se moje, más tarde le quitó la camiseta y se puso a mamarle las tetas como lo habré hecho yo de bebé. Mientras le mordía un pezón le pellizcaba el otro.

- Cielo dame tus tetas... que grandes se te han puesto en estos años, amor…

- Son tuyas... cómelas... siiiii... chúpalas como cuando era jovencita... que bien lo haces papi… Me diste tantas cosas… si no fuera por ti mi vida sería muy distinta.

El viejo se tiró sobre ella, le abrió sus piernas con la suya y le coló un dedo en la vagina.

- ¿Te acuerdas que apretado lo tenías cuando te metí la primera ves los dedos…?

- Claro que me acuerdo, papi… fue la noche antes del día de mi comunión.

- Pues mira ahora, te estoy metiendo tres la mar de bien... estás muy empapada putita.

- Siiiii.... más adentroooo... asiiiiiii... no pares de meterme tus dedos, papi....

Desde las rendijas del suelo observaba a mi madre respirar agitadamente, gracias a la masturbación de Alfredo, a ella le temblaban las piernas y el coño le explotaba de placer en un squirt alucinante.

- Así nena... goza... ¡Qué coño más follado tienes... vamos córrete puta…!

Le decía el viejo sin dejar de pajearla, llevó su otra mano al culo y le metió un dedo en el ano, al sentirlo los espasmos de mi madre aumentaron.

- Me fascina verte así, tan puta...

Ella lo escuchaba acostada con los ojos cerrados, tratando de recuperarse de tanto placer. Mientras él, le frotaba la cabeza de su polla en los carnosos labios vaginales, le preguntaba…

- ¿Te acuerdas cuando te venía a buscar y te llevaba al bosque a buscar setas, y a medio camino parábamos metértela mientras tus padres te dejaban con tío Alfredo?

- Siiiiiii papi... no se me olvidaaaaaa... tampoco cuando me entregabas a mis primos…

Como mamá no podía contener sus gemidos, así desnuda como estaba, tomó unas llaves y sujetándolo por la verga lo arrastró para que la siguiera.

- ¿A dónde me llevas?

- Vamos al coche, no quiero despertar a mi hijo...

el coche de mi madre es un utilitario, pero el de mi tío era un Land Rover todoterreno muy amplio. Se subieron, encendieron el motor, condujeron unos metros hasta el bosque, estacionaron en la zona donde comenzaban los árboles y apagaron las luces. Así como estaba yo con el pijama, me puse las zapatillas una chaqueta, bajé y corrí tras ellos. Al llegar al lugar, se encontraban en el asiento trasero del todoterreno.

- ¡Qué rico coño... nunca comí uno tan jugoso como el tuyo…!

- Siiii... no pares... cómeme la raja, viejo pervertido… desde los ocho años vienes dándome placer y aun no me he cansado de que me lo des ¡Eres un gran cabrón!

La asquerosa lengua del viejo iba del culo a la vagina y se metía en cuanto agujero encontraba, indistintamente, exasperando a mi madre, quien se giró y se arrodilló para lamerle los huevazos.

- Que buenooo... sigue así putita... lámelos bien que de ahí salió tu hijo jejejeje...

Más tarde el tío Alfredo sentado en medio del asiento trasero, mamá se acomodó sobre las piernas de él en cuclillas y abierta de piernas, abriéndose los labios vaginales con los dedos de una mano, se fue empalando en la gorda verga del viejo, en un rápido movimiento, sujetándola por la cintura, se la hundió hasta la matriz.

- Ohhh... que grande la tienes... cabrooon.

- ¿Te gustan así puta...? ¿Te gustan las vergas duras, gordas y viejas?

- Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii...

Mi madre no paraba de gemir sintiendo los pollazos en su coño, reventándola. Me acerqué al coche que se movía de lado a lado, haciendo crujir los muelles de los desgatados amortiguadores del coche, cuando estuve junto a él observé a mi madre con las piernas abiertas recibiendo gustosamente los embates de su macho, quien se ensañaba una vez más con los carnosos pezones. Como estaban apretados, Alfredo abrió la puerta, se bajó, la acomodó a cuatro patas en el asiento trasero y él parado desde el lado de afuera se la follo al estilo perro. Ella a esta altura tenía los labios vaginales irritados, rojos y muy inflamados envolviendo la recia barra de carne que la taladraba. En un momento el viejo giró su cabeza y me vio, inmediatamente me escondí detrás de un árbol, esperé unos minutos, inmóvil y cuando volví a asomarme, ellos estaban follando de pie, ella apoyaba sus tetas en el capó del coche, y él desde atrás la bombeaba.

El viejo al verme otra vez, le sacó la polla y se la restregó lentamente desde el culo hasta el coño y con un fuerte movimiento de pelvis la clavó profundo, ella gritó al sentir todo el badajo entrar de un solo envión, era demencial como una verga de ese tamaño, la pudiera alojar en su coño mi madre… la penetró a un ritmo salvaje, casi violándola, los puños de mamá golpeaban la chapa del coche y no paraba de gemir como una zorra.

- Aahhh... siii... no pares... asiiiiiiiii, metemela asiiiiiiii que me vuelve locaaaahhhhhh...

Alfredo aferró sus manos en la cintura de ella y la jodió más deprisa, ella levantó su torso y arqueaba su columna hacia atrás para que él la besase, las tetas se bamboleaban como campanas llamando a misa, ella comenzó a correrse, gritando, gimiendo y retorciéndose de placer. Por la catarata de flujos de mamá. El viejo sacó la polla muy mojada y la enculó, mi madre gritó al tiempo que se corría, sintiendo ahora como ese vergón le destrozaba el culo. El tío como sabiendo donde estaba yo escondido, sin sacársela del culo, se sentó en el asiento trasero hacia fuera del coche, y ella con las piernas abiertas era quien subía y bajaba, enterrándose la polla, teniendo un primer plano de la perforación anal y de lo abierto que le quedó a mi madre el coño. Desde atrás el tipo le amasaba las tetas retorciéndole los pezones.

- ¡Ayyyyyy... ahhhhhhh…! ¡Me corro de nuevooooooo... siiiiiiii... no pares por favor... vacía tus huevos en mi culooooo...

Con sus fuertes brazos el viejo abrazó la cintura y le llenó las tripas de leche. Estuvieron un rato largo, desplomados en el coche, luego se besaron y las manos de mamá lo masturbaba mientras su culo supuraba cataratas de esperma.

- Parece que tu amigote está muy contento de volver a saludarme jejeje... porque no se te baja... eres un bestia de semental… ¡No me extraña que me dejaras bien preñada!

Sentados, en la misma posición anterior, pero esta vez enfrentados y besándose con lengua, el viejo la follaba, pero esta vez por el coño y era ella quien tomaba la iniciativa, moviendo sus caderas en círculos. Mamá agarrándose las tetas se las ofrecía como en bandeja.

Hipnotizado por la escena sexual me acerqué más de lo debido y ella me vio, se quedó paralizada, el viejo sin importarle continuaba follándosela a todo trapo, ella se giró para parar y taparse, pero Alfredo se lo impidió estrujándole las tetas.

- Paraaaaaa... que está mi hijo observándonos...

Ella se desclavó y tapándose las tetas con las manos se puso el vestido… y me preguntó… 

- ¿Hijo, qué haces aquí?

- Escuché el coche y al asomarme por la ventana vi que parabais aquí... ¿Le pasó algo al coche?

- Nooo... lo que se le rompió a tu madre es otra cosa jajajajaja…

- No hagas caso hijo de lo que te dice este viejo… imagino que sabes lo que has visto.

- Sí, ya sé no estáis aquí porque se averió el coche.

- No hijo... bueno... siiii... se rompió... estábamos intentándolo para ver si logramos hacerlo arrancar…

- Pero mamá… estáis desnudos ¡¿Qué me quieres decir…?!

- ¿Ehhh?.. eeeees que no queríamos ensuciarnos con la grasa del motor... vete a casa cielo que nosotros ya vamos…

- ¡¿Por qué no me acompañas?!

- Anda solito corazón… nos vemos allí.

- Niño tu mami no puede acompañarte ahora porque esta verga esta aun rígida…

- El tío se refiere a que esta verga de coche se paró... y hasta que logremos arrancarlo no podemos irnos... ve y no prestes atención a las palabrotas que él dice, es que está enojado por el desperfecto... acuéstate hijo que es tarde, ahora te alcanzo.

Caminé en dirección a la cabaña pero a los pocos metros cuando me aseguré que no me veían, lo hice en círculo, ubicándome cerca de ellos y escuchando como ella se lamentaba.

- ¡Mierda!.. nos ha visto... no tenía que haber arrancado el coche…

- Deja de culparte Laura, que ya no tiene remedio…

- Por lo menos el pobre cree que el coche está roto.

- Eso es lo que tú quieres creer... tu hijo te ha visto saltando enterrándote mi verga... no le des más vueltas... no pasa nada... no has matado a nadie, es un hecho natural de la vida... ¿Qué hijo alguna vez no ha visto a sus padres follando?

- La verdad que tienes razón... prefiero engañarme que es todavía un niño inocente, pero la verdad es esa. Ya no es un niño… sabe que es lo que estábamos haciendo.

Al rato escuché que ellos llegaron a la casa, él permaneció sentado en la sala desnudo y ella subió rápido a su cuarto con la camiseta en una mano y el tanga en otra, unos minutos después apareció en mi habitación mi madre, descalza, vistiendo una camiseta larga hasta el nacimiento de sus muslos, se sentó al borde de mi cama, dejándome ver que llevaba unas bragas rosa, la notaba muy nerviosa, encendió un cigarrillo y tartamudeando quiso buscar una explicación.

- ¿Cielo recuerdas cuando hace tiempo te expliqué lo de las abejas y las flores?

- ¿Eso de como vienen los bebés al mundo?

- Exacto…

- Me quieres decir que estabas haciendo un bebé con tu tío…

- Noooo... bueno... algo parecido... no siempre es para tener hijos... sino porque da gusto...placer. La cuestión es que...

En ese momento apreció el viejo en bolas, con su gran polla bamboleante de lado a lado como un péndulo, se paró detrás de ella, le acarició el pelo y dijo…

- Bueno... vamos todos a dormir que es tarde... y tú, pequeño toma este dinero y mañana comprate lo que más te guste o ahórralo para algo mejor.

Recogí el dinero sobre la cama, mamá me besó en la frente y ambos salieron de mi cuarto.

- ¿Laura te apetece un trago para digerir este momento embarazoso?

- Si, sírveme una doble... ¡¿Qué haces desnudo?! Respondió mamá al girar la cabeza y ver a su tío sin ropa.

- Si ya nos vio... ¿Qué sentido tiene vestirnos, acaso la ropa le va a borrar la memoria?

Bajaron a la sala y se sentaron en el sofá a beber la copa.

- ¿Tú lo arreglas todo con dinero? Por eso no quise decirte nada de mi embarazo…

- Bueno, hace años sirvió para que te quites la ropa, por cada prenda te daba un euro.

- Si, me acuerdo jajajaja. Ya tan nena y tan puta.

- Era hermoso verte por la casa con trenzas y totalmente desnuda... los pezoncitos lo tenías pequeños y se te ponían duritos cuando te los tocaba… con el coñito pelado y tan precioso con esa rajita que tanto te gustaba que te la abriese con mi dedo.

Desde mi habitación, por las rendijas del piso presencié que mamá se paró frente a él, se levantó la camiseta y se bajó las bragas, y le preguntó…

- ¿Te gustaba más antes o ahora?

- Ufffff... ahora sin duda... tienes unas tremendas tetas, y los pezones están gordos y puntuados... pareces una de esas mujeres de los posters de Firestone o talleres mecánicos... pero más puta... mucho más puta y eso me encanta.

Luego ella giró, se inclinó mostrando le el culo y los labios de la vulva, separando las piernas, el viejo se agarró la verga masturbándose.

- El coñito también me gusta más ahora... mmmm... que abierto lo tienes... el mocoso habrá salido fácil por ahí jajajajaja... ¿Te acuerdas la primera vez que te sentaste encima de mí, y te la clavaste tu solita?

- Sí...de eso ya han pasado quince años, y creo que fue así, ¿no?

Mamá volvió a girar, se acercó a él y se sentó encima de la verga, mirándolo a los ojos, pasándose la punta de la lengua por sus labios y frotó el recio glande por su coño, sin metérsela.

- Siiii... cielo así... sigue...

 


 

Mi madre recorría la descomunal verga con los labios del coño a modo de masaje, moviendo su cadera adelante y atrás, suavemente y abriéndolos con el tronco metido entre ellos.

- Ahora si me chupas la polla, te voy a dar una propina….

Mami se arrodilló y lamió la polla como si fuera un helado sabroso, dejándola brillante con su saliva, en ese momento llamaron a la puerta, extrañada ella se levantó y el viejo velozmente fue a abrir la puerta.

- Tranquila putita que son los muchachos…

- ¿Qué hacen aquí a esta hora?

- ¡Carajo! están en bolas... ¿Ya están follando? Llegamos justo Hilario... - dijo el Conrado.

- Shhhh... pasar, pero sin hacer ruido que está mi nene durmiendo...

Nada más entraron vieron a mi madre desnuda poniéndose el tanga.

- Cielo estás de putísimamente madre… estás muy hermosa... dijo Conrado.

- Bueno... creo que es un cumplido, gracias... tomar asiento.

Dijo ella poniéndose la camiseta y señalando los sillones que se encuentran a un costado del sofá.

- Vaya recibimiento… dijo Hilario

- ¿Os ha gustado, primos?

Preguntó con voz pícara, con los brazos en la cintura a modo de jarra y posando graciosamente. Ellos se le acercaron y la besaron algo tímidos en la mejilla, se los notaba algo inhibidos.

- Pero dime… ¿Qué estáis haciendo a estas horas en mi casa?

- Púes estábamos en el bar y como Alfredo no venía pensamos que estaría contigo y decidimos pasar a... tomar una copa y saludarte... ¿Pero si molestamos nos vamos? Dijo Conrado

- No, que va... ¿Qué os sirvo?  Se apresuró a decir mi madre.

Conrado la miró de arriba abajo, estirando un brazo le metió una mano dentro de la tanga, manoseó su coño y hundiendo uno de sus dedos entre los labios de su húmeda raja, la recorrió un par de veces, para luego decir…

- A mí me apetece tus bragas, jejeje.

- Viejo verde jajajaja, pasan los años y no cambias… ¡Con todas las que me quitaste cuando era niña, debés tener una colección!

- Siiiii... y todavía las huelo, el olor de tu vagina me hacía echarte de menos…

- ¿A ti Hilario, qué te sirvo de beber?

- Lo mismo que estáis tomando vosotros.

Ella moviendo el culo creo que sin quererlo, sirvió dos vasos más de whisky, Hilario al agarrar su bebida aprovechó para acariciarle una nalga y Conrado se desnudó de la cintura para abajo, apareciendo un cipote largo y delgado, como huesudo, se lo apoyó entremedias de los cachetes del culo, ella al darse cuenta le preguntó.

- ¿Que estás haciendo, tontorrón?

- Nadaaaaaa... es que a mí me gusta el whisky con “culo”

Todos rieron a carcajadas por la ocurrencia, los dos maduros bebieron su bebida haciendo fondo blanco, aposaron los vasos en la mesa pequeña, y pegaron sus cuerpos al de mi madre. Conrado le amasaba las tetas por encima de la camiseta e Hilario quiso besarla, los dos primeros intentos no tuvieron resultados, pero al final ella respondió. Tras unos minutos Conrado le sacó la camiseta, la tiró al sofá y le restregó su huesuda verga por entre las nalgas, Hilario ya desnudo apoyo su boca en las tetas y las succionaba con hambre.

- Parar por favor, que arriba está durmiendo mi hijo... mmm... parar joderrrr...

Hilario le tomó una mano, se la llevó a la verga gorda de gran similitud a la de su tío Alfredo…

- ¡¿Qué pare?! ¡Mira cómo me la has puesto... más no la puedo parar…!

- Parar que mi niño puede bajar. Rogó y luego mordió su labio inferior.

Alfredo la tomó de una mano y la llevó a la habitación de mis abuelos, que estaba frente a la mía, los primos de mamá los siguieron, cuando cerraron la puerta corrí para espiar por las rendijas de los rústicos tablones de madera. Los tres hombres estaban sobre mi madre devorándola con sus bocas… parecían pirañas. El tanga lo tenía puesto en la cabeza Conrado a modo de cofia. Ella estaba acostada boca arriba devorándole la polla a su tío, mientras que los otros dos estaban a un costado jugando con las tetas, al tiempo que ella los pajeaba para que sus vergas no perdiesen dureza.

Pasaron como un cuarto de hora, cuando Alfredo se sentó en la cama, ella entendió la señal y se acomodó sobre las piernas de él, enfrentados, con la polla rígida apuntando filosamente a su vagina…, ella con dos dedos se abrió los labios vaginales y poco a poco fue descendiendo empalándose a sí misma en el descomunal trabuco de mi tío abuelo.

- ¡Ohhh! ¡Qué gorda es, cabronn…!

- ¡¡Asííí nena... bajaaa... clávate toda mi gorda polla, puta…!!

Cuando los rechonchos huevos hicieron tope contra su vulva, ella empezó a cabalgarlo enérgicamente con las tetas botando a escasa distancia de la cara del viejo, quien no resistió la tentación y con sus manos las apretaba y retorcía, la boca de su tío iba de pezón a pezón. La escena se perpetuó más de diez minutos…. Entre tanto los primos la sobaba, por todos las haciéndose una paja perpetua, hasta que el viejo tío…

- Joder Laura, cómo te mueves… No aguanto más, me corroooooo...me voy a correrrr

El movimiento de mamá se hizo más ostentoso… no paró de cabalgar, lo hizo a mayor velocidad  en modo experta jineta. Al sentirle rugir, se clavó a fondo estrujándosela con su coño percibiendo cada chorro de leche en su interior… Tras las seis o siente convulsiones con eyaculación, lo descabalgó y se puso a mamársela, recibiendo los últimos borbotones de semen en su boca.

- Te amo putita míaaaaaaaaaa, eres mi vida…

- Que pedazo de verga tienes... ufffff... me sigue volviendo loca como ninguna...

Mi madre se puso de pie y con la sábana se limpió el rezume de leche de su raja de tanta descarga vertida por el viejo, mientras lo hacía miraba a los otros dos tipos que la estaban apuntando con sus verga empalmada y bien dura como furtivos cazadores. a la presa sin escapatoria. De la mesita de noche, agarró un vaso y de un sorbo tragó lo que quedaba de whisky. Conrado e Hilario la abrazaban con sus miembros viriles frotándose contra el cuerpo femenino. El musculado la agarró de los cabellos y la puso contra la pared, se puso detrás y tomando por la base con una de mano el rejón que tenía por verga, apuntó al culo, mamá miró por su hombro y exclamó…

- Por mi culo noooooo…

- ¿Por tu culo no? jejejeje

Hilario situó su glande contra el ano y empujó hacia delante con su pelvis, ella se resistió pero la menor altura del asqueroso maduro, respecto a la de mamá, le limitaba un poco los movimientos en esa postura…. La gorda verga entraba y salía lentamente del culo, haciéndose camino.

- Ayyy…

- Asiiii, así zorrita... disfrútala... mmm, tu culo sigue igual de rico... tienes las nalgas más hechas por fuera, pero por dentro estás igual de apretado          de cuando los trece...

Mami agitaba su culo mientras se sobaba el coño, y su primo fortachón, cada vez la enculaba más fuerte, apretándole las tetas. Desde donde yo estaba daba la impresión de ser una parodia de una película porno, en donde un policía palpa las armas a una bella mujer y la somete a su voluntad.

- ¡Aahhhh... hija de puta me corro… me corro yaaaa!

- Que poco me ha durado el hombretón musculado jajaja... (lo largó Alfredo). - Por eso yo soy el macho alfa de Laurita y tú no jajajaja

- Es que me pone muy caliente esta perra… No es igual que con la putas del club...

Mamá sacó su culo para afuera respingándolo y se abrió las nalgas, Hilario agitado como un asmático le pegó un último pollazo que la dejó temblando, luego se la sacó del ojete, y a lo bruto la hizo arrodillar, restregándole la verga por su bello rostro… con lo que le quedaba en la polla, le impregnó la cara de grumoso semen.

- ¡Ahora es mi turno! Gritó el Conrado

- Noooooo... por favor no doy más…

- Como si me importase eso jejeje

Conrado la sujetó de las axilas y la tiró en la cama boca abajo, rápidamente él se acomodó entre las nalgas de ella y la penetró analmente. La cama chirriaba por los salvajes embistes, el sometimiento anal no tuvo piedad, era tal la desesperación que la besaba sin importarle que su cara estaba asquerosamente mancillada con los colgajos de semen. La polla del primo flaco, era más larga y menos gruesa, por lo que se clavaba más profundamente, a lugares que no había llegado el musculado. Le cacheteó las nalgas hasta dejárselas coloradas, ella como desmayada soportaba los embates y con sus puños apretaba las sábanas, su ceño denotaba algo de dolor. Como a los veinte minutos el tipo aferrando entre sus manos los pomposos cachetes del culo de mi madre, eyaculó fuera, mojándole toda la espalda con copiosos chorros de leche. Permanecieron varios minutos tirados en la cama como inertes con los otros dos espectadores comentando el la faena.

- Vaya polvo que le habéis echado, se escuchó en toda la casa jajaja, dejo Alfredo.

- Me ha dejado secos los cojones… ufff

- Cielo ¿Te gustó la follada que te han dado?

- Los hijos de puta me reventaron el culo… mira que abierto me lo dejo ese musculado vicioso. Y el otro inservible me ha jodido por dentro, de tan profundo y fuerte que me clavó…. ¡Ya está bien, quiero que os vayáis de esta casa!

Alfredo se tiró sobre ella, apretándole el cuello, cuando mamá abrió la boca buscando aire el viejo le enterró la verga hasta la garganta.

- ¿Desde cuándo las putas le dicen a su macho lo que tienen que hacer? Esto es para que aprendas quien manda... ¿Te quedó claro?

Ella pestañeaba dándole a entender que sí, entonces él se apartó sentándose en la cama y muy degradada, mamá gateó hasta su tío, le besó la verga y continuó la felación. Con sus carnosos labios le recorrió la erecta verga por todo su tronco hasta los huevos, lamiéndolos…, él la sujetándola de los pelos y se la folló como si su boca fuera un coño, hundiéndole el rabo hasta el fondo una y otra vez. Solamente se detuvo cuando le vació sus testículos, derramando lo que le quedaba de lefa ne la boca de mi madre y algo le cayó en sus tetas. Hilario y Conrado aplaudieron cuando la llenaron por el tercer agujero que le quedaba sin follar… su boca.

- ¡¡¡Shhhhhh!!! Hacer silencio que con todo este ruido mi hijo pudo despertarse... esperar aquí que voy a fijarme si sigue durmiendo.

Rápidamente volví a mi cuarto y me acosté, a los pocos segundos mi madre se acercó a la puerta, la abrió despacio, vislumbré que estaba desnuda, asomando su cabeza miró hacia mí y preguntó ténuamente:

- ¿Amorcito, estás dormido?

- ¿Ehhhhhh? siiii mamá... ¿Pasa algo? Respondí fingiendo que recién me despertaba.

- No corazón, solo vine a ver si estabas arropado, porque afuera hace frío y no quiero que te enfríes y me enfermes ¡AHHH!

A pesar que todo mi cuarto estaba a obscuras, gracias a la luz que salía de la otra habitación, pude observar con claridad como Alfredo se paró detrás de mamá y le metió su dura verga en el coño. De pronto ella se giró y le susurró…

- ¡¿Qué Haces?! Aquí nooo…

- Disimula nena... no voy a parar de follarte…

Desencajada mamá volvió a mirarme y me dijo…

- Está bien hijo, descaaaaansa... vu vuelvee a doohrmir... mmm...

Me saludó temblorosa con una mano queriendo abandonar mi habitación pero el viejo la sujetaba de la cadera y la penetraba vaginalmente mientras hablaba conmigo. La muy zorra en lugar de rechazarlo, giró e intentó cerrar la puerta sin darse cuenta que la dejó entreabierta, dejándome ver con claridad desde mi cama como se agachó y le mamó la polla.

- Así preciosa, cómela toda…

- Siiii papi... pero aquí no porque el nene nos puede oír, volvamos a la habitación…

- Mejor vamos abajo, esos dos ya tuvieron bastante… ahora te quiero para mí solo...

Ella sujetándolo por la verga lo condujo por las escaleras a la sala, inmediatamente vi como los dos truhanes bajaban tras ellos.

- Por hoy fue suficiente, otro día lo repetiremos pero ya es tarde, iros de aquí…

Parcamente Alfredo echó a sus sobrinos, cuando escuché cerrarse la puerta de abajo, señal que ya se habían ido, me asomé a la escalera para seguir observando a la pareja de fornicadores…, nunca me hubiera imaginado que mi madre fuera tan puta… Sin duda debía ser hijo de ese viejo.

Mamá completamente en bolas le estaba sirviendo más whisky a su tío, cuando le acercó el trago, el viejo introdujo su polla dentro del vaso, ella sonrió con picardía mordiéndose el labio inferior y poniéndose en cuclillas le sacó la verga del vaso y la llevó a su boca.

- Que rica sabe papi…  me gusta más así… con tu sabor y del whisky en tu glande.

Tras un buen rato, el viejo la puso sobre el sofá a cuatro patas y le escupió el coño, la saliva caía por los labios vaginales, él se lamió dos dedos y se los introdujo, ella gemía de placer. Cada tanto él le retiraba los dedos, sacándolos más mojados que cuando los metió. Mientras disfrutaba su bebida, con la otra mano no dejaba de masturbarla, recién acabado su trago, enfilo el orondo capullo en la raja del coño de mi madre y le metió la verga profundamente, hasta que el glande chocara con el cérvix.

- ¿Te gusta cómo te folla tu macho, mi putita?

- Siiiiii... me matas de gustoooohhh... no pares...mi amor…

 


 

Al tiempo que le rompía el coño a pollazos, le metía un par de dedos por el ano, ella gemía más fuerte y movía su cadera en círculos. Yo bajé un par de escalones para no perderme detalle.

Mami con una mano se estimulaba el clítoris y contenía sus gritos mordiendo uno de los almohadones.

- ¡Joder nena! ¡Cómo te han dejado el culo esos cabrones... un puño entero te entra…!

- ¡Uhhhhhhhh... hace años que no me sentía tan rota.... aghhhhhhh... sigue por favor!

Dentro del culo cambió sus dedos por su descomunal verga y la folló alternando el ano con el coño. Era tan morboso lo que observaba que bajé la escalera y me puse a un costado.

Cuando el viejo ya no pudo más, también derramó su semen dentro de los dos agujeros, ella llevó una mano a su culo para constatar lo abierto que estaba, al hacerlo se los llenó de lefa de tanta que tenía acumulada de los tres machos. Se acostó de espaldas en el sofá y con esos dedos mojados de semen se empezó a masturbar, hundiéndolos en su coño y mirándolo a los ojos, hasta que ella también acabó en una corrida a chorros que le provocó temblores, cerró las piernas de placer mientras su coño seguía emanando jugos, el viejo se acercó y le dio un duro chupeteo las tetas… succionando los pezones con fiereza y dejando a mi madre desfallecida en el sofá. Él fue a por otra copa, me vio parado a escasos metros de ellos, maliciosamente sonrió y me hizo señas que me escondiera detrás de la escalera. Al volver le dijo…

- Laura, límpiame la verga que la tengo llena de tus jugos y leche…

- Siii, ¡ummmm queé rica la tienes papi!

- ¿Te gusta mi verga?

- Eres el macho más pollón que me follado, la tienes muy larga y gorda, parece la de un burro... y siempre está dura... eres mi semental de tomo y lomo ¡ME ENCANTAS, PAPI!

- Me hubiera gustado follarte panzona, con las tetas cargadas de leche…

- Sabes muy bien que no me podía quedar, en un pueblo tan chico la gente comenta… y con diecisiete años sin novio conocido, tú y los primos erais los hombres que más estabais a mi lado todo el tiempo.

- Ábrete de piernas que te voy a follar de nuevo... tal vez tenga suerte esta vez…

- Estás muy potente papá… ¿Ya no te follas a tía Marta?

- Sí claro, a la vieja hay que follársela de vez en cuando para tenerla tranquila en casa… un hombre necesita a una mujer en el hogar… tu tía cocina y me tiene todo impecable, como a mí me gusta, pero para follar prefiero a las putas como tú.

- Yo también hago buenas comidas, papá.

- Seguro que sí, sin embargo las comidas que me gustan de ti, son las de verga.

- ¡Esas son mi especialidad! Jajajajaja ¡No sabes cómo me encanta que estés bien potente y con estos huevazos cargados!

- Es que llevo desde que me avisaste que venías, sin darle rabo a tu tía, ni a ninguna puta del club… solo para reservarme para ti.

- Pues si tardo un poco más estallan tus huevos…. Jajajaja

“¿A que se referirían ese viejo hijo de puta y mi madre?” A lo misionero volvieron a hacer el amor, o más bien se debe decir… fornicar. Ella con sus pies desnudos cruzados por sobre la cadera de él, Alfredo le chupaba las tetas y la embestía cada vez más fuerte, le mordía los pezones arrancándole gemidos de gozo a mamá. En un momento el viejo volteó la cabeza, observándome, mientras mamaba una teta estrujándola, como queriendo sacarle leche, al tiempo que el coño era salvajemente follado por su rejón, es la forma más adecuada para definir la forma de su polla erecta. De pronto el viejo le dijo algo al oído y de repente ella giró para verme, cuando iba a gritarme, la besó enterrándole la lengua en la garganta bombeándola con más dureza. Cuando al fin dejó de besarla, mientras recibía las vergazos sin poder parar de gemir, ella me clavó sus ojos y expresó…

- No dejes de follarme Alfredo... ahhhh... dame más fuerte papi, ¡Tu nena quiere estar llena de toda tu leche...!

Esas palabras lo enardecieron, el bombeo era violento, el viejo sudaba enterrándole su tremenda verga hasta el fondo y mordiendo las tetas como un animal hambriento, provocando que mamá se corriera sin más remedio con un orgasmo espasmódico.

- No aguanto más cielo... estoy a punto de correrme…

Al escucharlo ella lo atrajo hacia su cuerpo, abrazándolo y mirándolo con cara de puta…

- Termina de llenarme papá… ¡Y vuelve a preñarme como tú solo sabes hacerlo!

Mi madre recibió hasta la última gota de semen en sus ovarios… el viejo gruñía, clavaba y eyaculaba una y otra vez sin parar. El morbo de saber que yo mira como se la follaba y la petición de mi madre, lo envalentonó sacando leche y más leche de sus huevos. Tras unos minutos viendo como su tío quedó extasiado, ella se levantó y mostrándole la cantidad de semen que emanaba de su vagina le dijo…

- Nadie me folla tan bien como tú… despiertas a la hembra viciosa que llevo. Mirando el reloj de péndulo de la pared, le dijo a su tío que se apremiase. - Son las dos de la mañana será mejor que regreses a tu casa. Si pregunta la bruja de tu mujer donde estuviste, dile que te dejé en el bar y te quedaste jugando a las cartas con tus amigos y bebiendo whisky hasta ahora…

- Quedate tranquila, le diré que fui con los muchachos al pueblo de al lado a jugar una timba y se nos alargó la partida… nos hizo tarde sin darnos cuenta. No es la primera vez que me ocurre cuando me voy de putas con tus primos.

Mientras se despedían prodigándose múltiples caricias y besos, regresé corriendo a mi habitación, al rato mamá subió la escalera desnuda con un cigarro encendido, mientras se lo fumaba se apoyo en el marco de mi puerta y permaneció en silencio, buscando las palabras para excusar su comportamiento de puta.

- Hijo, veo que ya eres mayor. Cada uno es responsable de sus actos... tal vez veas mal follar con mi tío, pero tampoco está bien que me espíes… es tarde para reproches, será mejor que durmamos y tal vez al despertar podamos hacer cuenta que nada pasa.

Las horas corrieron y no pude pegar un ojo, la excitación me desbordaba, me levanté a mear y al salir del baño la vi acostada en su cama, destapada, me acerqué parándome al lado de su cama, vi que tenía la cara, el pelo y las tetas con manchas secas de semen, además en su busto se evidenciaban las marcas de los mordiscos recibidos, con miedo corrí un poco más la sábana hasta dejar al descubierto su irritada vagina, de labios abiertos e hinchados. Acerqué mi rostro para olerla, emanaba de ella un olor muy fuerte que me causó estupor, del pantalón del pijama extraje mi pequeño polla, me hice una paja a sus pies mirándole el coño y como sería llenarlo de polla y finalmente de lefa… eyaculé repetidas veces sobre uno de sus cuidados pies de uñas pintadas de rojo, hasta empaparlo con mi cálida leche, volví a taparla y al salir me encontré con su tanga, me la llevé a mi cama y oliéndolo me dormí.

A la tarde cuando bajé me encontré con mi madre en zapatillas vistiendo unas mallas rosas y una camiseta vieja, limpiando la sala.

- Hola hijo... ¿Quieres comer algo? Dijo besándome la cabeza.

- Hola mamá... me gustaría un sándwich...

Camino a la cocina se agachó a recoger no sé que cosa y el pantalón remarcó su descomunal culo, haciéndome recordar lo puta que era. Me senté a la mesa y ella se sentó a mi lado con la comida y un vaso de zumo de melocotón y uva en brick.

- ¿Estás bien Gus?

- Si mamá…

- ¿Quieres que hablemos?

- Nnnno... mejor no…

- Ok... oye corazón, la próxima vez que mami esté con algún señor... o con amigos... será mejor que no bajes... que te quedes en tu habitación…

- ¿La próxima vez? ¿Es que habrá próxima vez?

- Hijo soy una mujer sola y necesito la compañía masculina de vez en cuando... eso es normal... lo que no es normal es que un hijo lo presencie... los adultos hacen cosas de adultos y los chicos tienen que hacer cosas de chicos... si mamá está acompañada y quieres bajar, me llamas primero... ¿Ok?

- Está bien… ¡¿Pero además de tu tío Alfredo y tus primos… te piensas follar a más?!

- No lo sé… puede ocurrir que me acueste con otros ¡Soy una mujer con mucha falta!

- La verdad es que nunca imaginé que te pudieran follar de esa manera y tangas veces.

- ¡Ya te digo que tengo mucha hambre atrasada! Dame un beso cielo… y ahora come.

Mi madre se levantó de la mesa y subió a ducharse, yo terminé de comer y me puse a ver la tele, al rato desde mi sillón pude ver como ella salió del baño y entró a su habitación, envuelta en una pequeña toalla que cubría sus tetas, pero que no alcanzaba para su coño, a la que todavía se la veía lastimada, mi polla se puso dura y me dieron ganas de pajearme como antes de dormir pero no podía.

Cuando bajó lo hizo vistiendo una minifalda escocesa tableada que al caminar dejaba a la vista un pequeño tanga rojo, botas negras y una blusa ajustada del mismo color, por el movimiento de sus tetas adivinaba que no llevaba sujetador.

- Hijo sube al coche que vamos a pasar la tarde al pueblo de al lado...

Y me llevó a conocer el pueblo lindero, su laguna y atracciones, la verdad que lo pasamos muy bien, anduvimos a caballo, caminamos juntos, comimos en un mesón local, entre otras cosas… en todos los lados los hombres la seguían con los ojos o alguno la piropeó, interiormente me causaba mucho morbo que mi madre e resultase atractiva a todos esos sujetos. Lo que es de destacar es que cuando fuimos a las caballerizas y estábamos esperando nuestro turno para montar, uno de los caballos estaba con su falo a media erección, salido de su capullo, las mujeres lo miraban de reojo y se reían por lo bajo, hubo una señora mayor que antes de montarlo fingió que se le cayó las gafas y al levantarlas le tocó la verga… sorprendida vio como creció más, mamá se mordía el labio inferior. Una vieja dijo…

- Ya podría mi marido tenerla así jajajaja

Causando la risa de todos, entonces mi madre susurró como para ella… “Mi tío no tiene nada que envidiarle a ese caballo…”

La misma señora mayor envalentonada por la gracia que provocó, exclamó…

- Vengan chicas, no se queden con las ganas, y tomando la verga del animal con una mano, continuó con la paja al equino, - Esto si que es una buena verga jajajaja

Un grupo de mujeres se acercaron al animal y lo masturbaron. Haciéndose la tonta mi madre…

- Hijo, esperame aquí que voy a ver que está pasando...

Al alejarse en dirección al grupo empecé a caminar despacio tras ella, cuando llegué a la muchedumbre pude observar como las finas y esmaltadas manos de mami tocaban el miembro eréctil del manso caballo. En un breve dialogo mamá cruzó palabras con la vieja.

- A ese animal se le puso dura como un palo cuando se la tocaste jajaja, dijo la vieja

- Siiiiiii... ufffff... es perfecta…

- Eres tan guapa que no solamente excitas a los tíos… a los caballos también.

- Y a mí tocar una verga me deja el coño mojado… jajaja

- Es que tocar una verga de un semental así, no se consigue todos los días…

- Pues yo tengo uno que no tiene nada que envidiar a este caballo... jijiji

- Que suerte que tienes jajaja... yo no me quiero quedar con las ganas de probarla… dijo la vieja y se acercó a darle una chupada al glande animalesco

Todas las mujeres del grupo rieron en tanto la vieja le mamaba el glande y se lo metía lo  más que su boca era capaz de abarcar…, estuvo como cinco minutos mamándole la polla al caballo ante el jaleo de las otras, hasta que se acercaron algunos peones a ver qué pasaba. Cuando consiguieron apartarlas solo vieron a animal con la verga salida medio metro y la viejas riéndose a mandíbula partida…, mi madre antes que las cosas pasaran de castaño claro a oscuro, salió a buscarme, dándome tiempo a mí también de alejarme y hacer como que no me moví de donde me había dejado, como un niño bueno. Aquello me demostró que la mujeres maduras no le hacen asco a ninguna polla dura, ya sea de un hombre o de un animal ¡Quedé impresionado, de verdad!

Al caer la noche cenamos en ese pueblo y luego regresamos a la cabaña a ver algo de tele, ya con ropas cómodas de estar por casa… yo con mis pijamas y mamá con un camisón blanco de raso de tirantes que le llegaba hasta la mitad de sus muslos.

 


 

Pasadas las once de la noche, llamaron a la puerta, mamá se sorprendió y se levantó a abrir.

- ¿Quién es?

- Somos nosotros amor, abre...

Al abrir y verlos preguntó…

- ¿Qué hacéis aquí? Ya es muy tarde...

- Como no te vimos en todo el día, nos preguntábamos si te había pasado algo, somos tus ángeles guardianes y estamos para cuidarte… dijo Alfredo.

- Y para follarte, claro… jajajaja, dijo Conrado

- Shhh... que está mi hijo...

- Venimos para verte un poquito y beber algo… dijo Alfredo.

En la puerta estaban Conrado y su tío, que tras ver como estaba vestida, se le escaparon los ojos de las órbitas, metió una mano dentro del bolsillo del pantalón y se manoseaba la verga.

- Mejor no, es muy tarde y tengo que acostar a mi hijo…

- No seas agua fiestas… una copita nada más…  no seas mala… Dijo Alfredo.

Pero al ver como crecía la polla de su tío al ser sobada, no pudo apartar la vista de la entrepiernas y la tentación le hizo bajar las defensas, el viejo al notarlo, llevando su pelvis hacia delante volvió a preguntar con doble sentido…

- ¿No te apetece…  que pasemos?

- Esta bien, pero solo un ratito...

Ella vino hasta donde estaba, lo había oído todo como siempre y me hacía pensar que en aquel pueblo las cosas no eran como en la ciudad… todo era más simple… Comer – Trabajar – Follar.

- Cariño te tienes que acostar porque ya es muy tarde…Voy a pasar un rato con mi tío y mis primos que han venido a ponerme al día de todo lo que ha pasado en el pueblo.

- Pero mamá… estaba viendo Spiderman…

- Ya la has visto varias veces y sabes cómo termina…  te preparo un vaso de leche caliente para que duermas calentito y relajado y luego te acuestas…

- Al niño le gusta la leche caliente como a la madre jajaja, dijo Conrado.

- Cerrar la bocaza, sino os vais por donde habéis venido, dijo mamá con tono severo.

- Mamá, ¿Que quieren decir con eso si tú nunca bebes leche por la noche…?

- Eeeeeeehhhh…!!!!

- A mi sobrina no le gusta beberse la leche que viene envasada, pero le encanta la natural, la que se ordeña…

- Por aquí no hay vacas para ordeñar… dijo un tanto exasperado.

- Pero hay cabras y cabrones… jajajaja.

- Shhhhh… otra palabra obscena y os vais… que también hay mucho borrego por estos luegares. ¡Y tú hijo, a la cocina ya, a beberte la leche!

Yo me senté a la mesa y mientras mamá me preparaba la leche caliente con algo de canela y miel, Alfredo se paró detrás de ella, le acarició la cintura, luego bajó sus manos hasta el culo lo sobo un rato, le subió el camisón y quiso bajarle la tanga, dejado a la vista su preciada raja. Ella lo apartó.

- Estate quieto que está el niño...

El viejo me miró y a regañadientes la dejó, ella disimuladamente se subió la tanga.

- Bebe tranquilo la leche y cuando termines me llamas…

Por prudencia ella decidió ir a la sala, para que yo no vea nada raro, mamá se sentó en el sofá y ellos lo hicieron a su lado, parecían pulpos le metían manos por todos lados, le acariciaban las piernas, le sacaron las tetas del camisón y finalmente le bajaron el tanga revoleando por la sala, mientras ella trataba de frenarlos. Se hallaban ya con las braguetas abiertas y las vergas al aire apuntando el ojo de su glande al techo. Alfredo enredando sus rudos dedos en los cabellos de su sobrina la obligó a mamársela, me dio tanto berrinche que la llamé…

- Mamáaaa, ya terminé...

Ella pegó un salto, se acomodó el camisón, vino hasta la mesa de cocina…

- ¿Ya cariño…?

- Si, me bebí todo…

- Ok, ven, dame la mano que vamos a preparar la cama…

Pasamos al lado de ellos que tenían unos impresionantes bultos dentro del pantalón. Mi madre nunca me acompañaba a la cama a dormir, con mis 12 años me apañaba solo para casi todo en la casa, hasta preparar la comida si ya estaba hecha… mi especialidad hacer ensaladas combinadas. Pero aquellas circunstancias necesitaba apartar a esos verracos de mi madre por unos minutos para sentirme mejor, y ella asegurarse que yo me metía en la cama.

- Ahora regreso, esperar aquí que voy a acostarlo…

- Esta bien…  que duermas bien Gus…

- Gracias Alfredo…  hasta mañana.

Al levantar la mano el viejo para devolverme el saludo, la bragueta mal cerrada no pudo contener la rigidez de la descomunal verga de Alfredo, y esta saltó como un resorte, totalmente dura y venosa. Cuando entramos a la habitación ella esperó a que me acostase, para apagarme la luz e ir a la suya, por las rendijas pude ver como se ponía crema en la vagina, para lubricarla, regresó a mi cuartó, me arropó y me besó en la frente.

- Buenas noche amor mío…

- Buenas noches mamá… ¡Cuídate mucho!

- Siempre lo hago corazón… Acuérdate que si tienes que bajar, me llamás…  porque mamá tiene compañía y no hay que ser descortés con la familia cuando viene de visita.

- ¿Se quedarán mucho tiempo?

- Descuida que en un rato ellos se van…

Se dio media vuelta y antes de salir se agachó a recoger mi ropa del suelo y acomodarla en una silla, por un momento pude verle el pomposo culo con el ano algo abierto. Volvió a la sala, se sirvió una copa, la bebió de un trago y mirándolos a ellos, dejó caer su camisón.

- ¡Mira que sois brutos! Y no quiero que lo rompan…  como hacéis con mis agujeros…

Ellos también se desnudaron, Alfredo la sentó a horcajadas encima de él, le pasó su pérfida lengua por todo su rostro, mientras ella restregaba su coño contra sobre la barra de carne palpitante, moviendo su pelvis de atrás a adelante. Conrado le mordía las tetas mientras se pajeaba y veía como tío y sobrina se besaban con lengua. Su tío no aguantó más elevó un poco a mi madre para que se colocase en cuclillas y poder enfilar su tranca en el coño… se la ensartó de un solo pollazo. En nada, mamá lo cabalgaba como una amazona. Conrado se paró en el sofá y la obligó a que le chupe la verga, ella no quiso, quería seguir besando a su tío, entonces Conrado le pegó una fuerte bofetada, ella le escupió en la polla sujetándosela y se la llevó a la boca. Era tan brutal la mamada que le daban arcadas, se le llenaban lo ojos de lágrimas oyéndose sonido de ahogamiento al entrar hasta los huevos en su garganta…, las tetas se le llenaban babas, sin embargo mi madre aguantaba los pollazos estoicamente. Cuando se la sacó de la garganta ella se tiró la polla hacia arriba pegándose al vientre de él y le besó los huevos, los lamió y se los chupó uno a uno tragándoselos con devoción. Esa mamada de testículos debía de estimularlo mucho.

- Me gusta lo chupa-pollas que eres…

- Y a mí me gusta tu tranca dura, Conrado… Se nota que eres de familia.

- En esta familia somos todos muy pollones, se lo debemos a nuestro abuelo Manuel.

Respondió pasándose la verga por toda su cara, cuando la verga huesuda estaba ensalivada, bajó del sofá se paró detrás de ellos, le abrió las nalgas y la penetró analmente. El grito que emitió mamá se habrá escuchado hasta en el pueblo vecino.

- ¡Aaaayyyyy… joder que pollazo me has dado, cabrón!

- Si Laura grita…  que tu hijo sepa la puta que tiene por madre…

- ¡¡Por favor los dos al mismo tiempo noooooo…  me destrozáis…!!

- ¡Gozaaaaahhh… nena! Venimos muy cargadaos los tres y te vamos a llenar por todos tus agujeros…

- ¡Hijos de puta... no paréis… que buenos machos que tengoohhh…  ahhhhhhh…!

A pesar de los besos apasionados que se prodigaba con su tío, la enculada era violenta. No conforme con romperle el culo, Conrado le apretaba las tetas y pellizcaba los carnosos pezones. La resistencia le dio para aguantar más de un cuarto de hora, para acabar corriéndose dentro del culo…, luego se sentó en el sillón para ver como Alfredo la follaba. Las respiraciones eran agitadas, ella se movía de manera arbitraria por la falta de fuerza, pero el forzudo de su tío le ayudaba a subir y bajar a lo largo del largo y grueso tallo de su rejón… al rato el tío de que Conrado le llenase el culo, fue el viejo quien en un ostentoso gruñido le empezó a llenar el coño de leche, mientras lo hacía, el Conrado le dedeaba el culo a ella… Alfredo gemía de manera seca a cada eyaculación y creo que conté hasta siete u ocho lefazos en el mismo útero de mi madre.

Mamá estaba temblorosa corriéndose también, solo con sentir ese semen que años atrás le engendró un hijo, y ahora le volvía a bañar sus ovarios y al mismo tiempo un dedo intruso hurgaba su ano. Conrado la hizo sentarse en el sofá, le dijo a ella que le pusiese sus piernas en los hombros y volvió a puntearle el culo con su polla hasta que entró. El culo lo tenía tan desflorado que no tuvo que intentar apretar mucho. A todo esto Alfredo se entretenía con las tetas y sus carnosos pezones que mamaba como un bebé lujurioso. Su ocasional amante anal estaba desaforado, le sacaba la verga completamente y se la metía hasta el fondo con un golpe de huevos final…, yo alcanzaba a visualizar como su esfínter se iba agrandando, a medida que transcurría la masacre.

- Alfredo este culo ya está listo para tu pollón… ¡Vamos reviéntala!

Se veía claro que tango tío como sobrinos, se compenetraban muy bien a la hora de follarse a una mujer, eso me  hacía pensar que lo tenían muy bien ensayado con la putas del club del pueblo de al lado. Conrado le indicó a ella que se ponga a cuatro patas, y el mismo le separó los cachetes del culo para que su tío, el macho alfa, la penetre con su descomunal verga, no le fue un trabajo tan fácil, su pija a diferencia de la otra era temeraria por su grosor y dureza. Mamá al principio pataleaba y se quejaba, a modo de mordaza, Conrado la agarró de los pelos y se la mandó a guardar en la boca. Con la boca llena de verga ya no podía gritar.

- Cállate putita que vas a despertar al crío… lo único que falta es que ese mocoso nos quiera cortar el polvo. Si no te callas vamos a tener que traerlo aquí, para que vea como se folla a una puta… y si se le pone dura, que seguro que ya tiene edad para eso, lo estrenamos con tu coño.

Mi madre escuchó la amenaza y se limitó a aguanta cada pollazo del viejo, ella quería tomar aire pero la verga de Conrado se lo dificultaba, de modo que respiraba por la nariz con fuertes pitidos. Me puse nervioso porque su cara se estaba poniendo muy enrojecida, no sabía si entrar y avisarles o permanecer en mi lugar, pasaba el tiempo y ella estaba a punto de desmayarse, entonce subí rápidamente a mi habitación y la llamé, pero no recibí respuesta alguna, o mi madre no me escuchaba por los gemidos de los tipos o sus fornicadores no la dejaban responder, volvía a llamarla más fuerte…

- ¡¡¡Mamááááááááá!!! ¿Mááááá puedes subir?.. ¿Me escuchas?.. MAAAAAMÁ...

Tras un instante de silencio ella al fin respondió.

- ¡Ya voy hijo! por favor no bajes…

Como no subía me asomé con precaución a la escalera. Ella trataba de apartarlos pero ellos la sujetaban y seguían metiéndosela con mayor intensidad, su tío con un tono ronco le dijo…

- Quédate quieta… ¿A dónde quieres ir?

- Mi hijo me llama, tengo que subir a verlo a ver que necesita…

- Me falta poco para acabar… que espere un rato que tu tío te necesita más…

- NOOOOOO… es muy peligroso…  no puedoooohhh…

- Si que puedes cielo. ¡Primero nos tienes que atender a nosotros, que somos los invitados!

 


 

Alfredo le taladraba el culo con todas sus fuerzas, su tremenda polla parecía un pistón de un tren de vapor a toda marcha, y lo mismo hacía el Conrado, que anunció que estaba por eyacular. El viejo al escucharlo se detuvo un momento, sin sacársela del culo la obligó a ponerse de costado y sujetándola de un tobillo le levantó una pierna para dejarle coño expuesta y vulnerable.

- Conrado, échale la leche dentro del coño… ¡¡Que aprenda por puta…!! De que no debe dejarnos a medias a los machos en pleno celo. ¡Nuestros huevos son lo primero!

- Noooooooo... por favor dejarme irrrrr... ohhhhhh...

Conrado se paró frente a ellos y con la verga en la mano se la hundió hasta el fondo de la vagina.

- ¡¡AHHHHHHHH... la puta que lo parió…, que coño tan bueno tiene mi primita… uffffffff…!! Ahí te va mi lefa cargada de bebés…. ¡Ahhhhh…  es toda tuya…!

- ¡¡Vais a conseguir preñarme entre todos, CABRONES!!

Mamá se resistió pero no pudo hacer nada, estaba empalada por el culo y los tipos la sujetaban teniéndola empalada con ambas vergas. Cuando Conrado le sacó el rabo fue como si le retiraran un tapón a la vagina, la leche se derramó a chorros manchando el sofá y el piso. Con su polla a modo de cuchara recogió algo del semen, y se lo hizo tragar, en ese momento Alfredo se la sacó del culo y se la mandó a guardar en lo profundo del coño, bombeó con unos cuantos vaivenes   y con un sonoro gruñido, también eyaculó dentro de ella, volviéndole a rellenar el útero de esperma.

- ¡¡Ayyyyyyyy! Gritó mi madre – Parar por favooooooooor…!!

- ¿Mamá pasa algo…?  ¿Por qué no subes?  Intervine para que recordasen que la estaba esperando y la liberen.

- Quedate tranquilo Gustavito. - respondió Alfredo, - Tu madre ahora va a verte…

- ¿Qué fue ese grito?

- Es que se que tu madre ha tomado una bebida muy caliente jajaja, dijo el Conrado.

- ¿Ehhh?

- Eeees queeee… mi tío y el primo Conrado me han dado a probar leche… leche caliente con canela y… me quemé… ¡Eso! estaba la leche muy caliente…  ya subo mi amor.

- Venga no te preocupes Gus…, mamá termina de beberse la leche y sube jajajaja

Esto último dijo Alfredo obligándola a que le limpie la polla con la boca.

- Mi hijo me llama…  déjame en paz…

- ¡¡Cállate y seguí chupando, puta!!

- Ya voy hijo… un momento.

Dijo ella sacándose de la boca por un momento la ancha y aún dura verga de su tío…

- Nena si me mamás la polla así, me voy a correr de nuevo... ufffff... eres puro vicio…

Con mucho berrinche, por como mamá me estaba ignorando, bajé y me paré a poca distancia de ellos. Alfredo se percató de mi presencia, mientras mamá se la seguía chupando, él con una mano le acarició la vagina y le separó los labios vaginales hinchadas e irritados de tan basta sesión de polvos, enseñándome como rebosaba de semen que goteaba de su interior como lava fundida. Esos sementales tenían mucha leche en sus huevos, pero lo que más me sorprendía era que sus vergas se mantenían rígidas por muchas horas. Unos días después me confesó Alfredo que para alcanzar tales erecciones, se tomaba una o dos pastillas de Viagra antes de ir a follarse a mamá, y lo mismo hacían los primos… Creo que era una costumbre cuando salían de PUTAS.

- ¡¡Con tanta lefa, me parece que le vamos a dar un hermanito a tu hijo!

- Ya lo creo cabrones… no paráis de llenarme el coño de leche...

Diciendo esto, el viejo le clavó la verga hasta que su raíz le abrió la boca del coño y se corrió en lo más profundo de su útero… cuando se deslechó, aun le quedó lefa para la cara de mamá, untando su brutal corrida por todo su rostro. Sin que ella lo advierta, Conrado me zamarreó y con mala cara me obligó a regresar a mi habitación, cuando subí las escaleras observé como un grumo de semen colgaba la nariz de ella. Como a los cinco minutos entró mi madre a la habitación con la cara limpia, el cabello recogido y vistiendo nuevamente su camisón.

- Hola corazón…  ¿Qué se te ofrece?

- Quiero bajar a mear…

- De acuerdo cariño, ya puedes bajar.

- Hace rato que he llamado, ya casi no aguantaba… ¿Por qué no subiste antes?

- No me dejaron…  es que mi tío cree que soy niña y hasta que no me bebí la última gota de leche no me dejaron levantarme.

- Pero… a ti no te gusta la leche que yo bebo.

- Ya, esta sí porque era recién ordeñada del día.

- ¡¡Pero si en frigorífico solo hay de la que yo bebo del supermercado…!!

Quería ver hasta donde llegaba con la tontería como si no supiera que estaba pasando ni de qué hablábamos. Pienso que algún día debería hablar con mi madre sobre lo que sé y lo que no sé.

- Eeee… sí, la leche la trajeron ellos…  Cuando iba a volver a hablar… - ¡¡Basta ya de peros… baja rápido… ¿No era que te estabas meando?!!

 

Los hombres me siguieron con la mirada, entré al baño y me quedé un minuto para disimular, al salir mamá estaba fumando sentada con sus piernas cruzadas en un sillón frente a ellos, charlando cosas intrascendente, observé que el camisón lo tenía algo subido enseñando el coño con destellos de humedad…, la descarada se limpió los restos de semen de su cara al subir a buscarme, pero no los de su vagina. Cuando me vio mamá se paró preguntándome…

- ¿Ya hijo? ¡Estás más aliviado!

- Sí mamá mucho más relajado, ya terminé.

- Bueno, vamos a la cama mi príncipe…

Mi madre subió delante de mí y yo detrás miraba como con cada escalón enseñaba el culo, me di cuenta que por la parte interna de sus muslos caían algunas gotas blancuzcas. Ya en mi cuarto, me arropó y se despidió jugando con su mano en mi flequillo, antes de cerrar la puerta, le pregunté una vez que se aseguró que estaba bien metido en la cama…

- ¿Falta mucho para que se vayan?

- Se van a quedar un ratito más… no te preocupes que no mucho.

- Pero ya es muy tarde…  no me gusta que te quedes tanto tiempo con ellos.

- No seas celoso que mi corazón es solo tuyo.

Nada más cerrar la puerta salí detrás de ella y apenas asomándome sin bajar las escaleras fui testigo de la siguiente situación…

- Hijos de puta me reventaron el culo, me duele al caminar.

- Te rompimos el culo y te hemos llenado bien el coño de leche, no nos restes trabajo…. Dentro de unos meses sobrina, nos encantará follarte preñada jajajajaja

Mi madre mirándolo con odio le dijo…

- Espero que no me halláis preñado…. Es la última vez que me folláis el coño a pelo... la próxima el que no traiga sus condones no me la mete…. Ahora cada mochuelo a su olivo, que es tarde.

- Tiene razón, dejemos descansar a la dama…  ¿Laura no te gustaría mañana venir a mi casa y que pasemos la tarde juntos como cuando eras niña y vivíamos juntos?

- ¿Pero tío que va a decir Marta?

- Ella fue la de la idea, por eso vine jajajajajaja…

- Maldito cabrón… la tía se moriría si se entera que ella envió a su marido para que me invite y de paso me rompa el culo.

- Marta se encariñó con tu hijo y quiere volver a verlo.

- Ok, entonces antes del mediodía estaremos ahí.

Se despidieron y a la mañana siguiente mamá me despertó a eso de las 10:30 con el desayuno servido en la mesa, mientras comía ella se vistió con unos jeans, una camiseta blanca ajustada con el logo de los “Placebo” su banda de rock preferida, y unas zapatillas de lona. Tras desayunar ella me mandó a ducharme y al tiempo que lo hacía me contaba los planes para ese día, no me gustó nada, pero no pude negarme.

Cuando llegamos tía Marta nos estaba esperando con un guiso de campo ya listo, tras saludarme efusivamente almorzamos. Cerca de las dos de las tarde, la tía de mamá dijo que iba al campo de una prima a traer membrillos para hacer dulce de membrillo, y que en menos de una hora regresaba. No hizo ni cinco minutos que se marchó en la camioneta, Alfredo me decía que para que no me aburra vaya al patio a jugar con el perro, no le hice caso pero mi madre me obligó a hacerlo caso… que ellos tenían que hablar cosas de importantes. Yo ya sabía lo que iban a hablar, principalmente la verga del viejo con el coño de mi madre. Por suerte la puerta tenía un mosquitero que me permitía vislumbrar siluetas, jugué un buen rato con el perrito y cuando vi que ellos se dirigían a la cocina, entré a la casa sin hacer ruido y me escondí detrás de unas pesadas cortinas de lona.

- ¡Qué guapa has venido hoy, estás formidable con esa camiseta tan ajustada que remarcan tus tetazas…! ¿No tienes calor? ¿Por qué no te quitas la camiseta?

- Gracias por el cumplido, tío. Estoy bien así, el nene está jugando afuera y no quiero líos con tía Marta.

Él se puso detrás de ella y le amasó fuertemente las tetas un rato largo, luego bajó sus manos y tras sobarle el culo, le bajó hasta los muslos las bragas rosadas, a esta altura los dedos entraban y salían cuantas veces querían de la raja de su vagina… con la cantidad de folladas que llevaba en esos pocos días, debía tener el coño como un bebedero de patos. Ella estaba tan excitada que no se dio cuenta que el viejo tomó un pepino no muy grande de la mesa, y lo usó como consolador.

- ¿Te gusta lo que hago putita?

- Siiiiiiiiiii... mmmmmmm…

- Esta es la hortaliza del amor jejejeje

- ¡¡Pensaba que era el plátano!!

- En la huerta, solo puede ser el pepino… es gordo y de textura suave.

- Como tu polla, ¿no es así tío?

El viejo la masturbaba metiéndole el pepino hasta la mitad y ella gemía cerrando sus ojos, el tiempo pasó y se escuchó la camioneta de Marta regresar demasiado pronto. Alfredo le metió el pepino en su coño y luego le subió el tanga deprisa, dejándole toda la verdura en el interior… mamá no tuvo tiempo de sacarlo porque su tía ya estaba de vuelta en la casa, entrando por la cocina. Detrás de la esposa de Alfredo aparecí yo, actuando como que estaba allí recientemente.

- Has llegado muy pronto, dijo Alfredo

- Sí me encontrado a medio camino a Julio y me ha dado unos cuantos membrillos maduros que llevaba en una cesta para Juliana.

Mamá se sentó a la mesa y ni se movía, estaba como descompuesta, tía también se percató de eso y le preguntó…

- Hay hija, tienes una cara... ¿Te sientes bien?

- Ya se me está pasando, gracias tía. Ha debido ser un vahído.

- Debe ser que le cayó mal el pepino de la ensalada… estaba un poco amargo, jajaja

- ¡¿Pero qué dices Alfredo, si apenas puse pepino para la ensalada?!

- Por tú estás habituada a la comida de campo, Laura hace mucho que vive en la ciudad y se desacostumbró a esos sabores tan duros… por eso aún lo tiene entre la barriga… pero tranquila que todo lo que entra, sale…  jajajaja.

La tarde transcurrió con la tía cocinando la a fuego lento el membrillo, la cual se comió a la tarde con el café, luego Marta me mostró un álbum familiar con fotos de mi madre de pequeña, pero en todo ese tiempo mamá parecía una momia imperturbable, por momentos se agarraba el vientre como si tuviera retortijones y algunas veces se mordía el labio inferior. Entrada la noche y antes de irnos, tía Marta me pidió que la acompañe al cuarto de costura así me tomaba las medidas para tejerme un jersey, a nuestro regreso mami estaba de mejor semblante y sobre la mesa había un pepino de unos veinte centímetros, totalmente reluciente.

- Gus, hijo, despídete de los tíos que es hora de irnos…

Así lo hice, subidos en el coche, ellos salieron a la puerta a saludarnos. Alfredo lo hizo mientras le daba unos mordiscos a un pepino que sospecho que era el mismo que estuvo en el coño de mamá y por sus gestos parece que estaba sabroso.

Ya en casa, cenamos las sobras del cocido que nos preparó Marta… lo que se llama ropa vieja, y después nos pusimos a mirar la tele, yo con el pijama de siempre y ella con una camiseta vieja color gris que le llegaba a la mitad de los muslos, dejando ver que debajo llevaba nada más unas bragas diminutas color negro. Permanentemente se levantaba a ver por la ventana, se la notaba intranquila y fumaba un cigarro tras otro. Antes de la media noche ella me mandó a dormir, pero no subió a arroparme, extrañado también miré por la ventana de mi habitación por si veía algo, algo me daba mala espina, como a la hora observé que aparecía la camioneta de Alfredo, pero en lugar de llegar hasta la cabaña, paró a varios metro e hizo un juego de luces, enseguida vi a mamá salir de casa y subir al vehículo, con las luces apagadas los vi conducir hasta una arboleda cercana que estaría a unos 500 metros de casa.

Me puse las zapatillas y salí hasta donde la camioneta estaba estacionada, dentro encontré a mamá besándose apasionadamente con su tío que estaba sin pantalones y la verga erecta, las manos del viejo le recorrían todo el cuerpo, luego de un rato él le sacó la camiseta y se zambulló de cabeza en esas tetas tan buenas que tiene mi madre.

- Ven Laura, aquí no hay lugar mejor…. vamos a follar entre los árboles.

- Mejor aquí… respondió sujetándole un brazo.

- Quiero recordar cuando te desvirgué... aquellas veces que le decías a Marta que ibas a la casa de una amiga a estudiar y nos encontrábamos aquí, te desnudaba y me mamabas la verga con timidez... y después con mucho trabajo te la metía por el coñito tan apretado, no me era fácil, estabas muy cerrada. Luego volvías a casa llena de broza y con el coñito con mi leche jajajajaja...

Esas palabras la convencieron de abandonar el vehículo, al verla caminar su tío le dijo…

- Uhhhhhh... amor, ese tanga apenas te tapa el coño…

- No quiero que me lo tape, quiero que a mi macho se le ponga la verga dura de solo verlo hinchado como lo tengo de ganas por sentirte dentro…

- Lo conseguiste nena... adoro que seas tan puta...

De espaldas contra un árbol, esta vez sin timidez, mamá agarró la polla de tus tío, y apartando la tela del tanga la frotó el gordo glande contra su clítoris. Cuando ya terminó esa maniobra, la enfiló a la boca del coño y el viejo la sujetó de la cintura… comenzó a empujar, penetrándola lentamente, ella no paraba de besarlo jugando con su lengua dentro de la boca de él, con el pasar de los minutos las embestidas incrementaban la intensidad, las manos del tipo pellizcaban los pezones, se los mamaba y mordía sin dejar de darle polla al coño de mi madre… se veían las grandes pelotas balancearse, azotando el coño, una y otra vez.

- ¡Que ricas tetas! No me canso de comerlas… tus pezones parecen fresas.

- ¡Cómetelos cielo! ¡Mmmm...mira como están de hinchados por ti, cabronazo!

Luego con las tetas ensalivadas ella se agachó y le hizo una paja cubana, cada vez que el glande se acercaba a su cara ella aprovechaba para lamerlo. Cuando el viejo ya no aguantó más, ayudó a mamá a levantarse, ella entreabrió sus piernas, apartó el tanga y Alfredo la ensartó de un pollazo hasta la cérvix, haciéndola gemir. Tremenda follada le pegaba… ella gritaba pidiendo más.

Producto del vaivén de los cuerpos, las tetas rebotaban, mamá navegaba en un mar de orgasmos encadenados, el bombeo no tenía pausa, el voluptuoso cuerpo de ella temblaba entre los brazos de él. Como a la media hora el coño chorreó flujo como un sifón indicándome que se corría.

- Espérame zorra que yo también estoy por correrrrrme tambiénnnnn... AHHHH!!

Le hundió el rejón endurecido hasta el útero la verga al mismo tiempo que ponía sus pesadas manos de hombre de campo sobre los finos hombros de ella, y empujaba hacia abajo para que su polla se clavase más profundo, al tiempo que le dejaba sin leche sus huevos. Las piernas de mamá no tuvieron fuerza para sostenerla y cayó sobre la hierba. Pasó un buen rato hasta  recuperarse del fornicio tan enérgico que tuvieron.

- Joder qué polvazo, tío. Estoy derrengada ¡Llévame a casa por favor, estoy muerta…!

Salí corriendo para no ser visto, de regreso a mi cuarto por la ventana vi como unos minutos después la camioneta estacionó en la puerta de casa, ellos bajaron acomodaron sus prendas y entraron a casa y se sentaron a prodigarse mimos. Con más rabia que ideas bajé las escaleras y pregunté…

- ¿Mamá hace un rato te busqué y no estabas, a dónde fuiste?

- Aaaa... pues... ehmmm... a comprar cigarros que se me acabaron y me encontré en el almacén con mi tío…

- ¡Hola pequeño!

- ¡Hola Alfredo!

- Laura ya es tarde, yo voy a volver a casa…

- Recuerda que mañana por la tarde-noche, volvemos a la ciudad.

- Uhhhhh... ¿Tan pronto…? cómo pasa el tiempo de rápido cuando uno se divierte jajaja... entonces mañana por la tarde correré… para hacer mis cosas y poder despedirme de vostros, claro está... jejeje

- Ten cuidado... que correr tanto a un hombre de tu edad le puede hacer mal.

- ¿Mamá porque dices eso, si él no hace running?

- Ehhhhh... porque le gusta ir de prisa haciendo cosas para agradar más a los demás.

- Adiós…

- Hasta luego, Alfredo...

Al día siguiente nos levantamos tarde, mamá preparó las maletas y tras almorzar, ella se acostó a dormir la siesta mientras yo jugaba con la Play Station. A eso de las tres de la tarde golpearon a la puerta y ella vistiendo una corta bata de algodón fue a abrir, en el marco de la puerta se besó con su tío, entornando algo la puerta para que yo no los viera. Cuando entraron, él me saludo y quiso jugar conmigo, le di un mando y nos echamos un partido de Fifa, mamá algo molesta se quedó mirando detrás del sofá y le susurró en el oído…

- ¿Con qué prefieres jugar con el chico en lugar que con la madre, eh?

Ella algo enfadada fue a la cocina a prepararse un café y el viejo en dos minutos se metió tres goles en contra.

- Uy soy muy torpe, para esto no sirvo, mejor sigue jugando tú que lo haces mejor.

- Nooo…  yo te enseño…

Alfredo se me acercó y sin que escuche mamá me dijo…

- ¿Te gustó ver lo de anteanoche… como Conrado y yo follábamos a tu mami?

- Sssssi… se me puso dura de veros follarla…

- Eso está bien, seguro que tienes una polla grande como la mía.

- No está mal, aunque solo tengo 12 años, ya me mide casi 16 centímetros.

- Esa es una buena herramienta, seguro que has salido a tu padre… y también te harás tus buenas pajas ¿verdad?

- Sí, todos los días me hago una o dos, sin embargo aquí llego a hacerme cuatro.

- Eres un buen semental… entonces dile a tu vieja que te vas a dormir la siesta y dentro de un rato te asomas para que tengas con qué pajearte… ¿Ok?

- Mamá me prohibió salir de mi habitación cuando hay invitados, me ordenó que primero tengo que llamarla…

- Ya lo sé… tú no te preocupes… tú baja sin que te vea y no digas nada ni la llames. Si me haces caso, antes de que os vayáis te doy un dinero muy fresco que tengo para ti.

Cuando regresó mi madre de la cocina hice lo que me pidió su tío, ella me acompañó a mi cuarto y mientras me arreglaba la cama se le escapó una teta de la bata, el pezón estaba erecto como sabiendo la batalla que le esperaba, la muy zorra no llevaba ya nada debajo.

- Duerme, que cuando esté todo listo para viajar te llamo… y recuerda que si quieres bajar me llamas para que te dé permiso…, ni se te ocurra bajar.

Salió de mi cuarto y cuando estaba por cerrar la puerta, el viejo la agarró de atrás y le tapó la boca para que no grite, le sacó la bata desnudándola, le manoseo las tetas y la masturbó.

- Nooooo... aquí no que está mi hijo, puede oírnos detrás de la puerta, mejor bajemos.

- Tengo ganas de hacerlo aquí… por el morbo de que el chico nos vea follar…

- Joder tío, estás muy loco

Sin embargo no se opuso, porque a ella también le daba morbo. Él se quedó en bolas en un santiamén, la arrastró contra la puerta de la habitación de ella y sin preámbulos se la metió.

- ¡Ohhhh… no me folles aquí por favor…! ¿Me estás escuchando?

El viejo continuó con las penetraciones profundas sin importarle las súplicas, ella se resistió unos minutos y luego lo dejó hacer, a la vista que era peor resistirse que seguirle la corriente.

- ¡¡Uy que mojada estás…!! Parece que te excita el peligro.

- Dale papi no pares, métemela bien fuerte, asiiiii…

- ¡¡Goza putaaaa…!!

 

 


 

Se escuchaba en la casa el golpeteo de la puerta acompañando el ritmo enérgico de las embestidas, como a los diez minutos cesaron los ruidos y bajaron, el primer polvo de la tarde había finalizado. Bajaron a la sala y se sentaron en el sofá a besarse, cuando él quiso volver a ponérsela, ella se levantó.

- Espera tío que voy a ver si mi hijo está despierto…

- Mejor subo yo que tú estás desnuda... mientras sírveme una copa. Seguro que duerme como un león satisfecho.

El viejo subió a mi habitación solamente vistiendo la bata de mamá que le llegaba por debajo del ombligo, mostrándome un descomunal péndulo de carne, con una cabeza grande como una ciruela.

- ¿Te gustó el show,, mamó? ¿Pudiste ver bien como chingaba la puta de tu madre?

- Sssssi.

- ¿Si qué?

- Sí os vi y que sí me gustó…

- Espera 10 minutos y baja si quieres volver a verla ensartada en este cipote que Dios me ha dado para gozar de hembras como tu madre… bueno te dejo no sea cosa que suba.

De regreso a la sala le dijo a mi madre que estaba plácidamente dormido, ella le estiró una mano ofreciéndole la copa, él la dejó a un lado y la llevó al sofá, la puso a cuatro patas y le metió la lengua a toda su raja.

- Tío eres insaciable… ¡Mmmm…! ¡Qué lengua más viva tienes…! ¡Aahhh…!

- Me encanta el coño sabroso que tienes de puta ¿A cuántos te has follado por él?

- Unos pocos, pero ninguno con una potencia y un grosor de verga como la tuya.

- Por eso te preñé, ¿no es así?

- Es que sacas mucha leche de tus huevazos, cabronazo… me rellenas como a un pavo.

Introducía su afilada lengua en punta en la vulva como si fuera una polla y con ella palpaba todo el túnel vaginal, al mismo tiempo que con una mano estimulaba el clítoris y con los dedos de la otra perforaba ese culo hermoso…, mi madre gemía y golpeaba los almohadones del sofá, yo salí de mi cuarto, bajé las escaleras y me escondí detrás de un mueble, pude ver mejor como el viejo se escupió la cabeza de su verga, y acto seguido la introdujo despacio pero sin pausa, como disfrutando de la despampanante hembra a la sometía a su antojo. Una vez que llegó al fondo y ya no entraba más, permaneció quieto un instante para retomar el bombeo a un ritmo acelerado, no sé cómo supo dónde estaba yo pero giró su cabeza hacia mí, me guiñó un ojo culeando a un ritmo elevado, como si por miembro viril tuviera un martillo neumático, demoliendo todo a su paso… los gemidos ahogados de mi madre se mezclaban con el chapoteo de la pelvis contra las nalgas de mi madre, y los huevos también aportaban lo suyo azotando el coño, una y otra vez.

Debo decir que mi madre estaba preciosa siendo follada sin piedad, desnuda, lanzando quejidos de dolor placentero y gozo, con sus tetas gordas moviéndose como campanas, su hermoso rostro con expresión de puta. La estancia se llenaba de un sonoro aplauso entre sus carnes… ¡PLAF, PLAF! De ese ambiente tan lascivo entre sus cuerpos chocar, me produjo la primera gran erección de mi vida, verla sometida por esa monstruosa verga aumentaba su belleza.

Más tarde, Alfredo le sacó la verga del coño, se sentó en el sofá, agarró a mi madre del pelo sin dejarle mirar hacia donde me encontraba y la acomodó frente a su mástil… debía de haber tomado al menos dos Viagras para tenerla tan dura. La colocó dándome la espalda, permitiéndome ver que su coño era como una “O”, con una abertura que superaba a la de otras veces que observe su vagina recién follada. Mamá en esa posición le escupió en los testículos y se puso a mamárselos… los llevaba afeitados, tal vez por petición de mi madre.

- Mi vida chúpame los huevos… ¿Los he dejado como te gustan?

- Mucho, así no me trago los pelos que se me metían entre los dientes.

- ¡Pues chúpamelos bien…! de aquí van a salir tus futuros hijitos jejejeje... te amo y te quiero dejar panzona antes de que te vayas del pueblo.

- Si no me has preñado ya, no creo que nadie pueda hacerlo ¡Yo creo que me has metidos dos litros de leche en el coño!

- Es que tienes el coño muy tragón, goloso y lo tenías mal alimentado.

Mientras él le hablaba de amor, ella en un desborde de adoración a su macho, con una mano le levantó las pelotas y le lamió el culo un buen rato, luego todo el duro tronco, besó la delicada piel del glande y se metió lo que pudo en la boca, al principio con algo de dificultad y molestia pero luego como una profesional la trago por completo, las babas que escapaban de su boca le mojaban las bolas al viejo. Tenía un primer plano de sus nalgas magníficas y de fondo veía la cabeza de ella subir y bajar, en un momento mis ojos chocaron con los del viejo y él me hizo el gestos de lo bien que le estaban mamando la verga, con el pulgar hacia arriba, sin que mi madre se diera cuenta comenzó a hablarme.

- Mira que abierto está ese coño… está chorreando esperando que la meta. ¡Te aseguro cielo, que tu olor a tu sexo llega hasta donde está tu hijo! Yo creo que lo debe estar percibiendo. ¿Te gusta mi puta…? Sé que sí.

- Siiiiii, me encanta tu verga tío… este formidable e inmenso pedazo de carne me pone loca. ¡Aun no sé cómo pudiste meterle este cipote a una nena tan pequeña!

- Con paciencia y saliva te entró… pero solo menos de la mitad entonces…

- Tuve que dilatar mucho para albergar tanta anchura…

- Eso es… y es que este coño siempre se ha desesperado por su macho… le gusta sentir como mi verga estira sus paredes… esta misma verga que ya te hizo un hijo.

- ¡Bah!, lo mismo no fueron tus pelotas la que me preñaron, con la cantidad de leche que me echaron Hilario y Conrado.

- Puede ser que el párvulo te lo pudieran hacer ellos jeje… pero ninguna polla te colma el coño como esta gruesa verga… es como si tu coño estuviera hecha solo para ella…

- ¡¡Deseo que me folles yaaaaaaaaahhh…!!

Ella se levantó y se sentó encima de él, dejándome ver como los labios vaginales se tensaban para rodear con esfuerzo esa columna de carne venosa que se hundía en las profundidades, se dejó caer tragándose el obelisco hasta hacer tope contra el útero, mamá lo montó rápido y fuerte, elevando su cuerpo hasta que asomaba de la boca del coño la corona del glande, evitando que saliera, y se dejaba caer pesadamente. Ella estaba muy caliente empalándose con fruición, jadeaba y gemía al notar todo el cipote embutido en su vagina.

Alfredo la miraba con lujuria, retorciéndole los pezones haciéndola gritar y que lo cabalgue de forma más salvaje, el coño chorreaba como si estuviera derritiendo, verla así logró que de mi polla saliera líquido pegajoso y transparente que dejó una mancha en mi pantalón pijama, sin que yo siquiera me tocase la verga. El viejo le besaba el cuello y chupaba las tetas. A esta altura la excitación nos perdía a los tres, Alfredo la levantó, la llevó hasta la escalera y la folló desde atrás ferozmente, ella se agarraba de los barrotes, las tetas se zarandeaban de un lado al otro, la cara de ella estaba transformada ya casi que ni la conocía, los ojos estaban cerrados del dolor o placer que sentía con la boca abierta gimiendo de placer… ¡Con pollazos fuertes le reventaban el coño!!

- No pares... no pares de follarme más fuerte… ¡¡Préñame mi amor… préñame otra vez!!

El glande de esa polla le estaba percutiendo las entrañas como el ariete de un horda medieval, el viejo dejó de embestirla rápido, ahora lo hacía violento, se la sacaba toda y la clavaba en seco con un rebote de sus huevazos en el coño… ¡Joder! Le metía el rejón muy duro a modo de puñaladas en el coño de mi madre. Con los ojos exorbitantes ella gritaba tirando su culo hacia atrás para que le entrase más y más rápido… se sincronizaron ambos fornicadores.

- ¡Ahhhhhhhh…! ¡Viejo cabrón, me estás rompiendo el coño…! ¡Noooooo pareeeees… dámela hasta el fondoooohhh…! Eres lo mejor que me ha pasado en la vidaaaaaaaa…! ¡Qué gustooooo... ahhhhhhhh…! ¡Qué pedazo de pollón que tienes…! ¡Eres un burrooooooooh…! ¡Me dejas el coño en cada polvo en la miseriaaah…!

Justo en ese momento mamá miró hacia donde yo estaba, me descubrió… no me dio tiempo a esconderme, se quedó paralizada unos segundos…, el viejo al notar que no se movía se dio cuenta de lo que sucedía y la penetró con más violencia.

- ¡Gustavo! ¿Qué haces espiando ahí? Sub…

No pudo completar la frase porque Alfredo le tapó la boca con una de sus manos, quería mandarme a mi habitación pero le impedían hablar.

- Asiiiiiiiiiiiii... muevete asiiiiiii... mmmm... goza de tu macho mi putita…

Ella se resistía, se movía queriendo zafarse. Él la penetraba con vehemencia… a base de pollazos el macho domaba a su yegua. Mamá giró la cabeza, le daba vergüenza mirarme, en un ataque inesperado de pudor con un brazo se tapaba las tetas, pero no dejaba de recibir la verga en su coño. El viejo mirándome son sadismo comenzó a lamerle la espalda, dejando un reguero de saliva brillar por donde pasaba la lengua. La sujetó de los brazos para que yo pudiera observar el juego de sus tetas bamboleantes y los pezones erectos del placer que ella recibía. Ya con la boca libre pensé que escucharía una reprimenda, pero en cambio sólo fueron gemidos… no se resistía.

- Amor gozaloooo… siento en mi polla tus chorros… ¡Ahora tú vas a sentir los míos…! ¡Aaaaggggghhh…! ¿Sientes mi leche caliente?  Es toda para ti mi cielo…

Mamá apresuradamente se sacó la verga chorreando semen con el penúltimo aldabonazo de lefa. Sus piernas temblaban, se sentó en la escalera dejándome ver un torrente blanco emanando de su coño, me miró enfadada y con la respiración agitada me gritó…

- ¡¡¡Anda y vete para tu cuarto!!! ¡¡Ya has visto bastante! ¡¿Cuantas veces quieres ver a tu madre follando, niño pervertido?!

 


 

Cuando estaba subiendo los peldaños, el viejo se le acercó con su verga aun rígida e impregnada de semen, y la refregó contra una teta. Con mucho pánico a que ella me castigue por mi desobediencia, permanecí en mi habitación sentado en la cama esperando a que se abriera la puerta y entrara mi madre fecha un basilisco, pero los minutos corrían y nada pasaba, la tentación de saber lo que sucedía en la planta de abajo le fue ganando al miedo y me asomé, los dos estaban sentados hablando.

- ¿Lo viste?

- ¿A tú hijo?

- Sí…

- No... me di cuenta que estaba ahí hasta que gritaste que se fuera a su cuarto…  Cuando subí estaba durmiendo…

- La vez pasada pasó lo mismo y le ordené que no bajara, se lo dije y recalqué… ¿Cómo pudo volver a pasarme? Pero la culpa es mía no del pobre que está entrando en la pubertad, seguro que quería ir a mear, me habrá llamado y no lo escuché por eso bajo, no pudo contener las ganas… no tengo motivos para enojarme con él, la mala madre soy yo. Pensaba que iban ser unas mini vacaciones con él, y mira como estoy follando a troche y moche contigo y con mis primos… ¿Cuántos polvos me habéis echado ya…?

- Tranquila cielo, no pasa nada... le compras algo que le guste mucho o le das un dinerito y listo… debe estar tan asustado por la reprimenda allí arriba, que no va a reprocharte nada… ¡Un pequeño soborno siempre va a servir para ponerlo contento y arreglar las cosas entre vosotros!

- Siempre lo solucionas igual. Será mejor irnos ya, en la ruta ya se me ocurrirá algo… Mi madre lo miró un instante… - ¿Por qué no subes a despedirte? tal vez quiera hablar de hombre a hombre, y contigo se anime ¡Por una vez ejerce de padre con tu hijo!

- Si es así lo hablaremos en el camino… voy con vosotros…

- ¿Qué dices…?

- Eso… le dije a Marta que aprovecharía el viaje de vosotros para ir a la ciudad y arreglar unos papeles que tengo pendientes de la finca… ¿No estás contenta?

- Genial, un poco de ayuda no me va a venir mal estos primero días, para remendar este entuerto con nuestro hijo…

- Le dirás que es mío… que yo soy su padre.

- Ya veremos cómo afrontamos eso, son muchos años de mentirle ¡¿Sabes?!

En todo el viaje fingí dormir, no quería hablar ni que me hablen, cuando llegamos a la ciudad, el viejo pidió que lo dejemos en un hotel, pero mamá le dijo que de ninguna manera, que él es familia y que se quedaba en el apartamento con nosotros. Llegamos de madrugada y lo primero que hizo ella fue preparar un suculento desayuno, pues con el fiestón de la noche anterior no habíamos cenado. Cuando terminamos de comer, de desempaquetar y ordenar todo, a ella se le hizo la hora de ir a trabajar, entró a su cuarto y se vistió con una falda ajustada negra hasta las rodillas, camisa celeste “Slim fit” con los dos botones superiores desabrochados como siempre, medias negras y zapatos de tacón alto del mismo color, pelo recogido con rodete y un poco de maquillaje tipo máscara. Le dio a su tío un juego de llaves extras y le aclaró que no era necesario que me llevase al colegio pues queda en nuestra misma manzana.

- Bueno chicos me voy, a la tarde nos vemos... y a mi regreso hijo, prometo traerte ese videojuego… “Resident Evil” el último que tanto me has pedido.

- Síiii, gracias mamá!

Nada más salió, el viejo me codeó y me preguntó…

- ¿Viste como la camisa le marcaba los pezones a tu madre? ¡Joder, me dieron ganas de masticarlos jajajaja... la muy golfa hoy no llevaba sujetador.

- Sií, ya lo vi… Respondí sin ganas, por compromiso.

- Te fijaste ¿Eh? un par tetas así no pasan desapercibidas… Seguro que alguna vez quisieras volver a ser un bebé para amarrarte de ellas jajajajaja

- ¡¿Eh…?!

- ¿A qué hora suele regresar?

- Pasadas las tres de la tarde.

- Ah, menos mal, tenemos tiempo de sobra…

Alfredo se levantó, recorrió todo el apartamento y se metió en el cuarto de mi madre, abrió las puertas de su ropero y los cajones de la cómoda, revisó todos, hasta que encontró algo que le llamó la atención…

- ¡Uhhhhhhh! pero mira qué tangas más chicos… qué bien huelen... mmm... y qué sexys estos bodys... joder… hasta tiene medias de red… chaval mira este sujetador transparente... ¿La has visto usar algo de esto?

- Algunas veces…

- ¿Cuando?

- Algunas veces cuando sale o si viene algún amigo a visitarla…

- Esta lencería me la está poniendo dura... que ganas tengo que regrese tu madre…

- ¿Te puedo preguntar algo personal?

- Claro…

- Hay algo que no entiendo... ¿Si tú eres el tío de mi madre, no me explico como os tenéis tantos deseos sexuales… bueno esas cosas de besaros y follar que vi? Se supone que esas cosas las hacen aquellos que son novios no los familiares…

- Bueno es que ella y yo somos muy cercanos y nos queremos mucho desde siempre… prácticamente desde que ella vino a vivir con nosotros… No es fácil de explicar, porque la atracción entre dos personas no tiene ningún raciocinio, simplemente ocurre y ambas personas saben instintivamente que se desean… así ocurre siempre.

- Entonces no sois novios… pero, ¿Fueron novios antes?

- Nnno... o si... algo por el parecido... nos gustábamos... te explico…. Cuando murieron tus abuelos ella vino a vivir con la tía Marta y conmigo, ya de joven siempre tuvo un cuerpo precioso, se vestía con camisones que dejaban ver sus bragas cuando se agachaba, eso me endurecía la verga y a ella le gustaba ver mi bulto… tanto miraba mi entrepierna que a veces cuando estábamos solos me la sacaba del pantalón y se la mostraba…, al verla la primera vez se puso tímida y le sorprendió lo grande que la tengo…  pero poco a poco fue tomando confianza hasta que se animó a tocarla… le gustaba acariciarla… y así hasta que un día de tanto sentir sus manitas en mi polla, de la punta me salió liquido preseminal, a ella le llamó la atención.

Sin pensar en nada, le puse mi glande en su boquita en para que lo saboree… uffff… pensaba que lo iba a rechazar y salir corriendo, pero no…. Todavía recuerdo como le pasaba la lengua por todos lados, me dejo temblando… supe que tu madre era una chica muy sexual, de tal modo que más tarde le enseñé a mamarla. Ella siempre fue increíble, en mi vida me han chupado la verga como lo hace tu madre y eso que me he follado a bastantes mujeres, sin incluir a mi esposa y a las putas… por estos lares los buenos machos son escasos y la fama se propaga de boca en boca.

Pasaron los años y de tanta calentura que teníamos terminamos follando… por si no lo sabías, yo desvirgué a tu mamá ¿Sabes? Lo tuvimos que intentar varias veces, porque mi polla es desmesuradamente grande para una mujer normal, y si le cuesta a cualquier mujer metérsela, imagínate a una nena con el coñito cerrado y virgen…. Me costó un triunfo abrirla… pero a la nena le gustó tanto que no podía esperar a que mi esposa saliera de casa. Nos encontrábamos en el bosque en el lugar que nos viste follar y en el asiento de atrás le rompí el himen de por vida…

Tu madre, cuando me veía llegar corría a mi encuentro, se colgaba de mi cuello y me besaba, si no estaba mi esposa, enseguida me sacaba la verga y se ponía a mamarla, no se cansaba de lamerla y chupándola es una aspiradora…

- ¿Y así os hicisteis novios?

- No Gustavo, no. Tu madre y yo no podíamos ser novios porque yo estaba y estoy casado y además somos familia. Solo éramos y somos amantes… eso es, AMANTES… tenemos una relación sexual clandestina que mantenemos después de casi 20 años.

- Entonces… ¿El novio de mamá era Conrado o Hilario?

- Noooo jajajajaja, ¿Cómo se te ocurre eso? Ellos sabían que yo engañaba a mi esposa, que además es su tía, pero no sabían con quien, hasta que me encontraron empalando a tu madre… se pegaron tal un calentón, que ellos también quisieron ponérsela en el coño. Por suerte tu madre es tan puta que a pesar que no quería le terminó gustando, eso ayudó a guardar el secreto…

- Bueno lo del novio no lo tengo claro… alguno debió de preñar a mi madre de mí…

- Eso es algo que solo tu madre sabe… Oye chaval, hace un rato me dijiste que esta ropita interior se la pone cuando viene alguno, ¿Ella tiene muchos amigos?

- Algunos…

- ¿Cuántos son algunos?

- Y... no sé... como cinco o seis que yo recuerde.

- Pues parece que sigue enamorada de mi verga…, es que una de este calibre no se consigue fácil, después de probarla, ninguna estándar puede llenar ese hueco jajaja…

- ¿Anteriormente la habías visto en pelotas?

- Pocas veces, cuando se cambia y se olvida cerrar la puerta de su habitación o cuando se ducha… suelo entrar descuidado a hacer algo y la miro un rato.

- ¿Y te gusta verla desnuda...? Estamos entre hombres, no mientas…

- Siiiii, mucho es muy guapa…

Mientras hablábamos el viejo notó que en el suelo, al lado de la cama había  un  tanga que se quitó antes de ir a trabajar.

- Mira lo que encontré…  uhhhhhmmm…  todavía huele a su coño... llévatelo a la nariz a ver si reconoces el olor de tu madre…  ¿Te gusta?

- Uy siiii, es el suyo y me gusta mucho.

- Ese es el olor de las feromonas de una perra en celo…  pásale la lengua…

Alfredo tomó las bragas y se empezó  a  masturbar con ellas.

- Aprende, así se hacen las pajas…  hazte una restregando tu polla con el tanga usado… Me pasó el tango y me he empecé a pajear… - ¿Te gustó ver como la follé y le hice gemir?

- Siiiiiii, mucho…

- Mientras te haces la paja imagina que tú te la estas follando… ¿Te acuerdas de la cara cuando te encontró espiando anoche y yo la seguía follando, mientras ella te miraba?

- Uffffffff… sí… no me esperaba que continuase.

- Cuando te vio, ella estaba tan caliente que las paredes de su vagina apretaron más mi verga y enseguida se corrió… por eso no pudo dejar de follar.

- ¡¿Estaba a punto de correrse…?!

- Eso es, en esos momentos no te importa nada, solo alcanzar el orgasmo… ¿Sabes que hizo cuando te fuiste a tu habitación...? Le pasé mi polla llena de leche por las tetas y ella se la llevó a la boca para limpiármela, nunca me la chupó con tanta ansiedad, lo hizo tan fuerte que me hizo una mamada tan buena que me volvía a correr de nuevo…, le llene mi boca de semen y la muy puta se lo tragó todo, porque eso es tu mamá una puta… le encanta que la follen y no importa mucho con quién, por lo visto.

Escuchaba sus palabras y me imaginaba que era mi polla la que ella mamaba e instantáneamente eyaculé en el tanga humedecido por mi madre y ahora por mí también. El viejo derramó su leche sobre las medias y un sujetador, nos limpiamos bien nuestros miembros viriles con esas prendas y salimos de la habitación.

- Ufff, que paja que nos hicimos chaval… que ganas tengo de ver a tu madre

- ¡¡Tienes ganas de montarla…!!

- No te imaginas cuantas… tu madre me vuelve loco y sabe sacar lo mejor de mí...

Alfredo me dejó faltar al instituto, así que el resto de la mañana dormí. Me despertó cuando ella estaba por llegar.

- Ya estoy aquí chicos... ¿Qué tal el día?

- Bien, tu hijo fue al instituto y yo dormí un poco…  estábamos esperándote…

- Corazón, te traigo el videojuego como te prometí…

- ¡Gracias Mami! ¡¡Jo, estoy es lo más…!! ¡Lo que voy a fardar con mis amigos…!

- Laura, yo también tengo un regalito para ti, está sobre la mesa dentro de una caja…

- Que será…  voy a verlo…

- Nooo…  después, ahora come algo que te vas a quedar famélica…

Almorzamos y luego nos pusimos a mirar una película de Netflix, ellos sentados en sillón de dos plazas y yo en uno individual que estaba a un costado, observaba como él le metía mano, le sobaba las tetas mientras la besaba y la otra mano se perdía fajo la falda. Mi madre se dejaba de una forma tan descarada que para nada le importaba que yo estuviera delante… 

- Laura mirá como me pones… ¿Por qué no…  ya sabes?

Mamá se dijo que les dejara solos, obligándome a dormir la siesta… al rato salí sin zapatos para no hacer ruido… ella estaba sentada encima de él, besándose apasionadamente.

- ¿Estas muy cachonda, cielo?

- Siiiii papi, muy zorra… deberías de decir.

- Quiero que me provoques, anda a tu cuarto y ponte el vestido más sexy que tengas…

Mi madre se vistió con un vestido rojo sin sujetador, tan ajustado como una segunda piel, que le llegaba justo por debajo de los glúteos y sandalias de tacón altísimo.

- ¿Te gusta tío?

- Es muy insinuante ese vestido…  mmm… ¿Te lo has probado con muchos?

- Solo un par de veces…. No sé si te diste cuenta que no llevo ropa interior… es bien de zorra este vestido, si me subo un poco la faldita me la pueden meter fácil y si me lo bajo un poquito de arriba me pueden comer bien las tetas…

- Es hora de darte mi regalo…  póntelos, quiero verte con ellos

El viejo le dio la caja y ella sacó el sujetador y el tanga que llenamos de semen.

- Uagh…está embadurnado de lefa...de mucha… ¿Esto es lo que hiciste durante el día?

- Sí, pensando en ti…

- Espero que tus huevos se hayan recuperado, porque vengo a ordeñártelos...

Ella se puso el sujetador con el semen de su tío y el tanga con mi leche… por toda su raja se restregó los grumos y humedad de mi lefa. El viejo le levantó por los costados del tanga para que se enterrase bien entre los labios vaginales… mi madre sin saberlo, tenía mi leche en su raja.

- Tío este tanga está muy mojado… es una pena que desperdicies tanta leche en la tela… ¿No te enseñaron a no derrochar el alimento? ¡¡jajajaja!!

- Queda tranquila que siempre vas a tener algo que llevarte a la boca… eso ha sido solo el aperitivo, el plato fuerte lo tenemos ahora.

- Eso espero, porque tu nena viene con mucha hambre de carne y leche.

El viejo la puso a cuatro patas encima del sofá, le apartó el tanga mojada con mi esperma, le escupió en la raja… restregó su orondo glande por ella, abriéndosela, de tal modo que sus labios envolvían el duro capullo, al llegar a la boca la metió con una estocada profunda y sin detenerse.

- ¡¡Ahhhhhhhhhh…  me partes…!!

- Parece que se te ha achicado el coño… ¡¡mmm…!!

- Joder tío, eso es porque la tengo muy inflamada de tantos pollazos que me habéis dado en estos días…  ¡Oooh… ohhhhh… peno no pares… sigue, sigueee…!

Estuvieron follando casi media hora, cuando acabaron ella fue a la cocina a beber agua, y yo aproveché para ir al baño porque me estaba muriendo de ganas de mear, pero no podía salir de mi habitación si chocarme con ellos. Cuando pasé rápido sin que se diera cuanta… el viejo estaba tirado en bolas en el sofá. Después de mear no lo puede evitar, el viejo me hizo un gesto para que me esconda debajo de la mesa de la sala, a los segundos mi madre volvió con un pepino de grandes dimensiones, se sentó en uno de los sillones frente a él, su perspectiva no lograba verme sin esfuerzo, yo sí la podía ver generosamente. Abrió sus sensuales piernas, con dos dedos se apartó los labios vaginales y se apoyó el pepino en la boca de su vagina.

- Tío mira lo que te preparé para que comas algo, una ensalada de pepino con mejillón… ¡Brrrrrr que frío que está…!

Muy despacio y siempre mirándolo a los ojos, ella se fue enterrando la hortaliza, cuando hizo tope, permaneció quieta un momento y empezó a masturbarse con el improvisado consolador a un buen ritmo…, Alfredo se paró a su lado y le apoyó su tremenda verga en los labios, ella los abrió y le chupó la verga en modo máquina poseída, al rato era él quien la pajeaba con el pepino a una mayor velocidad. Más tarde él la llevó al lado de donde yo me encontraba y la hizo reclinar apoyando sus tetas sobre el amplio apoya brazos del sofá, y desde atrás la penetró al estilo perra, no adivinaba si por el coño o por el culo. El hijo de puta me arrojó el pepino empapado con los jugos de mi madre, lo tomé con mis manos y con mi boca limpié completamente las secreciones que emanaron de su coño, mientras percibía como el sofá se movía por las fuertes embestidas, los pies de ambos estaban engarzados, mamá los tenía medio flexionados.

- ¿Te gusta amor cómo le estas rompiendo el culo a tu sobrina? ¡Aaahhhhhhh…!

- ¡Me encantaaaa que seas tan PUTA!

- ¡Ahhhhhhhhhh…  uuummmm…! Nadie me folla como tú… ¡Qué pedazo de vergaaaaa…! ¡Destrozame el culo, que tenga recuerdo de tu porculada, una semana!

Cuando mi madre empezó a tener un orgasmo tras otro, el viejo me hizo una seña para que saliera de mi escondite, me paré a un costado, él la culeaba con mucha violencia, amasándole las espléndidas tetas, ella estaba con los ojos entrecerrados. Le sacó la polla casi en su totalidad del cobijo del coño de mamá, y con una embestida tan fuerte que corrió el sofá, se la enterró hasta el fondo… - ¡¡AAAAAAAAHHHH…! Entonces ella abrió los ojos y me vio, más sorprendida que espantada.

- Alfredo para, paraaa…  detente…  no sigas follándome… está mi hijo... ¡Ohhhhhh…! Para por favooooooor.

Sin obtener respuesta alguna a su reclamo, él continuó con la faena anal y mi madre resignada se dejó mirándome a los ojos. Nuestras miradas no eran de reproche, sino de lascivia y lujuria contenidas, yo por querer estar en el lugar de Alfredo y tantos otros que se prodigaban follándola y ella dándome a entender que era una hembra muy sexual, necesitada de macho dominante.

 


 

A los pocos minutos mamá eyaculó una gran cantidad e flujo…, como bien me explicó Alfredo, en ese trámite de alcanzar el orgasmo, no nos importa nada de lo que pasa a nuestro alrededor… mi madre soltó unos buenos chorros mojando la polipiel del sofá, llegando hasta salpicarme. Pensé que ella me había meado de como salían los chorros, pero era un agua cristalina y viscosa. Sin sacársela, el viejo se sentó y siguió rompiéndole el culo, la vagina de mamá continuaba largando chorros, ella estaba como descontrolada, el placer no la dejaba pensar bien, se resistía tapándose las tetas y el coño mientras me miraba, pero su amante no cesaba y de la boca de mamá escapaban una cantidad incontables de gemidos. Yo me situé justo en el sillón de enfrente a su coño, con la única prenda puesta de mis calzoncillos, los cuales parecían una tienda de campaña.

- ¡No aguanto más… te voy a llenar el culo de leche…! ¡OHHHH… Mmmmm…!

Las primeras descargas del viejo fueron dentro del culo, mamá me miró nuevamente extasiada, se levantó, le pegó un manotazo a la polla y se la llevó a la boca queriéndome dar una lección, diciéndome con ello…  “Mira lo puta que es tu madre ¡¿Esto es lo que querías ver?!”  Se amorró a su cipote bebiéndose toda la leche que aún brotaba del capullo. Cuando la verga dejó de escupir lefa, se la sacó de su boca, se quedó mirándola y la besó haciendo una trompita con su morro, algunos resabios de semen le dieron brillo a sus labios. Era como si se hubiera olvidado de mi presencia o más bien ya no le importara prestarse ante mí tan impúdica. Antes de levantarse le dio una lamida desde los huevos hasta el glande, luego se dio la vuelta y me miró.

- Hijo tienes los calzoncillos muy hinchados… ¿Estás empalmado por lo que has visto?

Sin esperar respuesta, se acercó mientras Alfredo se quedaba allí a ver qué sucedía…

************

…El estreno de Gus no tenía más espera. No podría seguir tratándolo como un niño, y la mejor forma de meterlo en la pubertad de lleno, era que me metiese su verga en un coño de verdad.

Mi tío nos quería dejar intimidad entre madre e hijo….

- ¡¡No te vayas tío, quiero que estés presente en el desvirgue de tu hijo…!!

Podía ver de frente su verga empalmada, me acerqué a su lado, se quiso levantar pero lo detuve suavemente por la cintura al tiempo que le preguntaba a donde iba.

- Quedate, no te vayas cariño… creo que debemos resolver esto de una vez, Le dije.

- ¡¡Aquí delante de él…!!

- Es tu padre, no pasa nada… además tú ya nos has visto follar varias veces, ahora le toca a él quedarse a mirar como follamos tú y yo…

- No te preocupes muchacho, no pienses que estoy aquí y goza de esta hembra.

- Eso es mi amor, no pienses que soy tu madre… sino una hembra a la que te puedes follar sin miedo, sin compasión y gozándola como si fuera una puta.

Detecté de inmediato sus calzoncillos mojados con el líquido preseminal. Lo paré justo frente a mí, separé mis piernas dejando ver mi coño empapado como su polla, y de un golpe le bajé el bóxer… tenía frente a mi boca su verga durísima…, la tenía tan cerca que distinguía cada vena y su cabeza brillante, esperando  mi lengua. Él estaba hiperventilando y yo hiperactivibada.

- ¿No quieres hacérselo a mamá como me lo hace tío Alfredo y los otros...?, le pregunté.

Asintió con la cabeza sin pronunciar palabra. Pase mi lengua por debajo de su verga, desde sus testículos hasta la cabeza, lo hice dos o tres veces, hasta que llegué nuevamente a ese orificio que goteaba de excitación. Le agarré su verga de la base y me la metí a la boca deseosa de degustarla, de sentirla dura dentro de mí… de probar el sabor de mi hijo y que él probase el mío.

- No se te ocurra correrte ya… porque esto va a estar muy bien si aguantas.

Lo chupé solo un poco y lo acosté sobre el sofá, quedando con su verga apuntando a hacia su ombligo, me incline para lamerle sus huevos, mientras le daba pequeños apretones con mi mano.

No sabía si quería tener otro hijo, la verdad, hasta que me agaché para tener delante la polla joven de mi querido hijo..., entonces me di cuenta que Gustavo ya era un hombre y yo necesitaba parir otro hijo para cuidarlo. Lo toqué y me lo dirigí con ansia a mi boca. Le chupé su polla, que estaba empapada con un sabor a piel húmeda, algo salada, con un tacto rugoso y terso. Y se la chupé con fuerza mientras mi mano izquierda le acariciaba el vientre. Mi mano derecha le sobaba los huevos sujetando a la vez el buen cipote que portaba mi niño. Para tener solo doce añitos, no bajaba delos quince centímetros y unos buenos huevos… se la mamé con ganas, esa verga me entraba fácil hasta el galillo, luego le lamía el tallo hasta los huevos que se los volvía a comer. De nuevo hacia arriba y nueva mamada, hasta que no pudo más y así soltó su chorro, que no era amargo, sino agridulce…. Luego otro chorro de leche más largo y caudaloso… con el quinto lechazo acabó. Le mostré en mi boca su contenido lácteo y me lo tragó ante sus ojos.

Su polla no bajaba… ¡Bendita juventud! Se parecía a su padre, aunque este con la ayuda azul a sus sesenta y dos años. Me puse encima de él, con mis piernas abiertas permitiendo que me mirara así, con la vagina ante su vista a punto de meterme la verga, me acerqué, la tome con mi mano y la guie hasta sentir que el empezaba a moverse buscando penetrarme. ¡Fue riquísimo apercibir su iniciativa de follarme!

Pone sus manos en mis tetas, y siento que mi cuerpo se tensa… se pone como hace tanto tiempo no sentía, cierro los ojos y dejo que siga, de pronto me está estrujando los pezones… le tomo la mano y le digo soy tu madre, me mira y me dice…

- ¡¡Déjame por favor!!

Cierro de nuevo los ojos y lo dejo, mis tetas quedan a su disposición, me acaricia suavemente y en un alarde circense me tira sobre la cama y comienza a besarme entera, chupa con ansias mis tetas, se me han erizado los pezones, me lo dice y sigue, comienza a abrirme las piernas… me despatarro más para él y me contempla, yo apenas si balbuceo, no sé qué hacer, decir, estoy caliente y lo deseo hacer con Gus, de pronto ese sube sobre mí completamente desnudo, siento su polla dura contra mi vulva. Con la lógica falta de experiencia puntea sin atinar en la boca de mi coño, busca donde meter esa verga…, lo ayudo con mi mano y de pronto de un solo golpe me la mete, me encanta… no siento ninguna molestia porque tengo la vagina extra lubricada y su polla no es lo suficientemente grande como para reventarme.

El chico empieza muy rápido a bombear, le digo que aminore que tenemos toda la vida para hacerlo bien, le beso, nos metemos las lenguas mientras él suaviza las embestidas, mis manos se posan en sus nalgas que siento duras y tensas, le clavo las uñas atrayéndolo más adentro de mi coño, suelto un gemido notando su polla bien adentro con todas sus ganas de follarme...su huevos chocan en mi coño, sé que la está enterrando al completo sin dejar nada fuera de la verga. Mis manos se afanan en acariciar cada centímetro de su piel disponible para mí… Ahora le siento más duro, más enérgico, más viril… la mete hasta el fondo con presteza y en menos de un minuto más se empieza a correr dentro del coño de su madre… siento cada convulsión de cómo está eyaculando dentro de mi útero, lo abrazo fuerte, sus respiración es profunda y me hace sentir su aliento… yo el mío frente a frente mirándonos envueltos en la locura del amor sexual. Dejo que se relaje mientras se está deslechando con la polla totalmente clavada en mi útero, siento su corazón agitado junto al mío desbocado, le beso con amor me besa con pasión… aún se nota que su verga está muy dura en mi interior.

Sale de encima de mí, y se coloca boca arriba, ahí veo su polla relajada, se la toco y comienza a reaccionar de inmediato, me agacho a su oído y le digo…

- Quiero que dejes a mamá ahora que te haga el amor.

Él cierra sus ojos y yo me meto su verga en la boca, en instantes la siento crecer dentro, es hermoso y excitante percibir el engorde de una polla en tu boca por la acción de mamársela, siento sus jugos y sabores de su corrida, no me importa es mi sangre y he mamado muchas… bastantes impregnadas de leche, le hago una buena chupada recreándome en su glande, mi lengua circunda la corona una y otra vez...succiono sin parar de masajear sus testículos, hasta que siento que está muy dura…

- Deseo regalarte la mejor noche de tu vida.

- Sí mami, esto no tiene comparación con el videojuego.

Lo monto y cabalgo un rato largo, cuando empieza a gemir, me salgo y le digo quiero darte algo. Quiero metérmela en el culo, debo ayudarle. Me pongo a cuatro patas y lo guio hasta la entrada de mi ano, lo tengo dilatado tras la gran follada que me ha dado  mi tío, el chico no debe tener problema de clavarla fácil…  y allí le pido que presione, lo hace y siento muy rápido como toda su polla está dentro, siento mi culo lleno… de manera instintiva Gus comienza un saca y mete. Mi hijo me tiene cogida del culo clavándola a fondo sin parar, me tiene muchas ganas y eso me pone en un término entre la alegría y la preocupación. Yo no me he corrido todavía, creo que estoy demasiado tensa pensando en él y en nada en mi placer, mientras que mi hijo solo está concentrado en darse el placer de follarme a todo trapo. Creo que mi ano es un coñito más ajustado al tamaño de su polla, pese a que su padre me lo ha abocardado de manera bestial como siempre. Percibo cada golpe seco de su cintura en mis nalgas, me está dando una follada de ensueño, me dejo hacer elevando un poco más el culo y posando mis tetas y rostro sobre los cojines de sofá, testigo mudo del desvirgue de mi amado hijo… noto como acelera la follada, aún es muy joven para dosificar sus placeres y termina muy rápido, sabiéndolo no he dejado de frotarme mi clítoris, necesitaba correrme con él y casi lo consigo… se empieza a correr y yo a su vez no paro de buscar mi punto…

- ¡¡No te salgas aun, Gus!! le ruego

Mi chico deja su polla quieta en lo más hondo que su verga permite, logro centrarme en mi placer y en unos segundos comienzo a correrme, a convulsionar… mi vagina aprieta y suelta la polla aun dura de mi hijo ¡Qué suerte que sea tan joven y salido! Poco a poco mi corrida se relaja y el tamaño de la polla que tengo alojada en mi culo va disminuyendo.

Durante todo ese tiempo, mi papi Alfredo ha sido espectador mudo del desvirgue de Gus, me ha gustado su comportamiento hacia nosotros.

- Has desvirgado a tu hijo a la misma edad que lo hice contigo, me dice mi tío

- Es que no podía ser de otra manera, después de la semanita en el pueblo.

Mi hijo se ha ido a la ducha a asearse, y se acuesta en su cama, mi tío se queda en la mía por esa noche. Temprano al día siguiente antes de desayunar estábamos follando de nuevo mi tío y yo a modo de despedida…, ya había perdido la cuenta de las veces que lo habíamos hecho en esos diez días. Sobre la nueve de la mañana lo despedimos… y tras hacer sus trámites se marchó al pueblo sin pasar por casa… unas semanas más tarde le llamé para anunciarle que no me habían preñado, pero que había sido muy feliz recordando viejos tiempos con ellos.

 

Epílogo

De aquella aventura tengo un recuerdo imborrable, si bien no supe que hacer con la cabaña que heredé de mis padres, ahora la seguiré manteniendo y de eso se encargará mi tío. Por suerte salí indemne de todas y cada una de las folladas de mis familiares… cierto que me llenaron con litros de leche pero ni una gota tuvo el poder suficiente de fecundarme, de lo contrario, Sí se ha destapado una nueva forma de relación entre mi hijo y yo… ya no es el niño inocente y he dejado de tratarlo como tal, nadie lo puede ser tras haberse desvirgado. Si bien él sigue durmiendo en su cama, algunas noches dormimos juntos en la mía… y me hace el amor.

Cumplido mi deseo de follar con mi hijo y el suyo también, debo remarcar que continuamos nuestra vida rutinaria, él con sus estudios de secundaria y yo con mis dos empleos. Si bien es cierto que a mis 30 años me conservo bien y según dice la gente tengo un rostro bonito, por eso será que no me han faltado pretendientes, siempre les encuentro algún defecto que no soporto, será porque ahora tengo un ojo más crítico que cuando era una adolescente.

Desde la aventura en el pueblo, he podido mantener a raya a mi hijo, pero cada día estoy más volcado con él, deseo que hagamos más cosas juntos y eso quizás sea porque como su padre tiene un físico envidiable y las chicas lo empiezan a perseguir… llámame celosa pero eso es lo que siento por mi hijo Gustavo. En estos últimos meses pareciera que ha madurado dos o tres años más de la real, y mi percepción de su cuerpo tampoco es la misma…. Es curioso que yo sea celosa con él, mientras que él no ha sido nunca conmigo, aun así decidí no volver a salir con ningún pretendiente porque al regresar me sentiría culpable de abandonarlo y no soportaría un interrogatorio obligado, sobre que había hecho, a donde, con quien….

 

********************

 

Recientemente en un fin de semana que mi hijo se fue a su consabido partido de fútbol, porque es buen deportista, al despedirse me dio un beso en la mejilla y le desee éxito y que esperaba su regreso para cenar.

Como estaba sola me fui al ordenador, entre a una página de relatos que días antes me llamo la atención, en la categoría incestos en familia, y buscando me encontré uno con el título "sexo con mamá en fiesta de disfraces" empecé a leerlo y me excitó tanto la forma como se sucedieron los hechos que estando sola imagine por un momento si eso me llegara a suceder con mi hijo, me excite tanto que mis bragas se humedecieron terriblemente, estaba tan estimulada que allí mismo comencé a tocarme el coño, la frote al tiempo que imaginaba cosas, hasta llegar a pensar que mi hijo y yo éramos los protagonistas del relato, me puse a mil y froté tanto el clítoris que terminé con un grito ahogado de placer, al alcanzar el orgasmo…, luego seguí viendo videos eróticos y el tiempo paso volando. Cuando me di cuenta que se aproximaba la hora en que regresaría mi hijo, apague el ordenador y me di un baño.

Cuando salí, me puse una bata semitransparente sobre mi cuerpo desnudo y me recosté en mi habitación para relajarme un poco, ver algún programa de televisión relajante y luego vestirme, pero no recuerdo en qué momento me quede dormida y me vine a despertar cuando sentí un beso en la mejilla y las palabras…

– Buenas noches mami, te quedaste dormida viendo la tele.

– Buenas noches hijo, le respondí y agregue… hacía mucho calor, me di un baño y sin querer me he quedado dormida.

En ese momento no había advertido que mi teta derecha estaba fuera de la bata y seguro mi hijo sentado al borde de la cama tendría una vista perfecta, además pensé que mi bata se habría deslizado de mis piernas y de más, él también había tenido la oportunidad de ver mi coñito totalmente depilado, antes de despertarme…, no mi importaba, pero me sentía un poco estúpida.

– ¿Y cómo os fue en el partido hijo?

– Ganamos y logramos pasar a la final que será la próxima semana.

– Que bien, debes estar agotado, ¿quieres que te prepare algo?

Al tratar de levantarme, note un bulto bajo pantalón de mi hijo, excitado seguramente de haberme observado con total libertad antes de despertarme, él trató de ocultarlo pero era evidente.

– No mamá, gracias, no te preocupes, estoy cansado y no tengo hambre, mejor me daré una ducha y a la cama.

– Yo también me pondré la ropita de dormir y me voy a descansar…

Todos los hechos de esa tarde me dejaron muy nerviosa y ver el bulto bajo pantalón de mi hijo me excito aún más, tras unas semanas durmiendo juntos, al final hablamos y decimos que debíamos de retomar nuestra vida anterior a nuestro primer encuentro sexual, con lo cual hacía meses que no follamos. Sin embargo no creo que a él no le apeteciera, era evidente y a mí tampoco se me habían quitado las ganas y necesidades de follar.

Minutos después cuando me levanté a tomar algo porque tenía mucha sed, al regresar a mi habitación, pasando por el baño, observé la puerta entreabierta y al acercarme encontré a mi hijo desnudo secándose, estaba de espalda y miré su cuerpo bien formado, ¡¡¡Su culo, Dioossss!!!, a su edad ya era todo un hombre, la vista fue genial, tanto que volvió la humedad a mi sexo, las piernas me temblaron, así que decidí seguir para mi habitación, me quité la bata, me puse el camisón pero no aguante más, estaba enloquecida, mi cuerpo se estremecía por la falta tan prolongada de sexo… su terso culo estaba grabado en mi mente, esa la imagen de mi hijo disparó las alarmas de mi lujuria…, me imaginaba yo detrás de él, acariciándolo, recorriendo con mis manos su espalda, sus nalgas, pasando mi lengua por su cuello.

Al dejar llevarme por la imaginación, mi cuerpo enloqueció sediento de sexo, deseaba ser follada en ese instante, quería una verga dentro de mí… la necesitaba con urgencia, entonces me levante, saque el vibrador que tenía escondido en mi cajón de la mesita de noche y terminé desahogándome. Alcance el orgasmo y luego me quede dormida.

Durante la semana, no deje de pensar en cómo me había excitado con mi hijo, y él como se había excitado conmigo… creo que empecé a pensar que sería una buena idea retomar las relaciones con él o me moriría de ganas… pero había que trazar un plan que no pareciese que estaba desesperada y no me quitara razón, al cortar sus apariciones en mi cama cuando tenía deseos de follar conmigo.


Llego el sábado y nuevamente se fue a jugar su fútbol… ese día le acompañé y volvimos muy contentos y emocionados porque habían quedado campeones. Aproveche la oportunidad del viaje para decirle que eso había que celebrarlo, y lo invite a comer fuera de casa… como era de esperar mi hijo aceptó de inmediato…. Le propuse que nos arreglásemos para ir a un buen restaurante, porque la ocasión lo ameritaba.

 


 

Fue a tomar un baño y yo me dirigí a mi habitación a enfundarme en un bonito vestido, recordando detalles del relato que había leído. Decidí vestirme elegante y sensual pero algo casual sin que fuera vulgar. Seleccione una blusa semitransparente, una falda negra, medias de nailon con liguero, tacones negros medios y un abrigo encima. Me arreglé el cabello y me maquille de acuerdo a la ocasión. Cuando escuche que Gus me esperaba en la sala y yo ya estaba lista fui a su encuentro, me recibió con un silbido diciendo…

- Espero no tener que darle una hostia a nadie si te miran demasiado.

Sonreí y le dije… - Eso me dices solo por qué me quieres mucho y soy tu madre.

- No, en verdad es porque estás muy hermosa.

Fuimos en mi coche al lugar que había escogido y por el camino al conducir obviamente mi falda se fue recogiendo, no hice nada por reacomodarla y eso hizo que Gus no parara de desviar sus ojos hacia mis piernas y nuevamente apareció el bulto bajo su pantalón… a su edad es normal que se exciten tan rápido, todos suelen estar muy salidos y eso me encantaba. Al llegar al lugar mi hijo muy atento se bajó para abrirme la puerta para ayudarme a bajar y de paso deleitarse con mis piernas y algo más, yo no hice ni el menor esfuerzo por quitarle ese placer, cuando él me cubrió con el abrigo caminamos hacia el restaurante y nos ubicaron en una mesa semi redonda donde quedamos uno al lado del otro… Y como el mantel era largo cubría la mesa y de paso seria cómplice si Gus se atrevía a algo conmigo.

Como en el restaurante no dudarían de la edad de mi hijo, pedí unas copas de vino de la casa, para beber mientras escogíamos la cena. Noté en el rostro de Gus algo de sorpresa por mi pedido de vino, pero no hizo ningún comentario. Cuando trajeron las copas, como era la primera vez que al menos delante de mí, ingería alcohol, después que brindamos por el éxito en su deporte, se bebió el vino como si fuera un refresco, lo que me confirmo claramente que no sabía nada sobre el efecto que podría tener después.

Hablábamos sobre su partido, la celebración y otras cosas intrascendentes y poco a poco note que el vino le estaba produciendo alguna exaltación de alegría, reía constantemente por cualquier tontería y empecé a sentirlo más cariñoso y por supuesto no dejé de seguirle la corriente para que todo fuera más fácil. Nos trajeron la cena, excelente calidad y terminando la misma le dije que me apetecía otra copa de vino y otro mosto de uva negra para él, me respondió afirmativamente, diciendo…

- Sí, está delicioso.

“Para mis adentros pensaba que podrá el saber de vinos, jajaja” Bebimos la otra copa y antes que termináramos la cena, se me ocurrió proponerle que fuéramos a bailar a un lugar que yo ya conocía de antemano.

- La noche aun es joven, ¿te agradaría que fuéramos a bailar? ¿O te da pereza salir con esta vieja?

El respondió eufórico…

- ¡¿Cómo se te ocurre, me parece maravilloso, hace tiempo que tú no sales a divertirte por estar ocupada en tu trabajo y los asuntos de la casa?! Excelente idea, vamos.

Como el lugar que tenía en mente estaba ubicado cerca del restaurante, salimos, y caminamos un par de calles, tomados de la mano como si fuéramos novios. Lo sentí muy orgulloso de estar conmigo, al punto que cuando un tipo mayor se me quedo mirando, el me soltó la mano y pasando su brazo por mis hombros me tomo como diciendo ella es mía y de nadie más.
Hacía tiempo que no me sentía tan protegida como lo hizo Gus, pues casi  ninguno con los que salía fue tan cortés.

Entramos al lugar, aún era temprano y había poca gente, pero los pocos minutos ya era media noche y estaba a reventar… en la pista el espacio para bailar era bastante limitado, por lo cual nuestros cuerpos no paraban de rozarse constantemente, en especial la punta de mis tetas contra su pecho y mi pelvis contra su polla bastante erguida todo el tiempo… su erección duraba casi una media hora. En el lugar solo habíamos ingerido bebidas sin licor y como sentí que el efecto del vino me había pasado pedí un cóctel para mí y un refresco para él. Bebimos nuestras copas en la mesa conversando hasta donde era posible, ya que la música estaba bastante fuerte, de manera que para escucharnos debíamos hablar al oído y este roce constante y el ambiente contribuyo a que cuando volvimos a bailar mi hijo me tomara como si yo fuera su mujer…. De mi parte no hubo ninguna resistencia porque estaba encantada que lo hiciera sin tener yo que proponérselo. Me sentía suya, su mujer y él ya era para mí mi hombre desde hacía tiempo.

Gracias a la cercanía de las parejas, lo que comenzó a sucederse entre nosotros, fue un baile bastante erótico, que no se notaba por la cercanía de los demás, pero en realidad era como si Gus me quisiera follar allí mismo. La excitación entre los dos subió tanto que perdí la noción de mi papel de madre y vi a mi hijo solo como mi pareja, rozando y rozando nuestras mejillas, me aventure en un impulso descontrolado a darle un beso en la boca que él recibió con agrado y de allí en adelante nos olvidamos de nuestra relación madre e hijo otra vez… No era mi plan exactamente, pero estaba resultando mucho más fácil de lo que esperaba… sin explicaciones.

De madrugada cuando ya debíamos regresar a casa, no creí prudente hacerlo conduciendo mi coche después de haber ingerido un poco de alcohol… lo hicimos en un taxi. Yo me senté detrás del conductor y Gus a mi lado me pasó su brazo por los hombros. Por el camino no cesó de besarme y acariciar mi cuerpo hasta donde le era posible, en especial la punta de mis tetas, ya tenía los pezones hinchados que es algo que me ocurre cuando me excito sobremanera. Ya estábamos llegando a casa sobre las cuatro de la mañana, había tardado mucho en deslizar su mano y lo hizo muy fácilmente por debajo de mi falda, que se encontraba bastante recogida y al alcanzar mi coño y sentir la humedad que había en mi tanga, me miró y sonriendo me guiño un ojo en un gesto de complicidad de pareja. Yo solo le sonreí.

Al llegar pagamos el valor del servicio y entrando a la casa, apenas cruzamos la puerta y la cerramos, Gus me recostó contra la pared y empezó a besarme con tremenda pasión, al tiempo que una de sus piernas se alojaba en medio de las mías, rozando con fuerza su polla contra mi coño. En ese instante yo deseaba como días atrás, sentir una polla dentro de mí y esperaba que ahora se hiciera realidad. Como quería sentir su piel y el calor de su cuerpo comencé quitarle algunas prendas y el hizo otro tanto conmigo y cuando los dos estábamos solo en ropa interior se me quedo mirando y me dijo…

- Hace meses que como en este momento, ya no te veo como mi madre, sino como mujer, te digo que estas espectacular y con esa ropa interior te ves muy sensual, me excitas sobremanera y te quiero hacer mía esta noche.

Esas palabras me pusieron en órbita, no eran las de una adolescente de su edad…. De allí en adelante me entregué totalmente, estaba dispuesta a que el hiciera conmigo lo que quisiera…

- No tengo más experiencia que las veces que hemos follado y los videos que he visto, intentare ser un buen amante esta noche hasta donde me sea posible…

- Lo vamos a pasar muy bien… nunca he tenido queja de ti, y hoy te aseguro que mucho menos. Necesito que me tomes las veces que puedas, todas serán pocas para mí.

Tomándole de la mano me lo llevé a mi habitación. Allí terminamos de desnudarnos y su primera acción fue prodigarme sexo oral, lo hizo maravillosamente con mucha delicadeza al principio y al final con la rudeza que me gusta para alcanzar el orgasmo… se comió el coño como le había enseñado y algo más que por instinto sabía. Era delicado y rudo con mi coño, follándome con la lengua y luego con los dedos, sin olvidar en darle castigo al clítoris hasta que me corrí en su boca. Luego vino mi turno y cuando tuve su polla desnuda frente a mí, no dejó de volver a sorprenderme el gran tamaño de su polla para su edad… unos 16 cm para cuando deberían ser unos 10 u 12 a lo sumo. No obstante se la mamé donde el tamaño de mi boca me lo permitió sin obturarme la garganta… ¡Me parecía una polla perfecta en esos momentos! Para cuando tuviese 20 años, con su cuerpo completamente desarrollado, tendrá el mostrenco de su padre… un Burro.

Lo escuche jadear y respirar agitadamente al tiempo que intentaba penetrarme con su polla hasta mi garganta… al final lo consiguió, Gus soltó su primer y segundo gran chorro de semen dentro y luego otros fuera de mi boca, el semen que quedo adentro lo saboree y me lo tragué, lo demás quedo en mi rostro y mi cuerpo. Era una buena forma de empezar, había que hacer como se hace en las corridas de toros de lidia, primero apuntillarlos para quitarles brío y seguidamente tenerlos dispuestos a aguantar mucho con la auténtica follada de goce y disfrute. Descansamos, y luego de algunas caricias que nos entregamos mutuamente se volvió a encender el fuego de la pasión y Gus se subió sobre mí, separando mis piernas nuestros sexos quedaron enfrentados. Tenía su polla palpitante sobre la vulva inflamada y el clítoris duro como la piedra de pedernal. Tomé su polla con mi mano y la bañe con los fluidos de mi lubricación, restregándola por en medio de mis labios vaginales… su tronco se envolvía con mis pliegues mojados, su capullo se deslizaba de arriba abajo…, me pajeó el clítoris y volvió a baja dejándolo a la entrada de mi coño…. Mi hijo, como todo un caballero fue metiendo su polla lentamente en mi raja hambrienta de verga, haciéndome sentir algo espectacular a cada centímetro que se introducía en mí ser íntimo. Volver a tener dentro de mí un miembro viril y de tan respetable tamaño era una sensación genial….  Nos mirábamos a los ojos, le acariciaba cada parte de su terso cuerpo atlético, el aroma de nuestros cuerpo me sublimaba, y hasta al penetrarme sentía como si fuera un rey que camina en medio de la multitud sin pedir permiso… mi REY Y AMO. Las paredes de mi vagina rebosaban de alegría con el nuevo visitante. Pasado este primer instante tan maravilloso y que tanto placer nos dio mutuamente, el me dijo…

- Hacia semanas que deseaba estar dentro de ti otra vez… y hoy se ha hecho realidad, ¡Uuuhmmm que bueno es sentirte mamá! ¡¡Eres extraordinaria!!

- Pues yo no lo he deseado menos ¡¡Sabes que mamá necesita que le des mucho amor!!

Su destreza se mostró en el mete y saca, donde en cada entrada sentía que me tocaba lo más profundo de mi ser con su polla y lo que fue en inicio un poco de duda, se transformó en una sensación indescriptible de pasión…. Me sentía en la gloria siendo follada por mi hijo, notaba cada empujón con el brío indiscutible de su juventud y ansiedad…, después de cada entrada de todo su cipote, esperaba con histerismo la siguiente incursión de su falo en las entrañas que lo tuvo gestando nueve meses… y así fue subiendo la excitación en cada embestida. Mis manos se apoderaban de cada gota de su transpiración, mis labios de cada hálito de su agitada respiración. El placer que  nacía en las yemas de mis dedos y en mi vagina a un tiempo, me generaban más y más dopamina en mis venas, recorriendo cada rincón del cuerpo.

Luego el me pidió que cambiáramos de posición, que yo estuviera arriba. Nos giramos, con mis piernas una cada lado de su torso, me posicioné en cuclillas para enchufarme bien su polla en el coño… entró como un tren en un túnel. Aprovechando mi opción de imprimir velocidad y fuerza, me dediqué a meter su polla hasta la raíz, dejándome caer sobre su pelvis en cada bajada y acelerando el sube y baja, lo que redundó en una excitación sublime para los dos… mi hijo y yo alcanzamos ambos casi al tiempo el clímax…, la metí entera en mi funda del amor y percibí cada convulsión mía acompasada con las suyas. Disfruté de cada una de las descargas dentro de mi útero, se sentían potentes y caudalosas como las de su padre, aunque aún le faltase un poco.

Durante todo este tiempo solo se escuchaban en la habitación jadeos, gemidos y pedidos mutuos.

“Dame más, eso es, así se folla…”, “Házmelo más duro”, “Te quiero todo dentro de mí”, “Te voy a taladrar con mi polla hasta el útero”, “Toma puta, toma, eso es, así, así se folla”, “¡Aahhhhh, ohhhhhh!” “No puedo más, estoy llegando”, “¡Qué bueno, qué delicia, no pares!” “¡Déjame toda tu carga dentro de mí, uhmmmm!” “¡Quiero que me preñes, hijo…!” ¡Hazle una gran panza a tu madre!”, “¡¿Vas a parir a todos mi hijos!?”, “Sí… estamos engendrando al primero… préñame”, “¡Cómo aprietas con tu coño mi polla!”, “Noto tus huevos en mi coño”

Y finalmente quedamos inmóviles y pegados… al sentir que su badajo debilitarse, se empezó a retraer y salió de mi vagina colmada de leche y placer. Entonces empecé a sentir que su semen se deslizaba hacia afuera y rodaba por mi entrepierna hasta llegar a mi culo…. Sentí deseos que me follara por el culo, pero había que dejar algo para otra ocasión, esto si se llegaba a dar, por esa noche lo acontecido fue suficiente y yo estaba muy satisfecha.

 


 

A la mañana siguiente que era domingo, al despertarme me puse la bata semitransparente, bastante corta y sin sostén pero sí unas bragas no muy grandes blancas. Fui a la cocina, al poco tiempo sentí que mi hijo llegó, me di la vuelta, lo miré y pude ver sus ojos bien abiertos con la vista hacia mi cuerpo, y me dijo…

- ¡Qué hermosa eres mamá… sin duda eres la mujer tan maravillosa que habrá en mi vida! Anoche fuiste mía de verdad, pero siempre serás mi madre y respetaré eso.

Lo adoro, me abrazó por la espalda pego su polla a mis nalgas y me dio un beso en la mejilla.
Después de un pequeño morreo, desayunamos placenteramente y más tarde el agua refrescó nuestros cuerpos.

Solo tres semanas después, supe que estaba preñada de mi hijo Gustavo y no sería la última.

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